Congreso Internacional SARE 2004 - Emakunde
Congreso Internacional SARE 2004 - Emakunde
Congreso Internacional SARE 2004 - Emakunde
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
masculino (22), precisamente porque demuestran hasta qué punto se acumulan los derechos y recursos<br />
de las mujeres, no solo como madres de la descendencia de sus maridos o como mujeres<br />
de maridos enfermos o como viudas, sino como madres y/o cuidadoras de la familia (23).<br />
Las madres trabajadoras y las solteras han sido y siguen siendo las dos principales figuras sociales<br />
ante quienes se reconoce algún tipo de derecho como cuidadoras. En particular, los derechos<br />
de las madres solteras han sido correctamente señalados como un desafío tanto para la práctica<br />
como para la ideología del modelo del sostén económico masculino mientras que a la vez constituyen<br />
una importante variación en otros sentidos, basados en el modelo del sostén masculino como<br />
Alemania, Holanda y el Reino Unido (24). Sin embargo, ambos ejemplos indican que la mayoría<br />
de los derechos acumulados por las madres como cuidadoras están condicionados a alguna otra<br />
circunstancia: o estar trabajando o estar sin ingresos y/o sin quien los provea.<br />
En muchos países las prestaciones por maternidad (o paternidad) y las bajas remuneradas no se<br />
encuentran disponibles sin condiciones y solo se conceden a las mujeres con un trabajo retribuido.<br />
Hay una notable excepción que son los países nórdicos, donde las prestaciones de los seguros<br />
ofrecen un pago básico incluso a las madres que no trabajan. Sin embargo, en la mayoría de los<br />
países, sino en todos, la cuestión de qué se considera un trabajo que da derecho a una prestación<br />
por maternidad y a una baja remunerada ha sido algo discutido durante decenios. Existen unas diferencias<br />
considerables entre las distintas categorías de mujeres trabajadoras: las empleadas y<br />
auto-empleadas, las fijas y las no fijas, las de jornada reducida o completa, etcétera. Hay una considerable<br />
variación entre los países europeos respecto a las normas de la seguridad social y los<br />
derechos, la cobertura y la duración (25). La Directiva Europea sobre las Bajas Parentales de<br />
1996 instituyó el derecho de los padres y de las madres a acogerse a una baja no remunerada,<br />
aunque en la mayoría de los estados miembros se ofrece algún salario sustitutivo.<br />
Sin embargo, los cambios más importantes que han tenido lugar recientemente en este campo no<br />
son la extensión de las prestaciones para que cubran a una gama más amplia de madres trabaja-<br />
(22) Cfr. Lewis Jane (1992), “Gender and the development of welfare regimes”, Journal of European Social Policy, 2<br />
(3), pp. 159-73; Lewis Jane and Ilona Ostner (1995), Gender and the evolution of European social policy”, in S.<br />
Leibfried y P. Pierson (eds.) European Social Policy: Between Fragmentation and Integration, Washington D.C., Brookings<br />
Institution.<br />
(23) Ver, por ejemplo, Sainsbury Diane (1996), Gender, Equality and Welfare States, Cambridge, Cambridge<br />
University Press.<br />
(24) Ver, la nota 19 anterior.<br />
(25) (Ver también la perspectiva general comparativa de Gornick J. C. Meyers M. C. y Ross, K. E., “Supporting the em-<br />
ployment of mothers: Policy variation across fourteen welfare states”, Journal of European Social Policy, VII, 1, 1997, pp.<br />
45-70, Moss P. y Deven F., (eds.), Parental Leave in Europe. Progress or Pitfall? Bruselas, CBGS/NIDI Publications, 2000<br />
OCDE, A Caring World / Pour Un Monde Solidaire, París, OCDE, 2000.<br />
267