27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El primer rey <strong>de</strong> Israel 575<br />

que les sacara el ojo <strong>de</strong>recho a cada uno <strong>de</strong> el<strong>los</strong>, como testimonio<br />

permanente <strong>de</strong> su po<strong>de</strong>r.<br />

Los habitantes <strong>de</strong> la ciudad sitiada suplicaron que se les diera<br />

una tregua <strong>de</strong> siete días. Los amonitas accedieron a esta solicitud,<br />

creyendo que con esto engran<strong>de</strong>cerían más el honor <strong>de</strong> su esperado<br />

triunfo. En seguida <strong>los</strong> <strong>de</strong> Jabes enviaron mensajeros para pedir<br />

auxilio a las tribus <strong>de</strong>l oeste <strong>de</strong>l Jordán. Así llegaron a Gabaa las<br />

noticias que <strong>de</strong>spertaban terror por todas partes.<br />

Por la noche, al regresar Saúl <strong>de</strong> seguir <strong>los</strong> bueyes en el campo,<br />

oyó ruidosas lamentaciones indicadoras <strong>de</strong> una gran calamidad. Dijo [601]<br />

entonces: “¿Qué tiene el pueblo, que están llorando?” Cuando se<br />

le contó la vergonzosa historia, se <strong>de</strong>spertaron todas sus faculta<strong>de</strong>s<br />

latentes. “el espíritu <strong>de</strong> Dios vino sobre él [...]. Tomó entonces un<br />

par <strong>de</strong> bueyes, <strong>los</strong> cortó en trozos y <strong>los</strong> envió por todo el territorio<br />

<strong>de</strong> Israel por medio <strong>de</strong> mensajeros, diciendo: “Así se hará con <strong>los</strong><br />

bueyes <strong>de</strong>l que no salga <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Saúl y <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> Samuel””.<br />

Trescientos treinta mil hombres se congregaron en la llanura<br />

<strong>de</strong> Bezec, bajo las ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> Saúl. De inmediato se mandaron<br />

mensajeros a <strong>los</strong> habitantes <strong>de</strong> la ciudad sitiada, con la promesa<br />

<strong>de</strong> que podrían esperar auxilio al día siguiente, el mismo día en<br />

el cual habían <strong>de</strong> someterse a <strong>los</strong> amonitas. Gracias a una rápida<br />

marcha nocturna, Saúl y su ejército cruzaron el Jordán, y llegaron<br />

a Jabes, “al calentar el sol”. Dividiendo, como Ge<strong>de</strong>ón, sus fuerzas<br />

en tres compañías, cayó sobre el campo <strong>de</strong> <strong>los</strong> amonitas aquella<br />

madrugada, en el momento en que, por no sospechar ningún peligro,<br />

estaban menos en guardia. En el pánico que siguió al ataque, fueron<br />

<strong>de</strong>rrotados completamente y hubo una gran matanza. “Y <strong>los</strong> que<br />

quedaron fueron dispersos, <strong>de</strong> tal manera que no quedaron dos <strong>de</strong><br />

el<strong>los</strong> juntos”.<br />

La rapi<strong>de</strong>z y el valor <strong>de</strong> Saúl, así como el don <strong>de</strong> mando que<br />

reveló en la feliz dirección <strong>de</strong> tan gran<strong>de</strong> ejército, eran cualida<strong>de</strong>s<br />

que el pueblo <strong>de</strong> Israel había <strong>de</strong>seado en su monarca, para po<strong>de</strong>r<br />

hacer frente a las otras naciones. Ahora lo saludaron como su rey,<br />

atribuyendo el honor <strong>de</strong> la victoria a <strong>los</strong> instrumentos humanos y<br />

olvidándose <strong>de</strong> que sin la bendición especial <strong>de</strong> Dios todos sus<br />

esfuerzos hubieran sido en vano. En el calor <strong>de</strong> su entusiasmo,<br />

algunos propusieron que se diera muerte a <strong>los</strong> que al principio<br />

habían rehusado reconocer la autoridad <strong>de</strong> Saúl. Pero el rey intervino

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!