Magazine number 27 - El meu Prat

día a la semana. “Hemos agotado todos los
recursos, y no podemos seguir dispensando una
medicación que tiene que pagar el CatSalut”,
asegura Elisabeth. El panorama es desolador,
explica esta profesional. “Han cerrado 14
farmacias en Barcelona, y hay 200, según me
han informado, en concurso de acreedores.
Una situación que ya era difícil ha empeorado
debido a los constantes recortes de márgenes y
descensos en la facturación”.
Un copago que asumen los pacientes
Además del impago de la factura de los
medicamentos, estos establecimientos
sanitarios han tenido que afrontar en los últimos
años grandes cambios que han perjudicado la
atención al usuario. Desde el 1 de julio de 2012
se aplica el copago, en el que los pacientes
han tenido que asumir parte de la factura de
las medicinas que consumen. La medida se
aplica en todo el estado español, según el Real
Decreto 16/2012. Según el nivel de renta, se
pagan unos máximos de 8 a 60 euros. Esta tasa
ha reducido la capacidad adquisitiva de muchos
pensionistas con rentas bajas, que ven cómo
sus ingresos se reducen aún más si tienen que
pagar la medicación. “Ha bajado muchísimo
el consumo de medicinas –asegura Carme
Serramià, que tiene su farmacia en la Avda.
Verge de Montserrat-. Ahora sólo se llevan los
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medicamentos que les son imprescindibles.
Prescinden de los otros, dicen que se encuentran
bien y que tampoco los necesitan tanto”, explica
Carme. “Ahora podemos controlar mucho menos
su historia –añade Marta Bosch- porque no
sabemos qué toman y qué han dejado de tomar
para no hacer efectivo el copago”. Elisabeth
Cases también es taxativa. “Se está jugando
con la salud de la gente de mala manera, y los
pacientes acabarán siendo los perjudicados y no
se lo merecen”.
Otra dificultad añadida a la tarea de los
farmacéuticos es la medida del euro por receta.
Las farmacias catalanas estaban obligadas a
gestionar el cobro de esta tasa de acuerdo con
el artículo 51 de la Ley 5/2012, publicada en
el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya
(DOGC). Se comenzó a aplicar a partir del 23 de
junio de 2012. Aún así, la medida se suspendió
de forma cautelar hace unas semanas, cuando el
Tribunal Constitucional declaró inconstitucional
el cobro del euro por receta. Una situación que
no ha hecho más que confundir a los usuarios de
la sanidad catalana.
Neus Macías
farmacias
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