La ilusión fantástica y absurda del payaso - Festival Internacional de ...

DIARI DEL FESTIVAL
Dissabte 6 d’octubre 2012
entreVIsta: juan carlos medina
“En
Insensibles,
los nazis
son los
portadores de
una herencia
histórica
maligna”
La tira De GUiLLeM DOLS
Insensibles es un filme escrito por
ti y Luiso Berdejo. ¿Cuándo os conocéis
y cómo surge la escritura
de dicho guión?
Conocí a Luiso en el 2001 en el Festival
de Cine de Alcalá de Henares
(Madrid) donde ambos competíamos
con nuestros respectivos
cortometrajes. Entre 2003 y 2004,
tras dirigir mi tercer cortometraje,
empecé a escribir los primeros
borradores de Insensibles. Mis primeras
versiones eran demasiado
largas y confusas, quizá por querer
contar demasiadas cosas al
mismo tiempo. Cuando leí ciertos
guiones que Luiso había escrito
quedé deslumbrado. Como nos
hicimos amigos y compartíamos
el mismo universo mental y cinematográfico,
decidí hablarle
de Insensibles. La idea le llamó la
atención de inmediato. Me dijo
que le parecía genial, pero que
necesitaba trabajo para sacarle lo
mejor. En ese momento las ideas
que aportó Luiso a la historia me
parecieron increíbles y nos pusimos
manos a la obra. Tras varios
meses de trabajo en conjunto,
surgió Insensibles.
¿Qué ideas aportáis en concreto
cada uno de vosotros?
Insensibles es nuestro bebé en
común. No hay una paternidad
distinta para ciertas ideas dentro
de la película. Creo que todo
forma un conjunto homogéneo
en el cual tanto Luiso como yo
podemos reconocernos. Me interesaba
mucho el tema del dolor,
casi en su acepción metafísica o
religiosa. ¿Por qué el dolor y el
mal existen si se supone que el
universo esta regido por un Dios
bueno y todopoderoso? Creo que
es la pregunta filosófica número
uno. Pero no quería hacer una película
sobre metafísica o religión.
Necesitaba una metáfora física,
corporal, algo que permitiera encarnar
estas cuestiones para hacer
una película extremadamente
concreta. Así que cuando oí hablar
del síndrome de Nishida, o
síndrome de insensibilidad congénita
al dolor con anhidrosis, una
enfermedad que priva a los niños
de la capacidad a sentir el dolor
y llorar, supe que había encontrado
la metáfora adecuada. A partir
de ahí, Luiso y yo trabajábamos
aportando ideas, estructurando
la historia para lograr que cogiera
su fuerza definitiva.
La combinación de géneros y sucesos
es ágil y dinámica, un tono
que luce durante todo el filme.
¿Desde el principio te marcas
esta tónica en su realización o
es algo que nace en el transcurso
del montaje?
Precisamente por su densidad
narrativa, dramática, temática, y
por la dificultad de hilvanar todos
esos niveles, Insensibles es una
película extremadamente preparada
antes del rodaje. Además de
un trabajo meticuloso en el guión
me pasé meses diseñando cada
plano de la película y plasmándolos
en el story board. Lo que deseaba
conseguir era una película
frontal, dura, oscura y cargada
de energía, pero también sobria
y elegante. Para mí, estaba claro
que la potencia del guión pedía
a gritos cierta austeridad en
la puesta en escena. Aun así, la
densidad de la historia era tal que
había un número de planos delirante
que rodar y fue muy difícil
conservar el rumbo. También tuve
que improvisar sobre la marcha. A
veces hay cosas que no funcionan
y únicamente te das cuenta cuan-
do ruedas; a la vez que aparecen
oportunidades en el set que no
hubieras podido sospechar y hay
que saber atraparlas.
Uno de los grandes aciertos de la
película es la entrada del doctor
alemán en el centro psiquiátrico.
