La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su ... - unesdoc - Unesco

La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su ... - unesdoc - Unesco La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su ... - unesdoc - Unesco

unesdoc.unesco.org
from unesdoc.unesco.org More from this publisher
26.04.2013 Views

LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE LA PLATA: SU HISTORIA Y SUS CONSECUENCIAS extensa pampa y el sistema implantado por los amos provee posibilidades de subsistencia, de acceso a la tierra o poseer en propiedad algo de ganado. Todo ello puede haber significado para los que obtenían su libertad un aliciente o incentivo para su traslado a la zona rural y, en el caso de los esclavos que trabajan en las áreas rurales donde se hacen más laxos los controles dentro de la esclavitud. Ello no significa que dejaran de ser sujetos de la mayor preferencia en la instancia del ejercicio del control social. Si nos atenemos a la caracterización del mercado de trabajo es difícil definir en qué condiciones estarían los esclavos que hacen uso de esta oportunidad de “vías de escape”. 19 Son aquellos que reiteradamente alquilados han perdido el contacto con su amo e incluso la noción de quién es éste; los hombres y mujeres que viviendo en el interior del país son enviados a Buenos Aires o de la ciudad al campo a “buscar la vida”, aquellos cuyos amos murieron intestados o no volvieron de algún viaje y, aun los que en ausencia del amo se hacen cargo de la casa y de los niños huérfanos. Es cierto que la condición de esclavo es la antítesis de la de libre y que es esta la situación ambicionada por quien no la disfruta, pero encontramos casos en los que hay esclavos que viven “libremente” sin responder a órdenes de los amos que a veces son desinteresados, negligentes o ausentes. 20 Más allá de las posibilidades de mejora dentro de su propia condición haciendo uso de las mencionadas “vías de escape”, la ley y la autorización del amo les dieron un espacio y un margen de acción para obtener su propio peculio. Éste los condujo por el camino hacia la aceptación de las formas de vida de la sociedad en la que se insertaban: la acumulación que conducía a la propiedad y a la libertad. La propiedad de muebles e inmuebles (casas, ranchos y terrenos) adquirida por los esclavos, su actividad permanente en la compra y venta en las pulperías, la contratación y compra de esclavos en el caso de los negros libres es un hecho demostrado. En las áreas rurales la tierra y el ganado son adquiridos también por los esclavos y por los libres. Las situaciones de conflicto de linderos o de propiedad y herencia son los casos judiciales más numerosos entre los iniciados por los calificados como negros libres. La manumisión, que significaba adquirirse a sí mismos para vivir en libertad, era para un esclavo el bien más preciado. No olvidemos que por otra parte estaba sujeto a una doble presión: vive en una sociedad en proceso de transición y por su condición está pronto a la experimentación personal, a la constante adaptación al cambio. Caía entonces en la otra trampa que se le tendía cuando ya creía haber experimentado demasiado: cazado y vendido en África, transportado y vendido en América, adaptado tras muchos desgarros, no sólo había sobrevivido sino que el sistema le permitía alcanzar cierta forma de libertad. Ella implicaba tener la identidad de un objeto de propiedad de alguien. Conocería ahora la indignidad del libre, la búsqueda desesperada de su propia subsistencia y del escaso respeto que le brindaban sus (ahora) conciudada- 19. Romano, Ruggiero, “Fundamentos del funcionamiento del sistema económico colonial”, en: Heraclio Bonilla, ed. El sistema colonial en la América española, Ed. Crítica, Barcelona, 1991, págs. 239-280. 20. Marta B. Goldberg y Silvia C. Mallo, “La población africana en Buenos Aires y su campaña. Formas de vida y subsistencia, en: Temas de África y Asia 2, Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires 1994, pág. 17; 2ª. versión corregida y aumentada, “Trabajo y vida cotidiana de los africanos de Buenos Aires 1750– 1850” en: CD Colección Tavera, Madrid, España, ed. Fundación Larramendi, en prensa. Silvia C. Mallo 69

