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Para comprender<br />

LA SOCIOLOGIA<br />

Juan González-Anleo<br />

111'11,<br />

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II' I<br />

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I<br />

EDITORIAL VERBO DIVINO<br />

Avda. de Pamplona, 41<br />

31200 ESTELLA (Navarra) - España<br />

1991<br />

)<br />

!


Cubierta y dibujos: Mariano Sinués.<br />

© Juan González-Anleo - © Editorial Verbo Divino, 1991 . Es propiedad. Printed in<br />

Spain . Fotocomposición: Cometip, S. L., Plaza de los Fueros, 4. 31010 Barañain<br />

(Navarra) . Impresión: Gráficas Lizarra, S. L., Ctra. de Tafalla, km. 1. 31200 Estella<br />

(Navarra) . Depósito Legal: NA. 1.238-1990.<br />

ISBN 84 7151 700 O


Presentación<br />

«Para comprender la sociología» tiene una estructura muy sencilla, como<br />

sencilla pretende ser la exposición de temas, en el marco del rigor científico que<br />

el carácter de esta colección aconseja.<br />

En la I parte se estudia el carácter específico de la sociología: su servicio al<br />

hombre y a la sociedad de hoy, su objeto y la perspectiva que adoptan los<br />

sociólogos para investigarlo, y la definición de esta ciencia social.<br />

En la 11 parte se realiza un recorrido histórico de la sociología, desde su<br />

nacimiento, tratado con estudiada prolijidad por lo que tiene de revelador del<br />

por qué y para qué del nuevo saber, hasta las tendencias actuales de los<br />

trabajos sociológicos, lo que hacen hoy los sociólogos, completando el recorrido<br />

con la exposición sucinta, ordenada cronológicamente, de la aportación de los<br />

cien sociólogos más conocidos dentro y fuera del coto abierto de la sociología.<br />

En la III parte se analiza temáticamente la dimensión comunitaria de la vida<br />

social: los grupos y comunidades, primera experiencia del hombre, el status,<br />

que sitúa al actor social en una trama ordenada de relaciones sociales, las<br />

clases sociales, y las instituciones y organizaciones.<br />

La IV parte estudia la dimensión cultural de la vida social, la sutil y poderosa<br />

red de normas, valores, intereses y creencias que mantiene la cohesión entre los<br />

actores sociales y tensa su esfuerzo solidario, o, por el contrario, genera divisiones<br />

y parálisis en el cuerpo social; aparecen en esta IV parte las normas, roles y<br />

valores, la cultura que los integra y les da coherencia, y el proceso de socialización<br />

por el que los hombres nos enriquecemos con ese patrimonio cultural y nos<br />

transformamos dinámicamente en personas sociales.<br />

La V parte aborda el tema de la dimensión dinámica de la sociedad, el juego<br />

de fuerzas y factores que explican los cambios mayores y menores de las<br />

sociedades, debidos con frecuencia a los conflictos de ideas, valores, intereses y<br />

grupos que el cuerpo social genera naturalmente en sus procesos y en sus<br />

relaciones con el entorno; una atención especial recibe el proceso de modernización<br />

y desarrollo, suma y compendio de múltiples cambios y transformaciones.<br />

La VI parte se abre al horizonte del futuro del hombre y las utopías de los<br />

hombres, horizonte que tantos sociólogos han avizorado en dinámica espera de<br />

la plena realización del ser humano.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 5


La III YIV partes van precedidas de un paisaje -el paisaje negro de la fábrica<br />

y el paisaje gris de la masa y de los medios de comunicación de masas-,<br />

siguiendo la brillante intuición de Nisbet a propósito de la extraordinaria<br />

pericia de los grandes sociólogos del siglo XIX, Tocqueville, Marx, Weber...,<br />

para dibujar con trazos de maestro espléndidos paisajes y retratos sociales, no<br />

menos fascinantes que los de poetas, novelistas y pintores de la época. La V<br />

parte reclamaba, por su naturaleza dinámica, un movimiento musical; el declive<br />

de lo sagrado, en el que tantos otros cambios sociales confluyen, me ha<br />

parecido el más acorde, y la «muerte de los dioses», de la que habló Max Weber,<br />

sugería un adagio.<br />

En las tres partes centrales de «Para comprender la sociología», los capítulos<br />

son en realidad claves interpretativas del problema contenido, de una forma<br />

más descriptiva, en los dos paisajes y en el adagio.<br />

En la VI parte, el paisaje y el movimiento somos los hombres de hoy.<br />

Todos los temas van seguidos de un material para la reflexión o el recreo y<br />

divertimiento del lector, y de una breve lista de lecturas recomendadas.<br />

6 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


I<br />

EL CARACTER PROPIO<br />

DE LA SOCIOLOGIA


fácilmente. Una parte considerable de la cultura del<br />

hombre de la calle está entretejida de estereotipos y<br />

clisés, si no de prejuicios.<br />

La sociología contribuye a «pinchar globos», como<br />

proponía Ortega y Gasset, en ese acervo de saberes<br />

e ideas que llamamos, complacientemente, el<br />

«sentido común» de la buena gente. La mirada cínica<br />

que se desarrolla a través del saber sociológico<br />

nos permite -como al niño inocente de la vieja<br />

leyenda- ver que «el rey está desnudo», descubrir<br />

las funciones reales pero subterráneas, latentes, de<br />

las instituciones que nos son más familiares, sagradas<br />

incluso, perforar las declaraciones y grandes<br />

palabras de


poco a una educación básica ypreparatoria de la otra educación,<br />

la que ha de durar toda la vida (Dumazedier. ..).<br />

- El fin de la escuela clásica, en cuanto el sistema tradicional<br />

de enseñanza se transformará en una red muy complicada de<br />

instituciones de tratamiento, transmisión y creación de información<br />

culturalmente valiosa.<br />

- La educación no será el resultado de una acción interpersonal<br />

del aprendizaje, sino que pasará a figurar como una transmisión<br />

múltiple de conocimientos y experiencias entre muy distintas<br />

clases de personas. Se tecnificará la operación de aprender.<br />

- Se podrá incrementar la capacidad de aprendizaje de los<br />

niños, factor que hasta ahora ha sido prácticamente constante,<br />

mediante la posible manipulación del cociente intelectual.<br />

- Sobrevendrá una época (educativa) de tensiones y conflictos,<br />

ya que éstos se trasladarán del mundo de las relaciones de<br />

producción al ámbito, bastante más complicado, de las relaciones<br />

de transmisión de conocimientos y de creación científica e<br />

intelectual.<br />

Amando de Miguel, 1971.<br />

¿Predicción científica, deseo bienintencionado o<br />

utopía?<br />

La cuarta razón interesa especialmente a los políticos,<br />

aunque no solamente a ellos. El sociólogo es,<br />

idealmente, un hombre capacitado para asesorar e<br />

intervenir en un plan de reformas sensatas, duraderas<br />

y con un coste -económico, social y moralmínimo.<br />

Esta capacitación se adquiere mediante la<br />

comprensión de la estructura y el funcionamiento<br />

de los sistemas sociales y de los mecanismos, procesos<br />

y juego de factores que intervienen en la aparición<br />

de los problemas sociales. Palestina, se ha dicho<br />

con fundamento, es probablemente el país más<br />

investigado del mundo, si se tiene en cuenta su<br />

tamaño. En la época de la preguerra, los sociólogos<br />

asesoraron en la configuración de la incipiente comunidad<br />

judía con planes científicamente diseñados<br />

sobre el establecimiento de los kibbutz, la absorción<br />

de emigrantes y el desarrollo de pueblos y<br />

ciudades.<br />

Esta capacitación se extiende también al tipo de<br />

medidas (legales, técnicas, de tipo simbólico, de<br />

creación de expectativas...) que parecen adecuadas<br />

para la solución de determinados problemas sociales,<br />

como la marginación de los inmigrantes, la<br />

discriminación de la mujer, drogadicción, etc.<br />

La quinta y última razón: por obvia, no exige<br />

gran desarrollo, y se halla implicada en las cuatro<br />

razones anteriores.<br />

La sociología, y específicamente el estudio de la<br />

sociología, sirve para crear un nuevo grupo profesional:<br />

los sociólogos. ¿Y qué hacen los sociólogos?<br />

Trabajar en la Administración, en la empresa privada<br />

y en despachos particulares en mil formas y<br />

maneras.<br />

A propósito de la carrera de sociología, un folleto<br />

de la Asociación Americana de Sociología describía<br />

hace unos años su trabajo y su aportación a la<br />

sociedad:<br />

- Los sociólogos pueden estudiar individuos, familias<br />

o comunidades a fin de descubrir las causas<br />

de los problemas sociales, tales como el crimen, la<br />

delincuencia juvenil, el alcoholismo, la pobreza y la<br />

marginación, las pautas normales de las relaciones<br />

familiares, o las diferentes pautas de convivencia en<br />

pueblos y ciudades.<br />

- Pueden recoger y analizar datos de fuentes<br />

estadísticas oficiales para mostrar las tendencias de<br />

la población, incluyendo el sexo, edad, raza y otras<br />

características demográficas, y la amplitud de los<br />

movimientos de población entre áreas urbanas, suburbanas<br />

y rurales.<br />

- Otros sociólogos se especializan en la realización<br />

de encuestas, bien para incrementar el saber<br />

sociológico, bien para aplicar los conocimientos obtenidos<br />

a otros terrenos, como la opinión pública, el<br />

marketing y la publicidad.<br />

- Otros se especializan en el uso de los medios<br />

de comunicación de masas.<br />

- Los sociólogos son a veces administradores,<br />

asesorando proyectos de investigación o la gestión<br />

de agencias sociales, tales como consultorios familiares.<br />

- Otros sociólogos actúan como consultores en<br />

relación con diversos problemas como la adminis-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 11


12 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


tración de hospitales para enfermos mentales, la<br />

rehabilitación de jóvenes delincuentes o el desarrollo<br />

de campañas de publicidad para promover el<br />

interés del público en diversos productos o servicios.<br />

- Dado que se enseña sociología en la mayor<br />

parte de las instituciones de enseñanza superior, se<br />

pueden encontrar sociólogos en casi todos los cuerpos<br />

de docentes de tales instituciones.<br />

2. La «ingeniería social»<br />

En las ciencias sociales, incluida la sociología, se<br />

abre una brecha entre los técnicos y los utópicos<br />

(Peter Berger). Aquéllos son mayoría en el país donde<br />

la sociología florece hoy con mayor vigor. Nos<br />

interesa ahora la figura de los técnicos.<br />

Los técnicos describen pedantemente la realidad<br />

social existente, rehúsan implicarse personalmente<br />

en cualquier proyecto para transformar esa<br />

realidad, y se revelan decididamente alérgicos a<br />

emprender cualquier esfuerzo por deducir las consecuencias<br />

prácticas y las implicaciones morales de<br />

los análisis sociológicos que realizan.<br />

Precisa Peter Berger: esta postura sería aceptable<br />

si procediera de la noble preocupación de Max<br />

Weber por distinguir en el terreno práctico entre el<br />

análisis científico, libre de valores, y el compromiso<br />

político, cargado de instancias y pulsiones ideológicas.<br />

Lo inaceptable es que la mayoría de los científicos<br />

sociales manifiestan tener poco o ningún interés<br />

moral y, desde luego, escaso compromiso político<br />

con la sociedad en la que trabajan. Sólo buscan<br />

perfeccionar sus técnicas y sus teorías.<br />

El utópico se distingue por su afición a concebir<br />

visiones esplendorosas de una sociedad mejor. Pero,<br />

en general, sus recetas para alcanzar la deseada<br />

utopía son absolutamente inverosímiles y basadas<br />

en análisis que distan mucho de ser rigurosos.<br />

Otro defecto común a los utópicos: su actitud<br />

crítica suele limitarse al ataque contra sus adversarios<br />

ideológicos, y jamás a sus propias construcciones.<br />

Suele florecer esta fauna entre sociólogos preocupados<br />

por el estudio de las realidades socioeconómicas:<br />

capitalismo, mercado, sociedad de consumo,<br />

trabajo, industrialismo, etc. Sus explicaciones antieconómicas<br />

de la realidad les resultan absolutamente<br />

aceptables con tal que encajen adecuadamente<br />

con sus predisposiciones ideológicas.<br />

Un tercer grupo de sociólogos se congregan bajo<br />

la etiqueta de la ingeniería social. Sus funciones son<br />

las de investigar, planificar y asesorar sobre problemas<br />

de muy diversa índole: relaciones humanas,<br />

clima laboral, discriminación de grupos minoritarios;<br />

yen ámbitos muy diferentes: los hospitales, el<br />

ejército, la publicidad, un Ministerio, la Iglesia, las<br />

grandes empresas... Son los «sociólogos de plantilla»,<br />

los especialistas en sociología urbana, sociología<br />

de la familia, sociología de las organizaciones y<br />

similares.<br />

Estos «sociólogos de plantilla» son científicos<br />

aplicados, aunque la sociología, «stricto sensu», sea<br />

una ciencia pura, como lo es la química comparada<br />

con la farmacia.<br />

Los ingenieros sociales se especializan en formular<br />

diagnósticos. En el mundo de la empresa y en<br />

general de la sociología de las organizaciones ha<br />

conocido un gran desarrollo la figura del consultor<br />

que se especializa en diagnósticos organizacionales,<br />

realizados a petición de un cliente, y en estrecho<br />

contacto -feed back- con él.<br />

El diagnóstico organizacional difiere sustancialmente<br />

de la investigación académica, pura, en que<br />

el diagnóstico pone todo el acento en la obtención<br />

de resultados inmediatamente útiles para los<br />

miembros de la organización. Los estudios de diagnóstico<br />

parten casi siempre de un problema o de<br />

una situación y buscan sus causas inmediatas, a fin<br />

de inducir cambios que pueden ser implantados<br />

rápidamente.<br />

Los consultores pretenden además con sus encuestas<br />

y otros métodos de recogida de datos, a<br />

menudo algo «impresionistas», estimular a los<br />

miembros de la organización a implicarse ellos<br />

mismos en el estudio.<br />

Finalmente, no disfrutan de la libertad del «sociólogo<br />

puro», sino que a menudo se ven impedidos<br />

de mantenerse neutrales sobre el impacto de sus<br />

hallazgos en la organización o en el campo de estudios<br />

de que se trate, en relación con las necesidades<br />

y los problemas de sus miembros.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 13


La ingeniería social guarda un parentesco muy<br />

estrecho con la llamada «intervención sociológica»,<br />

noción elaborada originalmente por los psicosociólagos<br />

en el contexto de la action research, la investigación<br />

activa, defendida por Kurt Lewin.<br />

Lo esencial de la intervención activa consiste en<br />

que en cada una de sus etapas el sociólogo comunica<br />

a la colectividad un diagnóstico que se va elaborando<br />

progresivamente.<br />

Esta comunicación suele crear una situación<br />

nueva que sirve de reactivación de la colectividad y<br />

comienza a modificar las interacciones entre los<br />

miembros. Todo el proceso está basado en la técnica<br />

del feed back.<br />

EL PROYECTO «CAMELOT»<br />

En 1965, un proyecto de investigación patrocinado por<br />

el ejército de los Estados Unidos provocó una protesta en<br />

Chile, en otros países hispanoamericanos y en determinados<br />

círculos de los EE.UU. El proyecto fue cancelado y no<br />

pasó de una fase preliminar.<br />

El objetivo era: estudiar las precondiciones de los conflictos<br />

internos, y los efectos de actuaciones de los gobiernos<br />

implicados para suavizarlos, exacerbarlos o resolverlos.<br />

La finalidad: encontrar métodos para predecir e influir<br />

en el cambio social y en el potencial bélico interno.<br />

El Proyecto Camelot pretendía, en otras palabras, estudiar,<br />

desde la perspectiva de las ciencias sociales, las condiciones<br />

conducentes a una insurrección armada en los<br />

países en vías de desarrol1o y las formas como los Estados<br />

Unidos podían ayudar a países amigos a eliminar las causas<br />

de tales insurrecciones o a enfrentarse con éstas si<br />

tenían lugar. Hubo filtraciones justo en el momento en<br />

que los norteamericanos intervenían en la República Dominicana,<br />

yen Chile la investigación fue lógicamente relacionada<br />

con la política USA de oposición a todo movimiento<br />

revolucionario en Hispanoamérica.<br />

En la ingeniería social y en la intervención sociológica,<br />

pero especialmente en la primera, se presentan<br />

frecuentemente problemas éticos y de concien-<br />

14 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

cia. Los libros de texto americanos suelen citar el<br />

caso del sociólogo contratado por una organización<br />

de la mafia para averiguar el perfil sociológico de<br />

los jugadores y no jugadores con el propósito de<br />

diseñar fórmulas eficaces para estimular a los primeros<br />

y atraer a los segundos.<br />

Puede tratarse de un caso límite. En general, la<br />

gente no espera actitudes neutras del sociólogo contratado<br />

por una consultora o por un partido político,<br />

y por el contrario se la exige al profesor de<br />

universidad, al que no le perdona la falta de rigor<br />

científico, de exactitud y de objetividad.<br />

El técnico, suele admitirse, debe obedecer las<br />

órdenes de su jefe y debe satisfacer las expectativas<br />

de sus clientes, dentro de ciertos límites de moralidad<br />

y de honradez. Como toda persona y todo profesional<br />

que se estime a sí mismo.<br />

3. La sociología como brujería<br />

y panacea<br />

En 1972, Stanislav Andreski escribió un breve<br />

ensayo que conoció un éxito inmediato: Las ciencias<br />

sociales como brujería.<br />

En su trabajo, Andreski intentaba responder a<br />

una cuestión siempre actual: ¿por qué, si la finalidad<br />

de las ciencias sociales es dar luz a los hombres<br />

sobre sus problemas y sobre sí mismos, tantos «sabihondos»<br />

consagrados a esas ciencias se complacen<br />

en escribir en una prosa ininteligible, en cultivar<br />

la oscuridad, quizá como refugio de su propia<br />

mediocridad, y en disimular la falta de originalidad<br />

como si se tratara de auténtica profundidad de pensamiento?<br />

Otra especie de brujería sociológica consiste en<br />

la creencia popular -estimulada a veces por los<br />

propios sociólogos- de que la sociología es la panacea<br />

de todos los problemas sociales. Diversos estereotipos<br />

se encuentran en la base de esta creencia:<br />

1. «Todo problema social tiene solución». Se<br />

trata de un principio metódico de los


que renunciar, por doloroso que sea, al mito del<br />

«hombre nuevo», tan querido por algunos ideólogos<br />

y políticos: el hombre que actuaría siempre por<br />

motivos altruistas y hasta el límite máximo de sus<br />

fuerzas. Y hay que reconocer, finalmente, que la'<br />

inmensa mayoría de las instituciones religiosas, políticas,<br />

educativas o sindicales, se enfrentan con el<br />

problema sempiterno de que las funciones latentes,<br />

a veces poco nobles e incluso vergonzosas, tienden<br />

con frecuencia a desplazar las funciones manifiestas<br />

y más altruistas.<br />

Muchos de los problemas sociales hoy aparentemente<br />

sin solución «deben» esperar, ser aparcados,<br />

hasta que los científicos sociales encuentren la fórmula<br />

«milagrosa». Nos recuerda el profesor norteamericano<br />

Merton:<br />

- Entre la física y la sociología se «alzan millones<br />

de horas-hombres de investigación constante,<br />

disciplinada y acumulativa».<br />

- Tal vez la sociología no esté preparada para<br />

tener su Einstein, ya que aún no ha tenido su Newton.<br />

- El sociólogo no puede solucionar problemas<br />

como la guerra, la discriminación y la inseguridad<br />

psicológica de la gente, como el médico no podía<br />

resolver la trombosis coronaria en 1600, o en 1800,<br />

oen 1900.<br />

2. Las medidas o reformas elaboradas por los<br />

sociólogos (o por los políticos, los urbanistas o los<br />

moralistas) van a sanear el cuerpo social, elevar la<br />

calidad de vida o erradicar las deficiencias del sistema.<br />

Este estereotipo y presunción arranca de un<br />

punto de partida erróneo: que el hombre es puro<br />

producto de su entorno y no tiene responsabilidad<br />

de sus propios actos y de la «fealdad», «inmoralidad»<br />

o «desbarajuste» de sus propias creaciones: el<br />

tráfico urbano, la droga, las bolsas de pobreza y el<br />

paro... Se presume la «inocencia individual» y la<br />

culpabilidad automática de las instituciones y de<br />

las estructuras y sistemas.<br />

Late en esta suposición el retorno al «hombre<br />

ingenuo» de la Ilustración, pervertido por las instituciones.<br />

Algunas sociedades se han aplicado a sí<br />

mismas un auténtico psicoanálisis colectivo, con<br />

recetas encontradas o deducidas de la sociología y<br />

la psicología, y han pronunciado un diagnóstico<br />

simplista: «La culpa es de las estructuras y del<br />

sistema; reformémoslos o cambiémoslos, y desaparecerán<br />

todos nuestros problemas».<br />

La sociología no es brujería ni panacea universal<br />

de los desórdenes sociales, pero su aportación a la<br />

sanación y vivificación del cuerpo social es indiscutible.<br />

')' La sociología, en primer lugar, contribuye a nuestra<br />

comprensión de los problemas planteados u originados<br />

por los cambios y los conflictos sociales. En<br />

especial, las transformaciones experimentadas por<br />

las instituciones tradicionales: la familia, el matrimonio,<br />

el trabajo, la religión...<br />

Esta confianza en la sociología hinca sus raíces<br />

en el potencial reformador que los «padres fundadores»<br />

le asignaron en sus orígenes, y ha calado en<br />

muchos grupos sociales. Cuenta Adolfo Posada que<br />

en un mitin obrero en Oviedo el orador de turno<br />

acabó sus prédicas colocando sus esperanzas de redención<br />

en «el esfuerzo, la unión y la sociología»...<br />

La sociología, en segundo lugar, puede contribuir<br />

muy en especial a una mejora general de las relaciones<br />

sociales, viciadas por prejuicios, incomprensiones<br />

y tabús heredados del pasado.<br />

En este sentido, su aportación fundamental es<br />

llevar al hombre a la persuasión de que la personalidad<br />

humana no es un milagro paterno-genético,<br />

sino una creación social. Y al descubrirnos las formas<br />

de mecanismos y las limitaciones de esta creación<br />

que es nuestro «yo» social, nos pone en condiciones<br />

de basar la convivencia con los otros actores<br />

sociales sobre bases más sólidas, en cuanto despojadas<br />

de los residuos y sedimentos que ha ido<br />

depositando en nuestro «yo» nuestra pertenencia a<br />

grupos sociales, contextos, convencionalismos e<br />

instituciones.<br />

Otra aportación interesante de la sociología a<br />

una mayor densidad y riqueza de nuestras relaciones<br />

es la depuración que opera en nuestra comprensión<br />

del mundo social, eliminando o suavizando<br />

mitos y estereotipos.<br />

En efecto, el hombre común se encuentra frecuentemente<br />

encerrado en una ciudadela de mitos y<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 15


estereotipos: sobre las causas de la criminalidad,<br />

sobre la presunta inferioridad de algunas minorías<br />

étnicas o sociales, sobre el sentido de las desviaciones<br />

sociales, sobre la aparente omnipotencia de los<br />

medios de comunicación de masas, sobre el peso de<br />

la herencia en el comportamiento, sobre la llamada<br />

«alma nacional»...<br />

En su trabajo sobre el Rompecabezas Nacional,<br />

el sociólogo Amando de Miguel recuerda una lista<br />

de los mitos de los hispanistas y de los mismos<br />

españoles sobre el «carácter» nacional:<br />

- el primero y fundamental: hay un «carácter<br />

nacional» que configura los comportamientos y actitudes<br />

de los españoles;<br />

- el desprecio de lo material;<br />

- la llaneza de trato, síntoma de un supuesto<br />

culto a las formas democráticas entre nosotros;<br />

- la gracia, encanto y cordialidad que presidirían<br />

nuestras relaciones;<br />

- la modorra y pereza del ritmo vital español,<br />

en contraste con el talante calvinista de otros pueblos;<br />

- la visión de una España trágica, violenta, entregada<br />

al culto de la muerte. (Afirma nuestro autor<br />

que en España se producen menos suicidios y menos<br />

muertes violentas que en la mayoría de los<br />

países de nuestro entorno).<br />

La sociología ha tomado el relevo de otras disciplinas<br />

-la moral especialmente- en la tarea de descubrir<br />

las raíces y los factores de la felicidad humana.<br />

En esta línea han sido reveladores los estudios<br />

de Burgess y Cottrel sobre la felicidad humana, y<br />

los de Bradburn y Caplowitz sobre el mismo problema.<br />

El estudio de la sociología, sobre todo cuando<br />

ésta se orienta hacia una perspectiva comparada,<br />

libera a la mente humana de parroquialismos y<br />

estrecheces intelectuales, procedentes con frecuencia<br />

de la misma educación. Esta liberación se opera<br />

mediante una intensa proyección de luz sobre el<br />

etnocentrismo que aqueja a todos los países y en<br />

especial a sus sistemas educativos.<br />

La preocupación de la UNESCO por la tendenciosidad<br />

que trasparece en buena parte de los manua-<br />

16 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

les y textos de historia cuando se presenta la historia<br />

propia en sus relaciones con las de los países<br />

vecinos, confirma la necesidad de que las diversas<br />

disciplinas converjan en sus esfuerzos para desmontar<br />

estos sesgos nocivos para la concordia internacional.<br />

La sociología puede actuar aquí de fermento<br />

de tales esfuerzos.<br />

Algunos pensadores piensan que la sociología es<br />

una forma especial de conciencia que facilita contemplar<br />

la sociedad a través del llamado orden social,<br />

que a menudo actúa de fachada y de máscara<br />

de la realidad, mucho menos halagüeña. De ahí el<br />

escaso favor de que goza esta disciplina en los países<br />

totalitarios.<br />

Utiliza para cumplir esta tarea cuatro procedimientos:<br />

- la tendencia sociológica a desenmascarar motivos,<br />

a mirar por detrás de los bastidores y descubrir<br />

las funciones manifiestas y latentes de los actos<br />

sociales;<br />

- el afán de irrespetuosidad, es decir, la preocupación<br />

con los «bajos fondos» de la vida social;<br />

- la idea de relativismo, la noción de que las<br />

creencias morales, políticas y filosóficas son variadas,<br />

de que no existe una única verdad, de que<br />

existe una polícroma variedad de formas de vivir,<br />

de trabajar y de ser;<br />

- la orientación cosmopolita, es decir, el esmero<br />

por evitar el parroquialismo que inhibe una apreciación<br />

objetiva de actores y acciones sociales.<br />

En tercer lugar, la sociología arroja una luz nueva<br />

sobre los problemas sociales. Ante un problema<br />

social que revela un desorden o una situación de<br />

explotación, por ejemplo, caben varios enfoques:<br />

- El de la religión, que presenta códigos y principios<br />

de valoración fundamentados por lo general en<br />

una revelación o expresión de la voluntad divina, y<br />

desde esta plataforma religioso-normativa tiende a<br />

percibir los males sociales como manifestaciones de<br />

un mal original y como violaciones del orden impuesto<br />

por Dios.<br />

La religión propone como solución una «conversión»<br />

espiritual y social, una expiación de las faltas<br />

personales y, más recientemente, un desenmascara-


miento de los «pecados estructurales» -económicos<br />

o políticos, habitualmente-, y su eliminación institucional<br />

desde un consenso lúcido de las fuerzas<br />

sociales.<br />

- El del derecho, que concibe los problemas sociales<br />

como una violación del techo normativo, exige<br />

la restitución del orden social quebrantado y la<br />

represión de los comportamientos individuales o<br />

sociales correspondientes.<br />

- Los medios de comunicación de masas, que<br />

dramatizan los problemas sociales, y se dedican<br />

-en el mejor de los casos- a alertar la conciencia<br />

pública o política para la aplicación de los remedios<br />

adecuados. En más de un caso, atizan sentimientos<br />

de simpatía y compasión hacia las víctimas,<br />

y odio e indignación contra los causantes.<br />

Frente a estos enfoques, el de la sociología se<br />

caracteriza por la voluntad científica de descubrir<br />

los factores o las causas estructurales y culturales<br />

de estos problemas que dañan al cuerpo social, y<br />

definir el contexto social en el que se originan y<br />

proliferan. Un rasgo específico del enfoque sociológico,<br />

y absolutamente ignorado por otros, es el de<br />

I escudriñar las relaciones entre los problemas sociales<br />

y las zonas «sanas» del comportamiento humano,<br />

y la avidez por hallar soluciones y medidas<br />

correctoras. Pero el talante sociológico va más lejos,<br />

tiene más ambiciones. Lo que realmente le interesa,<br />

en el fondo de todo problema social, es:<br />

- La interacción social; el impacto de la estructura<br />

social; la influencia del cambio social en aquél<br />

implicados.<br />

El sociólogo investigaría incluso esto en una sociedad<br />

utópica milagrosamente preservada del<br />

mal, en el mismo paraíso terrenal o celestial. Es su<br />

«demonio particular».<br />

- Franquear los límites de su investigación sobre<br />

un problema social concreto para acabar formulando<br />

análisis teóricos sobre el orden social, la interacción<br />

social, las normas sociales y la organización y<br />

desorganización sociales. Así lo hicieron dos investigadores<br />

excepcionales como fueron Durkheim en<br />

Francia con su estudio sobre el suicidio, y Thomas y<br />

Znaniecki en su obra clásica sobre el campesino<br />

polaco.<br />

- Ser fiel a la herencia de los fundadores de la<br />

sociología. Comte, Marx, ... construían su sociología<br />

con una mano y luchaban por un mundo mejor con<br />

la otra. Más aún: creían que confeccionando buen<br />

material sociológico contribuían a la reforma social.<br />

La identificación de la sociología con la reforma<br />

social asusta a muchos que prefieren una postura<br />

menos comprometida y más desinteresada, pero al<br />

mismo tiempo la concepción estrictamente positivista<br />

de la sociología desanima a más de un estudiante<br />

que acude a las clases de sociología buscando una<br />

disciplina absolutamente científica y comprometida<br />

con el perfeccionamiento de la sociedad, propósitos<br />

ambos que esta disciplina puede perfectamente<br />

conseguir.<br />

4. Las funciones de la sociología 'x/<br />

Entre las funciones más frecuentemente atribuidas<br />

a la sociología deben destacarse estas cuatro: la<br />

función positivista, la de fundamentar o clarificar<br />

la realidad social, la función crítica, y la «sociología<br />

. de la sociología».<br />

- Desde el primer momento, la sociología tuvo<br />

una función positivista, es decir, la de comprender y<br />

explicar la sociedad entendida como naturaleza.<br />

Esta concepción de la sociología, definida por<br />

Comte como ciencia social natural, estaba modulada<br />

por la idea de progreso, y nutrida interiormente<br />

por la convicción de que en los siglos sucesivos<br />

excluiría la arbitrariedad en la convivencia entre<br />

los hombres, ya definitivamente «ilustrados» por la<br />

fuerza educadora de esta nueva ciencia, imaginada<br />

como la coronación de todo el edificio científico.<br />

La escuela fundada por Durkheim y de la que<br />

formaron parte pensadores de la talla de Mauss,<br />

Halbwachs y Gurvitch, insiste en esta pretensión<br />

comtiana: la sociedad es una realidad autónoma, el<br />

«fenómeno social total» (Gurvitch), que no puede<br />

ser reducida a factores fisiológicos, psicológicos o<br />

biológicos.<br />

La función de la sociología es indagar la estructura<br />

y el funcionamiento de este fenómeno total, y<br />

analizar sociológicamente los aspectos normativos<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 17


de la acción social, es decir, el tejido de usos, pautas<br />

y «vigencias colectivas» (Ortega) que explican el<br />

ordenamiento de los comportamientos humanos.<br />

Posteriormente, Max Weber y la escuela weberiana,<br />

con su distinción entre las realidades sociales<br />

empíricamente certificadas y su valoración (los juicios<br />

de valor), contribuyeron a esclarecer el problema<br />

de los condicionamientos sociales y políticos de<br />

la libertad de los juicios de valor.<br />

- Ya más cerca de nuestros tiempos, y basándose<br />

en la obra genial de George H. Mead, pensadores<br />

contemporáneos como Berger, Luckmann y Gofmann,<br />

dieron un paso adelante y asignaron a la<br />

sociología una función de fundamentación de la realidad<br />

social.<br />

El saber sociológico, orientado desde una perspectiva<br />

empírico-fenomenológica, se ocupa de determinar<br />

el sentido de las acciones sociales como<br />

trama de la realidad social. Esta realidad no es<br />

admisible como algo establecido y objetivo de una<br />

vez por todas, sino que es tarea de la sociología<br />

determinarla en cada momento investigando las<br />

experiencias subjetivas de los actores sociales.<br />

El punto de partida de esta escuela es complejo.<br />

Le proporcionaron intuiciones y herramientas la<br />

fenomenología, el interaccionismo, la etnometodología<br />

y la sociolingüística. El centro de interés de la<br />

sociología así instrumentada es el formular descriptivamente<br />

las interacciones, comunicaciones y<br />

conducta concreta de los individuos y de los grupos<br />

en situaciones sociales concretas, explicar el sentido<br />

y la importancia de las acciones sociales y las<br />

reglas fundamentales que determinan la vida cotidiana.<br />

- Las tendencias actuales, coexistentes con la<br />

corriente interaccionista descrita, se orientan a poner<br />

de relieve la función crítica de la sociología. El<br />

impulso lejano viene de Marx, preocupado por la<br />

dinámica social, es decir, por la transferencia del<br />

saber sociológico a la realidad social a través de<br />

procesos reformadores y revolucionarios.<br />

En su Sociedad activa, Amitai Etzioni dedicó sus<br />

investigaciones a mostrar el camino social activo<br />

por el que los miembros de la sociedad, animados<br />

por una conciencia crítica, van adaptando la realidad<br />

social global a las nuevas exigencias y condicio-<br />

18 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

nes. En los trabajos de Etzioni cobran una relevancia<br />

destacada los conceptos de poder, información y<br />

consenso.<br />

Representantes de un positivismo más acentuadamente<br />

crítico -Lockwood, Dahrendorf...- conciben<br />

la sociología como el examen y discusión de los<br />

asertos sociológicos con la ayuda de argumentos<br />

racionales, a fin de establecer una relación concreta<br />

del saber sociológico con la realidad social. La meta<br />

de este examen crítico es transformar el conocimiento<br />

proporcionado por las ciencias sociales en<br />

una vigorosa política social.<br />

Dentro de esta corriente crítica brilla con luz<br />

propia la Escuela de Frankfurt, que, con palabras<br />

de uno de sus representantes, Habermas, identifica<br />

la crítica con «un genuino interés en una sociedad<br />

libre por un Estado justo y por el desarrollo integral<br />

del hombre».<br />

En el país del positivismo sociológico, Estados<br />

Unidos, Wright MilIs, alzándose contra el «imperialismo»<br />

de las «grandes teorías» de Talcott Parsons,<br />

vacías e inútiles, a su juicio, y contra los planteamientos<br />

cuantitativos y matemáticos de Lazarsfeld,<br />

representa la versión americana de esta crítica humanista.<br />

La función crítica de la sociología, en sus formulaciones<br />

más exageradas, arranca de un principio<br />

histórico: la sociología se encuentra en íntima relación<br />

con el nacimiento y la reproducción del capitalismo,<br />

y se presentaría así como la autoconciencia<br />

de la sociedad industrial desde sus primeras anda­<br />

'auras.<br />

Todos los esfuerzos de la llamada «sociología<br />

académica», la que se enseña y transmite en las<br />

universidades, se habría consiguientemente orientado<br />

a descubrir en las diversas coyunturas histórico-sociales<br />

los medios adecuados para asimilar los<br />

conflictos y adaptarlos, transmutarlos, para conseguir<br />

un mejor funcionamiento de la máquina industrial-capitalista.<br />

Desde este punto de vista, la sociología sería<br />

más útil al «sistema» que la jerarquización social<br />

defendida por la teología medieval, o que las antiguas<br />

justificaciones del yusnaturalismo racionalista.


La sociología reconocería así una doble función:<br />

analizar la realidad social, poniendo el dedo en la<br />

llaga de los problemas sociales existentes y apuntando<br />

a posibles soluciones, pero siempre dentro<br />

del marco consensual de las claves dominantes, y<br />

legitimar las relaciones sociales vigentes, decretando<br />

como utópicas desde la perspectiva científica<br />

todas las propuestas que impliquen la superación<br />

del marco capitalista (J. R. Aramberri, 1976).<br />

- Un reciente enfoque de la sociología, relacio­<br />

'nada con la función crítica, es la que se ha dado en<br />

llamar sociología de la soc;iología, o, mejor aún, sociología<br />

de las ciencias sociales.<br />

Los representantes más conspicuos de esta cuarta<br />

función de la sociología son R. W. Friedrichs, N.<br />

Luhman y Gouldner, que insisten en la función crítica<br />

y reflexiva de la sociología. Critican tanto el<br />

funcionalismo como el behaviorismo, resaltan la<br />

dimensión histórica, filosófica, cultural, antropológica<br />

y lingüística de esta disciplina, y postulan una<br />

nueva teoría sociológica cuyo foco de atención y<br />

desarrollo sería la subjetividad del objeto de la sociología<br />

y la función social del sentido.<br />

La idea común que subyace en esta nueva orientación<br />

del saber sociológico es que la ciencia está<br />

muy influida por consideraciones socio-filosóficas y<br />

socio-críticas, de donde se sigue una responsabilidad<br />

ineludible del investigador a la hora de tratar<br />

temas tan frecuentes hoy en todas las ciencias sociales<br />

como el progreso, la modernización, el desarrollo.<br />

etc.<br />

Otra nota común: pese a las diferencias epistemológicas<br />

y sustantivas entre las diversas ciencias<br />

sociales, hay una meta general e inexcusable para<br />

todas las ciencias del comportamiento: reducir algunas<br />

de las fuentes de infelicidad humana sobre<br />

las que no existe controversia (Faris, 1964).<br />

La función crítica de la sociología y la denuncia de la sociología<br />

como pretensión de legitimación de las relaciones y realidades<br />

sociales vigentes pueden ilustrarse oportunamente con la<br />

lectura de una noticia de prensa fechada en Rabat y de un<br />

artículo aparecido en la prensa española a finales de 1988:<br />

En pro de la sociología<br />

INVITACION AL CONTRASTE<br />

UII ¿.IUIHlI ¿ II!I I ¿¡¡¡IIIG¿ mi m Mil I ¿i I M<br />

«El dirigente iraní, imán Jomeini, ha amenazado de muerte<br />

al escritor Mohamed Chucri y a la socióloga Fátima Mernissi,<br />

dos de los más importantes intelectuales contemporáneos marroquíes,<br />

informó ayer la agencia marroquí MAP. Ambos figuran<br />

en una lista negra de trece condenados a muerte por el dirigente<br />

de la revolución islámica...<br />

La socióloga Mernissi, profesora de la universidad de Rabat,<br />

anima un colectivo sobre la mujer que ha realizado importantes<br />

y numerosos trabajos sobre la condición de la mujer en Marruecos.<br />

Es autora de varios libros, todos relacionados con los problemas<br />

que sufre la mujer.<br />

Su último libro, El harén político, que analiza toda la tradi·<br />

ción transmitida después del profeta Mahoma con relación a la<br />

mujer, plantea la tesis de que el mensaje profético respecto a la<br />

mujer fue falseado con el transcurso de los siglos para justificar<br />

la situación de permanente tutela en que se encuentra la mujer<br />

en las sociedades islámicas. El harén político, cuya venta fue<br />

autorizada originalmente en Marruecos, fue retirado de las libre·<br />

rías a petición de los hombres de religión marróquíes».<br />

En contra de los sociólogos<br />

«Del gremio de los sociólogos han surgido los más torpes,<br />

pero también los más perseverantes aduladores de príncipes. No<br />

se ha producido conflicto estudiantil, profesoral,sindical o inter·<br />

sindical en el que alguno de ellos no se haya sentido en la<br />

obligación de poner su desafortunado granito de arena para<br />

mayor gloria del partido y desprestigio de la profesión...<br />

Muchos son consejeros autonómicos, directores generales de<br />

cualquier cosa, embajadores en el centro del imperio, o se enriquecen<br />

elaborando informes técnicos para los gobiernos de America<br />

Latina.<br />

Estos contumaces romeros de Jávea pueblan las Fundaciones,<br />

se reparten las cátedras, copan las ayudas a la investigación<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 19


y monopolizan las revistas de pensamiento subvencionadas con<br />

fondos públicos.<br />

'" Los sociólogos, estos sociólogos militantes, son hoy, salvo<br />

encomiables excepciones, la más viva encarnación de los gansos<br />

del Capitolio».<br />

20 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Julia Varela: El País, 28-10-1988.<br />

Lecturas<br />

Peter L. Berger, Introducción a la sociología. Limusa Wiley,<br />

México 1971.<br />

Cazaneuve, Balla, Akoun, Guía del estudiante de sociología.<br />

Península, Barcelona 1974.


1. El mundo de la sociología<br />

2<br />

El mundo de la sociología<br />

y la mirada del sociólogo<br />

E l problema: la sociología es una ciencia ioven,<br />

de apenas dos siglos de existencía y,<br />

además de joven, algo perpleja, debido a una cierta<br />

ambiguedad entre los rasgos del saber que tipifica:<br />

¿es arte o técnica?; ¿es ciencia pura o enfocada<br />

hacia la ingeniería social?; ¿es ciencia general, sintetizadora<br />

y dominadora de las demás ciencias humanas,<br />

o ciencia especial, orientada estrictamente<br />

a lo social?<br />

Esta tensión va acompañada por otra: la sociología<br />

bordea a veces peligrosamente el puro ejercicio<br />

del sentido común vulgar, la reflexión de corte histórico<br />

y el ensayo culto de tipo filosófico.<br />

De ahí que sea necesario un cierto esfuerzo para<br />

precisar su objeto, para penetrar en el mundo de la<br />

sociología. Inkeles ha señalado tres vías de penetración:<br />

- La primera consiste en fijarse en lo que han<br />

estudiado los mejores sociólogos, los grandes maestros,<br />

y seguir su ejemplo.<br />

En favor de esta solución hay dos argumentos: 1)<br />

lo que hace hoy la sociología sólo es comprensible<br />

desde el trasfondo histórico de las influencias del<br />

pasado, desde la historia de la disciplina; 2) los<br />

grandes maestros tienen algo así como «derechos<br />

adquiridos» y, en caso de duda, la última palabra.<br />

Algunos arguyen que este enfoque puede hacer<br />

rígido nuestro pensamiento y, sobre todo, revelarse<br />

insuficiente para estudiar los problemas de hoy,<br />

diferentes a los del siglo pasado.<br />

Del examen de la obra de los «grandes maestros»<br />

-cuatro serían indiscutibles, según Sorokin:<br />

Comte, Spencer, Durkheim y Weber- se concluye<br />

que la sociología tendría como objeto propio tres<br />

grandes temas, ordenados de menor a mayor alcance:<br />

1) las relaciones sociales o la acción social, independientemente<br />

de su contexto; 2) las instituciones<br />

y sus interrelaciones recíprocas; 3) la sociedad entendida<br />

como un todo, y las semejanzas/desemejanzas<br />

entre diversas sociedades en el tiempo y en el<br />

espacio, así como las razones de estas semejanzas y<br />

desemejanzas.<br />

Algunos sociólogos, especialmente los franceses,<br />

emplean habitualmente dos términos para expresar<br />

este objeto: la microsociología, que se ocuparía de<br />

las relaciones interpersonales y de las instituciones<br />

en que tienen lugar, y la macrosociología, que se<br />

dedicaría a los grandes conjuntos sociales: civilizaciones,<br />

naciones, clases sociales, etc.<br />

La segunda vía de exploración dirige su aten-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 21


ción a lo que hacen los sociólogos actuales, en respuesta<br />

a una de las objeciones al enfoque anterior.<br />

En favor de esta línea de solución puede afirmarse<br />

que es un método vigente y actual, más acomodado<br />

a los problemas de las sociedades hoy existentes.<br />

Sin embargo, desde esta perspectiva se puede<br />

sucumbir al influjo de las modas actuales, y descuidar<br />

la atención a los problemas del futuro.<br />

Si nos fijamos en los grandes temas de los congresos<br />

de sociología de mayor prestigio, aparecen<br />

los temas siguientes: 1) el análisis sociológico, es<br />

decir, todo lo referente a la perspectiva sociológica,<br />

al método científico empleado por la sociología actual;<br />

2) las unidades primarias de la vida social:<br />

acciones y relaciones sociales, personalidad individual,<br />

grupos, comunidades, asociaciones y organizaciones,<br />

poblaciones etc.; 3) las instituciones sociales<br />

básicas: familia, economía, religión, sistema<br />

educativo y científico, etc.; 4) los procesos sociales<br />

fundamentales: socialización, estratificación, conflicto,<br />

consenso, control, desviación social, integración<br />

y cambio.<br />

- La tercera vía es la analítica o racional que<br />

prescinde de la historia y del método empírico -lo<br />

que se hace hoy-, y parte del principio lógico de que<br />

la división de las ciencias debe fundarse en criterios<br />

racionales y epistemológicos, no históricos o coyunturales.<br />

Se procede así: se identifican los terrenos objetuales<br />

ya «acotados» u ocupados por otras disciplinas,<br />

y se busca para la sociología un terreno<br />

especial y distintivo, específico y concreto, fácilmente<br />

identificable, y no reclamado por ninguna<br />

otra disciplina ya establecida.<br />

La ventaja de este enfoque consiste en que es el<br />

método menos problemático y más racional. Pero<br />

hay que admitir que no se pueden poner «vallas» a<br />

los humanistas y científicos, que van a donde los<br />

guían sus intereses y preferencias. Además, la definición<br />

racional del objeto es a menudo una pobre<br />

guía de lo que sucede de verdad en la realidad<br />

social, cambiante, fluida y viva.<br />

Empleando esta tercera vía, Inkeles concluye<br />

que el objeto de la sociología coincide con la lista de<br />

temas estudiados por los «grandes maestros»: las<br />

relaciones sociales, las instituciones y la sociedad<br />

22 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

global, contenido no reclamado por ninguna otra<br />

disciplina.<br />

2. El laberinto de la sociología<br />

El mundo de la sociología es intrincado. Por una<br />

parte, se dice que no es posible comprender ni explicar<br />

el comportamiento del hombre y de la sociedad<br />

debido a la infinidad de variables que intervienen,<br />

y a que la última palabra la tiene el individuo<br />

con su libertad. Pero, por otra parte, se asegura que<br />

el hombre es un producto de sus impulsos, hábitos y<br />

roles sociales, en cuyo comportamiento no juegan<br />

un papel decisivo ni la razón ni la elección libre de<br />

alternativas. En esta concepción del hombre ha jugado<br />

y juega un papel muy importante la ciencia<br />

social.<br />

Desde esta visión del comportamiento del hombre<br />

en sociedad, se plantean con claridad las objeciones<br />

que suelen hacerse a las ciencias sociales,<br />

derivadas de las dificultades de tratar científicamente<br />

su objeto:<br />

- No se pueden hacer experimentos controlados<br />

científicamente (carácter no empírico de la sociología).<br />

- Los hallazgos de la sociología no son universales,<br />

ya que están sometidos a grandes variaciones<br />

culturales en el espacio y en el tiempo (relativismo).<br />

- Cuando estudiamos un objeto, el conocimiento<br />

que obtenemos de él se convierte en una variable<br />

que interviene y lo modifica o puede modificar (indeterminación).<br />

- El objeto de la sociología es subjetivo por su<br />

propia naturaleza, y por tanto es imposible comprenderlo,<br />

explicarlo y hacer predicciones sobre él<br />

(subjetivismo).<br />

- Los científicos sociales, en cuanto individuos<br />

portadores de valores, se encuentran incapacitados<br />

para estudiar objetivamente la sociedad (polémica<br />

de los valores).


«Nosotros, criaturas conscientes, vivimos en parte en un<br />

mundo cuyos componentes podemos descubrir, clasificar e<br />

influenciar por medios racionales, científicos, deliberadamente<br />

planeados, pero en parte estamos sumidos y sumergidos en un<br />

medio que, en la medida exacta en que lo damos por sentado<br />

como parte de nosotros mismos, no observamos ni podemos<br />

observar desde afuera; no podemos identificarlo, medirlo ni<br />

tratar de manipularlo; ni siquiera podemos ser totalmente<br />

conscientes del mismo, puesto que está demasiado<br />

intimamente ligado a toda nuestra experiencia, demasiado<br />

entretejido con todo lo que somos y hacemos para que<br />

podamos sacarlo de la corriente (pues es la corriente) y<br />

observarlo con distanciación científica, como un objeto. EI--el<br />

medio en que estamos- determina nuestras categorías más<br />

permanentes, nuestros criterios de verdad y mentira, de<br />

realidad y apariencia, de lo bueno y lo malo, de lo central y lo<br />

periférico, de lo subjetivo y lo objetivo, de lo bello y lo feo, del<br />

movimiento y el reposo, del pasado, presente y futuro, de lo<br />

uno y lo mucho; de manera que no se le puedan aplicar éstas<br />

ni ninguna otra categoría o concepto explícitamente<br />

concebidos, puesto que él mismo no es sino un término vago,<br />

aplicado a una totalidad que comprende dentro de si estas<br />

categorías, estos conceptos, el marco último, los presupuestos<br />

básicos con los que funcionamos».<br />

IsaIah BerIm<br />

La imposibilidad de la experiencia controlada es el<br />

primer desafío con el que tiene que enfrentarse una<br />

sociología que se define como científica. Los experimentos<br />

controlados y la medición, de papel tan<br />

importante en las ciencias más antiguas, no son<br />

adecuadas para los problemas de las ciencias sociales<br />

-se dice-, ya que no se pueden realizar experimentos<br />

con los seres humanos.<br />

Habría razones técnicas, ya que el investigador<br />

no puede ni determinar las condiciones o variables<br />

de su estudio, ni cambiar las variables a su antojo<br />

(por ejemplo: la edad, el sexo o el status social de<br />

los individuos estudiados), ni manipular cada variable<br />

de una en una, manteniendo constantes las<br />

otras, ni devolver una situación a un estado inicial,<br />

pues cada manipulación actúa como una variable<br />

social. Habría también razones morales obvias, como<br />

el pretender comprobar la hipótesis de los «niños-lobos»<br />

aislando a un grupo de niños nada más<br />

nacer, durante tres o cuatro años.<br />

Hay que recordar, a este respecto, que no todas<br />

las ciencias-ciencias utilizan experimentos controlados,<br />

por ejemplo la astronomía. Además, los sociólogos<br />

pueden echar mano de la llamada investigación<br />

empírica controlada, propia de las ciencias<br />

sociales, bien mediante experimentos de laboratorio<br />

(por ejemplo con pequeños grupos), bien con<br />

experimentos de campo (con pequeñas comunidades),<br />

bien con experimentos ex post {acto, que son<br />

más bien investigaciones controladas (d. los experimentos<br />

de Elton Mayo en la Western Electric Ca.).<br />

Otro serio problema que se le presenta a la sociología<br />

es su relativismo, su incapacidad para alcanzar<br />

hallazgos y conclusiones universales. En efecto,<br />

se dice que las leyes de las ciencias sociales deberían<br />

ser válidas en cualquier momento histórico y<br />

en cualquier área cultural, como lo son las leyes<br />

científicas. Hay que precisar y distinguir.<br />

El requisito de que las leyes tengan que ser universales<br />

e independientes de todo condicionamiento<br />

no parece ser una condición indispensable de la<br />

posibilidad del conocimiento científico. También<br />

las leyes científico-naturales hablan de condiciones<br />

determinadas, muy abstractas y artificiales, y que<br />

no existen en ninguna parte del incontrolado universo.<br />

Valga, como ejemplo, la ley de la caída de los<br />

cuerpos que describe cómo caen los cuerpos en el<br />

vacío y al nivel del mar.<br />

Pero es cierto que la sociología debe aprender la<br />

lección y esforzarse para conseguir estos niveles de<br />

abstracción, simplificación y generalización que<br />

permitan formular leyes científicas. En esta línea se<br />

sitúan los intentos de Weber (tipos ideales), de Parsons<br />

(


ciología electoral, como los llamados efectos bandwagon<br />

y underdog, que al parecer se neutralizan<br />

mutuamente: el % de los que votan al que las encuestas<br />

dan por ganador compensa el % de los que<br />

votan al que va a perder, para que el triunfador no<br />

se sienta demasiado seguro (efecto «underdog»). En<br />

una línea parecida, Merton ha acuñado la expresión<br />

de la «profecía que se cumple a sí misma», como ha<br />

ocurrido alguna vez al pronosticarse la quiebra de<br />

un banco, lo que ha ocasionado la huida de los<br />

cuentacorrentistas. Asimismo se habla de la «profecía<br />

suicida» o «profecía que se destruye a sí misma»,<br />

procedimiento utilizado a veces por los encargados<br />

del tráfico viario cuando pronostican tantos y<br />

tantos muertos con ocasión de una salida de vacaciones,<br />

a fin de inculcar más prudencia en los conductores,<br />

que «destruyen» así la «profecía».<br />

A esta tercera objeción se han enfrentado diversos<br />

argumentos: 1) La predicción sociológica siempre<br />

es probabilística (por este problema y por la<br />

incertidumbre de la libertad humana). Pero no por<br />

ese % de incertidumbre dejan de ser predicciones.<br />

2) Las variables sociales pueden introducír modificaciones,<br />

pero lo importante es conocer la cuantía<br />

de las mismas, que cada vez se va conociendo mejor.<br />

3) También en las ciencias naturales hay modificaciones<br />

en el estudio del átomo (Heisenberg), pero<br />

es más fácil medir la magnitud de los cambios. 4)<br />

Se pueden/deben utilizar técnicas de investigación<br />

que no introduzcan modificaciones sobre los fenómenos<br />

estudiados. 5) Los «modelos de juegos» permiten<br />

diseñar estrategias para minimizar la información<br />

que se da al otro «jugador» sobre los planes<br />

de los otros jugadores.<br />

Algunos se apoyan en el carácter subjetivo de los<br />

fenómenos sociales -comportamientos guiados por<br />

los valores, creencias y expectativas de los actores<br />

sociales- para discutir a la sociologia su poder ex-<br />

\plicativo de la realidad. Es el problema del subjetivismo.<br />

Sería indispensable -continúa el argumentoque<br />

los investigadores comprendan algo tan profundo,<br />

y a menudo inefable, como el significado de<br />

las acciones, que tengan experiencia subjetiva personal<br />

del fenómeno estudiado, en resumidas cuentas<br />

que «empaticen» con el objeto de su estudio.<br />

24 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

La réplica a esta objeción se articula en dos<br />

puntos:<br />

- Objetivo y subjetivo no son cualidades intrínsecas<br />

de diferentes tipos de fenómenos, sino diferentes<br />

grados de precisión en la medición de los fenómenos.<br />

- Proyectarse a sí mismo mediante la imaginación<br />

empática hacia los fenómenos a estudiar: a) no<br />

constituye por sí misma (la identificación empática)<br />

conocimiento; b) no exime de la necesidad de<br />

obtener evidencia objetiva, evaluada de acuerdo<br />

con los principios lógicos de todas las investigaciones<br />

controladas.<br />

«El hecho de que el científico social, a diferencia del que<br />

estudia la naturaleza inanimada, sea capaz de proyectarse a sí<br />

mismo, mediante la imaginación simpática, hacia fenómenos<br />

que pretende comprender, tiene importancia en lo que respecta<br />

a los orígenes de sus hipótesis explicatorias, pero no en lo que<br />

se refiere a la validez de éstas. Su capacidad para entrar en<br />

relaciones de empatía con los actores humanos en algunos<br />

procesos sociales puede ser importante desde un punto de vista<br />

heurístico en sus esfuerzos por inventar hipótesis adecuadas<br />

que expliquen talo cual proceso. Sin embargo, su<br />

identificación empática con esos individuos no constituye por<br />

sí misma conocimiento. El hecho de que consiga esa<br />

identificación no anula la necesidad de evidencia objetiva<br />

evaluada de acuerdo con principios lógicos que son comunes a<br />

todas las investigaciones controladas... ».<br />

Ernest Nagel, The Strllctllre of Science.<br />

Brace and World, Harcourt, NY 196J, 484-486.<br />

La última objeción y dificultad con que se enfrenta<br />

el ejercicio de la sociología -la investigación<br />

y la enseñanza, en especial- es la posible intromisión<br />

de los valores e ideologías de los sociólogos en<br />

su trabajo y su docencia. Se trata de la polémica de<br />

los valores, originada en 1914 en una discusión de<br />

Max Weber con Van Schmoller.


