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26.04.2013 Views

LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE LA PLATA: SU HISTORIA Y SUS CONSECUENCIAS La esclavitud en el Paraguay Alfredo Boccia Romañach ALFREDO BOCCIA ROMAÑACH El régimen de la esclavitud en cada país de la Cuenca del Plata asumió características particulares. El del Paraguay, como en los demás, debe ser investigado desde una dimensión que abarque los elementos básicos articulados de la cuestión (histórico-documentales), tales como causas, evolución y consecuencias sociales, económicas y culturales del mismo. No puede escapar a un estudio de esta índole el grado de violencia que alcanzó el trato de seres humanos sometidos a la humillación y a la brutalidad de los poderosos, ni dejar de considerar el tiempo en el que se desarrollaron las ocurrencias. La estructura básica de este ensayo se centra en el estudio de los sistemas esclavistas en América del Sur. El potencial económico de cada país permitió esquematizar modelos diferentes de esclavitud, con regímenes de mayor o menor severidad según los patrones de la productividad agrícola o minera, que fueron desde la explotación inmisericorde del trabajador esclavo hasta el trato más humano y benevolente, tal como ocurrió en la provincia del Paraguay. Existen estudios conocidos que explican el mecanismo esclavista brasileño, la estructura básica de la explotación del negro en los ingenios azucareros en un régimen empresarial de monocultivo, la magnitud de las cifras de esclavos africanos incorporados al sistema y la compleja organización que comprendía la captura, el transporte, la venta y la imposición del trabajo forzado de millones de seres. Se conocen también referencias documentales que hablan de la introducción clandestina de cautivos a través de los puertos de Buenos Aires, Montevideo y Colonia del Sacramento y de las fortunas habidas por la venta de miles de los mismos, llegados de contrabando y destinados a Lima y Charcas. Las planillas de importación dan cuenta del número y origen de los negros arribados a los barracones de Retiro en Buenos Aires, la nómina de los intermediarios del oprobioso negocio, el precio de cada operación y el diseño de los hierros con que eran marcados los infelices esclavos. Robin Blackburn (2002) admite que la esclavitud en el Río de la Plata respondió a su papel histórico de entrepuente del tráfico entre África y América del Sur española, principal- 75

76 mente Charcas, con sus minas, donde los esclavos eran usados como criados domésticos, artesanos, porteadores, troperos o constructores. En la América española, los esclavos fueron siempre posesiones valiosas. Sus dueños ganaban estatus y cualquier hombre de piel clara podía aspirar a ser un hidalgo: el blanco de cualquier casta que adquiriese un esclavo pasaba a ser un señor, un noble y amo. A partir de estos antecedentes se puede intentar una respuesta a una interrogante muy frecuente: ¿por qué hay pocos negros en Paraguay? Con el propósito de brindar mayor ilustración es imperativo introducir al lector en el pasado histórico paraguayo y rioplatense, y hacerle participar de ese universo colonial de siervos indígenas y de esclavos negros. Ese contacto íntimo con el pasado le permitirá testimoniar las instancias más dramáticas de la esclavitud, tanto indígena como africana, y acceder a la diversidad cultural de los hombres y mujeres sometidos a la servidumbre, con sus creencias, su religiosidad y sus coloridas costumbres. En esta incursión histórica se podrá verificar una serie de continuas interacciones culturales que afectaron por igual a amos y a esclavos. En primer lugar, la opresión blanca fue imprimiendo en las etnias dominadas algunas de las “virtudes de la civilización”, tales como el concepto abstracto del poder representado por las leyes y sus símbolos, una nueva religión que les advertía del pecado original mostrándoles el camino de salvación de sus “pobres almas condenadas”. Simultáneamente, a resultas de la convivencia del blanco con negros e indígenas, estos últimos grupos fueron ganando espacios en el entorno doméstico del primero que sin notarlo se vio atrapado por los hábitos de sus criados, por el encanto de sus mujeres, por el sabor de sus comidas, por el lenguaje y la tonalidad musical de sus expresiones y hasta por el magnético atractivo de sus ritmos y bailes. La relación amo-siervo fue surgiendo paulatinamente entre los conquistadores europeos y los indígenas. Luego de escaramuzas bélicas, españoles y guaraníes iniciaron una alianza de carácter económico y militar con un fin común: los metales de la Sierra de la Plata. De la convivencia de estos grupos resultó el mestizo hispano-guaraní, fundamento preciso de la identidad nacional paraguaya, un producto humano con características bien definidas, arquetipo principal y único de su población. Los guaraníes entendían este acuerdo como un trato de familia, pasando en adelante a considerar a los españoles con el apelativo “tovayá”, cuñados en el idioma nativo. Antes de una década existía una población mestiza estable, con rasgos definidos y con un incontaminado sentido de cohesión. Estos “mancebos de la tierra”, que así eran llamados, traían impreso el sello de su singular posición. El díscolo y altivo hijo de hidalgo, agraciado con el favor de su rango que lo distinguía de sus medio-hermanos de sangre, no abandonó a la parentela indígena ni se desvinculó de los lazos que lo unían al rancho comunal materno, el “oga”. Esta singular situación hizo que se conservaran vivos en su casi integridad el idioma, los usos aprendidos en la selva, la libertad natural y el orgulloso y acentuado amor a su tierra. Entretanto, el español no encontró otro recurso para subsistir que explotar a sus aliados, encontrando en el brazo indígena el elemento necesario para el sustento del mismo y su progenie. Como contrapartida otorgaba a los guaraníes la garantía necesaria frente al acoso de las etnias enemigas y no sometidas del Chaco. UNESCO PRIMER PANEL

