LLIBRE SETMANA SANTA 2011.pdf - Semana Santa Saguntina

Jaime Pellicer Pellicer. Párroco de Nuestra Señora del Buen Suceso
MAJORALIA ANY 2011
la duda sobre el dios en que ha creído, sobre los cimientos de la propia fe y
de la propia vida. Pedro tiene que preguntarse de una manera radical: pero,
¿de verdad me he equivocado en todo?, ¿es realmente ésta la voluntad de
dios? y si Pedro pasa por esta situación, lo hace por toda la Iglesia; para
confirmar a los hermanos. Vive esta experiencia dramática de negación y
vacío como primer evangelizador, como cabeza de la Iglesia; y llega a aprender
que no es posible ser evangelizador si no es dejándose coger y transformar
por el designio de dios, aceptando su evangelio y su salvación.
Tras el relato de la unción de Betania, los sinópticos narran la traición
de Judas. y es que el acontecimiento de la pasión y muerte de Cristo se inicia
así: en la traición perpetrada por “uno de los doce”. El miércoles Santo es “el
día de Judas”, el día que todo se trama y maquina. después llegará “la hora
de Jesús”; pero antes, en la hora de las tinieblas, uno de los suyos, uno de los
llamados, elegidos y amados de Jesús, prepara su entrega ignominiosa.
Pero, ¿quién era realmente Judas? ¿Cómo y por qué llegó a traicionar
a su Maestro? ¿Cómo es posible que alguien que durante años enteros, ha
convivido con él, ha escuchado sus palabras, ha visto los prodigios que realiza,
llegue a traicionarle y entregarle? quizás, para acercarnos al misterio
de Judas, tenemos que empezar por el primer dato que nos transmiten los
evangelios: es uno de los doce, llamado directamente por Jesús. Si Judas es
llamado por Jesús al seguimiento, es porque algo ve en él; difícilmente se
puede pensar que Jesús eligiera a un hombre mezquino y malvado. Por ello,
cuesta creer que Judas fue el avaro miserable que han mostrado las tradiciones
populares. Ese Judas obsesionado por el dinero,que vende al Maestro
por hacer un negocio, tiene muy poca consistencia. Si realmente fuera
un avaro cuya vida se moviera por dinero, no se entiende cómo se enrola en
el seguimiento de Jesús y no busca otros maestros mas rentables.
Posiblemente esta visión superficial de la vida de Judas arranca de la
creencia de que en la base de su traición está la noche de la última cena.
Sin embargo, el proceso interno de su separación de Jesús había comenzado
seguramente bastante tiempo antes. Con ocasión del discurso de Jesús en
la sinagoga de Cafarnaum, tras el cual le abandonan algunos discípulos, el
Maestro afirma: “Hay entre vosotros quienes no creen, pues Jesús sabía desde
el principio quienes eran los creyentes y quien lo iba a entregar” (Jn 6,71).
Es posible que Judas fuera avaro y codicioso. Pero, sin duda, junto al
amor al dinero, existía en su vida el amor a Jesús; un amor, quizás no tan
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