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LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE LA PLATA: SU HISTORIA Y SUS CONSECUENCIAS con los soldados brasileños. Aun así no se observó una llamativa producción de niños amulatados, extirpe que se diluyó en el curso de dos o tres generaciones. Apenas persistieron algunos apellidos portugueses, comunes de ser hallados entre la población de todos los niveles sociales y económicos. Una gran proporción de mujeres amancebadas con combatientes brasileños acompañó a sus hombres cuando estos fueron desmovilizados y repatriados a sus lugares de origen, produciéndose un éxodo de unas dos mil novecientas familias, mujeres y niños paraguayos, con destino a Brasil. Después de la guerra, el gobierno provisorio decretó la emancipación completa y sin restricciones de los pocos esclavos supervivientes. El individuo de color asumió la totalidad de sus derechos ciudadanos y se fundió en la masa del pueblo sin discriminación alguna. En los preámbulos del manifiesto del 10 de setiembre de 1869 se declaraba: “Que es incompatible la existencia de la esclavitud con los principios de la libertad, igualdad y justicia que el gobierno proclama y se propone difundir y arraigar en el país. Que la esclavitud, institución anti-cristiana y criminal, es un triste legado de los tiempos que pasaron y que solamente la bárbara tiranía que ha pesado sobre este pueblo ha podido perpetuarla”. En el periódico La Regeneración del 7 de octubre de 1869, se lee: “La esclavitud es la llaga más terrible de los pueblos, no podría permanecer aun en una nación que recién nace a la libertad, y que, desde luego, debe hacer todos los esfuerzos posibles por desarraigar los elementos del pasado despotismo”. Y agrega el espirituoso cronista: “Ya no habrá más esclavos en el Paraguay. La oportunidad es inmejorable para dar este paso”. Este decreto fue ratificado implícitamente por el artículo número 25 de la Constitución Nacional de 1870, que expresaba: “En la República del Paraguay no hay esclavos, si alguno existe queda libre desde la jura de esta Constitución, y una ley especial reglará las indemnizaciones a que diere lugar esta declaración. Los esclavos, que de cualquier modo se introduzcan, quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio paraguayo”. Un cálculo estimativo de la población paraguaya de la posguerra habla de unos 200.000 habitantes, con una extraordinaria escasez de hombres, en una proporción de tres mujeres por varón en la ciudad; relación que podía llegar a cincuenta mujeres por varón en algunos pueblos de la campaña. El Paraguay se convirtió en un país de mujeres. Esta población femenina atraía especialmente la atención de la mayoría de los viajeros extranjeros. “El elemento mujeril está aquí en gran mayoría, y su modo de ser es tan especial que no hay un solo barullo en que no tome parte activa”, relataba el comandante argentino Julio de Vedia al Ministro de Guerra Gainza, sobre la participación de las mujeres en la vida pública. En cuanto a la gente de color superviviente al gran holocausto americano, se puede señalar el casi total exterminio del varón negro utilizado en la guerra como carne de cañón. En términos cuantitativos, mejor suerte tuvo la mujer de color con sus pequeños vástagos, cuya progenie siguió creciendo vegetativamente hasta hoy día, como se puede observar en los enclaves de Laurelty, Camba Cuá, y en menor proporción en el pueblo de Emboscada. En los tiempos actuales, imbuidos de nuevas doctrinas humanísticas y espirituales que ensalzan la libertad y el respeto a los derechos humanos, cuando estamos a punto de convencernos de que la esclavitud es cosa del pasado, verificamos con aflicción que si bien han cambiado Alfredo Boccia Romañach 87
88 las formas y procedimientos está aún inserta en la sociedad moderna una suerte de cautiverio. Un sector humano persiste encadenado, emergente de la brecha que separa a ricos y pobres, a dominadores y dominados, a empleadores y empleados. No se puede hablar de libertad mientras perduren los primitivos sistemas de explotación laboral en las grandes empresas mercantiles de producción. O en cuanto persista la antigua costumbre de los “criados”, extraídos de la pobreza del campo para servir en las tareas domésticas a cambio de un techo y un poco de comida, y tal vez de una educación primaria. Estas condiciones son semejantes a una verdadera esclavitud. Bibliografía ARGÜELLO, Ana María, 1999. El Rol de los Esclavos Negros en el Paraguay. Centro Editorial Paraguayo SRL, Asunción. AZARA, Félix de, 1904. Geografía Física y Esférica de las Provincias del Paraguay y Misiones guaraníes. Anales del Museo Nacional de Montevideo, Montevideo. —— Viajes por la América Meridional, Colección Austral, Espasa-Calpe, Madrid, 1969. —— Visión General del Paraguay, Ed. Alianza, Madrid, 1990. BLACKBURN, Robin, 2002. A queda do Escravismo Colonial. 