70 nos, cuyos prejuicios les permitían aceptar la libertad pero para los que la igualdad era aún difícil de aceptar. Hoy sabemos acerca de sus sufrimientos porque doscientos expedientes judiciales informan de promesas de libertad incumplida, de impedirles obtener su propio peculio, de maltratos, pedido de papeles de venta y fijación de un precio justo para su libertad. Todos ellos guiados por la esperanza de conseguir la libertad la siguieron buscando a pesar de la desilusión, la sensación de injusticia y el abuso de la ley que permitía la alteración del orden natural de los seres humanos.. La disyuntiva de las conciencias de entonces se movía entre la injusticia del sistema de esclavitud y la conservación de la propiedad privada. La discusión giró a partir de 1813 tanto en torno de la manumisión como de la situación de los libertos. No consideran en términos generales provechosa la manumisión y son comunes opiniones tales como «...se pregunta a la común experiencia si la clase a la que pertenece Buenaventura aprecia más la libertad de la calle que la natural bien entendida”. En el mejor de los casos opinan que hay que transformarlos en hombres útiles al Estado, pero siempre hay quien considera que lo mejor que podían esperar los esclavos era la clase de vida que llevaban con sus amos “no habiendo ningún interés en que se dé la libertad a un sujeto vago”. Es más, manifiestan que “...excitará a la risa el oír el ser obra tan pía y meritoria la de conceder libertad a un esclavo como la es la de dar limosa a los pobres”. Precios elevados, castigos y golpizas, aun con instrumentos cortantes, por querer cambiar de amo, desconocimiento del aprendizaje de determinadas habilidades como las de criada de tocador, mucama o cocinera, saber leer y escribir, coser, etcétera, fueron las estrategias utilizadas por los amos para impedir la manumisión y las experiencias vividas entonces por los esclavos. El reclamo de libertad se fue trocando, cuando la convivencia era insostenible, solamente por la solicitud ante la Justicia de cambio de amo. 21 Carlos Mayo señala que la pervivencia de formas apenas encubiertas de servidumbre negra tienen cierta lógica en una economía en expansión y escasa de brazos y por ello esta sociedad se aferró al trabajo esclavo e intentó “...aumentar el pool de trabajadores servilizados...”, ignorando la abolición. 22 La ansiedad que mueve a los amos y al Estado a intentar la pervivencia del sistema esclavista se explica con los datos existentes acerca del trabajo desarrollado en cada caso. En Buenos Aires, en plena expansión, era sostenida la demanda de diferentes servicios. Ocupados en la ciudad en el servicio doméstico, como artesanos se destacan sastres, barberos y albañiles, se observa su aumento en el período independiente. Uno de cada 3.5 residentes era negro o mulato, en su mayoría, esclavos. Entre los artesanos, en 1810 el 14 por ciento de los oficiales y aprendices era negro y mulato libres, en tanto el 4.5 por ciento era esclavo. En la campaña la población negra constituía el 6.3 por ciento en su mayoría esclavo (90.1 por ciento), dos tercios de ellos hombres por lo que consideramos que ruralización y blanqueamiento van también de la 21. Silvia Mallo, “La libertad en el discurso del Estado, de amos y esclavos. 1780-1830”, en: Revista de Historia de América, Nº 112, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, julio-diciembre de 1991. 22. Carlos Mayo, “Inmigración africana”, en: Temas de África y Asia, 2, Buenos Aires, Sección de Estudios de Asia y África. Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires, 1993. UNESCO PRIMER PANEL

LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE LA PLATA: SU HISTORIA Y SUS CONSECUENCIAS<br />

ext<strong>en</strong>sa pampa y <strong>el</strong> sistema imp<strong>la</strong>ntado por los amos provee posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>su</strong>bsist<strong>en</strong>cia, <strong>de</strong><br />

acceso a <strong>la</strong> tierra o poseer <strong>en</strong> propiedad algo <strong>de</strong> ganado. Todo <strong>el</strong>lo pue<strong>de</strong> haber significado para<br />

los que obt<strong>en</strong>ían <strong>su</strong> libertad un alici<strong>en</strong>te o inc<strong>en</strong>tivo para <strong>su</strong> tras<strong>la</strong>do a <strong>la</strong> zona rural y, <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso<br />