El núcleo de la polémica es una sencilla tesis: ¡<br />

«Es imposible la neutralidad científica de los sociólogos<br />

y la objetividad de la sociología porque no,'<br />

pueden despojarse, en su quehacer científico, de sus<br />

perspectivas valorativas».<br />

«Se dice, y es afirmación que yo suscribo, que la política no<br />

tiene cabida en las aulas ... Tampoco han de hacer política en<br />

las aulas los profesores, especialmente y menos que nunca<br />

cuando han de ocuparse de la política desde el punto de vista<br />

científico...<br />

Si se habla de democracia en una asamblea popular, no es<br />

para hacer secreto de la propia actitud; precisamente lo<br />

moralmente obligado es, por el contrario, tomar partido. Las<br />

palabras que entonces se utilizan no son instrumento de<br />

análisis científico, sino de propaganda política frente a los<br />

demás: no son rejas de arado para labrar el terreno del<br />

pensamiento contemplativo, sino espadas para acosar al<br />

enemigo ... Utilizar la palabra de este modo, en un aula o en<br />

una conferencia, sería, por el contrario, un sacrilegio».<br />

Max Weber,<br />

El políticov el científico, 1919.<br />

Durkheim había fijado la postura tradicional en<br />

este terreno: la objetividad sociológica es posible si<br />

. se respetan las reglas básicas: 1) tratar los hechos<br />

sociales como cosas; 2) evitar las prenociones, o sea,<br />

las nociones no científicas; 3) practicar la duda metódica<br />

sobre las ideas recibidas precientíficamente.<br />

Para Max Weber, la objetividad científica exige<br />

excluir los juicios de valor en la investigación y la<br />

docencia, aunque aquélla repose sobre un valor: la<br />

afirmación del valor de la lógica.<br />

El científico, como todo ser humano, puede tener<br />

y conservar sus propios valores, aunque se le<br />

exige que evite en su trabajo científico la referencia<br />

a valores, es decir, a su perspectiva personal. El<br />

ideal de la ciencia sigue centrado en la neutralidad y<br />

objetividad.<br />

El sociólogo norteamericano Talcott Parsons<br />

añadió un matiz a la postura weberiana: «La referencia<br />

a valores» actúa como un filtro en la selección<br />

de los intereses del científico, induciendo a<br />

seleccionar unos hechos, descartar otros y determinar<br />

en el primer caso aspectos concretos de los<br />

hechos elegidos en detrimento de otros; por ello es<br />

necesario que el sociólogo utilice con máximo rigor<br />

el esquema lógico de la verificación científica.<br />

Si todos los enunciados de las ciencias sociales<br />

están socialmente determinados por los valores e<br />

ideologías, se cae en el relativismo teórico, cuyas<br />

variedades sufren todas la mácula lógica de la circularidad:<br />

si ningún enunciado sobre la sociedad es<br />

objetivo, ¿cuál es la validez de este enunciado que<br />

niega la objetividad?<br />

Los diversos trucos propuestos para romper esta<br />

circularidad se inspiran en la «escapatoria paradigmática»<br />

de Hegel: aquellos en quienes se incorpora<br />

el Zeitgeist poseen un status cognitivo superior. Los<br />

marxistas han atribuido este status superior al pro­<br />

( ¡ letariado.<br />

Uno de sus pensadores más destacados, Lukács,<br />

afirma la posibilidad del pensamiento objetivo si se<br />

convierte en «expresión de la conciencia límite, del<br />

proletariado», clase universal, ya que, desaparecidos<br />

los intereses de clase, fuente de todos los sesgos<br />

e intereses nocivos y contrapuestos, el conocimiento<br />

objetivo será accesible; lo objetivo es el materialismo<br />

histórico que crea la clase universal.<br />

Karl Mannheim asigna este status a los intelectuales,<br />

grupo que «flota libremente» sin el lastre de<br />

los intereses creados de clase, y capaz, por consiguiente,<br />

de una visión más objetiva de la sociedad,<br />

si no objetiva por completo. Pero la sociología del<br />

conocimiento ha señalado el carácter de colectivi-<br />

, dad con intereses muy específicos que componen<br />

los intelectuales...<br />

Para que valores e ideologías no anulen o distorsionen<br />

la validez del trabajo del sociólogo y de sus<br />

hallazgos, Dahrendorf aconseja tener en cuenta una<br />

distinción:<br />

«Lo que el sociólogo no puede hacer es señalar<br />

objetivos a alcanzar, en su calidad de sociólogo, pero sí<br />

podría legítimamente indicar, con los instrumentos<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 25


científicos que tiene a su disposición, los medios y<br />

caminos a seguir para la realización de los objetivos<br />

que le hayan sido propuestos».<br />

Goode y Hatt insisten en cuidar en la socialización<br />

de los futuros sociólogos el desarrollo en ellos<br />

de una especial cautela para detectar la infiltración de<br />

valores e ideologías, sobre todo cuando:<br />

- el investigador esté comprometido moralmente<br />

con el objeto de su estudio (un pueblo, un grupo<br />

sociaL);<br />

- puedan influirle los juicios de valor de sus<br />

colegas en la elección de los objetivos de su investigación;<br />

- se trate de realizar un análisis de valores en<br />

conflicto;<br />

- ronde la tentación de proponer objetivos a<br />

alcanzar, lo que no es tarea de la ciencia.<br />

Dado el desarrollo de la sociología actual, no es<br />

difícil descubrir, mediante las técnicas de la sociología<br />

del conocimiento y de la sociología de la sociología,<br />

el medio social en que se desarrolla nuestro<br />

pensamiento, sobre todo en cuestiones socio-políticas<br />

(Rumney y Meyer). Se puede, también, invitar a<br />

los sociólogos a que en estudios delicados (política,<br />

religión, moral) expliciten sus propios valores y los<br />

incorporen conscientemente al marco de referencia<br />

de su investigación, como hizo Myrdal en su investigación<br />

sobre el racismo en USA (El dilema americano).<br />

3. La mirada del sociólogo<br />

Los sociólogos miran los fenómenos sociales de<br />

una fonna distinta a como lo hacen los psicólogos,<br />

antropólogos o economistas, dedicados también al<br />

estudio del comportamiento humano en sus múltiples<br />

manifestaciones.<br />

Esa «mirada distinta» del sociólogo convierte el<br />

mundo social indeterminado, común a la sociología,<br />

la antropología, la historia o la economía, en su<br />

mundo propio, en su objeto privativo y peculiar.<br />

La perspectiva sociológica actúa a manera de<br />

26 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

filtro conceptual que descarta unos aspectos y selecciona<br />

otros, sirviéndose para ello de conceptos<br />

propios. Los conceptos sociológicos son constructos<br />

mentales elaborados por la tradición sociológica,<br />

esquemas conceptuales específicos, marcos de referencia<br />

teóricos, definiciones de lo que ha de observarse<br />

en los fenómenos sociales, y lo que no ha de ser<br />

observado, porque no corresponde a la sociología.<br />

Empecemos por este punto, sirviéndonos de una<br />

fecunda distinción de Robert K. Merton.<br />

Merton distingue entre orientaciones sociológicas<br />

o postulados generales sobre el material sustantivo<br />

o materia «bruta» de la sociología, conceptos<br />

sociológicos y teorías sociológicas.<br />

Las primeras proporcionan un amplio marco de<br />

referencias que facilita al sociólogo la indagación a<br />

través de hipótesis de trabajo, indicándole qué variables<br />

o factores son pertinentes y cuáles no.<br />

Durkheim, en su estudio del suicidio, insiste en<br />

eliminar las variables psicológicas, referentes a la<br />

personalidad: Max Weber pide que se centre la<br />

atención en la acción social interindividual y se<br />

miren con gran recelo los «conceptos colectivos».<br />

Vienen en segundo lugar los conceptos sociológicos,<br />

que constituyen las definiciones de lo que ha de<br />

ser observado y anotado en los fenómenos sociales:<br />

status, rol, poder, sanción...<br />

Finalmente, las teorías o generalizaciones sociológicas<br />

representan un paso adelante, en cuanto<br />

toda ciencia busca afanosamente leyes científicas<br />

que le permitan la explicación de los hechos que<br />

estudia.<br />

Ya se vio que la sociología debe contentarse con<br />

ciertas generalizaciones que no poseen la dignidad<br />

de leyes en sentido estricto. La teoría científica propiamente<br />

dicha es un articulado de formulaciones<br />

sistemáticas que incluye algunas generalizaciones<br />

en forma de leyes, que son verificables por medios<br />

empíricos.<br />

El problema consiste en que la sociología, hasta<br />

hoy, carece de teorías en sentido estricto. Debe conformarse,<br />

sugiere Merton, con teorías de alcance medio,<br />

a mitad de camino entre las meras hipótesis de<br />

trabajo que surgen en toda investigación, y las<br />

grandes teorías que recogen en síntesis globales to-


das las uniformidades observadas y proponen una<br />

explicación.<br />

Como ejemplo de teorías de alcance medio propone<br />

Merton la de los grupos de referencia, la profecía<br />

que se realiza a sí misma, la distinción entre<br />

funciones manifiestas y latentes, etc.<br />

FUNCIONES MANIFIESTAS<br />

Y LATENTES<br />

«Funciones son las consecuencias observadas que con·<br />

tribuyen a la adaptación o al ajuste de un sistema determinado<br />

(...).<br />

Funciones manifiestas son las consecuencias objetivas<br />

que contribuyen a la adaptación o al ajuste del sistema y<br />

que son pretendidas y reconocidas por los participantes del<br />

sistema.<br />

Funciones latentes son, correlativamente, las no pretendidas<br />

ni reconocidas».<br />

Robert K. Merton,<br />

Soezal Theorv and Soezal Strueture.<br />

The Free Press, Glencoe, III 1957,51.<br />

(El subrayado es nuestro)<br />

A un nivel similar al de las teorías de alcance<br />

medio pueden situarse los modelos o imágenes generales<br />

del esquema básico de funcionamiento de<br />

algunos fenómenos sociales. El modelo utilizado<br />

por Sombart para explicar la ausencia de movimientos<br />

socialistas en Estados Unidos proporciona<br />

una perfecta ilustración del valor de los modelos, a<br />

medio camino entre las teorías sistemáticas y las<br />

hipótesis explicativas particulares.<br />

Los modelos son simples instrumentos heurísticos,<br />

de búsqueda e indagación, y su validez provisional,<br />

efímera a veces, está en relación directa con<br />

su eficacia analítica, su capacidad para orientar al<br />

científico y su fecundidad para la investigación. Por<br />

esta razón son desechables, modificables y sustituibles.<br />

4. El esquema conceptual<br />

de la sociología<br />

La perspectiva sociológica o «mirada» propia<br />

del sociólogo convierte los fenómenos sociales en<br />

sentido muy amplio en objeto propio de esta disciplina.<br />

Para esta delimitación, el instrumento básico<br />

es un esquema conceptual propio, cuyo punto de<br />

partida clarifica,!or es la definición de sociología<br />

propuesta por Max Weber, para quien el objeto de<br />

esta disciplina ,es:<br />

«comprender la acción sociaL> para llegar a una «explicación<br />

causal de su curso y efectos», siendo la «acción<br />

social», «todo comportamiento humano, siempre<br />

que y en tanto que el individuo que actúa, pone en él<br />

una significación subjetiva».<br />

Una carta de Max Weber a Liefmann (1920) permite<br />

entender mejor la elección de la acción social<br />

como punto de partida del análisis sociológico:<br />

«Si finalmente me convertí en sociólogo, fue esencialmente<br />

para poner un punto final a esos ejercicios<br />

a base de conceptos colectivos. En otros térmmos, la<br />

sociología no puede operar nada más que desde las<br />

acciones de uno, de algunos, o de numerosos individuos<br />

separados, por lo que debe adoptar métodos<br />

estrictamente individualistas».<br />

La postura de Max Weber, aceptada hoy por la<br />

mayor parte de los sociólogos, y predominante en la<br />

investigación empírica, rebaja drásticamente la<br />

pretensión de sociología de todos los holismos o<br />

«totalismos» que han florecido en las ciencias sociales<br />

en general: el marxismo, el estructuralismo,<br />

el historicismo, el culturalismo, etc.<br />

El objeto de la sociología sigue siendo la explicación<br />

de los fenómenos sociales, lo que exige su «descomposición»<br />

previa en las acciones individuales<br />

que constituyen su urdimbre. Veamos un caso ilustrativo.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 27


individual con mayor o menor claridad. El sociólogo<br />

que quiere comprender y explicar una acción<br />

individual tiene ante sí una doble tarea: 1) tener<br />

una amplia información sobre la socialización de los<br />

actores individuales; 2) conocer a fondo la lógica de<br />

la situación. Jaspers proporciona un ejemplo esclarecedor.<br />

Si pretendo explicar la acción de una madre<br />

que corrige a su hijo con una bofetada, debo<br />

ante todo conocer la socialización de la madre, sus<br />

ideas educativas, sus creencias sobre la mentalidad<br />

infantil y sobre los métodos pedagógicos... Pero no<br />

me basta con el conocimiento de la socialización de<br />

la madre. Necesito también conocer la lógica de la<br />

situación, los medios de sanción y de motivación al<br />

alcance de la madre, el empleo anterior de esos<br />

medios y sus resultados, la coyuntura del momento:<br />

prisas, impaciencia, calma... En una palabra, necesito<br />

conocer las motivaciones de la madre (por qué<br />

quería producir una reacción determinada en el<br />

niño), los medios de que disponía (castigos, privaciones,<br />

argumentos...), y la evaluación materna de<br />

esos medios en relación con el campo de posibles<br />

resultados de la situación de interacción. En definitiva,<br />

la acción de la madre no es reducible a efectos<br />

del condicionamiento, pero es cierto que las preferencias<br />

del actor sí están influidas por estructuras<br />

sociales determinadas.<br />

La educación en medios desfavorecidos social y<br />

culturalmente suele ser más autoritaria, aseguran<br />

los expertos, porque los métodos de persuasión exigen<br />

recursos retóricos y pedagógicos más sutiles<br />

que los método autoritarios, y las clases bajas no<br />

suelen tener ese tipo de recursos, debido a su educación.<br />

Lo que diferencia a la sociología de la psicología,<br />

y permite al sociólogo no acabar devorado por el<br />

psicologismo, es la utilización de esquemas muy<br />

simplificados de la acción individual, en los que<br />

sólo se retienen los elementos pertinentes a los fenómenos<br />

que quiere explicar. Si empleara esquemas<br />

complejos, como debe hacer el psicólogo, se perderá<br />

en detalles individualizadores de la acción y se encontrará<br />

maniatado en un momento clave del proceso<br />

de explicación sociológica: el análisis de los<br />

mecanismos de agregación de las acciones individuales.<br />

Esta atención exclusiva a los efectos de la socia-<br />

lización y a la estructura de la situación se capta<br />

perfectamente en la explicación sociológica de Max<br />

Weber sobre la proliferación de sectas protestantes<br />

en los Estados Unidos a finales del siglo XIX. El<br />

país estaba poblado por gente de origen étnico muy<br />

diverso, con gran movilidad geográfica, en una nación<br />

caracterizada por un gran desarrollo del comercio,<br />

de las transacciones y del intercambio. Pero<br />

las transacciones, si se extienden en el tiempo, si no<br />

son puntuales, son impracticables sin un clima de<br />

confianza mutua. Como sucede con los créditos: la<br />

confianza es difícil, si no imposible, entre gente que<br />

o no se conoce personalmente, o no se «reconoce»<br />

como perteneciente a un «mismo mundo» o, al menos,<br />

no puede exhibir signos de honorabilidad reconocibles<br />

como tales. Los viajantes de comercio, que<br />

inundaron las ciudades de la gran nación americana,<br />

no podían crear un clima de nueva confianza<br />

sobre el conocimiento mutuo o sobre su pertenencia<br />

a un «mismo mundo», dadas la movilidad geográfica<br />

y la diversidad étnica y territorial. Quedaba un<br />

recurso: exhibir su pertenencia a una secta protestante<br />

como signo de honorabilidad, indispensable<br />

para el ejercicio de su actividad...<br />

5. El difícil ejercicio<br />

de la comprensión sociológica<br />

Explicar un fenómeno social, hacer sociología,<br />

es dar «cuenta de» las acciones individuales que lo<br />

componen. Pero ¿en qué consiste ese «dar cuenta»?<br />

Para Max Weber, y para toda una tradición sociológica,<br />

hoy dominante, «dar cuenta de» es comprender<br />

(Verstehen). El sociólogo debe ser capaz de<br />

ponerse en el lugar de los actores por cuyo comportamiento<br />

se interesa, hasta poder decir: «Si yo hubiera<br />

estado en su lugar, en su misma situación<br />

estructural, hubiera sin duda hecho o podido hacer<br />

lo mismo».<br />

Para ponerse en el lugar del otro, es necesaria<br />

-se ha visto en el apartado anterior- una completa<br />

información sobre los resultados de su socialización,<br />

sobre los datos de la situación, y sobre la<br />

estructura de su campo de acción. Y es también<br />

indispensable una preocupación operativa para distanciarse<br />

del «otro», para hacerse consciente de las<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 29


diferencias entre su situación propia y la situación<br />

del actor. Pero estas cuatro condiciones no son suficientes.<br />

Hacen falta dos más:<br />

- En primer lugar, es necesario que la lógica de<br />

la acción individual del «otro» contenga elementos<br />

invariables en relación con la diversidad de los contextos<br />

culturales. Estos elementos invariables ocupan<br />

en la sociología el lugar que la «naturaleza»<br />

ocupa en la filosofía.<br />

El sociólogo español de nuestros días que se confesara<br />

incapaz de «comprender» la autoinmolación<br />

de una viuda hindú en la pira funeraria de su marido,<br />

daría pruebas de una gran sensibilidad humana,<br />

pero de una elocuente incapacidad sociológica.<br />

La distancia cultural o temporal no es suficiente<br />

para explicar la opacidad de determinadas acciones<br />

de culturas o épocas distantes. La razón de esa<br />

opacidad y de esa aparente irracionalidad es la falta<br />

de información suficiente del sociólogo o la<br />

proyección de su situación personal de observador<br />

en el objeto observado.<br />

- En segundo lugar, el sociólogo tiene que verificar<br />

que su análisis microsociológico es plenamente<br />

compatible con los datos macrosociológicos que<br />

puede reunir por métodos empíricos. Esta operación<br />

es la segunda fase del análisis sociológico, del<br />

que la comprensión o verstehen es sólo la primera.<br />

Para compatibilizar los datos procedentes del análisis<br />

microsociológico con los datos macrosociológicos<br />

obtenidos mediante la sociología comparada, la<br />

encuesta, etc., el sociólogo sigue la regla de Popper<br />

de la falsabilidad:<br />

- El análisis microsociológico desemboca en<br />

una teoría T.<br />

- La teoría T conduce a consecuencias a, b, e, ...<br />

- La teoría T es aceptable si las consecuencias a,<br />

b, e, ... son congruentes con los datos observados.<br />

- A mayor número de consecuencias a, b, e, ... y<br />

mayor diferencia entre ellas, mayor grado de credibilidad<br />

de la teoría T.<br />

Este es el modo de proceder común a los grandes<br />

sociólogos. En su Revolution and Counter Revolution,<br />

Lipset se plantea un problema: ¿Por qué las<br />

ciudades norteamericanas presentan tasas de cri-<br />

30 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

minalidad más elevadas que las ciudades canadienses<br />

que les son comparables, aunque las primeras<br />

tienen un control y presencia policiales mucho más<br />

estrictos?<br />

La razón última, asegura Lipset, es de índole<br />

histórica. En Canadá, la Corona estuvo presente<br />

cuando los colonos se fueron instalando, lo que hizo<br />

visible y próxima la autoridad del Estado, por lo<br />

que fue forjándose una idea de la autoridad como<br />

algo exterior, coercitivo y temible. En Estados Unidos,<br />

por el contrario, el poder central, el Estado,<br />

estuvo siempre lejano, y las colonias fueron instalándose<br />

casi en régimen de autogestión, por lo que<br />

entre los ciudadanos norteamericanos fue cristalizando<br />

la concepción de la ley como un contrato más<br />

que como una coerción, lo que hizo posible que el<br />

hombre de la calle se sintiera psicológicamente más<br />

liberado del peso de la ley siempre que ello no<br />

llevara consigo un riesgo excesivo.<br />

Este análisis microsociológico fundado en el estudio<br />

de la génesis de una creencia de la cultura<br />

política -la de la ley en dos contextos diferentes-, es<br />

completado por Lipset con un recorrido histórico<br />

para probar que su teoría es aceptable a la luz de<br />

los datos empíricos. Finalmente, Lipset muestra<br />

que la teoría da cuenta igualmente de otras múltiples<br />

diferencias observadas en los países pertenecientes<br />

a la co-tradición británica.<br />

En resumidas cuentas: No hay oposición radical<br />

entre la relación de comprensión que se establece<br />

entre observador y observado en las ciencias naturales<br />

y la que se presenta en el ámbito de las ciencias<br />

sociales. Pero es insoslayable, advierte Max<br />

Weber, que el sociólogo someta su comprensión e<br />

interpretación de los fenómenos sociales a una crítica<br />

racional cuyos medios y procedimientos no se<br />

diferencian en lo fundamental de los empleados por<br />

las ciencias naturales.<br />

En resumen, el objeto de la sociología es muy<br />

amplio, abarca todos los aspectos del comportamiento<br />

social del individuo, y tiene a la vez una dimensión<br />

psicológica (significación subjetiva) y otra dimensión<br />

interpersonal (orientación a los demás). Debido<br />

a esta pluridimensionalidad del objeto de la<br />

sociología, los sociólogos utilizan habitualmente el<br />

grupo de personas, en lugar de las personas aisladas,


perando o en conflIcto, desde una relacIOn de amIstad, un matnmomo,<br />

un club, un partIdo polItIco, una carce!, un convento,<br />

etc, a las relaCiones entre orgamzacwnes creadas por ellos, como<br />

smdIcatos y patronales, ejerCito y gobIerno, Iglesia y Estado, e<br />

mcluso a mvel mternacwnallas multmacIOnales ylos Estados, el<br />

VatIcano y las IglesIas de cada paIS y sus gobIernos<br />

El tratar de descnbIr esa multitud de hechos, de conductas<br />

humanas, de reglas que regulan esas conductas, el sentIdo o<br />

sIgmfIcado que los hombres dan a esas conductas, sus valores y<br />

actitudes, es una tarea mmensa SI a ello sumamos que estas<br />

mteraccIOnes y orgamzacIOnes son dIstmtas en las socIedades<br />

que hay en el mundo y que no eran las mIsmas en el pasado y no<br />

lo seran en el futuro, la tarea se conVIerte en mgente, ypara mI al<br />

menos apasIOnante Por ello es muy Importante la seleccIOn de<br />

que y como estudIar esa realidad y eVItar el nesgo de esfuerzos<br />

dIspersos, no cumulatIvos, aSIstematIcos<br />

El dar umdad a ese esfuerzo eXIge una perspectIva mtelectua!,<br />

una sene de concepCIOnes teoncas, la formulacIOn de tipos,<br />

conceptos yel establecer relacIOnes entre esos conceptos, generalizacIOnes,<br />

hIpotesIs y teonas Es decIr, abstraer<br />

El socIOlogo con sus conceptos yteonas trata de reducIr esa<br />

compleja realidad socIal a algo manejable, susceptIble de descnpcIOn,<br />

y aSI mICIar lo que es mas dIfICil su exphcacIOn Como<br />

ha llegado a ser aSI, por que ycon que consecuenCiaS para los que<br />

VIven en unas u otras sOCiedades<br />

El socIOlogo, como mtelectual y como CIentIfIco, qUIza no<br />

como cIUdadano, como resultado de su formacIOn y sobre todo SI<br />

se dedIca a la mveStIgacIOn, es poco probable que sea revolucIOnano,<br />

reformIsta, mgenuo o conservador La socIOlogIa como<br />

perspectIva mtelectual, con sus onentacIOnes teoncas, sus conceptos,<br />

su metodologIa ngurosa, su comparaCIOn de dIstmtas<br />

socIedades, le habra dado una vISIOn dIstmta, mas problematIca,<br />

1lI tan optImIsta m tan pesImIsta, mas consCiente de las posIbIlidades<br />

y limItaCIOnes de la aCCIOn humana libre e mtelIgente<br />

Una CIenCia no solo se basa en esa capaCIdad de abstraer de<br />

una realidad, smo en su capaCIdad de observar metodIcamente,<br />

de acuerdo con unas reglas del metodo (como las del expenmento<br />

CIentIfIco) Las socIedades no dejan que los socIOlogos hagamos<br />

muchos expenmentos, aunque mtroducen algunas mnovaclOnes<br />

sOCiales, de tal forma que es posIble para el socIOlogo<br />

comparar los efectos en los casos en que se han mtroduCIdo y<br />

aquellos en los que no Podemos, sm embargo, hacer cuaSIexpenmentos<br />

en la comparaCIOn sIstematIca de grupos SOCIales<br />

Como ya destacabamos al pnnCIpIO de este ensayo, el<br />

«hacer» socIOlogIa eXIge una cultura amplia y el conOCImIento<br />

32 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

de otras CIenCIas socIales, pero tambIen una gran cunosIdad,<br />

una capaCIdad de aceptar que las cosas no son como uno creIa<br />

Otro aspecto de la actIvIdad del socIOlogo es el «ponerse en el<br />

lugar del otro», el ponerse en su sItuacIOn, el «comprender» la<br />

conducta de los demas Es esta pOSIbIlidad lo que dIstmgue las<br />

CIenCIas humanas, las CIenCIas socIales de las naturales Sm ser<br />

empresanos u obreros, podemos ponernos en su lugar, como no<br />

podemos hacerlo con los objetos matenales o con un fenomeno<br />

bIOlogICO Es este el metodo que en la tradIcIOn alemana y en la<br />

obra de Max Weber se llama verstehen -comprender- y que eXIge<br />

una actitud, SI no de SImpatIa, SI de «comprensIon» hacIa los<br />

demas en la mvestIgacIOn<br />

La socIOlogIa aspIra a ser y es CienCia al descubnr regulandades<br />

en los fenomenos y al explicarlos, y esta sometIda a los<br />

canones de obJetlVldad, de venfIcacIOn yde replica mdependIente<br />

de la CienCia Pero la socIOlogIa es mas, es tambIen una dISCIplma<br />

humamstIca en la que entran en Juego los valores, las<br />

conVICCIOnes y las preocupaCIOnes que tenemos como mIembros<br />

de la socIedad, tanto en la eleccIOn de los problemas que creemos<br />

dIgnos de estudIO como en los fmes para los que queremos saber<br />

Lo cual no es mcompatIble con la obJetlVldad, la validez de los<br />

datos que reCOjamos y de nuestras observaCIOnes, la verdad o<br />

falsedad de las mIsmas y de las conclUSIOnes a que lleguemos al<br />

relacIOnarlas<br />

Es la combmacIOn de la paSIOn por el conOCImIento como<br />

fm en SI mIsmo de la CIenCia, con la paSIOn personal por entender<br />

el mundo SOCIal en que VIVImos, la socIedad que afecta a nuestra<br />

vIda dIana y cuyo futuro nos mqUIeta o llena de esperanza, lo<br />

que hace el ser socIOlogo dIfIc¡) y al mIsmo tiempo apaSIOnante<br />

Justamente porque la socIOlogIa, a pesar del legado de sus grandes<br />

clasIcos y la contmua acumulacIOn de conOCImIento por<br />

mIles de mvestIgadores, es una CIenCia relativamente nueva, es<br />

campo abIerto para los que dedIquen a el su trabaJO, su prepara­<br />

CIOn, mtelIgencIa, y, como toda actlVldad mtelectual, entUSiaSmo"<br />

Lecturas<br />

Juan J Lmz, La soclOlogza y la comumcaClOn,<br />

en Propuestas culturales para la Juventud<br />

FundaclOn Umversldad-Empresa<br />

MadrId 1985 244 252 (pass1m)<br />

J DieZ NlColas, SoclOlogza, entre el funclOnalzsmo y la<br />

dzalectlca Guadlana, Madnd 1969<br />

A Inkeles, (Que es soclOlogza? Uteha, Mexlco 1965


1. El problema<br />

En la ceremonia protocolaria de colocación de<br />

las ciencias en el banquete del saber, la sociología,<br />

no se sabe muy bien por qué, plantea casi<br />

siempre problemas algo irritantes por la cantidad<br />

de dudas que suscita. ¿Es ciencia natural o social?<br />

¿Es ciencia en sentido estricto o una forma especial<br />

de arte? ¿Debe ser acomodada alIado de la historia<br />

o cerca de la psicología y economía?<br />

Parodiando a san Agustín, podríamos decir de la<br />

sociología lo que él aplicaba al concepto del tiempo:<br />

«Si no me preguntan lo que es, lo sé perfectamente;<br />

si me preguntan lo que es, me es imposible<br />

dar una respuesta».<br />

Con un velado masoquismo, los sociólogos se<br />

interrogan frecuentemente sobre la peculiaridad de<br />

su saber científico, sobre la función de su ciencia y<br />

el puesto de la misma en el conjunto de las ciencias<br />

sociales, e incluso sobre la legitimidad de su quehacer<br />

intelectual.<br />

El contexto sociocultural en el que la sociología<br />

tiene hoy que desenvolverse -el de la postmodernidad<br />

y la desconfianza en la razón- es distinto del<br />

, que presidió su alumbramiento como ciencia so-<br />

3<br />

La definición<br />

de la sociología<br />

cial. Los sociólogos caracterizan el contexto socio-:<br />

cultural en el que germinaron los primeros intentos<br />

de constituir el saber sociológico como saber cientí- ,<br />

fico con una palabra clave: ruptura: ruptura con el<br />

cuadro de valores y tradiciones del llamado Antiguo<br />

Régimen.<br />

Al plantearse de una manera radical la validez<br />

de las antiguas instituciones y la búsqueda de otras<br />

nuevas, se hizo factible la reflexión intelectual sobre<br />

aquéllas. Y la Revolución francesa fue sin duda<br />

un planteamiento absolutamente radical. Una generación<br />

complacida con sus instituciones y códigos<br />

difícilmente se presta a este tipo de interrogaciones<br />

y pesquisas.<br />

Desde este punto de vista, el contexto sociocultural<br />

de nuestra época sí es propicio al quehacer<br />

sociológico. La «nueva sociología» y los ensayos<br />

sociológicos de la


En una primera aproximación, podemos definir<br />

la sociología por este don que su «hada madrina<br />

revolucionaria» le regaló en el momento de su aparición<br />

en escena: la ciencia del orden y del desorden<br />

sociales, preocupación que nuestra disciplina comparte<br />

con otras ciencias sociales. Coincide asimismo<br />

con ellas en una presunción básica: que hay<br />

orden en la sociedad, y que puede ser descubierto,<br />

descrito, comprendido y mejorado.<br />

Orden social lo entiende la sociología como el<br />

hecho de que los sucesos -miríadas incalculables de<br />

interacciones entre individuos, grupos, instituciones<br />

y sociedades, desde la pelea callejera entre jóvenes<br />

a los que se niega la entrada en una discoteca,<br />

hasta el desmoronamiento de los sistemas totalitarios<br />

de Europa oriental- ocurren en una secuencia<br />

pautada, de forma más o menos regular, predecible<br />

hasta cierto punto, y de forma tal que se pueden<br />

hacer afirmaciones verificables empíricamente sobre<br />

la relación de estos sucesos o fenómenos con<br />

otros que acaecen en «puntos» del espacio y del<br />

tiempo, bajo determinadas condiciones.<br />

El orden social se despliega en el «mundo de la<br />

libertad», lo que lo diferencia del orden físico, perteneciente<br />

al «mundo de la necesidad». Pero difiere<br />

también del orden moral, el «mundo del deber ser»,<br />

pues el orden social es aséptico, ni se justifica ni se<br />

aprueba, aunque el sociólogo puede angustiarse en<br />

su fuero interno cuando estudia el «orden social»<br />

reinante en un campo de concentración o en un<br />

gobierno totalitario y despótico.<br />

A la sociología, en esta primera aproximación, le<br />

interesa también el desorden. Si no fuera así, el<br />

sociólogo gestionaría una ciencia miope, ya que el<br />

desorden es inherente a la sociedad, perfectible pero<br />

jamás perfecta, sujeta a fuerzas «naturales» que<br />

crean, muchas veces con un paradójico paralelismo<br />

sincrónico, el orden y el desorden.<br />

El grado de equilibrio entre orden y desorden<br />

puede variar según los tiempos y las coyunturas. Y<br />

lo que es más pungente: la percepción y la sensibilidad<br />

personales, bien respecto al orden, bien al desorden,<br />

están muchas veces en estrecha relación con<br />

la ideología propia o con la biografía personal.<br />

Parece, por tanto, algo estéril decantarse con<br />

parcialidad por una «sociología del orden» o por<br />

34 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

una «sociología del conflicto y del desorden». Una<br />

sociología cauta y honrada debe incluir ambas series<br />

de fenómenos, y aceptar que la sociedad es un<br />

mecanismo prodigioso de creación de hombres<br />

complejos, «ángeles y bestias», que por una parte<br />

fomenta y cultiva el desorden -explotación, discriminación,<br />

desigualdades insufribles- y actúa, por<br />

otra parte, como un aliviadero de tensiones y de<br />

conflictos.<br />

En definitiva, toda sociedad genera sus propios<br />

fermentos de conflicto y lucha, y fabrica asombrosos<br />

mecanismos de mantenimiento del orden y de<br />

minorización del desorden social.<br />

La ciencia indaga orden y regularidades, bajo el<br />

caos aparente. La sociología se consagra a pesquisas<br />

complejas para descubrir el orden social, no<br />

como producto de una voluntad esotérica y misteriosa,<br />

ni como producto dudoso de un pacto social,<br />

sino como un «dato» que está ahí y al que, de momento,<br />

llamaremos orden social natural.<br />

Un ejemplo clásico del maestro Durkheim: El<br />

suicidio ha sido secularmente considerado como un<br />

gesto de máxima densidad antisocial, pues consiste,<br />

en definitiva, desde el punto de vista de la sociedad,<br />

en excluirse voluntariamente de ella y sustraerse a<br />

todas las obligaciones dimanantes de dicha pertenencia.<br />

Sin embargo se trata de un fenómeno típicamente<br />

social, como lo atestiguan las siguientes<br />

regularidades sociológicas: presenta un índice relativamente<br />

constante en cada país, y varía significativamente<br />

de un país a otro. Difiere según los grupos<br />

sociales: «casados» frente a «viudos» o divorciados,<br />

protestantes frente a católicos, etc.; aumenta<br />

en épocas de depresión o prosperidad económica;<br />

disminuye en coyunturas de crisis o de guerras nacionales...<br />

Es decir, guarda una estrecha y elocuente<br />

relación con el grado de integración social de los<br />

individuos en conjuntos sociales ceñidos por vínculos<br />

fuertes y duraderos.<br />

El orden social se presenta para la mayor parte<br />

de los sociólogos como un postulado de la sociología,<br />

como un «acto de fe» con el que los iniciados emprenden<br />

su largo periplo científico y profesional.<br />

Sin este relativo determinismo, sólo conoceríamos<br />

el caos y la anarquía, y ni existiría ni podría existir<br />

la sociología.


Se plantea aquí el problema de la libertad, la<br />

innovación, la espontaneidad y la creatividad de los<br />

actores sociales. El sociólogo humanista cree en la<br />

libertad del hombre, y afirma confiadamente que<br />

en la sociedad hay auténtica creación humana, y<br />

que sobre el telón de fondo del determinismo social<br />

se destaca con mayor relieve la espontaneidad, el<br />

acto libre, la creación, la búsqueda consciente de la<br />

ruptura con las vigencias colectivas, la protesta<br />

creadora contra el orden establecido. Es palpable,<br />

además, que en la coacción y en la presión de los<br />

usos sociales, y en la misma tiranía institucional<br />

hay grados, está vigente una escala gradual de modelos,<br />

desde la máxima obligatoriedad hasta la permisividad<br />

complaciente. En el repertorio de normas<br />

que constriñen la acción individual distinguen<br />

algunos sociólogos la gama siguiente: normas categóricas<br />

(de deber absoluto) - normas de conducta<br />

preferente - normas recomendadas - normas de<br />

comportamiento tolerado - normas de desaprobación<br />

- normas prohibitivas - tabús.<br />

Toda norma social incorpora, con mayor o menor<br />

oficialidad, un margen social para la decisión<br />

personal, recurso impuesto por la pluralidad de individuos<br />

y por los datos hereditarios y la biografía<br />

personal.<br />

2. Definiciones máxima y mínima<br />

de la sociología<br />

A más de un sociólogo del pasado se le ha acusado<br />

de «imperialismo sociológico». ¿Razón? El proponer<br />

una definición de la sociología como ciencia<br />

globalizadora, que cobijaría bajo sus alas al resto<br />

de las ciencias sociales. 0, sin llegar a este extremo,<br />

que vició más de un esfuerzo de los primeros sociólogos,<br />

influidos esencialmente por Comte, un imperialismo<br />

subrepticio late también en sociólogos demasiado<br />

aficionados a conceptos trascendentes: sistema,<br />

estructura, función, etc.<br />

Desde esta perspectiva ambiciosa se pueden citar,<br />

con obligados matices que no merece aquí la<br />

pena elaborar, sociólogos ilustres que han definido<br />

la sociedad en alguna de las formas siguientes:<br />

- como cultura y civilización (Sorokin, Mannheim...);<br />

- como un entramado de instituciones y organizaciones<br />

(Etzioni, Gouldner, Blau...);<br />

- como una formación marcada por las clases,<br />

las capas sociales y las relaciones de poder (K. Davis,<br />

Lipset, Barber, Dahrendorf, ...);<br />

- como el entorno total de los fenómenos sociales,<br />

tanto estructurales como procesales (Parsons,<br />

Buckley...);<br />

- como una red omnicomprensiva de grupos,<br />

controles, conflictos, sanciones sociales (Coser,<br />

Goffman, Garfinkel...).<br />

Desde estas perspectivas han surgido y continúan<br />

surgiendo múltiples superposiciones y repeticiones<br />

entre la sociología y la antropología, la criminología,<br />

la demografía, la teoría de la comunicación<br />

y, en general, las sociologías especializadas.<br />

Abiertamente enfrentada con estas definiciones<br />

maximalistas es muy frecuente una definición mínima<br />

de la sociología como ciencia particular de los<br />

datos, estructuras, funciones y procesos que no son<br />

estudiados por el resto de las ciencias sociales. El<br />

principio epistemológico que circunscribe rigurosamente<br />

esta concepción de la sociología es el principio<br />

durkheimiano de la división del trabajo intelectual.<br />

Los riesgos no faltan, sobre todo el reduccionismo<br />

progresivo de la disciplina, debido al proceso de<br />

emancipación de saberes sociológicos que alcanzan<br />

un desarrollo considerable.<br />

3. La tentación de<br />

las definiciones formalistas<br />

Uno de los tipos de definición de la sociología,<br />

que por su elegancia geométrica más ha tentado a<br />

algunos sociólogos, ha sido la definición formalista<br />

de la disciplina. La sociología se debería definir,<br />

propone el sociólogo alemán Simmel, como la ciencia<br />

de las formas de sociabilidad o de las formas<br />

societarias. En otras palabras, el estudio de las formas<br />

de interacción entre los individuos.<br />

Tendríamos así una sociología pura o formal.<br />

(Simmel habla también de una sociología general<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 35


que consiste en el estudio de la vida histórica desde<br />

el punto de vista de la sociología, y de una sociología<br />

filosófica, que se consagraría al tratamiento de<br />

los problemas epistemológicos y metodológicos que<br />

afectan al saber sociológico).<br />

El punto de partida de las definiciones formalistas<br />

es la definición de la sociedad como función que<br />

se manifiesta y cristaliza en las relaciones dinámicas<br />

entre los individuos o mentes individuales. Hay<br />

sociedad, pretenden los sociólogos formalistas,<br />

siempre que un número de individuos entren en<br />

relaciones recíprocas.<br />

Simmel, pisando fuerte tras las huellas de Kant,<br />

se interroga: ¿Cómo es posible la sociedad? Es decir,<br />

¿cuáles son las condiciones a priori que hacen<br />

posible la sociedad, la «sociación», como consciente<br />

asociación de individuos?<br />

Su respuesta es doble:<br />

En primer lugar, por un retroceso o cesión de la<br />

individualidad personal. Todo individuo debe ceder<br />

algo de su individualidad en intercambio por la<br />

generalidad que exige todo papel social. Este requisito<br />

de la existencia de la sociedad se percibe nítidamente<br />

en dos casos extremos: el del individuo que<br />

cede tan poco de su individualidad que apenas puede<br />

«funcionar» en su vida social (el «raro», el mostrenco,<br />

el extravagante); y el del individuo que cede<br />

su individualidad con prodigalidad tan desmedida<br />

que su personalidad se desvanece en la interacción<br />

con los otros hasta el punto de vaciarla de todo<br />

sentido y sustancia.<br />

La «sociación» o sociabilidad es una intersección<br />

de dos dominios: una profunda individualidad<br />

y una generalización de sí mismo, una alquimia por<br />

la que el yo se ahorma en un nuevo molde o forma<br />

exigido por la sociabilidad. La intersección o cruce<br />

de estos dos dominios asemeja a la sociedad a un<br />

«cuerpo de funcionarios» con una jerarquía preestablecida<br />

de posiciones y una pre-ordenación de<br />

posiciones y actuaciones referidas al personal que,<br />

en un momento dado, integra ese cuerpo. Cada individuo<br />

encuentra en él su situs individual, su puesto<br />

ideal, que le es inequívocamente asignado, que le<br />

estaba «esperando», que armoniza con sus energías<br />

y con su «vocación».<br />

36 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

En segundo lugar, la llamada interior a cada uno,<br />

su vocación, a ocupar esa posición especial. Esta<br />

vocación se traduce en un conjunto de motivaciones<br />

y expectativas que le disponen a posesionarse y a<br />

dejarse poseer por ese puesto en la sociedad.<br />

SOCIOLOGIA, GEOMETRIA<br />

YGRAMATICA<br />

«La abstracción geométrica sólo investiga las formas<br />

espaciales de los cuerpos, aunque empíricamente estas formas<br />

sólo se dan como formas de algún contenido material.<br />

Del mismo modo, si se concibe la sociedad como una<br />

interacción entre individuos, la descripción de las formas de esta<br />

interacción es labor propia de la ciencia de la sociedad en un<br />

sentido más estricto y esencial».<br />

Tales formas societarias «se considera que constituyen la<br />

sociedad ... Yla sociologia que las aisla «inductiva y<br />

psicológicamente de la heterogeneidad de ... contenidos ...,<br />

procede como la gramática, que aísla de su contenido a las<br />

formas puras del lenguaje».<br />

Simmel<br />

El gran mérito de Simmel es el haber asignado a<br />

la sociología como una de sus tareas primordiales<br />

la búsqueda de los tipos sociales -no históricos ni<br />

psicológicos...-. Su demérito, el haber pretendido<br />

excluir del ámbito de la sociología las actividades<br />

concretas y los productos culturales de grupos y<br />

sociedades, pues -y aquí estriba el gran reproche a<br />

la sociología formalista- es arbitrario oponer en<br />

esta disciplina la forma y la materia, tentación de<br />

oscuro origen aristotélico y nominalista.<br />

4. Los rasgos de la sociología<br />

como saber científico<br />

Un ingenioso artificio intelectual para elucidar<br />

la cuestión de cuáles son los rasgos que caracteri-


gen de la religión, por ejemplo, a una de sus funciones<br />

históricas, no esenciales: el deseo de evadirse de<br />

las realidades amargas de la vida).<br />

- Limitar la causalidad de un fenómeno a un<br />

solo tipo de causas (monocausalidad).<br />

- Clausurar la causalidad en una estructura social<br />

semi-hipostasiada, es decir, convertida gratuitamente<br />

en el sistema o mente colectiva, como sucede<br />

con los holismos metodológicos de algunos seguidores<br />

de Parsons y de Durkheim.<br />

Este apartado se abría con un matiz: «Hay consenso<br />

mayoritario» sobre los fundamentos empírico-científicos<br />

de la sociología. En honor a la verdad,<br />

hay que recordar la activa presencia en la comunidad<br />

sociológica de escuelas y pensadores, sociólogos<br />

críticos o radicales, que niegan la posibilidad de<br />

conocimiento objetivo en la sociología, orientándola<br />

en un sentido voluntarista, auto-liberador y comprometido<br />

con la liberación de la sociedad. Así, un<br />

sociólogo norteamericano asignaba a la sociología<br />

de su país, probablemente la menos implicada en<br />

reformas y búsqueda de soluciones radicales a los<br />

problemas sociales, el compromiso con una «América<br />

humana y socialista» y la consiguiente dedicación<br />

preferente a los temas sociológicos -poder, clases<br />

sociales, dominación...-, que pueden proporcionar<br />

una plataforma a la propagación del socialismo<br />

como alternativa creíble y verosímil a la actual<br />

organización del sistema americano (Flaks, 1972).<br />

Algunos sociólogos marxistas han ido más lejos<br />

y han denunciado a la sociología, y en ella a todos<br />

sus representantes, conservadores y radicales, como<br />

legitimadores de las relaciones sociales vigentes.<br />

La sociología sería, sin más, la «racionalidad de<br />

la irracionalidad», la pretensión de explicar (y justificar)<br />

de una manera científica y racional el orden<br />

social hoy existente, perfectamente «irracional».<br />

6. La sociología<br />

como ciencia social<br />

La sociología, lo dice su propio nombre, es ciencia<br />

de lo social. Pero «lo social» puede ser entendido<br />

de diversas formas.<br />

38 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Las tres más comunes son:<br />

- Lo social como «comportamiento en sociedad»,<br />

terreno común a todas las ciencias del comportamiento,<br />

desde la psicología a la economía.<br />

- Lo social como un gigantesco edificio simbólico<br />

cuyos materiales son los usos o vigencias colectivas<br />

que cada generación hereda de las anteriores.<br />

- Lo social como trama de las relaciones sociales,<br />

los roles, las instituciones y los grupos.<br />

¿Cuál de estas orientaciones conviene a la sociología<br />

y justifica su derecho a ser considerada como<br />

ciencia social?<br />

Pitirim Sorokin, sociólogo ruso-americano, propone<br />

un paradigma que contiene una solución al<br />

interrogante expuesto. Supongamos varias clases<br />

de fenómenos sociales: económicos, políticos, religiosos,<br />

etc. Cada clase consta de elementos y relaciones<br />

propios, y de otros elementos y relaciones<br />

comunes:<br />

Fenómenos económicos: a, b, e, ... r, s, t, ...<br />

Fenómenos políticos: f, g, h, ... r, s, t, ...<br />

Fenómenos religiosos: 1, m, n, ... r, s, t, ...<br />

Los elementos comunes a estas tres ciencias son,<br />

por ejemplo, los grupos, las relaciones sociales, las<br />

sanciones, las desviaciones, etc. Según una fórmula<br />

de buen sentido común, «si en una clase de fenómenos<br />

hay N subclases, tiene que haber N+ 1 disciplinas<br />

para estudiar adecuadamente todos esos fenómenos:<br />

una disciplina para cada subclase de fenómenos<br />

(economía, psicología, política, religión, ...),<br />

y una disciplina más para estudiar los elementos<br />

comunes a todas ellas y las relaciones recíprocas<br />

entre las subclases: la sociología».<br />

La primera tarea de la sociología en cuanto ciencia<br />

social es el estudio de esos elementos comunes.<br />

La segunda tarea es el análisis de las relaciones<br />

entre los elementos comunes: ¿Cómo se relaciona la<br />

religión con la configuración político-económica de<br />

las sociedades? (Max Weber). ¿Cómo influyen los<br />

ciclos económicos en el aumento de las desviaciones<br />

sociales: la criminalidad, el suicidio? (Durkheim)...


