LLIBRE SETMANA SANTA 2011.pdf - Semana Santa Saguntina

La Verónica escenificada
Antonio Bonet Salamanca
MAJORALIA ANY 2011
la devoción popular hacia Verónica cobró auge a partir de los relatos
literarios, el teatro, la música y, más recientemente con el auge experimentado
por la cinematografía al fijar y asimilar el icono como símbolo
representado por Verónica. El gesto humanizado de piedad potencia el
sentimiento comunicativo entre el protagonista y, el fiel-espectador al establecer
la dualidad autor-lector. El cine corrobora la sensación fotográfica
en movimiento que subyace en el lienzo con su inquietante rostro impreso
en pintura y objetivada en el vivo retrato gracias a la incorporación del
dinamismo retratístico. El escritor francés, Paul Claudel (1868-1955) dejó
escrita la impresión desde la presencia, más allá de una simple imagen o
negativo como evidencia en positivo con la figura nuclear de Cristo, imagen
central e inspiradora de diversos largometrajes desde aquél lejano de
Passión lumière, proyectado el 28 de diciembre de 1895. Anteriormente el
teatro religioso incidió en lo narrativo y en el drama intrínseco a los relatos
pasionales al ingresar en el patrimonio de la escena colectiva y popular del
Teatro de los Misterios, potenciador de los detalles y ciclos en los que, el
cireneo, la Verónica y longinos adquieren especial protagonismo en sus reconocibles
e identificado gestos y atributos.
la literatura acoge el pasaje de Vía Crucis al hacerse eco del símbolo
venerado como reliquia, a partir del primer jubileo de 1300, impulsado
por las peregrinaciones romanas. Verónica fue motivo de inspiración para
escritores y poetas, como Victor Hugo (1802-1885), al expresar la piedad
que suscita el Santo rostro. En su Vida de Jesús, Francois Mauriac (1885-
1975), autor francés y premio nobel avaló en sus escritos el gesto de Verónica
junto al maestro en su camino hacia el Calvario. otros escritores y
literatos citan a Verónica, en referencia al Santo rostro de Jaén, como Miguel
de Cervantes (1547-1616) y Teófilo Gautier (1811-1872), Alejandro dumas
(1802-1870) o, José luis Borges (1899-1996); todos ellos, al unísono de
visionarios y místicos como Santa Brígida (1303-1373), Teresa de lisieux
(1873-1897) y, más recientemente, Teresa de Calcuta (1910-1997), se identifican
con el gesto y la presencia de Verónica. otros autores como Georges
Bernanos, Paul Claudel, o Hans urs von Balthasar han relacionado, caso
del último, el tradicional Vía Crucis, en su edición papal durante la Semana
Santa de 1988, con el significado del sudario de Verónica al verificar
la impronta cristológica como promesa de salvación, aunque su figura no
aparezca en la Biblia.
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