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Armando H. Toledo La Antigüedad del Futuro<br />
momento. Fenómenos de controversia y de interés vital para todos, y que no pueden ser<br />
definidos con exactitud por el paradigma científico vigente (tales como el amor, la belleza, la<br />
Deidad, los milagros, las percepciones extrasensoriales y el mismo fenómeno OVNI), quizás<br />
solo puedan tener su explicación en un esquema más amplio de la realidad.<br />
En su magnífica obra titulada Teoría del universo multidimensional, Schabbath van Nes<br />
Ziegler dice que debe destacarse que toda la fenomenología catalogada como ‘apariciones<br />
milagrosas’ entra dentro de lo técnicamente posible si se piensa en una estructura<br />
multidimensional del cosmos. Por lo demás, conviene también recordar que la misma ortodoxia<br />
científica está en constante mutación con respecto a su definición de lo que es la “realidad”. Al<br />
respecto el profesor Michael Polanyi llegó a decir que la existencia de la mayor parte de las<br />
cosas del universo debe basarse en principios que nada tienen que ver con los puntos de vista<br />
corrientes en el mundo científico. 101<br />
Pero para aquellos cuya concepción materialista-naturalista de la realidad pueda chocar<br />
con la visión de una realidad multidimensional más amplia, habrá que enterarlos de que el<br />
mundo según lo perciben los sentidos no es la realidad fundamental para juzgar todas las<br />
experiencias, sino apenas una abstracción que los hombres infieren a partir de algo más amplio.<br />
Eso no significa, por supuesto, que ya se haya descubierto un hábitat oficial —es decir,<br />
científicamente comprobado— para el tipo de experiencias de orden extraordinario como las<br />
que he mencionado arriba, y que han experimentado a lo largo de los siglos millares de<br />
personas; pero acaso la física más avanzada nos sugiere que el contacto con realidades más<br />
sutiles es menos impensable de lo que el materialismo reinante lo cree. Si me valen el ejemplo,<br />
les diré que Einstein escribió en cierta ocasión que cuando un físico teórico le dijo que era dado<br />
a creer en la telepatía, él le respondió que quizás eso estuviese más relacionado con la física que<br />
con la psicología... 102<br />
Asaltando la ‘Gran Muralla’<br />
a la ligera<br />
Esta sección paralela e invisible del cosmos a que ya me he referido, tiene que ver con la<br />
existencia de un mundo o una serie de mundos multiformes y/o superpuestos que, al parecer, se<br />
encontrarían habitados por una jerarquía de entidades de naturaleza no corpórea —o al menos<br />
de una naturaleza corpórea más sutil que la que conocemos. La Biblia incluso revela este<br />
mundo espiritual como en actitud de guerra constante a nivel de jerarquías angélicas.<br />
“Nuestra lucha no es contra seres humanos —dice el apóstol Pablo—, sino contra<br />
poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra<br />
fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales” (Efesios 6:10-12, énfasis mío). Y el<br />
apóstol Juan nos presenta en el Apocalipsis todo un mundo diferente del que estamos<br />
acostumbrados a ver y que puede, con seguridad, representar un peligro para todos aquellos que<br />
han intentado establecer un contacto irresponsable con esas entidades no humanas en las<br />
“regiones celestiales”. René Guénon llegó a hablar de las ‘fisuras de la Gran Muralla’, por<br />
donde desde hace varios siglos se precipitan ‘corrientes de pensamientos vivos’, que se<br />
personalizan en nuestro mundo tomando posesión de algunos individuos. De esta manera, éstos<br />
se convierten, por imprudencia o ignorancia, en “vehículos” de inteligencias enemigas del<br />
hombre.<br />
101 POLANYI, Michael. (1970): Science and Man. (Nuffield Lecture; febrero 5)<br />
102 EINSTEIN, Albert. (1953). Citado por A. Vallentin en Einstein.<br />
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