El problema se plantea cuando se profundiza en<br />

la naturaleza de esos «elementos comunes» (acciones<br />

y relaciones sociales, grupos, instituciones...).<br />

Estamos ante tres alternativas que podemos sintetizar<br />

así:<br />

- Los elementos comunes agotan todo el terreno<br />

de lo social. En tal caso, la sociología es una ciencia<br />

general; las demás ciencias sociales son limitadas,<br />

en tanto que la sociología es la única que considera<br />

la sociedad como una totalidad. Es la postura de<br />

Comte, Spencer, Small, Ward y Sorokin, entre<br />

otros, que asignan más o menos explícitamente a la<br />

sociología un papel de «supervisor» de toda investigación<br />

socio-cultural.<br />

- Los elementos comunes no agotan todo el terreno<br />

de lo social. Quedan unos elementos inéditos,<br />

ese «gigantesco edificio simbólico» a través del cual<br />

las generaciones sucesivas se van transmitiendo los<br />

usos sociales, las vigencias colectivas, las definiciones<br />

culturales de cómo el individuo tiene que pensar,<br />

sentir y actuar.<br />

Aceptada esta alternativa, la sociología sería a la<br />

vez una ciencia social básica, consagrada a estudiar<br />

el comportamiento social regulado simbólicamente,<br />

y general, en cuanto realizaría una síntesis y<br />

sistematización de los descubrimientos de las demás<br />

ciencias sociales. Esta última tarea la capacitaría<br />

para proponer al hombre una visión comprensiva<br />

y totalizadora de la sociedad, basándose en las<br />

conclusiones de las ciencias sociales especiales.<br />

- Los elementos sociales estudiados por la sociología<br />

serían específicos, exclusivos del saber sociológico,<br />

centrados en la categoría de lo social entendido<br />

como el conjunto de relaciones que surgen<br />

de la conciencia recíproca entre el actor A y el actor<br />

B, y del obrar común y recíproco de ambos actores<br />

(el actor A y B pueden ser un individuo, un grupo,<br />

una institución, etc.). Es la postura que adopta una<br />

obra de tanta autoridad como la Enciclopedia de las<br />

Ciencias Sociales de 1968, dirigida por David L.<br />

Sills (publicada en España en 1974-1977 por Aguilar<br />

en 12 volúmenes):<br />

({ Una definición comúnmente aceptada de la sociología<br />

como ciencia especial es el estudio de los agregados y grupos<br />

sociales en su organización institucional, de las instituciones y<br />

su organización, y de las causas y consecuencias de los<br />

cambios en las instituciones yen la organización social. Las<br />

unidades principales de la indagación sociológica son los<br />

sistemas sociales y sus subsistemas; las instituciones sociales,<br />

la estructura social, y los agregados sociales, relaciones, grupos<br />

y organizaciones».<br />

7. La sociología<br />

como ciencia pura<br />

Albert Reiss.<br />

Este tercer rasgo de la sociología marcó a los<br />

primeros sociólogos, muy influidos por Comte, para<br />

quien la sociedad es objeto de observación científica,<br />

el objeto supremo y en algún momento sacralizado.<br />

El sociólogo procedería como un notario que<br />

da cuenta sabia y lúcida de la realidad social, sin<br />

admirar ni condenar, alejándose del papel de abogado<br />

o de fiscal.<br />

Esta postura, afirma Comte, exige fundar una<br />

teoría cuyas únicas pretensiones sean descubrir las<br />

verdaderas leyes naturales de la sociedad sobre un<br />

único criterio: la ausencia de contradicción interna.<br />

Las consecuencias prácticas de esta postura no<br />

han escapado a la crítica ya la denuncia. La sociología<br />

como saber puro se separa de la praxis, se<br />

pronuncia por la «indiferencia teórica», que para<br />

Horkheimer conduce fácilmente al «cinismo sociológico».<br />

El mismo Comte justificaba así su postura<br />

esencial de espectador:<br />

«La sociología no debe inmiscuirse de manera activa<br />

en el movimiento político propiamente dicho,<br />

que debe ser para ella un objeto permanente de observación<br />

fundamental, limitando su única intervención<br />

a cumplir su función de elevada enseñanza» (Cours de<br />

Philosophie positive, tomo IV).<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 39


La sociología parece entones condenada a adoptar<br />

una orientación retrospectiva, ya que para poder<br />

formular leyes generales -su objetivo supremo- deberá<br />

esperar a que los hechos se desarrollen según<br />

sus propias leyes naturales.<br />

Fácilmente se deriva de esta «paciencia» ante<br />

los hechos sociales una propensión a inventariar los<br />

elementos en que se descompone la sociedad -familia,<br />

religión, ciencia, ...-, abandonando una fecunda<br />

concepción dinámica de la sociedad. Late en esta<br />

concepción el peligro y la tentación de una sociología<br />

a-histórica, no intervencionista en el cuerpo social<br />

y en su desarrollo.<br />

En efecto, para «intervenir» hay que poseer previamente<br />

un amplio repertorio de leyes de desarrollo<br />

de la sociedad, pero la predicción es impracticable,<br />

pues exigiría la coordinación de todos los datos<br />

de la observación.<br />

AlIgll;/e CUI/l/e<br />

40 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

La intervención en el cuerpo social y en su desarrollo<br />

es sólo posible si el «interventor» se mantiene<br />

en estricta obediencia a las leyes de la naturaleza y<br />

se limita a provocar una variación en los fenómenos<br />

sociales conciliable con el carácter del fenómeno en<br />

cuestión.<br />

Si no se obedece a este doble principio, se corre<br />

el riesgo de destruir el organismo social. De ahí el<br />

horror comtiano a intervenir en los movimientos<br />

revolucionarios, tan pungentes en su época, o en las<br />

leyes del mercado de aquel capitalismo que hacía<br />

estragos en el tejido social.<br />

Ultima consecuencia de esta postura: el conformismo<br />

social. Otros preferirán un término diferente:<br />

conservadurismo. Con esta etiqueta ha pasado<br />

Comte a figurar en muchos libros y textos de sociología.<br />

Lo peor quizá del ardoroso positivismo inaugurado<br />

por Comte como representante del «purismo»<br />

en sociología fue la aceptación del ser como el deber<br />

ser.<br />

Ante la impotencia momentánea de la sociología<br />

frente a los desórdenes sociales y las tendencias<br />

aparentemente irresistibles del cuerpo social, la<br />

única intervención aconsejada sería la de certificar<br />

las líneas maestras de las crisis sociales, formular<br />

previsiones sobre el resultado final de esas crisis, e<br />

inspirar frente a los males una «sabia y firme resignación».<br />

En honor de la sociología, hay que apresurarse a<br />

decir que la mayoría de los sociólogos no ingresaron<br />

en esta antipática cofradía de resignados. Pero<br />

la influencia de Comte perduró en más de una escuela<br />

sociológica.<br />

La crítica más feroz fue obra de Lyndt, en 1939.<br />

Su Conocimiento, ¿para qué? denunció dos tipos de<br />

roles extraños que había generado el positivismo en<br />

las ciencias sociales: el rol del técnico y el rol del<br />

erudito. El primero define su tarea desde una perspectiva<br />

miope por su excesiva y estrecha relación<br />

con el marco institucional de cada situación. El<br />

segundo se distancia de los problemas inmediatos y<br />

pertinentes, los pierde de vista.<br />

En conclusión, las ciencias sociales trabajan sobre<br />

todo para la autosatisfacción académica, para


Surgió enseguida una tendencia antigeneralizadora:<br />

hay que intentar comprender los fenómenos sociales<br />

en su individualidad histórico-cultural concreta.<br />

El dilema con que se enfrentó la sociología -seguir<br />

los pasos de las ciencias naturales o ponerse a<br />

caminar sobre las huellas de la historia- había sido<br />

provocado por pensadores ajenos a la disciplina:<br />

Dilthey, Windelband y Rickert.<br />

Max Weber pretendió solucionarlo con su elaboración<br />

teórica y práctica de los tipos ideales: el burócrata<br />

es un «tipo ideal», una mezcla de relaciones<br />

abstractas y de datos históricos y contingentes.<br />

La sociología tiene ambición de generalidad, lo<br />

que se traduce en la búsqueda científica de leyes<br />

generales que iluminen la razón de ser de fenómenos<br />

macrosociales.<br />

En su brillante trabajo sobre El Antiguo Régimen<br />

y la Revolución se plantea Tocqueville un gran interrogante,<br />

cuya razón de ser intenta elucidar:<br />

«¿Por qué la Revolución francesa, uno de los<br />

mayores esfuerzos que ha hecho un pueblo para cortar<br />

en dos su destino y separar con una brecha insalvable<br />

el pasado odioso y el futuro pretendido, condujo<br />

a la reproducción de un cierto número de rasgos característicos<br />

de la sociedad del Antiguo Régimen, como<br />

la centralización administrativa?».<br />

En la estela del trabajo de Tocqueville, una buena<br />

parte de los estudios sociológicos se inspiran en<br />

una sencilla pregunta sobre algún fenómeno macrosociológico:<br />

¿Por qué las tasas de suicidio aumentan<br />

regularmente en todas las sociedades industriales<br />

a lo largo del siglo XIX? ¿Por qué tiende a crecer<br />

el individualismo en los países desarrollados? ¿Por<br />

qué el socialismo no ha conseguido implantarse en<br />

los Estados Unidos?<br />

El primer tipo de leyes rastreadas por los sociólogos<br />

fueron las de tipo evolutivo, a modo de enunciados<br />

que indicaran que un sistema o una sociedad<br />

estaban destinados a pasar por una serie de etapas<br />

predeterminadas. Así, Comte con su ley de los tres<br />

estadios de la humanidad; Marx con su tesis de que<br />

las etapas del desarrollo inglés de los siglos XVIII y<br />

XIX prefiguraban el proceso de desarrollo de todos<br />

42 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

los países; Spencer con sus leyes del progreso y el<br />

tránsito de la sociedad militar a la sociedad industrial.<br />

Y, entre los modernos, Rostow con su idea<br />

sobre el despliegue de las etapas de desarrollo según<br />

un orden inmutable que obedece a mecanismos<br />

repetitivos y «obligatorios» en todos los casos.<br />

En una palabra, el desarrollo de las sociedades<br />

obedecería a factores invariantes. Estas leyes evolutivas<br />

no han tenido mucho éxito, y la crítica ha<br />

destacado su carácter local, las numerosas excepciones,<br />

su validez condicionada a determinadas características<br />

del contexto, etc.<br />

El segundo tipo de leyes, el más codiciado por<br />

muchos sociólogos, es el de ley general de la forma:<br />

y = f (Xl, x 2 , x 3 , ...), de tipo condicional: si x se<br />

encuentra en estado a, entonces y está en el estado<br />

b.<br />

Durkheim nos brinda una ilustración ya clásica<br />

de este tipo de leyes: la tasa de suicidio (y) es una<br />

función creciente de la situación de anomía (x), es<br />

decir, un aumento de anomía induce a un aumento<br />

en la tasa de suicidios. Los sociólogos suelen contentarse<br />

con leyes probabilistas, aunque algunos<br />

hayan dado un paso más y hayan propuesto leyes<br />

deterministas, mucho más infrecuentes y dudosas.<br />

A propósito de la violencia política, Gurr ha formulado<br />

una ley que dice que ésta, la violencia política<br />

(y), es una función creciente de:<br />

- el nivel de frustración relativa de una población<br />

(Xl);<br />

- la creencia de los individuos (x 2 ) sobre lo bien<br />

fundadas que están sus reivindicaciones y sobre la<br />

utilidad de comprometerse en una rebelión abierta<br />

contra el poder (x 3 );<br />

- la diferencia entre su poder de coerción y presión<br />

y el poder paralelo de coerción de «los que<br />

mandan» (x 4 );<br />

- otros factores aleatorios (E). La ley puede formularse<br />

así:<br />

y = f (Xl, x 2 , x 3 , x 4 , E).<br />

En principio es posible enunciar este tipo de<br />

leyes, con varias reservas.<br />

La primera, que casi siempre se introducen fac-


tores aleatorios en la fórmula. Como hace Gurr en<br />

su análisis.<br />

La segunda, que tales leyes son válidas sólo para<br />

contextos y momentos determinados. Así, la ley<br />

durkheimiana sobre el aumento de tasas de suicidios<br />

se ha revelado no válida para el siglo XX, y, a<br />

propósito de la ley de Gurr, Davies ha señalado muy<br />

certeramente que la violencia política se produce<br />

más frecuentemente en períodos caracterizados por<br />

una mejora de las condiciones socioeconómicas, seguida<br />

por un período de deterioro drástico; o, como<br />

ya indicó Tocqueville, la rebelión estalla precisamente<br />

en una etapa de mejoras generalizadas que<br />

inflaron las expectativas populares por encima de<br />

las posibilidades reales.<br />

La tercera, y quizá más seria, la dificultad de<br />

precisar las circunstancias exactas en las que una<br />

ley sociológica es válida.<br />

ALGUNAS LEYES SOCIOLOGICAS<br />

MAS CONOCIDAS<br />

- La ley de desarrollo de la humanidad, de Saint Simono<br />

- La ley de los Tres Estadios, de Comte.<br />

- La ley de gravitación del mundo social, de Durkheim.<br />

- La ley del desarrollo dialéctico de la historia sobre<br />

las relaciones de producción, de Marx.<br />

- La ley de circulación de las élites, de Pareto.<br />

- La ley de rutinización del carisma, de Max Weber.<br />

- La ley de hierro de las oligarquías, de Michels.<br />

- La ley sobre la relación entre el crecimiento diferente<br />

de la población y de los recursos, de Malthus.<br />

- El teorema de Thomas sobre la definición de la situación.<br />

- La ley sobre el crecimiento de las civilizaciones desde<br />

su periferia, de Toynbee.<br />

9. La sociología y la búsqueda<br />

de modelos estructurales<br />

Hay un tercer tipo de leyes que se ha revelado<br />

como el camino más fecundo para la sociología. No<br />

se trata en rigor de leyes, sino de modelos estructurales<br />

o de esquemas generales que pueden aplicarse<br />

al análisis de otros fenómenos singulares, siempre<br />

que en cada caso el modelo sea convenientemente<br />

modulado.<br />

Nos hemos referido antes a un fenómeno macrosociológico<br />

que ha despertado la curiosidad de más<br />

de un sociólogo: la mínima penetración del socialismo<br />

en los Estados Unidos, donde las desigualdades<br />

sociales nunca han faltado.<br />

Sombart propone un modelo explicativo, aplicable<br />

a otras situaciones en diferentes contextos y<br />

épocas.<br />

Durante muchas décadas, USA ha sido un país<br />

de frontera, de espacios no colonizados y accesibles,<br />

a donde podían trasladarse los descontentos con su<br />

posición social. La estrategia individual de la «huida»<br />

(e.xit) tenía mucho más atractivo para los deseosos<br />

de mejorar su posición que la estrategia de la<br />

protesta social (voice), que sólo es eficaz cuando se<br />

traduce en participar en una acción colectiva para<br />

cambiar la situación del grupo social de pertenencia.<br />

Hirschman añade que cuando ambas estrategias<br />

son posibles, la estrategia colectiva (voice) es siempre<br />

más costosa e incierta que la estrategia individual<br />

(e.xit). En los viejos países europeos se implantó<br />

el socialismo como ideología conducente a la mejora<br />

de la posición de individuos y grupos desfavorecidos,<br />

porque el rígido sistema de estratificación<br />

social vigente en aquellos países, heredado de la<br />

Edad Media, y del que lentamente se estaban desembarazando,<br />

hacía pensar a los desheredados que<br />

la estrategia de ascensión social individual era ineficaz<br />

e impracticable. Y para que se imponga la<br />

estrategia colectiva, que implica organización, «sudor<br />

y lágrimas», es necesario que los individuos<br />

tengan tendencia a considerar la estrategia individual<br />

como inútil e imposible.<br />

En Estados Unidos jamás hubo un sistema legal<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 43


de estratificación social. La frontera podía ser siempre<br />

empujada más allá por los ambiciosos. (Conquistadas<br />

ya las fronteras desde hacía muchos años,<br />

en la década de los 60 el presidente Kennedy lanzó<br />

su célebre eslogan de la «nueva frontera», la interior,<br />

la de la pobreza, discriminación e injusticia, y<br />

propuso su conquista a las nuevas generaciones de<br />

americanos).<br />

Los modelos estructurales han sido aplicados<br />

con notable éxito para explicar fenómenos sociales<br />

muy diversos, como la decadencia de las escuelas<br />

públicas en la costa oeste de los Estados Unidos, la<br />

ausencia de movimientos sociales en el nordeste del<br />

Brasil, el estado letárgico de muchas universidades<br />

francesas..., aplicando en estos tres casos concretos<br />

el modelo de la «huida» y la «protesta», originalmente<br />

diseñado para esclarecer el escaso atractivo<br />

de las ideologías socialistas en los Estados Unidos.<br />

HABLAN DOS MAESTROS<br />

Definición de<br />

la sociología, de Durkheim<br />

- La sociología no es un anexo de ninguna otra ciencia; es<br />

una ciencia distinta y autónoma. Un hecho social sólo puede ser<br />

explicado por otro hecho social, y debe ser tratado como una<br />

«cosa», pues la sociedad y el grupo piensan, sienten y actúan en<br />

forma distinta de como lo harían sus miembros si estuvieran<br />

aislados. Así, para la sociología, el hecho social es toda manera<br />

de ser y de hacer, establecida o no, susceptible de ejercer sobre el<br />

individuo una fuerza exterior...<br />

- La sociología es la ciencia de las instituciones, que son el<br />

conjunto de los actos y de las ideas ya instituidos que los individuos<br />

hallan ante sí yque más o menos se les imponen ... Se puede<br />

44 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

llamar institución a todas las creencias y a todos los medios de<br />

comportamiento instituidos por la colectividad. La sociología se<br />

puede definir como la ciencia de las instituciones, de su génesis y<br />

funcionamiento.<br />

- La sociología es una ciencia que estudia con una visión de<br />

conjunto, de manera tipológica y explicativa, los diferentes grados<br />

de cristalización de la vida social, cuya base se encuentra en<br />

los estados de conciencia colectiva, irreductibles y opacos a las<br />

conciencias individuales. Dichos estados se manifiestan en influencias,<br />

instituciones y presiones, símbolos exteriormente observables<br />

que se materializan en la transfiguración de la superficie<br />

geográfica y demográfica, y penetran al mismo tiempo en<br />

todos esos elementos por medio de las ideas, los valores y los<br />

ideales, a los cuales tiende la conciencia colectiva.<br />

Definición de<br />

la sociología, de Max Weber<br />

«La sociología... es una ciencia que se propone comprender<br />

por interpretación los significados internos de las conductas<br />

sociales y llegar de este modo a su explicación causal. Una<br />

conducta es social cuando el significado que le es atribuido por<br />

uno o más agentes humanos se relaciona en ese sentido...<br />

La comprensión es el conocimiento de los estados internos de<br />

los agentes humanos dispersos y de los significados que ellos<br />

atribuyen a sus conductas llamadas sociales: como la comprensión<br />

no es accesible más que a las conciencias individuales, estas<br />

últimas deben interpretar los significados y los valores que las<br />

guían... ».<br />

Lecturas<br />

J. Castillo Castillo, Introducción a la sociología. Guadarrama,<br />

Madrid 1969.<br />

Georges Gurvitch, Tratado de sociología, 1. Kapeiusz, Buenos<br />

Aires 1962,3-29.


II<br />

EL RECORRIDO<br />

HISTORICO


1. El contexto histórico<br />

L a sociología es una ciencia singular, pues, a,<br />

desemejanza de todas las demás ciencias, naturales<br />

o sociales, al tiempo que nace y se desarrolla,<br />

contribuye a configurar la sociedad en la<br />

que aparece, debido a una de sus funciones más<br />

eminentes y delicadas, actuar como sustitutivo se-:<br />

cular de la religión y, desde la fidelidad a su vocación,<br />

reformar la sociedad conforme a unos ideales<br />

muy concretos, que coinciden en su mayor parte<br />

con los propuestos por la Ilustración.<br />

En esa tarea y en esa vocación están de acuerdo<br />

los llamados «padres fundadores» de nuestra disciplina.<br />

Es de una importancia relativa el cuándo del<br />

nacimiento de la sociología.<br />

- Etimológicamente, el término «sociología» nació<br />

en una carta del francés Comte a su amigo Valat<br />

(1824), repetido en la lección 47 del Curso de filosofía<br />

positiva (1839).<br />

- Metodológicamente, señalan algunos las estadísticas<br />

sociales de Quétélet, en 1835, precursor de<br />

los esfuerzos de descripción y medición de los fenómenos<br />

sociales, con pretensiones de rigor científico<br />

y técnicas de inferencia estadísticas.<br />

- Sustantivamente, la sociología nace con el pri-<br />

4<br />

El nacimiento<br />

de la sociología<br />

mer pensador -desde Platón a Rousseau hay muchos<br />

para elegir- que se detuvo en reflexionar sobre<br />

los aspectos recurrentes de la vida del hombre en<br />

sociedad.<br />

- Y, de manera autónoma y distintiva, su aparición<br />

coincide con la consolidación de la sociedad de<br />

clases y de conflictos sociales, es decir, con la sociedad<br />

industrial europea, incipientemente democrática<br />

y secularizada, momento privilegiado para<br />

nuestra ciencia en cuanto en él se institucionalizan<br />

las condiciones propicias para la reflexión crítica y<br />

libre sobre una sociedad ya emancipada de tutelas<br />

religiosas y transida de problemas y desórdenes<br />

sociales.<br />

Es decir, la sociología, como vocación científica<br />

y como ethos peculiar del hombre moderno, aparece<br />

en todo su esplendor coincidiendo con el largo y<br />

penoso proceso de secularización de la sociedad.<br />

Durkheim lo proclamó orgullosamente: nació en<br />

Francia porque en ese país el tradicionalismo había<br />

perdido su secular poder y se había afianzado la<br />

confianza en la razón para traducir en nociones<br />

precisas la «más compleja e inestable de las realidades:<br />

la sociedad».<br />

Desde esta confianza en la razón para captar con<br />

sus redes las complejidades y los entresijos del vivir<br />

humano en sociedad, la sociología aparece como un<br />

producto del escepticismo, pero del más constructivo<br />

de los escepticismos. Como un «arte de la des-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOWGIA 47


confianza» o como «una forma de conciencia», como<br />

ha podido asegurar con toda justicia Peter Berger<br />

en uno de sus ensayos más sugerentes.<br />

« No nos desviaremos demasiado si consideramos<br />

el pensamiento sociológico como parte de lo que<br />

Nietzsche llamaba el arte de la desconfianza. Sería<br />

uná burda simplificación pensar que este arte ha existido<br />

sólo en los tiempos modernos. El ver a través de<br />

las cosas es probablemente una función bastante general<br />

de la inteligencia, incluso en las sociedades muy<br />

primitivas (...).<br />

Tenemos pruebas de civIlizaciones diferentes de la<br />

occidental que han poseído formas de conciencia que<br />

podrían ser denominadas proto-sociológicas. Hay incluso<br />

textos del Antiguo Egipto que atestiguan un<br />

profundo desencanto con un orden positivo y social<br />

que ha adquirido la reputación de haber sido uno de<br />

los más coherentes de la historia. Sin embargo, con el<br />

nacimiento de la Epoca Moderna en el mundo occidental,<br />

esta forma de conciencia se intensifica, se hace<br />

concentrada y sistematizada, y marca el pensamiento<br />

de un número creciente de hombres lúcidos» (Peter<br />

Berger, 1978).<br />

Esta nueva forma de conciencia, escéptica y desconfiada,<br />

nace, sin embargo, de una profunda inquietud<br />

ética por el futuro del hombre en una socie­<br />

\ dad convulsa, como percibieron en su momento los<br />

\ «padres fundadores». Inquietud que, en nuestros<br />

días, reclama para nuestra disciplina una función<br />

I crítica, semiprofética, que la Escuela de Frankfurt<br />

hará coincidir, en la fórmula de Habermas, con «un<br />

verdadero interés por un Estado justo y por el desarrollo<br />

del hombre en una sociedad libre».<br />

Fue una doble revolución, la del


de los sabios y de los señores del saber sociológicoserá<br />

el único templo, y el hombre planetario el<br />

supremo oficiante.<br />

Esta triple tensión, saint-simoniana en su formulación<br />

original, la introduce Comte en su construcción<br />

sociológica, y la hace culminar en su socioeracia,<br />

en la que se produciría una fusión definitiva<br />

de la ciencia, la filosofía y la fe. Sociocracia que no<br />

tardaría mucho en desembocar en una aberrante<br />

soeiolatría, sin fundamento ni futuro.<br />

Retrocedamos unos pasos.<br />

El sembrador genial de este racimo de problemas<br />

fue el francés Saint-Simon, aunque el mérito<br />

-denuncia Durkheim- se atribuya a Comte. El carácter<br />

precursor del pensamiento de Saint-Simon<br />

es hoy ampliamente reconocido.<br />

Gurvitch asegura que el duque Henri de Saint­<br />

Simon desempeñó el «papel de san Juan Bautista»<br />

en relación con la sociología moderna.<br />

F. A. Hayek afirma que recogió lo mejor de la<br />

Ilustración, lo transmitió a la nueva generación de<br />

librepensadores de la Escuela Politécnica de París<br />

que se debatían en las estrecheces intelectuales de<br />

la Restauración, y creó un movimiento grande y<br />

fecundo: el saint-simonismo.<br />

y Gouldner acuña la frase definitiva: «Es como<br />

una ballena que lanza chorros de agua en todas las<br />

direcciones» .<br />

Esos «chorros de agua» fueron, en realidad, problemas<br />

sustantivos y metodológicos recogidos por<br />

escuelas y pensadores posteriores, y aún no resueltos<br />

satisfactoriamente para todos.<br />

- El primer problema se refiere a la necesidad de<br />

una teoría nueva que, operando sobre nuevos datos,<br />

orientará científicamente la comparación, interpretación<br />

e investigación de los fenómenos sociales<br />

aparecidos a finales del siglo XVIII y primeras décadas<br />

del siglo XIX. Comte, Spencer y Tocqueville,<br />

entre otros, recogieron con fortuna varia este desafío,<br />

al que intentaron responder con sus aportaciones<br />

teóricas.<br />

- El segundo problema es de tipo metodológico:<br />

¿cómo medir los hechos sociales, sobre todo los que<br />

en aquellos momentos se encontraban situados en<br />

los arrabales de la reflexión académica, pero constituían<br />

ya áreas sintomáticas y enormes: las nuevas<br />

clases proletarias (les classes dangereuses, como fueron<br />

bautizadas en su momento), la criminalidad,<br />

las huelgas violentas...?<br />

El padre de la estadística social, Quétélet, y el<br />

patrono católico y reformista, Frédéric Le Play, se<br />

encararon con este problema de ordenación sistemática<br />

y medición empírica.<br />

- El tercer problema lo planteó una de las tareas<br />

que Saint-Simon asignaba a la nueva ciencia: la de<br />

dirigir el proceso social desencadenado por la Revolución<br />

francesa y orientarlo al progreso. Esa voluntad<br />

de transformación del devenir histórico exigía<br />

reunir de forma ordenada y lúcida un enorme material<br />

histórico que permitiera elaborar una interpretación<br />

sociológica de los pasos que la humanidad<br />

debería dar en los siglos futuros.<br />

Grandes historiadores del siglo XIX dieron los<br />

primeros pasos en esa dirección. Foustel de Coulanges,<br />

con sus estudios sobre la ciudad antigua; Lorenz<br />

von Stein, con sus análisis sobre los factores de<br />

equilibrio entre la sociedad y el Estado, y Gustav<br />

von Schmoller, con su preocupación por los aspectos<br />

sociales de la economía, fueron realizando este<br />

sueño de Saint-Simon.<br />

- El cuarto problema se puede enunciar así: los<br />

creadores del pensamiento social «nuevo» no pueden<br />

ni deben aislarse en sus bibliotecas y gabinetes<br />

de estudio. El imperativo de la época es:


en el que irrumpe la eternidad en la historia y<br />

transforma la realidad «mundo» con una nueva<br />

oportunidad.<br />

En la literatura contemporánea lo introdujo<br />

Paul Tillich, orientándolo hacia la situación de «crisis<br />

y hundimiento cultural» que crea un momento<br />

oportuno para la reconstrucción.<br />

En este sentido puede ser empleado para escenificar<br />

la coyuntura histórica que propició la emergencia<br />

de la sociología.<br />

¿Qué trabazón de factores y circunstancias, qué<br />

sazón o coyuntura hizo posible la crítica científica<br />

del orden social con las características propias de la<br />

nueva disciplina, que se vislumbraba ya en las<br />

obras de los pensadores de este período excepcional<br />

del pensamiento?<br />

No habían faltado en el pasado, remoto o reciente,<br />

críticas morales de los desórdenes sociales, ni,<br />

por supuesto, denuncias proféticas de los pecados de<br />

la sociedad, desde la revelación judea-cristiana o<br />

desde radicalismos seculares exasperados, ni justificaciones<br />

ideológicas de la violencia contra el tirano<br />

de turno. Pero, en general, predominaba una cierta<br />

apatía frente a los problemas sociales, muy en la<br />

línea de lo que podríamos denominar una teodicea<br />

de la resignación.<br />

«Determinar la parte que le corresponde a Francia en la<br />

constitución y el desarrollo de la sociología es casi hacer la<br />

historia de esta ciencia, puesto que ha nacido entre nosotros ...<br />

No podía nacer y desarrollarse en sitio alguno en donde no se<br />

encontraran reunidas las dos condiciones siguientes. Por de<br />

pronto, era necesario que el tradicionalismo hubiese perdido<br />

su imperio. En un pueblo que siente que sus instituciones son<br />

exactamente lo que deberían ser, nada puede provocar a la<br />

reflexión a aplicarse a las cosas sociales. Pero además era<br />

precisa una verdadera fe en el poderío de la razón para<br />

intentar la empresa de traducir en nociones definidas la más<br />

compleja y la más inestable de las realidades. Ahora bien,<br />

Francia cumplía esa doble condición».<br />

50 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

Durkhelm, 1915.<br />

Desde esta perspectiva, la sociología aparece como<br />

una transformación de la secular reflexión ético-filosófica,<br />

es decir, de la filosofía social, con la<br />

adición de una base científica, y con una radical<br />

. orientación transformadora. La intuición de esa necesidad<br />

y posibilidad la tuvo Saint-Simon, el más<br />

lúcido y destacado de los pensadores que se embarcó<br />

en esta aventura, aunque no el único.<br />

Comte ha recibido, incluso, los honores de «fundador»<br />

de la disciplina. Saint-Simon se encontró<br />

con un terreno esmeradamente arado por los filósofos<br />

de las Luces, por los gigantes de la ciencia, por<br />

los historiadores con vocación de filósofos o profetas<br />

-los cultivadores de la llamada filosofía de la<br />

historia-, por los economistas clásicos y por los<br />

entusiastas del progreso, entendido como lema y<br />

divisa de la nueva humanidad.<br />

En esta coyuntura histórica del pensamiento humano,<br />

y en una situación socio-política tensada<br />

hasta un extremo insoportable por las convulsiones<br />

de la Revolución francesa y por la reorganización<br />

del espacio político y social de los países europeos,<br />

nació la sociología. Con vocación de ciencia genui-<br />

. na. Y, sobre todo, con una apasionada voluntad de<br />

transfigurar la vieja sociedad y poner en marcha un<br />

proyecto dinámico de humanidad renovada.<br />

- Su vocación de ciencia genuina se inspiró en el<br />

paradigma de la ciencia natural, cuyas estrellas invitadas<br />

fueron Bacon y Newton. El paradigma de la<br />

ciencia natural, ambición latente de generaciones<br />

enteras de sociólogos y patente en la fascinación de<br />

algunos de ellos por los modelos físicos y matemáticos<br />

con mejor o peor fortuna aplicados al quehacer<br />

sociológico, ha jugado un ambiguo rol de amante<br />

desdeñosa en la sociología.<br />

En su estudio sobre La estructura de las revoluciones<br />

científicas (FCE, México 1986, 33 ss), Kuhn<br />

asimila la noción de paradigma a la de «ciencia<br />

normal», y entiende por ésta la «investigación basada<br />

firmemente en una o más realidades científicas<br />

pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica<br />

particular reconoce durante cierto tiempo como<br />

fundamento para su práctica posterior»,<br />

Paradigmas científicos lo fueron, en su tiempo,<br />

la Física de Aristóteles, el Almagesto de Tolomeo,<br />

los Principios y Optica de Newton, y la Química de<br />

Lavoisier.


El estudio de los paradigmas es lo que prepara<br />

principalmente al estudiante para formar parte como<br />

miembro de la comunidad científica particular<br />

en la que trabajará más tarde. La comunidad sociológica,<br />

no sin arduas discusiones y con disidentes<br />

notables, ha reivindicado para su disciplina el paradigma<br />

general de las ciencias naturales.<br />

¿En qué consiste este paradigma? Sus líneas<br />

esenciales son éstas, que por razones obvias no reciben<br />

aquí un desarrollo más amplio.<br />

PARADIGMA<br />

DE LA CIENCIA NATURAL<br />

- Enfoque del problema del conocimiento humano.<br />

- Que se orienta al desarrollo de principios generales<br />

sobre una serie limitada de fenómenos.<br />

- Estos principios están derivados de las observaciones<br />

empíricas.<br />

- y formulados de forma tal que puedan ser comprobados<br />

por un experto competente.<br />

- y de esa manera su verdad puede ser confirmada por<br />

observaciones similares de muchas personas.<br />

- y los sesgos y valores del observador pueden ser<br />

controlados hasta llegar a un grado razonable de objetividad.<br />

Este paradigma general incluye, asimismo, una<br />

exigencia posterior: la ciencia no debe limitarse a<br />

una mera acumulación de observaciones, sino que<br />

requiere una interrelación lógica de aquéllas, es<br />

decir, teorías permanentemente abiertas a la crítica,<br />

a comprobaciones posteriores y a revisiones<br />

eventuales, en el contexto de una tradición acumulativa<br />

de conocimiento no dogmático.<br />

Dado que los hechos no se ordenan por sí mismos,<br />

es la teoría la que los ordena, los analiza, los<br />

generaliza y los relaciona con otros hechos. No se<br />

detiene aquí el papel de la teoría, que se convierte<br />

además en un marco esencial para organizar e in-<br />

terpretar las observaciones empíricas que sobrevengan<br />

en el futuro.<br />

- La sociología aprovechó igualmente tres perspectivas<br />

sugestivas que otras ciencias del comportamiento<br />

humano, más madrugadoras, habían desarrollado<br />

con resultados alentadores.<br />

La psicología había descubierto, de mano de<br />

Herbart, las ilimitadas posibilidades de autodefinirse<br />

y desarrollarse como una ciencia natural. Herbart<br />

inauguró la pretensión de adaptar las leyes<br />

físicas a la investigación de los problemas planteados<br />

por el estudio de la mente humana. Formuló en<br />

esta línea una especie de ley de la tennodinámica asi<br />

concebida: la energía psicológica ni se crea ni se<br />

destruye; si una impresión gana fuerza en la mente<br />

humana, otra impresión se ve forzada a perderla...<br />

(Muchos años después, Durkheim se verá tentado<br />

por otra ley famosa, la de la gravitación universal<br />

de Newton, y enunciará su ley de gravitación del<br />

mundo social, sobre la relación entre el aumento de<br />

densidad demográfica y la emergencia de la sociedad<br />

de solidaridad orgánica con el correspondiente<br />

crecimiento de la densidad moral).<br />

La ciencia económica proporcionó a la incipiente<br />

reflexión sociológica su pretensión de rigor científico,<br />

y sobre todo su presunción de un orden natural<br />

en el terreno económico.<br />

Los fisiócratas sugerían que la mejora de las<br />

instituciones económicas debía realizarse sin inter­<br />

( vención del Estado, simplemente por acomodación<br />

al orden natural de la economía. Y Adam Smith, con<br />

su idea de la mano invisible, que ordena los intereses<br />

individuales y la filosofía del egoísmo al bien de<br />

todos, hizo meditar a muchos protosociólogos sobre<br />

la plausibilidad de un nuevo orden social más sano,<br />

liberado de su sujeción a las instituciones sociales y<br />

políticas de los siglos anteriores, ya agotadas.<br />

La historia suministró asimismo una nueva<br />

perspectiva, rica y plural. Con los trabajos de Guizot,<br />

Savigny y Herder, entre otros, la historia cortó<br />

sus lazos tradicionales con la teología, se proyectó<br />

en historia universal, incluyó nuevos elementos y<br />

factores, rompiendo el círculo cerrado de la religión<br />

y la política como únicos agentes del dinamismo de<br />

los pueblos y, muy en especial, introdujo el progreso<br />

como motor de la historia.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 51


Los filósofos de la historia, con su concepción de<br />

la historia de la humanidad como «un maravilloso<br />

poema que se desarrolla a través de los siglos» (San<br />

Agustín) y con su búsqueda de una clave interpretativa<br />

o ley general para explicar y ordenar los acontecimientos<br />

históricos, espolearon la imaginación<br />

«sociológica de los pioneros de la disciplina».<br />

Sus aportaciones pueden esquematizarse de esta<br />

forma:<br />

Autores<br />

J. B. Vico<br />

Herder<br />

Voltaire<br />

Condorcet<br />

Aportaciones<br />

- En los corsi y ricorsi<br />

de todas las<br />

civilizaciones hay<br />

tres edades: divina,<br />

heroica y humana.<br />

- La sociedad es la<br />

suprema realización<br />

de fuerzas<br />

cósmicas ynaturales.<br />

- Importancia en el<br />

dinamismo social<br />

de las costumbres,<br />

opinión pública y<br />

creencias.<br />

- Necesidad de un<br />

orden social nuevo<br />

para evitar el desplome<br />

de la sociedad,<br />

- Progreso como ley<br />

del desarrollo de<br />

la humanidad y<br />

del espíritu humano<br />

Influencia en el pensamiento<br />

sociológico<br />

posterior<br />

- Tránsito de la humanidad<br />

a través<br />

de etapas: estadios<br />

teológico, metafísico<br />

y positivo<br />

(Comte y otros).<br />

- Modelos evolutivos<br />

o cuasievolutivos:<br />

Comte, Spencer,<br />

Marx, Su mner,<br />

Durkheim,<br />

Tónnies ...<br />

- Investigación empírica<br />

del comportamiento<br />

de grupos,<br />

poblaciones,<br />

etc,<br />

- Tendencias reformistas<br />

de los primeros<br />

sociólogos.<br />

- Búsqueda de una<br />

ley general de la<br />

sociedad que facilite<br />

la predicción y<br />

la dirección de los<br />

asuntos sociales.<br />

- El pensamiento social de los siglos anteriores<br />

había aceptado en general -las excepciones no faltan<br />

y algunas son deslumbrantes- el peso del orden<br />

52 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

político y de las instituciones, la religiosa ante todo,<br />

en la perduración del orden existente. Se ha mencionado<br />

antes la teodicea de la resignación como<br />

factor de una cierta apatía social denominante, es<br />

decir, de la propensión a justificar las estructuras<br />

sociales características de los regímenes absolutistas<br />

como un dato inamovible, impuesto por las tradiciones<br />

y por las instituciones.<br />

Los pensadores de la Ilustración denunciaron<br />

sin descanso el oscurantismo de la época y proclamaron<br />

su fe en la razón. Inauguraron así un nuevo<br />

talante antioscurantista, enemigo feroz de las viejas<br />

instituciones que mantenían aherrojado al espíritu<br />

humano e impedían su libre desarrollo. Voltaire se<br />

convirtió en el portavoz de este nuevo talante, que<br />

acabó revelándose de suma utilidad para la emergencia<br />

y la consolidación del pensamiento sociológico.<br />

Contra el universo espiritual, mental y social del<br />

viejo orden -el anterior a la Revolución francesa-, se<br />

produjo una doble rebelión: por una parte, la de los<br />

empiristas ingleses y la escuela materialista francesa<br />

de la Ilustración; por otra, la de Leibniz y los<br />

románticos alemanes.<br />

Entre ambas convirtieron a las primera décadas<br />

del siglo XIX en un gigantesco laboratorio de grandes<br />

teorías del progreso, en el que los nuevos científicos<br />

trabajaban con una sola herramienta: la fe en<br />

la razón, reconocían un solo enemigo: el pensamiento<br />

oscurantista, y perseguían un solo objetivo:<br />

dar respuestas a las inquietudes del hombre de forma<br />

muy distinta a cómo lo había hecho el viejo<br />

orden con su definición estática del hombre, de la<br />

naturaleza humana y del orden social.<br />

Este viejo orden sugiere una sucinta explicación.<br />

- El viejo orden, tanto desde el punto de vista<br />

político como moral y social, estaba agusanado por<br />

profundas injusticias y desigualdades irritantes, se<br />

había convertido en una sociedad intolerable, pero<br />

poseía una indiscutible cualidad: la unidad, basada<br />

en una jerarquía social férrea, un consenso social de<br />

cierta solidez, apoyado en fuertes sanciones religiosas<br />

y seculares, y un orden económico que los cambios<br />

técnicos y laborales habían ya erosionado en el<br />

primer país europeo afectado por la revolución industrial.


cargo que habían comprado al rey y que no se les<br />

podía quitar.<br />

- El fundamento del orden social es la fuerza, la<br />

coerción. Así, la sociedad, fundada sobre la obediencia,<br />

será defendida contra todo desorden, y sometida<br />

a una disciplina que la hará grande. La<br />

autoridad, disciplina y obediencia serán los fundamentos<br />

del orden social.<br />

- Los fundamentos del orden moral: En este orden<br />

interviene una virtud fundamental: la renuncia,<br />

le renoncement. Dada la naturaleza y el destino<br />

del hombre, esta renuncia fundamental del hombre<br />

tiene fácil explicación: el sufrimiento, la humillación<br />

y la injusticia son triviales y carecen de importancia<br />

real, pues Dios ensalzará en la vida eterna a<br />

los humillados por los poderes humanos, y humillará<br />

a los ensalzados en la tierra.<br />

El hombre, según los pensadores extremistas, no<br />

debe tener más que un pensamiento: ganar la vida<br />

eterna; toda su vida se debe reducir a su vida religiosa,<br />

y en ésta carecen de valor los vínculos sociales.<br />

Esta era la doctrina oficial extremista. Lo cierto<br />

es que no pasó de un estadio más o menos teórico.<br />

Para desmontar este viejo orden fue necesario un<br />

diluvio de ideas y, en Francia, una revolución sangrienta.<br />

De sus viajes a Inglaterra y de su contacto<br />

con los empiristas ingleses, los pensadores de la<br />

Ilustración se trajeron un verdadero arsenal bélico<br />

en forma de cuatro principios:<br />

- La razón y su plasmación en la ley natural es<br />

capaz de proporcionar al hombre una adecuada<br />

norma de vida sin necesidad de ninguna verdad<br />

sobrenatural o revelada.<br />

- Esta ley natural está impresa en la mente de<br />

todos los hombres.<br />

- El contenido y enfoque de esta leyes marcadamente<br />

utilitarista, y por tanto individualista, pero<br />

debido a la armonía de la naturaleza está orientada<br />

al bien de todos los hombres (la mano invisible de<br />

Adam Smith).<br />

- Los gobiernos sólo existen para promover la<br />

libertad, la seguridad, el goce de la propiedad personal<br />

y otros bienes individuales.<br />

54 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Estos principios impulsaron una reforma orientada<br />

a conseguir un gobierno responsable y representativo,<br />

a limitar los abusos de la tiranía aboliendo<br />

monopolios y privilegios, y a crear de esa forma<br />

una sociedad en la que la energía individual y la<br />

capacidad fueran las llaves del poder y de la riqueza.<br />

Los sociólogos traducen estos objetivos de la<br />

reforma de la Ilustración en estos tres términos:<br />

- Representatividad política (primera etapa de<br />

la democracia).<br />

- Mayor igualdad social.<br />

- Status adquirido en lugar de status adscrito y,<br />

por tanto, una cierta meritocracia. .<br />

El problema fue que en Inglaterra bastó para<br />

conseguir todo esto con una reforma política, mientras<br />

que en Francia fue necesaria una revolución<br />

social violenta y sangrienta. La razón de esta diferencia<br />

era el entorno socioeconómico francés de la<br />

reforma, muy diferente del inglés.<br />

El clero se encontraba todavía en posesión de un<br />

quinto del suelo de Francia y se había convertido en<br />

una casta: es decir, status alto sin función social<br />

legitimada ni preeminencia intelectual que justificara<br />

sus privilegios y exenciones; la nobleza, auténtica<br />

casta parasitaria, disfrutaba de privilegios sin<br />

poder real ni liderazgo político o social fecundos; la<br />

clase media -en nada parecida a la inglesa- estaba<br />

compuesta casi esencialmente por una burguesía<br />

urbana dueña de casi todo el capital y causante<br />

principal de un Estado insolvente.<br />

Estas diferencias entre el tejido social inglés y el<br />

francés explican el carácter violento y social de la<br />

Revolución francesa, que tuvo que comprimir en<br />

sólo tres años el largo proceso de expropiación de<br />

las tierras de la Corona, la Iglesia y los nobles que,<br />

en el caso inglés, se extendió a lo largo de los reinados<br />

de Enrique VII y Enrique VIII.<br />

- Ante el desplome del «viejo orden» social, el<br />

objetivo de la nueva ciencia va a plasmarse en la<br />

decidida voluntad de dirigir y transformar el proceso<br />

social desencadenado por la Revolución francesa.<br />

No se trata de una voluntad ciega, como pudo<br />

parecer a muchos pensadores europeos conservadores,<br />

asustados por los excesos de la Revolución. La


voluntad de transformación es lúcida, porque se<br />

encuentra impulsada por un l'igor moral renovado<br />

que puede sintetizarse así: l.';<br />

- La Ilustración francesa arranca de una concepción<br />

unitaria del mundo y de la vida, basada en la<br />

fe y en las fuerzas excepcionales de la razón, capaz<br />

de resolver definitivamente los problemas sociales<br />

y vitales del hombre.<br />

- Está claro que esta concepción es antropocéntrica:<br />

el hombre es centro de todas las cosas. Y<br />

además:<br />

- El género humano es una unidad, y las diferencias<br />

lingüísticas, raciales y culturales se consideran<br />

como cosas de poca importancia. La unidad<br />

real del género humano depende de que se consiga<br />

hacer desaparecer el retraso, y de que todos los<br />

hombres participen de las ventajas del progreso.<br />

- Hay por tanto que ilustrar al hombre. Ha nacido<br />

una nueva era, la era del progreso, la religión del<br />

hombre, creada por Voltaire, y de la que Rousseau<br />

es el más grande de los profetas.<br />

- Condición inexcusable de todo lo anterior: luchar<br />

contra el innatismo y el intuicionismo como<br />

formas válidas de conocimiento, porque este tipo de<br />

conocimiento, capaz de alcanzar algunas verdades<br />

válidas, no genera ciencia y, sobre todo, ha provocado<br />

abusos sin cuento a lo largo de la historia del<br />

hombre: desde la justificación aristotélica de la esclavitud<br />

hasta la concepción pseudobíblica del<br />

hombre como ser naturalmente vicioso. La nueva<br />

filosofía (razón + experiencia) probará que el hombre<br />

es naturalmente bueno, y que la única causa de<br />

las opresiones y del sufrimiento es la ignorancia,<br />

provocada por las condiciones materiales y sociales,<br />

y por la supresión de la verdad por obra de los<br />

sacerdotes y de los tiranos.<br />

4. El progreso como idea motriz<br />

y como religión secular<br />

La gran idea motriz del siglo y el corazón mismo<br />

de esa nueva religión del hombre fue la idea del<br />

progreso. Fue promulgada por los grandes pensadores<br />

de la época como un objetivo inexorable de la<br />

humanidad, se convirtió en una versión secularizada<br />

de la «salvación» cristiana, fue divulgada por<br />

docenas de pensadores menores y de eficaces propagandistas<br />

laicos, y captó la imaginación y la «praxis»<br />

del hombre de la calle por obra de novelistas y<br />

ensayistas de todo tipo. Así la idea y el ideal del<br />

progreso de la humanidad sobrevivió a involuciones<br />

y catástrofes y se convirtió en el nervio central<br />

de la sociedad emergente, inspirando, sin excepción<br />

digna de mención, a los pensadores sociales de las<br />

décadas posteriores, desde Comte hasta Marx. Max<br />

Weber fue, desde este punto de vista, el gran pesimista.<br />

El progreso se alimenta de una fe ilimitada en el<br />

poder de la razón para explicar el mundo en su<br />

estructura y funcionamiento, y para mejorarlo según<br />

un diseño humano, científico y racional. La<br />

gran virtud, que reemplazará a las caducas virtudes<br />

teologales, será el conocimiento. La justicia y la<br />

igualdad reemplazarán a la autoridad ya los privilegios.<br />

La felicidad y la sabiduría se convertirán en<br />

la base de la auténtica civilización.<br />

Esta ideología, centrada en el progreso como<br />

valor primordial, recogió la herencia de varios pensadores,<br />

entre ellos Pascal, Turgot y Condorcet:<br />

- Pascal: BIas Pascal (1623-1662) afirmó que la<br />

continuidad de las generaciones humanas semejaba<br />

a un individuo que viviese eternamente y que acumulase<br />

conocimientos sin cesar.<br />

- Turgot: desarrolló esta idea en un discurso en<br />

1750 y en su Breve discurso sobre la Historia Universal:<br />

el adelanto del hombre en el conocimiento de la<br />

naturaleza va forzosamente acompañado de una<br />

emancipación social de la mente.<br />

- Condorcet: en su esbozo de un cuadro histórico<br />

sobre los progresos del espíritu humano concibió la<br />

idea de una ciencia que pudiera prever los progresos<br />

futuros de la humanidad y, de esa forma, dirigirlos<br />

y acelerarlos.<br />

Sobre el fundamento proporcionado por estos<br />

tres pensadores, la idea de progreso se convirtió en<br />

la encrucijada de muchos caminos ideológicos,<br />

científicos e incluso metacientíficos (Nisbet, 1981).<br />

En relación con este último punto, se señala la<br />

emancipación del progreso en relación con el papel<br />

de la providencia cristiana, cuyo lugar asumió. A<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 55


Herbert Spencer<br />

esta emancipación se opusieron, con poco éxito,<br />

Lessing, Herder y otros.<br />

El progreso ocupó un papel importante en las<br />

religiones laicas que florecieron en el siglo XIX:<br />

- el evangelio social;<br />

- la ciencia cristiana;<br />

- la filosofía social, de Spencer, con una causa<br />

primera, infinita;<br />

- la «nueva cristiandad», de Saint-Simon;<br />

- la religión de la humanidad, de Comte.<br />

¿Cómo hacer triunfar esta nueva religión del progreso?<br />

Hay ciertas condiciones:<br />

}) - La primera, que luego inspiró a Marx: que los<br />

hombres más esclarecidos dediquen su vida a educar<br />

a las masas ignorantes y extravia9as (el ejemplo<br />

de Comte es admirable, con sus conferencias y cursos<br />

gratis y abiertos a todos los parisinos...)<br />

- La segunda, presente en todas las revoluciones<br />

posteriores, burguesas o no: quebrar el poder de las<br />

56 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

clases gobernantes, enemigas del progreso. El programa<br />

de Voltaire fue terminante (Mel10r, 1969):<br />

Jesucristo es el enemigo, pues rompió la era de creación<br />

artística, de tolerancia religiosa y de felicidad<br />

de la antiguedad. El cristianismo reemplazó todo<br />

esto por la barbarie: creencias opresivas, torturas<br />

de la Inquisición, proliferación de carniceros... Las<br />

cruzadas fueron un enorme bandolerismo.<br />

Conclusión: «¡Aplastad al Infame!».<br />

Las clases gobernantes son enemigas del progreso,<br />

temen el crecimiento del conocimiento en las<br />

clases populares, pues esa toma de conciencia -se<br />

diría hoy- acabará con el fraude y la ficción: el<br />

derecho de propiedad, el derecho divino de los<br />

reyes, la santidad de la Iglesia, el orgullo nacional.<br />

Infame cuarteto que obliga al hombre a renunciar a<br />

sus derechos personales y a trabajar para mantener<br />

a la clase privilegiada.<br />

- La tercera condición: permitir que la razón se<br />

reafirme a sí misma, y que se despliegue como una<br />

gran energía, ya que no posee un contenido fijo de<br />

principios, de verdades eternas o de ideas innatas<br />

(contra Leibniz).<br />

La idea que la Ilustración se hizo de la razón fue<br />

desorbitada, y la Escuela de Frankfurt trató de reducir<br />

esa razón a unas dimensiones más humanas.<br />

5. La nueva ciencia del hombre<br />

Desde estas nuevas perspectivas, el objeto de la<br />

nueva ciencia del hombre lo constituye el hombre en<br />

cuanto objeto de la naturaleza, capturado metodológicamente<br />

por la aplicación de los métodos de la<br />

ciencia físico-matemática. La única diferencia del<br />

hombre con las plantas o los pájaros consiste en que<br />

el hombre tiene conciencia de sí mismo, puede concebir<br />

objetivos ideales y asignar valores morales a<br />

cualquier actividad.<br />

El único discrepante fue Rousseau, cuya influencia,<br />

con todo, fue enorme. Discrepó con sus coetáneos<br />

al glorificar la voluntad y el sentimiento a<br />

expensas de la razón y de la observación. Pero suministró<br />

a la nueva ciencia del hombre un impulso<br />

definitivo (Mornet, 1938), pues convenció a todos


los ilustrados de la época de que los hombres no<br />

eran malos por naturaleza, sino sólo corrompidos y<br />

miserables, pero capaces de oponerse desde su piedad,<br />

generosidad y amor al egoísmo y a la crueldad.<br />

El día en que la reforma política y social suprimiera<br />

las miserias y las causas de la corrupción, sería una<br />

simple tarea el fundar sobre aquellas fuerzas bienhechoras<br />

una moral laica y una fraternidad liberada<br />

de las religiones dogmáticas.<br />

Rousseau influyó, además, en la fundación de la<br />

sociedad civil, tan importante en el origen de la<br />

sociología, al insistir en la trascendencia del tránsito<br />

del hombre natural al hombre social, corrompido<br />

por las instituciones.<br />

La nueva ciencia del hombre fue llevada a un<br />

extremo delirante por La Mettrie con su hombre<br />

máquina, y puesta en práctica por Robert Owen en<br />

su fábrica de hilaturas de New Lamark, en la que<br />

limitó las horas de trabajo, creó un fondo de ahorro,<br />

estableció medidas para la salud de sus obreros, y<br />

aumentó la productividad con todas esas fórmulas,<br />

convirtiéndose así en la primera experiencia notable<br />

de una colaboración pacífica exitosa entre el<br />

capital y el trabajo.<br />

La nueva ciencia del hombre asimiló e integró<br />

los valores que alentaron el triunfo de la ciencia<br />

moderna físico-matemática (Del Campo, 1965):<br />

- el racionalismo, que influyó sobre todo en el<br />

desarrollo de la lógica y las matemáticas;<br />

- el empiricismo, con hincapié en la observación<br />

y experimentación;<br />

- el pragmatismo, orientado a la utilización del<br />

conocimiento para la transformación de la naturaleza:<br />

ésta fue la dimensión que los árabes añadieron<br />

a la idea griega de la ciencia, orientada sólo al<br />

conocimiento. Bacon añadiría en su Novum Organum<br />

que el hombre perdió el imperio sobre la creación<br />

por la caída original, pero que lo puede recobrar<br />

por la ciencia;<br />

- el escepticismo, frente a la autoridad y la tradición;<br />

- el ascetismo de raíz calvinista, característico<br />

de toda vocación científica;<br />

- la creencia en la legalidad, tanto en el orden<br />

natural como en el social;<br />

- el método lógico-experimental, producto de<br />

los dos primeros rasgos señalados, el racionalismo<br />

y el empiricismo.<br />

La sociología, en resumen, nace como un entrecruce<br />

de factores institucionales e intelectuales de<br />

interfecundación de tradiciones ideológicas y cuíturales,<br />

en un auténtico trenzado dialéctico. Nace, si<br />

atendemos a su tronco ideológico, como una transformación<br />

y un salto cualitativo de la filosofía social.<br />

Barnes describe así este «salto cualitativo»:<br />

- Teoría del progreso de J. B. Vico.<br />

- Reflejo de las teorías de Newton a través de<br />

Berkeley y de los reformadores sociales.<br />

- Victoria de Voltaire sobre el oscurantismo.<br />

- Idea clave de la continuidad de la historia, de<br />

Turgot, Kant y Condorcet.<br />

- Interpretación psicológica de la sociedad según<br />

Herder.<br />

- Combinación de los métodos objetivos y subjetivos<br />

en el análisis de los procesos sociales, realizada<br />

por Ferguson y Herder.<br />

- Enfoque económico de los fisiócratas, Adam<br />

Smith y los economistas clásicos.<br />

- Enfasis en la Revolución francesa sobre la posibilidad<br />

de dirigir de forma racional y artificial el<br />

proceso social.<br />

- Enfoque histórico-científico de las instituciones<br />

sociales en las obras de Savigny, Ranke y Guizot.<br />

La última etapa en este salto cualitativo fue<br />

franqueada por Saint-Simon, que clasificó el nuevo<br />

corpus científico y subrayó la necesidad de una ciencia<br />

sintetizadora sobre la sociedad como instrumento<br />

privilegiado para dotar a la humanidad de<br />

una guía válida de reconstrucción del orden social.<br />

(Barnes, 1969).<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 57


UNA VISION PANORAMICA<br />

DEL NACIMIENTO<br />

DE LAS CIENCIAS SOCIALES<br />

Illml I [:11<br />

«Hacia el final del Renacimiento, Francis Bacon ya había<br />

vislumbrado la posibilidad de aplicar el método científico a<br />

todas las zonas de la experiencia. Unos cien años después, George<br />

Berkeley formulaba su física social. A partir de entonces,<br />

aparecieron concepciones semejantes de una ciencia social, a<br />

intervalos todavía más cortos.<br />

Haciendo un estudio retrospectivo, se pueden formular las<br />

condiciones previas y necesarias de una ciencia social. Hubo de<br />

establecerse el naturalismo como un principio de los fenómenos<br />

sociales, y tuvieron que separarse los sistemas de valoración<br />

ética del juicio objetivo de los hechos sociales. Estas condiciones<br />

previas se realizaron generalmente en el pensamiento de los<br />

siglos XVII y XVIII, en los escritos de personas como Voltaire,<br />

Hume, Condorcet, Goethe, Gibbson, Kant, Ferguson, y otros (...).<br />

Las ideas centrales del naturalismo y racionalismo del siglo<br />

XVIII eran que la razón es la propiedad distintiva del hombre,<br />

que la naturaleza humana es la misma en todas partes, que las<br />

instituciones se hacen para los hombres y no los hombres para<br />

las instituciones, que el progreso es la ley de la sociedad y que la<br />

humanidad es su ideal. Tales ideas naturalizaron todo lo que<br />

tocaban, despojaron a las instituciones de su halo tradicional y<br />

mágico y abrieron las puertas al cambio social (...).<br />

La evolución de dichas tendencias ideológicas, bajo el creciente<br />

desarrollo del nacionalismo yel capitalismo del siglo XIX,<br />

58 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

condujo a la aparición de toda la galaxia de las ciencias sociales.<br />

El racionalismo y el naturalismo suministraron los principios<br />

abstractos de unas disciplinas que quedaron transformadas en<br />

auténticas ciencias empíricas. Los programas de Montesquieu y<br />

Voltaire, bajo la influencia de Meiners, Klemm y Waitz, llevaron<br />

a la antropología. La obra de los fisiócratas fue transformada por<br />

Adam Smith, Ricardo y los dos Mili en una ciencia empírica. La<br />

geografía, vislumbrada como una posibilidad por Montesquieu y<br />

Johann van Herder, se convirtió en ciencia bajo la influencia de<br />

Alexander van Humboldt, Ritter y Ratzel. La jurisprudencia se<br />

hizo ciencia en la obra de Austin, en Inglaterra, y de Thibaut,<br />

Savigny y otros, en Alemania. La ciencia política se transformó<br />

en disciplina empírica gracias a los estudios de Dahlmann y<br />

Tocqueville. La psicología devino ciencia empírica con Hartley,<br />

los Mili, Alexander Bain y Herbart. La misma sociología se hizo<br />

ciencia bajo la influencia de Auguste Comte y Herbert Spencer.<br />

A lo largo de este desarrollo, las distintas ciencias sociales<br />

influyeron unas en otras, en un ciclo de evolución mutuamente<br />

constructivo».<br />

Lecturas<br />

D. Martindale, La teoría sociológica.<br />

Aguilar, Madrid 1971, 54-55.<br />

Salustiano del Campo, La sociología científica moderna.<br />

Instituto de Estudios Políticos, Madrid 1965.<br />

R. Aran, Las etapas del pensamiento sociológico. Siglo XX,<br />

Buenos Aires 1976.


