La ciencia experimenta con superpoderes - Diario Hoy

un argentino suelto en España
Habida cuenta de que tomarse la
vida en serio puede resultar
extremadamente perjudicial para la
caspa, la regeneración capilar y los alvéolos
pulmonares, Evaristo decidió detener su
búsqueda de trabajo y disfrutar de un fin
de semana de regocijo en el sofá. Por si
esto fuera poco, atento a no permitir que el
silencio interfiriera en su estado de ánimo
propiciando un diálogo consigo mismo
(cosa que suele terminar a los gritos o al
borde de la depresión), encendió la televisión
y deambuló por los canales como un
perro que busca un árbol de buen aroma
merecedor de su orina. Y allí se encontró
con el follón fenomenal que se ha
armado por aquí con la final de la
Fórmula Uno.
Por primera vez en mucho tiempo, tres
pilotos llegan con posibilidades a la última
carrera. Dos de ellos corren con la escudería
inglesa McLaren: el también británico
Lewis Hamilton y Fernando Alonso,
gladiador español al que todo agobia y le
provoca pucheritos, y que constantemente
insinúa que hasta su propio equipo está en
su contra. Y los ciudadanos españoles,
fanáticos como todo ciudadano de país
nuevo rico, han ingresado en un limbo
tóxico generador de alucinaciones
constantes.
Imagen del televisor: primer plano de
barbudo símil Bud Spencer con campera
celeste de Jumbo y la vista tapada por
anteojos de mercado chino.
-Fernando está muy triste. Hamilton es
inglés, igual que McLaren y su dueño,
entonces, quiere que gane el inglés. Yo no
podría soportar que me hicieran tanta
22 - COLUMNA
La venganza
trampa…. Alonso debe volver a Renault.
Sí, todos saben lo que debe hacer el
héroe, incluso aunque sea volver de donde
el año pasado se fue porque, según él, ya
no querían que ganara. No sabe la gente
que Fernandito ni loco vive en España.
Prefiere Londres y paga impuestos en Suiza
(en España el fisco se queda con el 40% de
las ganancias).
Tal vez sea que España ya recibió la lección.
La venganza de los hombres de color
en el deporte está llegando a puntos endemoniados
que pueden mover incluso los
cimientos de una torre en Pisa. A Hamilton
o el golfista Tiger Woods hay que sumarle
la gesta históricamente revisionista del zar
J. R. Holden en el Campeonato Europeo
de Básquet.
Holden nació en Pittsburg, Estados
Unidos, hace 31 años, se graduó en admi-
Por Marcelo Moriconi
marcemoriconi@hotmail.com
de los hombres de color
Lewis Hamilton
nistración de empresas y, justo cuando se
iba a poner a trabajar, consiguió un contrato
a prueba para jugar a básquet en
Europa. Deambuló por Lituania, Bélgica y
Grecia hasta firmar contrato con el histórico
CSKA de Moscú. El club del cual es
fanático Don Putin es una eminencia en la
ex patria comunista y Holden se volvió un
ídolo. Tanto es así que le pusieron en regla
todos los papeles y lo ficharon para representar
a la selección Rusa.
¿Qué pasó con Holden? Resultó que el
muchachito, negro, of cors, manejó los
hilos del equipo ruso en el Campeonato
Europeo de Básquet realizado en España,
favorita por escándalo. Resultó que Rusia
dio el batacazo y llegó a la final contra el
local. Y resultó que, cuando perdían por
uno y faltaban dos segundos, el negrito
ruso metió un doble. Y Rusia campeón.
Rusia campeón gracias a un yanqui
negro. Qué rápido cambia el mundo.
Pero, ¿qué pasa con Hamilton? Sí, hay
complot y quedó claro en la última carrera:
los ingenieros de McLaren le mintieron
a Hamilton, lo obligaron a girar hasta que
sus neumáticos explotaran y el negrito terminó
en la leca de boxes, pasando vergüenza,
pecando de novato. Todos están
contra Alonso y, aunque parezca increíble,
ése es el tema que mantiene en vilo
por estos días a España. En un rato (la
carrera es a las 13 de Argentina) sabremos
si el complot dio resultado. Evaristo espera
ansioso que al fin llegue el momento: la
situación lo llena de melancolía. Las
teorías conspirativas y el deporte por sobre
todas las otras cosas le recuerdan demasiado
a su querida Argentina.