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Gabriel García Márquez Vivir para
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No tuvo que decirme cuál, ni dónd
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que mi madre y yo emprendimos a las
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Así se mantuvo hasta la medianoche
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Pero ella me esquivó con seriedad,
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flotaban como estrellas en el agua.
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descubriendo que éramos parientes
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—¡Qué lujo! ¡Todo el tren para
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Fue lo único original que dijo, pe
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- Page 37 and 38: —¡El toro, el toro! ¡Ya viene e
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- Page 47 and 48: También ella supo desde entonces q
- Page 49 and 50: autismales —conmovida por la abne
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- Page 53 and 54: Sus hijos mayores lo encontramos a
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- Page 57 and 58: común de casarse sin consultarlo c
- Page 59 and 60: las ventanas abiertas para que comp
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- Page 63 and 64: como ése me crearon en casa la mal
- Page 65 and 66: metros de altura y a ocho días de
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- Page 73 and 74: litigio judicial. Tenía una imagen
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- Page 79 and 80: hombre de una ternura exquisita en
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- Page 99 and 100: No nos tuteábamos, por la rara cos
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- Page 115 and 116: de caña. Pero había razones para
- Page 117 and 118: Había lleno hasta las banderas. A
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Nada más. Pues la primera imagen c
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omana afilada como un cuchillo. La
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Aquellos arranques tan espontáneos
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muchos años después con la Odisea
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La verdad, sin embargo, no la descu
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dimos cuenta de que eran artimañas
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Aracataca, y mi madre pensaba que n
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El 28 de mayo de 1935 vimos el petr
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Mis padres visitaban al principio a
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familia como una bendición del cie
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Toqué al portón de la casa, que t
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casa. Me hicieron vestir de blanco
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añada en lágrimas de risa. Sin em
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clara y relamida de los caribes ser
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Mi madre no pestañeó. «Tenía la
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grande». En los gastos de la mudan
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oposición cuando recité como agua
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Leía en las clases, con el libro a
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muy bella, rubia y de una espontane
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Se reposó en silencio, de medio la
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enderezar. Lo hice con tanto entusi
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de la adolescencia, pero habían ir
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Magdalena, estaba en su viaje de of
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ojos radiantes de su nueva juventud
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Es raro, pero la sola idea de no se
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—Alista tus vainas, que te vas pa
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maestría era tan vivido que no pod
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manatí que se había enredado en l
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cielo. El mundo se volvía tranquil
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4 Bogotá era entonces una ciudad r
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estrechó la mano con la misma ener
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peso del baúl, me deprimió el pat
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patio. Otros eran Jaime Bravo, Humb
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terminaba no sólo por creerlo, sin
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luego, pero sus casos clínicos me
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los que escapaban, y sus secretos s
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al final de la escalera en el segun
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Llegué a ser tan espontáneo, que
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fiesta sabatina fue que me inculcó
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media hora sin entender una palabra
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por el óxido de su poder absoluto,
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el orden. Pero el estado de sitio r
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por la censura del estado de sitio,
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montaraces. Tenía un aspecto duro
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nuestra madre soñó que su papá h
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En la primera semana tuve que escap
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No sé cómo supo mi madre del alte
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ese estado de derrota era propicio,
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políticas para que no lo reemplaza
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A mi madre no le fue fácil evitar
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fama de espía y delatora, pero ell
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policía famoso por su pulcritud, h
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Hoy me doy cuenta de que la novela
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corregido una vez más por mi cuent
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Mis gastos aumentaban tanto que res
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—De todo —le dije. Y entonces l
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Mi madre debió coronar aquella noc
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no me sirvió hasta el sexto. Sin e
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arriba abajo y un gruñido feroz:
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profesionales del país podían deb
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De todos modos me sentía tan inseg
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—En todo caso, ese cuento ya pert
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económica o en la página judicial
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conclusión fue una pregunta a sí
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A mis amigos de la primera época l
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La institución distintiva de Bogot
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Él siguió escrutándome con su mi
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cargos políticos o para fundar otr
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Cielo, y me propuse un cambio de fo
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Otro pariente casual, por parte de
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Jorge Soto del Corral, el maestro d
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Los cuentos de esa época, en el or
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con una ventana frente al mar. Nunc
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—Quienes crean que en este moment
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campaña de agitación que fue gana
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—¡Señora, por favor! Ella emiti
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empapaban sus pañuelos en el charc