H emos<br />

asistido al nacimiento de la sociología,<br />

acontecimiento prolijo en el que se<br />

mezclan y confunden revoluciones inacabadas, ambiciones<br />

científicas desmesuradas y optimismo quizá<br />

exagerado sobre el progreso del hombre y de la<br />

sociedad a impulsos de la nueva ciencia.<br />

Conviene fijar la atención en los sustantivos -revoluciones,<br />

ambiciones, optimismos y progresomás<br />

que en los adjetivos que los acompañan y, en<br />

cierta medida, los descalifican. La sociología nació<br />

con una vocación muy definida y ambiciosa, marcada<br />

por los términos empleados en el párrafo anterior.<br />

Determinar en qué medida la sociología ha<br />

respondido a su vocación excede las posibilidades<br />

de este capítulo, que sólo pretende realizar un rápido<br />

recorrido histórico que muestre las líneas generales<br />

del trabajo de los sociólogos a lo largo de la<br />

breve historia de su disciplina. En el capítulo siguiente<br />

se presentan, ordenados cronológicamente,<br />

los datos básicos de cien sociólogos cuya aportación<br />

científica ha estimado sobresaliente la comunidad<br />

sociológica actual. Una especie de «Quién es quién»<br />

de la sociología de todos los tiempos.<br />

En nuestro recorrido histórico se puede distinguir:<br />

- Una etapa fundacional, en la que, consciente o<br />

inconscientemente, los representantes de la nueva<br />

ciencia ensayan respuestas a los grandes interrogantes<br />

planteados por Saint-Simon.<br />

5<br />

Sinopsis histórica<br />

de la sociología<br />

- Una etapa de desarrollo de escuelas o corrientes<br />

sociológicas, algunas prácticamente estériles, otras<br />

de una gran fecundidad, pero todas concurrentes en<br />

la emergencia del legado clásico constituido por la<br />

obra de dos sociólogos excepcionales que, desde<br />

entonces, dominan el pensamiento sociológico:<br />

Emile Durkheim y Max Weber. Estos dos gigantes<br />

de la sociología desaparecen de la escena al concluir<br />

el primer tercio del siglo XX, pero esta etapa<br />

se prolonga hasta la mitad de este siglo.<br />

- La sociología contemporánea, marcada por la<br />

profesionalidad y la especialización, y con dos<br />

orientaciones principales, una macrosociológica,<br />

interesada en las grandes teorías y las instituciones,<br />

y otra microsociológica, preocupada por la trama<br />

de lo social: las organizaciones, los roles y los pequeños<br />

grupos.<br />

- La cuarta etapa corresponde a la sociología<br />

que se está haciendo hoy.<br />

1. La etapa fundacional<br />

La obra entera de Saint-Simon, fundador real de<br />

la sociología, padre de socialismos, precursor de un<br />

capitalismo de carácter filantrópico y de la planificación<br />

tecnocrática, está orientada hacia un objetivo<br />

dominante: la reconstrucción del orden social,<br />

sacudido por el caos socio-político, la miseria y<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 59


- Auguste Comte propuso una sociología científica,<br />

algo grandilocuente y con tantas pretensiones<br />

de sistematicidad que le hicieron olvidar la necesidad<br />

-reconocida por él mismo:.. de elaborarla desde<br />

los datos, y lo impulsaron a construirla de forma<br />

deductiva, como lo hacía la filosofía de su época.<br />

Pese a todo, Comte fue un precursor del método<br />

científico de la sociología y fundador del positivismo<br />

sociológico, corriente que aún hoy perdura. Su<br />

concepción ideal de la sociología --ciencia natural<br />

que renuncia a proponer causas primeras y finales,<br />

y se consagra a la búsqueda de leyes o relaciones<br />

invariables de relación y semejanza entre fenómenos-<br />

es aún válida y ha tenido innumerables seguidores.<br />

- Herbert Spencer, que conoció a Comte a través<br />

de Stuart Mill, hizo un nítido planteamiento sociológico<br />

de tipo evolucionista, con una compleja tipología<br />

de las sociedades -simples, complejas y doblemente<br />

complejas-, que luego redujo a una simple<br />

dicotomía: sociedades militares e industriales, precursora<br />

de elaboraciones similares por sociólogos<br />

de la talla de Durkheim, Tonnies y Giddings.<br />

La aportación más notable de Spcncer a la sociología<br />

fue, con mucho, su analogía organicista,<br />

que arranca dcl principio de que lo que es válido<br />

para los fenómenos biológicos lo es también para<br />

los sociológicos. La historia orgánica y la superorgánica<br />

(la social) consisten en un proceso de desarrollo<br />

en cantidad y complejidad. La clave de este<br />

desarrollo es la selección natural y la supervivencia<br />

del más apto, aunque, a diferencia de Darwin, la<br />

adaptación dependería de la voluntad.<br />

Se ha echado mano muy recientemente del concepto<br />

de neodarwinismo social para ensalzar o denostar<br />

doctrinas socio-económicas en boga. Es el<br />

legado de Spencer, cuyas ideas hallaron un hogar<br />

espiritual en los Estados Unidos de finales del siglo<br />

XIX.<br />

- Alexis de Tocqueville ha pasado a la historia de<br />

la sociología, después de muchas décadas de olvido,<br />

como el gran pionero de la investigación empírica<br />

de la sociedad civil. Ante el problema del desorden,<br />

patente en la Francia post-revolucionaria, Tocqueville<br />

propuso como solución la democracia social,<br />

basada en el consenso y en la igualdad. La igualdad<br />

o igualación de condiciones, que se basa en el paso<br />

de una sociedad de status adscrito hereditario a una<br />

sociedad de iguales, es el motor de la historia.<br />

El segundo desafío -reunir el material histórico<br />

disperso, indispensable para la interpretación sociológica<br />

del devenir-lo recogieron, entre otros, A.<br />

Thierry, primer secretario de Saint-Simon; N. D.<br />

Foustel de Coulanges, célebre por su análisis sociológico<br />

de la ciudad antigua; Lorenz von Stein, saintsimoniano<br />

entusiasta y estudioso de la Administración,<br />

basándose en las razones sociológicas que explican<br />

el equilibrio entre la sociedad y el Estado, y<br />

Gustav von Schmoller, director del movimiento de<br />

estudiosos germanos, socialistas de cátedra, preocupados<br />

por los aspectos sociales de la economia.<br />

El tercer desafío fue de tipo metodológico: ¿Cómo<br />

medir los hechos sociales, los problemas que amenazan<br />

el orden social, sobre todo los relativos a la<br />

criminalidad y la clase obrera?<br />

A. Quétélet, padre de la estadística social, y F. Le<br />

Play, fundador de la encuesta social por medio de<br />

entrevistas, encuestas y tipologías, recogieron el<br />

desafío. Ambos influyeron considerablemente en la<br />

sociología empírico-descriptiva. El primero lo hizo<br />

con sus estudios sobre las tendencias a la criminalidad<br />

según la edad, sexo, clase social y grupos sociales.<br />

Le Play creó el método monográfico, basado en<br />

el contacto inmediato con los datos, con miras a la<br />

medición de los mismos, y sentó como principio<br />

selectivo para la comparación y presentación de<br />

datos la primacía de la unidad familiar. En su prolongado<br />

estudio sobre los obreros europeos, Le Play<br />

desarrolló interesantes teorizaciones sobre la familia<br />

como principal mecanismo de socialización, los<br />

tipos de familia, las características de la familia<br />

inestable (que hoy llamamos nuclear), los factores<br />

de cambio social, etc.<br />

El cuarto desafío se situó en la línea de la praxis<br />

y de la acción política. Para cambiar la sociedad no<br />

sirven los filósofos, que se limitan a pensar la realidad.<br />

Es necesario revivir las condiciones sociales<br />

participando en ellas, clarificando sus líneas constitutivas<br />

a través de la praxis, y sumergiéndose personalmente<br />

en los problemas y expectativas y luchas<br />

de la masa. Lo hicieron, sobre todo, K. Marx y<br />

F. Engels.<br />

PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA 61


tres fases -crecimiento rápido, decrecimiento estacionario<br />

y declive-, y sobre los factores de la emigración.<br />

Siguiendo la entonces omnipresente moda<br />

organicista, Cini propuso una teoría del metabolismo<br />

social para explicar las causas de la fertilidad<br />

diferencial: las clases más altas tienen tasas bajas<br />

de reproducción y están abocadas a la extinción si<br />

no se incorporan a ellas miembros de las clases<br />

inferiores, caracterizadas por una fertilidad más<br />

elevada.<br />

La cuarta escuela es la biológica, cuyo impacto<br />

político ha sido desastroso, pues inspiró las tesis<br />

racistas de toda índole y fue incorporada a la ideología<br />

del Partido Nacional Socialista Alemán de<br />

Trabajadores. En esta escuela o corriente pueden<br />

distinguirse tres tendencias: una puramente organicista,<br />

otra antropo-racial, y una tercera conflictivista:<br />

- Los organicistas basaron su pensamiento socio-político<br />

en la analogía organicista defendida<br />

por Spencer. La sociedad es un cuerpo vivo gobernado<br />

por leyes naturales (Lilienfeld y Espinas), y la<br />

nación representa la culminación del proceso evolucionista,<br />

siendo los factores de la cohesión nacionalla<br />

conciencia y el sentimiento nacionales. Schaffle<br />

trabajó en esta línea con un objetivo final: la<br />

unión de las ciencias naturales y sociales en un<br />

sistema filosófico.<br />

- Los antropo-raciales, también evolucionistas,<br />

insistieron en el proceso de selección natural aplicado<br />

a la evolución de las sociedades y, sobre todo,<br />

de las razas. Hervía el entusiasmo por los estudios<br />

sobre datos fisiológicos y psicológicos de los pueblos<br />

y de las clases, como lo atestigua el laboratorio<br />

londinense fundado por Callan y Pearson. Otro estudioso,<br />

Ammon, se interesó por las leyes de relación<br />

entre los caracteres raciales y el comportamiento<br />

social.<br />

Los dos pensadores de ideas más extremistas<br />

fueron Cobineau y Lapouge. El primero, germanófilo<br />

y antidemocrático, defendió el principio de la<br />

pureza de la raza como clave de la superioridad de<br />

los pueblos. Hay razas mejor dotadas para el progreso,<br />

las puras, y razas sin valor ni vigor, decadentes<br />

e incapaces de civilización, las mestizas. El segundo<br />

dio un paso más y proclamó la superioridad<br />

de la raza aria o nórdica y el principio de la selección<br />

natural de las razas; las inadaptadas acaban<br />

fracasando en campos diversos: la competencia política,<br />

la lucha económica y el orden normativo.<br />

- Los conflictivistas, como Cumplowicz, que era<br />

el único sociólogo profesional en esta pléyade de<br />

pensadores extremistas en su evolucionismo y en<br />

sus ideas políticas, propusieron el conflicto social<br />

como motor de la evolución. Gumplowicz definió<br />

como terreno del conflicto el económico, en el que<br />

luchan tanto las sociedades primitivas como las<br />

avanzadas, aunque en éstas el conflicto se transforma<br />

en lucha de clases.<br />

La quinta escuela fue la psicologista, para la cual<br />

el factor principal explicativo de los fenómenos sociales<br />

es el conjunto de características psicológicas<br />

del individuo. Los representantes de esta escuela,<br />

de carácter marcadamente empírico, consagraron<br />

su atención preferente al estudio de la personalidad<br />

social, las instituciones, el cambio y control sociales,<br />

la criminalidad, etc.<br />

A la corriente psicológica pertenecen sociólogos<br />

como Tarde y Le Ron, que estudiaron la psicología<br />

de las multitudes y la formación de los públicos,<br />

basándose en el principio de la imitación; Small,<br />

que sentó las bases de la psicología social, definió el<br />

hecho social como una reacción incesante entre la<br />

naturaleza, el individuo y las instituciones, y consideró<br />

el individuo como la única unidad social posible,<br />

y el conflicto como el proceso básico universal;<br />

Ward, evolucionista en la línea de Comte y Spencer,<br />

que sembró su obra de conceptos organicistas como<br />

sinergia, zooísmo o carioquinesis social, poniendo<br />

de relieve que la evolución social, a diferencia de la<br />

animal, revela la intencionalidad humana; Cooley,<br />

que ha pasado a la historia de la sociología por su<br />

concepto del «yo espejo» o tendencia del individuo<br />

a imaginarse cómo lo ven los demás, básica en el<br />

desarrollo de la personalidad, y por su distinción<br />

entre los grupos primarios y secundarios. Se puede<br />

incluir aquí también a Thomas, de notable influencia<br />

en muchos investigadores sociales por su insistencia<br />

en el estudio de los casos individuales, en las<br />

narraciones personales y en la historia vital y biografías<br />

de los actores sociales, pero su estrecha vinculación<br />

con la Escuela de Chicago aconseja su inclusión<br />

en ella.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 63


Es indispensable referirse aquí a la aportación<br />

de Freud a la psicología social, a través de sus teorías<br />

sobre la personalidad, el instinto de vida (Eros)<br />

y el de muerte o destrucción (Thanatos), y la formación<br />

de las estructuras de carácter.<br />

Pertenecen también a esta corriente diversos autores<br />

como Kidd y Sumner, que realizaron investigaciones<br />

de gran envergadura incorporando a la vez<br />

factores psíquicos y sociales. Sumner propuso la<br />

distinción, ya clásica, entre mores, usos sociales<br />

(folkways) y leyes, que se verá en el capítulo dedicado<br />

a las pautas y normas.<br />

Frente a todas estas corrientes de pensamiento,<br />

la escuela sociológica pone el acento en la interacción<br />

social y en las estructuras que de ella proceden<br />

como el factor fundamental de la vida en sociedad.<br />

Se pueden considerar como pertenecientes a esta<br />

escuela tres grupos de gran importancia en la historia<br />

de la sociología: 1) la escuela de Durkheim, con<br />

sociólogos de la talla de Mauss, Lévy-Bruhl, Halbwachs<br />

y Granet; 2) la tendencia formalista, representada<br />

por Tonnies, Simmel, Van Wiese y Vierkandt,<br />

todos ellos grandes teóricos, excepto el prímero,<br />

conocido también por sus investigaciones empíricas<br />

y por su dicotomía Comunidad-Sociedad, que se<br />

verá en el capítulo «Grupos y Comunidades»; 3) la<br />

Escuela de Chicago, que desarrolló con brillantez la<br />

sociología descriptiva, y cuya precursora fue la encuesta<br />

social, iniciada en Inglaterra con los trabajos<br />

de Booth, Rowntree y el matrimonio Webb.<br />

Por su importancia destacamos aquí la corriente<br />

formalista y la Escuela de Chicago. Durkheim y<br />

Weber, máximos representantes de la escuela sociológica,<br />

serán tratados en el apartado siguiente.<br />

La sociología formalista fue una creación netamente<br />

alemana, y sólo un francés, Bouglé, figura<br />

entre sus principales representantes. Kant había<br />

definido la sociedad como «la comunidad ordenada<br />

de voluntades independientes», rechazando una<br />

concepción de la misma como super-organismo.<br />

Simmel, en la misma línea, prosiguió el análisis<br />

kantiano con una pregunta clave: ¿Cómo es posible<br />

la sociedad?, es decir: ¿Cuál es la condición a priori<br />

que hace posible la sociedad en cuanto conjunto de<br />

individuos que a la vez se autorrealizan y se trascienden<br />

en una unidad superior? Su respuesta fue:<br />

64 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

la vocaClOn, poslClOn social o rol. Para entrar a<br />

formar parte de la sociedad, el individuo debe ceder<br />

algo de su individualidad, cambiándola por la generalidad<br />

que exige su rol, como ya se vio en el capítulo<br />

3.<br />

Desde este supuesto, la sociología tiene como<br />

objetivo el análisis de las formas de sociabílidad, con<br />

abstracción de sus contenidos económicos, religiosos,<br />

políticos, etc. Como lo hace la geometría. Desde<br />

esta perspectiva formalista, Simmel analizó con<br />

brillantez formas sociales referentes a:<br />

- estructuras sociales: elasticidad, jerarquía, estabilidad;<br />

- relaciones sociales: conflicto, superioridad, subordinación;<br />

- tipos sociales: el extranjero, el pobre, el maestro;<br />

- grupos: partido político, familia, sociedad secreta;<br />

- situaciones sociales: intercambio, esclavitud...<br />

La influencia de Simmel ha sido restringida.<br />

Bouglé en Francia, con su sugestivo estudio de las<br />

castas; Ross, Park y Burgess en Estados Unidos, autores<br />

estos dos últimos del texto de sociología más<br />

influyente en aquel país, y conocido Park sobre todo<br />

por ser el fundador de la Escuela de Chicago; y en<br />

Alemania, Von Wiese, que sustituyó el término formas,<br />

empleado por Simmel, por el de relaciones,<br />

menos propicio a peligrosas reificaciones. Van Wiese,<br />

a pesar de su insistencia en el método empírico<br />

de observación directa a partir del ser humano singular,<br />

se enfrascó en divisiones y subdivisiones del<br />

campo u objeto de la sociología, con multitud de<br />

clasificaciones de relaciones, estructuras sociales y<br />

procesos sociales, más lejos cada vez de la realidad<br />

empírica.<br />

La Escuela de Chicago es el núcleo principal de<br />

la sociología descriptiva, muy influida también por<br />

la antropología social y cultural, cuyas principales<br />

figuras fueron Radcliffe-Brown, Malinowski y Ruth<br />

Benedict, considerados como sociólogos en muchos<br />

textos de sociología, debido, sobre todo, a la influencia<br />

de los dos primeros en el desarrollo del<br />

funcionalismo.


¿Qué tipo de moral, así entendida, exige la sociedad<br />

industrializada, caracterizada por la creciente<br />

división del trabajo?<br />

Durkheim responde con una distinción clásica:<br />

- Las sociedades primitivas desarrollan una solidaridad<br />

mecánica, basada en la semejanza de sus<br />

miembros, en el predominio total de la conciencia<br />

colectiva sobre la individual, en el derecho represivo,<br />

en el consenso sobre valores básicos, y en el<br />

rechazo social de particularismos y desviaciones.<br />

- Las sociedades modernas e industriales desarrollan<br />

una solidaridad orgánica, basada en la interdependencia<br />

funcional de sus miembros y en la<br />

integración social por medio de los roles originados<br />

por la creciente división del trabajo social (no sólo<br />

económico). La división del trabajo social, en cuanto<br />

creadora de solidaridad, es un imperativo moral<br />

Max Weber<br />

66 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

para estas sociedades, en la que surgen la conciencia<br />

individual y los derechos del ciudadano. Prima<br />

el derecho restitutivo, que se orienta a reponer en<br />

su sitio el elemento social desplazado por una falta<br />

o delito. El fundamento último de este tipo de solidaridad<br />

es la conjunción de la complementariedad<br />

de los intereses individuales, la reglamentación y la<br />

cooperación voluntaria.<br />

Donde otros sociólogos vieron conflictos y luchas<br />

sociales inevitables -elevándolos a la categoría<br />

de motor de la historia, como los marxistas-,<br />

Durkheim vio anomía, ausencia de normas y de<br />

principios-guía. Un grado moderado de anomía y<br />

de marginación, que afecta sólo a algunos individuos,<br />

es casi inevitable, pues los factores de integración<br />

difícilmente alcanzan a todos los miembros de<br />

una sociedad. Cuando surgen factores socio-económicos<br />

que dislocan el entramado cultural y valorativo<br />

de una sociedad (la riqueza o pobreza súbitas,<br />

en especial), puede subir de forma alarmante el<br />

nivel de anomÍa y de conflicto.<br />

Vzlfredo Pareto


La sociología de Pareto pretendió una fusión del<br />

idealismo irracionalista de Nietzsche y del positivismo<br />

de Comte. El resultado fue una teoría fascinante,<br />

pese a su desconcertante terminología: residuos,<br />

derivaciones, circulación de las élites, etc.<br />

Pareto concibe la sociedad como un sistema de fuerzas<br />

en equilibrio, a las que denomina residuos, que<br />

son las manifestaciones de los sentimientos o instintos,<br />

muy similares a las «manifestaciones de voluntad»<br />

de Nietzsche. Allport las asimila a los motivos<br />

reales de los hombres, que originan la acción<br />

social o conducta no lógica. A las justificaciones de<br />

estas acciones Pareto las llama derivaciones, que se<br />

corresponden en líneas generales a las ideologías, o,<br />

según Allport, a los motivos ficticios. Los residuos<br />

(6 tipos) y las derivaciones (4 tipos) sirven para<br />

explicar situaciones concretas y fenómenos o acontecimientos<br />

históricos muy diversos.<br />

La influencia de Pareto en la sociología, muy<br />

desigual, perdura entre los estudiosos de la ciencia<br />

política, y ha sido utilizada para la crítica de las<br />

teorías marxistas. Su sugerente teoría de la circulación<br />

de las élites -la historia es el cementerio de las<br />

aristocracias; los leones (hombres-fuerza) deponen<br />

a los zorros, pero éstos se infiltran en los círculos<br />

conservadores y debilitan el poder de la élite; los<br />

individuos de las clases superiores descienden a las<br />

filas de las clases bajas, y miembros de éstas ascienden<br />

a las clases superiores...- sigue siendo una explicación<br />

valiosa, aunque incompleta, de determinados<br />

cambios sociales.<br />

4. La sociología contemporánea<br />

La sociología, como ya se ha visto, nació con una<br />

vocación ambiciosa, tanto desde el punto de vista<br />

científico como desde la perspectiva de su papel en<br />

la reconstrucción de la sociedad. En esta línea, la II<br />

Guerra Mundial, con sus destrucciones materiales y<br />

espirituales, con los cambios sociales que indujo en<br />

las poblaciones y en las actitudes de éstas, y con las<br />

mismas exigencias relacionadas con la estrategia<br />

I bélica, propaganda, conocimiento del enemigo y de<br />

sus motivaciones, movilización de las energías racionales...<br />

impulsó diversos tipos de estudios e in­<br />

, vestigaciones de carácter sociológico, lo que contribuyó<br />

a una mayor popularidad de la sociología.<br />

68 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

Mientras duraron las hostilidades y en el período<br />

siguiente se realizaron estudios sobre las actitudes y<br />

la moral de los soldados americanos (Stouffer, 1949),<br />

sobre el carácter nacional japonés, sus contradicciones<br />

y el sistema de valores subyacente (Ruth Benedict,<br />

1947), sobre el mismo tema, pero en relación con los<br />

norteamericanos (Gorer, 1948 y Margaret Mead, 1942),<br />

sobre el pueblo ruso (Gorer y Rickman 1949), sobre los<br />

prisioneros de guerra alemanes y la relación entre la<br />

estructura de personalidad del pueblo alemán, la<br />

ideología nazi y el factor o síndrome F de fanatismo<br />

(Dicks, 1942-1946 y Adorno)...<br />

Estos estudios aportaron a la sociología nuevos<br />

desarrollos en técnicas de investigación, teoría de<br />

los grupos pequeños y de los grupos de referencia,<br />

socialización de los adultos, influencia de los medios<br />

y de la propaganda, etc.<br />

Pero en el desarrollo de la sociología la influencia<br />

de la II Guerra Mundial fue sólo menor y episódica.<br />

Los dos factores más importantes fueron su<br />

rápida incorporación a los estudios y programas<br />

universitarios y su vigorosa institucionalización, a<br />

través de asociaciones y organismos promotores de<br />

estudios e investigaciones. Veamos brevemente estos<br />

tres puntos.<br />

- La incorporación de la sociología a la universidad<br />

tuvo lugar en Estados Unidos a finales del s.<br />

XIX, adelantándose al resto de los países occidentales.<br />

Dos universidades, la de Chicago y la de Columbia,<br />

en Nueva York, fueron las pioneras, y dos sociólogos<br />

de prestigio, Albion Small en Chicago y<br />

Franklin Giddings en Columbia, ocuparon las primeras<br />

cátedras de sociología. En los años siguientes,<br />

la sociología se extendió a los «Colleges» y a las<br />

escuelas agrícolas. En Alemania no hubo cátedras<br />

de sociología en el s. XIX, en Francia fue Durkheim<br />

quien introdujo la sociología en la universidad, primero<br />

en Burdeos y luego en París. En Inglaterra yen<br />

Italía no consiguió implantarse hasta mucho más<br />

tarde.<br />

La primera emigración de sociólogos ocurrió<br />

tras la primera guerra mundial: Sorokin y Timasheff<br />

a Estados Unidos, Gurvitch a Francia. La segunda<br />

emigración, tras el triunfo nazi en Alemania<br />

y la supresión oficial de la sociología, lanzó al exilio<br />

a Horkheimer y Adorno, entre otros.


veces como factor de cambio; y, finalmente, los estudios<br />

de D. Martindale sobre cinco casos históricos del<br />

período 900-200 a. C.<br />

El núcleo duro de la macrosociología lo constituye<br />

el intento del sociólogo americano Talcott Parsons<br />

de construir una teoría totalizadora de la sociedad,<br />

inspirada en un análisis de convergencia de<br />

las obras de Marshall, Pareto, Durkheim, Weber, el<br />

antropólogo Radcliffe-Brown y Freud. Al no citar a<br />

Marx, Parsons creó involuntariamente una polémica<br />

bastante estéril entre los sociólogos parsonianos,<br />

agrupados bajo la bandera del orden y la cohesión<br />

(los funcionalistas, término a veces empleado con<br />

connotaciones peyorativas) y los sociólogos marxistas,<br />

congregados bajo la bandera del conflicto.<br />

La polarización entre estas dos corrientes justifica<br />

el tratamiento extenso del funcionalismo en este<br />

apartado.<br />

La aportación de Parsons a la macrosociología<br />

arranca del problema hobbesiano del orden social:<br />

¿Cómo es posible el orden? La respuesta, compleja,<br />

algo abstrusa y polemizada, tiene un mérito especial:<br />

Parsons, por primera vez en la historia de la<br />

sociología, pretende renunciar a la utilización de<br />

conceptos e ideas de origen filosófico, biológico o<br />

físico, y rechaza toda tentación de organicismo. Su<br />

análisis es plenamente sociológico.<br />

En una primera elaboración de su teoría, Parsons<br />

realiza el análisis del acto unitario individual, es<br />

decir, de la acción social. El acto unitario individual<br />

no es el actor social concebido como individuo<br />

óptimamente racional, libre y calculador, ni el individuo<br />

inexorablemente determinado por su herencia<br />

y su entorno, sino un individuo en situación, un<br />

ser condicionado por su entorno físico y cultural,<br />

así como por su estrato biológico, pero dotado de un<br />

cierto margen de autonomía decisoria.<br />

La estructura del acto-unidad se compone de<br />

múltiples elementos: el actor, es decir, la persona<br />

individual: el actor concebido como perseguidor de<br />

fines y en posesión de medios alternativos para conseguir<br />

esos fines; el actor enfrentado a una variedad de<br />

condiciones situacionales: su constitución biológica,<br />

la herencia, las limitaciones ecológicas, todo lo cual<br />

ejerce una influencia condicionante en la selección<br />

de medios y de fines; el esquema de valores, normas y<br />

70 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

otras ideas, en cuanto influyen en lo que el actor<br />

considera fines ideales y medios apropiados; el actor<br />

como origen de la adopción de decisiones subjetivas<br />

acerca de los medios para conseguir sus fines,<br />

todo ello constreñido por las ideas y las condiciones<br />

situacionales.<br />

Todo acto unitario es global y se inscribe en<br />

cuatro contextos: el biológico, psíquico, social y<br />

cultural. Por consiguiente, el sistema de acción contiene<br />

cuatro subsistemas: el biológico, psíquico o de<br />

la personalidad, social y cultural. Los sistemas biológico<br />

y psíquico se sitúan a un nivel personal, y los<br />

sistemas social y cultural se refieren a la colectividad.<br />

El rol propio del sociólogo, aseguró Parsons, es<br />

el estudio del sistema social, dejando para la psicología<br />

el estudio del sistema de personalidad, para la<br />

antropología el del sistema cultural, y para la biología<br />

la atención al sistema orgánico, aunque la interdisciplinaridad<br />

es absolutamente necesaria.<br />

En la segunda fase de su teoría, Parsons emprende<br />

el análisis del sistema social. Su primera elaboración<br />

presentaba un vacío importante: no se tenía en<br />

cuenta el universo de relaciones e interrelaciones de<br />

los actores sociales, sino solamente la acción individual<br />

construida desde las características psicológicas<br />

del actor, desde los factores culturales y en el<br />

marco de las condiciones situacionales, tanto el entorno<br />

físico como el sustrato biológico-orgánico. El<br />

salto de la acción a la interacción constituye la<br />

aportación específica de esta segunda fase.<br />

Frente a Pareto, Parsons sostuvo que lo que le<br />

interesa al sociólogo no es tanto el comportamiento<br />

del individuo, sino este comportamiento a través de<br />

su rol. Es decir, la conducta social que de hecho está<br />

abierta ante el actor social depende de su posición<br />

social y de la estructura social, concebida como un<br />

sistema de pautas que articulan las relaciones sociales<br />

entre los actores. El concepto de acción social<br />

se enriquece, al ser desde ahora percibida la acción<br />

como el juego cruzado de cuatro elementos: la estructura<br />

social, compuesta de relaciones de actores<br />

en su desempeño de roles, el subsistema cultural, el<br />

subsistema psíquico y el sustrato biológico.<br />

En el nuevo sistema global cuatripartito, Parsons<br />

va dotando a los cuatro elementos citados de<br />

las características de sistema, y pasa a denominar-


los subsistema de personalidad, subsistema cultural,<br />

subsistema biológico y subsistema social, jerarquizados<br />

cibernéticamente. El principio de esta jerarquización<br />

cibernética es relativamente simple:<br />

cada subsistema comporta mecanismos de control:<br />

las necesidades fisiológicas, las motivaciones psíquicas,<br />

las normas y los valores culturales. Estos<br />

mecanismos cumplen una doble función: la de<br />

transmisión de información al nivel superior y la de<br />

control de los niveles inferiores por los superiores.<br />

De acuerdo con esta doble función, se establece<br />

la jerarquía de los sistemas o subsistemas: el biológico<br />

subordinado al de personalidad, éste al social y<br />

éste, finalmente, al cultural, pues según las leyes de<br />

la cibernética, los subsistemas o niveles se ordenan<br />

según su potencial en información, que se corresponde<br />

negativamente con su riqueza en energía.<br />

Según estos presupuestos, el sistema de personalidad<br />

controla al sistema biológico, el sistema social<br />

controla al sistema de personalidad, el sistema cultural<br />

controla al sistema social y, lógicamente, el<br />

sistema social y el sistema cultural controlan al<br />

sistema biológico y al de personalidad, a través de<br />

los sistemas interpuestos.<br />

Así, para el sociólogo se convierten en objeto de<br />

su estudio los cuatro componentes estructurales del<br />

sistema social: los roles, las colectividades, las normas<br />

y los valores. Es decir, los roles o modos de<br />

participación y de pertenencia, las colectividades<br />

que se forman en torno a valores e ideologías, las<br />

normas que sugieren e inducen modelos, y los valores<br />

concebidos como orientaciones deseables para<br />

el sistema global.<br />

El esquema parsoniano del sistema social ha<br />

sido quizá abandonado con demasiada precipitación.<br />

Para Williams (1961), un teórico tiene derecho<br />

a decir:<br />

«Aquí tenéis ideas importantes, pero mi tarea no<br />

es explicar cómo hay que utilizarlas en las operaciones<br />

empíricas; el investigador empírico, por su parte,<br />

tiene también el derecho a suspender el juicio sobre la<br />

utilidad científica de un esquema hasta que un serio<br />

esfuerzo para emplearlo haya mostrado una baja o<br />

alta productividad de hipótesis comprobadas empíricamente...<br />

".<br />

El funcionalismo ha sido denostado y atacado<br />

desde múltiples ángulos. Se le ha reprochado su<br />

conservadurismo ideológico, su incapacidad para<br />

explicar el cambio, la orientación estática que ha<br />

dado a la sociología, su grandilocuencia teórica...<br />

Entre los sociólogos más acerbos en sus críticas<br />

figuran el inglés David Lockwood, el alemán Ralf<br />

Dahrendorf, y los americanos Wright Mills y Clifford<br />

Goertz.<br />

Otros sociólogos, en cambio, han prolongado o<br />

corregido parcialmente las teorías de Parsons, o<br />

han emprendido con ardor su defensa. Entre los<br />

más conocidos es de justicia citar a R. K. Merton,<br />

Marion Levy, A. E. Shils, W. J. H. Sprott, F. Cancian...<br />

Como reacción contra el funcionalismo se desarrolló,<br />

sobre todo a partir de los años 60, una<br />

sociología que subraya, al mismo tiempo, el compromiso<br />

político y el papel del conflicto en la sociedad<br />

y en la interpretación sociológica.<br />

Defensores del compromiso político del sociólogo<br />

han sido, entre otros, C. Wright Mills y S. M.<br />

Lipset. Partidarios de una sociología más orientada<br />

al conflicto como clave interpretativa de los fenómenos<br />

sociales y, sobre todo, del cambio social, han<br />

sido los alemanes R. Dahrendorf y C. Brinkman; el<br />

norteamericano L. Coser, sobre hipótesis originales<br />

de Simler; el inglés M. Gluckmann, y, en especial,<br />

los sociólogos marxistas. La diferencia específica<br />

entre las teorías funcionalistas y las interpretaciones<br />

conflictivas parece ser, en líneas generales, que<br />

los primeros enfocan la cuestión del cambio social<br />

desde la perspectiva del cambio dentro del sistema,<br />

mientras que los segundos se interesan por el cambio<br />

en el sistema, lo que orienta a las dos teorías por<br />

derroteros muy alejados al tratar el papel de los<br />

conflictos en el sistema social.<br />

Dejemos ya el núcleo duro de la macrosociología<br />

y las teorías enfrentadas sobre el cambio y el conflicto.<br />

La sociología contemporánea se ha ocupado<br />

de otros grandes temas macrosociológicos, como<br />

puede verse en el sucinto resumen que hacemos a<br />

continuación:<br />

- Estudios de sociedades globales, como los de<br />

Sombart sobre la sociedad capitalista; el de R.--H.<br />

Tawney sobre la religión y la emergencia del capitalismo;<br />

el del economista Schumpeter sobre las<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 71


tación al entorno, la persecución de objetivos y toma<br />

de decisiones, la integración de los miembros<br />

mediante pautas relacionales, y el mantenimiento<br />

de pautas y de un nivel adecuado de motivación<br />

entre los pertenecientes al grupo; finalmente, diversos<br />

estudios sobre las ocupaciones en la sociedad<br />

industrial: Blauner sobre los trabajadores industriales;<br />

Lockwood sobre los trabajadores de cuello<br />

blanco (los funcionarios administrativos); Friedman<br />

sobre los problemas que plantea a los obreros industriales<br />

el trabajo atomizado a que les somete la<br />

organización científica del trabajo; Kornhauser sobre<br />

las dificultades de los científicos que trabajan<br />

en la industria...<br />

El estudio de los roles o papeles sociales ha interesado<br />

sobre todo a G. H. Mead, con sus difíciles<br />

análisis de psicología social sobre la formación de<br />

la persona social (cL el capítulo sobre la «Acción<br />

Social») y a un grupo numeroso de sociólogos que<br />

pertenecen a la llamada escuela o corriente del interaccionismo<br />

simbólico, en la que la figura destacada<br />

es el canadiense E. Goffman (cL la exposición de las<br />

Instituciones totales, en el capítulo sobre «Instituciones<br />

y Organizaciones»).<br />

Los grtJ.PGs pequeños han sido objeto de una dobleatención.<br />

Por una parte, los sociólogos han estudiado<br />

el funcionamiento de estos grupos en la industria<br />

(Elton Mayo y asociados, con sus estudios<br />

sobre los grupos informales en la Western Electric<br />

Co., y K. Lewin, con sus distinciones entre elliderazgo<br />

autoritario y el democrático); por otra parte, se<br />

han realizado numerosos experimentos con grupos<br />

pequeños con el fin de profundizar en su estructura<br />

y funcionamiento (Bales, autor de un método experimental<br />

para el análisis del juego de roles en los<br />

grupos, y Homans, cuya obra, El grupo humano,<br />

1950, ha ejercido una larga influencia).<br />

Finalmente, muchos sociólogos, sobre todo en<br />

Inglaterra y en Estados Unidos, han emprendido el<br />

estudio de las pequeñas comunidades locales, siguiendo<br />

las huellas de los investigadores de la Escuela<br />

de Chicago, y estimulados por la demanda de<br />

directrices para los planes de planificación urbana<br />

que se hicieron necesarios después de la II Guerra<br />

Mundial. Los sociólogos más conocidos son H. H.<br />

Kelley en Estados Unidos, y Klein en Inglaterra.<br />

5. Orientaciones<br />

de la sociología actual<br />

La sociología actual se presenta como una ciencia<br />

perpleja y algo confusa. Por una parte, existe<br />

, una gran demanda de sociólogos a todos los niveles<br />

, de la Administración y de las entidades privadas, y<br />

por otra, la sociología sigue bebiendo en las fuentes<br />

del legado clásico, sobre todo Durkheim y Max Weber.<br />

Se han realizado numerosos intentos para clasificar<br />

las actuales orientaciones de la sociología<br />

que hoy se hace en el mundo, sin que los entendidos<br />

se hayan puesto de acuerdo. El hecho es que la<br />

sociología se despliega hoy en múltiples direcciones,<br />

enfoques y escuelas, en más de un caso artificiosamente<br />

distinguidas entre sí. Wallace propone<br />

una clasificación excesivamente elaborada, pero<br />

que tiene cierto valor como muestra sintomática de<br />

la perplejidad sociológica a la que se ha aludido<br />

hace un momento:<br />

- Ecologismo: el fenómeno o factor explicativo<br />

de lo social es el conjunto de características no<br />

humanas del entorno.<br />

- Demografismo: el factor explicativo de lo social<br />

es el conjunto de características humanas de lo<br />

social.<br />

- Materialismo: el factor explicativo de lo social<br />

es el conjunto de características de los participantes<br />

que no guardan relación con el sistema nervioso<br />

de los mismos.<br />

- Psicologismo: el factor explicativo de lo social<br />

es el conjunto de características de los participantes<br />

relacionadas con su sistema nervioso.<br />

- Tecnologismo: el factor explicativo de lo social<br />

es el conjunto de características del entorno generadas<br />

por lo social, no humanas.<br />

- Estructuralismo social, teoría del intercambio y<br />

teoría del conflicto: el factor explicativo de lo social<br />

es el conjunto de características del entorno, de<br />

índole humana, pero generadas por lo social.<br />

- Interaccionismo simbólico: el factor explicativo<br />

de lo social es el conjunto de características<br />

generadas por lo social, que afectan a los mismos<br />

participantes y que están relacionadas con el sistema<br />

nervioso de los participantes.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 73


Un esquema útil para orientarse en este laberinto<br />

es el propuesto por Burrel y Morgan (1979), que<br />

proponen una clasificación de las diferentes orientaciones<br />

de la sociología fijándose en dos parámetros<br />

o dimensiones básicas:<br />

- una primera dimensión que distingue entre<br />

teorías preocupadas con la necesidad de orden, regulación<br />

y control en la sociedad, y teorías que<br />

encarecen la realización del potencial humano mediante<br />

cambios radicales en la sociedad, y<br />

- una segunda dimensión en la que se contraponen<br />

las teorías que pretenden definir la sociología y<br />

el mundo social con términos empleados y elaborados<br />

por las ciencias naturales frente a las teorías<br />

que se fijan predominantemente en la naturaleza<br />

subjetiva de la vida social.<br />

Cruzando ambos parámetros, construyen los autores<br />

cuatro paradigmas de «presupuestos básicos<br />

metateóricos», que subyacen a la base de las teorías<br />

actuales. La matriz conseguida clasifica las escuelas<br />

en cuatro grandes orientaciones: las dos sociolo-<br />

, gías que estudian el control y la regulación: el fun­<br />

I cionalismo (desde una perspectiva más naturalis­<br />

1; ta), la sociología interpretativa (desde una perspec­<br />

; tiva más subjetiva), y las dos sociologías orientadas<br />

al proceso de cambio exigido para la realización del<br />

I hombre: el marxismo y el humanismo radical o<br />

teoría crítica.<br />

74 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

. Al margen de estas orientaciones, siguen prolife­<br />

\rando los estudios sobre problemas urbanísticos,<br />

Icambios en los sistemas educativos, nuevas formas<br />

Jde organización empresarial, actitudes y comportamientos<br />

políticos y religiosos, etc.<br />

La sociología de nuestro tiempo, abierta a la<br />

pluralidad de intereses y orientaciones que han sido<br />

descritas, no debe ni puede renunciar a su rigor<br />

científico, a su independencia intelectual y a su<br />

carácter profesional, pero tampoco puede renunciar<br />

a una tarea fundamental de todo saber social,<br />

tarea que Faris formuló concisamente con estas palabras:<br />

«Reducir algunas de las fuentes de infelicidad<br />

del hombre sobre las que no existe controversia<br />

alguna».<br />

Lecturas<br />

R. Aran, Las etapas del pensamiento sociológico. Siglo XX,<br />

Buenos Aires 1976, 2 vals.<br />

Duncan, Historia de la sociología. Labor, Barcelona 1988.<br />

D. Martindale, La teoría sociológica: naturaleza y escuelas.<br />

Aguilar, Madrid 1971.<br />

H. Schoeck, Historia de la sociología. Herder, Barcelona<br />

1977.


E n las páginas siguientes, cuya finalidad es de<br />

pura consulta y guía del lector, se han ordenado<br />

cronológicamente 100 sociólogos o pensadores<br />

próximos a la sociología que han proporcionado<br />

a las teorías sociológicas fundamentos de valor indiscutible.<br />

La lista contiene los nombres de las figuras<br />

más relevantes según el consenso común de la<br />

mayoría de los sociólogos actuales, aunque la unanimidad<br />

total es difícilmente alcanzable. Se han<br />

omitido deliberadamente los pensadores que, desde<br />

Platón y Aristóteles hasta los hombres de la Ilustración,<br />

fueron preparando el camino para la emergencia<br />

de la sociología como ciencia específica en el<br />

primer tercio del siglo XIX.<br />

Para comprender el «Quién es quién de la sociología»,<br />

conviene tener en cuenta las siguientes advertencias:<br />

- En la primera columna aparecen la fecha de<br />

nacimiento del autor y la de su muerte, si es el caso.<br />

- El cuadro, en su conjunto, está ordenado cronológicamente<br />

según la fecha de nacimiento. Cuando<br />

dos o más autores han nacido en el mismo año,<br />

éstos aparecen por orden alfabético de apellidos.<br />

6<br />

El quién es quién<br />

de la sociología<br />

- En la segunda columna figuran los sociólogos<br />

por nombre y apellido.<br />

Determinados autores no son sociólogos en sentido<br />

estricto. Sin embargo, su obra y sus teorías han<br />

influido considerablemente en el desarrollo de la<br />

disciplina, y por esta razón han sido incluidos.<br />

- En la tercera columna se cita el país de origen<br />

del autor.<br />

- En la cuarta columna se indican las obras<br />

fundamentales del autor. De la misma manera que<br />

en la segunda columna, aparecen algunas obras<br />

que, sin ser propiamente sociológicas, han influido<br />

en la sociología.<br />

- La quinta columna trata de reflejar las ideas y<br />

teorías más relevantes elaboradas por los autores a<br />

lo largo de su obra. En algunos casos se señalan los<br />

problemas que abordaron en sus trabajos.<br />

- La última columna subraya la relevancia de la<br />

obra del autor para las ciencias sociales.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 75


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1760-1825 Claude-Hen- Francia Reorganización de Revolución industrial: Implicación del sistema in- Al formular una tesis<br />

ri, conde de la sociedad europea dustrial en el sistema institucional y el sistema «organicista evolu-<br />

Saint-Simon (1814) moral--. protagonismo de la clase industrial, que cionista» de la socie-<br />

Sistema industrial<br />

(1821-1822)<br />

Catecismo político<br />

es la clase útil.<br />

Sistema social: La sociedad es un sistema orgánidad,<br />

abre paso a formulaciones<br />

tan diversas<br />

como las evo-<br />

co que tiende al equilibrio. Las civilizaciones son de los industriales<br />

(1822)<br />

Nuevo cristianismo<br />

(1825)<br />

sistemas sociales en un proceso de evolución y<br />

desarrollo. La industria o el espiritu de empresa<br />

productiva será la fuerza capaz de transformar la<br />

sociedad.<br />

- Dos tipos principales de sistemas orgánicos: 1)<br />

el sistema de la antigua Grecia y Roma, de ideología<br />

politeísta, una economía esclavista y el gobierno<br />

político monolítico; 2) el sistema medieval,<br />

caracterizado por el catolicismo (ideología<br />

religiosa, pero más racional), el feudalismo (una<br />

esclavitud más humana) y la separación entre el<br />

poder espiritual y temporal. También hay ciertos<br />

adelantos técnicos.<br />

Orden social: El nuevo sistema que se estaba formando<br />

requería una filosofía «positivista», basada<br />

en la ciencia. Nacía una nueva ciencia (


AÑOS<br />

1805-1859 Alexis de<br />

Tocqueville<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Francia<br />

Democracia en Amé·<br />

rica (1853).<br />

El Antiguo Régimen<br />

y la Revolución<br />

Francesa (1856).<br />

La unidad real del estudio sociológico es la sociedad,<br />

que es superior al organismo individual y<br />

comprende a toda la especie humana. La humanidad<br />

se convertirá en la religión de la nueva sociedad.<br />

Democracia: Para Tocqueville, la democracia es<br />

una sociedad basada en el igualitarismo, y es e!<br />

sistema que se establecerá sobre las cenizas de la<br />

sociedad aristocrática.<br />

En el nuevo sistema politico es necesario el equilibrio<br />

entre la eficacia de las tareas de gobierno y<br />

el control descentralizado y democrático de las<br />

mismas. La democracia ejemplar es aquella que<br />

tiene instituciones descentralizadas, libertad de<br />

información y un alto grado de desarrollo de la<br />

sociedad civil.<br />

La nueva democracia es también el resultado del<br />

proceso de industrialización con sus factores de<br />

tecnología, división de! trabajo, salarios y depresiones<br />

económicas cíclicas.<br />

Poder: En su análisis del poder son dignos de<br />

mención los siguientes conceptos:<br />

Burocracia<br />

Nacimiento de<br />

una nueva clase:<br />

el «funcionariado»,consecuencia<br />

de la<br />

democratización<br />

del poder.<br />

Opinión<br />

pública<br />

Es la garantía<br />

de que el poder<br />

democrático<br />

está en las masas.<br />

La «tiranía<br />

de la mayoría»<br />

puede acabar<br />

con el individualismo<br />

y<br />

es una nueva<br />

fuerza en e! Estado<br />

moderno.<br />

Autoridades<br />

«secundarias»<br />

Son la aristocracia,<br />

los gremios<br />

y las comunas.<br />

Su autoridad<br />

se ha<br />

visto mermada<br />

por la fuerza de<br />

la democracia<br />

igualitaria.<br />

Analizó la caída del<br />

Antiguo Régimen y<br />

el nacimiento de la<br />

democracia, anticipándose<br />

con clarividencia<br />

a muchos sociólogos<br />

e historiadores<br />

posteriores.<br />

Destacan sus análisis<br />

sobre e! poder, la<br />

clase social, el status,<br />

las masas y el<br />

nuevo orden político.<br />

También estudió<br />

las consecuencias<br />

del centralismo burocrático<br />

y administrativo.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 77


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1830-1889 N. D. Fustel Francia La ciudad antigua Relación entre las creencias de los pueblos y la Función social de la<br />

de Coulan- (1864). estructura de sus relaciones sociales. religión.<br />

ges Papel de la religión en la creación de vinculaciones<br />

y asociaciones, desde la familia a la ciudad.<br />

1832-1920 Wilhelm<br />

Wundt<br />

Alemania Principios de psicología<br />

fisiológica<br />

(1873-1874).<br />

Psicología experimental: Através del control experimental<br />

de las condiciones, pueden estudiarse<br />

las estructuras de los procesos psíquicos. Wundt<br />

Contribución al desarrollo<br />

de la psicología<br />

experimental y la psipuso<br />

mucho énfasis en la medición objetiva de los cología popular.<br />

Psicología de los<br />

pueblos (1900-1920). hechos y en el tratamiento científico de los fenó- Abrió una nueva épomenos<br />

psíquicos y sociales.<br />

ca en la investigación<br />

Psicología de los pueblos o cultural: Las formas psicológica por el énculturales<br />

como el arte, la religión, los mitos y los fasis que puso en la<br />

sistemas legales y morales son fenómenos colecti- medición ycontrol de<br />

vos. La psicología de los pueblos es la ciencia de los fenómenos.<br />

los productos mentales que han sido creados por Su psicología cultu-<br />

una comunidad de seres humanos. La psicología<br />

ral influye decisiva-<br />

cultural no puede ser explicada en términos de mente en la psicoloconciencias<br />

individuales, pues se trata de produc- gía social posterior.<br />

tos mentales superiores.<br />

1833-1911 Wilhelm Alemania Introducción a las Historia: La historia no resulta inteligible a tra- Señala la relación<br />

Dilthey ciencias del espíritu vés del método natural. Debe estudiarse con el que existe entre la vi-<br />

(1883). método comprensivo. da psíquica y el saber<br />

o conocimiento.<br />

Método comprensivo: Es la aprehensión de rela-<br />

ciones significativas entre el todo y las partes.<br />

Hay que captar la naturaleza de la vida a partir<br />

de sus manifestaciones externas (objetivaciones<br />

de vida) hasta la realidad más profunda. Se utiliza<br />

la técnica empática (revivir la experiencia del<br />

otro).<br />

1835-1950 E. H. Suther- Estados<br />

land Unidos<br />

Principios de criminología<br />

(1924).<br />

El crimen de «cuello<br />

blanco» (1949).<br />

El ladrón profesional<br />

(1937).<br />

La personalidad y el comportamiento se desarrollan<br />

en un proceso de incorporación interactivo<br />

entre el individuo y las opiniones y puntos de<br />

vista de su medio ambiente.<br />

Teoría de la «asociación diferencial» como raíz<br />

del comportamiento delictivo: el predelincuente<br />

se asocia a gente que acepta como normal la violación<br />

de la ley.<br />

Aporta un nuevo en-<br />

foque, muy fecundo,<br />

a la sociología de la<br />

conducta desviada y<br />

de la criminalidad.<br />

82 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOCIA


AÑOS<br />

1841-1913 Lester F.<br />

Ward<br />

1842-1910 William<br />

James<br />

1843-1904 Gabriel<br />

Tarde<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Estados<br />

Unidos<br />

Estados<br />

Unidos<br />

Francia<br />

84 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Dinámica social<br />

(1883).<br />

Sociología pura<br />

(1903).<br />

Sociología aplicada<br />

(1906).<br />

Principios de psicología<br />

(1890).<br />

Variedades de experiencia<br />

religiosa<br />

(1902).<br />

¿Existe la conciencia?<br />

(1904).<br />

Pragmatismo (1907).<br />

La criminalidad<br />

comparada (1886).<br />

Las leyes de la imitación<br />

(1890).<br />

Las leyes sociales<br />

(1898).<br />

Lógica social (1895).<br />

Estudios de psicología<br />

social (1898).<br />

Evolución: Existe diferencia entre la evolución<br />

orgánica y la evolución social, pues ésta pone de<br />

manifiesto la intencionalidad humana.<br />

La evolución social es progreso social, pues no es<br />

sólo desarrollo material: es básicamente un fenómeno<br />

cultural. El progreso social incluye, además<br />

de objetos materiales, costumbres, leyes, moral,<br />

ideas, filosofía y otras creencias.<br />

Sociedad: Dentro de este contexto, la sociedad<br />

humana no es sólo el producto de una génesis<br />

natural. Es el producto de la selección artificial,<br />

de la realización deliberada de los hombres.<br />

Pragmatismo radical: La vida mental, la conciencia<br />

individual es teleológica. Nuestro modo de sentir y<br />

de pensar es así porque ha debido ir adaptándose al<br />

entorno. La conciencia selecciona con determinadas<br />

finalidades, por eso es básicamente utilitarista<br />

y pragmática. La conciencia es funcional porque<br />

depende del medio en el que se desarrolla. Por<br />

tanto, el valor de las ideas es pragmático y debe ser<br />

probado por sus consecuencias prácticas.<br />

Interacción social: El proceso de interacción se<br />

lleva a cabo a través de dos materias psíquicas<br />

primas: creencias y deseos. Las creencias y deseos<br />

surgen por:<br />

- imitación: es la repetición, transmisión, constancia<br />

y expansión de las formas sociales;<br />

- invención: es una forma social del proceso de<br />

«adaptación». Es un modelo de actividad que le<br />

sirve al hombre para adaptarse al ambiente siempre<br />

cambiante;<br />

- oposición: el conflicto surge entre invenciones<br />

opuestas.<br />

Comunicación e influencia personal: Estudia el<br />

impacto de los medios de comunicación en el<br />

hombre. En especial, se interesa por la influencia<br />

de la prensa que es un agente de integración y de<br />

control social. La prensa crea «públicos», pues en<br />

el fondo es una vía a través de la cual se expresan<br />

los líderes de opinión. Los líderes serán imitados<br />

por el público.<br />

Destacó la primacía<br />

de las fuerzas artificiales<br />

sobre las naturales<br />

en el desarrollo<br />

de la sociedad humana;<br />

destacó la primacía<br />

de la psicología<br />

sobre la biología.<br />

Fue uno de los precursores<br />

del behaviorismo<br />

social y del<br />

movimiento funcionalista.<br />

Fundador de la psicología<br />

social. Estudios<br />

sobre criminología<br />

social. Teorías sobre<br />

la interacción social.


