27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[403]<br />

392 <strong>Historia</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Patriarcas</strong> y <strong>Profetas</strong><br />

exequias <strong>de</strong> un hombre que ocupó una posición elevada son a menudo<br />

motivo <strong>de</strong> <strong>de</strong>mostraciones pomposas y extravagantes. Cuando<br />

murió Aarón, uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres más ilustres que alguna vez hayan<br />

vivido, presenciaron su muerte y asistieron a su entierro solamente<br />

dos <strong>de</strong> sus parientes más cercanos. Y aquella tumba solitaria en<br />

la cumbre <strong>de</strong>l Hor quedó vedada para siempre a <strong>los</strong> ojos <strong>de</strong> Israel.<br />

No se honra a Dios en las gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong>mostraciones que se hacen a<br />

<strong>los</strong> muertos y en <strong>los</strong> gastos extravagantes en que se incurre para<br />

<strong>de</strong>volver sus cuerpos al polvo.<br />

Toda la congregación lloró a Aarón, pero nadie pudo sentir la<br />

pérdida tan profundamente como Moisés. La muerte <strong>de</strong> Aarón recordaba<br />

a Moisés que su propio fin se aproximaba; pero por corto<br />

que fuera el tiempo que aun le tocara permanecer en la tierra, sentía<br />

profundamente la pérdida <strong>de</strong> su constante compañero, <strong>de</strong>l que por<br />

tantos largos años había compartido sus gozos y sus tristezas, sus<br />

esperanzas y sus temores. Moisés <strong>de</strong>bía ahora continuar la obra solo;<br />

pero sabía que Dios era su amigo, y en él se apoyó tanto más.<br />

Poco tiempo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar el Monte Hor, <strong>los</strong> israelitas sufrieron<br />

una <strong>de</strong>rrota en el combate que sostuvieron contra Arad, uno<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> reyes cananeos. Pero como pidieron fervientemente la ayuda<br />

<strong>de</strong> Dios, se les otorgó el apoyo divino, y sus enemigos fueron<br />

<strong>de</strong>rrotados. La victoria, en lugar <strong>de</strong> inspirarles gratitud e inducir<strong>los</strong><br />

a reconocer cuánto <strong>de</strong>pendían <strong>de</strong> Dios, <strong>los</strong> volvió jactanciosos y<br />

seguros <strong>de</strong> sí mismos. Pronto se entregaron <strong>de</strong> nuevo a su viejo<br />

hábito <strong>de</strong> murmurar. Estaban ahora <strong>de</strong>scontentos porque no se había<br />

permitido a <strong>los</strong> ejércitos <strong>de</strong> Israel que avanzaran sobre Canaán inmediatamente<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su rebelión al oír el informe <strong>de</strong> <strong>los</strong> espías,<br />

casi cuarenta años antes. Consi<strong>de</strong>raban su larga estada en el <strong>de</strong>sierto<br />

como una tardanza innecesaria y argüían que habrían podido vencer<br />

a sus enemigos tan fácilmente como ahora.<br />

Mientras continuaban su viaje hacia el sur, pasaron por un valle<br />

ardiente y arenoso, sin sombra ni vegetación. El camino parecía<br />

largo y trabajoso, y sufrían <strong>de</strong> cansancio y <strong>de</strong> sed. Nuevamente no<br />

pudieron soportar la prueba <strong>de</strong> su fe y paciencia. Al pensar a todas<br />

horas solo en la fase triste y tenebrosa <strong>de</strong> cuanto experimentaban, se<br />

fueron separando más y más <strong>de</strong> Dios. Perdieron <strong>de</strong> vista el hecho <strong>de</strong><br />

que si no hubieran murmurado cuando el agua <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> fluir en Ca<strong>de</strong>s,<br />

Dios les habría evitado el viaje alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> Edom. Dios les <strong>de</strong>seaba

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!