U n d e s c a n s o d e l a l o c u r a d i a r i a ¿Qué fue de la vida de... ...los bailanteros de los ‘90? Si hubo un tema que marcó un antes y un después en la irrupción de la música de bailanta a nivel masivo, ese fue Qué tendrá el petiso, de un salteño que se hacía llamar Ricky Maravilla. A partir de ese momento no pudieron faltar en ninguna fiesta que se preciara de divertida temas como Violeta, de Alcides; Movidito movidito, de Sebastián; Pero muy celosa, de Miguel “Conejito” Alejandro; o El hijo de Cuca, de Pocho <strong>La</strong> Pantera. A casi dos décadas del surgimiento de los “ídolos tropicales”, rastreamos qué fue de la vida de estos bailanteros que siguen siendo imprescindibles en fiestas de casamiento y cumpleaños de 15. 26 - EL DIVAN Alcides Es a la música argentina lo que Disco Stu a Los Simpson. Su cabello ensortijado, que no se le mueve ni <strong>con</strong> un huracán, es su marca registrada junto <strong>con</strong> el gran “clásico”: Violeta. Cordobés de nacimiento, pero puntano por adopción, su verdadero nombre es Alcides Berardo y sus comienzos en la música tropical fueron a mediados de los ‘70 junto a su hermano Víctor, en el grupo Los Playeros. Por ser el líder y la figura del <strong>con</strong>junto, en 1987 la discográfica Leader Music les cambió el nombre original por el de Alcides y Los Playeros. Dos años después, el menor de los Berardo se separó de su hermano y comenzó <strong>con</strong> la carrera solista. Desembarcó en los escenarios bonaerenses <strong>con</strong> Violeta, y luego pegó otro hit que sonó hasta el cansancio, Sopa de caracol (vale aclarar que ninguno de los temas le pertenece, sino que son del grupo cordobés Chébere). Nacido en Salta en 1955, Ricardo Aguirre -su verdadero nombre- en su juventud integró distintos <strong>con</strong>juntos folclóricos y hasta formó parte de una banda de rock tocando la guitarra. Más tarde, firmó <strong>con</strong>trato <strong>con</strong> una compañía discográfica junto a un grupo de cumbia que él había fundado, llamado Maravilla Tropical. Fue allí que adoptó el seudónimo de Ricky Maravilla. Cuando el tema Qué tendrá el petiso llegó a las radios porteñas, su rostro comenzó a hacerse Ricky Maravilla <strong>con</strong>ocido en los programas del momento. Participó de sketches en Videomatch, fue invitado varias veces a los programas de Mirtha Legrand y Susana Giménez, hizo un pequeño papel en el ciclo cómico Servituti (<strong>con</strong> Juan Carlos Mesa y Giani Lunadei, el bailantero era Ricky <strong>La</strong>perilla) y hasta participó de una película: Exterminaitors IV, como hermanos gemelos (1992). Además supo cosechar otros éxitos musicales, como Cuidado la bomba y Camarón. Engolosinado <strong>con</strong> las mieles de la fama, el petiso bailantero se acercó a la política y se rumoreó Según ha <strong>con</strong>tado en más de una oportunidad, entre 1991 y 1994 llegaba a realizar 18 shows por fin de semana. Aquellos años le proporcionaron buenos dividendos (cobraba hasta 9.000 dólares por actuación), pero se lo gastó en matrimonios y divorcios -se casó al menos 7 veces- y “en la buena vida, a mi no me agarró el corralito, la disfruté”, dijo hace poco. El año pasado fue noticia al protagonizar un accidente automovilístico: cuando regresaba de una presentación en San Luis, chocó <strong>con</strong>tra una vaca en la ruta. Ya recuperado, Alcides sigue recorriendo el interior a bordo de su Renault Clío, y se presenta en clubes, bailantas, fiestas privadas o donde lo llamen. varias veces la posibilidad de que en 1995 se candidateara a gobernador de su provincia por el PJ. Fue un amague que no se <strong>con</strong>cretó, aunque hoy sigue en el tema como secretario general del Sindicato de Artistas de Variedades. Volvió a ser noticia en 2006, cuando se realizó una lipoaspiración y se rellenó la cara <strong>con</strong> bótox en el programa Transformaciones, que <strong>con</strong>ducía Karina Mazzoco. Lleva editados 16 discos y sigue presentándose en bailantas del interior del país y en fiestas privadas. Demás está decir que el tema que le abrió las puertas de la fama es el mismo que todos quieren escuchar cada vez que se sube a un escenario.
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