27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[453]<br />

438 <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Patriarcas</strong> y <strong>Profetas</strong><br />

<strong>de</strong> la vida; mientras oía las tristes palabras: “He aquí vuestra casa os<br />

es <strong>de</strong>jada <strong>de</strong>sierta” (Mateo 23:38), el corazón se le llenó <strong>de</strong> angustia,<br />

y su i<strong>de</strong>ntificación con el pesar <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios hizo caer amargas<br />

lágrimas <strong>de</strong> sus ojos.<br />

Siguió al Salvador a Getsemaní y contempló su agonía en el<br />

huerto, y cómo sería entregado, escarnecido, flagelado y crucificado.<br />

Moisés vio que así como él había alzado la serpiente en el <strong>de</strong>sierto,<br />

habría <strong>de</strong> ser levantado el Hijo <strong>de</strong> Dios, para que todo aquel que<br />

en él crea “no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Juan 3:15. El<br />

dolor, la indignación y el horror embargaron el corazón <strong>de</strong> Moisés<br />

cuando vio la hipocresía y el odio satánico que la nación judía<br />

manifestaba contra su Re<strong>de</strong>ntor, el po<strong>de</strong>roso Angel que había ido<br />

<strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sus mayores. Oyó el grito agonizante <strong>de</strong> Jesús: “Dios<br />

mío, Dios mío, ¿por qué me has <strong>de</strong>samparado?” Lo vio cuando<br />

yacía en la tumba nueva <strong>de</strong> José <strong>de</strong> Arimatea. Las tinieblas <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>sesperación parecían envolver el mundo, pero miró otra vez, y lo<br />

vio salir vencedor <strong>de</strong> la tumba y ascen<strong>de</strong>r a <strong>los</strong> cie<strong>los</strong> escoltado por<br />

<strong>los</strong> ángeles que lo adoraban, y encabezando una multitud <strong>de</strong> cautivos.<br />

Vio las relucientes puertas abrirse para recibirlo, y la hueste celestial<br />

dar en canciones <strong>de</strong> triunfo la bienvenida a su Jefe supremo. Y allí se<br />

le reveló que él mismo sería uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> que servirían al Salvador y le<br />

abriría las puertas eternas. Mientras miraba la escena, su semblante<br />

irradiaba un santo resplandor. ¡Cuán insignificantes le parecían las<br />

pruebas y <strong>los</strong> sacrificios <strong>de</strong> su vida, cuando <strong>los</strong> comparaba con <strong>los</strong><br />

<strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios! ¡Cuán ligeros en contraste con el “sobremanera<br />

alto y eterno peso <strong>de</strong> gloria”! 2 Corintios 4:17. Se regocijó porque<br />

se le había permitido participar, aunque fuera en pequeño grado, <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> sufrimientos <strong>de</strong> Cristo.<br />

Moisés vio cómo <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> <strong>de</strong> Jesús salían a predicar el<br />

evangelio a todo el mundo. Vio que a pesar <strong>de</strong> que el pueblo <strong>de</strong><br />

Israel “según la carne” no había alcanzado el alto <strong>de</strong>stino al cual<br />

Dios lo había llamado y en su incredulidad no había sido la luz<br />

<strong>de</strong>l mundo, y aunque había <strong>de</strong>sechado la misericordia <strong>de</strong> Dios y<br />

perdido todo <strong>de</strong>recho a sus bendiciones como pueblo escogido,<br />

Dios no había <strong>de</strong>sechado, sin embargo, la simiente <strong>de</strong> Abraham y<br />

habían <strong>de</strong> cumplirse <strong>los</strong> propósitos gloriosos cuyo cumplimiento<br />

él había emprendido por medio <strong>de</strong> Israel. Todos <strong>los</strong> que lleguen a<br />

ser por Cristo hijos <strong>de</strong> la fe habían <strong>de</strong> ser contados como simiente

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!