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Armando H. Toledo La Antigüedad del Futuro<br />
Los ‘grises’<br />
En cuanto a la estatura de los raptores, ésta varía de la de los enanos hasta los gigantes.<br />
A algunos se les ha calculado una estatura de menos de un metro, sin embargo, a otros se les ha<br />
descrito como verdaderos gigantes, cuya estatura se ha calculado hasta en 4.5 metros.<br />
La mayoría de estos humanoides ha sido descrita como calvos, con cabeza y brazos<br />
desmesurados, piel ligeramente grisácea, enormes ojos oscuros y rasgados desprovistos de iris o<br />
de pupila, con una ‘mirada eterna’; boca y orejas pequeñas, nariz apenas sugerida, y un rostro de<br />
aspecto neutro que no suele dar signos de emociones ―como si fueran figuras de piedra.<br />
Entre ellos y sus raptados la comunicación parece no ser de tipo verbal sino más bien<br />
telepática: es decir que son capaces de crear palabras dentro de la cabeza de la víctima. Se dice<br />
que cuando llegan a hablar en voz audible, a veces producen un sonido agudo, como un chillido,<br />
y en otras ocasiones un bajo profundo. 83<br />
Con una helada indiferencia hacia las emociones humanas de terror y desamparo, los<br />
‘grises’ simplemente parecen robots sin voluntad, aparentemente obligados a obedecer órdenes<br />
de ‘alguien más arriba de ellos’. En mi opinión, no son más que clones desprovistos de<br />
personalidad e iniciativa programados hacia una disciplina militoide que les hace actuar en la<br />
misma forma, como autómatas que marchan en grupos de tres en la misma dirección...<br />
A pesar de todo, cada uno de estos rasgos típicos de los ‘grises’ nos dicen algo con<br />
certeza: ellos son muy parecidos a nosotros los seres humanos a la vez que notablemente<br />
diferentes. Pero para lograr identificarlos con más precisión debemos examinar su carácter, sus<br />
acciones, sus planes. ¿Son benévolos o malvados? ¿Son amigos o enemigos? ¿Están aquí para<br />
ayudarnos o para volvernos a seducir? ¿Son siquiera reales, o son el producto de nuestras<br />
imaginaciones enfermas?<br />
Investigadores independientes<br />
John Mack<br />
Quizá el más conocido investigador de abducciones con preparación y trayectoria<br />
científica reconocidas haya sido el Doctor John E. Mack (1930-2004), quien fuera profesor de<br />
Psiquiatría en el Hospital Cambridge de la Escuela de Medicina de Harvard. El Dr. Mack, quien<br />
ostentó un Premio Pulitzer y estuvo reportando sus estudios en más de 200 artículos en revistas<br />
especializadas, se involucró personalmente en la investigación de más de cien casos de<br />
abducción, e impactó a la comunidad científica declarando, sin temor al ridículo, que él creía<br />
que estos seres no solo podían ser reales sino que parecían tener un programa de desarrollo de<br />
una tercera raza intermedia e híbrida 84 ―idea que suscribió completamente el investigador<br />
español Antonio Ribera, que explicó de este modo el acusado interés por lo genético que<br />
demuestran los visitantes durante las abducciones. 85<br />
Durante quince años el Dr. Mack había enfocado sus investigaciones a desentrañar el<br />
complejo nudo de los secuestros extraterrestres, para lo cual aclaró que “el hecho de que un<br />
fenómeno rehúse tener una explicación convencional, o incluso desafíe nuestras nociones de la<br />
realidad, no debiera permitirnos que ignoremos su existencia o prevenirnos de que exploremos<br />
83 STRIEBER, Whitley (1989): Comunión. [México: Grupo Editorial Diana]<br />
84 MACK, John E. (1994). Abduction: Human Encounters with Aliens. [Ballantine Books: New York]<br />
85 RIBERA, Antonio (1967). Cartas de tres herejes. [Madrid: Corona Boreales Editores]<br />
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