Untitled - Gazhoo
Untitled - Gazhoo Untitled - Gazhoo
Armando H. Toledo La Antigüedad del Futuro voluntad. Las leyendas orales hacen referencia a antiguos hombres voladores que llegan y encienden fuego. Hay quienes opinan que las moai no son obra de los isleños; en vez de eso sostienen que son las reliquias de una gran civilización que alguna vez se extendió mucho más allá de esta diminuta isla. Erich von Däniken, en su Retorno de las estrellas o Recuerdos del futuro ha observado que las estatuas simplemente son demasiado grandes. Por ejemplo, una moai acostada sin terminar en la cantera mide 20 metros de largo. Afirma además que las piedras volcánicas en las que se tallaron las figuras son demasiado duras para ser trabajadas por piedras primitivas. A lo anterior habría que añadir el problema de la distancia: algunas estatuas fueron trasladadas 30 kilómetros desde las canteras donde fueron talladas hasta los acantilados donde se las erigió. Ha hecho notar también que los isleños hallados ahí en el siglo XVIII por el almirante holandés Jacob Roggeveen, ciertamente no parecían capaces de semejante tarea. Y lo que es más, algunas de las estatuas fueron talladas con piedras de las colinas internas de los cráteres, lo que sin duda multiplicó las dificultades de mover semejantes macizos de piedra. Se ha estimado que hubiera sido necesario el trabajo de 30 personas durante dos años para tallar una sola estatua en la cantera, trasladarla y erigirla. La isla debió haber tenido una población de 7,000 a 10,000 personas como máximo, incluidos hombres, mujeres y niños. Las dos terceras partes de la población habrían sido mujeres y niños. La conclusión a la que von Däniken llega es que ‘solo pudieron haber sido transportadas por alguna técnica de antigravitación’. Es posible que las estatuas de la Isla de Pascua no sean obra de los humanos, después de todo. En el contexto de la teoría Nefilim, es posible que los isleños recibieran ayuda de naturaleza no humana... 62
Armando H. Toledo La Antigüedad del Futuro Parte III: El retorno de la raza efilim ___________________________________________ L a m a y o r t r a m p a j a m á s t e n d i d a a l a r a z a h u m a n a 63
- Page 12 and 13: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 14 and 15: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 16 and 17: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 18 and 19: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 20 and 21: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 22 and 23: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 24 and 25: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 26 and 27: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 28 and 29: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 30 and 31: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 32 and 33: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 34 and 35: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 36 and 37: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 38 and 39: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 40 and 41: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 42 and 43: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 44 and 45: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 46 and 47: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 48 and 49: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 50 and 51: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 52 and 53: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 54 and 55: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 56 and 57: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 58 and 59: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 60 and 61: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 64 and 65: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 66 and 67: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 68 and 69: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 70 and 71: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 72 and 73: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 74 and 75: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 76 and 77: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 78 and 79: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 80 and 81: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 82 and 83: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 84 and 85: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 86 and 87: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 88 and 89: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 90 and 91: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 92 and 93: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 94 and 95: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 96 and 97: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 98 and 99: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 100 and 101: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 102 and 103: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 104 and 105: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 106 and 107: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 108 and 109: Armando H. Toledo La Antigüedad de
- Page 110 and 111: Armando H. Toledo La Antigüedad de
Armando H. Toledo La Antigüedad del Futuro<br />
voluntad. Las leyendas orales hacen referencia a antiguos hombres voladores que llegan y<br />
encienden fuego.<br />
Hay quienes opinan que las moai no son obra de los isleños; en vez de eso sostienen que<br />
son las reliquias de una gran civilización que alguna vez se extendió mucho más allá de esta<br />
diminuta isla. Erich von Däniken, en su Retorno de las estrellas o Recuerdos del futuro ha<br />
observado que las estatuas simplemente son demasiado grandes. Por ejemplo, una moai<br />
acostada sin terminar en la cantera mide 20 metros de largo. Afirma además que las piedras<br />
volcánicas en las que se tallaron las figuras son demasiado duras para ser trabajadas por piedras<br />
primitivas.<br />
A lo anterior habría que añadir el problema de la distancia: algunas estatuas fueron<br />
trasladadas 30 kilómetros desde las canteras donde fueron talladas hasta los acantilados donde<br />
se las erigió. Ha hecho notar también que los isleños hallados ahí en el siglo XVIII por el<br />
almirante holandés Jacob Roggeveen, ciertamente no parecían capaces de semejante tarea. Y lo<br />
que es más, algunas de las estatuas fueron talladas con piedras de las colinas internas de los<br />
cráteres, lo que sin duda multiplicó las dificultades de mover semejantes macizos de piedra. Se<br />
ha estimado que hubiera sido necesario el trabajo de 30 personas durante dos años para tallar<br />
una sola estatua en la cantera, trasladarla y erigirla. La isla debió haber tenido una población de<br />
7,000 a 10,000 personas como máximo, incluidos hombres, mujeres y niños. Las dos terceras<br />
partes de la población habrían sido mujeres y niños. La conclusión a la que von Däniken llega<br />
es que ‘solo pudieron haber sido transportadas por alguna técnica de antigravitación’.<br />
Es posible que las estatuas de la Isla de Pascua no sean obra de los humanos, después de<br />
todo. En el contexto de la teoría Nefilim, es posible que los isleños recibieran ayuda de<br />
naturaleza no humana...<br />
62