La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su ... - unesdoc - Unesco
La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su ... - unesdoc - Unesco La Ruta del Esclavo en el Río de la Plata: su ... - unesdoc - Unesco
202 menos desenboltura, al rímico compas de su orquesta singular compuesta de Tamborin, Campana y Mate; aquello les ofrecía el deleite supremo recobrando todo el dominio de sus energías, sus pupilas apagadas, por el tanto llorar y el mucho sufrir, se tornaban vivas y juguetonas al rememorar sus costumbres se proyectaba en su imaginación con indecifrable alegria la vicion de su África hermosa con todo el lujo, con toda la belleza de sus exuberantes praderas, que aunque muy lejos les hacía revivir un instante, aquel sueño fugaz como la espuma y cruel como la ironia del destino”. Pasaron los años y cuenta Suárez Peña que luego que fue decretada la abolición de la esclavitud, hubo “quienes se abrazaban efucivos, otros llorando a lágrima viva davan expansión al sentimiento reprimido. Sucedieron a estas escenas los redobles de su caro Tamborin dejaba oir los compases llenos de aliento Africano, sus cansiones de un tinte triste mesclados con el gracioso sandungueo del candombe, el que resulgió en pleno aunque y a partir de ahi no fue interrumpido hasta que la evolución del tiempo y la costumbre decretaron su sece natural”. “Los candombes se realizaban por regla general, los días festivos y los bailes de gala tenían lugar el Día del Niño, que así le llamaban a la Navidad, primero de año y Día de Reyes; siendo éste último, su día favorito, en él echaban la puerta por la ventana como se dice bulgarmente. En las proximidades de esas fechas se podía apreciar como nunca la actividad y selo que ponían en el arreglo, lo cubrían con una gruesa capa de arena. En estos arreglos contaban con el generoso desprendimiento de sus viejos amos, que cooperaban con esos utencilios como ser cortinas, alfombras y otros enseres por el estilo. El trono de los reyes se levantaba en el mejor lugar de la sala, y era toda su consentración en el arreglo: en la parte más elevada lucía un hermoso gayardete construido con su bandera, pues cada agrupación tenía la suya. Los encargados de la fabricación de las bebidas tenían tarea para rato, la Chicha era su licor favorito, de muy fácil favricación; tomaban grandes tinajas de barro cocido, le ponían sierta cantidad de agua, fariña, azucar y binagre blanco, dejandolo en efución por espacio de ocho dias, filtrandolo lo depocitaban en damajuanas adquiria tanta presión que daba el caso que aveses esplotaban, se cuenta que esta preparación resultaba de muy buen paladar y muy fresco.» (Lino Suárez Peña) Fiesta de Reyes o San Baltasar Como ocurría cada 6 de enero, el sur montevideano hacía ebullición. Cada una de las naciones africanas, con representantes (forzados) en esta ciudad, se reunía en su respectiva sala de nación para celebrar, a la vez aprovechar para honrar y culturar a sus entidades religiosas: “Llegaba el día del nacimiento del niño y por la mañana concurrían en agrupación a la Iglecia de la Matriz a vicitar a san Baltazar propiedad de tia Dolores Vidal de Pereyra culla dueña ponía todo su esmero en arreglarlo ese dia como asi el día de reyes: santo éste que aún se encuentra en la Matriz recistiendo a las eboluciones cual testigo mudo de una era, que pasó rodeada de gratas añoranzas (...) Luego después de la seremonia se dispersaban y cada uno concurría a casa de sus viejos amos, pues para estos seguían siendo en el afecto (...) Ofrecían uno por uno su UNESCO SEGUNDO PANEL
LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE LA PLATA: SU HISTORIA Y SUS CONSECUENCIAS Oscar Montaño salutación llena de cumplida cortecia (...) ya por la tarde se encontraban en todo su elemento y era deber defilar las parejas en dirección a sus centros de reunión, luciendo sus vistosas vestimentas pues ponían buen tino en su arreglo y no gustaban someterse al ridículo. Los reyes iban a veces en carricoche y ¿quién habla de su compostura? si en ella se encontraba depositada casi siempre el esmero y proligidad de sus amos, a su paso iban cosechando el aplauso, que ellos muy orondos retibuian con saludos espresivos. La llegada era se puede decir, triunfal, una muchedumbre reunida en las aceras los recivia con