AÑOS<br />

1848-1923 Vilfredo<br />

Pareto<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS<br />

Italia Tratado de sociología<br />

general (1916).<br />

Sociología política: El cambio político (innovación<br />

política o invención) se da entre las élites<br />

económicas, militares, religiosas y estéticas. La<br />

difusión de ideas políticas va de la gran ciudad a<br />

la pequeña aldea, de las zonas urbanas a las rurales,<br />

de las naciones poderosas a las más débiles o<br />

dependientes.<br />

Criminología: Critica las teorías biológicas sobre<br />

el crimen de Lombroso y la escuela italiana. El<br />

crimen es un fenómeno social.<br />

La ciencia de la sociología: Debe ser lógico-experimental,<br />

basada en la observación y en la experimentación.<br />

Por ello, debe excluir todo razonamiento<br />

o especulación que se salgan de los hechos<br />

observados.<br />

Formas de la vida social: La acción social es de dos<br />

tipos:<br />

- formas lógicas, que son producto del razonamiento,<br />

y<br />

- formas no-lógicas, que son producto de sensaciones<br />

subconscientes, de sentimientos. APareto<br />

le interesaron especialmente los tipos no-lógicos<br />

de acción social, llegando a decir que el estudio<br />

de estos tipos era el objeto de la sociología. Las<br />

acciones no-lógicas se basan en creencias y teorías<br />

no-lógicas.<br />

Las formas no-lógicas son acciones irracionales<br />

de la vida social y se dividen en: acciones vanas o<br />

inútiles, acciones prácticas-mágicas, acciones<br />

instintivas y acciones que obtienen un fin distinto<br />

del que se perseguía.<br />

Componentes de las teorías no-lógicas son los residuos<br />

y las derivaciones.<br />

Residuos: Son manifestaciones en las que se enmascaran<br />

los verdaderos instintos o sentimientos.<br />

Son prejuicios profundamente arraigados en<br />

la vida humana.<br />

RELEVANCIA<br />

Teoría de sistemas.<br />

Precursor del funcionalismo.<br />

Desarrollo del método<br />

cuantitativo.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 85


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Derivaciones: Son los distintos tipos de justificaciones<br />

que dan los hombres a los sentimientos y<br />

toman forma de: afirmaciones dogmáticas o axiomáticas,<br />

afirmaciones o derivaciones de autoridad,<br />

identificación de la conducta individual con<br />

la colectiva y pruebas verbales.<br />

Cambio social y circulación de las élites: El cambio<br />

es un movimiento cíclico y circular. La sociedad<br />

se compone de élites y masas. Las élites son las<br />

protagonistas y responsables del cambio social,<br />

pues combinan el control de un gran poder político<br />

con el disfrute de un alto prestigio. La masa de<br />

la sociedad, el resto de los grupos tienen relativamente<br />

poco poder, bajo nivel de riqueza y de<br />

prestigio. Las élites gobernarán de manera cícli·<br />

ca, pasando el poder de un grupo innovadoradaptador<br />

a un grupo conservador-regresivo.<br />

1854-1941 James Geor- Inglaterra La rama dorada La magia, la ciencia y la religión son teorías del Introdujo un método<br />

ge Frazer (1890). pensamiento. Tal como la magia, la superstición comparativo en el esy<br />

la religión eran conocimiento para las socieda- tudio de las institudes<br />

primitivas, así la ciencia es hoy conocimiento ciones sociales humay<br />

progreso para el hombre moderno. Aquéllas y nas.<br />

ésta son interpretaciones del mundo, maneras de<br />

observar los fenómenos. El progreso intelectual<br />

del hombre ha atravesado el pensamiento mágico,<br />

el religioso y el científico.<br />

1854-1926 Albion Estados Una introducción al Grupo social y conflicto de intereses: La actividad Durante toda su vi-<br />

Woodbury Unidos estudio de la socie- fundamental del proceso social es la actividad de da profesional, se<br />

Small dad (en col. con<br />

George E. Vincent,<br />

los grupos. Los grupos tienen determinados intereses,<br />

y el conflicto entre los distintos intereses es<br />

preocupó para que<br />

se reconociera a la<br />

1894). lo que produce la dinámica social. sociología como<br />

Sociología general El Estado cumple la función de mediar entre los<br />

ciencia (límites,<br />

86 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

(1905). conflictos de intereses entre los grupos.<br />

objetivo y metodo-<br />

logía) ycomo disci-<br />

Orígenes de la socio- El concepto de «interés» es la clave central de su plina académica.<br />

logía (1924). teoría. El interés es una necesidad insatisfecha<br />

que predispone al individuo para la acción.


AÑOS AUTORES<br />

1855-1936 Ferdinand<br />

Tonnies<br />

PAIS DE<br />

ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Alemania Comunidad y socie- División de la sociología Concibió al individuo<br />

dad (1877) -----------...::------ como a un ser social<br />

Sociología Sociología Sociología con voluntad. Por<br />

pura aplicada empírica tanto, las institucio-<br />

Sistema de Aplicación de Procede por nesyentidadessociaconceptos<br />

de estos concep- métodos empí- les son producto de<br />

tipo


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1856-1939 Sigmund Checos 10- La interpretación de Relación individuo-sociedad: Los procesos de de- Señaló la importan-<br />

Freud vaquia los sueños (1900). sarroIlo individual y cultural están en oposición cia del inconsciente<br />

Psicopatologia de la<br />

vida cotidiana<br />

(1904).<br />

Tres ensayos sobre<br />

la teoria sexual<br />

(1905).<br />

Totem y tabú (1913).<br />

Más allá del principio<br />

del placer (1920).<br />

Psicología de las masas<br />

y análisis del yo<br />

(1921).<br />

hostil. La realidad reprime la naturaleza de la<br />

líbido y de los instintos y da paso a la dictadura<br />

de la razón. La cultura y la civilización son obra<br />

de la auto-represión del hombre, de la sublimación<br />

de los instintos y del superyo que interioriza<br />

las exigencias sociales y culturales (educación,<br />

religión, moralidad...).<br />

Agresividad y destructividad en el hombre y en los<br />

grupos sociales: En su teoría dualista de los instintos,<br />

Freud distingue entre Eros (impulso de vida)<br />

y Thánatos (impulso de muerte). El instinto de<br />

muerte es también agresión o impulso destructiva<br />

que es innato en el individuo.<br />

individual ycolectivo<br />

en la sociedad y en la<br />

cultura.<br />

Puso de manifiesto la<br />

importancia de la<br />

adaptación de los instintos<br />

a la realidad<br />

social.<br />

Los conceptos del yo,<br />

superyo y el principio<br />

de realidad han can-<br />

tribuido a comprender<br />

los procesos de<br />

El yo y el ello (1923).<br />

socialización.<br />

Importancia en el desarrollo<br />

de la teoría<br />

de la personalidad, la<br />

psicología social, la<br />

antropología cultural<br />

y la sexología.<br />

1857-1939 Lucien Francia La mentalidad pri- La mentalidad de los primitivos y la del hombre Influyó en los poste-<br />

Lévy-Bruhl mitiva (1922). de la civilización occidental moderna difieren no riores autores de la<br />

en matices o en grados, sino cualitativamente. fenomenología y el<br />

La mentalidad de los primitivos depende de las estructuralismo, y en<br />

representaciones colectivas, que son esencialmente los psicoanalistas<br />

místicas, pues implican la creencia en fuerzas o jungianos.<br />

influencias imperceptibles para los sentidos. La Subrayó la no-unimentalídad<br />

primitiva es pre-lógica yestá orienta- versalídad del pensada<br />

hacia lo sobrenatural. miento, la diferencia<br />

entre las distintas<br />

mentalidades.<br />

1857-1945 Thorstein Estados La teoria de la clase La acción social o acción interindividual puede Aporta a la sociologia<br />

Vebien Unidos ociosa (1899). ser constructiva o predatoria, es decir, está en el concepto de la da-<br />

El instinto de maes- tensión entre el instinto de laboriosidad (maes- se ociosa y del consutria<br />

(1914). tria) y el instinto destructivo. mo ostentatorio.<br />

El instinto de laboriosidad se revela en la acción<br />

guiada por un sentido de mérito, servicio oeficiencia.<br />

El instinto de laboriosidad se desarrolla mejor en<br />

determinados ambientes sociales.<br />

88 PARA COMPRENDER LA SOCfOLOGIA


AÑOS<br />

1857-1913 Ferdinand<br />

Saussure<br />

George Herbert Mead Thorstem Veblen<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Suiza Curso de linguística<br />

general (1916, publicado<br />

después de su<br />

muerte).<br />

Lenguaje como hecho social: El lenguaje es un<br />

sistema organizado de signos, es pura forma. Por<br />

tanto, es un hecho social. En cualquier comunidad,<br />

una determinada sucesión de sonidos está<br />

asociada a un determinado concepto.<br />

La gramática de la lengua es un producto social,<br />

nunca perfecto en el individuo, sino solamente en<br />

la masa de hablantes.<br />

El estructuralismo de Saussure está fundamentalmente<br />

asociado con el funcionalismo en las<br />

CCSS. Su concepto de


PAIS DE<br />

ANOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1858-1917 Emlle FranCIa La dlVlslOn del tra- Hecho soctal Es una manera de pensar, de obrar DIO preemInenCIa<br />

Durkhelm baJO sOCIal (1893) y de sentIr, externa al mdlVlduo y dotada de un al hecho socIal y<br />

Las reglas del metodo<br />

sOCIologlco<br />

(1895)<br />

El SUICIdIO (1897)<br />

Las formas elementales<br />

de la vIda relIglOsa<br />

(1912)<br />

poder coercItIvo que mfluye sobre la concIencIa<br />

partIcular El hecho socIal es general en una socledad,<br />

conservando su eXIstencIa propIa, mdependIente<br />

de las mamfestaclOnes mdlVlduales<br />

SoclOlogta Debe ser el estudIO de los hechos so-<br />

clales observables que son fenomenos externos al<br />

mdlVlduo y que no pueden atnbUlrse a estados<br />

pSlqUlCOS mternos (conCIenCIa mdlVldual), pues<br />

estan por encIma del mdlVlduo y presIOnan sobre<br />

el (concIencIa colectIva)<br />

El soclOlogo debe descubnr mdlces estadlstlcos que<br />

reflejen los hechos socIales (mdlce de cnmmalIdad,<br />

de dIvorCIo, de alcoholIsmo, de SUICIdIO, etc)<br />

trato de buscar el<br />

metodo de la SOCIOlogIa,<br />

aSI como el<br />

obJetIvo propIO de<br />

esta cIencIa Para<br />

el, uno de los pnn-<br />

CIpales proposltos<br />

de la soclOlogIa es<br />

estudIar la estruc-<br />

tura de los sIstemas<br />

sOCIales y ver<br />

como Influyen en<br />

las conductas y<br />

sentImIentos del<br />

mdlvlduo<br />

1858-1943<br />

1858-1947<br />

Beatnce<br />

Webb<br />

Sldney<br />

Webb<br />

Inglaterra La hlstona de las<br />

«Trade Unlons»<br />

(1894)<br />

La decadencIa de la<br />

clvl!IzacIOncapltalIsta (1923)<br />

PnmaCIa del utllItansmo socIal-la mayor felIcldad<br />

para el mayor numero»- y de la Igualdad en<br />

la construcclOn de la SOCIedad<br />

NecesIdad de un «mlmmo nacIOnal de vIda clvIlI-<br />

zada»<br />

CompromIso polItlco<br />

de la SOCIOlogIa colaboraron<br />

en la construcCIon<br />

del sOCIalIs-<br />

mo nacIOnal mgles<br />

Valor del metodo<br />

Metodos de estudIO<br />

SOCIal (1932)<br />

descnptlvo basado<br />

en documentos y observaclOn<br />

personal<br />

1858-1931 FranklIn H<br />

Glddmgs<br />

Estados<br />

Umdos<br />

PnnClplOs de SOCIOlogIa<br />

(1896)<br />

La «conczencla de especze» Es el hecho subjetIvo<br />

ongmal y elemental de la socIedad Es el elemento<br />

Enfoque pSICOlOgICO<br />

de la soclOlogla Es<br />

Elementos de SOCIOlogIa<br />

(1898)<br />

EstudIOs sobre teona<br />

de la SOCIedad<br />

humana (1922)<br />

El estudIO clentIhco<br />

subjetIvo que dlstmgue a la concIencIa SOCIal, pues<br />

marca el punto mas alto en el desarrollo evoluclOmsta,<br />

porque es el desarrollo de la personalIdad<br />

SoclOlogla Los fenomenos socIales provIenen de<br />

dos vanables la sltuaclOn PSICosoclal y la reacclOn<br />

pluralIsta a esa sltuaclOn El comportamlento<br />

pluralIsta es el objeto de la «pslcologla de la<br />

uno de los fundado-<br />

res de la soclologla<br />

amerIcana Fue el<br />

prImer profesor de<br />

soclOlogla en Estados<br />

Umdos y representa<br />

el paso de la SOCIO10-<br />

90 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

de la SOCIedad hu- SOCIedad» = SOCIOlogIa<br />

mana (1924)<br />

gIa como hlosoha o<br />

hlstona a una CIenCIa<br />

El comportamIento pluralIsta se basa en la umon e expenmental e InmtercamblO<br />

entre los hombres, por esta razon, to- ductIva Impulso los<br />

dos los verdaderos hechos SOCIales son pSlqUlCOS estudIOS cuantI tatlpor<br />

naturaleza Y el objeto de la soclOlogIa es el vos<br />

analIsls estadlstlco de las repetICIOnes a pequeña<br />

escala de los actos personales de la mteracclOn


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Método sociológico: Sigue la herencia de J. Stuart<br />

Mill. Los métodos de concordancia y diferencia establecen<br />

las condiciones ycausas, miden los hechos<br />

sociales. Ya que el método estadístico no puede ser<br />

exhaustivo, la sociedad debe estudiarse a través de<br />

muestras representativas.<br />

1858-1918 Georg<br />

Simmel<br />

Alemania Introducción a las<br />

ciencias morales<br />

(1893).<br />

General<br />

Tres tipos de sociología<br />

Filosófica Formal<br />

Pone las bases para el<br />

futuro interaccionismo<br />

simbólico. Desta-<br />

Filosofía del dinero<br />

(1900).<br />

Abstracción so- Aspectos epis- Estudios de las ca el papel de las relaciológica.<br />

temológicos y formas societa- ciones entre los indimetafísicos<br />

de les. viduos.<br />

Sociología. Estudios la sociedad.<br />

sobre las formas de so- Microsociología: Lo único real son las relaciones e<br />

cialización (1908).<br />

intercambios entre los individuos. El concepto de<br />

«interacción» es fundamental en Simmel. La sociedad<br />

es intercambio e interacción. Su sociología<br />

es psicología social.<br />

1859-1952 John Dewey Estados<br />

Unidos<br />

Escuela y sociedad<br />

(1899).<br />

El método de investigación de las ciencias natu- Ejerció un efecto relerales<br />

puede aplicarse a las ciencias humanas. La vante y masivo en la<br />

investigación social, lo mismo que la física, re- filosofía americana<br />

Democracia y educaquiere<br />

la manipulación experimental de las con- anterior a la 11 Gueción<br />

(1916).<br />

dieiones existenciales. El estudio de los proble- rra Mundial. Su im-<br />

Lo público y sus pro- mas humanos es una tarea propia de las ciencias portancia en la edublemas<br />

(1927). empíricas. caeión yen la pedago-<br />

Arte y experiencia<br />

(1934).<br />

gía fue también muy<br />

grande.<br />

1859-1941 Gaetano Italia Elementos de ciencia El poder está siempre en manos de una clase diri- Teoría de la clase di-<br />

Mosca política (1896). gente que trata de justificarse mediante princi- rigente y de la circupios<br />

morales yjurídicos, la «fórmula política», en lación de las élites.<br />

consonancia con el concepto de la vida de la comunidad<br />

gobernada.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 91


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1863-1931 George Her- Estados<br />

bert Mead Unidos<br />

No publicó ningún Psicología social: Tiene dos ramas, una individual y Su contribución más<br />

libro. Su obra (ar- otra social, porque relaciona las experiencias indi- importante es su<br />

tículos, escri tos, viduales con las sociales. La psicología social no idea sobre la persoconferencias,<br />

etc.) sólo se ocupa de la conciencia, sino de la correla- na. La persona es diapareció<br />

póstuma- ción entre el individuo y las condiciones en que se ferente al organismo<br />

mente según la reco- produce la experiencia de ese individuo. fisiológico, porque se<br />

pi/ación que hicie- Persona: En el desarrollo de la persona hay dos<br />

desarrolla a través<br />

ron sus alumnos a etapas fundamentales:<br />

de experiencias so-<br />

partir de notas taquigráficas,apuntes,<br />

manuscritos<br />

Situaciones de «play»<br />

(juego no organizado)<br />

Situaciones de «game»<br />

(juego organizado)<br />

ciales dentro del pro-<br />

ceso social. Influyó<br />

decisivamente en la<br />

fragmentarios y<br />

guiones:<br />

Está presente en los ni- Aquí, el individuo entra psicología social<br />

ños, pero también en en el proceso social, posterior.<br />

La filosofía del pre- aquellas situaciones so- pues existen papeles essente<br />

(1932). ciales donde no hay pa- pecializados y tendrá<br />

Espíritu, persona y<br />

peles especializados. que tomar en conside-<br />

sociedad (1934).<br />

ración las actitudes de<br />

los demás. Esta situación<br />

requiere un cierto<br />

grado de organización y<br />

de reglas. El desarrollo<br />

del «sí mismo» sólo<br />

puede producirse en la<br />

situación de juego organizado.<br />

Sociedad: Es un proceso continuo que consiste en<br />

actos sociales. El acto social es una acomodación<br />

a los demás y a las exigencias de la situación<br />

cambiante.<br />

1863-1941 Werner<br />

Sombart<br />

Alemania Socialismo y movi- Desarrollo del capitalismo Analizó la economía<br />

miento social (1896).<br />

Capitalismo primitivo Organización pre-capitadesde<br />

su perspectiva<br />

El capitalismo mo- (termina antes de la re- lista.<br />

sociológica.<br />

derno (1902). volución industrial). Hombres individualmente<br />

dedicados al comercio.<br />

Apogeo del capitalismo Empresario capitalista<br />

(comienza alrededor de organizador de la econo-<br />

1760).<br />

Capitalismo tardío<br />

mía.<br />

(comienza en la 1 Gue- La mejor etapa del capirra<br />

Mundial). talismo. Impera el principio<br />

del acuerdo.<br />

92 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

La economía política es sociología porque la economía<br />

no puede tratarse sin relación alguna con<br />

lo social. Una economía pura sin categorías sociológicas<br />

es impensable.<br />

La economía pertenece, con el derecho y el Estado,<br />

al terreno de la acción organizadora, y es por<br />

tanto sociología.<br />

1863-1947 William Estados<br />

Isaac Tho- Unidos<br />

mas<br />

Sexo y sociedad<br />

(1907).<br />

El campesino polaco<br />

en Europa y en América<br />

(1918-1920).<br />

Mujeres inadaptadas<br />

(1923).<br />

Tiene un extraordinario interés por la teoría<br />

social aplicada. Su preocupación principal es la<br />

evolución y el cambio social.<br />

Teoría social: Tiene que resolver el problema de<br />

la dependencia del individuo de la organización<br />

social y la cultura, así como el problema de la<br />

dependencia de la organización social y la cultura<br />

del individuo.<br />

La teoría social, por tanto, tiene que incluir dos<br />

tipos de datos: elementos culturales objetivos (valores<br />

sociales); y características subjetivas de los<br />

miembros del grupo social (actitudes).<br />

Psicología social: Es la ciencia de las actitudes<br />

por excelencia, y por esto se convierte en la<br />

ciencia principal de la conciencia, tal y como<br />

ésta se manifiesta en la cultura.<br />

Sociología: Estudia las reglas sociales, es decir,<br />

aquellas reglas del comportamiento que se refieren<br />

más especialmente a las relaciones activas<br />

entre los miembros individuales del grupo y<br />

entre cada miembro y el grupo en su conjunto.<br />

Introdujo, junto a<br />

Znaniecki, una im-<br />

portante innovación<br />

metodológica que<br />

consistió en el amplio<br />

uso de documentos<br />

personales que ambos<br />

consideraban datos<br />

sociológicos por<br />

excelencia, dando un<br />

fuerte impulso a la<br />

metodología cualita-<br />

tiva en sociología.<br />

Las reglas principales son las «mores», las<br />

leyes, los ideales de grupo que se encuentran en<br />

la familia, la tribu, la comunidad, el Estado y<br />

otras instituciones.<br />

1863-1936 Heinrich Alemania Fronteras de la forma- Hace hincapié en la orientación científico-natu- Intentó definir meto-<br />

Rickert ción científico-natural ralista de la sociología. Ve la sociología como dológicamente la difedel<br />

concepto (1896). una ciencia natural de los hombres. Es clara- rencia entre ciencias<br />

mente positivista. de la naturaleza y<br />

ciencias del espíritu.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 93


AÑOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1864-1929 Charles Hor- Estados<br />

ton Cooley Unidos<br />

Charles Hartan Caaley<br />

94 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

Naturaleza humana<br />

y orden social<br />

(1902).<br />

Organización social<br />

(1909).<br />

Proceso social<br />

(1918).<br />

Teoría e investigación<br />

social (obra<br />

póstuma) (1930).<br />

La sociedad y el individuo no son antitéticos, no<br />

son aspectos separables.<br />

El desarrollo de la personalidad individual forma<br />

parte del proceso social. Aquí se introduce su famoso<br />

concepto del «yo espejo», que es el yo social<br />

que surge como reacción ante las opiniones de los<br />

demás.<br />

Grupo primario<br />

- Familia<br />

- Vecindad<br />

- Grupo de<br />

niños<br />

- Grupo reducido<br />

de<br />

mayores<br />

- Asociación<br />

de contacto<br />

directo<br />

- Carácter<br />

inespecífico<br />

de la asociación<br />

- Permanencia<br />

relativa<br />

- Pequeño<br />

número de<br />

personas implicadas<br />

- Relación<br />

de intimidad<br />

entre los<br />

miembros.<br />

Relación cara<br />

a cara<br />

Son fundamentales<br />

en<br />

la formación<br />

de la naturaleza<br />

social y<br />

los ideales del<br />

individuo<br />

Precursor de la moderna<br />

«dinámica de<br />

grupos» por sus estudios<br />

sobre los grupos<br />

primarios.


AÑOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1864-1929 L. T. Hob- Inglaterra Social Development<br />

house (1924).<br />

Concepción evolucionista del cambio y de los factares<br />

de progreso, estancamiento y decadencia de<br />

Destaca la función<br />

eminente de la mente<br />

Morals in evolution<br />

las sociedades. en la vida social.<br />

(1906). Existe correlación entre el desarrollo mental yel El progreso depende<br />

social. de la capacidad del<br />

pensamiento para<br />

construir una concepción<br />

inteligible de<br />

un bienestar para todos,<br />

y de la voluntad<br />

eficaz de conseguirlo.<br />

1864-1943 Franz Op- Alemania El Estado (1907). Estado: Es una institución social impuesta por un Sintetizó brillantepenheimer<br />

Sistema de sociología<br />

(1922-1933).<br />

grupo victorioso al grupo vencido.<br />

Sociología: Es una ciencia general comparativa<br />

de la vida colectiva pasada y presente. Trata de<br />

establecer leyes que expliquen el cambio.<br />

mente en El Estado la<br />

sociología europea<br />

del conflicto.<br />

1864-1944 Robert Ezra Estados<br />

Park Unidos<br />

Introducción a la<br />

ciencia de la sociología<br />

(con E. W. Burgess,<br />

1921).<br />

La ciudad (con E. W.<br />

Burgess, R. McKenzie<br />

y L. Wirth, 1925).<br />

Raza y cultura<br />

(1913-1944).<br />

Sociedad (1918­<br />

1942).<br />

Sociología: Es la ciencia de la conducta colectiva<br />

y tiene su origen en el estudio de la historia.<br />

Sociedad: Puede definirse como la herencia social<br />

de hábitos y sentimientos, mores y costumbres<br />

populares, técnica y cultura, todo lo cual es propio<br />

del comportamiento colectivo.<br />

Proceso social Orden social<br />

(El proceso social do- (Cada interacción dará<br />

minante es la inte- lugar a un específico<br />

racción, que adopta 4 orden social)<br />

tipos fundamentales)<br />

- Competencia<br />

- Conflicto<br />

- Acomodación<br />

- Asimilación<br />

- Equilibrio económico<br />

- Orden político<br />

- Organización social<br />

- Personalidad y herencia<br />

cultural<br />

Su libro Introducción<br />

a la ciencia de la sociología,<br />

escrito con<br />

Burgess, ha sido descrito<br />

como el libro de<br />

texto (de sociología)<br />

de más influencia<br />

aparecido en Estados<br />

Unidos.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 95


ANOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1864-1920 Max Weber Alemama Etlca protestante y el<br />

espmtu del capItalismo<br />

(1901)<br />

El politlco y el Clentlflco<br />

(1919)<br />

EconomJa y sociedad<br />

(1921 )<br />

Hlstona economlca<br />

general (1924)<br />

1865-1923 E Troeltsch Alemama La enseñanza social<br />

de las Iglesias y grupos<br />

cnstJanos (1912)<br />

1866-1951 Edward A<br />

Ross<br />

Estados<br />

Umdos<br />

96 PARA COMPRENDER LA SOCIOIOGIA<br />

Control social (1901)<br />

PSIcalogIa socIal<br />

(1920)<br />

PnnclplOs de soclOlogla<br />

(1920)<br />

SoclOlogla Es el estudIO de la acclOn socIal La<br />

acclOn socIal es la conducta humana de un sUJeto<br />

onentada y refenda a la conducta de otros<br />

- a racIOnal dmglda<br />

a fmes<br />

- a racIOnal dmglda<br />

4 tipos de acclOn social<br />

a valores (cf religlOn<br />

vs magIa)<br />

- a emocIOnal (cansmal<br />

- a tradicIOnal (monarqUla)<br />

Capltaltsmo es una acclOn social racIOnal, pues<br />

se basa en la adecuaclOn de medIOS racIOnales a<br />

fmes racIOnales<br />

EXiste una profunda mteracclOn entre los factores<br />

Ideales y matenales, y hay autonomla del<br />

factor religIOSO, que funCIOna a modo de vanable<br />

mdependlente<br />

El cnstJamsmo esta sometido a un vaJven entre<br />

la aceptaclOn y acomodaclOn, y la protesta<br />

Sociedad Es una pluralidad de mdlVlduos en<br />

mteracclOn De esta mteracclOn surge la menta­<br />

1Jdad colectiva<br />

Control social Es el modo en el que los fenomenos<br />

sociales estan ordenados en el mteres de la<br />

sociedad En este sentido, el Estado es un canal<br />

y no una fuente de control<br />

Fundamentos de control-. slmpatJa, sentido de<br />

Justicia, SOCiabilidad, resentimiento<br />

MedIOS de control -. opmlOn pub1Jca, derecho,<br />

creenCia, costumbre, re1JglOn, Ideales personales,<br />

ceremoma, arte, personalidad, etlca, etc<br />

Sistema de control -. el sistema mas deseable<br />

sena el mas espontaneo yel mas Simple pOSible<br />

Fue el fundador de la<br />

soclOlogla como<br />

CienCia «comprensIva»<br />

de la acclOn so­<br />

Cial Y, en consecuenCia,<br />

elaboro el<br />

metodo comprensIvo<br />

Es de gran Importancia<br />

su anallSls sobre<br />

la burocraCia yel<br />

caplta1Jsmo<br />

La soclOlogla de la re­<br />

1JglOn se ha ennque­<br />

Cldo con su dlstmclOn<br />

entre IgleSia, marcada<br />

por el compromiso<br />

con el poder, secta,<br />

marcada por la protesta,<br />

y mIstiCIsmo,<br />

religIOsidad espontanea<br />

libre<br />

Presenta al pubhco<br />

norteamencano las<br />

Ideas de Tarde y Le<br />

Bon<br />

Destaca la Importancia<br />

que tendra la estadlstlca<br />

como metodo<br />

mas adecuado para<br />

la soclOlogJa


AÑOS<br />

1874-1945 Ernst<br />

Cassirer<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Alemania Sustancia y función<br />

(1910).<br />

Filosofía de las formas<br />

simbólicas<br />

(1923-1929).<br />

1874-1928 Max Scheler Alemania Naturaleza de la Valor ideal<br />

simpatía (1913).<br />

Esfera de significados<br />

intuidos y eternamente<br />

válidos.<br />

Datos culturales o<br />

ideales.<br />

1875-1961 CarlG.Jung Suiza Transformaciones y<br />

símbolos de la líbido<br />

(1912).<br />

98 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Lo inconsciente<br />

(1916).<br />

Tipos psicológicos<br />

(1921).<br />

Sobre la energética<br />

del alma (1928).<br />

El yo y lo inconsciente<br />

(1933).<br />

Psicología y religión<br />

(1940).<br />

El mundo como sistema simbólico: El símbolo es<br />

parte del mundo humano. El hombre ha desarrollado<br />

la imaginación y la inteligencia simbólica,<br />

diferenciándose así del animal.<br />

El lenguaje, el arte, la religión y la ciencia son<br />

fases del proceso simbólico; son parcelas en donde<br />

el hombre descubre una nueva fuerza para<br />

construir un mundo propio, un mundo


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Simbología del espíri- Inconsciente colectivo: Los instintos y los arquetitu<br />

(1948). pos forman el inconsciente colectivo. Este inconsciente<br />

no tiene contenidos individuales, sino que<br />

tiene contenidos difundidos universalmente. Las<br />

capas más profundas de la psique pierden la peculiaridad<br />

individual, a mayor profundidad y oscuridad.<br />

Se vuelven más colectivas hacia «abajo»,<br />

al aproximarse al sistema autónomo de funcionamiento,<br />

al cuerpo.<br />

Arquetipo: Son fundamentales en el inconsciente<br />

colectivo, son imágenes y conexiones típicas, motivos<br />

que siempre se repiten en todos los hombres.<br />

Psicología y religión: Que la divinidad actúa sobre<br />

el hombre sólo puede comprobarse por medio de<br />

la psique. Pero en la psique no puede distinguirse<br />

si las influencias proceden de Dios o del inconsciente,<br />

pues ambas cosas son nociones límites de<br />

contenidos trascendentales.<br />

La imagen de Dios no es el inconsciente, sino un<br />

contenido más del mismo.<br />

1876-1960 Alfred L.<br />

Kroeber<br />

Estados<br />

Unidos<br />

Antropología (1923).<br />

La naturaleza de la<br />

cultura (1952).<br />

Buscó unidades culturales básicas de estudio (por<br />

ejemplo, el lenguaje era para él una unidad básica).<br />

Intentó encontrar rasgos iguales o diferentes<br />

para obtener medidas estadísticas que definieran<br />

la relación entre los diversos grupos humanos,<br />

sociales y culturales.<br />

Fomentó la utilización<br />

de la estadística<br />

a los datos etnográfi-<br />

cos y lingüísticos.<br />

Los procesos culturales son de naturaleza diacrónica:<br />

los acontecimientos no suceden sin procesos,<br />

ni el proceso sin acontecimientos. Esto introduce<br />

el factor tiempo en todos los hechos que<br />

estudiemos. Así, pues, la explicación de la cultura<br />

y sus procesos es histórica.<br />

1876-1936 Robert Alemania Los partidos políti- Análisis de las organizaciones y su tendencia a la «Ley de hierro de la<br />

Michels cos (1911). oligarquía: en toda organización dedicada a la oligarquía ".<br />

realización de ideales democráticos aparecen inevitablemente<br />

fuertes tendencias oligárquicas:<br />

quien dice organización, dice oligarquía.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 99


AÑOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1882-1970 Robert M. Escocia Comunidad: Un es- Análisis causal: Los análisis causales en sociolo- Combatió contra una<br />

Maclver tudio sociológico gía son deficientes. Sigue siendo muy difícil esta- sustitución de la so-<br />

(1917). blecer los factores causales cualitativos y cuanti- ciología por una sim-<br />

Elementos de cientativos<br />

de un proceso sociológico. pIe estadística.<br />

cia social (1921). El verdadero núcleo dinámico (del acontecer) se<br />

El Estado moderno<br />

(1926).<br />

escapa del análisis sociológico, aunque la labor<br />

del científico debe ser encontrar el método causal<br />

adecuado.<br />

Sociedad. Sus estructuras<br />

y cambios<br />

(1932).<br />

Hechos sociales: Se dividen en: relaciones socia-<br />

les, que representan la interacción de voluntades;<br />

instituciones sociales, que son las formas genera-<br />

Causación social<br />

(1942).<br />

les de tales relaciones.<br />

Sociología: La sociología, como ciencia, se dedica<br />

Prevención y control al descubrimiento de las leyes que rigen en los<br />

de la delincuencia<br />

(1966).<br />

hechos sociales (voluntades en interrelación).<br />

1882-1958 Florian Polonia El campesino polaco Coeficiente humanista: Son los datos culturales y Realizó la transición<br />

Znaniecki (en col. con W. I. sociales que poseen una cualidad especial. La so- desde la teoría de la<br />

Thomas) (1918- ciología es una ciencia social y no una ciencia acción social al fun-<br />

1920). natural, y el coeficiente humanista es lo que dis- cionalismo sociológi-<br />

Leyes de psicología<br />

social (1925).<br />

tingue los datos de la sociología de los datos de la<br />

naturaleza. Serían, en el fondo, factores subjetivos,<br />

factores que deben nutrir la teoría sociológico,<br />

incluyendo el con-<br />

cepto de acción social<br />

bajo el concepto de<br />

El método de socio- ca. sistema. Toda su<br />

logía (1934).<br />

Acción social (1936).<br />

Ciencias culturales:<br />

Su origen y desarrollo<br />

(1952).<br />

Sociología: Es una ciencia social especial que no<br />

se ocupa de todo lo que ocurre en la sociedad, sino<br />

sólo de los agentes conscientes en cuanto que interactúan<br />

entre sí, construyendo con ello sistemas<br />

de acciones sociales. El coeficiente humanista ha-<br />

ce que sea necesaria la utilización de experiencias<br />

personales como datos sociológicos, confiriendo<br />

así un significado especial a la investigación sociológica.<br />

aproximación al proceso<br />

social está dominada<br />

por el concepto<br />

de sistema.<br />

102 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Acción social: Está formada por: el coeficiente<br />

humanista (los significados); los valores sociales<br />

primarios o el objeto social (las personas); los<br />

valores sociales secundarios (las cosas); el método<br />

y el resultado social o re-acción.


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1883-1955 José Ortega España España invertebra- Sociedad está constituida por los usos y costum- Teoría de las generay<br />

Gasset da (1921). bres a que es sometida la gente. ciones.<br />

El hombre y la gente Sociedad está formada por masas y minorías, dis- Análisis del hombre-<br />

(1957). tintas de las clases. Las minorías constituyen la masa.<br />

élite del esfuerzo y la autoexigencia. Rebeldía de las masas.<br />

1883-1950 Joseph A. Austria Teoría del desarrollo Teoría del equilibrio: En determínadas épocas his- Trató de construir un<br />

Schumpeter económico (1912). tóricas se pueden identificar períodos particula- modelo teórico del<br />

Método y doctrina<br />

económica (1914).<br />

Imperialismo y clase<br />

social (1919-1927).<br />

Capitalismo, socialismo<br />

y democracia<br />

res en los cuales el sistema económico se halla en<br />

las «proximidades del equilibrio». Esta teoría la<br />

llamó también estática y se ocupa de los procesos<br />

de adaptación que se dan en la realidad. La teoría<br />

dinámica, por e! contrario, intenta descubrir qué<br />

es lo que destruye el equilibrio económico.<br />

proceso de cambio<br />

económico en el<br />

tiempo, de responder<br />

a la pregunta: ¿Cómo<br />

genera el sistema<br />

económico la fuerza<br />

(1942).<br />

Capitalismo: Schumpeter trató de encajar los con- que incensantemente<br />

ceptos económicos en el más amplio contexto so- lo transforma?<br />

cial. Por esta razón, llegó a la conclusión de que e!<br />

capitalismo tiene una función histórica que realizar,<br />

y desaparecerá cuando desaparezca esta función.<br />

El capitalismo no puede identificarse con la<br />

competencia perfecta. Es, por naturaleza, una<br />

forma o un método de cambio económico y nunca<br />

es, ni puede ser, estacionario.<br />

Socialismo: Es un patrón institucional en e! que e!<br />

control de los medios de producción se halla en<br />

manos de una autoridad central. En el socialismo,<br />

los asuntos económicos de la sociedad pertenecen<br />

a la esfera pública, no a la privada.<br />

1884-1942 Bronislaw<br />

Malinowski<br />

Polonia Una teoría científica<br />

de la cultura (1944).<br />

Función: Contribución que aporta cada órgano o<br />

elemento al conjunto de! que forma parte.<br />

Destaca la importancia<br />

de la interdepen-<br />

Religión primitiva y<br />

formas de estructura<br />

social (1915).<br />

Los Argonautas del<br />

Pacífico (1922).<br />

Magia, ciencia y religión<br />

(ensayos, 1916-<br />

1941).<br />

Principio funcional de la cultura: Los hechos antropológicos<br />

se comprenden por la función que<br />

cumplen dentro del sistema cultural. En toda cjvilización,<br />

cada costumbre, cada objeto, cada<br />

idea o creencia cumple una función vital; está ahí<br />

porque es indispensable y universal.<br />

Método de análisis institucional: Malinowski destacaba<br />

la importancia de: la integridad de cada<br />

cultura; la compleja interrelación de la sociedad,<br />

la cultura yel individuo; la raíz de la cultura en el<br />

organismo humano y la naturaleza sistemática de<br />

la cultura como fenómeno. Trató la institución<br />

como una unidad de análisis. Con su método intentó<br />

dar el paso de lo particular a lo universal.<br />

dencia de los fenóme-<br />

nos, así como la im-<br />

portancia del trabajo<br />

de campo.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 103


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1886-1966 Ernest W. Canadá La familia (1945). Sociología de la familia: La unidad familiar surge Es importante por<br />

Burgess Contrato y matrimo-<br />

nio (1953).<br />

Introducción a la<br />

ciencia de la sociología<br />

(con R. E. Park,<br />

1921).<br />

de la interacción y comunicación de los miembros<br />

de la familia. La familia es una unidad de<br />

individualidades interactuantes.<br />

sus estudios sobre la<br />

familia y por su libro<br />

escrito junto a R. E.<br />

Park, que constituye<br />

un gran intento por<br />

sistematizar la sociología<br />

en América.<br />

1886-1959 William F.<br />

Ogburn<br />

Estados<br />

Unidos<br />

Cambio 50cial<br />

(1922).<br />

Sociología (con N. F.<br />

Nimkoff, 1958).<br />

Cultura: Es más importante la «herencia social»<br />

que la biología para explicar los hechos sociales.<br />

La cultura, pues, es el resultado de productos<br />

acumulados de la sociedad humana, incluyendo<br />

tanto los objetos materiales como las instituciones<br />

y modos sociales. El cambio cultural es el<br />

cambio en estos productos.<br />

Cultura material: Es la historia del cambio y del<br />

progreso a través de la invención material (herramientas,<br />

armas, procesos técnicos ...).<br />

Cultura adaptable: Es la vida social e institucional<br />

del hombre que debe ir «adaptándose» a esta<br />

base material.<br />

Evolución cultural: Se produce por cuatro factores:<br />

invención (mecánica y social); acumulación;<br />

difusión (expansión de las invenciones) y ajuste<br />

(cuando una invención entra en interacción con<br />

otros elementos culturales).<br />

Concede al individuo<br />

social un lugar consagrado<br />

e importante<br />

en la sociología. Es<br />

precursor del interac-<br />

cionismo simbólico.<br />

1887-1948 Ruth Inglaterra Modelos de cultura Cultura: La cultura puede ser considerada como Puente de unión en-<br />

Benedict (1934). la personalidad con mayúsculas. Existe una rela- tre la antropología y<br />

ción entre las facultades psicológicas del indivi- las ciencias humaduo<br />

y las formas culturales. Los individuos desa- nas.<br />

rrollan selectivamente unas potencialidades a<br />

costa de otras que serían incompatibles con los<br />

valores de esa sociedad.<br />

La cultura es para Benedict un modelo de pensamiento<br />

yacción con fines característicos (con funciones<br />

características). Benedict está a favor del<br />

funcionalismo cultural.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 105


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1890-1947 Kurt Lewin Alemania Teoría dinámica de Teoría del campo: Los acontecimientos están de- Desarrollo de la dinála<br />

personalidad<br />

(1935).<br />

terminados por fuerzas que actúan sobre ellos<br />

desde un campo inmediato.<br />

mica de grupos. Estudio<br />

de los fenómenos<br />

Prmcipios de tipología<br />

psicológica<br />

Espacio vital psicológico: Totalidad de aconteci-<br />

mientos o hechos que determinan el comportade<br />

grupos (liderazgo,<br />

clima social, normas<br />

y valores).<br />

(1936). miento de un individuo en un momento dado.<br />

Pone en relación a la persona y al medio psicológico<br />

(medio en el que existe el individuo).<br />

Espacio social: Factores sociales, económicos, políticos<br />

yfísicos como realidad objetiva que influye en<br />

el hombre y en el espacio vital psicológico.<br />

1893-1947 Karl<br />

Mannheim<br />

Alemania<br />

(Hungría)<br />

Ideología y utopía<br />

(1929).<br />

Conocimiento: La función del conocimiento es<br />

adaptar al hombre a su ambiente. Pero el ambien-<br />

Llamó la atención de<br />

los sociólogos sobre<br />

Sociología del conocimiento<br />

(1931).<br />

Diagnóstico de nuestro<br />

tiempo (1943).<br />

te no es siempre el mismo, por eso el conocimiento<br />

no es siempre el mismo. Plantea la relatividad<br />

del conocimiento, teniendo en cuenta los valores,<br />

la posición del sujeto y el contenido social que<br />

subyace a todo conocimiento.<br />

el término «ideolo-<br />

gía».<br />

Profundizó en el sig-<br />

nificado del papel po-<br />

lítico y social de los<br />

Ideología: Es un conjunto de ideas que se emplean intelectuales y de los<br />

en la promoción y defensa de determinados inte- sistemas institucioreses<br />

(es parecida a la «falsa conciencia» de nales de la vida inte-<br />

Marx).<br />

Utopía: Es un conjunto de ideas que ponen sus<br />

objetivos en el futuro y promueven los intereses<br />

de los grupos menos favorecidos.<br />

lectual.<br />

1894-1965 Georges<br />

Gurvitch<br />

Rusia Ensayos de sociología<br />

(1938).<br />

El núcleo verdadero de la sociología hay que buscarla<br />

en el estudio de la mente intuitiva o del<br />

Se afanó por renovar<br />

la noción dialéctica<br />

Elementos de sociología<br />

jurídica (1940).<br />

espíritu humano.<br />

El método apropiado es el método fenomenológi-<br />

en las ciencias sociales.<br />

Industrialización y<br />

tecnocracia (J 949).<br />

co, la reducción de Husserl o el «método de inver-<br />

sión» de Bergson.<br />

La vocación actual<br />

de la sociología<br />

(1957).<br />

Determinismo social<br />

y libertad humana<br />

(1955).<br />

Debajo de la conducta social hay un nivel de valo-<br />

res y de ideas colectivas que inspiran la base espiritual<br />

del hombre y la creación de los símbolos.<br />

Este nivel de valores y de ideas es el nivel más<br />

profundo de la realidad social --. es el nivel de la<br />

mente colectiva, que sólo puede estudiarse a través<br />

de un método sociológico que interprete los<br />

significados internos o «verstehen»,<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 107


AÑOS<br />

1895-1973 Max<br />

Horkheimer<br />

1895-1966 George<br />

Lundberg<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Alemania Crítica de la razón<br />

instrumental (1967).<br />

Dialéctica de la Ilustración<br />

(1947)<br />

Fundamentos de sociología<br />

(1939).<br />

¿Puede la ciencia<br />

salvarnos? (1947).<br />

1896-1980 Jean Piaget Suiza Introducción a la epistemología<br />

genética<br />

(1950).<br />

La psicología de la inteligencia<br />

(1947).<br />

108 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

Está en contra de la razón tecnológica. La razón<br />

industrial es la razón técnica y representa la «ingenierización»<br />

del mundo. Esta razón se ha olvidado<br />

de la dimensión cualitativa del mundo, de su auténtico<br />

sentido.<br />

La producción industrial ha culminado en la lógica<br />

de la mercancía que preside el mercado. El mundo<br />

es un mundo de medios y no de fines.<br />

La única solución es el ejercicio teórico-crítico entendido<br />

como «revolución del pensamiento».<br />

Es posible la cuantificación de los fenómenos sociales<br />

y de los conceptos sociológicos, y es menester<br />

dedicar a ellos mucho esfuerzo. Deben reunirse datos,<br />

y huir de los juicios de valor.<br />

1."<br />

período<br />

2 años<br />

o menos<br />

Sensoriomotriz<br />

Adquisición<br />

del<br />

concepto<br />

de «objeto».Represen<br />

ta la<br />

forma más<br />

simple de<br />

adaptación.<br />

Etapas del desarrollo cognitivo<br />

2." 3."<br />

período período<br />

217 años<br />

Pre-operacional<br />

El niño comienza<br />

a<br />

hablar. A<br />

través del<br />

lenguaje,<br />

ya se adquiere<br />

un<br />

conjunto<br />

de esquemassimbólicos,<br />

adaptados<br />

socialmente<br />

y condicionados<br />

por la interacción<br />

personal.<br />

7111 años<br />

Operacionesconcretas<br />

Adquisición<br />

de<br />

una lógica<br />

que hace<br />

posible hacer<br />

y deshacermovimientos.Adquisición<br />

de<br />

principios<br />

clasificatoriosrespecto<br />

a los<br />

objetos.<br />

4."<br />

período<br />

11 años<br />

o más<br />

Operacionesformales<br />

El individuo<br />

razona<br />

a través de<br />

proposicIOnesSImbólicas<br />

y<br />

reglas lógicas.<br />

Hizo mucho hincapié<br />

en la importancia del<br />

pensamiento para luchar<br />

contra los rasgos<br />

compulsivos y cosificantes<br />

de la sociedad<br />

industrial. En la práctica,<br />

estaba a favor de<br />

una nueva alternativa<br />

cultural, cuya protagonista<br />

es la razón<br />

centrada en el ideal de<br />

autorreflexividad.<br />

Fue un influyente propulsor<br />

del saber sociológico<br />

por el método<br />

de la ciencia natural.<br />

Estudió profundamente<br />

los procesos<br />

de socialización y la<br />

adquisición de normas<br />

en el niño.


AÑOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS<br />

Las etapas de desarrollo cognitivo son una serie<br />

de estadios en el desarrollo intelectual del hombre.<br />

Se trata de un proceso adaptativo entre la<br />

actividad del sujeto yla del mundo que nos rodea.<br />

RELEVANCIA<br />

1898-1979 Herbert<br />

Marcuse<br />

Alemania Razón y revolución<br />

(1941).<br />

La sociedad industrial avanzada ha glorificado la<br />

racionalidad tecnológica, de modo que la domi-<br />

Denuncia la «no neutralidad»<br />

de la tecno-<br />

Eros y civilización<br />

(1955).<br />

El hombre unidimensional<br />

(1964).<br />

nación ideológica se resume bajo la forma de «administración<br />

total».<br />

La sociedad industrial contemporánea tiende a<br />

ser totalitaria y a destruir al hombre, pues manipula<br />

la libertad humana a través del consumismo.<br />

logía y el dominio<br />

que ejerce la sociedad<br />

industrial avanzada<br />

a través de la racionalidadtecnológi-<br />

ca.<br />

1899-1960 Howard<br />

Becker<br />

Estados<br />

Unidos<br />

De los valores a la<br />

investigación social<br />

El estudio de los valores constituye el alma de la<br />

sociología, pues los valores son las herramientas<br />

Resaltó los valores de<br />

la predicción y el<br />

(1950). necesarias para la interpretación de la realidad. control de los fenó-<br />

Outsiders: Estudios<br />

en sociología de la<br />

desviación (1963).<br />

menos sociales.<br />

1899-1959 Alfred<br />

Schutz<br />

Austria La construcción significativa<br />

del mundo<br />

social (1932).<br />

Al observador social ha de interesarle el mundo<br />

social no pragmáticamente, sino sólo cognoscitivamente.<br />

Como etnometodólogo, Schutz pensaba que el orden<br />

social es el resultado de infinitas transacciones<br />

y percepciones decididas y transmitidas a lo<br />

largo de la vida diaria.<br />

Es el hombre puente<br />

entre Husserl y H.<br />

Garfinkel. Empieza a<br />

poner de moda la «etnometodología»,movimiento<br />

intelectual<br />

que intenta traducir<br />

a categorías sociológicas<br />

el programa filosófico<br />

de Husserl.<br />

El verdadero logro de<br />

Schutz fue desarrollar<br />

estas orientaciones<br />

intelectuales centrándose<br />

en el paradigma<br />

de la acción y<br />

no en el paradigma<br />

tradicional de la percepción.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 109


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1900-1980 Erich El miedo a la liber- Considera el planteamiento freudiano inadecua- Analiza la integra-<br />

Fromm tad (1941).<br />

El hombre por sí<br />

mismo (1947).<br />

Psicoanálisis y religión<br />

(1950).<br />

do para analizar la realidad y la conducta, por eso<br />

reinterpreta el psicoanálisis partiendo de Marx.<br />

ción del individuo en<br />

la sociedad de consu-<br />

mo de masas ycentra<br />

su atención en el<br />

cambio de carácter<br />

básico del hombre en<br />

Psicoanálisis de la<br />

sociedad eontemporánea<br />

(1955).<br />

La revolución de la<br />

esperanza (1968).<br />

el mundo capitalista.<br />

Trata los problemas<br />

sociales desde el punto<br />

de vista psico-ético,<br />

dentro de una<br />

perspectiva individualista<br />

y se aleja de<br />

los planteamientos<br />

de la lucha de clases.<br />

Las nuevas alternativas<br />

planteadas por<br />

Fromm tienen su inicio<br />

en el hombre como<br />

entidad bio-psicológica.<br />

1900-1960 Samuel A. Estados El soldado america- Su sociología es una tendencia a la cuantificación Uno de los fundado-<br />

Stouffer Unidos no (1949). ya la formalización de mini-teorías, tendencia a res de los estudios soorganizar<br />

la investigación en equipo y a gran es- ciales cuantitativos<br />

Medida y predicción<br />

(1950).<br />

cala, tendencia a fundir los intereses de la investi- efectuados a gran es-<br />

gación pura con los de la investigación aplicada. cala.<br />

En su obra El soldado americano, Stouffer pone de Influyó en el estudio<br />

manifiesto la contribución de la sociología en el y análisis de encuesestudio<br />

de las instituciones (institución militar tas, y en todo el análiamericana),<br />

con especial referencia al control so- sis empírico en gene·<br />

cial y al cambio social. La fuerza de esta obra ral.<br />

reside en el análisis que hace Stouffer de la pertenencia<br />

a grupos primarios y a grupos de referencia,<br />

y en el estudio de las actitudes sociales relacionadas<br />

con las estructuras sociales.<br />

1901-1984 George H. Estados Opinión pública y Estaba convencido de la utilidad de las técnicas Ideó un método para<br />

Gallup Unidos democracia (1939). estadísticas, el cálculo de probabilidades aplica- sondear la intención<br />

do a la psicología social y a la sociología. de voto de la opinión<br />

pública, así como<br />

otros tipos de actitudes.<br />

110 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


PAIS DE<br />

AÑOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1902-1979 Talcott Estructura de la ac- Estructura social: Es la resultante de los patrones Elevó la teoría de la<br />

Parsons ción social (1937). de conducta prevalente en un grupo. Estos patro- acción social a pensa-<br />

El sistema social nes de conducta están determinados por ciertos miento teórico den-<br />

(1951). sistemas de valores y normas, que son los que tro de la sociología.<br />

indican a los individuos -actores- cómo orientar La teoría de la acción<br />

su acción. social, con Parsons,<br />

La tarea de la investigación sociológica consisti- se convirtió en el penria<br />

en explorar estos valores y los sistemas de samiento sociológico<br />

acción que engendran. hegemónico en<br />

EE.UU. yfue considerado<br />

un «movimiento»<br />

entre el positivismo<br />

y el utilitarismo.<br />

Parsons intentó, con<br />

suficiente habilidad,<br />

unificar, teórica y<br />

coherentemente, el<br />

pensamiento sociológico.<br />

1903-1969 Theodor W.<br />

Adorno<br />

Alemania La dialéctica de la El todo social se ha vuelto ideológico a través del Denunció la irracio-<br />

Ilustración (con control de la industria cultural. nalidad radical del<br />

Horkheimer, 1944).<br />

Integra su pensamiento dentro de las teorías de la actual sistema «ra-<br />

La personalidad au- Escuela de Frankfurt, requiriendo para los teóricos ciona!». Denunció<br />

toritaria (1950). de lo social: reflexión, crítica de las ideologías y las características<br />

de la personalidad<br />

La disputa del posiautorreflexión<br />

psicoanalítica.<br />

autoritaria.<br />

tivismo en la sociología<br />

alemana (con<br />

Popper y otros,<br />

1969).<br />

1905-1984 Raymond Francia El opio de los inte- Análisis de la sociedad industrial cuyos rasgos La sociedad indus-<br />

Aran lectuales (1957). son: trial es común a los<br />

Dieciocho lecciones<br />

sobre la sociedad in-<br />

- separación de la activÍdad industrial y del cuadro<br />

familiar;<br />

países capitalistas ya<br />

los comunistas.<br />

dustrial (1962). - división del trabajo;<br />

Las etapas del pensamientosociológico<br />

(1957).<br />

- concentración de mano de obra;<br />

- acumulación de capital;<br />

- orientación al crecimiento económico;<br />

- capacidad de innovación;<br />

- utilización del cálculo económico;<br />

- aplicación de la ciencia a la tecnología;<br />

- predominio de actitudes racionales.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 111


AÑOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1906- René Konig Alemania Sociología de la familia<br />

(1946).<br />

Sociología (1958).<br />

1908- Claude Francia<br />

Lévi-Strauss<br />

1909- David<br />

Riesman<br />

Estados<br />

Unidos<br />

112 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Tristes trópicos<br />

(1955).<br />

Las estructuras elementales<br />

del parentesco<br />

(1949).<br />

Antropología estructural<br />

(1958).<br />

El pensamiento salvaje<br />

(1962).<br />

El totemismo en la<br />

actualidad (1962).<br />

Metodologías (1970).<br />

La muchedumbre<br />

solitaria (1950).<br />

Individualismo y<br />

otros ensayos (1954).<br />

Propugna una sociología dinámica y empírica.<br />

Se ha especializado en sociología de la familia y<br />

en técnicas de investigación.<br />

La estructura social es la realidad social inteligible,<br />

a través, precisamente, del método estructuralista.<br />

El análisis estructuralista permite descubrir el<br />

carácter permanente y unitario de lo social a través<br />

del análisis diacrónico y sincrónico.<br />

Cree que la sociología debe renunciar a descubrir<br />

orígenes y leyes de la evolución. El sociólogo debe<br />

dirigirse a preocupaciones concretas.<br />

Sociedades según su motivación<br />

Sociedad motivada por la tradición: El cambio social<br />

es mínimo. Se enseña la obediencia automática<br />

a la tradición desde e! nacimiento. La obediencia<br />

se enseña en e! clan, el grupo de edad y e!<br />

grupo sexual (sociedad primitiva o popular).<br />

Sociedad de motivación interior: Las personas que<br />

viven en una sociedad de este tipo tienen una<br />

motivación impuesta por la ética protestante, basada<br />

en controles interiorizados (actitudes especiales<br />

hacia e! trabajo, e! yo, el ocio, la historia,<br />

etc.) (sociedad de! siglo XIX).<br />

Sociedad de motivación exterior: Es causa y consecuencia<br />

de la sociedad industrial yde la aparición<br />

de la nueva clase media. Existe más preocupación<br />

por e! consumo que por la producción.<br />

A destacar su esfuerzo<br />

por utilizar los<br />

métodos empíricos<br />

en el estudio de los<br />

aspectos parciales de<br />

la sociedad.<br />

Es quien más ha intentado<br />

y mejor ha<br />

logrado aplicar al estudio<br />

de la sociedad<br />

e! enfoque de la lingüísticaestructuralista.