<strong>de</strong> los esc<strong>la</strong>vos que trabajan <strong>en</strong> <strong>la</strong>s áreas rurales don<strong>de</strong> se hac<strong>en</strong> más <strong>la</strong>xos los controles d<strong>en</strong>tro <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> esc<strong>la</strong>vitud. Ello no significa que <strong>de</strong>jaran <strong>de</strong> ser <strong>su</strong>jetos <strong>de</strong> <strong>la</strong> mayor prefer<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> <strong>la</strong> instancia<br />

<strong>d<strong>el</strong></strong> ejercicio <strong>d<strong>el</strong></strong> control social.<br />

Si nos at<strong>en</strong>emos a <strong>la</strong> caracterización <strong>d<strong>el</strong></strong> mercado <strong>de</strong> trabajo es difícil <strong>de</strong>finir <strong>en</strong> qué<br />

condiciones estarían los esc<strong>la</strong>vos que hac<strong>en</strong> uso <strong>de</strong> esta oportunidad <strong>de</strong> “vías <strong>de</strong> escape”. 19 Son<br />

aqu<strong>el</strong>los que reiteradam<strong>en</strong>te alqui<strong>la</strong>dos han perdido <strong>el</strong> contacto con <strong>su</strong> amo e incluso <strong>la</strong> noción<br />

<strong>de</strong> quién es éste; los hombres y mujeres que vivi<strong>en</strong>do <strong>en</strong> <strong>el</strong> interior <strong>d<strong>el</strong></strong> país son <strong>en</strong>viados a<br />

Bu<strong>en</strong>os Aires o <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad al campo a “buscar <strong>la</strong> vida”, aqu<strong>el</strong>los cuyos amos murieron intestados<br />

o no volvieron <strong>de</strong> algún viaje y, aun los que <strong>en</strong> aus<strong>en</strong>cia <strong>d<strong>el</strong></strong> amo se hac<strong>en</strong> cargo <strong>de</strong> <strong>la</strong> casa y <strong>de</strong><br />

los niños huérfanos. Es cierto que <strong>la</strong> condición <strong>de</strong> esc<strong>la</strong>vo es <strong>la</strong> antítesis <strong>de</strong> <strong>la</strong> <strong>de</strong> libre y que es<br />

esta <strong>la</strong> situación ambicionada por qui<strong>en</strong> no <strong>la</strong> disfruta, pero <strong>en</strong>contramos casos <strong>en</strong> los que hay<br />

esc<strong>la</strong>vos que viv<strong>en</strong> “librem<strong>en</strong>te” sin respon<strong>de</strong>r a órd<strong>en</strong>es <strong>de</strong> los amos que a veces son <strong>de</strong>sinteresados,<br />

neglig<strong>en</strong>tes o aus<strong>en</strong>tes. 20<br />

Más allá <strong>de</strong> <strong>la</strong>s posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mejora d<strong>en</strong>tro <strong>de</strong> <strong>su</strong> propia condición haci<strong>en</strong>do uso <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong>s m<strong>en</strong>cionadas “vías <strong>de</strong> escape”, <strong>la</strong> ley y <strong>la</strong> autorización <strong>d<strong>el</strong></strong> amo les dieron un espacio y un<br />

marg<strong>en</strong> <strong>de</strong> acción para obt<strong>en</strong>er <strong>su</strong> propio peculio. Éste los condujo por <strong>el</strong> camino hacia <strong>la</strong><br />

aceptación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s formas <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> <strong>la</strong> sociedad <strong>en</strong> <strong>la</strong> que se insertaban: <strong>la</strong> acumu<strong>la</strong>ción que<br />

conducía a <strong>la</strong> propiedad y a <strong>la</strong> libertad. <strong>La</strong> propiedad <strong>de</strong> muebles e inmuebles (casas, ranchos y<br />

terr<strong>en</strong>os) adquirida por los esc<strong>la</strong>vos, <strong>su</strong> actividad perman<strong>en</strong>te <strong>en</strong> <strong>la</strong> compra y v<strong>en</strong>ta <strong>en</strong> <strong>la</strong>s pulperías,<br />

