LLIBRE SETMANA SANTA 2011.pdf - Semana Santa Saguntina

SETMANA SANTA SAGUNTINA
en lo sucesivo, de imberbe a barbado, propio de la madurez humana como
encarnación de la omnipotencia y sapiencia, en acusado acercamiento al
realismo figurativo. En el s. V, se iniciaron las peregrinaciones y el retrato
como efigie fue representado en los recintos martiriales, puesto en contacto
con las reliquias, junto a la difusión de la imagen, a partir de los primeros
códices siríacos (Códice de rabbula, en el s. VI). El arte divulgó
su presencia como se aprecia en los muros musivarios de San Apolinar in
Clase y Nuevo ravenaicos, en los que se define retratado el rostro de dios
superpuesto al antiguo símbolo ya estereotipado en Capadocia a fines del s.
VI, en reclamado precedente del Cristo Majestad en la fase románica.
Bizancio transformó la imagen relicaria en iconográfica hasta culminar
en el Medievo con el Vía Crucis. El problema estribó en la controversia
iconoclasta centrada en la representación de lo divino, inscrito en la naturaleza
humana como perfecta imagen de dios (la Palabra hecha carne),
espíritu-materia. Este fue el debate centrado en el pensamiento de los Padres
durante el s. VI, precedente de la teología trinitaria con perspectiva
cris tológica, el Hijo como imagen consustancial al Padre. Según algunas
fuentes apócrifas, la reliquia auténtica habría llegado a roma en época de
Tiberio para ser custodiada en el templo de Santa María de los Mártires o,
en el Castillo de Sant’Angelo, previo su depósito en San Pedro del Vaticano.
ya se menciona su imagen en roma, en el libro Pontificals, en tiempo de
Esteban II (752-757), si bien, se trata del icono lateralense conservado actualmente
en la capilla del Santa Santorum, in laterano.
la primera noticia proveniente del culto a Verónica con presencia
del ceremonial papal fue motivada por Inocencio III, en Bula emitida el 3
de enero de 1208, con la organización de una procesión anual en el primer
domingo de la octava de la solemnidad, confirmada por Honorio III y por
Alejandro IV, el 1 de marzo de 1225, aunque abolida por Sixto IV, en 1471.
El jubileo de 1300, representó un nuevo hito para la reliquia al ordenar Bonifacio
VIII, fuera mostrada durante su fiesta solemne, siendo considerada
la primera de las expuestas en la basílica vaticana en tiempo de Juan xxII
(1316-1334). El prolongado proceso hacia la integración cultural de la imagen
llevó a incrementar su patrimonio iconográfico en beneficio del culto,
el mensaje y su difusión con la intromisión de un lenguaje especial relacionado
con los símbolos cósmicos y animales vegetales, en directa referencia
a las realidades ultraterrenas. Pronto el relato pasional se vinculó con la
Cruz, símbolo nuclear de Cristo y sus seguidores, en parangón al culto de
las reliquias y, a la visita a los Santos lugares desde época constantiniana,
212 Verónica, mujer del pueblo