Una combinación fabulosa, la del
ocultismo y el Tercer Reich, poco
explotada en el cine fantástico.
Derek es un actor prodigioso. Lo
descubrí en Soldier of Orange y
luego lo volví a ver, con mucho
placer, en El libro negro. En Insensibles
ha hecho un trabajo fenomenal,
ya que era la primera vez
en su vida que hacía una película
en castellano. ¡y ha aprendido el
idioma solo para su papel! Respecto
a los nazis y el ocultismo,
Spielberg exploró el tema brillantemente
en Indiana Jones en busca
del arca perdida y en Indiana Jones
y la última cruzada, pero todavía
queda mucho por explorar. Los
nazis son un símbolo del mal y de
la oscuridad absoluta y en Insensibles
son los portadores de una herencia
histórica maligna. Aparte
de esclavizar el resto de la especie
humana, el proyecto de los nazis
era destruir todas las creencias y
culturas y reemplazarlas por un
sistema de creencias propio inspirado
en la mitología nórdica o
escandinava. Una nueva teología
donde la “raza aria” fuera el centro
absoluto. Jamás en la historia
el totalitarismo ha llegado a una
expresión tan despiadada y absoluta.
Creo que en una época tan
revisionista como la nuestra no
está de más recordar que Hitler
fue el principal aliado de nuestro
dictador nacional y que España
fue el laboratorio donde se experimento
y preparó la Segunda Guerra
Mundial. El pueblo español
sirvió de conejillo de indias a los
nazis para el horror que vendría
después.
¿Cómo es el trabajo con los niños?
El trabajo con los niños fue sin
duda una de las cosas más difíciles
de la película. Para empezar,
el casting fue extremadamente
largo y difícil. Creo que ya es muy
difícil encontrar a un niño con
dotes interpretativas, carisma,
inteligencia y disciplina necesaria
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como para poder interpretar un
papel exigente y complicado en
una película. Pero cuando tienes
un niño y una niña protagonistas
y que además necesitas cuatro actores
porque tienes que cubrir a
los niños en dos edades distintas,
ahí el reto se vuelve todavía muy
complicado. Efectivamente, los
personajes infantiles de la película
viven situaciones extremas y
muy duras. Psicológicamente, en
algunas ocasiones, fue muy duro
incluso para nosotros sacarles
esas escenas. Mi manera de trabajar
con ellos, siempre ha estado
basada en mi firme creencia de
que los niños son tan inteligentes
como los adultos o más. Creo que
lo que define principalmente a
los niños es su increíble sensibilidad,
algo que perdemos al hacernos
mayores ya que el mundo y
la gente ya no son “nuevos” para
nosotros. Creo que esta cualidad
hace que los niños sean verdaderos
espejos emocionales.
En el apartado de maquillaje y
FX, me gustaría detenerme en el
personaje de Berkano y su transformación,
física y psicológica:
¿está realizada en el set sobre el
cuerpo de Tomás Lemarquis?
La historia de Berkano es la historia
de la creación de un monstruo.
Para lograr esa transformación
DDT hizo un fabuloso
trabajo de diseño y de maquillaje
sobre el set. En la etapa final,
Lemarquis tenía que atravesar
un proceso de maquillaje de seis
horas. Media jornada de rodaje!
Cuando tienes un plan de trabajo
apretado ¡no te puedes permitir
un lujo así. Como íbamos cortos
de tiempo Lemarquis tuvo la abnegación
y el valor de irse a dormir
una noche con el maquillaje
puesto. ¡No te digo la cara de los
empleados del hotel cuando le
vieron! Para él fue muy duro pero
su sacrificio permitió cumplir
con el plan de rodaje. Las escenas
están a la altura del esfuerzo que
hizo. Lemarquis es un gran actor,
entregadísimo a su trabajo. He
visto poca gente capaz de tanto
trabajo, tanta disciplina y tanta
concentración.
Diego López