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Matinals. Quaderns d'història local. Col·lecció: Núm - Malgrat de Mar

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Recuerdo sí que era un domingo <strong>de</strong> verano y Ia<br />

playa estaba llena <strong>de</strong> acuerdo con Ia población <strong>de</strong><br />

aquel entonces. Ese día fué para <strong>Malgrat</strong> señalado<br />

como un día trágico. Por Ia punta <strong>de</strong>l río Tor<strong>de</strong>ra apareció<br />

un submarino italiano a Ia espera <strong>de</strong> su presa. Tal<br />

como se presumía, así sucedió: a los pocos minutos por<br />

el Este <strong>de</strong>l Mediterráneo asomaba Ia mo<strong>de</strong>rna motonave<br />

“Ciudad <strong>de</strong> Barcelona’ y cuando se encontraba frente<br />

<strong>Malgrat</strong> Ia torpe<strong>de</strong>ó. Este barco iba cargado <strong>de</strong><br />

muchos voluntarios internacionales y bastante material<br />

<strong>de</strong> guerra. Aquí nuestro pueblo entró <strong>de</strong> lleno en el<br />

horror <strong>de</strong> Ias consecuencias <strong>de</strong> Ia guerra.<br />

La explosión <strong>de</strong>l torpedo que tocó el barco Io<br />

<strong>de</strong>jó herido <strong>de</strong> muerte. Momentáneamente el barco se<br />

aguantó, pero no tardó mucho tiempo en irse abajo. La<br />

playa ese domingo estaba concurrida <strong>de</strong> bañistas <strong>local</strong>es<br />

i estos se llevaron un gran susto al ver que el barco<br />

quedaba sentado <strong>de</strong> popa y solamente quedaba un poco <strong>de</strong> proa sin sumergir. Viajeros y marinos<br />

que les cogió un poco alejados <strong>de</strong> Ia explosión corrieron para Ia proa, que cada segundo se<br />

quedaba más reducida y abarrotada. Los que no dudaron en echarse al agua quizás fueron los<br />

que salvaron más Ia vida, pero los que esperaban a los acontecimientos verlos <strong>de</strong>sarrollar, estos<br />

Ia mayoría morirían ahogados por los remolinos <strong>de</strong>l propio barco al entrar en su tumba.<br />

Al cabo <strong>de</strong> unos días, no tardaron en venir los buzos para empezar a trabajar para rescatar<br />

el material. Explicaban que podían ver <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sus camarotes a muchos <strong>de</strong>ntro con cara<br />

<strong>de</strong> horror, Ia muerte les cogió sin po<strong>de</strong>r salir <strong>de</strong> aquel cementerio mediterráneo.<br />

Este barco venía cargado <strong>de</strong> material y ya en Lloret <strong>de</strong> <strong>Mar</strong> había escapado <strong>de</strong>l primer<br />

torpedo que le tiró el submarino. Venía un hidroavión custodiando al barco, pero éstos aviones<br />

no estaban preparados para luchar contra Ia profundidad <strong>de</strong>l mar y el submarino <strong>de</strong>sapareció y<br />

sumo una victoria <strong>de</strong> guerra.<br />

Des<strong>de</strong> Ia costa era horrible ver este espectáculo <strong>de</strong>l cual no estábamos acostumbrados<br />

y a partir <strong>de</strong> aquí Ia gente <strong>de</strong> <strong>Malgrat</strong> iría haciendo hábito a toda clase <strong>de</strong> sustos, porque los<br />

nacionales ya tenían una referencia para venir a hacernos alguna visita. Mucha gente quizás era<br />

Ia primera vez que entraban en contacto con el mar y Ia situación no era muy aceptable: fue su<br />

tumba <strong>de</strong> un domingo cualquiera y sin haber entrado en combate en cualquier frente.<br />

Des<strong>de</strong> luego, el pueblo y sus gentes ofrecieron un rápido salvamento a todos aquellos<br />

que rápidamente supieron apartarse <strong>de</strong> Ia motonave, ya que el mejor nadador en estas situaciones<br />

no <strong>de</strong>ja Ia piel.<br />

A partir <strong>de</strong> este momento Ia población empezó a <strong>de</strong>spertar <strong>de</strong>l letargo o <strong>de</strong>sencanto que<br />

Ia gente tenía en si mismo, Ia guerra estaba aquí, pues había que vivirla y hacer Io posible para<br />

que no fuera psíquicamente tan cruda.<br />

La guerra se iba recru<strong>de</strong>ciendo más y más, Ia población empezó a conocer el miedo<br />

junto con otras cosas que suce<strong>de</strong>rían a Io largo <strong>de</strong> tres años que duraría nuestra contienda entre<br />

españoles, exilio, campos <strong>de</strong> concentración, cárceles, familias divididas y un largo etcétera.<br />

Con el barco hundido ya teníamos un motivo para esperar sorpresas, como así pasó. De<br />

vez en cuando nos visitaban aviones italianos para darnos algún susto y alguna carrera que otra.<br />

La población empezó a aclimatarse a buscar refugio don<strong>de</strong> podía, contra ellos no se podía usar<br />

ninguna arma porque no Ia había.<br />

Quién podía evitar una situación molesta como aquella? Pues nadie, era tar<strong>de</strong> para todo<br />

comentario.<br />

64<br />

Ferran García a l’època en què va treballar per<br />

la RENFE<br />

Imatge facilitada per Albert Serrano

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