1776-1848. Editora Record, San Pablo. BLUJAKI, Agustín, 1980. Pueblo de los pardos libres: San Agustín de Emboscada. Imprenta Militar, Asunción. BOCCIA ROMAÑACH, Alfredo, 2004. Esclavitud en el Paraguay. Vida cotidiana del esclavo en las Indias Meridionales. Editorial Servilibro, Asunción. CARTOGRAFÍA COLONIAL ASUNCEÑA, 2001. Academia Paraguaya de la Historia y Municipalidad de Asunción, Asunción. COLMÁN VILLAMAYOR, César, 1990. Gaspar de la Noche. Anuario del Instituto de Investigaciones Históricas Dr. Gaspar Rodríguez de Francia, Asunción. COLNAGO, José W., 1959-60. El templo de la Merced y nuestra historia. La Orden de N. S. de la Merced en el Paraguay. Anuario, Instituto Paraguayo de Investigaciones Históricas, vols. 4-5. COONEY, Jerry W. y WHIGHAM, Thomas I., 1994. El Paraguay bajo los López. Algunos ensayos de historia social y política, CPES, Asunción. DECOUD, Héctor F., 1926. Geografía de la República del Paraguay, s/d, Asunción. DEMERSAY, Alfred (1860), Histoire phisique, économique et politique du Paraguay et des etablissements des jesuites, Librairie Hachette et Cie., París. DUARTE DE VARGAS, Alberto, 2000. Un loteamiento en el centro de Asunción a fines de la colonia, Trabajo inédito. EL CAMPAMENTO DE LAURELTY, s/d, 1930. Montevideo. ESCLAVOS Y POBLADORES: OBSERVACIONES SOBRE LA HISTORIA PARDA DEL PARA- GUAY EN EL SIGLO XIX, 1995. CPES, Asunción. LA ESCLAVITUD EN LA ÉPOCA DEL DR. FRANCIA, 1986. Revista de la Universidad Católica N. S. de la Asunción, vol. XIV, Nº 1 y 2. UNESCO PRIMER PANEL
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con los soldados brasileños. Aun así no se observó una l<strong>la</strong>mativa producción <strong>de</strong> niños amu<strong>la</strong>tados,<br />
extirpe que se diluyó <strong>en</strong> <strong>el</strong> curso <strong>de</strong> dos o tres g<strong>en</strong>eraciones. Ap<strong>en</strong>as persistieron algunos ap<strong>el</strong>lidos<br />
portugueses, comunes <strong>de</strong> ser hal<strong>la</strong>dos <strong>en</strong>tre <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> todos los niv<strong>el</strong>es sociales y<br />
económicos. Una gran proporción <strong>de</strong> mujeres amancebadas con combati<strong>en</strong>tes brasileños acompañó<br />
a <strong>su</strong>s hombres cuando estos fueron <strong>de</strong>smovilizados y repatriados a <strong>su</strong>s lugares <strong>de</strong> orig<strong>en</strong>,<br />
produciéndose un éxodo <strong>de</strong> unas dos mil noveci<strong>en</strong>tas familias, mujeres y niños paraguayos, con<br />
<strong>de</strong>stino a Brasil.<br />
Después <strong>de</strong> <strong>la</strong> guerra, <strong>el</strong> gobierno provisorio <strong>de</strong>cretó <strong>la</strong> emancipación completa y sin<br />
restricciones <strong>de</strong> los pocos esc<strong>la</strong>vos <strong>su</strong>pervivi<strong>en</strong>tes. El individuo <strong>de</strong> color a<strong>su</strong>mió <strong>la</strong> totalidad <strong>de</strong><br />
<strong>su</strong>s <strong>de</strong>rechos ciudadanos y se fundió <strong>en</strong> <strong>la</strong> masa <strong>d<strong>el</strong></strong> pueblo sin discriminación alguna. En los<br />
preámbulos <strong>d<strong>el</strong></strong> manifiesto <strong>d<strong>el</strong></strong> 10 <strong>de</strong> setiembre <strong>de</strong> 1869 se <strong>de</strong>c<strong>la</strong>raba: “Que es incompatible <strong>la</strong><br />
exist<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud con los principios <strong>de</strong> <strong>la</strong> libertad, igualdad y justicia que <strong>el</strong> gobierno<br />
proc<strong>la</strong>ma y se propone difundir y arraigar <strong>en</strong> <strong>el</strong> país. Que <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud, institución anti-cristiana y<br />
criminal, es un triste legado <strong>de</strong> los tiempos que pasaron y que so<strong>la</strong>m<strong>en</strong>te <strong>la</strong> bárbara tiranía que ha<br />
pesado sobre este pueblo ha podido perpetuar<strong>la</strong>”.<br />