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m<strong>en</strong>te Charcas, con <strong>su</strong>s minas, don<strong>de</strong> los esc<strong>la</strong>vos eran usados como criados domésticos, artesanos,<br />

porteadores, troperos o constructores.<br />

En <strong>la</strong> América españo<strong>la</strong>, los esc<strong>la</strong>vos fueron siempre posesiones valiosas. Sus dueños<br />

ganaban estatus y cualquier hombre <strong>de</strong> pi<strong>el</strong> c<strong>la</strong>ra podía aspirar a ser un hidalgo: <strong>el</strong> b<strong>la</strong>nco <strong>de</strong><br />

cualquier casta que adquiriese un esc<strong>la</strong>vo pasaba a ser un señor, un noble y amo.<br />

A partir <strong>de</strong> estos anteced<strong>en</strong>tes se pue<strong>de</strong> int<strong>en</strong>tar una respuesta a una interrogante muy<br />

frecu<strong>en</strong>te: ¿por qué hay pocos negros <strong>en</strong> Paraguay?<br />

Con <strong>el</strong> propósito <strong>de</strong> brindar mayor ilustración es imperativo introducir al lector <strong>en</strong> <strong>el</strong><br />

pasado histórico paraguayo y riop<strong>la</strong>t<strong>en</strong>se, y hacerle participar <strong>de</strong> ese universo colonial <strong>de</strong> siervos<br />

indíg<strong>en</strong>as y <strong>de</strong> esc<strong>la</strong>vos negros. Ese contacto íntimo con <strong>el</strong> pasado le permitirá testimoniar <strong>la</strong>s<br />

instancias más dramáticas <strong>de</strong> <strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud, tanto indíg<strong>en</strong>a como africana, y acce<strong>de</strong>r a <strong>la</strong> diversidad<br />

cultural <strong>de</strong> los hombres y mujeres sometidos a <strong>la</strong> servidumbre, con <strong>su</strong>s cre<strong>en</strong>cias, <strong>su</strong> r<strong>el</strong>igiosidad<br />

y <strong>su</strong>s coloridas costumbres.<br />

En esta incursión histórica se podrá verificar una serie <strong>de</strong> continuas interacciones culturales<br />

que afectaron por igual a amos y a esc<strong>la</strong>vos. En primer lugar, <strong>la</strong> opresión b<strong>la</strong>nca fue imprimi<strong>en</strong>do<br />

<strong>en</strong> <strong>la</strong>s etnias dominadas algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s “virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>la</strong> civilización”, tales como <strong>el</strong> concepto<br />

abstracto <strong>d<strong>el</strong></strong> po<strong>de</strong>r repres<strong>en</strong>tado por <strong>la</strong>s leyes y <strong>su</strong>s símbolos, una nueva r<strong>el</strong>igión que les<br />

advertía <strong>d<strong>el</strong></strong> pecado original mostrándoles <strong>el</strong> camino <strong>de</strong> salvación <strong>de</strong> <strong>su</strong>s “pobres almas cond<strong>en</strong>adas”.<br />

Simultáneam<strong>en</strong>te, a re<strong>su</strong>ltas <strong>de</strong> <strong>la</strong> conviv<strong>en</strong>cia <strong>d<strong>el</strong></strong> b<strong>la</strong>nco con negros e indíg<strong>en</strong>as, estos<br />

