Libro 70 Aniversario del Hospital - Hospital Santa Clotilde

La duquesa de Santa Elena, en
el centro, en el hipódromo, en
una imagen del Santander de
los años veinte.
cuentan las biografías, activa en lo social y piadosa en lo tocante a la religión y el
trato con sus semejantes. Casó en primeras nupcias con el marqués de La
Viesca, del que enviudó sin descendencia 22 años después. Ya con 45 años, en
1918, contrae matrimonio en segundas nupcias con Alberto Enrique de Borbón
Castelví, duque de Santa Elena, con quien sigue casada al fallecer en 1936, tres
años antes que lo hiciera este su segundo marido.
La fortuna, la vida social y el compromiso cristiano de la duquesa tuvieron en el
palacio de Bellavista uno de sus escenarios más notables, dada la condición de
villa de veraneo que tuvo la finca santanderina durante las primeras décadas del
siglo XX. Por los salones del edificio del Alta pasó lo más granado de la sociedad
de la época, incluyendo a la familia real que fue visitante habitual desde que La
Magdalena se convirtiera en palacio de estío para Alfonso XIII, a partir de 1913.
¿Dónde está el lazo que une al palacio, a la duquesa y a la Orden Hospitalaria de
San Juan de Dios, y que les va a llevar a converger en el Madrid de 1936?
Curiosamente, y más allá de la acreditada devoción de doña Clotilde Gallo, no
parece haber existido un vínculo especial entre la benéfica labor de los hermanos
y la duquesa, aunque es evidente que ésta tenía un conocimiento de primera
mano de la labor de aquellos. La orden gestionaba en aquella época el asilo infantil
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