25.04.2013 Views

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

la historia de patriarcas y profetas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

JACOB Y ESAÚ 203<br />

había dado a su hijo; pues fue <strong>la</strong> causa <strong>de</strong> que quedara<br />

separada <strong>de</strong> él y nunca más volviera a ver su rostro.<br />

Des<strong>de</strong> <strong>la</strong> hora en que recibió <strong>la</strong> primogenitura, Jacob se<br />

sintió agobiado por <strong>la</strong> con<strong>de</strong>nación propia. Había pecado<br />

contra su padre, contra su hermano, contra su propia alma,<br />

y contra Dios. En sólo una hora se había acarreado una<br />

<strong>la</strong>rga vida <strong>de</strong> arrepentimiento. Esta escena estuvo siempre<br />

presente ante él en sus altos postrimeros, cuando <strong>la</strong> ma<strong>la</strong><br />

conducta <strong>de</strong> sus propios hijos oprimía su alma.<br />

Ni bien hubo <strong>de</strong>jado Jacob <strong>la</strong> tienda <strong>de</strong> su padre, entró<br />

Esaú. Aunque había vendido su primogenitura y<br />

confirmado el trueque con un solemne juramento, estaba<br />

ahora <strong>de</strong>cidido a conseguir sus bendiciones, a pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

protestas <strong>de</strong> su hermano. Con <strong>la</strong> primogenitura espiritual<br />

estaba unida <strong>la</strong> temporal, que le daría el gobierno <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

familia y una porción doble <strong>de</strong> <strong>la</strong>s riquezas <strong>de</strong> su padre.<br />

Estas eran bendiciones que él podía avalorar. "Levántese<br />

mi padre —dijo,— y coma <strong>de</strong> <strong>la</strong> caza <strong>de</strong> su hijo, para que<br />

me bendiga tu alma."<br />

Temb<strong>la</strong>ndo <strong>de</strong> asombro y congoja, el anciano padre se<br />

dio cuenta <strong>de</strong>l engaño cometido contra él. Habían sido<br />

frustradas [180] <strong>la</strong>s caras esperanzas que había albergado<br />

durante tanto tiempo, y sintió en el alma el <strong>de</strong>sengaño que<br />

había <strong>de</strong> herir a su hijo mayor. Sin embargo, se le ocurrió<br />

como un relámpago <strong>la</strong> convicción <strong>de</strong> que era <strong>la</strong> provi<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> Dios <strong>la</strong> que había vencido su intención, y había<br />

realizado aquello mismo que él había resuelto impedir. Se<br />

acordó <strong>de</strong> <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras que el ángel había dicho a Rebeca,<br />

y no obstante el pecado <strong>de</strong>l cual Jacob ahora era culpable,<br />

vio en él al hijo más capaz para realizar los propósitos <strong>de</strong><br />

Dios. Cuando <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras <strong>de</strong> <strong>la</strong> bendición estaban en sus<br />

<strong>la</strong>bios, había sentido sobre sí el Espíritu <strong>de</strong> <strong>la</strong> inspiración; y<br />

ahora, conociendo todas <strong>la</strong>s circunstancias, ratificó <strong>la</strong><br />

bendición que sin saberlo había pronunciado sobre Jacob:

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!