últimos grupos fueron ganando espacios <strong>en</strong> <strong>el</strong> <strong>en</strong>torno doméstico <strong>d<strong>el</strong></strong> primero que sin notarlo se<br />

vio atrapado por los hábitos <strong>de</strong> <strong>su</strong>s criados, por <strong>el</strong> <strong>en</strong>canto <strong>de</strong> <strong>su</strong>s mujeres, por <strong>el</strong> sabor <strong>de</strong> <strong>su</strong>s<br />

comidas, por <strong>el</strong> l<strong>en</strong>guaje y <strong>la</strong> tonalidad musical <strong>de</strong> <strong>su</strong>s expresiones y hasta por <strong>el</strong> magnético<br />

atractivo <strong>de</strong> <strong>su</strong>s ritmos y bailes.<br />

<strong>La</strong> r<strong>el</strong>ación amo-siervo fue <strong>su</strong>rgi<strong>en</strong>do pau<strong>la</strong>tinam<strong>en</strong>te <strong>en</strong>tre los conquistadores europeos<br />

y los indíg<strong>en</strong>as. Luego <strong>de</strong> escaramuzas bélicas, españoles y guaraníes iniciaron una alianza <strong>de</strong><br />

carácter económico y militar con un fin común: los metales <strong>de</strong> <strong>la</strong> Sierra <strong>de</strong> <strong>la</strong> P<strong>la</strong>ta. De <strong>la</strong><br />

conviv<strong>en</strong>cia <strong>de</strong> estos grupos re<strong>su</strong>ltó <strong>el</strong> mestizo hispano-guaraní, fundam<strong>en</strong>to preciso <strong>de</strong> <strong>la</strong> id<strong>en</strong>tidad<br />

nacional paraguaya, un producto humano con características bi<strong>en</strong> <strong>de</strong>finidas, arquetipo<br />

principal y único <strong>de</strong> <strong>su</strong> pob<strong>la</strong>ción. Los guaraníes <strong>en</strong>t<strong>en</strong>dían este acuerdo como un trato <strong>de</strong><br />

familia, pasando <strong>en</strong> a<strong>d<strong>el</strong></strong>ante a consi<strong>de</strong>rar a los españoles con <strong>el</strong> ap<strong>el</strong>ativo “tovayá”, cuñados <strong>en</strong><br />

<strong>el</strong> idioma nativo. Antes <strong>de</strong> una década existía una pob<strong>la</strong>ción mestiza estable, con rasgos <strong>de</strong>finidos<br />

y con un incontaminado s<strong>en</strong>tido <strong>de</strong> cohesión. Estos “mancebos <strong>de</strong> <strong>la</strong> tierra”, que así eran<br />

l<strong>la</strong>mados, traían impreso <strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo <strong>de</strong> <strong>su</strong> singu<strong>la</strong>r posición. El díscolo y altivo hijo <strong>de</strong> hidalgo,<br />

agraciado con <strong>el</strong> favor <strong>de</strong> <strong>su</strong> rango que lo distinguía <strong>de</strong> <strong>su</strong>s medio-hermanos <strong>de</strong> sangre, no<br />

abandonó a <strong>la</strong> par<strong>en</strong>t<strong>el</strong>a indíg<strong>en</strong>a ni se <strong>de</strong>svinculó <strong>de</strong> los <strong>la</strong>zos que lo unían al rancho comunal<br />

materno, <strong>el</strong> “oga”. Esta singu<strong>la</strong>r situación hizo que se conservaran vivos <strong>en</strong> <strong>su</strong> casi integridad <strong>el</strong><br />

idioma, los usos apr<strong>en</strong>didos <strong>en</strong> <strong>la</strong> s<strong>el</strong>va, <strong>la</strong> libertad natural y <strong>el</strong> orgulloso y ac<strong>en</strong>tuado amor a <strong>su</strong><br />

tierra. Entretanto, <strong>el</strong> español no <strong>en</strong>contró otro recurso para <strong>su</strong>bsistir que explotar a <strong>su</strong>s aliados,<br />

<strong>en</strong>contrando <strong>en</strong> <strong>el</strong> brazo indíg<strong>en</strong>a <strong>el</strong> <strong>el</strong>em<strong>en</strong>to necesario para <strong>el</strong> <strong>su</strong>st<strong>en</strong>to <strong>d<strong>el</strong></strong> mismo y <strong>su</strong> prog<strong>en</strong>ie.<br />

Como contrapartida otorgaba a los guaraníes <strong>la</strong> garantía necesaria fr<strong>en</strong>te al acoso <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

etnias <strong>en</strong>emigas y no sometidas <strong>d<strong>el</strong></strong> Chaco.<br />

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