LLIBRE SETMANA SANTA 2011.pdf - Semana Santa Saguntina

SETMANA SANTA SAGUNTINA
de un Cristo débil, paciente y, mucho menos condenado a muerte. él lo vé
como el Señor poderoso, capaz de curar a los enfermos y hacer vivir a los
muertos, de entusiasmar con su palabra a las multitudes y de derrotar a los
adversarios. las alusiones de Jesús a su pasión y a su muerte hacen que
interiormente se desmorone su idea de dios y que el apóstol impulsivo y
generoso se vaya derrumbando.
Pedro se sentía tan seguro de si mismo que le dice a Jesús “yo daré
mi vida por ti” (Jn 13,37) ¿Cómo iba a ser posible que lo negara? Aunque
todos se escandalicen y aunque todos le abandonen, él no lo haría. y, sin
embargo, esta misma seguridad le conduce a la traición.
los cuatro evangelistas narran las negaciones de Pedro. Ninguno pretende
ocultar la realidad ni disimular los fallos de aquellos a quienes Jesús
elige para comenzar su obra en el mundo. Todo comienza en el prendimiento.
Cuando los judíos apresan a Jesús, el pánico se apodera de los discípulos
y “abandonándole, huyeron todos” (Mc 14,50). Se dispersan y se alejan,
miedosos. Sólo Pedro y otro discípulo le seguían de lejos. Sigue al Maestro,
pero de lejos. lo sigue porque lo ama; de lejos, porque ya no es capaz de
ponerse de su parte abiertamente, porque ya no le comprende.
¿Como llega Pedro a negar al maestro? Hemos aludido ya su arrogancia
y seguridad, al desconocimiento de la propia debilidad y también al
desconocimiento y falta de aceptación de la cruz de Cristo. Pero si seguimos
el relato evangélico, hay algunos detalles que pueden iluminar mejor el
misterio del corazón de Pedro.
Pedro no hubiera negado al Salvador, si hubiese permanecido junto
a él. Su gran error estuvo, pues, en no velar con Jesús, en no permanecer
a su lado. Este es también con frecuencia nuestro error, la raíz de nuestro
alejamiento y de nuestras negaciones. Nos cuesta seguir de cerca de Jesús
y terminamos por hacerlo de lejos. El seguimiento a distancia nos lleva a
distanciarnos del Maestro. Cuando nuestro seguimiento de Jesús es un seguimiento
alejado, física y espiritualmente, la tentación de negar nuestra
identidad y de negar nuestra relación con él, nos acecha. Necesitamos permanecer
junto a Jesús, cerca de él, velando y orando, para que nuestro seguimiento
sea fiel.
dice el cardenal Martíni que la prueba por la cual permitió Jesús que
pasara Pedro es una de las más terribles por las que puede pasar un hombre :
36 Las negaciones de Pedro y la traición de Judas