27.04.2013 Views

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

Historia de los Patriarcas y Profetas (2008) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Jacob y Esaú 155<br />

solemne juramento, ahora estaba <strong>de</strong>cidido a conseguir sus bendiciones,<br />

a pesar <strong>de</strong> las protestas <strong>de</strong> su hermano. Con la primogenitura<br />

espiritual estaba unida la temporal, que le daría el gobierno <strong>de</strong> la<br />

familia y una porción doble <strong>de</strong> las riquezas <strong>de</strong> su padre. Estas eran<br />

bendiciones que él podía avalorar. “Levántate ahora, siéntate y come<br />

<strong>de</strong> mi caza, para que me bendigas”.<br />

Temblando <strong>de</strong> asombro y tristeza, el anciano padre se dio cuenta<br />

<strong>de</strong>l engaño cometido contra él. Habían sido frustradas las caras<br />

esperanzas que había albergado durante tanto tiempo, y sintió en<br />

el alma el <strong>de</strong>sengaño que había <strong>de</strong> herir a su hijo mayor. Sin embargo,<br />

se le ocurrió como un relámpago la convicción <strong>de</strong> que era<br />

la provi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Dios la que había vencido su intención, y había<br />

realizado aquello que él había resuelto impedir. Se acordó <strong>de</strong> las<br />

palabras que el ángel había dicho a Rebeca, y no obstante el pecado<br />

<strong>de</strong>l cual Jacob ahora era culpable, vio en él al hijo más capaz para<br />

cumplir <strong>los</strong> propósitos <strong>de</strong> Dios. Cuando las palabras <strong>de</strong> la bendición<br />

estaban en sus labios, había sentido sobre sí mismo el Espíritu <strong>de</strong><br />

la inspiración; y ahora, conociendo todas las circunstancias, ratificó<br />

la bendición que sin saberlo había pronunciado sobre Jacob: “Yo le<br />

bendije, y será bendito”.<br />

Esaú había menospreciado la bendición mientras parecía estar a<br />

su alcance, pero ahora que se le había escapado para siempre, <strong>de</strong>seó<br />

poseerla. Se <strong>de</strong>spertó toda la fuerza <strong>de</strong> su naturaleza impetuosa y<br />

apasionada, y su dolor e ira fueron terribles. Gritó con intensa amargura:<br />

“Bendíceme también a mí, padre mío”. “¿No has guardado<br />

bendición para mí?” Pero la promesa dada no se había <strong>de</strong> revocar.<br />

No podía recobrar la primogenitura que había <strong>de</strong>spreciado <strong>de</strong> forma<br />

tan insensata. “Por una vianda”, con que satisfizo momentáneamente<br />

el apetito que nunca había reprimido, vendió Esaú su herencia; y<br />

cuando comprendió su locura, ya era tar<strong>de</strong> para recobrar la bendición.<br />

“No tuvo oportunidad para el arrepentimiento, aunque la<br />

procuró con lágrimas”. Hebreos 12:16, 17. Esaú no quedaba privado<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> buscar la gracia <strong>de</strong> Dios mediante el arrepentimiento;<br />

pero no podía encontrar medios para recobrar la primogenitura. Su<br />

dolor no provenía por estar convencido <strong>de</strong> haber pecado; no <strong>de</strong>seaba<br />

reconciliarse con Dios. Se entristecía por <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> su<br />

pecado, no por el pecado mismo. [162]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!