<strong>la</strong> contratación y compra <strong>de</strong> esc<strong>la</strong>vos <strong>en</strong> <strong>el</strong> caso <strong>de</strong> los negros libres es un hecho <strong>de</strong>mostrado.<br />

En <strong>la</strong>s áreas rurales <strong>la</strong> tierra y <strong>el</strong> ganado son adquiridos también por los esc<strong>la</strong>vos y por los<br />

libres. <strong>La</strong>s situaciones <strong>de</strong> conflicto <strong>de</strong> lin<strong>de</strong>ros o <strong>de</strong> propiedad y her<strong>en</strong>cia son los casos judiciales<br />

más numerosos <strong>en</strong>tre los iniciados por los calificados como negros libres.<br />

<strong>La</strong> manumisión, que significaba adquirirse a sí mismos para vivir <strong>en</strong> libertad, era para un<br />

esc<strong>la</strong>vo <strong>el</strong> bi<strong>en</strong> más preciado. No olvi<strong>de</strong>mos que por otra parte estaba <strong>su</strong>jeto a una doble presión:<br />

vive <strong>en</strong> una sociedad <strong>en</strong> proceso <strong>de</strong> transición y por <strong>su</strong> condición está pronto a <strong>la</strong> experim<strong>en</strong>tación<br />

personal, a <strong>la</strong> constante adaptación al cambio. Caía <strong>en</strong>tonces <strong>en</strong> <strong>la</strong> otra trampa que<br />

se le t<strong>en</strong>día cuando ya creía haber experim<strong>en</strong>tado <strong>de</strong>masiado: cazado y v<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> África, transportado<br />

y v<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> América, adaptado tras muchos <strong>de</strong>sgarros, no sólo había sobrevivido sino<br />

que <strong>el</strong> sistema le permitía alcanzar cierta forma <strong>de</strong> libertad. El<strong>la</strong> implicaba t<strong>en</strong>er <strong>la</strong> id<strong>en</strong>tidad <strong>de</strong><br />

un objeto <strong>de</strong> propiedad <strong>de</strong> algui<strong>en</strong>. Conocería ahora <strong>la</strong> indignidad <strong>d<strong>el</strong></strong> libre, <strong>la</strong> búsqueda <strong>de</strong>sesperada<br />

<strong>de</strong> <strong>su</strong> propia <strong>su</strong>bsist<strong>en</strong>cia y <strong>d<strong>el</strong></strong> escaso respeto que le brindaban <strong>su</strong>s (ahora) conciudada-<br />

19. Romano, Ruggiero, “Fundam<strong>en</strong>tos <strong>d<strong>el</strong></strong> funcionami<strong>en</strong>to <strong>d<strong>el</strong></strong> sistema económico colonial”, <strong>en</strong>: Heraclio Bonil<strong>la</strong>, ed. El<br />

sistema colonial <strong>en</strong> <strong>la</strong> América españo<strong>la</strong>, Ed. Crítica, Barc<strong>el</strong>ona, 1991, págs. 239-280.<br />

20. Marta B. Goldberg y Silvia C. Mallo, “<strong>La</strong> pob<strong>la</strong>ción africana <strong>en</strong> Bu<strong>en</strong>os Aires y <strong>su</strong> campaña. Formas <strong>de</strong> vida y<br />

<strong>su</strong>bsist<strong>en</strong>cia, <strong>en</strong>: Temas <strong>de</strong> África y Asia 2, Facultad <strong>de</strong> Filosofía y Letras, UBA, Bu<strong>en</strong>os Aires 1994, pág. 17; 2ª. versión<br />

corregida y aum<strong>en</strong>tada, “Trabajo y vida cotidiana <strong>de</strong> los africanos <strong>de</strong> Bu<strong>en</strong>os Aires 1750– 1850” <strong>en</strong>: CD Colección Tavera,<br />

Madrid, España, ed. Fundación <strong>La</strong>rram<strong>en</strong>di, <strong>en</strong> pr<strong>en</strong>sa.<br />

Silvia C. Mallo<br />

69

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!