frenéticas palmas. Animados de esa riente algarabía penetraban en el local, pasando a ocupar el lugar destinado a los reyes, de ahí a poco se dejaban oír los afinados tamborines, templados al sol o al calor del fuego, iniciándose el candombe que duraba hasta las postrimeras horas de la tarde en que se ponía fin, para reanudarlo con idéntico entusiasmo, en las primeras de la noche, hasta que el alba con sus primeros tiroteos anunciaba el nuevo día. Ya conosemos en la forma que practicaban esa danza que no era otra que el llamado candombe, cuyo nombre se deriba por la forma sacudida de sus movimientos, a los que acompañaban entonando sus canciones regionales. Gustaban tanto estas fiestas, que en esos días constituian el paseo de moda de la sociedad Montevideana, era tal la concurrencia que asistia a los lugares donde se encontraban ubicadas las salas, que daba la impreción agradable de una romería al apreciar el ir y benir de las familias, que salian de un candombe para ir a otro; lo más simpático lo constituia el hecho de que cada sala que vicitaban dejaban su ovulo que contribuia al sostenimiento de las precitadas intituciones”. (Lino Suárez Peña) Símbolos y ofrendas Poco conocidos son los rituales, las ofrendas y ceremonias que se realizaron a lo largo de la costa montevidena, en los montes cercanos y en lugares adecuadamente elegidos para culturar, honrar a las deidades traídas de las diferentes culturas africanas. Los conjuros propiciatorios debían ser convenientemente preparados y, si bien no contaron con los mismos símbolos y elementos naturales (plantas, semillas, cauríes) autóctonos africanos, se buscaron sustitutos, oriundos de estas tierras, que cumplieron roles similares. Ante la ausencia de diferentes formas de máscaras y la imposibilidad de mantenerlas fuera del alcance de otras miradas, optaron por soluciones alternativas para la supervivencia de los ancestrales rituales. En algunos casos se basaron en una sola forma de máscara que permanecía escondida en frondosas vegetaciones. En otros, se tomaron elementos simples de la naturaleza para cumplir los centrales papeles de comunicación entre el mundo terreno y el espiritual. ¿Cuáles serían las deidades más requeridas en las ceremonias? ¿las de la guerra? ¿las de la vida? Difícil se hace establecer en forma rotunda cualquier afirmación que establezca uno u otro caso. Dependía del pueblo, de su idiosincrasia, de su visión de la realidad. Los instrumentos musicales africanos, sobre todo los tambores, cumplían un papel protagónico dentro de la sala para crear el clima indicado. Allí los más experientes, guardianes 203
- Page 141 and 142: 146 CLEMENTI, H., 1974; La abolici
- Page 143 and 144: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 145 and 146: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 147 and 148: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 149 and 150: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 151 and 152: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 153 and 154: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 155 and 156: 164 Cuando se examina la bibliograf
- Page 157 and 158: 166 instrumento inventado por los d
- Page 159 and 160: 168 Durante ese tiempo, la corrient
- Page 161 and 162: 170 Con la finalidad de reunir a to
- Page 163 and 164: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 165 and 166: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 167 and 168: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 169 and 170: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 171 and 172: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 173 and 174: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 175 and 176: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 177 and 178: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 179 and 180: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 181 and 182: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 183 and 184: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 185 and 186: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 187 and 188: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 189 and 190: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 191: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 195 and 196: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 197 and 198: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 199 and 200: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 201 and 202: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 203 and 204: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 205 and 206: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 207 and 208: TERCER PANEL Situación Social
