DELEGACIÓN SAN MARTÍN - CPBA
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MUSEO AFIP<br />
viaje al pasado<br />
Si usted piensa que es difícil el<br />
ejercicio actual de la profesión,<br />
recorra con estas líneas los orígenes<br />
y curiosidades de la tributación<br />
argentina y las relaciones laborales<br />
del siglo pasado.<br />
Con objetos cotidianos se puede contar una historia: la de las personas que están<br />
detrás de las instituciones, quienes las forjan y les dan vida. Este fue el espíritu que guió<br />
la realización de la cuarta versión del Museo de la AFIP. “Lo que siempre traté de reflejar<br />
en el museo es que tras una política de recaudación hay un grupo de personas que trabaja<br />
a diario”, indica el Lic. Gabriel Miremont, director y museólogo a cargo, que se autodefine<br />
sencillamente como “el de las cosas viejas”. Esta propuesta se inserta en el Plan de<br />
Educación Tributaria que apunta a formar en los futuros contribuyentes el compromiso<br />
con el aporte en beneficio de toda la comunidad. Este Museo es el único en su género<br />
en América; experiencias similares existen actualmente en Tokio, Bruselas y Jerusalén.<br />
El objeto puesto en relación con la persona permite al visitante abarcar el tiempo<br />
con una rápida mirada y recorrer por ejemplo, cien años en la historia de las registraciones<br />
aduaneras. El tiempo detenido en muebles, sellos y hojas amarillentas es liberado<br />
por el entendimiento del visitante que encuentra al lado de un papel membretado con<br />
el dibujo de la aduana que especifica el nombre del barco en que ingresó la mercadería<br />
a nuestro país, una computadora de fines de siglo XX. Esta situación se repite en las<br />
cuatro salas del museo, que presentan respectivamente una síntesis de la integración<br />
de la Dirección General Impositiva, la Dirección General de Aduanas y la Dirección General<br />
de Recursos de la Seguridad Social en la primera; los baúles, valijas y objetos de<br />
importación y exportación en la segunda dedicada a la Aduana; en la tercera sala se<br />
retrocede a la época colonial hasta 1891; y en la última, dedicada a los recursos de la<br />
seguridad social, se presentan objetos de uso diario de oficinas de cerca de 1930 y<br />
artefactos que testimonian las relaciones laborales de entonces, hoy muy distintas.<br />
Si en la actualidad para postularse a un puesto de trabajo exigen conocimientos<br />
de computación, podríamos pensar entonces que a principios de siglo pasado<br />
se solicitaba saber escribir a máquina y tener buena letra. Así sugiere la presencia<br />
de un “escritorio trampa” que bajo el tintero y los lápices indelebles para llevar la<br />
| REALIDAD PROFESIONAL<br />
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />
contabilidad, esconde una máquina de escribir. Pero el objeto más interesante quizás<br />
para los profesionales en Ciencias Económicas es una máquina llamada “adrema”,<br />
que marcaba sobre unas “chapitas” el nombre de los contribuyentes. “La cantidad<br />
de contribuyentes era tan poca que permitía mandarle cartas a todos y guardar en un<br />
placard todas las “chapitas” impresas con la correspondencia de los contribuyentes en<br />
una suerte de base de datos física antigua”, aporta Miremont.<br />
Todos estos objetos provienen de las antiguas oficinas de los entes recaudadores<br />
y donaciones de algunos empleados que al modernizar sus oficinas lo ofrecen al<br />
museo. “Entonces un mismo objeto puede tener dos lecturas, o es dado de baja por<br />
que es viejo o es dado de alta en el museo por la misma razón y representa una época”,<br />
agrega el museólogo con visión profesional.<br />
La colección actual tiene entre sus piezas más antiguas una estampilla del año<br />
1869 que se corresponde con el primer impuesto interno, impresa en California,<br />
Estados Unidos, y se utilizaba para pagar inmobiliarios y ganado. Su presentación<br />
acompaña a evocar una época: una caja expendedora, escritorios altos donde llenar<br />
los formularios con comodidad y una “ruedita” para mojar estampillas, hablan<br />
de relaciones más humanas. En el Museo las curiosidades no se miden en tamaño,<br />
desde el primer impuesto aplicado a los sombreros, hasta una lancha que recaudaba<br />
impuestos en las islas del Tigre, nos hablan de una parte de nuestra historia.<br />
Escritorio Trampa<br />
Adrema