25.04.2013 Views

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

702 PATRIARCAS Y PROFETAS<br />

Aun en medio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s sagradas festivida<strong>de</strong>s re<strong>la</strong>cionadas<br />

con el servicio <strong>de</strong> Dios, se hacia sentir el espíritu maligno<br />

que afligía su hogar. Después <strong>de</strong> presentar <strong>la</strong>s ofrendas,<br />

participaba toda <strong>la</strong> familia en un festín solemne aunque<br />

p<strong>la</strong>centero. En esas ocasiones, Elcana daba a <strong>la</strong> madre<br />

<strong>de</strong> sus hijos una [615] porción para el<strong>la</strong> y otra para cada<br />

uno <strong>de</strong> sus hijos; y en señal <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>ración especial<br />

para Ana, le daba a el<strong>la</strong> una porción doble, con lo cual<br />

daba a enten<strong>de</strong>r que su afecto por el<strong>la</strong> era el mismo que si<br />

le hubiera dado un hijo. Entonces <strong>la</strong> segunda esposa,<br />

encendida <strong>de</strong> celos, rec<strong>la</strong>maba para sí <strong>la</strong> preferencia como<br />

persona altamente favorecida por Dios, y echaba en cara a<br />

Ana su condición <strong>de</strong> esterilidad como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> que<br />

<strong>de</strong>sagradaba al Señor. Esto se repitió año tras año hasta<br />

que Ana ya no lo pudo soportar. Siéndole imposible ocultar<br />

su dolor, rompió a llorar <strong>de</strong>senfrenadamente y se retiró <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> fiesta. En vano trató su marido <strong>de</strong> conso<strong>la</strong>r<strong>la</strong> diciéndole:<br />

"Anna, ¿por qué lloras? y ¿por qué no comes? y ¿por qué<br />

está afligido tu corazón? ¿No te soy yo mejor que diez<br />

hijos?" (Véase 1 Samuel 1; 2: 1-11.)<br />

Ana no emitió reproche alguno. Confió a Dios <strong>la</strong> carga<br />

que el<strong>la</strong> no podía compartir con ningún amigo terrenal.<br />

Fervorosamente pidió que él le quitase su oprobio, y que le<br />

otorgase el precioso regalo <strong>de</strong> un hijo para criarlo y<br />

educarlo para él. Hizo un solemne voto, a saber, que si le<br />

concedía lo que pedía, <strong>de</strong>dicaría su hijo a Dios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

nacimiento. Ana se había acercado a <strong>la</strong> entrada <strong>de</strong>l<br />

tabernáculo, y en <strong>la</strong> angustia <strong>de</strong> su espíritu, "oró a Jehová,<br />

y lloró abundantemente." Pero hab<strong>la</strong>ba con el Señor en<br />

silencio, sin emitir sonido alguno. Rara vez se<br />

presenciaban semejantes escenas <strong>de</strong> adoración en<br />

aquellos tiempos <strong>de</strong> maldad. En <strong>la</strong>s mismas fiestas<br />

religiosas eran comunes los festines irreverentes y hasta<br />

<strong>la</strong>s borracheras; y Elí, el sumo sacerdote, observando a

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!