PAIS DE<br />

ANOS AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS y PROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1910- Rober K<br />

Merton<br />

Estados<br />

Umdos<br />

Teona y estructura FunclOn<br />

socIal (1946)<br />

La funcIOn puede verse<br />

Intenta crear un estructuralIsmo<br />

mas<br />

Como un tipo orgamco de<br />

plausIble, mas pragsIstema<br />

matICO y accesIble a<br />

Como las consecuenCIas la comprobacIOn emde<br />

cualqUIer proyecto, pmca<br />

pretenslOn,<br />

d<br />

fmalIdad P<br />

ropugna<br />

I<br />

a e<br />

I<br />

a<br />

b<br />

oraentro<br />

de un tipo orgam- d t d I<br />

ca de sIstema CIOn e eonas e «a -<br />

cance medIo», que ge-<br />

Analzsls funcIOnal del<br />

comportamIento indIvIdual<br />

Modos de Metas MedIOs<br />

adaptaclOn culturales institucIOnales<br />

nerahcen sobre areas<br />

relatIvamente amplias<br />

de la realidad<br />

sm dIstanCiarse exce-<br />

slvamente de la InvestIgacIon<br />

empmca<br />

- Conformidad<br />

- InnovaClOll<br />

- RItuahsmo<br />

- Retirada<br />

- Rebehon<br />

+AceptaClon<br />

+<br />

+<br />

±<br />

- No aceptaclOn<br />

+<br />

Realiza un esfuerzo<br />

+ de clandad conceptual<br />

en lo que se refIe-<br />

± re a las nOCIOnes basI-<br />

± CombmaclOn cas del estructurahso<br />

rechazo de repulsa y mo<br />

aceptaclOn<br />

Nota Las estructuras SOCIales y culturales determman<br />

la manera de alcanzar las metas de eXIto<br />

que persIgue el hombre El hombre pertenecera a<br />

un tIpO u otro segun acepte o rechace las metas de<br />

eXIto que debe persegUir y los medIOS mstItucIOnales<br />

para consegUirlos<br />

Anomza o conducta desvzada La estructura social<br />

puede ejercer una preSIOn determmada sobre<br />

CIertos grupos SOCiales<br />

1916-1962 C Wnght<br />

MIlis<br />

Estados<br />

Umdos<br />

Las clases medIas en SoclOlogza Se esta burocratIzando y alejando de Su obra fue un mten-<br />

Norte-Amenca (1951) los grandes problemas que fustIgan a la SOCiedad to de abnr nuevos ca-<br />

El poder de las ehtes<br />

actual Frente a la mvestIgacIOn sOCIal orgamza- mInOS de InVestIga-<br />

(l956)<br />

da burocratIcamente, propone la alternatIva de CIOn y anahsIs<br />

la artesama mtelectual Ante la gran teona, pro-<br />

La ImagmacIon SOCIO- pone la ImagmacIOn socIOlogIca como actItud<br />

logIca (l959) mental que ayuda a usar la mformacIOn y la razon<br />

114 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


AÑOS<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

1922-1982 Erving Canadá La presentación de<br />

Goffman la persona en la vida<br />

cotidiana (1954).<br />

Internados. Ensayo<br />

sobre la si tuación<br />

social de los enfermos<br />

mentales<br />

(1961).<br />

Estigma. La identidad<br />

deteriorada<br />

(1963).<br />

1929- Ralf Alemania Horno sociologicus<br />

Dahrendorf (1957).<br />

Las clases sociales y<br />

su conflicto en la sociedad<br />

industrial<br />

(1957).<br />

Diagnóstico de la sociedad de nuestro tiempo: En<br />

la política, en la economía, en la vida familiar, en la<br />

religión, etc., se han desintegrado todos los valores<br />

de los siglos XVIII y XIX. No se han encontrado<br />

nuevas creencias, pero tampoco hay grandes esperanzas.<br />

Wright Milis era pesimista y no alcanzó a<br />

ver con claridad qué grupo o grupos podían asumir<br />

el protagonísmo de resístir el impulso hacia la catástrofe<br />

y de producir cambios radicales. Al final,<br />

tuvo esperanzas sólo en los intelectuales (especialmente<br />

en los científicos sociales). Su lema fue: Sociología<br />

= IBM +realidad +humanismo.<br />

Su sociología ha de entenderse más como psicología<br />

social.<br />

Uno de sus conceptos clave es el de la «situación» y<br />

la «interacción» dentro de ella mantenida, pues la<br />

teoría de Goffman es una sociología de la «ca-presencia»<br />

de lo que sucede cuando las personas están<br />

unas en presencia con otras. Lo que él pretende<br />

estudiar es la estructura de las interacciones sociales,<br />

la estructura de las interacciones de los individuos<br />

en la vida cotidiana.<br />

La situación social es un «escenario» en el que se<br />

llevan a cabo «actuaciones»; por tanto, su teoría<br />

intenta descubrir las apariencias.<br />

Goffman, tal vez sin<br />

pretenderlo, es quien<br />

más ha denunciado<br />

la «irracionalidad»<br />

de la sociedad de consumo,<br />

al advertir<br />

que, efectivamente,<br />

es una sociedad de<br />

las apariencias.<br />

Conflicto: Dahrendorf centra su atención en e! con- Destaca la importanflicto<br />

y en el cambio. El conflicto social debe anali- cia de! conflicto en la<br />

zarse desde un punto de vista no funcionalista. vida social y en el<br />

El fundamento del conflicto social es mantener y cambio.<br />

fomentar la evolución y cambio de las sociedades y<br />

de sus partes. La finalidad de los conflictos sociales<br />

es mantener despierto e! cambio histórico y fomentar<br />

e! desarrollo de la sociedad.<br />

El conflicto social es supra-individual y puede haber<br />

conflicto entre los siguientes cinco tipos de unidades:<br />

A BCD E<br />

Entre Entre Entre<br />

roles so- grupos sectores<br />

ciales sociales sociales<br />

Entre<br />

sociedades<br />

o<br />

asociac.<br />

Entre<br />

organizacionessupranacion.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 115


AÑOS<br />

1929-<br />

PAIS DE<br />

AUTORES ORIGEN OBRAS TEORIAS, IDEAS YPROBLEMAS RELEVANCIA<br />

Jürgen<br />

Habermas<br />

Alemania Hacia una sociedad<br />

racional (1971).<br />

116 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Conocimiento e intereses<br />

humanos (1972).<br />

Teoría y práctica<br />

(1974).<br />

Desarrollo histórico humano Las reflexiones de<br />

---------------- Habermas sobre la<br />

Etapa Etapa E. postradicional<br />

capitalista capitalista crisis de la legitima­<br />

Dimensión<br />

técnica y<br />

científicocultural.<br />

Dimensión<br />

moral y<br />

política.<br />

Concepcio- Discurso<br />

nes mí ti- racional y<br />

cas, reli- teórico.<br />

giosas o<br />

metafísicas.<br />

Concepcio- Dominio<br />

nes míti- de la razón<br />

cas, reli- instrugiosas<br />

o mental.<br />

metafísicas.<br />

Se abre la<br />

posibilidad<br />

de liberar<br />

al<br />

hombre de<br />

toda ideologíaopresora.<br />

Crisis en las sociedades industriales avanzadas:<br />

Junto a la crisis económica de Marx, Habermas<br />

señala otros 3 tipos de crisis: de racionalidad, de<br />

legitimación y de motivación.<br />

Las crisis de racionalidad y de legitimación afectan<br />

al sistema político; la crisis de motivación, al<br />

sistema sociocultural. Las crisis de legitimación,<br />

aunque se originan en el sistema político, dependen<br />

del sistema económico; mientras que las crisis<br />

de motivación, aunque tienen lugar en el sistema<br />

socio-cultural, resultan de una crisis de legitimación<br />

en el sistema político. La interrelación<br />

entre legitimación-motivación es la crisis que<br />

amenaza a la supervivencia de las sociedades capitalistas<br />

avanzadas.<br />

ción/motivación<br />

constituyen una profunda<br />

revisión del<br />

materialismo histórico.


III<br />

LA DIMENSION<br />

COMUNITARIA


LOs escritores neoliberales, basándose en un<br />

número no despreciable de estudios históricos<br />

recientes, han acuñado la expresión «leyenda<br />

negra» para designar el ataque sostenido durante<br />

muchas décadas contra el proceso de industrialización<br />

y su creación máxima, la fábrica, por pensadores,<br />

políticos, artistas, filósofos y sociólogos del siglo<br />

XIX. Una veta de romanticismo atraviesa, sin<br />

duda, muchas de aquellas descripciones, la misma<br />

que provocó las lamentaciones por la destrucción<br />

de la sociedad tradicional y del viejo orden estamental<br />

y elitista, sumergido por la «rebelión de las<br />

masas».<br />

No nos interesa aquí directamente el análisis de<br />

los «pros» y los «contras» de la industrialización.<br />

Hay que reconocer que nunca existió una feliz Arcadia<br />

campesina, que la sociedad tradicional yestamental<br />

hizo padecer a millones de campesinos empobrecidos,<br />

y que las teorías de Ma1thus sobre el<br />

crecimiento geométrico de la población y el aumento<br />

aritmético de los recursos, aunque falsa en su<br />

planteamiento fundamental, se apoyaba en datos<br />

estremecedores sobre las hambrunas de los siglos<br />

anteriores al despegue industrial. Pero la imagen<br />

del sistema industrial, las «siniestras fábricas satánicas»<br />

que escarneció el poeta inglés Blake, crearon<br />

una conciencia culpable en el mundo intelectual y<br />

alimentaron ideologías condenatorias, tanto entre<br />

7<br />

El paisaje negro:<br />

la fábrica<br />

pensadores conservadores: Burke y Disraeli, entre<br />

los más conocidos, como entre los radicales: Marx y<br />

sus seguidores. El principio de la «definición de la<br />

situación» de Thomas operó con toda eficacia.<br />

1. La revolución industrial<br />

El término «revolución industrial» se originó en<br />

Francia en los primeros años del siglo XIX, como<br />

instrumento semántico para la obvia comparación<br />

entre la Revolución francesa y el abanico de cambios<br />

económicos y técnicos que se estaban produciendo<br />

en Inglaterra. Consiguió su palmarés académico<br />

cuando Toynbee la utilizó en 1884, aunque<br />

Dobb opina que fue Engels el primero en utilizar<br />

dicha expresión. Su uso moderno admite dos acepciones:<br />

en sentido estricto, se refiere a la rápida serie<br />

de cambios ocurridos entre 1776 y 1870 en muchos<br />

sectores de la economía inglesa, cambios asociados<br />

con la introducción en diversas ramas de la industria<br />

manufacturera de máquinas nuevas y procesos<br />

nuevos. En términos económicos se habla de fuertes<br />

inversiones de capital en factorías y fundiciones, lo<br />

que repercutió en un gran incremento en la productividad<br />

y en la producción, con la consiguiente caída<br />

de precios de los productos afectados. En términos<br />

sociales, la revolución industrial se tradujo en<br />

un amplio repertorio de transformaciones sociales,<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 119


demográficas e intelectuales, en relación dialéctica<br />

con las innovaciones económicas y técnicas.<br />

En un sentido más amplio se emplea la expresión<br />

«revolución industrial» para designar fases similares,<br />

pero no idénticas, del desarrollo económico de<br />

otros países que no necesariamente experimentaron<br />

la revolución industrial en sentido estricto,<br />

aunque sí un fuerte proceso de remodelación de sus<br />

industrias, como fue el caso de Francia.<br />

La esencia de la transformación industrial ha<br />

sido diversa y complejamente caracterizada. Sus<br />

ingredientes socioeconómicos fueron la utilización<br />

de fuerza no humana y no animal; el ensamblaje de<br />

una herramienta en un mecanismo; la concentración<br />

de los trabajadores en un solo lugar de trabajo<br />

-la fábrica-; el carácter colectivo de la producción<br />

fabril como actividad de un equipo en parte mecánico<br />

y en parte humano; el incremento de la división<br />

del trabajo; Ja creciente adecuadón de Jas actividades<br />

del producto humano al ritmo y a los movimientos<br />

del proceso mecánico; la


PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA 121


vedad que transformó los ritmos vitales y la trama<br />

interactiva dentro y fuera de las organizaciones de<br />

trabajo está simbolizada en el cronómetro.<br />

Con la entrada del cronómetro en el taller, la<br />

revolución industrial adquirió una dimensión nueva:<br />

la pérdida del control obrero sobre los modos<br />

operatorios. Y con esta pérdida:<br />

- la sustitución de los secretos profesionales por<br />

un trabajo reducido a la repetición de gestos fragmentados;<br />

- la producción en masa, y con ella, y para ella:<br />

- una nueva secuencia en las prácticas estatales<br />

de regulación y control social del trabajo.<br />

El cronómetro como instrumento político de dominación<br />

del trabajo impone su ley y su disciplina,<br />

y acabará finalmente derivando en el taylorismo<br />

como instrumento para doblegar al obrero de oficio,<br />

que aún poseía en propiedad el conocimiento y<br />

el control de los modos operatorios industriales. A<br />

doblegar, liberar el proceso de trabajo del poder y<br />

monopolio obrero, e instalar en su lugar la ley y la<br />

norma del patrono.<br />

Las consecuencias sociales de este proceso de<br />

concentración de la fuerza de trabajo en las fábricas<br />

y de éstas en las ciudades fueron dramáticas. En las<br />

ciudades industriales:<br />

- nació la clase obrera, si hemos de aceptar el<br />

razonamiento de Engels de que


aunque el ejército de menesterosos había adquirido<br />

en Inglaterra en el período preindustrial proporciones<br />

considerables. La política de cercamientos contribuyó<br />

en parte a atenuar el problema, expulsando<br />

campesinos de las tierras cercadas, pero aun así<br />

persistía la resistencia de los trabajadores potenciales<br />

a entrar en las nuevas fábricas y someterse a su<br />

estricta disciplina y minuciosa reglamentación. Se<br />

llegó a utilizar obra de mano forzada, especialmente<br />

pobres y presos, y esta medida tuvo implicaciones<br />

directas para los procesos de control y regulación<br />

internos, que acentuaron los rasgos comunes<br />

de las fábricas con las cárceles.<br />

Un aspecto más importante que el anterior fue<br />

la necesidad de desarrollar un conjunto de actitudes<br />

responsables en el mundo trabajador hacia la<br />

regulación del trabajo, la disciplina y las nuevas<br />

relaciones de empleo basadas en el vínculo salarial.<br />

Es conocido que la industrialización remodela y<br />

reconfigura la materia prima humana, sea cual sea<br />

el origen de ésta, destruyendo las antiguas formas<br />

de vivir y trabajar, e imponiendo los nuevos imperativos<br />

del lugar de trabajo industrial y de la comunidad<br />

obrera.<br />

En esta línea se entiende la preocupación por la<br />

moral sexual, por los hábitos de bebida, por las<br />

actitudes religiosas, por la frugalidad y por el lenguaje<br />

mismo. Se trataba de destruir los hábitos y la<br />

moralidad preindustriales y de inculcar actitudes<br />

de obediencia a las reglas de la fábrica, de puntualidad<br />

y de responsabilidad en el manejo de las máquinas<br />

y del material. Hacía falta una nueva raza<br />

de trabajadores, domesticada y habituada a las demandas<br />

inexorables del reloj. Una nueva raza de<br />

esclavos, añadirá algún crítico radical.<br />

Era, pues, urgente racionalizar y ordenar el<br />

mundo del trabajo de acuerdo con las exigencias<br />

metódicas del nuevo orden económico y del impersonal<br />

aparato industrial.<br />

La racionalidad moderna fue así desplazando<br />

las pautas y las actitudes tradicionales y creando<br />

nuevas prioridades, tanto dentro de la fábrica como<br />

en su entorno social.<br />

Una buena parte de la estructura de las primeras<br />

fábricas puede ser contemplada como la cristalización<br />

del esfuerzo empresarial para inculcar una<br />

124 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

nueva ética racional en los trabajadores. Este esfuerzo<br />

estructurado e institucionalizado condujo al<br />

desarrollo de una nueva forma de conflicto, el conflicto<br />

de clases, pues las condiciones de trabajo empeoraron,<br />

aunque no quizás en la medida en que a<br />

veces se ha especulado.<br />

Fuera de la fábrica, la construcción de una nueva<br />

ética racional del trabajo repercutió en las instituciones<br />

tradicionales. Se trataba de eliminar la holgazanería,<br />

el despilfarro y la inmoralidad, en cuanto<br />

obstáculos a la disciplina y la productividad. El<br />

trabajador debía entrar en una nueva cultura, ya<br />

que el nuevo orden económico exigía hombres parciales,<br />

despersonalizados, sin espíritu propio, aptos<br />

para ser convertidos en ruedecillas de un complejo<br />

mecanismo. Esta nueva ética racional influyó en la<br />

ruptura de la familia tradicional y desembocó fatalmente<br />

en una nueva filosofía del trabajo.<br />

Esta nueva filosofía del trabajo se desplegó en el<br />

desarrollo teórico y práctico de la gerencialidad y la<br />

burocracia. El gerente vio gradualmente diferenciado<br />

su trabajo de su condición de propietario, sus<br />

recompensas se fueron definiendo en términos de<br />

salarios regulares y se fue imponiendo la vía meritocrática<br />

en el proceso de reclutamiento, con el<br />

abandono paralelo del nepotismo de décadas anteriores.<br />

El cambio más significativo consistió en una<br />

creciente intensificación del contrato de trabajo. En<br />

el primer período industrial, la organización del<br />

trabajo retuvo muchos aspectos preindustriales, específicamente<br />

las relaciones de empleo que se siguieron<br />

rigiendo por el subcontrato, procedimiento<br />

en virtud del cual los subcontratistas asumían el<br />

complejo rol de formalizar el contrato de empleo,<br />

ejercer el control y efectuar el pago de los obreros.<br />

El rol del subcontratista mantuvo durante este período<br />

una fuerte sobrecarga de funciones.<br />

Esta práctica fue pronto reemplazada por la racionalidad<br />

de la contabilidad capitalista, que definió<br />

las relaciones tradicionales patrono-obrero en<br />

términos estrictos de mercado y de interés personal.<br />

Los nuevos industriales desecharon la base personal<br />

como criterio del rendimiento de sus trabajadores,<br />

adoptando, en su lugar, la consideración de<br />

los obreros como factores de producción, cuyo coste<br />

podía ser calculado.


El control formal y centralizado comenzó a implantarse<br />

a mediados del siglo XIX, ante la amenaza<br />

de descenso de rendimiento. Para conseguir un<br />

uso más eficaz y sistemático de la fuerza de trabajo,<br />

se reemplazó el uso extensivo de la fuerza de trabajo<br />

por el intensivo, acortando las horas de trabajo,<br />

pero controlando su cantidad real y el tipo de esfuerzo<br />

requerido.<br />

Todos estos cambios confluyeron en una nueva<br />

filosofía de la gerencia y del empleo. Se concedió<br />

mayor atención a la racionalización del trabajo y<br />

del empleo, aplicando los principios del mercado,<br />

los principios burocráticos y los mecanismos de<br />

control directo a la supervisión y la gerencia. Se<br />

utilizaron además principios de ingeniería en el<br />

diseño del trabajo, principios que luego se institucionalizaron<br />

con el Scientific Management de Taylar,<br />

y se reflejaron en la creciente instrumentalización<br />

de los trabajadores.<br />

d) Etica religiosa<br />

y ética secular del trabajo<br />

El control de los trabajadores y la racionalización<br />

de sus actitudes de origen rural y tradicional<br />

encontraron un poderoso aliado en la religión. Fue<br />

ésta culpable en muchos casos por su contribución<br />

directa a la sumisión y resignación de los obreros, y<br />

por dejarse manipular frecuentemente por políticos<br />

y patronos.<br />

El papel de la religión como instrumento de<br />

control y como creadora del nuevo techo normativo<br />

fue considerable. Los más moderados hablan de<br />

negligencia de la Iglesia. La Iglesia anglicana de la<br />

época previctoriana compartió la idea universal de<br />

que el mal social, producto de leyes inflexibles, era<br />

inevitable, y de que la economía política aconsejaba<br />

la no intervención. El libre juego de las fuerzas<br />

competitivas acabaría descubriendo el justo equilibrio.<br />

En función de esta idea, la Iglesia rehusó actuar<br />

de forma corporativa, aunque sí se lanzaron a<br />

la arena algunas de sus más vigorosas individualidades,<br />

como Lord Shafsterbury. Fiel a su postura,<br />

la Iglesia oficial continuó predicando las virtudes<br />

negativas, y preocupándose más por defender los<br />

derechos vigentes que abolir los males presentes. Se<br />

limitó a denunciar como pecados los cometidos<br />

contra el orden y la propiedad privada. Elliot-Bins<br />

observa que un examen de los votos concedidos por<br />

los obispos en la Cámara de los Lores revelaría que<br />

la Iglesia no se mostraba demasiado ansiosa por<br />

mejorar las condiciones de los trabajadores. Así<br />

perdió la confianza y lealtad de muchos y provocó<br />

graves dudas sobre su sinceridad y coraje entre los<br />

miembros de la clase trabajadora. Su papel quedó<br />

reducido al de un cuerpo de ambulancias en el ejército<br />

del progreso.<br />

No fue muy diferente el papel de la religión en<br />

Francia. El burgués católico aceptó plenamente las<br />

ideas de Massillon y de Bossuet sobre los decretos<br />

de un Dios que predestinaba a los ricos para ser<br />

ricos y se cuidaba personalmente de los grandes<br />

nacimientos, los grandes matrimonios y la posteridad<br />

de las familias ilustres.<br />

El papel de la religión no quedó, sin embargo,<br />

reducido al de cuerpo de ambulancias en el ejército<br />

del progreso. Desde Ure en adelante, se buscó una<br />

fuerza motriz que legitimara la necesaria autoinmolación<br />

por el bien de los otros exigida al ejército<br />

de proletarios. Ure sugirió la fuerza de la cruz de<br />

Cristo, y algunos coincidieron en que no había mejor<br />

capataz que Dios. Parece, en esta misma línea, que<br />

la religión funcionó en la práctica como una agencia<br />

de organización moral, y los protestantes metodistas<br />

figuraron en cabeza.<br />

Mucho más penetrantes que estas proclamas y<br />

estas manipulaciones de la religión fue la construcción<br />

de una ética religiosa de la actividad económica,<br />

cuyo análisis constituye uno de los hitos de la<br />

investigación sociológica.<br />

En su Etica protestante y el espíritu del capitalismo,<br />

Weber sigue paso a paso la elaboración de la<br />

nueva ética del trabajo humano, muy distante ya<br />

del ethos grecolatino y medieval. Hay que anotar,<br />

en justicia, que esta ética o justificación religiosa<br />

del trabajo y de los negocios coexistió con una ética<br />

secular, nacida de la economía política, y que, a<br />

juicio del mismo Marx, exigía mucho más y era<br />

mucho más eficaz que cualquier credo religioso. Lo<br />

que la ética calvinista realmente hizo fue proporcionar<br />

una coartada ética a la nueva clase empresa-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOG/A 125


ial y a los poderes públicos en su política concreta,<br />

en su legislación laboral (o ausencia de ella) y en su<br />

praxis social.<br />

Los principios de la ética religiosa del trabajo se<br />

pueden sintetizar de la forma siguiente:<br />

- Ante la incertidumbre de la predestinación<br />

divina y la seguridad de que los decretos de Dios<br />

son inescrutables e irrevocables, y de que la mayoría<br />

de los hombres son merecedores del castigo eterno,<br />

el individuo se encuentra solo y desamparado,<br />

pues no tiene a su disposición señales externas de<br />

salvación y gracia. (El luteranismo y el calvinismo<br />

habían privado al hombre del sacramento de la<br />

reconciliación).<br />

En esta situación, la solución única es entregarse<br />

al trabajo duro y disciplinado, no como medio de<br />

salvación, que sólo depende de la voluntad divina,<br />

sino como fórmula para disminuir las dudas personales<br />

y para convertirse en señal de salvación para<br />

los demás.<br />

- Ante el peligro de las riquezas que llevan a la<br />

ociosidad, y de la pérdida de tiempo que conduce a<br />

la lujuria, el puritanismo propone una dedicación<br />

esforzada a la vocación propia. Los predicadores y<br />

moralistas recomendaron dietas vegetarianas, evitar<br />

la siesta y recortar el tiempo dedicado al sueño,<br />

ser concienzudo en el trabajo y, sobre todo, la frugalidad<br />

y la austeridad. Latía en el fondo de estas<br />

recomendaciones una compulsión ascética al ahorro<br />

y una glorificación del trabajo, que deja de ser<br />

una necesidad para transmutarse en un medio excepcional<br />

para dar gloria a Dios y para trabajar por<br />

la salvación personal.<br />

- Ante el dilema de Hobbes -ceder el poder absoluto<br />

al Estado Leviatán o resignarse a la guerra<br />

de todos contra todos-, el puritanismo propuso implícitamente<br />

una alternativa: fabricar súbditos<br />

conscientes y obedientes, inculcando una motivación<br />

religiosa para la dedicación a un trabajo regular,<br />

sistemático y cooperativo.<br />

- Así triunfó la idea de la vocación profesional<br />

como un contrato social del hombre con Dios. Dios<br />

honra a los hombres por su eficacia, destreza y<br />

servicialidad, y los organiza como a los ángeles,<br />

como una cadena de trabajo y una jerarquía laboral.<br />

Todos -caballeros y plebeyos- deben trabajar,<br />

126 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

sin diferencias ni privilegios. Nadie debe vivir de<br />

sus rentas, pues es ésta una ocupación corrompida<br />

que fomenta el reinado de Satanás.<br />

Se produjo, en consecuencia, una inversión drástica<br />

en la concepción del trabajo en relación con<br />

toda la filosofía clásica y medieval. La nueva visión<br />

del trabajo incluye calificaciones hasta este momento<br />

casi desconocidas: es bueno en sí mismo;<br />

constituye un deber social en cuanto promueve el<br />

orden en la sociedad y en la moralidad; ayuda a<br />

evitar el adulterio, porque las fatigas y los esfuerzos<br />

exigidos por la fidelidad a la profesión consumen<br />

una gran parte de las energías superfluas que suelen<br />

alimentar la lujuria, y contribuye a conseguir<br />

prestigio social, al tiempo que avala una posición<br />

segura ante Dios.<br />

- El puritanismo y el metodismo llegaron más<br />

lejos, al encarecer la importancia del cumplimiento<br />

exacto de los contratos y el escrupuloso orden en los<br />

negocios. Y como medio y fórmula universal exaltaron<br />

el valor primordial del tiempo: «El tiempo es<br />

oro».<br />

Hay que recortar sin compasión el tiempo superfluo,<br />

concentrarse en el detalle del trabajo, vigilar<br />

el cuerpo y la mente para afinarlos en consonancia<br />

con los ritmos del trabajo. Es por ello de capital<br />

importancia disciplinar los pensamientos y la imaginación.<br />

Un escritor de la época, Goodwin Hill, se<br />

expresa así: los pensamientos y la imaginación son<br />

vagabundos y como tales deben ser tratados, vigilados,<br />

capturados, examinados, flagelados yexpulsados.<br />

La nueva ética secular del trabajo no fue totalmente<br />

un subproducto de la ética protestante. Una<br />

generalización de máxima validez empírica arguye<br />

que en cualquier época y sociedad en que se produce<br />

un crecimiento económico consistente y duradero,<br />

aparecen valores sociales favorables al crecimiento<br />

económico, como estímulo, al par que como<br />

reflejo, de tal crecimiento, y tales valores acaban<br />

revistiéndose de una legitimación religiosa.<br />

La ideología oficial del trabajo de la revolución<br />

industrial tuvo como marco de referencia la formulación<br />

de Adam Smith en su R "7ueza de las naciones,<br />

la destrucción de los eleme s éticos en el nuevo<br />

sistema económico y la reir. !ucción de una nue-


va ética para reconstruir la «máquina moral» necesaria.<br />

El eje de la máquina moral fue el interés propio<br />

como principio moral. Sus ingredientes axiológicos<br />

y operativos fueron el paternalismo como matriz de<br />

las relaciones patrono-trabajadores por una parte,<br />

y, por otra, el rechazo de la responsabilidad de los<br />

patronos en la mejora de las condiciones vitales de<br />

los trabajadores, siguiendo las líneas de la concepción<br />

malthusiana.<br />

La pobreza como constante explicaba los progresos<br />

que la humanidad había realizado en el<br />

mundo, pues sin la amenaza de la pobreza el hombre<br />

no se esfuerza por su propio bienestar. El resultado<br />

final fue una teodicea secular del trabajo como<br />

bendición suprema, tanto para el individuo como<br />

para la sociedad. «El trabajo no es solamente una<br />

necesidad y un deber, es además una bendición, y<br />

sólo los holgazanes lo consideran una maldición»,<br />

fue un dicho habitual de la época.<br />

e) El conflicto industrial<br />

y la protesta obrera<br />

La patología social y el conflicto interclasista,<br />

que acabarían convirtiéndose en plataforma del<br />

análisis de los fundadores de la sociología, se reveló<br />

en las protestas contra el orden nuevo que las emergentes<br />

formas de trabajo, control y racionalización<br />

produjeron. Los destructores de maquinaria textil,<br />

la iniciación de los primeros sindicatos, las huelgas<br />

tumultuosas de los primeros años y las peticiones a<br />

la Cámara de los Lores testimonian la situación de<br />

conflicto generada por la revolución industrial.<br />

La revolución industrial planteó problemas similares<br />

a los tres sociólogos que la tradición ha<br />

consagrado como los fundadores: Marx, Durkheim<br />

y Weber. Los tres coincidieron en las implicaciones<br />

de la revolución industrial, en la deprivación y las<br />

miserias sufridas por los trabajadores, y en que<br />

eran ocasionadas por la tecnología, la organización<br />

y la división del trabajo. Se mostraron igualmente<br />

de acuerdo en que este proceso podía conducir a la<br />

inestabilidad social a través de la consolidación de<br />

las clases sociales y su conflicto, yen que la nueva<br />

organización del trabajo conducía a nuevos principios<br />

de organización: la racionalidad, el mercado,<br />

el individualismo y el anti-tradicionalismo. Fueron<br />

también unánimes en una última consideración: la<br />

articulación de los nuevos principios de organización<br />

no solamente constituía una amenaza de primer<br />

orden para la estabilidad social, sino también<br />

para la libertad personal y la autonomía del individuo,<br />

incapaz ya de controlar aspectos fundamentales<br />

de su trabajo, de su actividad y de su misma<br />

naturaleza.<br />

Los desacuerdos fueron también importantes y<br />

afectaron sobre todo al origen de esta patología y de<br />

las clases y organizaciones sociales.<br />

Marx consideró el capitalismo, forma consagrada<br />

de la economía, como el factor causal de este<br />

despliegue organizativo del trabajo, con sus implicaciones<br />

traumáticas para la sociedad y el individuo.<br />

Durkheim denunció a la industrialización V, más<br />

concretamente, a un proceso excesivamente veloz<br />

de industrialización como el origen de los costes<br />

personales y de las patologías y conflictos del trabajo,<br />

con las desviaciones sociales consiguientes. La<br />

anomía y el conflicto de clases son consecuencia de<br />

la falta de reglamentación del trabajo, formas anormales<br />

y enfermizas de instituciones y actividades<br />

que deberían contribuir a la integración y estabilidad<br />

sociales. La solución, desde la perspectiva<br />

durkheimiana, estriba en el desarrollo del papel<br />

regulador del Estado y en el establecimiento de las<br />

asociaciones ocupacionales como centros intermediarios<br />

de regulación y de solidaridad.<br />

Weber piensa que el factor clave es la racionalización<br />

rampante, tanto en el capitalismo como en<br />

el socialismo emergente, de los que la burocracia,<br />

con las formas de apropiación y alienación que le<br />

acompañan, constituye un rasgo necesario. La única<br />

alternativa a la burocracia es la involución social,<br />

la vuelta en todos los terrenos a las microorganizaciones<br />

y al diletantismo administrativo. El socialismo,<br />

asegura Weber, requiere un grado aún<br />

mayor de burocratización formal que el capitalismo.<br />

En definitiva, el incremento en el grado y en la<br />

forma de la división del trabajo procede no simplemente<br />

del capitalismo en cuanto tal, sino de la<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 127


emergencia de la racionalidad en las sociedades<br />

occidentales modernas.<br />

2. El sistema capitalista<br />

El capitalismo aparece en la historia como la<br />

variante original y primera de la sociedad industrial,<br />

y algunas de sus características más específicas<br />

--el culto a la productividad, la estrecha relación<br />

entre la ciencia, la tecnología y la productividad, la<br />

standarización de los productos y de las necesidades,<br />

el consumo de masa...- son hoy comunes al<br />

sistema industrial de los países capitalistas y de las<br />

sociedades comunistas o excomunistas.<br />

El término «capitalismo» ha sido escasamente<br />

utilizado por las escuelas de economía no marxista,<br />

e incluso en la abundante literatura marxista comenzó<br />

a utilizarse tardíamente. El mismo Marx,<br />

prolijo en sus análisis del «capital» y de los «capitalistas»,<br />

sólo empleó el término «capitalismo» en<br />

1877, en su correspondencia con sus seguidores rusos.<br />

Ni en el Manifiesto comunista ni en El Capital<br />

aparece el término en su versión sustantivada.<br />

Desde una perspectiva estrictamente económica,<br />

que considera el capitalismo como un modo especial<br />

de producción, los rasgos del capitalismo son<br />

sobradamente conocidos. Recordemos los principales:<br />

1) constitución de un mercado en el que la<br />

fuerza de trabajo se compra y se vende como una<br />

mercancía más, y en el que el modo del intercambio<br />

consiste en un salario por la contrapartida de un<br />

tiempo o de una tarea específica; 2) utilización del<br />

dinero como medio predominante y universal del<br />

intercambio, procedimiento que permite la máxima<br />

flexibilidad de redistribución del capital y otorga<br />

a los bancos y a los intermediarios financieros un<br />

papel destacado en el sistema económico; 3) control<br />

del proceso de producción en manos del capitalista<br />

o de su gerente. El control se extiende a todas las<br />

etapas y a todos los elementos del proceso de producción<br />

y de trabajo: la contratación y el despido<br />

de los obreros, la elección de las técnicas, la variedad<br />

y calidad de los bienes producidos, las condiciones<br />

de trabajo, y los mecanismos y procedimientos<br />

de venta de los artículos producidos; 4) utiliza-<br />

128 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

ción frecuente del recurso a terceros para financiar<br />

la producción. El capitalista puede contraer deudas,<br />

emitir acciones, acudir al mercado de dinero,<br />

hipotecar sus instalaciones fabriles..., a fin de procurarse<br />

los necesarios recursos financieros. El capitalista<br />

acepta riesgos y lucha con los prestamistas y<br />

accionistas por el control de sus propiedades. El<br />

obrero, excluido en general de este proceso, corre<br />

también los riesgos de una posible quiebra e insolvencia<br />

de su patrono; 5) instauración, a veces feroz,<br />

de la competencia entre capitalistas embarcados en<br />

el mismo tipo de producción y en la misma batalla<br />

por conseguir préstamos y dominar los mercados.<br />

Esta competencia se erige como ley impersonal de<br />

valor, que obliga al capitalista a adoptar nuevas<br />

técnicas y métodos que reduzcan los costes, al tiempo<br />

que le fuerza a continuar la acumulación para<br />

hacer frente al coste creciente de una maquinaria<br />

cada vez más perfeccionada.<br />

Desde esta misma perspectiva económica, pero<br />

con la mirada puesta en las sucesivas etapas del<br />

capitalismo, se suelen distinguir cinco formas del<br />

mismo:<br />

- el capitalismo comercial, caracterizado por el<br />

dinamismo de grandes comerciantes que dominaron<br />

el proceso de intercambio de bienes;<br />

- el capitalismo industrial, dominado por los<br />

propietarios de grandes fábricas, minas y otras empresas<br />

industriales;<br />

- el capitalismo financiero, en el que el control<br />

se va desplazando cada vez con mayor intensidad a<br />

las manos de los banqueros, financieros e inversores,<br />

que dominan las empresas industriales.<br />

- el capitalismo de Estado, definido por Lenin<br />

como una forma o sistema en el que el Estado se<br />

adueña de los medios de producción en beneficio de<br />

la clase social --el proletariado- que teóricamente<br />

controla al Estado;<br />

- el capitalismo protegido o del Estado de bienestar,<br />

cuyo rasgo esencial es la creciente intervención<br />

del Estado mediante programas de welfare o de<br />

actuación sobre el empleo, suavizando el impacto<br />

de los ciclos económicos con sus nefastas consecuencias<br />

sobre el nivel de paro y el bienestar colectivo.


A la sociología le interesa más el contexto social,<br />

en sentido muy amplio, que hizo posible el desarrollo<br />

del sistema capitalista. Un factor todavía económico,<br />

pero con amplias repercusiones sociales, fue<br />

el mercantilismo, presidido por la idea de que la<br />

riqueza de un país era igual a la cantidad de dinero<br />

que poseía y que dependía de la acumulación directa<br />

de metales preciosos y del mantenimiento de la<br />

superioridad de las exportaciones sobre las importaciones,<br />

condiciones ambas creadas y fomentadas<br />

por el poder superior de un Estado-nación frente a<br />

los demás. Este Estado dicta una política económica<br />

muy concreta. Desde su posición de centro unificador,<br />

estimulador y controlador de la economía<br />

nacional, promueve una política aduanera protectora,<br />

estimula la introducción de nuevas ramas industriales<br />

e interviene con normas legislativas para<br />

garantizar a las industrias del país nuevas fuerzas<br />

laborales y bajos costes de producción, instituyendo<br />

casas de trabajo (work-houses, hópitaux généraux),<br />

para dar trabajo a los pobres y vagabundos, e introduciendo<br />

el trabajo en penitenciarías y orfanatos.<br />

Algunas novelas de Charles Dickens dan estremecedor<br />

testimonio de estas prácticas.<br />

Pero el capitalismo necesitaba como condición<br />

inexcusable la emancipación de los trabajadores,<br />

condición algo irónica, si se piensa en algunas de<br />

las peores consecuencias del proceso de industrialización.<br />

Emancipación tridimensional:<br />

En primer lugar, la emancipación económica, es<br />

decir, la constitución de un mercado de trabajo<br />

libre de restricciones sobre el reclutamiento de la<br />

mano de obra; la meta era la libertad de los empleadores<br />

para establecer contratos formalmente libres<br />

con sus trabajadores, lo que exigía la abolición de la<br />

sociedad estamental, la emancipación de los siervos,<br />

y una reforma agraria que expulsara campesinos<br />

liberados hacia las nuevas instalaciones fabriles.<br />

En segundo lugar, la emancipación política en<br />

cuanto supresión legal de acceder a ciertos status y<br />

profesiones antes reservados a determinados estamentos<br />

sociales o grupos étnicos; estas medidas<br />

consagraron y legitimaron el derecho de todos los<br />

ciudadanos a contratar, comprar y vender sin restricciones.<br />

En tercer lugar, la emancipación cultural o superación<br />

de una concepción estrecha de las necesidades<br />

humanas; de la vida honesta o de la satisfacción<br />

de las exigencias mínimas vitales, se pasó a la legitimación<br />

del ansia por poseer y disfrutar de bienes<br />

y servicios nuevos y en cantidad creciente. El hombre<br />

europeo comenzó a dudar de la jerarquía tradicional<br />

de valores que subordinaba las actividades<br />

económicas y productivas a ideales morales y religiosos,<br />

basados en la austeridad, el sacrificio y la<br />

penitencia. Pero está comprobado que, en las primeras<br />

fases del capitalismo, un ideal religioso de<br />

perfil muy distinto sustituyó al tradicional cristiano,<br />

con espléndidos resultados para la economía: el<br />

ideal ético de la teología calvinista.<br />

El análisis weberiano del capitalismo despliega<br />

esta triple emancipación y la completa. Para Max<br />

Weber, los componentes del capitalismo moderno<br />

son la apropiación privada de los medios de producción,<br />

la tecnología y la contabilidad, la libertad<br />

de la fuerza de trabajo, la libertad de mercado, un<br />

sistema legal que permita el cálculo y, como aspecto<br />

menor, pese a la insistencia de Marx, la mecanización.<br />

Todos estos elementos conspiran para conseguir<br />

que el mercado -institución central del capitalismo-<br />

proporcione el máximo grado de calculabilidad<br />

al empresario individual. Una breve exposición<br />

de cada uno de los rasgos citados aclarará esta<br />

rápida lista:<br />

1. Debe conseguirse la apropiación privada de<br />

los medios de producción y su concentración bajo la<br />

dirección común del propietario: tierra, edificios,<br />

maquinaria y materiales. Todos estos factores deben<br />

estar sujetos a la compra y venta en un mercado<br />

totalmente abierto. Este desarrollo o proceso<br />

alcanza su máximo objetivo cuando todos los derechos<br />

de propiedad correspondientes a la tierra, edificios,<br />

etc., están representados por instrumentos<br />

comerciales, especialmente acciones de propiedad<br />

negociables en la Bolsa.<br />

2. La contabilidad de las operaciones financieras<br />

y del movimiento del capital obtiene su grado óptimo<br />

cuando es reducida a una máxima calculabilidad<br />

por medio de la tecnología y la mecanización.<br />

3. La libertad de la fuerza del trabajo para poder<br />

responder con absoluta flexibilidad a la demanda<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOG/A 129


es una libertad puramente formal y se despliega<br />

paralelamente a la compulsión económica de los<br />

trabajadores a vender su trabajo en el mercado bajo<br />

el látigo del hambre. Sólo si se consigue esta condición,<br />

queda completo el sistema de mercado de la<br />

masa obrera para la producción industrial, pues se<br />

hace posible el calcular previa y transparentemente<br />

el coste de los productos.<br />

4. La libertad de mercado exige además la ausencia<br />

total de restricciones irracionales, lo que significa<br />

que las restricciones no económicas al movimiento<br />

de bienes y de cualquier otro factor de la<br />

producción deben ser reducidas al máximo. Estas<br />

restricciones tradicionales son, por ejemplo y fundamentalmente,<br />

el monopolio de clase, y sobre todo<br />

de casta, sobre el consumo de determinados artículos<br />

(leyes suntuarias) y sobre la propiedad o el trabajo,<br />

las dificultades de transporte, la guerra y las<br />

formas institucionalizadas o permitidas de piratería<br />

y de robo, que hacen arriesgado y azaroso el<br />

comercio a larga distancia.<br />

5. El sistema legal debe concretarse en términos<br />

generales aplicables a todos, y administrado de tal<br />

forma que haga predecible en alto grado el cumplimiento<br />

obligatorio de los contratos y de los derechos<br />

económicos. Este sistema legal está implicado<br />

en la mayor parte de las características del capitalismo<br />

racional: la extensión de los derechos de propiedad<br />

privada sobre los factores de producción, la<br />

subdivisión y transferibilidad de tales derechos mediante<br />

instrumentos financieros y operaciones bancarias,<br />

la libertad formal para los trabajadores y la<br />

protección legal de los mercados.<br />

El capitalismo así entendido se diferencia del<br />

modelo marxiano de capitalismo en que Marx lo<br />

hace depender en mucha mayor medida de la competitividad<br />

en un mercado abierto de todos los factores<br />

de producción, y por la importancia que Marx<br />

concede a la mecanización, factor éste menos valorado<br />

por Max Weber, a quien se debe esencialmente<br />

el modelo que estamos describiendo. Pero conviene<br />

incluir en este modelo la mecanización a la que se<br />

refiere Marx.<br />

6. La mecanización, según Marx, es la clave del<br />

modelo, aunque, según Weber, la clave es el conjunto<br />

de los factores institucionales del 1 al 5, antes<br />

130 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

descritos. La razón es simple: la mecanización como<br />

tal sólo es posible en una situación de producción<br />

masiva, pues el coste de la maquinaria la hace<br />

inaccesible si no existe un mercado de consumidores<br />

a gran escala; pero la producción a gran escala<br />

es imposible sin un alto grado de predecibilidad de<br />

que existirán mercados para estos productos y de<br />

que todos los factores de producción estarán disponibles<br />

a un coste razonable. Es decir, la mecanización<br />

depende del juego conjunto de todos los factores<br />

institucionales mencionados. Sin ellos habría<br />

potencialmente máquinas, pero no habría empresarios<br />

que se arriesgaran a adquirirlas. Asegura Max<br />

Weber que los inventos e innovaciones cruciales de<br />

la industrialización inglesa y europea fueron el resultado<br />

de esfuerzos deliberados para abaratar los<br />

costes de producción, y estos esfuerzos se realizaron<br />

porque ya antes se habían establecido las condiciones<br />

previas que aumentaban la búsqueda capitalista<br />

del lucro.<br />

¿Cuáles fueron esas condiciones previas? Hay<br />

que advertir que tales condiciones no se daban en<br />

sociedades caracterizadas como lo estaban en general<br />

las preindustriales por: 1) la vinculación de la<br />

propiedad al status aristocrático; 2) la prohibición<br />

del comercio como ocupación a ciertos grupos; 3) la<br />

falta de libertad laboral que impedía una contratación<br />

libre de la mano de obra: esclavos, siervos...; 4)<br />

la ausencia de una tecnología para la producción a<br />

gran escala; 5) las limitaciones del mercado por la<br />

falta de comunicaciones, la inseguridad de los viajes,<br />

las barreras tarifarias y las deficiencias del sistema<br />

monetario; 6) la existencia de un sistema legal<br />

caracterizado por procedimientos mágicos o patrimonialistas,<br />

fragmentado y muy diferenciado según<br />

grupos sociales, pueblos y ciudades y, además,<br />

sujeto a múltiples corrupciones funcionariales; 7) y<br />

último: los obstáculos a las transacciones financieras<br />

impuestos por los poderes políticos y las prácticas<br />

oficiales de pillaje.<br />

Las condiciones sociales necesarias para la consolidación<br />

de un capitalismo a gran escala exigían,<br />

como punto de partida insoslayable, la desaparición<br />

de todos esos obstáculos y la creación de soportes<br />

institucionales en el ámbito de la ley, la propiedad<br />

y las finanzas.


turas institucionales del capitalismo weberiano, sólo<br />

existió en el mundo occidental con todos sus<br />

rasgos esenciales: fuerte burocratización del aparato<br />

estatal, basado en administradores profesionalizados<br />

y bien organizados, una ley construida y aplicada<br />

por juristas profesionales a tiempo completo y<br />

una población dotada del derecho de ciudadanía.<br />

Weber responde aquí a tres interrogantes: razón de<br />

su predominio; de qué situación socio-política proceden<br />

sus rasgos característicos; y cómo se consiguió<br />

la incorporación de los derechos de ciudadanía<br />

a su código legal:<br />

Primer interrogante: La preeminencia del Estado<br />

burocrático se debe a que es el medio más eficiente<br />

para pacificar una nación extensa mediante un ejército<br />

poderoso y mejor equipado que el de los Estados<br />

no burocráticos, y porque en el plano doméstico<br />

vela mejor por la seguridad y la integración.<br />

Segundo interrogante: La característica esencial,<br />

la burocratización, fue favorecida por una situación<br />

socio-política cuyas condiciones eran la existencia<br />

de administradores letrados, la posibilidad y eficiencia<br />

de comunicaciones y transportes a larga<br />

distancia, a través de ríos navegables y otros medios,<br />

y la centralización burocrática, exigida sobre<br />

todo por la competición militar entre Estados vecinos<br />

y por el suministro centralizado de armamentos.<br />

Tercer interrogante: La incorporación de un código<br />

legal formalista, basado en el derecho de ciudadanía<br />

para todos, fue el gran factor de la burocratización,<br />

y se produjo en Europa por la confluencia<br />

de factores de tipo militar y religioso, que aparecieron<br />

ya en Grecia, Roma y la Europa medieval.<br />

132 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- El factor religioso fue producto de una larga<br />

transformación de la vida religiosa de occidente, e<br />

influyó como ningún otro factor en la eliminación<br />

del dualismo ético y en la emergencia del Estado<br />

racional-legal. En ese proceso confluyen el profetismo<br />

ético judío, que era sin embargo incapaz de<br />

romper por sí solo las barreras rituales entre judíos<br />

y gentiles; la religión griega con sus cultos cívicos,<br />

que influyó considerablemente en la constitución<br />

de una religión universalista con derechos legales<br />

iguales para todos; y, sobre todo, el cristianismo<br />

como religión universal y proselitista, a la que todos<br />

están llamados, y que por su dinamismo y vocación<br />

rompió las barreras rituales entre grupos étnicos,<br />

clanes, tribus y naciones.<br />

La Iglesia cristiana proporcionó además a la sociedad<br />

tres recursos preciosos: administradores letrados,<br />

un sistema educativo y el modelo a imitar<br />

de su propia administración burocrática.<br />

Más tarde, la aparición de las sectas protestantes<br />

removió el último obstáculo al desarrollo pleno<br />

de un capitalismo de economía racional, pues al ser<br />

abolidos los monasterios en los países afectados por<br />

la Reforma protestante, quedó liberada una fuerza<br />

de primer orden que se consagró al éxito mundano<br />

y al negocio capitalista empresarial. Es decir, las<br />

motivaciones religiosas más intensas, recluidas en<br />

la vida ascética y contemplativa de los monasterios,<br />

en fines extramundanos, habían creado el sector<br />

más avanzado de la economía medieval, el de los<br />

monasterios. Desde la reforma, ese sector punta se<br />

hizo plenamente secular, y el nivel más alto de la<br />

vida religiosa dejó de estar confinado al círculo<br />

monacal.