- Page 209 and 210: 220 Poco a poco la presencia de los
- Page 211 and 212: 222 Fuentes para ampliar el tema P
- Page 213 and 214: 224 No es de extrañar, por lo tant
- Page 215 and 216: 226 Cuando se establecieron las pri
- Page 217 and 218: 228 palabras. Esto es lo que común
- Page 219 and 220: Testimonio 230 sobre la captura de
- Page 221 and 222: 232 formado por mestizos caborés d
- Page 223 and 224: 234 En los años siguientes muchas
- Page 225 and 226: 236 es fragmentaria, creemos que en
- Page 227 and 228: 238 La incorporación de los negros
- Page 229 and 230: 240 FARIÑAS GUTIÉRREZ, Daisy, 199
- Page 231 and 232: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 233 and 234: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 235 and 236: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 237 and 238: LA RUTA DEL ESCLAVO EN EL RÍO DE L
- Page 239 and 240: 252 Así podemos distinguir lo que
- Page 241 and 242: 254 Se intentó conjugar el particu
202<br />
m<strong>en</strong>os <strong>de</strong>s<strong>en</strong>boltura, al rímico compas <strong>de</strong> <strong>su</strong> orquesta singu<strong>la</strong>r compuesta <strong>de</strong> Tamborin, Campana y<br />
Mate; aqu<strong>el</strong>lo les ofrecía <strong>el</strong> <strong>d<strong>el</strong></strong>eite <strong>su</strong>premo recobrando todo <strong>el</strong> dominio <strong>de</strong> <strong>su</strong>s <strong>en</strong>ergías, <strong>su</strong>s pupi<strong>la</strong>s<br />
apagadas, por <strong>el</strong> tanto llorar y <strong>el</strong> mucho <strong>su</strong>frir, se tornaban vivas y juguetonas al rememorar <strong>su</strong>s<br />
costumbres se proyectaba <strong>en</strong> <strong>su</strong> imaginación con in<strong>de</strong>cifrable alegria <strong>la</strong> vicion <strong>de</strong> <strong>su</strong> África hermosa<br />
con todo <strong>el</strong> lujo, con toda <strong>la</strong> b<strong>el</strong>leza <strong>de</strong> <strong>su</strong>s exuberantes pra<strong>de</strong>ras, que aunque muy lejos les hacía<br />
revivir un instante, aqu<strong>el</strong> <strong>su</strong>eño fugaz como <strong>la</strong> espuma y cru<strong>el</strong> como <strong>la</strong> ironia <strong>d<strong>el</strong></strong> <strong>de</strong>stino”.<br />
Pasaron los años y cu<strong>en</strong>ta Suárez Peña que luego que fue <strong>de</strong>cretada <strong>la</strong> abolición <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
esc<strong>la</strong>vitud, hubo “qui<strong>en</strong>es se abrazaban efucivos, otros llorando a lágrima viva davan expansión al<br />
s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to reprimido. Sucedieron a estas esc<strong>en</strong>as los redobles <strong>de</strong> <strong>su</strong> caro Tamborin <strong>de</strong>jaba oir los<br />
compases ll<strong>en</strong>os <strong>de</strong> ali<strong>en</strong>to Africano, <strong>su</strong>s cansiones <strong>de</strong> un tinte triste mesc<strong>la</strong>dos con <strong>el</strong> gracioso sandungueo<br />
<strong>d<strong>el</strong></strong> candombe, <strong>el</strong> que re<strong>su</strong>lgió <strong>en</strong> pl<strong>en</strong>o aunque y a partir <strong>de</strong> ahi no fue interrumpido hasta que <strong>la</strong><br />
evolución <strong>d<strong>el</strong></strong> tiempo y <strong>la</strong> costumbre <strong>de</strong>cretaron <strong>su</strong> sece natural”.<br />
“Los candombes se realizaban por reg<strong>la</strong> g<strong>en</strong>eral, los días festivos y los bailes <strong>de</strong> ga<strong>la</strong><br />
t<strong>en</strong>ían lugar <strong>el</strong> Día <strong>d<strong>el</strong></strong> Niño, que así le l<strong>la</strong>maban a <strong>la</strong> Navidad, primero <strong>de</strong> año y Día<br />
