Congreso Internacional SARE 2004 - Emakunde
Congreso Internacional SARE 2004 - Emakunde
Congreso Internacional SARE 2004 - Emakunde
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
milia y del empleo ha sido un discurso capacitador a favor de la movilización por los derechos de<br />
la familia que permitan a las madres y a los padres conciliar el empleo con la maternidad y la paternidad.<br />
Sin embargo no deberíamos olvidar que este discurso forma parte de un discurso más<br />
amplio sobre la auto-suficiencia dentro de la UE, algo que Jane Lewis ha denominado un “modelo<br />
de trabajador adulto” que refleja una norma que supone que todas las personas son individuos<br />
que deberían mostrarse más autosuficientes e independientes (Lewis 2002). Pero este modelo no<br />
solo ignora las diferentes posiciones ocupadas por el hombre y la mujer en el mercado (neutral en<br />
cuestiones de género) sino que también se muestra neutral en cuestiones de raza/etnia. No considera<br />
las limitaciones que tienen los hombres y las mujeres para alcanzar la auto-suficiencia dependiendo<br />
de los diferentes niveles de educación, de renta o de los precarios estatus de las mujeres<br />
y hombres inmigrantes en el mercado laboral (su colocación en mercados laborales flexibles e<br />
informales, con una mano de obra informal).<br />
Cuando consideramos el “modelo del trabajador adulto” y las implicaciones que tiene para nuestro<br />
debate sobre los padres ciudadanos o las madres ciudadanas, nos enfrentamos a procesos y<br />
presiones contradictorios que tienen que ver con los derechos y las obligaciones de trabajar junto<br />
con los derechos y las obligaciones de cuidar. Las activaciones de las madres solteras y sus derechos<br />
y obligaciones en el cuidado constituyen un ejemplo obvio. En la próxima sección quiero<br />
analizar esas presiones contradictorias dentro del contexto de la agencia, cuánta libertad de<br />
agencia tienen los diferentes padres y madres como padre-trabajador ciudadano o madre-trabajadora<br />
ciudadana.<br />
1.1 LAS MADRES Y LAS<br />
OBLIGACIONES<br />
DE TRABAJAR<br />
La mayor parte de la investigación realizada sobre el “modelo del trabajador adulto” y sus efectos<br />
de género se ha centrado en la europeización de las normas para la conciliación del empleo con<br />
tener una familia, los crecientes niveles de participación de las mujeres en el trabajo remunerado<br />
(Rubery et al 1999.) Esto se percibe como un discurso capacitador para que las mujeres puedan<br />
reclamar a sus gobiernos que se adapten a los niveles y normas de Europa (Liebert 2003). Pero el<br />
discurso sobre la auto-suficiencia ha apoyado las políticas neoliberales de activación del mercado<br />
laboral para obligar a las madres solteras a convertirse en participantes en dicho mercado. Con<br />
frecuencia esto ha significado una mayor pobreza para las mujeres con hijos e hijas pequeñas<br />
que entran en el mercado laboral para ejercer trabajos precarios y de bajos salarios o que se vuelven<br />
dependientes de la ayuda social porque carecen de apoyos institucionales que les permitan<br />
combinar el empleo con su trabajo como cuidadoras (Christopher 2002).<br />
La expectativa de que todas las mujeres, madres solteras incluidas, entren en el mercado laboral<br />
ha socavado la noción de un sueldo social para las madres solteras en los estados del bienestar<br />
occidentales. El caso holandés fue el caso paradigmático. Hasta principios de la década de los<br />
95