l. La vida en comunidad<br />

8<br />

Grupos y comunidades<br />

E l hombre vive en comunidad. En ella -familia,<br />

grupo de amigos, escuela...- ensaya sus<br />

dos primeras experiencias «sociológicas»: la de que<br />

la sociedad es sólida, espesa, compacta y se le resiste<br />

por medio de normas, controles e imperativos; y<br />

la experiencia, más grata, de que la sociedad también<br />

es acogida, ayuda, calidez y compañía. La dimensión<br />

comunitaria, la experiencia de la sociabilidad,<br />

no abandonarán ya al individuo a lo largo de<br />

toda su vida.<br />

No existe acuerdo sobre el sentido y los límites<br />

de la comunidad. Se emplea a veces como sinónimo<br />

de sociedad o sistema social, aunque algunos sociólogos<br />

enriquecen esta equivalencia con el término<br />


- principio<br />

- individuo<br />

- forma predominante de derecho<br />

- relación fundamental<br />

- tipo de control social<br />

- elemento afectivo<br />

- división del trabajo<br />

- tipos paradigmáticos<br />

COMUNIDAD Y ASOCIACION<br />

A) Comunidad (grupos primarios)<br />

- voluntad natural<br />

- fin en sí mismo<br />

- familiar<br />

- amistad, parentesco<br />

- mores, usos sociales, religión<br />

- fundamental<br />

- inexistente o mínima<br />

- familia<br />

- pueblo<br />

B) Asociación (grupos secundarios)<br />

- voluntad racional<br />

- medio para conseguir fines<br />

- contractual<br />

- intercambio, cálculo racional<br />

- leyes, opinión pública<br />

- indiferente<br />

- funcional y compleja<br />

- Banco, Iglesia<br />

- ciudad· Estado<br />

a) El grupo primario - la comunicación interpersonal se realiza a niveles<br />

poco profundos.<br />

Se caracteriza por una asociación y cooperación<br />

íntima y cara a cara:<br />

- psicológicamente, el resultado de una asociación<br />

íntima es una fusión peculiar de las individualidades<br />

en una totalidad común, de suerte que, al<br />

menos bajo ciertos aspectos, el yo se identifica con<br />

la vida y los objetivos comunes del grupo;<br />

- quizá el modo más sencillo de describir esta<br />

totalidad es definirla como un «nosotros», al implicar<br />

aquella simpatía particular e identificación mutua<br />

que se expresan naturalmente en la palabra<br />

«nosotros}};<br />

- Estos grupos son, pues, fuente de vida, no sólo<br />

para el individuo, sino también para las instituciones<br />

sociales.<br />

riO:<br />

b) El grupo secundario<br />

Se configura de modo antitético al grupo prima­<br />

- de dimensiones más bien amplias;<br />

- está regulado por normas formales y racionales<br />

entre los miembros;<br />

134 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Ambas distinciones, la de Tónnies sobre todo, y<br />

la de Coaley, tienen como base dos modelos conceptuales,<br />

construidos mediante generalización, abstracción<br />

y una cierta búsqueda de oposición dicotómica<br />

entre ambos. En la vida real, lo que encontramos<br />

son: colectividades o grupos en los que predomina<br />

el modelo A o el B; grupos híbridos con características<br />

de tipo A y B; presencia de grupos pequeños<br />

de tipo A en el seno de grandes colectividades<br />

de tipo B, como los grupos informales en la empresa,<br />

que puso de manifiesto por primera vez el sociólogo<br />

Elton Mayo.<br />

En las páginas siguientes vamos a examinar el<br />

grupo pequeño como paradigma del tipo A, la comunidad<br />

rural, igualmente perteneciente a este paradigma,<br />

y la comunidad urbana, contrapuesta a la<br />

rural y cabal representante del modelo B. En capítulos<br />

posteriores se estudiarán las instituciones y<br />

organizaciones que encarnan plenamente dicho modelo<br />

B.<br />

El gráfico siguiente nos permite visualizar la<br />

articulación de grupos, colectividades e instituciones<br />

en la vida de la sociedad:


- Un lugar común de trabajo: ejemplo, el gremio<br />

antiguo.<br />

Un lazo de sangre o sexual: ejemplo, la familia.<br />

Una ideología o programa común: ejemplo, la<br />

secta carismática, la célula política, el gang callejero,<br />

la confraternidad...<br />

• La estructura y las funciones<br />

de los pequeños grupos<br />

Un grupo se forma más fácilmente cuando:<br />

- el número de personas es bajo;<br />

- el conjunto de estas personas se mueve hacia<br />

un objetivo común, cuyo logro es igualmente beneficioso<br />

para todos;<br />

- la competitividad es baja y la colaboración<br />

entre los miembros del grupo alta, es decir, cuando<br />

prevalece un espíritu de ayuda recíproca;<br />

- los conocimientos de cada individuo son más<br />

o menos equivalentes a los de los demás individuos.<br />

En otros términos, cuando no existen grandes diferencias<br />

inter-individuales relativas a la capacidad<br />

para cumplir una tarea;<br />

- es muy probable que surjan simpatías recíprocas;<br />

- un conjunto de individuos quiere salir de una<br />

situación de aislamiento del resto del contexto social.<br />

Otros grupos pequeños no siguen este mismo<br />

proceso que se puede detectar, sobre todo, en determinados<br />

grupos religiosos, convivenciales e ideológicos,<br />

de carácter voluntario. Pero todos los grupos<br />

136 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

pequeños coinciden, en mayor o menor medida, en<br />

el tipo de estructura que despliegan y en el repertorio<br />

de funciones que desempeñan para la sociedad y<br />

para el individuo.<br />

La estructura de un grupo puede ser definida<br />

como la articulación existente entre los diferentes<br />

roles desempeñados por los miembros del grupo,<br />

con una atención especial a la distribución del poder<br />

dentro del grupo y por consiguiente a los roles<br />

de liderazgo.<br />

Dada la estrecha correspondencia existente entre<br />

rol y status -que son como el anverso y reverso<br />

de una misma moneda-, entra también dentro del<br />

concepto de estructura la relación existente entre<br />

los status dentro del grupo, que probablemente serán<br />

muy escasos en número, como exige el concepto<br />

de pequeño grupo.<br />

Un tercer elemento de la definición de estructura<br />

es el esquema de valores propio del grupo y el<br />

conjunto de pautas de comportamiento que se deriva<br />

de dicho esquema de valores. Al conjunto y ordenación<br />

dinámica de roles, status, valores y pautas o<br />

normas damos el nombre de estructura. Cabría<br />

añadir un elemento más, que es precisamente el<br />

que dota de dinamismo a los roles y al conjunto<br />

total: las metas perseguidas por el grupo o al menos<br />

en estrecha correspondencia con los valores del<br />

mIsmo.<br />

Los valores ocupan una posición central en la<br />

estructura del grupo, ya que dan a éste su identidad<br />

propia, inspiran directa o indirectamente las metas<br />

del grupo, deciden en qué orden y jerarquía se van a<br />

categorizar los status de los miembros componentes<br />

del grupo y definen remotamente los roles de<br />

cada participante. Esta relación de los valores con<br />

los demás elementos de la estructura puede verse<br />

sucintamente en el esquema adjunto:


STATUS<br />

Posición social de cada miembro en el grupo.<br />

Está caracterizado por determinado prestigio y recompensas.<br />

Motiva a los miembros a asumir ciertos roles más difíciles.<br />

Facilita en cierta manera relaciones interpersonales.<br />

Proporciona al individuo seguridad y defensa.<br />

ESQUEMA DE LA ESTRUCTURA<br />

DEL GRUPO<br />

VALORES YPAUTAS<br />

ROLES<br />

Expectativas del grupo sobre la conducta que se espera<br />

de cada miembro.<br />

Hacen referencia a la tarea que el grupo asigna formal o<br />

informalmente a cada miembro.<br />

No siempre coinciden los roles:<br />

- que se tienen realmente<br />

- que se creen tener<br />

- que se deberían tener según las aptitudes ycaracterísticas<br />

personales.<br />

ESTO ES FUENTE DE CONFLICTOS<br />

Definen el comportamiento de los miembros del grupo.<br />

Inspiran los objetivos del grupo.<br />

Son exigidos y defendidos mediante controles y sanciones formales e informales.<br />

Constituyen la subcultura propia del grupo.<br />

Se desvían muchas veces de los valores y pautas de las organizaciones y sistemas sociales a los que el<br />

grupo puede pertenecer.<br />

I<br />

METAS<br />

Es el «estado ideal de cosas», que los miembros del<br />

grupo quieren conseguir.<br />

Dicta las actividades del grupo y polariza los recursos<br />

del mismo.<br />

I<br />

LIDER<br />

Define formalmente las metas del grupo.<br />

Dirige las actividades del grupo para obtener las metas.<br />

Otorga status.<br />

Aplica o vela por la aplicación de las sanciones a los<br />

miembros que se desvían.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 137


A propósito del liderazgo, es necesario retener la<br />

idea o principio esencial del mismo: en un grupo<br />

destaca siempre un líder, nombrado por una autoridad<br />

superior, elegido por los miembros del grupo, o<br />

auto-impuesto al mismo por sus propias cualidades.<br />

En todo caso, y desde el punto de vista del<br />

sociograma, es decir, de la realidad concreta, líder<br />

es aquella persona que se convierte en tal porque es<br />

capaz de satisfacer las expectativas, exigencias y<br />

necesidades de los miembros del grupo. Estas expectativas<br />

y necesidades:<br />

- no están escritas en ninguna parte;<br />

- los miembros del grupo las extraen del contacto<br />

mutuo y de la convivencia cotidiana;<br />

- acaban convirtiéndose en un «standard» o patrón<br />

obligado de conducta de los futuros líderes;<br />

- cristalizan en estereotipos e imágenes de la<br />

autoridad que los miembros del grupo aplicarán<br />

desde ese momento a los candidatos al poder;<br />

- se convierten para los candidatos -formales o<br />

informales- en una verdadera «prueba de legitimación»:<br />

si se sale triunfante de ella, se tiene asegurada<br />

la autoridad, es decir, el líder se ha legitimado o<br />

ha legitimado su autoridad ante los miembros del<br />

grupo.<br />

3. Las funciones<br />

de los grupos pequeños<br />

Las funciones de los grupos pequeños han sido<br />

descubiertas relativamente hace poco tiempo. El<br />

descubrimiento se lo debemos sobre todo a los estudios<br />

de Max Weber sobre las sectas carismáticas, a<br />

Elton Mayo con sus investigaciones en la Western<br />

Electric Company, a los experimentos de Kurt Lewin<br />

en la dinámica de grupos, y a los trabajos de<br />

Edwards Shils con soldados alemanes y rusos de la<br />

II Guerra Mundial.<br />

Con relación al individuo, el grupo realiza las<br />

siguientes funciones, irremplazables algunas de<br />

ellas:<br />

- Satisface necesidades básicas individuales de<br />

seguridad, protección, amistad y reconocimiento.<br />

138 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

La disminución de las relaciones primarias en las<br />

grandes organizaciones en las que el hombre moderno<br />

pasa la mayor parte de su vida realza esta<br />

función del grupo pequeño.<br />

- Proporciona al individuo un status básico, y<br />

de esa manera una especie de áncora dentro de la<br />

sociedad global. Las grandes migraciones del campo<br />

a la ciudad y la masificación y anonimato del<br />

hombre -joven sobre todo- en ciudades-dormitorio<br />

hace imprescindible y preciosa esta función de los<br />

grupos pequeños. Sin ella se extendería la situación<br />

psicosociológica de anomía que caracteriza a gran<br />

parte de la juventud actual y que está muchas veces<br />

en la base de fenómenos de delincuencia juvenil.<br />

- Ofrece al individuo una imagen de sí mismo y<br />

de los demás como actores sociales, lo que le facilita<br />

su desempeño de roles.<br />

- Homogeneiza las actitudes de los miembros<br />

del grupo, al comienzo quizá muy dispersas y anárquicas<br />

y por consiguiente en frecuente oposición a<br />

las actividades y metas del grupo y de la organización.<br />

Para ser aceptado por el grupo, éste impone al<br />

recién ingresado ciertos sacrificios: cierta renuncia<br />

a su forma especial de ver y de hacer las cosas,<br />

cierta acomodación con las pautas generalmente<br />

admitidas por los demás miembros, etc. Esta renuncia<br />

y acomodación pueden ciertamente degenerar<br />

en pérdida de individualidad y de personalidad,<br />

y por consiguiente de riqueza, pero son condición<br />

indispensable para la cohesión del grupo y para su<br />

eficacia dentro de la sociedad.<br />

- Protege física y socialmente a los miembros<br />

del grupo, adaptándose a sus limitaciones y a sus<br />

desventajas, sobre todo en el caso de los miembros<br />

más débiles o más desviados.<br />

La importancia y trascendencia de estas funciones<br />

del grupo en relación con el individuo quedan<br />

de manifiesto cuando consideramos el interés que<br />

las grandes organizaciones -Estado, Iglesia, gran<br />

empresa, etc.- ponen en la creación, dentro de sus<br />

límites propios, de grupos pequeños que desempeñen<br />

dichas funciones. Las llamadas comunidades<br />

cristianas en el seno de la Iglesia Católica constituyen<br />

una perfecta ilustración de esta tendencia<br />

general.


Con relación a la sociedad total, los grupos pequeños<br />

desempeñan las funciones siguientes:<br />

- Se encargan de tareas muy concretas yespecíficas,<br />

convirtiéndose en las fuerzas de choque de la<br />

organización o de la sociedad. Así, por ejemplo, las<br />

células de los partidos políticos, los comités y los<br />

equipos en las grandes organizaciones laborales, las<br />

escuadras en la organización militar, etc.<br />

- Actúan como agencias poderosas de socialización<br />

de los miembros de la sociedad, preparándolos<br />

así para las tareas de la misma. Desde el punto de<br />

vista de la formación social, ésta es la función más<br />

importante de los grupos. De ahí igualmente la<br />

trascendencia que tiene el que los grupos en los que<br />

desde pequeño se inserta el niño tengan una estructura<br />

adecuada. Si la estructura del grupo familiar,<br />

o de la clase en el centro educativo, por ejemplo, es<br />

marcadamente clasista o autoritaria, el niño y el<br />

adolescente incorporarán a su personalidad dinámica<br />

pautas de comportamiento inadecuadas para<br />

vivir y participar en una sociedad con tendencias<br />

democráticas y participativas, o, en ciertos casos<br />

más bien extremos, se marginarán o mostrarán actitudes<br />

típicamente desviadas.<br />

- Facilitan y promueven la adhesión de los individuos<br />

a la gran organización o sociedad a la que<br />

últimamente pertenecen, sin que sea necesario el<br />

que tales individuos comulgen con los valores y<br />

objetivos de dicha organización o sociedad. shils<br />

descubrió que muchos soldados alemanes que participaron<br />

en la II Guerra Mundial cumplían perfectamente<br />

su oficio y demostraban idénticas cualidades<br />

guerreras y castrenses que los nazis más fanáticos<br />

sin necesidad de comulgar en la ideología del<br />

nazismo. Bastaba que el líder del grupo hiciera de<br />

éste un


social rurales y campesinas desde la perspectiva<br />

fundacional de una disciplina, la sociología, que<br />

nace a impulsos de una sociedad industrial urgida<br />

por la necesidad de tomar conciencia de sí misma?<br />

Saint-Simon, Comte, Marx y Max Weber, los «padres<br />

fundadores», consideraron siempre la ciudad<br />

como el motor de la historia, aunque por razones<br />

distintas.<br />

Comte, en la estela de Saint-Simon, considera<br />

que la industria, desarrollada por la concentración<br />

de las masas obreras en las ciudades, es la primera<br />

manifestación del espíritu científico y el corazón y<br />

núcleo de la sociedad industrial, en la que la unión<br />

de la ciencia política y la industria operará una<br />

transformación radical de la organización social y<br />

de la mentalidad humana.<br />

Marx define la ciudad como el lugar privilegiado<br />

en el que la producción industrial capitalista alcanzará<br />

su expresión más radical.<br />

Durkheim, fiel a su idea de que una mayor densidad<br />

demográfica produce una mayor densidad social,<br />

y ésta un nuevo tipo de solidaridad y de sociedad,<br />

proclama a la ciudad como punta de lanza de<br />

esta transformación.<br />

Esta perspectiva y predilección sociológicas por<br />

la ciudad exacerbaron la dicotomía entre campo y<br />

ciudad y, más exactamente, entre sociedad tradicional<br />

y sociedad industrial moderna.<br />

Diversas transformaciones han suavizado esta<br />

dicotomía: el aumento de la movilidad geográfica y<br />

territorial; la tendencia creciente de los organismos<br />

gubernamentales a desempeñar funciones asignadas<br />

antes a las comunidades locales; la disminución<br />

de la importancia de los grupos de vecindad y el<br />

creciente desgarro del tejido social de los pueblos;<br />

la intensa penetración de la cultura urbana a través<br />

de los medios de comunicación de masas; el aumento<br />

de la complejidad de los mismos núcleos rurales<br />

y la interpenetración de los confines de los diversos<br />

tipos de comunidades; la progresiva sistematización<br />

centralizadora de los Estados actuales, con la<br />

consiguiente pérdida de autonomía de las comunidades<br />

rurales.<br />

A pesar de que persisten diferencias entre lo<br />

rural y lo urbano, hoy se prefiere hablar del continuo<br />

rural-urbano, y analizar el perfil de las distintas<br />

140 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

comunidades, ordenadas en una serie o gama continua,<br />

bajo el impacto de un cambio global que afecta<br />

a toda la sociedad y que no puede reducirse rutinariamente<br />

a la gradual asimilación del campo a la<br />

ciudad.<br />

En las páginas siguientes, sin embargo, y en aras<br />

de la claridad, se fuerza un poco la vieja dicotomía<br />

entre las formas de vida rural y urbana.<br />

En España, y según los cálculos del último censo,<br />

la población total se distribuía en el continuo<br />

rural-urbano de la forma siguiente:<br />

42.100 en 682 municipios de hasta 100 habt.<br />

756.700 en 2.849 municipios de 101 a 500 habt.<br />

932.900 en 1.303 municipios de Sala 1.000 habt.<br />

1.513.800 en 1.059 municipios de 1.001 a 2.000 habt.<br />

1.360.700 en 559 municipios de 2.001 a 3.000 habt.<br />

1.983.900 en 517 municipios de 3.001 a 5.000 habt.<br />

3.524.100 en 513 municipios de 5.001 a 10.000 habt.<br />

3.954.700 en 288 municipios de 10.001 a 20.000 habt.<br />

2.325.200 en 97 municipios de 20.001 a 30.000 habt.<br />

1.966.800 en 52 municipios de 30.001 a 50.000 habt.<br />

3.521.500 en 53 municipios de 50.001 a 100.000 habt.<br />

8.420.500 en 44 municipios de 100.001 a 500.000 habt.<br />

7.442.800 en 6municipios de más de 500.000 habt.<br />

Las diferencias socio-culturales que caracterizarían<br />

en principio a los dos polos del continuo ruralurbano<br />

se han de entender teniendo en cuenta el<br />

sustrato común de rasgos propios del concepto de<br />

comunidad territorial. Amando de Miguel los sintetiza<br />

en estos seis:<br />

- una entidad colectiva. Los pueblos o ciudades<br />

han tenido siempre un nombre propio, que constituye<br />

un primer símbolo de identificación del conjunto.<br />

En el origen de muchos apellidos españoles<br />

está la procedencia urbana del fundador del patronímico.<br />

Los apellidos vascos se refieren casi siempre<br />

en su origen al caserío de donde procede el<br />

tronco familiar;<br />

- un elemento territorial que lo distingue de todas<br />

las demás posibles agrupaciones humanas. Por<br />

eso sólo en un sentido analógico se puede hablar de<br />

la «comunidad médica» o la «comunidad cristiana».<br />

En el sentido más estricto que aquí elegimos,<br />

las comunidades tienen inherente un término espacial;


trol ejercido por el grupo sobre la persona contribuyen<br />

por igual a configurar la fisonomía, a veces<br />

«antipática», de los pueblos e incluso de las pequeñas<br />

ciudades, fisonomía caracterizada por la envidia,<br />

la maledicencia y la falta de libertad personal<br />

para comportarse de una manera espontánea.<br />

Otras características de la estructura social de<br />

las zonas rurales son las siguientes:<br />

- Una diferenciación social muy atenuada, debido<br />

a la ausencia casi total de los sectores secundario<br />

y terciario de la economía, es decir, de la industria<br />

y de los servicios. Esta falta de diferenciación<br />

social estaba reforzada por la tendencia al autoconsumo<br />

y la autoprovisión de los medios e instrumentos<br />

necesarios para el trabajo. Las unidades familiares<br />

tendían a ser autárquicas, lo que en la práctica<br />

significaba que las relaciones sociales empezaban<br />

y acababan en el perímetro del mismo pueblo.<br />

- Una fuerte endogamia en el seno de la comunidad<br />

rural, lo que contribuye a una movilidad social<br />

escasa. Esta endogamia se ha expresado en<br />

otras épocas en variedad de ritos y costumbres que<br />

en ocasiones tienen como finalidad expresar con<br />

toda claridad la voluntad firme de la comunidad<br />

rural de intervenir en el noviazgo y el matrimonio<br />

de la pareja y de negarle un carácter interpersonal,<br />

que en la gran ciudad sería indiscutible.<br />

De ahí la costumbre, hoy en declive, de las estipulaciones<br />

y la fijación de la dote, el pago de la<br />

«patente» a los mozos del pueblo por medio del<br />

convite del novio, la celebración de las publicaciones<br />

y el hacer la cama a los recién casados y, finalmente,<br />

la presencia de toda la comunidad rural a la<br />

celebración de la boda.<br />

- Una estratificación social caracterizada por<br />

una menor distancia social entre las clases sociales,<br />

menos diferenciadas que en la ciudad.<br />

- Una mayor solidaridad social en las comunidades<br />

rurales, debida en parte a que los factores<br />

que provocan el fatalismo -catástrofes naturales,<br />

arbitrariedad de la naturaleza, decisiones lejanas<br />

de los poderes centrales- descargan por igual sobre<br />

todos.<br />

- Una fuerte ritualización simbólica de los elementos<br />

y fenómenos naturales: la tierra, el aire, el<br />

142 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

fuego, la tormenta, el agua, la muerte, el dolor, la<br />

soledad, las enfermedades, el miedo... En algunas<br />

regiones españolas como Galicia, esta ritualización<br />

es omnipresente y bastante conocida, pero probablemente<br />

podemos encontrar expresiones de la misma<br />

en todas las zonas rurales españolas. A la larga,<br />

esto condiciona tanto la expresión religiosa del<br />

hombre del campo como su vida cotidiana y sus<br />

relaciones individuales y sociales.<br />

En el hombre del campo influyen factores difíciles<br />

de sistematizar. Factores regionales, factores<br />

históricos, factores que provienen de esta realidad<br />

primordial: la propiedad o no de la tierra, grande o<br />

pequeña. Por eso, hablar del hombre del campo<br />

como de una realidad unívoca y constante no tiene<br />

sentido. Cabe, sin embargo, intentar una caracterización<br />

sociológica del habitante de las zonas rurales<br />

que nos permita una más acertada comprensión<br />

del mismo, basándonos en lo que de una manera<br />

genérica es común a todos ellos: el habitar una<br />

pequeña unidad de población yel tener como profesión<br />

lo que los economistas denominan una ocupación<br />

perteneciente al sector primario: la agricultura,<br />

o la ganadería, en especial.<br />

Una primera característica es la pobreza de pensamiento<br />

del hombre del campo, debido en gran<br />

parte a la no necesidad de tomar iniciativas, ya que<br />

día tras día todo es igual, todo es repetir gestos<br />

transmitidos de generación en generación. Además,<br />

están ausentes, en general, del mundo político y<br />

social del país. El ambiente del pueblo suele ser<br />

tranquilo y sin estridencias ni acontecimientos inéditos,<br />

y esto significa ausencia de crítica profunda,<br />

de reflexión y de reacciones personales. Se han señalado<br />

dos notas más en relación con esta pobreza<br />

de pensamiento:<br />

- el subjetivismo. El pensamiento del hombre<br />

del campo queda borroso, indeciso y concentrado<br />

sobre su propio yo. Su visión es habitualmente global,<br />

confusa, sin articulaciones claras de la realidad,<br />

sin la concentración que lleva al análisis y<br />

desemboca en la síntesis;<br />

- la fragmentación. El modo de pensar campesino<br />

tiende a insistir sobre aspectos fragmentarios<br />

que yuxtapone según la ley de la asociación, por<br />

pura contigüidad. Debido a esto, muy frecuente-


mente se falsean las perspectivas y se crean pseudosíntesis.<br />

Una segunda característica es el tipo de religiosidad<br />

más frecuente en el mundo rural, la llamada<br />

religiosidad cosmo-vital o popular. Dios y los poderes<br />

espirituales son concebidos como fuerzas arbitrarias<br />

y caprichosas de las que dependen la lluvia,<br />

el sol, las plagas o su ausencia. Es necesario controlarlas<br />

debidamente, y de ahí la importancia de los<br />

ritos en el mundo campesino y el papel capital del<br />

sacerdote, que es el hombre capaz de dispensar esos<br />

ritos. Este tipo de religiosidad utilitaria lleva consigo:<br />

- una multiplicación de


144 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


humanidad, ideologías que cobraron una virulencia<br />

especial con la aparición de las grandes ciudades<br />

industriales en el siglo XIX. La ciudad, según estas<br />

ideologías, corrompe al hombre, le destruye, le somete<br />

a la concurrencia feroz y a la especulación<br />

egoísta. Pese a los males reales de la gran ciudad<br />

actual, el balance exacto hay que situarlo entre<br />

ambas ideologías, la optimista y la pesimista.<br />

- En la ciudad existe una gran división del trabajo<br />

social, lo que conduce a una mayor diversificación<br />

social. Habitualmente, aunque no fatalmente, esto<br />

significa también una mayor distancia entre las<br />

clases sociales, aunque menos visible en ocasiones<br />

que en las comunidades rurales. Esta mayor distancia<br />

social degenera muy frecuentemente en rivalidad<br />

y lucha de clases.<br />

- Una gran movilidad caracteriza a la comunidad<br />

urbana, sobre todo a la de grandes dimensiones.<br />

Esta movilidad se realiza en tres coordenadas:<br />

la geográfica, la ocupacional y la social: es decir, el<br />

hombre urbano cambia con relativa frecuencia de<br />

lugar de residencia, de tipo y lugar de trabajo y de<br />

posición o status social. Esto significa, entre otras<br />

cosas, que el hombre de la ciudad tiene por lo general<br />

menos «raíces» que el hombre del campo.<br />

Este mayor desarraigo del hombre de la ciudad<br />

se traduce con dolorosa frecuencia en fenómenos de<br />

desorganización social: crisis de la familia, delincuencia<br />

juvenil, etc. Naturalmente, el desarraigo no<br />

es la única explicación a estas formas de desorganización<br />

social y familiar, como veremos en los siguientes<br />

párrafos.<br />

- Frente a los controles directos y externos propios<br />

de las comunidades rurales, la ciudad se caracteriza<br />

por el predominio de los controles indirectos e<br />

internos, o por la ausencia generalizada de todo tipo<br />

de control social sobre la conducta del individuo.<br />

Esta ausencia de controles sociales repercute negativamente<br />

en los problemas sociales mencionados<br />

en el párrafo anterior: crisis familiares, delincuencia<br />

juvenil, abandono religioso, separaciones matrimoniales,<br />

ilegitimidad, etc.<br />

- Predominan en la comunidad urbana las relaciones<br />

secundarias frente a las relaciones primarias,<br />

propias de las pequeñas comunidades rurales. Las<br />

relaciones secundarias están caracterizadas por el<br />

anonimato en los contactos interpersonales y la segmentación<br />

de los roles, es decir, la resistencia del<br />

individuo a volcarse con toda su personalidad en<br />

sus relaciones sociales.<br />

Este anonimato y despersonalización conducen<br />

con frecuencia a una situación de anomía: la persona<br />

humana se siente como desamparada, perdida,<br />

no sabe a qué atenerse en diferentes situaciones,<br />

porque no ve con claridad qué normas o principios<br />

seguir, no sabe a quién recurrir en momentos difíciles,<br />

etc. El famoso «teléfono de la esperanza», tan<br />

frecuente en las grandes metrópolis del mundo occidental,<br />

responde precisamente a estas situaciones<br />

provocadas por la anomía que caracteriza crecientemente<br />

al hombre urbano.<br />

Estas cinco características no pretenden agotar<br />

la problemática de la ciudad moderna, ni tampoco<br />

responden con toda justicia a lo que la comunidad<br />

urbana significa hoy para el hombre medio.<br />

Las ventajas de vivir en una ciudad son innumerables:<br />

mayores posibilidades culturales, abundancia<br />

de todo tipo de servicios, ambiente de libertad<br />

personal inimaginable en las zonas rurales, facilidades<br />

superiores para ascender en la escala social,<br />

mayores oportunidades educativas, horizontes sociales<br />

mucho más abiertos, etc.<br />

Todo este conjunto, aquí apenas esbozado, es<br />

precisamente lo que explica el atractivo incoercible<br />

de la ciudad sobre el hombre del campo y el despoblamiento<br />

de éste. Pero hay que reconocer que la<br />

exposición de los problemas de la gran ciudad no se<br />

han agotado con la lista anterior. En la que podríamos<br />

llamar nueva problemática de las grandes concentraciones<br />

urbanas, habría que señalar los puntos<br />

siguientes:<br />

- La contaminación ambiental, que se despliega<br />

en múltiples direcciones: atmósfera, ruido, agua,<br />

etc.<br />

- La escandalosa contradicción -tan frecuente<br />

en España- entre una zona residencial, generosamente<br />

dotada de infraestructura viaria y social, pero<br />

muy poco poblada, y el casco y áreas periféricas<br />

modestas, muy congestionadas de población, pero<br />

muy poco atendidas en todo lo que se refiere a<br />

comunicaciones, servicios sociales, zonas verdes,<br />

etc.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 145


- El deterioro progresivo de la ciudad, de la que<br />

huyen las clases sociales altas para instalarse en<br />

urbanizaciones y zonas residenciales menos contaminadas<br />

y congestionadas, abandonándola a las<br />

clases modestas y a los servicios administrativos y<br />

comerciales, e incluso a todo tipo de industrias.<br />

El urbanista español Gaviria ha empleado el<br />

término


Se ha denominado precisamente clase media<br />

nueva a este grupo de hombres que proceden de<br />

estratos más bien bajos de la sociedad y que están<br />

dominados por el afán de ascender socialmente, de<br />

mejorar su posición social y de figurar en la legión<br />

de los afortunados.<br />

Una de las manifestaciones más claras de las<br />

peculiaridades de la estructura social urbana es la<br />

aparición reciente en las grandes ciudades de dos<br />

fenómenos que polarizan la atención a la par de<br />

políticos y urbanistas. Las nuevas «urbanizaciones»<br />

y los «suburbios».<br />

Los grandes suburbios de las ciudades importantes<br />

modernas corresponden esencialmente a tres<br />

tipos:<br />

- Los núcleos rurales insuficientemente urbanizados,<br />

bien sea en antiguas edificaciones campesinas<br />

-establos, huertas, corrales-, bien en las viejas casas<br />

de los antiguos pueblos que la ciudad en expansión<br />

va anexionando.<br />

- Los núcleos de crecimiento espontáneo, constituidos<br />

por viviendas provisionales de construcción<br />

efímera y de materiales de desecho: las llamadas<br />

chabolas, donde el problema más acuciante es el<br />

hacinamiento de sus moradores.<br />

- Las parcelas ilegales con construcciones de escasa<br />

categoría, ausencia total de urbanización y<br />

desorden total. En todos los casos se debe al «vacío»<br />

jurídico en torno al empleo del suelo y la construcción<br />

de viviendas, o al desorden administrativo propio<br />

de los períodos de transición rural-urbana.<br />

En sus zonas más deterioradas y socialmente<br />

deprimidas, el suburbio responde a la caracterización<br />

siguiente, que resume los rasgos esenciales de<br />

una cultura sub-urbana sociopatológica, es decir,<br />

dominada por elementos negativos asociales:<br />

- Se trata de una población emigrante, es decir,<br />

nutrida del éxodo rural. En una investigación sobre<br />

la procedencia de los habitantes de las chabolas de<br />

Madrid (1970), el 21% eran de la región Centro, el<br />

19% de Extremadura, el 14% de Andalucía Oriental<br />

yel 10% de Andalucía Occidental.<br />

- Es una población muy diversa, lo que supone<br />

una notable atomización socio-cultural, y una ausencia<br />

práctica de integración normativa, es decir,<br />

de integración social producida por el consenso en<br />

las mismas normas de conducta sexual, familiar,<br />

social, etc. Pero al mismo tiempo coexiste con esta<br />

falta de integración normativa un alto grado de integración<br />

negativa provocada por un sentimiento común<br />

de defensa ante la ciudad hostil.<br />

- Es frecuentemente una zona asocial, privada<br />

de mecanismos sociales unificadores, es decir, mecanismos<br />

de unión, control y presión. Una de las<br />

razones de esta ausencia de medios de unificación<br />

es la privación sufrida por estas zonas suburbiales<br />

del necesario equipamiento social.<br />

Faltan parroquias, centros sanitarios y culturales,<br />

escuelas, mercados, etc., en tanto que la iniciativa<br />

privada los provee suficientemente de bares,<br />

cines, discotecas, etc. De ahí que sus habitantes se<br />

sientan empujados a comportamientos asociales,<br />

ya que lo social y lo asociativo no es adecuadamente<br />

valorado.<br />

El principio práctico dominante es «cada uno hace<br />

lo que quiere», no tanto como creencia colectiva,<br />

sino como reacción contra la vieja presión social de<br />

origen rural, viva todavía en la memoria de los<br />

habitantes del suburbio.<br />

- La desorientación social es muy grande, lo<br />

que en la práctica se traduce en la relativización de<br />

valores y normas éticas, en el relajamiento de las<br />

pautas de comportamiento, en altas tasas de delincuencia<br />

infantil y juvenil, y en variadas formas de<br />

patología sexual.<br />

- Faltan asociaciones de todo tipo, en gran parte<br />

porque el variado origen regional significa en la<br />

práctica «lenguajes culturales» diferentes, lo que<br />

dificulta la asociación. Por otra parte, la familia<br />

sigue intentando responder a concepciones rurales<br />

de la vida y se revela con frecuencia incapaz de<br />

asimilar las nuevas pautas urbanas.<br />

La familia de los suburbios se suele caracterizar<br />

por una fecundidad más alta, alto grado de hacinamiento<br />

y predominio de los puestos de trabajo en el<br />

sector servicios no calificados, más que en el sector<br />

industrial; se trata realmente de una población preobrera<br />

y muy marginada.<br />

En un contexto diametralmente opuesto de las<br />

zonas suburbiales se sitúa el fenómeno de las nue-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 147


vas urbanizaciones, habitadas sobre todo por gente<br />

de clase media y alta.<br />

Las nuevas urbanizaciones responden a la situación<br />

anteriormente denunciada de segregación espacial,<br />

que las convierte en un mundo cerrado al<br />

exterior y a los posibles visitantes. Mario Gaviria ha<br />

señalado las barreras siguientes que clausuran las<br />

urbanizaciones a los no propietarios:<br />

- la existencia de un paso con barrera o con<br />

guarda;<br />

- la misma situación topográfica, buscando<br />

siempre la orientación hacia la sierra o zonas agrestes<br />

y evitando la comunicación con la ciudad o los<br />

pueblos vecinos;<br />

- las características de la red viaria y de comunicaciones<br />

de la urbanización, que la convierten en<br />

una zona autónoma;<br />

- el uso exclusivo del automóvil como medio de<br />

acceso a la urbanización, y la menor concesión a los<br />

transportes colectivos o los servicios públicos;<br />

- la práctica corriente de exigir la categoría de<br />

«socio» para el uso de los servicios de la urbanización:<br />

piscinas, clubs, campos de deportes, cafeterías,<br />

etc., lo que significa la creación de una clase<br />

social aparte, separada: la de los «propietarios»;<br />

- la existencia frecuente de guardas pagados<br />

por la urbanización, con el fin de evitar el posible<br />

intrusismo (Mario Gaviria, Campo, urbe y espacio<br />

del ocio. Siglo XXI de España, Madrid 1971, 225 Y<br />

226).<br />

Suburbios y urbanizaciones no agotan, naturalmente,<br />

el análisis de la estructura social, pero representan<br />

dos polos extremos en torno a los cuales<br />

gira el complejo entramado de la ciudad como centro<br />

social de convivencia.<br />

9. Rasgos peculiares<br />

del hombre de la ciudad<br />

No existe, naturalmente, una lista de características<br />

del hombre urbano unánime y válida en todos<br />

los casos. El tamaño de la ciudad, su caracterización<br />

funcional, su historia cultural y su relación con<br />

148 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

el entorno regional, determinan el tipo de ciudadano<br />

medio. Los dos apartados anteriores nos permiten<br />

sin embargo inferir algunos rasgos que definen<br />

al habitante de la ciudad en contraposición con el<br />

hombre del campo.<br />

Citemos en primer lugar como rasgo más visible<br />

la masificación y despersonalización, frecuentemente<br />

tratado en el cine y la movida actuales.<br />

• Manifestaciones<br />

de la masificación urbana<br />

- La disminución del sentido de identidad y de<br />

la autoposesión personal en aras de una identificación<br />

con el conjunto.<br />

- Inercia y actuación por hábitos. La exposición<br />

del hombre urbano a los medios de comunicación<br />

de masas, más intensa que la del hombre del campo,<br />

tiende a favorecer dicha inercia y la creación de<br />

reflejos.<br />

- Incomprensión de los factores que determinan<br />

su propia situación vital.<br />

- Marginalidad, trivialidad de la vida y privatización<br />

de baja calidad.<br />

- Un grado notable de frustración -ya aludimos<br />

a ella anteriormente- como subproducto de sus aspiraciones<br />

de movilidad social y como consecuencia<br />

en parte de tal frustración, violencia latente y<br />

disponibilidad para empresas reivindicatorias simplistas<br />

(José Luis Pinillos).<br />

Como segunda nota destacada cabe señalar el<br />

secularismo, es decir, la ausencia práctica de signos<br />

y símbolos religiosos. Todo esto es cierto que tiende<br />

a desaparecer en el mundo moderno, pero el hombre<br />

del campo los conserva todavía más cercanos y<br />

cálidos, sea cual sea su actitud ante ellos. En íntima<br />

relación con este secularismo notamos también el<br />

utilitarismo, la abundancia de estereotipos, la actitud<br />

crítica y de suficiencia, y el sentimiento de<br />

transitoriedad.<br />

Se habla mucho en nuestra época -valga como<br />

tercer rasgo de hombre de la ciudad- de la neurosis<br />

del habitante de las grandes concentraciones urbanas,<br />

neurosis debida probablemente a la abundan-


cia de conflictos que degeneran en fuertes tensiones<br />

psíquicas. En conexión con este síndrome psicosomático<br />

tenemos que mencionar también el exceso<br />

de competitividad que azota a la sociedad urbana.<br />

Una cuarta nota hay que deducirla de la situación<br />

de la familia urbana. Con la reducción simultánea<br />

del tamaño de la familia y de sus funciones, se<br />

presentan en la familia de la ciudad nuevos conflictos,<br />

menos intensos o menos aparentes en la familia<br />

rural. Conflictos entre el marido y la mujer, debidos<br />

en gran parte al nuevo rol ocupacional y social que<br />

la sociedad urbana tiende a asignar a las mujeres, y<br />

conflictos entre los padres y los hijos, por el influjo<br />

sobre éstos de agentes socializadores menos potentes<br />

en el campo: los grupos de amigos, las asociaciones<br />

juveniles y los medios de comunicación de masas.<br />

A la intensificación de estos conflictos contribuyen<br />

los factores siguientes:<br />

- el trabajo individualizado de cada miembro<br />

de la familia;<br />

- la diversidad de actividades fuera del hogar<br />

de cada uno de ellos, lo que minimiza los contactos<br />

familiares interpersonales y convierte a veces el<br />

hogar en un puro lugar de reunión para comer y<br />

descansar;<br />

- los diferentes contextos sociales en que cada<br />

miembro de la familia despliega su sociabilidad...<br />

Una quinta nota para cerrar esta descripción del<br />

hombre urbano: el informe FüESSA sobre la situación<br />

social de España de 1970 ilustró un prejuicio<br />

urbano muy frecuente: que en el campo se vive mejor<br />

que en la ciudad. Es la ideología de la «felicidad<br />

rura!», todavía vigente en la mayor parte de las<br />

sociedades. Datos concluyentes de esa investigación:<br />

el 80% de las amas de casa creen que la gente<br />

de la ciudad se muere antes; el 49%, que en el<br />

campo se come mejor; el 63%, que en el campo la<br />

gente es más feliz; el 95%, que en el campo la gente<br />

tiene más salud.<br />

Aunque todas estas creencias carecen totalmente<br />

de base empírica, y la realidad social del campo<br />

es exactamente la contraria, este convencimiento<br />

del hombre urbano sobre los males de la ciudad y la<br />

situación idílica del campo apunta a un fuerte sentimiento<br />

de pesimismo, producto probablemente<br />

de las cuatro notas anteriores y de la publicidad<br />

montada sobre los «bienes» de vivir en la ciudad,<br />

pero... fuera de la ciudad (Informe sociológico sobre<br />

la situación social de España. FüESSA, 1970. Euramérica,<br />

Madrid 1970,618).<br />

..<br />

PARA AMPLIAR HORIZONTES<br />

.....1<br />

llli I<br />

•<br />

l. Las nuevas sectas<br />

Las necesidades "nuevas» de una sociedad desarrollada, consumista,<br />

secularizada y permisiva, en la que florecen las marginaciones<br />

y las soledades, han suscitado multitud de grupos con<br />

lluevas ofertas o respuestas de índole espiritual, religiosa o pseudo-religiosa.<br />

Woodrow (1977) propone el cuadro siguiente de<br />

necesidades sociales y respuestas sectarias:<br />

Necesidades Respuestas de las sectas<br />

- Amistad. - Pequeños grupos.<br />

- Esoterismo y novedad. - Filosofías orientales, exotismo<br />

formalista y rituales<br />

inéditos.<br />

- Gratuidad, don de sí... - Compromiso total, renuncia<br />

al patrimonio personal<br />

y a los roles anteriores.<br />

- Seguridad (frente a ame- - Certeza de salvación, milenazas<br />

nucleares y ecológi- narismo.<br />

cas).<br />

- Pruebas experimentales - Datos, cifras, terapias<br />

para las creencias. mentales.<br />

- "Paraíso perdido» como - Utopías: "Santa Sión»,<br />

meta socio-religiosa. "Mil años de felicidad tras<br />

el Armaguedón», «Nueva<br />

civilización tras la victoria<br />

contra el comunismo» ...<br />

- Puntos de orientación y de - Respuestas claras y simsentido<br />

en la vida. pIes, interpretaciones literales<br />

de textos sagrados,<br />

fundamentalismos ...<br />

PARA COMPRENDER LA SOCJOLOCIA 149


De estas «respuestas» se han apoderado con aVidez y eficaCia<br />

muchos grupos y movimientos que ocupan grandes espacIOs en<br />

el llamado «supermercado del espmtu» (Greenfleld)<br />

2. Una exhaustiva c1asificacion<br />

de grupos y comunidades<br />

El ViejO maestro Durkhelm CIfraba la evoluclOn de la humamdad<br />

en un aumento de la densIdad soczal, entendida como el<br />

espesamlento de la red de relaCiones, mstltuclOnes y grupos en<br />

que se despliega la actIVIdad humana, lo que produce un tipo<br />

nuevo de hombre, mas solIdarlO Al margen de razonables dudas<br />

sobre el aCierto de la ultima parte de su «profeCla» -la relativa a<br />

la solidandad en auge-, la proliferaclOn de grupos y colectIVIdades<br />

es un hecho mdlscutlble Para gUiarnos en esa compleja<br />

galaXia soclOloglCa, puede ser util esta claslflcaclOn de los grupos<br />

propuesta por Gurvltch (cf cuadro adjunto)<br />

Lecturas<br />

M Castells, La cuestlOn urbana SIglo XXI, MadrId 1976<br />

H Lefebvre, De lo rural a lo urbano Penmsula, Barcelona<br />

1971<br />

V Perez DIaz, Pueblos y clases soczales en el campo espanol<br />

Siglo XXI, MadrId 1974<br />

E Sevilla Guzman, La evoluclOn del campesznado en Espana<br />

Penmsula, Barcelona 1979<br />

150 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Criterios Tipos de grupos<br />

1 FunclOn - Economlcos - Clentlhcos<br />

- ReligIOSOS - Politlcos<br />

- Militares - ProfeSIOnales y ocu-<br />

- Recreativos paclOnales<br />

- EducatiVos - Beneflcos<br />

- Artlstlcos<br />

2 Ambito - De la diada a la naclOn<br />

3 Grado de m- - Pnmanos (mtlmos, de mteracclOn frecuente)<br />

teracclOn - Secundanos (segmentados, ocaSIOnales)<br />

4 Grado de es- - Formales<br />

tructura - Informales<br />

5 Complejidad - Umhcados<br />

- Compuestos de subgrupos<br />

6 Tipo de per- - Pertenencia ongmal yadscnta (familia )<br />

tenencia o - PertenenCia lillpuesta (ejercito )<br />

membreCla - PertenenCia voluntana yabierta<br />

7 Ongen - Espontaneos<br />

- Deliberados<br />

8 Grado de ac- - PaSIVOS, mertes<br />

tlVldad - DmamICos, activos<br />

9 Grado de - Abiertos (IgleSia )<br />

apertura - Cerrados (secta )<br />

10 Grado de to- - Directivos<br />

lerancla - PermISIvos<br />

11 RelaclOn - De OposlclOn yconflicto con SOCiedad<br />

con socle- - De acomodaclOn a la SOCiedad<br />

dad


1. El status<br />

como concepto sociológico<br />

L a<br />

sociología ha heredado de los filósofos sociales<br />

la idea de que el primero o uno de los<br />

primeros rasgos de la organización social es la distribución<br />

de derechos y de deberes. Y con esta herencia<br />

ha prohijado el concepto de status, esencialmente<br />

un término jurídico que designa el conjunto<br />

de capacidades legales de un individuo y su poder<br />

para exigir sus derechos y obligaciones, bien para<br />

sí, bien para otros. El término status tiene tres sentidos:<br />

- La posición en un sistema social.<br />

- El lugar que ocupa un individuo en la distribución<br />

de prestigio y, a veces, por afinidad, en el<br />

reparto de derechos, obligaciones, poder y autoridad:<br />

es el status propiamente dicho e implica valoración<br />

de la posición ocupada.<br />

- Un lugar elevado en la distribución de prestigio,<br />

codiciado por los llamados «buscadores de<br />

prestigio» o «trepadores de la pirámide».<br />

El primer sentido, la posición en un sistema<br />

social, en un entramado de relaciones sociales, implica<br />

que el individuo, en cuanto normalmente perteneciente<br />

a varios campos o entramados relacionales,<br />

ocupa igualmente diversas posiciones sociales<br />

9<br />

Status social<br />

en un momento dado de su ciclo vital, es decir, hay<br />

que considerarlo como portador de múltiples posiciones<br />

sociales. Cada una de ellas tiene vinculadas<br />

determinadas expectativas de comportamiento y<br />

un repertorio variado de derechos y deberes anejos<br />

a la persona, lo que presupone la separabilidad de<br />

la persona y de su posición. Como sucede en el rol,<br />

también la posición social se articula en varios sectores<br />

posicionales, ocupados por aquellas personas<br />

correlacionadas con el beneficiario de aquélla. Por<br />

ejemplo, el profesor ocupa una posición dividida en<br />

varios sectores posicionales: colegas, discípulos, administradores<br />

escolares, etc.<br />

STATUS E IDENTIDAD PERSONAL<br />

«Por tanto, una persona entra en una situación social con<br />

una identidad ya establecida. Su identidad se refiere a su<br />

posición o status dentro de la estructura social aplicable a la<br />

situación dada, y establece sus derechos y obligaciones con<br />

referencia a los otros que ocupan posiciones dentro de la<br />

misma estructura. Su posición y, por consiguiente, su<br />

identidad en la situación particular, resultan de todas las<br />

demás posiciones que ocupa en las otras principales<br />

estructuras sociales, especialmente en las otras estructuras que<br />

tienen una vinculación más estrecha con aquella en la cual<br />

actúa en el momento...<br />

En el transcurso de su vida, un individuo adquiere, en<br />

primer lugar, posiciones muy amplias. El individuo comienza<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 151


por una identidad general, como por ejemplo la de clase, sexo<br />

y familia, que más tarde gobernará su posición en muchas<br />

situaciones particulares. Amedida que avanza por la vida,<br />

adquiere posiciones más específicas, y su conducta concreta en<br />

las distintas situaciones en las que rigen estas posiciones sirve<br />

para refinar y modificar la identidad inicialmente asignada. De<br />

tal modo, a medida que pasa el tiempo tienc, para cada nueva<br />

situación, una identidad más completa y única. Este<br />

refinamiento progresivo concede un carácter dinámico, en<br />

desarrollo, a su historia posicional. Por ejemplo, un varón<br />

adquiere ciertos amplios derechos y obligaciones por su simple<br />

cualidad de varón, y dichos derechos y obligaciones integran,<br />

en cierta medida, casi todas las situaciones en las cuales<br />

participa. Pero su posterior historia personal en la interacción<br />

cotidiana contribuye cada vez más a su identidad social y lo<br />

diferencia en muchos sentidos de los demás hombres.<br />

El sistema normativo establece los derechos y las<br />

obligaciones formales vinculados con una posición. Si bien<br />

permite cierta dosis de variación legítima dentro de los límites<br />

impuestos, también fija reglas que deben seguirse en caso de<br />

que el individuo trasponga los límites. Un derecho es una<br />

expectativa legítima abrigada por una persona que ocupa una<br />

posición, respecto de la conducta de una persona que ocupa<br />

otra posición. Desde el punto de vista de la otra persona, esta<br />

exigencia representa una obligación. Por tanto, derecho y<br />

obligación son simplemente distintas definiciones de la misma<br />

relación».<br />

Kingsley Davis, La sociedad humana, 1.<br />

Eudeba, Buenos Aires 1965 82-83.<br />

El concepto estricto dc status, en el segundo de<br />

los sentidos antedichos, nació con los filósofos sociales<br />

del siglo XVIII y su preocupación por el orden<br />

y la estabilidad sociales -Locke, Hobbes y Adam<br />

Smith-, para quienes existía una conexión necesaria<br />

entre la persistencia de la sociedad cn el tiempo<br />

y el hecho histórico de que algunos miembros dc la<br />

sociedad tienen más poder y privilegios que otros.<br />

El término lo heredó la sociología, y fue Linton el<br />

primero que perfiló el concepto como conjunto de<br />

derechos y deberes, en tanto que el rol sería el poner<br />

en acto tales derechos y deberes. Status y rol se<br />

disponen, pues, en perfecto paralelismo, como ha<br />

puesto de relieve Dahrendorf en su descripción del<br />

152 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

«horno sociologicus», cuyos elementos constitutivos<br />

son, a su juicio, el rol y el status, aspectos de<br />

una misma realidad.<br />

A Max Weber se debe un tratamiento profundo<br />

del status como el emplazamiento que una posición<br />

social ocupa en la distribución de prestigio y de<br />

poder. Frente a la situación de clase, determinada<br />

por parámetros económicos, la situación de status<br />

se refiere a todos y cada uno de los componentes<br />

típicos de la vida de los hombres que está determinado<br />

por la estimación social, positiva o negativa,<br />

de su prestigio (honor). El status se expresa habitualmente<br />

en un específico estilo de vida que se<br />

espera y exige de todos aquellos que desean pertenecer<br />

a un círculo social determinado, y en este<br />

sentido, los «grupos de status» son los portadores<br />

específicos de todos los convencionalismos.<br />

Desde esta perspectiva, el status suele incluir<br />

una oportunidad «típica)}, simbólica y real al mismo<br />

tiempo, para acceder a un abanico muy específico<br />

de bienes, condiciones vitales y experiencias personales,<br />

oportunidad determinada por el poder de<br />

disponer de recursos y de habilidades para obtener<br />

unos ingresos concretos, todo ello en un contexto<br />

económico definido.<br />

2. Dimensiones del status<br />

El status tiene dos dimensiones, una horizontal<br />

y otra vertical. La primera consiste en una red de<br />

relaciones, contactos e intercambios, reales o potenciales,<br />

de un individuo con los individuos del<br />

mismo nivel, y en las reciprocidades que tales individuos<br />

pretenden mantener con él. La dimensión<br />

vertical es el conjunto de las relaciones jerárquicas<br />

de un individuo con los que en su grupo o en su<br />

organización ocupan un status superior o inferior.<br />

Pero no todo en el status se reduce a estas dos<br />

dimensiones, tocadas de efimeridad y mudanza. En<br />

todo status hay atributos permanentes, que sobreviven<br />

a la pertenencia del individuo al grupo de<br />

status, que configuran la percepción que los otros<br />

tienen de él y que afectan a la forma como el individuo<br />

desempeña ciertos roles asociados al status. La<br />

edad, el sexo, el mismo empleo ocupacional, figuran<br />

entre estos atributos. Se perfila así otra forma


de concebIr el status el conjunto de recursos reales<br />

o vIrtuales que permIten a un actor socIal Jugar sus<br />

roles con modulacIOnes mas o menos ongInales<br />

La cara menos grata del status son las sanCIOnes<br />

socIales, posItIvas o negatIvas, que se aphcan a su<br />

ocupante segun la forma de ejercerlo Recursos para<br />

ejercer el rol asoCiado al status y sanCIOnes conSIgUIentes<br />

son aspectos Inseparables Esta doble consIderacIOn<br />

del status eqUIvale a decIr que el conJunto<br />

de derechos y obhgacIOnes en que se traduce no<br />

es mvanable No basta la edad para ser respetado, o<br />

la cuahdad de medIco para provocar acato y reverenCia<br />

NI ambas para tener acceso a la red de<br />

contactos e mtercambIOs atmentes a la vejez y a la<br />

profesIOn medIca El hombre que «deshonra sus<br />

canas» y el medIco que traiCIOna su compromIso<br />

vocacIOnal pIerden derechos y pnvIlegIOs de status<br />

Edad y profesIOn aSIgnan status, y esta aSlgna­<br />

CIOn se Inscnbe en un problema de mayor envergadura<br />

como se atnbuyen los status La respuesta<br />

tradIcIOnal es dlcotomlca por atnbucIOn o por logro<br />

Los SOCIOlagos hablan de status adscnto y de<br />

status adqUIndo El pnmero, tlpICO de sOCiedades<br />

tradIcIOnales, se aSIgna en vIrtud de cntenos como<br />

la edad, el sexo, la naturaleza, la genealogla y otros<br />

Dan mayor segundad al mdlvlduo, ya que este se va<br />

preparando (socIahzando) desde el comIenzo de su<br />

VIda socIal para ocupar ese status<br />

El segundo, propIO de las socIedades modernas,<br />

depende de los logros mdlvIduales, condIcIOnados<br />

por el esfuerzo, la amblcIOn, el talento y el mento<br />

La recompensa del logro es el mento, que puede ser<br />

mtelectual, moral, y una mezcla de ambos Va habItualmente<br />

acompañado por el eXIto, pero no SIempre<br />

El status adqUIndo, qUIza mas gratIfIcante que<br />

el adscnto, tIene un coste la msegundad, producto<br />

de la amblguedad del status, que luego se exammara<br />

con mayor detalle Nuestra socIedad, marcada<br />

por la mudanza, la abundanCia de oportumdades,<br />

la movIhdad ocupacIOnal y la democratlzacIOn de<br />

las enseñanzas, ha Ido descartando los status adscntos,<br />

no completamente desapareCidos, y favorecIendo<br />

la prohferacIOn de status adqUIndos<br />

3. El status<br />

en la sociedad tradicional<br />

En la socIedad tradIcIOnal de occIdente, e mcluso<br />

en las sOCiedades premdustnales, la JerarqUIa de<br />

status tema un sohdo fundamento la edad, el sexo<br />

y, muy pnnCIpalmente, el estamento social Este<br />

ultImo, sm la absoluta ngldez de las castas, al no<br />

poseer una legltImacIOn sagrada como aquellas, mterpoma<br />

barreras legales y sImbohcas al transIto<br />

entre status Los componentes del estamento -la<br />

antIguedad de la famlha, el honor, la contInUIdad<br />

patnmomal - eran claramente adscnptlvos, pero<br />

tambIen se aceptaban como cntenos de legitImIdad<br />

estamental otros componentes mas dependIentes<br />

de los logros peI sonales ASI, no eran mfrecuentes<br />

los cambIOS de status por el ennqueCImIento<br />

personal debIdo al esplntu comercial, o por el ennobleCimIento<br />

del plebeyo casado con la hIJa del noble<br />

vemdo a menos Y el pnnClpe podla conceder titulas<br />

de nobleza al plebeyo que se revelaba «utIl» por<br />

sus hazañas behcas o por sus servICIOS excepCIOnales<br />

Aunque sm fundamento sagrado o mltologICo, la<br />

JerarqUIa de status en la sOCiedad tradIcIOnal no se<br />

desprendIO totalmente de una sutIllegltImaCIOn rehgIOsa<br />

La voluntad dlvma, sacrahzando las actIvIdades<br />

economICas a traves del mecamsmo de la<br />

«vocaCIOn» al trabajO y a la profesIOn, se convlrtIO<br />

en un fundamento «metasocIal», como afirma Tourame<br />

4. El status<br />

en la sociedad moderna<br />

En la sOCiedad moderna, la JerarqUIa de status<br />

se aSIenta en bases estnctamente laIcas Los dos<br />

paradIgmas operantes en estas socIedades son el<br />

paradIgma de la mentocraCIa, segun el cual el status<br />

depende del talento y del esfuerzo mdlvldual, y<br />

el paradIgma hohsta-totahtano que atnbuye la obtencIOn<br />

y JerarqUIzacIOn de los status a procesos<br />

sociales vmculados a las relacIOnes de produccIOn y<br />

que actuan de forma determmlsta<br />

NI la mentocraCIa m el paradIgma «hohsta-to-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 153


