LLIBRE SETMANA SANTA 2011.pdf - Semana Santa Saguntina

SETMANA SANTA SAGUNTINA
representación figurada del rostro de Cristo. No existe un único prototipo
ideal ni representativo del mismo, si bien el planteamiento platónico consideró
en los primeros tiempos del cristianismo, el sentido de la belleza como
síntesis de verdad y bondad. Este fue el principio originario en la economía
de la encarnación divina, fuente y origen de las cosas, por lo que, se hizo
usual la semejanza del prototipo alusivo a la perfección figurada (Jn 14,11)
(Col.1,15). Bien es cierto, que en la primitiva Iglesia convivían los defensores
de la imagen junto a sus detractores con predominio de la función funeraria.
la contaminación de lo pagano ejercía notable influjo como legado
neotestamentario con claros signos y símbolos visualizados en el Crismón,
la x, o la P, el alfa o la omega que indicaban principio y final, identificados
con Cristo y, posteriormente sustituidos por el J.H.S. El teatro de los misterios
incrementó la difusión devocional al movilizar al espectador hacia
el personaje neotestamentario de Verónica, encarnada en madera pasional
como se observa en diversas versiones escultóricas que tuvieron su origen
en los siglos xV y xVI. En ocasiones, abundaron los artífices en técnica mixta
con aportaciones pictórico-escultóricas al plasmar en piedra o madera
los distintos episodios del drama cristológico. El más antiguo es el Sacro
Monte de Varallo Sesia, dedicado a la Pasión de Cristo fundado por el padre
Bernardino Caimi hacia 1481, y compuesto de 45 capillas, en referencia a la
vida y pasión de Jesús. En la capilla 36 (1589) se localiza la subida al calvario
con la Verónica realizada en terracota policromada, obra del artista flamenco
Jean Wespin (1568-1615). dicho asunto pasional gozó de la colectiva
aceptación con ejemplos constatables a partir de los trípticos de la Pasión,
elaborados en los talleres de Brabante, e igualmente, de los escritos narrativos
patentes en los colosales retablos esculpidos en la fase tardogótica por
tierras castellanoleonesas 8 .
Tras el concilio tridentino estas representaciones constituyen una
reafirmación catequética y mediática para combatir las emergentes herejías
luteranas con la proliferación de dicho asunto temático difundido por
los mejores fresquistas y artistas de la gubia italianos. En planta basilical
se localiza la estatua marmórea, policromada en colosal tamaño sita en
una de las pilastras del transepto vaticano, en cuya base se advierte la inscripción:
“Sancta Verónica ierosolymitana”, con el símbolo heráldico de los
Barberini .
8 MArTíN GoNzálEz, Juan José, El Retablo Barroco en España, Edit. Alpuerto, Ma-
drid, 1993.
216 Verónica, mujer del pueblo