25.04.2013 Views

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

LAS PLAGAS DE EGIPTO 309<br />

pero el monarca se negó obstinadamente a aceptar <strong>la</strong> luz.<br />

Toda manifestación <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r infinito que él rechazara le<br />

empecinó más en su rebelión. El principio <strong>de</strong> rebelión que<br />

el rey sembró cuando rechazó el primer mi<strong>la</strong>gro, produjo<br />

su cosecha. Al mantener su terquedad y alimentar<strong>la</strong><br />

gradualmente, su corazón se endureció más y más, hasta<br />

que fue l<strong>la</strong>mado a contemp<strong>la</strong>r el rostro frío <strong>de</strong> su<br />

primogénito muerto.<br />

Dios hab<strong>la</strong> a los hombres por medio <strong>de</strong> sus siervos,<br />

dándoles amonestaciones y advertencias y censurando el<br />

pecado. Da a cada uno oportunidad <strong>de</strong> corregir sus<br />

errores antes <strong>de</strong> que se arraiguen en el carácter; pero si<br />

uno se niega a corregirse, el po<strong>de</strong>r divino no se interpone<br />

para contrarrestar <strong>la</strong> ten<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su propia acción. La<br />

persona encuentra que le es más fácil repetir<strong>la</strong>. Va<br />

endureciendo su corazón contra <strong>la</strong> influencia <strong>de</strong>l Espíritu<br />

Santo. Al rechazar <strong>de</strong>spués <strong>la</strong> luz se coloca en una<br />

posición en <strong>la</strong> cual aun una influencia mucho más fuerte<br />

será ineficaz para producir una impresión permanente.<br />

[274]<br />

El que cedió una vez a <strong>la</strong> tentación ce<strong>de</strong>rá con más<br />

facilidad <strong>la</strong> segunda vez. Toda repetición <strong>de</strong>l pecado<br />

aminora <strong>la</strong> fuerza para resistir, ciega los ojos y ahoga <strong>la</strong><br />

convicción. Toda simiente <strong>de</strong> comp<strong>la</strong>cencia propia que se<br />

siembre dará fruto. Dios no obra mi<strong>la</strong>gros para impedir <strong>la</strong><br />

cosecha. "Todo lo que el hombre sembrare, eso también<br />

segará." (Gál. 6: 7.) El que manifiesta una temeridad<br />

incrédu<strong>la</strong> e indiferencia hacia <strong>la</strong> verdad divina, no cosecha<br />

sino lo que sembró. Es así como <strong>la</strong>s multitu<strong>de</strong>s escuchan<br />

con obstinada indiferencia <strong>la</strong>s verda<strong>de</strong>s que una vez<br />

conmovieron sus almas. Sembraron <strong>de</strong>scuido y<br />

resistencia a <strong>la</strong> verdad, y eso es lo que recogen.<br />

Los que están tratando <strong>de</strong> tranquilizar una conciencia

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!