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Plinio Apuleyo Mendoza, que había
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Sin darme tiempo para más, me orde
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La guarnición militar de Bogotá s
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conmigo en la pensión. Apenas cab
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Ella declaró que desde hacía unos
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Lo encontraron sentado a la cabecer
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ingeniero en retiro y millonario de
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que los dirigentes liberales en el
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Mientras aquellos dos amigos eran t
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En la tensa espera, varios condisc
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porque los tanques de gasolina del
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de un destino ajeno en aquellas sob
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vital de la ciudad donde se ventila
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sector colonial para descubrir con
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Aldous Huxley, que el miedo físico
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trataban a los agentes con familiar
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una o dos materias que todavía est
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cuyo cuerpo incorrupto está expues
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ciudad, que me comprometía como es
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una gracia del Niño Dios. Uno ente
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En realidad, yo había escrito disc
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El corazón me dio un vuelco, pensa
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todo en las tertulias de medianoche
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Aquel año conocí también a Ramir
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darles de comer de su mano. Su oso
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una nota entusiasta de Germán Varg
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la entrada, detrás de un escritori
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en llevarme a la suya para que cono
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—Ahí está. Parecía una evasiva
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arreras de principiante, y preferí
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había renunciado a la esclavitud d
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Eligió no nacieron otros fue graci
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Después de examinarlo, mi padre se
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muy sensible a la debilidad de una
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despertaba a cualquier hora de la n
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Regresé a Cartagena restaurado y a
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—¿Habrá derramamiento de sangre
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gobernador del departamento, un tí
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durante la noche, que arrastraban c
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mano izquierda en la ciudad desocup
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tiempo que seguía con el viejo pro
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leer en el momento justo, y los que
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Sólo Alfonso Fuenmayor supo dónde
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asesino bárbaro trató de agarrar
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medio de tantos, fue Dick Tracy. Y
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Barcelona de sus sueños. El único
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forcé a seguir escribiendo La hoja
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El juglar descendió feliz en Villa
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hacerme creer que no me tomaba en s
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—Sólo una cosa te suplico como m
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con el concurso de todos. No era un
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Sólo entonces reviví el incidente
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esponsabilidad política. A mi herm
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de las nueve de la noche. Una madru
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le parecía bien o mal, sino que me
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noticias en la hamaca del dormitori
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No creo que mi madurez política fu
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Pero estaba tan empantanado despué
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hasta poetas extraviados. Me parece
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también muy de ellos, para quienes
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pudiera llegar a ninguna parte. La
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público, donde había descubierto
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sorprendió, porque todo lo que enc
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salvo del telegrafista de Aracataca
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El respaldo nacional fue inmediato
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Es decir, era el nieto de Medardo P
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comprometió a cancelarme la deuda
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Ansioso de sacar algún provecho de
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de publicidad que me alcanzaron ade
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en la misma silla, con el mismo esc
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González, que además llevaba la s
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oficina». Así ingresé como redac
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Con semejante nómina la sala de re
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domingos. Me parece que Salgar me p
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Poco después se publicó la foto d
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quejaron de la dureza de nuestros c
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—¿Por qué no se va a Medellín
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tierra y rocas que se precipitaba s
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Fue una de las últimas veces que v
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olsos colgados por todo el cuerpo p
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país— y dos días después el ge
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Panamá. La amputación forzosa nos
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El único reposo que me permitía e
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había escrito en Barranquilla por
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pensaba más con el corazón. Entre
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Un viaje ocasional de Álvaro Ceped
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intentado varias incursiones noctur
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después, Marulanda consultado para
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—Hola, Gabriel, soy Gilberto Viei
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especiales para carreras productiva
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—¿Negro como su padre? —le pre
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Luis Alejandro Velasco, en efecto,
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otro naufragio en tierra firme. Es
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fuentes oficiales desde el primer d
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pensaba que Velasco era un infiltra
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fotos tomadas durante el viaje. Hab
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necesario y desde cualquier parte d
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paz y salvo con la oficina de impue
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encontrábamos por casualidad. Aqu