<strong>de</strong> Reyes; si<strong>en</strong>do éste último, <strong>su</strong> día favorito, <strong>en</strong> él echaban <strong>la</strong> puerta por <strong>la</strong> v<strong>en</strong>tana<br />
como se dice bulgarm<strong>en</strong>te. En <strong>la</strong>s proximida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> esas fechas se podía apreciar<br />
como nunca <strong>la</strong> actividad y s<strong>el</strong>o que ponían <strong>en</strong> <strong>el</strong> arreglo, lo cubrían con una gruesa<br />
capa <strong>de</strong> ar<strong>en</strong>a. En estos arreglos contaban con <strong>el</strong> g<strong>en</strong>eroso <strong>de</strong>spr<strong>en</strong>dimi<strong>en</strong>to <strong>de</strong> <strong>su</strong>s<br />
viejos amos, que cooperaban con esos ut<strong>en</strong>cilios como ser cortinas, alfombras y<br />
otros <strong>en</strong>seres por <strong>el</strong> estilo. El trono <strong>de</strong> los reyes se levantaba <strong>en</strong> <strong>el</strong> mejor lugar <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />
sa<strong>la</strong>, y era toda <strong>su</strong> cons<strong>en</strong>tración <strong>en</strong> <strong>el</strong> arreglo: <strong>en</strong> <strong>la</strong> parte más <strong>el</strong>evada lucía un<br />
hermoso gayar<strong>de</strong>te construido con <strong>su</strong> ban<strong>de</strong>ra, pues cada agrupación t<strong>en</strong>ía <strong>la</strong> <strong>su</strong>ya.<br />
Los <strong>en</strong>cargados <strong>de</strong> <strong>la</strong> fabricación <strong>de</strong> <strong>la</strong>s bebidas t<strong>en</strong>ían tarea para rato, <strong>la</strong> Chicha era<br />
<strong>su</strong> licor favorito, <strong>de</strong> muy fácil favricación; tomaban gran<strong>de</strong>s tinajas <strong>de</strong> barro cocido,<br />
le ponían sierta cantidad <strong>de</strong> agua, fariña, azucar y binagre b<strong>la</strong>nco, <strong>de</strong>jandolo <strong>en</strong><br />
efución por espacio <strong>de</strong> ocho dias, filtrandolo lo <strong>de</strong>pocitaban <strong>en</strong> damajuanas adquiria<br />
tanta presión que daba <strong>el</strong> caso que aveses esplotaban, se cu<strong>en</strong>ta que esta preparación<br />
re<strong>su</strong>ltaba <strong>de</strong> muy bu<strong>en</strong> pa<strong>la</strong>dar y muy fresco.» (Lino Suárez Peña)<br />
Fiesta <strong>de</strong> Reyes o San Baltasar<br />
Como ocurría cada 6 <strong>de</strong> <strong>en</strong>ero, <strong>el</strong> <strong>su</strong>r montevi<strong>de</strong>ano hacía ebullición. Cada una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />
naciones africanas, con repres<strong>en</strong>tantes (forzados) <strong>en</strong> esta ciudad, se reunía <strong>en</strong> <strong>su</strong> respectiva sa<strong>la</strong><br />
<strong>de</strong> nación para c<strong>el</strong>ebrar, a <strong>la</strong> vez aprovechar para honrar y culturar a <strong>su</strong>s <strong>en</strong>tida<strong>de</strong>s r<strong>el</strong>igiosas:<br />
“Llegaba <strong>el</strong> día <strong>d<strong>el</strong></strong> nacimi<strong>en</strong>to <strong>d<strong>el</strong></strong> niño y por <strong>la</strong> mañana concurrían <strong>en</strong> agrupación<br />
a <strong>la</strong> Iglecia <strong>de</strong> <strong>la</strong> Matriz a vicitar a san Baltazar propiedad <strong>de</strong> tia Dolores<br />
Vidal <strong>de</strong> Pereyra cul<strong>la</strong> dueña ponía todo <strong>su</strong> esmero <strong>en</strong> arreg<strong>la</strong>rlo ese dia como asi <strong>el</strong> día<br />
<strong>de</strong> reyes: santo éste que aún se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> <strong>la</strong> Matriz recisti<strong>en</strong>do a <strong>la</strong>s eboluciones cual<br />
testigo mudo <strong>de</strong> una era, que pasó ro<strong>de</strong>ada <strong>de</strong> gratas añoranzas (...)<br />
Luego <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>la</strong> seremonia se dispersaban y cada uno concurría a casa <strong>de</strong> <strong>su</strong>s<br />
viejos amos, pues para estos seguían si<strong>en</strong>do <strong>en</strong> <strong>el</strong> afecto (...) Ofrecían uno por uno <strong>su</strong><br />
UNESCO<br />
SEGUNDO PANEL