En <strong>el</strong> periódico <strong>La</strong> Reg<strong>en</strong>eración <strong>d<strong>el</strong></strong> 7 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1869, se lee: “<strong>La</strong> esc<strong>la</strong>vitud es <strong>la</strong> l<strong>la</strong>ga<br />
más terrible <strong>de</strong> los pueblos, no podría permanecer aun <strong>en</strong> una nación que recién nace a <strong>la</strong> libertad,<br />
y que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, <strong>de</strong>be hacer todos los esfuerzos posibles por <strong>de</strong>sarraigar los <strong>el</strong>em<strong>en</strong>tos <strong>d<strong>el</strong></strong> pasado<br />
<strong>de</strong>spotismo”. Y agrega <strong>el</strong> espirituoso cronista: “Ya no habrá más esc<strong>la</strong>vos <strong>en</strong> <strong>el</strong> Paraguay. <strong>La</strong> oportunidad<br />
es inmejorable para dar este paso”.<br />
Este <strong>de</strong>creto fue ratificado implícitam<strong>en</strong>te por <strong>el</strong> artículo número 25 <strong>de</strong> <strong>la</strong> Constitución<br />
Nacional <strong>de</strong> 1870, que expresaba: “En <strong>la</strong> República <strong>d<strong>el</strong></strong> Paraguay no hay esc<strong>la</strong>vos, si alguno existe<br />
queda libre <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> jura <strong>de</strong> esta Constitución, y una ley especial reg<strong>la</strong>rá <strong>la</strong>s in<strong>de</strong>mnizaciones a que<br />
diere lugar esta <strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración. Los esc<strong>la</strong>vos, que <strong>de</strong> cualquier modo se introduzcan, quedan libres por <strong>el</strong><br />
solo hecho <strong>de</strong> pisar <strong>el</strong> territorio paraguayo”.<br />
Un cálculo estimativo <strong>de</strong> <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción paraguaya <strong>de</strong> <strong>la</strong> posguerra hab<strong>la</strong> <strong>de</strong> unos 200.000<br />
habitantes, con una extraordinaria escasez <strong>de</strong> hombres, <strong>en</strong> una proporción <strong>de</strong> tres mujeres por<br />
varón <strong>en</strong> <strong>la</strong> ciudad; r<strong>el</strong>ación que podía llegar a cincu<strong>en</strong>ta mujeres por varón <strong>en</strong> algunos pueblos<br />
<strong>de</strong> <strong>la</strong> campaña. El Paraguay se convirtió <strong>en</strong> un país <strong>de</strong> mujeres. Esta pob<strong>la</strong>ción fem<strong>en</strong>ina atraía<br />
especialm<strong>en</strong>te <strong>la</strong> at<strong>en</strong>ción <strong>de</strong> <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los viajeros extranjeros. “El <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to mujeril está aquí<br />
<strong>en</strong> gran mayoría, y <strong>su</strong> modo <strong>de</strong> ser es tan especial que no hay un solo barullo <strong>en</strong> que no tome parte<br />
activa”, r<strong>el</strong>ataba <strong>el</strong> comandante arg<strong>en</strong>tino Julio <strong>de</strong> Vedia al Ministro <strong>de</strong> Guerra Gainza, sobre <strong>la</strong><br />
participación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres <strong>en</strong> <strong>la</strong> vida pública.<br />
En cuanto a <strong>la</strong> g<strong>en</strong>te <strong>de</strong> color <strong>su</strong>pervivi<strong>en</strong>te al gran holocausto americano, se pue<strong>de</strong><br />
seña<strong>la</strong>r <strong>el</strong> casi total exterminio <strong>d<strong>el</strong></strong> varón negro utilizado <strong>en</strong> <strong>la</strong> guerra como carne <strong>de</strong> cañón. En<br />
términos cuantitativos, mejor <strong>su</strong>erte tuvo <strong>la</strong> mujer <strong>de</strong> color con <strong>su</strong>s pequeños vástagos, cuya<br />
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<strong>de</strong> <strong>La</strong>ur<strong>el</strong>ty, Camba Cuá, y <strong>en</strong> m<strong>en</strong>or proporción <strong>en</strong> <strong>el</strong> pueblo <strong>de</strong> Emboscada.<br />
En los tiempos actuales, imbuidos <strong>de</strong> nuevas doctrinas humanísticas y espirituales que<br />
<strong>en</strong>salzan <strong>la</strong> libertad y <strong>el</strong> respeto a los <strong>de</strong>rechos humanos, cuando estamos a punto <strong>de</strong> conv<strong>en</strong>cernos<br />
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