25.04.2013 Views

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

DAVID EN SICLAG 861<br />

re<strong>la</strong>tando que durante el curso <strong>de</strong> <strong>la</strong> batal<strong>la</strong> había<br />

encontrado al monarca <strong>de</strong> Israel herido, gravemente<br />

apremiado y acorra<strong>la</strong>do por sus enemigos, y que, a pedido<br />

<strong>de</strong>l propio Saúl, él mismo, es <strong>de</strong>cir el mensajero, le había<br />

dado muerte; y traía a David <strong>la</strong> corona <strong>de</strong> <strong>la</strong> cabeza <strong>de</strong><br />

Saúl y los brazaletes <strong>de</strong> oro <strong>de</strong> su brazo. El mensajero<br />

esperaba con toda confianza que estas noticias serían<br />

recibidas con regocijo, y que recibiría un premio cuantioso<br />

por <strong>la</strong> parte que había <strong>de</strong>sempeñado.<br />

Pero "entonces David trabando <strong>de</strong> sus vestidos,<br />

rompiólos; y lo mismo hicieron los hombres que estaban<br />

con él. Y lloraron y <strong>la</strong>mentaron, y ayunaron hasta <strong>la</strong> tar<strong>de</strong>,<br />

por Saúl y por Jonathán su hijo, y por el pueblo <strong>de</strong> Jehová,<br />

y por <strong>la</strong> casa <strong>de</strong> Israel porque habían caído a cuchillo."<br />

Pasada <strong>la</strong> primera impresión <strong>de</strong> <strong>la</strong>s terribles noticias, los<br />

pensamientos <strong>de</strong> David se volvieron al heraldo extranjero,<br />

y al crimen <strong>de</strong>l que era culpable, según su propia<br />

<strong>de</strong>c<strong>la</strong>ración. El jefe preguntó al joven: "¿De dón<strong>de</strong> eres<br />

tú? Y él respondió: Yo soy hijo <strong>de</strong> un extranjero, Amalecita.<br />

Y díjole David: ¿Cómo no tuviste temor <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r tu<br />

mano para matar al ungido <strong>de</strong> Jehová?" Dos veces había<br />

tenido David a Saúl en su po<strong>de</strong>r; pero cuando se le exhortó<br />

a que le diera muerte, se negó a levantar <strong>la</strong> mano contra el<br />

que había sido consagrado por or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> Dios para<br />

gobernar a Israel. No obstante, el amalecita no temía<br />

jactarse <strong>de</strong> haber dado muerte al rey <strong>de</strong> Israel. Se había<br />

acusado a sí mismo <strong>de</strong> un crimen digno <strong>de</strong> muerte, y <strong>la</strong><br />

pena se ejecutó en seguida. David dijo: "Tu sangre sea<br />

sobre tu cabeza, pues que tu boca atestiguó contra ti,<br />

diciendo: Yo maté al ungido <strong>de</strong> Jehová."<br />

El dolor <strong>de</strong> David por <strong>la</strong> muerte <strong>de</strong> Saúl era sincero y<br />

profundo; y reve<strong>la</strong>ba <strong>la</strong> generosidad <strong>de</strong> una naturaleza<br />

noble. No se alegró <strong>de</strong> <strong>la</strong> caída <strong>de</strong> su enemigo. El

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!