talitario» constituyen explicaciones cien por cien<br />

concluyentes. Intervienen, por una parte, el factor<br />

de la


6. Los símbolos de status<br />

La incertidumbre y la ambigüedad del status en<br />

nuestras sociedades han multiplicado los símbolos<br />

de status -antaño muy simples y definitorios- al<br />

mismo ritmo que lo han hecho las organizaciones.<br />

Nuestro mundo es un mundo de organizaciones,<br />

que en parte han reemplazado a las pequeñas comunidades<br />

en las que el hombre de las sociedades<br />

tradicionales veía transcurrir sus días sin que su<br />

posición social planteara, ni a sí mismo ni a los<br />

demás, problema alguno: todos sabían «su puesto»<br />

en la sociedad y todos reconocían el puesto de los<br />

demás. En una sociedad móvil y compleja, los símbolos<br />

de status tienen múltiples funciones: provocar<br />

el reconocimiento ajeno, consolidar el prestigio<br />

propio y eliminar la incertidumbre, tanto para provecho<br />

propio, pues la ambigüedad causa tensiones<br />

y desasosiegos, como para seguridad de los que<br />

tienen que interaccionar con nosotros.<br />

Se ha afirmado que, en este tipo de sociedades,<br />

caracterizadas por la apertura del sistema de clases,<br />

los símbolos de status se ajustan a ciclos inflacionistas<br />

y deflacionistas. El ejemplo clásico lo proporciona<br />

la moda, en cuanto símbolo de status. En<br />

general, los grupos de status bajos y medios aspiran<br />

a disfrutar de los símbolos de status de grupos más<br />

elevados, por lo que sobreviene una producción en<br />

masa de los símbolos de status de la élite. Rápidamente<br />

decrece el valor simbólico de estos símbolos<br />

al popularizarse su adquisición y posesión. La élite<br />

se ve entonces obligada a inventar otros símbolos<br />

de status, rápidamente sometidos de nuevo a idéntico<br />

proceso de «envidia» e imitación. El ciclo no<br />

tiene fin.<br />

El repertorio de símbolos de status es interminable,<br />

debido a la capacidad contagiosa del status, es<br />

decir, a su habilidad para infiltrarse como fenómeno<br />

total en innumerables aspectos de la vida cotidiana.<br />

La vivienda, el consumo, la afiliación política<br />

o religiosa, la moda -acabamos de verlo-, los<br />

objetos... pueden llegar a formar parte de este repertorio.<br />

El sociólogo norteamericano T. Veblen, en<br />

su Teoría de la clase ociosa, nos ha legado un penetrante<br />

análisis de uno de esos aspectos tremendamente<br />

porosos a la voracidad del status: el consu-<br />

1S6 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

mo. Parte Veblen de tres supuestos básicos:<br />

- Las posesiones y objetos de consumo pueden<br />

llegar a tener menos importancia e interés como<br />

objetos económicos que como símbolos de prestigio.<br />

- La satisfacción derivada de la posesión de esos<br />

objetos depende de la comparación con los otros<br />

que lo poseen, con el llamado «grupo de referencia»,<br />

al que el individuo desea parecerse.<br />

- Siguiendo esta misma lógica, aparece el «consumo<br />

ostentatorio», es decir, el prestigio social que<br />

se obtiene por la exhibición de nuestro propio consumo<br />

ante los demás, con el secreto anhelo de sobrepujarlos<br />

y rebajarlos.<br />

En suma, las estructuras de prestigio deciden<br />

una buena parte del consumo. Así, los bienes suntuarios<br />

se convierten en símbolos de prestigio de la<br />

posición social que se ocupa. La idea central es que<br />

el «consumo ostentoso» y el «despilfarro ostentoso»<br />

son símbolos de la clase superior y métodos competitivos<br />

para realzar el prestigio individual.<br />

El «canon de reputación» de que habla Veblen<br />

se aplica a: productos mejores y más elaborados<br />

para la comodidad y bienestar personales; a la educación<br />

y actividad intelectual; a sus gustos: el caballero<br />

se convierte en un entendido de viandas, brebajes<br />

masculinos, adornos, armas, casa, danzas...; a<br />

los buenos modales, pues no sólo basta con consumir,<br />

sino que «está la exigencia de que sepa consumirlos<br />

en la forma conveniente»; los regalos, fiestas<br />

y diversiones caras ofrecidos a los amigos y competidores,<br />

que de esta forma le ayudan a poner de<br />

manifiesto su opulencia.<br />

Los símbolos de status tienen una excepcional<br />

importancia en el mundo de las organizaciones<br />

-empresas, hospitales, Administración pública...-,<br />

donde las posibilidades pecuniarias personales apenas<br />

cuentan, y sí en cambio la categoría jerárquica<br />

que se ocupa en el diagrama de la organización.<br />

Despachos, mesas de trabajo, mobiliario, biblioteca<br />

personal, todo puede ser, en definitiva, símbolo del<br />

status del que se disfruta y una forma más o menos<br />

directa de recordar a los visitantes la


En su Diario de California, Edgar Morin se refiere<br />

a los ritos de pasaje que tienen que experimentar<br />

los jóvenes americanos para alcanzar su status. Inspirándose<br />

en la elaboración clásica de Arnold van<br />

Gennep sobre los ritos de iniciación o de «pubertad<br />

social» (distinta de la «pubertad física», precisa van<br />

Gennep), y cuya finalidad consiste en convertir a los<br />

adolescentes en hombres y mujeres, en introducirlos<br />

en el mundo sexual, separándolos del mundo<br />

asexuado, Morin se imagina que ciertos episodios<br />

semidelictivos de muchos jóvenes de las sociedades<br />

desarrolladas -violencia, protestas, choques con la<br />

autoridad, especialmente con la policía, experiencias<br />

con el mundo de las drogas, ...- se pueden<br />

interpretar como auténticos ritos de iniciación juvenil.<br />

La «calle» sería la selva o la jungla en que se<br />

pierde el joven para realizar una hazaña y superar<br />

una prueba: la lucha contra la autoridad y la «policía»<br />

representa, en la actual cultura juvenil, los<br />

enemigos y los peligros que hay que vencer; las<br />


TIPOS ConsecuencIas socIales TIPOS ConsecuenCIaS socIales<br />

DE DE<br />

RITOS Mamflestas Latentes RITOS Mamflestas Latentes<br />

RItos de paso FacIlItar la translclOn<br />

de las personas<br />

a roles y status<br />

nuevos para ellas<br />

Que los «nuevos»<br />

mterpreten sus roles<br />

con el menor<br />

cambIO pOSIble<br />

RItos de renovaClOn Restaurar la estructura<br />

socIal y<br />

mejorar su funclOnamIento<br />

TransmItIr a los ac-<br />

tares orgamzatlvos<br />

que se «hace algo»<br />

con relaclOn a los<br />

Restablecer el<br />

problemas<br />

RItos de degrada-<br />

ClOn DIsolver IdentIdades<br />

socIales y su<br />

poder<br />

eqUllIbno en el fun-<br />

Clonamlento de las<br />

relacIOnes socIales<br />

Dar pubhcldad a<br />

problemas socIales<br />

y dIscutir sus detalles<br />

Defender los 11-<br />

Aplazar el conoclmIento<br />

de los problemas<br />

Centrar la atenclOn<br />

sobre algunos pro-<br />

blemas en detn-<br />

mento de otros<br />

mItes del grupo rede[¡mendo<br />

qUIen<br />

pertenece y qUIen<br />

no<br />

ReafIrmar la Importancla<br />

socIal y<br />

el valor del rol ImplIcado<br />

RItos de reducclOn<br />

de los conflIctos RedUCIr el conflIcto<br />

Yla agreslOn<br />

LegItImar y refor-<br />

zar el sIstema eXls-<br />

tente de poder y au-<br />

tondad<br />

DesvIar la atenclOn<br />

de la resoluclOn de<br />

los problemas<br />

RItos de realce Realzar IdentIdades<br />

socIales y su<br />

poder<br />

Propagar buenas<br />

notICIas sobre la orgamzaclOnCompartlmentah-<br />

zar el conflIcto y<br />

sus efectos<br />

Sumllllstrar reco-<br />

Restablecer el<br />

nOClmIento publIco<br />

a personas por sus<br />

eqUllIbno en las re-<br />

laclOnes socIales<br />

logros MotIvar a RItos de zntegraotros<br />

a esfuerzos SlmIlares<br />

ClOn Ammar y reavIvar<br />

sentImIentos co-<br />

PermItIr que afIo-<br />

ren sentImIentos<br />

EnfatIzar el valor<br />

de la eJeCUClOn de<br />

CIertos roles<br />

munes que mantlenen<br />

a los llldlVIduos<br />

umdos y comprometIdos<br />

con el<br />

sIstema SOCIal<br />

haCIendo desapare-<br />

cer temporalmente<br />

cIertas normas<br />

ReafIrmar por con-<br />

traste la JustIcIa<br />

moral de las normas<br />

Ralph H KIlmann, F¡ve steps {or Closzng Culture-Gaps, en Ralph H KIimann et alll, Gaznzng control o{ the Corporate<br />

Culture Jossey-Bass Pubhshers, Londres 1988,374375<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 159


la perduración y la intensidad de la evaluación realizada.<br />

Esta persistencia de la evaluación garantiza<br />

la seguridad del actor social, alivia su posible ansiedad<br />

ante las presiones, reales o imaginadas, para<br />

rebajar su status, y refuerza las exigencias que todo<br />

ocupante de un status desarrolla en relación con los<br />

privilegios y el respeto que, según su parecer, y el de<br />

la «fuente», le son debidos.<br />

- El cuarto factor es el marco de referencia, «los<br />

demás», cuya situación o posición genera en el actor<br />

social sentimientos de satisfacción o deprivación,<br />

ya que la felicidad social -es la idea comúnmente<br />

aceptada, de Durkheim- siempre es relativa<br />

y depende de la comparación con los demás. En su<br />

estudio del suicidio, Durkheim definió la anomía<br />

como producto de la falta de unos puntos de referencia<br />

o criterios socialmente asentados de comparación.<br />

Así, la movilidad ascendente o descendente<br />

demasiado rápida -típicas de los momentos de crisis<br />

socioeconómica- aumenta la inseguridad del individuo<br />

sobre con quién debe compararse: fallan<br />

las formas de comparación, sobreviene la anomía.<br />

9. El status<br />

en los grupos pequeños<br />

En los «grupos pequeños», definidos no tanto<br />

por el número de sus miembros, sino por el hecho<br />

de que éstos pueden mantener interacción cara-acara<br />

cada uno con todos los demás, se desarrolla, al<br />

igual que en las organizaciones y otras agrupaciones<br />

sociales, una jerarquía de status. Las características<br />

de estas ordenaciones de status, muy similares<br />

en casi todas las culturas, son éstas:<br />

- Los miembros del grupo son jerarquizados según<br />

una pauta coherente, de forma que los situados<br />

en los niveles más altos de la jerarquía tienen más<br />

poder, influencia y otros privilegios que los situados<br />

en los niveles más bajos.<br />

- Los miembros situados en los niveles bajos<br />

muestran más síntomas de estrés que los situados<br />

en los niveles más altos; éstos pueden manipular el<br />

estrés de aquéllos y, mediante esta manipulación,<br />

modificar su desempeño de roles y su rendimiento.<br />

- La mayor parte de los miembros del grupo<br />

160 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

tienden a la larga a mantener interacción preferentemente<br />

con los situados a su mismo nivel.<br />

- Los miembros de nivel más elevado participan<br />

habitualmente más que los de bajo nivel en la<br />

red de interacciones del grupo.<br />

- Los miembros de nivel más elevado, y en especial<br />

el líder, desempeñan funciones de ayuda y control<br />

en el grupo y en relación con el resto de los<br />

miembros.<br />

- El rango de un individuo depende en parte de<br />

atributos externos que no aparecen como pre-requisitos<br />

obvios de status en el grupo: por ejemplo la<br />

mayor edad, el ser varón o el alto nivel familiar de<br />

ingresos.<br />

- La jerarquización de los status es habitualmente<br />

mantenida sin necesidad de peleas físicas ni<br />

gestos de amenaza o sumisión.<br />

En general, las diferencias jerárquicas de status<br />

dependen de la participación, mayor o menor, en<br />

las actividades y en la vida del grupo, del valor que<br />

éste atribuye a las aportaciones de cada miembro,<br />

y, muy en especial, a la diferente influencia que los<br />

individuos ejercen en el proceso de toma de decisiones.<br />

En los grupos llamados «expresivos» -de convivencia,<br />

de amistad...- son menores las diferencias<br />

y distancias de status que en aquellos grupos denominados<br />


3. Los grupos estamentales<br />

en el Madrid del siglo XVI<br />

Una investigación de Ignacio Atienza Hernández y Valentina<br />

Fernández Vargas ha fijado así la proporción de los cuatro grandes<br />

estamentos en que se distribuía la población de Madrid<br />

capital (7.500 vecinos) y de Madrid provincia (6.357 vecinos):<br />

MADRID provincia<br />

%Pecheros 86,85<br />

%Hidalgos 10,37<br />

%Clérigos 2,40<br />

%Religiosos 0,75<br />

MADRID capital<br />

%Pecheros 53,36<br />

%Hidalgos 39,84<br />

%Clérigos 5,57<br />

%Religiosos 1,25<br />

Organización estamental y estructuras suprafamiliares:<br />

en Madrid a finales del siglo XVI.<br />

Revista Internacional de Sociología, 44, fase. 4 (oct.-diciembre 1986).<br />

Lecturas<br />

R. Bendix y S. M. Lipset, Clase, status y poder. Euramérica,<br />

Madrid 1972.<br />

J. Martín Moreno, Sociología de las profesiones en España.<br />

Centro de Investigaciones Sociológicas, Madrid 1982.<br />

V. Packard, Los trepadores de la pirámide. Sudamericana,<br />

Buenos Aires 1969.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 163


l. Igualdad, desigualdad<br />

y estratificación social<br />

E l<br />

sociólogo aficionado a los libros de historia,<br />

que se dedica a rastrear el hecho y el<br />

problema de la igualdad a lo largo del acontecer<br />

histórico, acaba descubriendo que aparentemente<br />

no hay proporción entre el grado de insatisfacción<br />

por el sistema de privilegios y desigualdades de una<br />

sociedad y el grado real de desigualdad existente<br />

entre los miembros de la misma. Descubre asimismo<br />

que, al menos en occidente, las tensiones ideológicas<br />

y las luchas sociales en pro de la igualdad se<br />

iniciaron y florecieron en movimientos religiosos y<br />

milenaristas: los cátaros y pátaros en el medievo<br />

cristiano, los husitas y anabaptistas, T. Münzer en<br />

la época de Lutero, y los mismos «diggers» y «levellers»<br />

de la Inglaterra de la revolución parlamentaria<br />

de Cronwell, en el año 1700, partidarios los<br />

primeros de la igualdad civil y política, y los segundos,<br />

más radicales, del libre acceso a la tierra.<br />

El gran impulso hacia la igualdad procede de las<br />

doctrinas sociales del liberalismo y de la Ilustración,<br />

y de una contradicción latente en sus teorías.<br />

J. Locke inició el problema: la sociedad civil depende<br />

en gran medida de la institución de la propiedad<br />

privada que tienen los hombres sobre sus personas<br />

164 PARA COMPRENDER LA SOClOLOCIA<br />

10<br />

Las clases sociales<br />

y sobre sus bienes, por lo que limitarla con el principio<br />

de una igualdad absoluta equivale a limitar a<br />

los individuos en su relación consigo mismos e impedirles<br />

desplegar libremente sus dotes naturales.<br />

Por encima de estas desigualdades materiales, se<br />

encuentra una igualdad civil que se traduce en una<br />

garantía igual en relación con la propiedad que<br />

cada uno tiene de sí mismo por naturaleza.<br />

DOS GENEROS DE DESIGUALDAD<br />

«Se sigue que hay en la especie humana dos géneros de<br />

desigualdades: una, a la que llamaré natural o física, por estar<br />

establecida por la naturaleza, consiste en la diferencia de edad,<br />

estado de salud, fuerzas físicas y cualidades de la mente y del<br />

espíritu; otra, que se puede llamar diferencia moral o política,<br />

porque depende de cierto tipo de convencionalismos y está<br />

establecida o, al menos, autorizada por el consenso de los<br />

hombres. Esta última consiste en diferentes privilegios<br />

disfrutados por algunos en detrimento de otros, como ser más<br />

rico, más honrado, más poderoso que los otros, o,<br />

simplemente, disponer de su obediencia».<br />

1. J. Rousseau,<br />

Discurso sobre el origen y los fundamentos<br />

de la desigualdad entre los hombres, 1755.


Rousseau estableció la distinción definitiva entre<br />

la desigualdad natural y la desigualdad moral o<br />

política, que se traduce en privilegios de unos y<br />

detrimento de otros.<br />

Tras las revoluciones burguesas del siglo XIX,<br />

nutridas espiritualmente por los ideales universalistas<br />

de la Revolución francesa -liberté, égalité,<br />

fraternité-, las democracias occidentales se establecieron<br />

y desarrollaron sobre una base inequívoca, el<br />

principio de la igualdad entre los hombres. Pero la<br />

estructura social de estas sociedades, marcada por<br />

la existencia de clases sociales en situación de desigualdad<br />

y de conflicto, se contradice con aquella<br />

estructura cultural basada sobre principios de igualdad.<br />

Esta contradicción se ahonda durante todo el<br />

siglo XIX, y alienta la interminable lista de conflictos<br />

sociales que se prolongan bien entrado el siglo<br />

XX.<br />

En el ojo del huracán se sitúa la desigualdad<br />

social, que la mayoría identifica con la existencia<br />

de clases sociales, aunque esta identificación haya<br />

sido muy discutida, como luego se verá.<br />

La teoría de la igualdad se despliega en dos<br />

tesis:<br />

- Todos los miembros adultos de una sociedad<br />

deben tener, en la medida de lo posible, la misma<br />

influencia en las decisiones que afectan a aspectos<br />

importantes de la vida de la sociedad.<br />

- Las desigualdades en riqueza, posición social,<br />

educación y acceso a la misma no deben ser tan<br />

importantes que se traduzcan en una subordinación<br />

permanente de algunos grupos de hombres a<br />

otros, o produzcan grandes desigualdades en el<br />

ejercicio de los derechos políticos.<br />

Estas dos tesis se apoyan en dos argumentos,<br />

llamados argumentos igualitarios:<br />

El primer argumento afirma que los seres humanos<br />

son notablemente semejantes, pese a sus idiosincrasias<br />

individuales. Esta semejanza se refiere a<br />

aspectos fundamentales como las necesidades físicas,<br />

emocionales e intelectuales. Esta es la razón<br />

por la que son posibles la ciencia de la nutrición y,<br />

en menor medida, la psicología y la psiquiatría. El<br />

ámbito de variación entre los hombres es muy pequeño,<br />

y la mayor parte de los hombres se agrupan<br />

en el espacio medio de ese ámbito.<br />

El segundo argumento asegura que las diferencias<br />

individuales y las separaciones o distancias<br />

sociales entre los hombres son dos cosas independientes,<br />

es decir, que las segundas no tienen por qué<br />

seguir necesariamente a las primeras.<br />

Apunta una tercera tesis o, mejor, contratesis: la<br />

igualdad y la desigualdad, tanto política como social,<br />

no son «productos ideológicos», opciones personales<br />

que en ningún caso se apoyan en razones<br />

científicas, sino en «razones del corazón que la inteligencia<br />

no comprende». Los partidarios de la<br />

igualdad basan su proyecto igualitario en la pretensión<br />

razonada de que la implantación de la igualdad<br />

es la condición inexcusable de una sociedad<br />

mejor. ¿Y los partidarios de la desigualdad? Quizá<br />

no se puede hablar de defensores serios de esta tesis<br />

(Berger, 1989).<br />

Pero no han faltado argumentos en pro de la<br />

desigualdad. Entwistle nos recuerda los más populares<br />

y de mayor éxito:<br />

- La desigualdad es funcional para la sociedad,<br />

pues actúa como una energía vital que impulsa el<br />

crecimiento económico y el bienestar social, ya que<br />

la competitividad es el nervio de las sociedades<br />

industriales y beneficia realmente a todos a largo<br />

plazo, y la competitividad implica que unos ganan<br />

y otros pierden, y por tanto genera desigualdad<br />

(Perkin, 1973).<br />

- La desigualdad es sociológicamente inevitable,<br />

pues es requerida por el conjunto de normas de<br />

comportamiento que forman la trama moral de toda<br />

sociedad.<br />

«El origen de la desigualdad se encuentra en la<br />

existencia en todas las sociedades humanas de normas<br />

de comportamiento con sanciones adjuntas...<br />

Hay desigualdad porque hay ley» (Dahrendorf).<br />

- La desigualdad puede convertirse en instrumento<br />

de una ética social radical. Este atrevido<br />

argumento de Pawels (1971) hay que entenderlo así:<br />

la justicia se satisface si unas recompensas desiguales<br />

ayudan y estimulan a incrementar la producción<br />

de riqueza, siempre que estos incrementos<br />

adicionales se distribuyan entre los desfavorecidos.<br />

Pawels continúa:<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 165


trolan el comportamiento y las actitudes de sus<br />

miembros y les transmiten «señales» inequívocas<br />

de lo adecuado y lo inadecuado a su posición.<br />

El reciente proceso de homogeneización social<br />

ha hecho más borrosas estas diferencias en los estilos<br />

de vida, y el ambiente de libertad y de permisividad<br />

hoy dominantes han contribuido igualmente<br />

a difuminar los contrastes más acusados. Pero persisten<br />

las diferencias, sobre todo en el reducto de la<br />

clase alta.<br />

5. Las grandes teorías<br />

sobre las clases sociales<br />

Con el avance de la revolución industrial y política<br />

de los siglos XVIII y XIX Y las grandes transformaciones<br />

operadas sobre el cuerpo social se<br />

abrió un gran interrogante sociológico:<br />

«¿Iba a estar esta sociedad, como lo habían sido<br />

todas las formas previas de socied:>d, organizada primariamente<br />

en estratos de clase, manteniendo cada<br />

uno de ellos la misma unión de elementos económicos,<br />

intelectuales, educativos y políticos que había<br />

caracterizado a los rangos sociales del antiguo orden?<br />

¿O, contrariamente, estaba el ácido de lo moderno<br />

actuando de forma destructora sobre los fundamentos<br />

de las clases sociales... como lo estaba haciendo sobre<br />

la comunidad, la familia extensa y la totalidad de las<br />

relaciones morales y culturales que también tenían su<br />

origen en la edad pre-capitalista, pre-democrática y<br />

pre-racionalista?» (L. A. Costa Pinto, Estructura de las<br />

clases y cambio social, 1964).<br />

Los sociólogos se alinearon bajo dos banderas<br />

diferentes, la radical, representada por Marx, que<br />

afirmó la continuidad con el pasado: la burguesía<br />

reemplazaba a la aristocracia y nacía el proletariado<br />

«bajo el látigo del hambre»; y la conservadora,<br />

enarbolada por Alexis de Tocqueville, quien defendió<br />

la idea de una nueva época: la fuerte orientación<br />

hacia la igualdad había hecho nacer una sociedad<br />

dividida en «grupos de status», mucho menos<br />

compactos y sólidos que las clases sociales. Max<br />

Weber recogió la hipótesis de Tocquevillle, válida<br />

entonces sólo para los recién nacidos Estados Unidos<br />

de América, y la elaboró en una brillante formulación.<br />

172 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

En esta misma línea se sitúan las teorías «gradualistas»,<br />

que evitan las dicotomías radicales y<br />

sólo reconocen diferencias graduales entre estratos<br />

sociales, llámense status o clases.<br />

En su Democracia en América, Tocqueville expresa<br />

su admiración por la igualdad de condiciones<br />

de sus gentes y por la fluidez constante de su sociedad,<br />

lo que impide la cristalización de las inevitables<br />

desigualdades en auténticas clases sociales. La<br />

persecución del bienestar material y la obsesión por<br />

la libertad pusieron en marcha a la nueva nación y<br />

atrajeron a millones de emigrantes europeos, empobrecidos<br />

y sojuzgados.<br />

Bienestar y libertad arrasaron con fuerza irrefrenable<br />

diferencias de rango y privilegios heredados.<br />

La pasión por el confort material se apoderó de<br />

todos, todo el mundo «se hizo de clase media». Sólo<br />

la «clase manufacturera», los «capitanes de industria»,<br />

se convirtieron en una especie de aristocracia<br />

de hombres ricos, pero no cristalizaron en clase,<br />

pues ni tenían sentimientos ni propósitos comunes,<br />

ni tradiciones de honor, ni esperanzas comunes.<br />

Eran, en suma, individuos ricos, pero no una clase<br />

con perfil definido.<br />

Hasta aquí, las respuestas al hecho de la existencia<br />

o no de las clases sociales. Para comprender la<br />

sociología de las clases, hay que dar un paso más y<br />

examinar las explicaciones del proceso de formación<br />

de las clases que han propuesto los grandes<br />

sociólogos.<br />

Cuatro grandes teorías se han afirmado en la<br />

tradición sociológica. Muy sucintamente:<br />

- Marx afirma que el sistema de producción y<br />

de relaciones sociales de él derivadas es el eje en<br />

torno al cual se organizan todos los elementos de la<br />

sociedad, pues la función primaria de toda organización<br />

social es la satisfacción de las necesidades<br />

básicas del hombre.<br />

• Una clase social es el conjunto de individuos que desempeñan<br />

la misma función en el proceso de producción.<br />

- Weber acepta el punto de partida de Marx: la<br />

estratificación social es la manifestación organizada<br />

de poderes desiguales en la sociedad. El poder se<br />

proyecta en tres ámbitos distintos, el económico, el<br />

social y el político. Por tanto:


En la segunda fase, los tres poderes tendieron a<br />

fusionarse, y las élites política y económica lucharon<br />

por ascender en la jerarquía de status. Veamos<br />

con un mínimo de detalle estos tres poderes:<br />

1. El poder en la esfera económica se reparte de<br />

forma desigual en diferentes clases, que no tienen<br />

que ser ni necesariamente dos ni fatalmente antagónicas.<br />

Clase social es el conjunto de personas con<br />

similares intereses y poder económicos, y con las<br />

mismas posibilidades de acceder a los bienes materiales,<br />

de ocupar una posición determinada y de<br />

satisfacer sus necesidades. Como son varias las vías<br />

para acceder al poder económico -la acumulación<br />

de propiedad, el control de los beneficios del capital,<br />

la educación, la profesión...- son también varias<br />

las clases sociales (no sólo capitalistas y proletarios):<br />

- la pequeña burguesía (comerciantes, artesanos...);<br />

los obreros;<br />

la «intelligentsia» (ingenieros, profesionales<br />

técnicos, funcionarios...);<br />

las clases privilegiadas por su monopolio, controla<br />

acceso al capital.<br />

2. El poder en la esfera social procede de la suma<br />

y el grado de prestigio que se recibe de los<br />

demás. El status depende, pues, de una comunidad<br />

que comparte unos modelos de acuerdo con los cuales<br />

juzga los estilos de vida, los esquemas de gustos,<br />

de preferencias y de consumo, el nivel educativo, el<br />

parentesco y la ocupación, combinando estas estimaciones<br />

parciales por medio de una «aritmética<br />

social» hasta llegar a la posición de status global<br />

del individuo.<br />

Es innegable que la posición y valoración de<br />

status depende en gran parte de criterios económicos,<br />

pues el nivel de vida y el nivel educativo están<br />

directamente relacionados con los ingresos. Pero<br />

son conceptos diferentes que, manteniéndose separados,<br />

facilitan la comprensión de realidades y tipos<br />

sociales, como el nuevo rico o el aristócrata<br />

venido a menos.<br />

Las diferencias entre los status y las clases pueden<br />

esquematizarse así:<br />

Otros rasgos del status son éstos:<br />

Status<br />

- ámbito: la comunidad<br />

- carácter: adscriptivo<br />

- cualidad personal<br />

- es necesariamente conocido<br />

por la comunidad<br />

Clase social<br />

- ámbito: el mercado<br />

- carácter: adquirido<br />

- cualidad impersonal<br />

- puede ser anónimo: en<br />

el mercado puede no<br />

identificarse al contendiente<br />

- los grupos de status tienden a recibir la misma<br />

educación formal, transmitir a sus hijos los mismos<br />

valores y practicar las mismas costumbres familiares;<br />

- la autoconciencia de status se expresa en el<br />

connubio (presión para el matrimonio dentro del<br />

grupo) y el «conmensalismo» (predisposición de los<br />

miembros a asociarse con los de su grupo en pie de<br />

igualdad);<br />

- el grupo tiende a seleccionar profesiones y<br />

ocupaciones adecuadas para sus miembros;<br />

- los grupos de status alto pretenden monopolizar<br />

el poder político y ciertas posiciones superiores.<br />

Los grupos de status bajo tienden a desarrollar un<br />

sistema de valores adecuado para asegurar sus ventajas<br />

frente a los extraños y orientado al destino<br />

futuro al que se sienten especialmente llamados;<br />

- los grupos de status alto practican el consumo<br />

conspicuo u ostentatorio, es decir, la adquisición de<br />

estilos de vida costosos de aprender y de dudosa<br />

utilidad pragmática; su finalidad es simple: impedir<br />

la movilidad e institucionalizar los privilegios<br />

de la élite.<br />

3. El poder en la esfera política, reflejo a veces<br />

del poder económico y social, tiende a ser ejercido a<br />

través de un grupo político organizado, como los<br />

partidos.<br />

Concluye Max Weber su análisis recordando que<br />

en la sociedad existe una fuerte presión para traducir<br />

el poder en una esfera en un poder semejante en<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 175


las demás. Los ricos quieren poder político y status<br />

alto, los ocupantes de status alto quieren ejercer<br />

influencia política, y la élite política ambiciona status<br />

elevado y poder económico.<br />

En la sociología empírica norteamericana de la<br />

estratificación ha predominado la teoría weberiana<br />

de los status, prescindiendo de las clases y de los<br />

partidos políticos. Lloyd Warner y sus colaboradores<br />

(The Yankee City, 1941) representan la teoría<br />

gradualista de las clases sociales, que define a éstas<br />

de esta forma:<br />

«Se entiende por clase social dos o más órdenes de<br />

personas que la comunidad considera que ocupan posiciones<br />

socialmente superiores o inferiores y las jerarquiza<br />

consecuentemente de acuerdo con criterios<br />

de ingresos, nivel educativo, ocupación, zona y tipo de<br />

residencia, y fuente de ingresos».<br />

Los miembros de la comunidad efectúan una<br />

especie de «aritmética social» aceptada por todos, y<br />

establecen una jerarquía de clases sociales. Lloyd<br />

descubrió estas seis en sus diversas monografías de<br />

ciudades norteamericanas:<br />

- aristocracia tradicional<br />

- ricos no aristócratas<br />

- profesionales independientes<br />

bien situados.<br />

- empleados y administrativos<br />

- trabajadores «pobres<br />

pero honrados»<br />

- el «residuo social»<br />

El método de Warner gozó de gran aceptación<br />

en los Estados Unidos. Llovieron también las críticas:<br />

es demasiado localista, no tiene validez para la<br />

sociedad global, depende en exceso de las estimaciones<br />

y sentimientos subjetivos que pueden equivocarse<br />

y pueden, igualmente, diferir en sus apreciaciones,<br />

no tiene en cuenta las diferencias entre<br />

clases y status...<br />

176 PARA COMPRENDER LA SOCJOLOGIA<br />

-alta-alta 1,44%<br />

-baja-alta 1,56%<br />

-media-alta 10,22%<br />

-media-baja 28,12%<br />

-baja-alta 33,60%<br />

-baja-baja 25,22%<br />

ESTIMACIONES DE<br />

LA PIRAMIDE SOCIAL ESPAÑOLA<br />

a) Según la ocupación del cabeza de familia<br />

1950 ..<br />

1962 ..<br />

1970 ..<br />

1982 ..<br />

alta media<br />

b) Según la salarización y la ocupación<br />

no asalariados<br />

1976 .<br />

Juan González-Anleo<br />

0,1<br />

3,8<br />

6,0<br />

5,0<br />

capitalistas<br />

5,0<br />

autónomos<br />

24,6<br />

27,0<br />

47,0<br />

49,0<br />

42,0<br />

e) La teoría de Talcott Parsons<br />

baja<br />

72,9<br />

48,7<br />

45,0<br />

53,0<br />

asalariados<br />

no manuales<br />

obreros<br />

29,4 39,8<br />

La teoría de T. Parsons, que coincide con la idea<br />

funcionalista ya vista de la diferencia de valor e<br />

importancia de las actividades sociales, pretende la<br />

máxima universalidad. Tanto las sociedades primitivas<br />

como las actuales desarrollan un modelo propio<br />

de valores que jerarquiza las cualidades de los<br />

individuos, las actividades ocupacionales y las posesiones,<br />

materiales y espirituales (talento, competencia...).<br />

Una sociedad orientada religiosamente concede<br />

la primacía a cualidades, actividades y posesiones<br />

de máxima densidad religiosa. Una sociedad<br />

proyectada al éxito socio-económico, como la norteamericana,<br />

primará las actividades más estrechamente<br />

relacionadas con la competencia económica,<br />

valor central de aquella sociedad.<br />

Pero Parsons va más lejos. Establece una clasificación<br />

general de los esquemas de valores, aplicable<br />

en principio a todas las sociedades. El principio<br />

esquematizador es típicamente funcionalista: toda<br />

sociedad presenta los mismos problemas:<br />

- Tiene que adaptarse a las demandas del entorno<br />

y, en la medida de lo posible, dominarlas. Se


valora la actividad instrumental, predominan los<br />

criterios universalistas, y las actitudes implicadas<br />

en la actividad están marcadas por la especificidad<br />

de los intereses y por la neutralidad afectiva. La<br />

norma de eficiencia predomina. La actitud científica<br />

resume todos los rasgos anteriores.<br />

- Tiene que forzar a los individuos a que restrinjan<br />

sus gratificaciones prematuras y concentren sus<br />

energías para conseguir los fines últimos de la sociedad.<br />

Las normas preponderantes son las particularistas,<br />

ya que los objetivos elegidos son finalidades<br />

exclusivas que no admiten rivalidad. La actitud<br />

subyacente es intensamente afectiva:<br />

• debe mantener la solidaridad y la cohesión<br />

entre las instituciones sociales y los individuos;<br />

• necesita mantener las pautas, es decir, renovar<br />

los patrones culturales que integran el sistema.<br />

Así, si conocemos el sistema de valores de una<br />

sociedad, podemos deducir la forma de su sistema<br />

de estratificación, es decir, una clasificación jerarquizada<br />

de las posiciones sociales.<br />

El gran problema de esta teoría es la petición de<br />

principio implícita. Se deduce el sistema de valores<br />

del análisis del sistema de posiciones, y el sistema<br />

de posiciones se deriva del esquema de valores.<br />

d) La teoría del mercado social<br />

(Dahrendorf)<br />

La teoría del mercado fue esbozada por Adam<br />

Smith, quien aseguró que las remuneraciones sociales<br />

dependen de la oferta y la demanda de tales o<br />

cuales empleos. Las presiones sociales actúan sobre<br />

el mercado de empleos. Los mineros y soldados<br />

ocupan puestos comparables en riesgos y dificultades<br />

de aprendizaje, pero los mineros reciben remuneraciones<br />

económicas más altas, y los soldados,<br />

remuneraciones simbólicas -gloria y prestigio- que<br />

los mineros no reciben.<br />

Esta idea la recoge Dahrendorf. Todo sistema<br />

social implica demandas y ofertas correspondientes,<br />

de diferentes tipos de actividades. Un Estado<br />

ideocrático, por ejemplo, con fuerte demanda de<br />

ideólogos, tenderá a asignarles altas remuneraciones<br />

materiales o simbólicas.<br />

El mercado de la estratificación es muy imperfecto,<br />

pues la escala de ingresos y prestigios no<br />

depende sólo del simple juego de la oferta y la<br />

demanda. Intervienen variables institucionales<br />

complejas:<br />

- El poder sindical puede atenuar las diferencias<br />

entre ingenieros y trabajadores cualificados,<br />

como sucede, por ejemplo, en Alemania.<br />

- El sistema educativo puede también explicar<br />

las menores diferencias remunerativas entre trabajadores<br />

manuales y no manuales, debido a la concurrencia<br />

de un sistema profesional, muy avanzado,<br />

con el sistema de enseñanza general.<br />

Debido a estas peculiaridades de cada sistema<br />

de estratificación, concluye Dahrendorf, la sociología<br />

no posee hoy una teoría general de las clases<br />

sociales.<br />

INVITACION A CONTEMPLAR<br />

LA PIRAMIDE SOCIAL ESPAÑOLA<br />

1. Los estilos de vida<br />

de las clases sociales españolas<br />

Sobre los españoles de los 70, López Pintor y R. Buceta nos<br />

han dejado una sugerente descripción:<br />

En cuanto a la propia imagen, a medida que ascienden en la<br />

pirámide social, los individuos están más seguros de sí mismos;<br />

buscan menos por tanto el orden y la seguridad en las cosas; hay<br />

más entusiasmo vital, menos síntomas de desajuste y menos<br />

inestabilidad emocional (se acepta menos el suicidio como salida<br />

de los propios problemas, y la gente se compadece menos de<br />

sí misma). Los individuos de la clase media son los que disfrutan<br />

de una mayor estabilidad emocional.<br />

En lo referente a actitudes respecto de los demás, a medida<br />

que se desciende de clase -sobre todo entre los hombres- hay<br />

menos confianza en la gente; se está menos integrado en el<br />

trabajo; y se tiene un menor sentimiento de control sobre la<br />

propia vida yactividad (anomía). Sin embargo, hay mayor grado<br />

de comunicación con amigos y vecinos. También las personas de<br />

los estratos más bajos tienen menos confianza en un futuro<br />

próspero para ellas y para sus hijos.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 177


Tanto los hombres como las mUjeres de los estratos baJos son<br />

mas autontanos y mas tradIcIOnales en su forma de pensar que<br />

los mdlV1duos de los estratos medIos y altos A su vez, son<br />

aquellos que mayor conCIenCIa tIenen de la desIgualdad y, en<br />

consecuenCia, los que tIenen opmlOnes polItIcas mas radIcalIzadas<br />

Son tambIen los pobres los mas permISIVOS moralmente,<br />

pese a su general tradICIOnalIsmo cultural Sm lugar a dudas, la<br />

clase polItIcamente menos radIcalIzada y moralmente menos<br />

permISIva es la clase media<br />

Los mtereses cotIdIanos de los mdlV1duos de las dIstmtas<br />

clases dIfieren ostensIblemente ASI, ya medIda que se descIende<br />

por la pIramIde socIal, los hombres son mas afIcIOnados al futbol,<br />

a las qUImelas y a frecuentar los bares con sus amIgos,<br />

tIenen menos pretensIOnes culturales y les gusta mas la televl­<br />

Slon En el mIsmo sentIdo de arnba hacIa abajO en la plramlde<br />

SOCIal, los mtereses predommantes de la mUjer se corresponden<br />

con los roles tradICIOnales de ama de casa ymadre mteres por e!<br />

cUidado y lImpIeza del hogar, la cocma, la costura, aSI como la<br />

afIclOn por las hIstonas romantIcas o el cotIlleo con las vecmas<br />

En los estratos altos, por el contrano, aparecen mtereses<br />

predommantes que responden tanto a CIertos roles fememnos<br />

tradICIOnales de la clase alta (la belleza y e! CUidado de SI mIsma,<br />

la partlcIpaclOn en obras benefIcas) como a CIertas pautas que<br />

hoy estan generalIzadas entre las mUjeres que se consIderan<br />

«modermzadas» en cualqUier pals (mteres por la cultura, el arte<br />

y la polItIca) Tanto entre hombres como entre mUJeres, e! deseo<br />

de VIVIr fuera de la cmdad, aSI como las actItudes hostIles haCia<br />

la televIslOn son fenomenos tlplCOS de los estratos altos<br />

Respecto de los procesos economICOS, se dan las SIgUientes<br />

pautas de actItud cuanto mas baja es la posIclOn SOCIal, mas<br />

debIl es la onentaclOn al gasto yse expenmenta menor placer en<br />

el hecho de salIr a comprar La gente esta mas preocupada por e!<br />

dmero y, en consecuenCIa, busca y acepta de mejor grado la<br />

mformaclOn comefClal de los dependIentes y amIgos Alos hombres<br />

de clase baja es a qUienes menos gusta entrar en las tIendas,<br />

qUIzas por su mayor tradlclOnahsmo cultural<br />

Es la clase medIa la que mas rutImzados tIene sus habItas de<br />

compra y consumo<br />

En resumen, que los mdlVlduos de los estratos mas altos son<br />

los que se SIenten mas seguros y satisfechos de SI mIsmos La<br />

clase medIa se dlstmgue basIcamente de la alta y de la baja por<br />

su mayor conformIsmo socIal y POlItICO, aSI como por su menor<br />

permISIVidad moral Los mdIVIduos de la clase baja son los mas<br />

mseguros, los que mas conCIenCIa tienen de la deSIgualdad y<br />

tamblen los mas autontanos (Rafae! Lopez Pmtor y RIcardo<br />

Buceta, Los españoles de los años 70 Tecnos, Madnd 1975,77­<br />

78)<br />

178 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

2. La movilidad social en España<br />

Hay dIVersos tlpOS de mOVIlIdad que mteresan a la sOCIologIa<br />

los flUJOS mlgratonos, tanto externos como mternos, el exodo<br />

rural y la mOVIlIdad SOCial, la que aqUI mteresa, y que se puede<br />

defImr como el traslado que expenmentan los mdlVlduos o las<br />

famIliaS a lo largo de la pIramlde SOCial Dentro de la mOVIlIdad<br />

socIal eXIsten vanos tIPOS, SIendo el mas mteresante la llamada<br />

mOVIlidad mtergeneraclOnal, es deCIr, el cambIO de la posIclOn<br />

socIal de! hIJO con respecto al padre<br />

En España predomma e! contmUlsmo, como se puede observar<br />

en e! cuadro SIgUiente, en e! que los porcentajes subrayados<br />

corresponden a la proporclOn de hIJOS que se encuentran en la<br />

mIsma pOSIClon socIal en que se alOjaban sus padres El ascenso<br />

SOCial mayor se produce en el peonaje Es notable el volumen de<br />

mOVIlIdad SOCIal descendente<br />

MOVILIDAD SOCIAL INTERGENERACIONAL<br />

Movilidad de los hijos<br />

Clase de los padres Aseen· Conti- Descendente<br />

nuidad dente<br />

MedIa alta 5,0 40,0 50,0<br />

MedIa medIa 8,8 44,4 43,3<br />

MedIa baja 13,9 60,5 22,5<br />

Obrera especIahzada<br />

29,1 50,0 14,5<br />

Peonaje 57,6 39,3<br />

Notas Los porcentajes suman hOrIzontalmente No se Incluye la clase<br />

alta por su falta de slgmhcaclOn estadlstlca, dados los pocos casos de que<br />

consta<br />

F MUrIllo Ferrol, Estructura SOCial vmovllzdad en Espana,<br />

en Informe soclOloglCO sobre el camblO SOCial en Espana (I 975 1983)<br />

FüESSA, MadrId 1983,68<br />

Lecturas<br />

B Barber, EstratlflcaclOn soczal Fondo de Cultura Econo<br />

mIca, MexlCo 1987<br />

J Cazorla, Problemas de estratlflcaclOn soczal en España<br />

Edlcusa, Madnd 1973<br />

R Dahrendorf, Las clases soczales y su conflIcto en la<br />

socIedad zndustnal Rlalp, Madnd 1962


N uestra época está marcada por el triunfo de<br />

las instituciones y organizaciones. Vivimos<br />

en un mundo «organizado» en el que pulula el<br />

«hombre-organización». Se han desvanecido muchas<br />

de las viejas comunidades y mucho del estilo<br />

cálido y «primario» que caracterizaba la interacción<br />

social de las sociedades tradicionales. Persiste<br />

la familia, con fuerza renovada, aunque más plural<br />

y con funciones más reducidas que en el pasado, y<br />

se revalorizan o crean nuevos grupos de tipo primario,<br />

como las pequeñas sectas, las comunidades de<br />

base y las asociaciones de vecinos, pero la sociedad<br />

actual apuesta fuertemente por las instituciones y<br />

las organizaciones como forma óptima de encauzar<br />

y dinamizar las relaciones y las actividades.<br />

Se confunden frecuentemente ambos términos, e<br />

incluso se emplean como sinónimos. Algunos sociólogos,<br />

como Sorokin y Wright MilIs, definen la institución<br />

como un grupo o colectividad organizados<br />

que persigue una meta determinada y para alcanzarla<br />

procede a la división del trabajo entre sus<br />

miembros, los vincula a la organización mediante<br />

normas de comportamiento y establece pautas obligatorias<br />

de tipo operativo.<br />

Para mantener la claridad en este terreno, se<br />

puede echar mano de tres mínimas reglas:<br />

- La organización es como el «modus operandi »<br />

de la institución y de la asociación (McIver).<br />

11<br />

Instituciones<br />

• •<br />

y orgamzaclones<br />

- La institución es una organización o asociación<br />

que cumple y asegura funciones socialmente relevantes,<br />

incluso esenciales, para la sociedad, y que es por<br />

eso mismo valorada positivamente por aquélla o por<br />

algunos sectores sociales determinados.<br />

Esos sectores sociales la dotan de legitimación<br />

ideológica, apoyo político y recursos económicos.<br />

La Educación, la Justicia, la Sanidad, el Ejército,<br />

son instituciones en este sentido.<br />

Desde esta perspectiva, todas las instituciones<br />

serían organizaciones, pero no todas las organizaciones<br />

serían instituciones.<br />

- Se pertenece como miembro a una organización,<br />

pero no a una institución. Kbnig, autor de esta<br />

fórmula, afirma que se es miembro de una familia,<br />

pero no se es miembro de la institución matrimonial.<br />

Esta distinción procede de una forma peculiar<br />

de concebir las instituciones, como luego se verá.<br />

1. Para comprender<br />

las instituciones<br />

Comprender las instituciones equivale, en una<br />

primera aproximación, a comprender lo que los<br />

sociólogos han dicho sobre las instituciones. Y los<br />

enfoques han sido muy diversos, como sin duda el<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 179


lector ha sospechado al recorrer los párrafos precedentes.<br />

Los siete grandes enfoques que han orientado el<br />

estudio de las instituciones pueden disponerse en<br />

tres niveles, de menor a mayor abstracción y generalidad.<br />

En el primer nivel se conciben las instituciones<br />

como grandes complejos de creencias, pautas,<br />

ideas, doctrinas y valores que estructuran la actividad<br />

de los hombres en la sociedad. Figuran en este<br />

nivel tres enfoques:<br />

- El primer enfoque, con honores de iniciador del<br />

tema, es el desarrollado por Spencer y consolidado<br />

por Durkheim. El sociólogo inglés definió las instituciones<br />

como formas complejas de creencias, de<br />

acción y de comportamiento, ratificadas por una<br />

comunidad. Spencer clasifica las instituciones en<br />

industriales (el trabajo, la empresa...), políticas (el<br />

Estado, el Ejército...), religiosas (el sacerdocio), profesionales<br />

(las profesiones, el sindicato ), y ceremoniales<br />

(las ceremonias civiles, la moda ). Son los<br />

«órganos» de la sociedad, gran organismo global.<br />

- El segundo enfoque hace girar las instituciones<br />

alrededor de dos ejes: el concepto (idea, doctrina,<br />

interés, valor) y la estructura, formada por un grupo<br />

o un cuerpo de funcionarios que tienen que ajustar<br />

su comportamiento a las normas establecidas y<br />

cuya tarea es sostener los valores institucionales,<br />

para la cual cuenta con los necesarios recursos.<br />

Es la idea de Sumner, que gozó de una amplia<br />

difusión en la sociología anglosajona. Sumner insistió<br />

en una precisión ya mencionada en la introducción<br />

a este tema: estos conjuntos de valores, normas<br />

y usos regulan esferas importantes de la vida social.<br />

Malinowski amplía esta precisión al definir las instituciones<br />

como respuestas culturales, propias de<br />

una sociedad y una época, a las grandes necesidades<br />

universales.<br />

- El tercer enfoque, en la estela de Durkheim,<br />

concibe las instituciones como conjuntos de valores,<br />

creencias, modelos de comportamiento y pautas<br />

organizativas que han ido surgiendo lentamente<br />

en el doble proceso de interacción social y de desarrollo<br />

cultural. La razón de que aparezcan y cristalicen<br />

estos conjuntos es la presión de las necesidades<br />

de la vida en sociedad, que exige colaboración y<br />

cooperación para alcanzar metas sociales, ahorrar<br />

180 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

esfuerzo y economizar tiempo.<br />

La familia, la escuela, la empresa, la Administración<br />

pública, los partidos políticos, etc., son las<br />

instituciones más conocidas. Maurice Hauriou propone<br />

una distinción esclarecedora: institución como<br />

objeto (conjunto de pautas específicas con alto<br />

grado de cohesión interna, el derecho por ejemplo)<br />

e institución como grupo socializado por medio de<br />

valores comunes, con experiencia de interacción y<br />

ajuste mutuo.<br />

En un segundo nivel, más abstracto, aparecen<br />

dos nuevos enfoques:<br />

- El cuarto enfoque concibe las instituciones como<br />

sistemas simbólicos de significados, valores y<br />

normas universales de conducta, ampliamente reconocidos<br />

y aceptados. El lenguaje, el arte, el derecho,<br />

la ciencia y la ética son las grandes instituciones<br />

sociales, base de la comunicación entre los<br />

hombres. Es la definición de Cooley y Chapin.<br />

- El quinto enfoque, al mismo nivel de abstracción,<br />

aunque más cerca de la experiencia cotidiana<br />

de cada uno de nosotros, se lo debemos al sociólogo<br />

McIver. Las instituciones son, afirma, las pautas de<br />

comportamiento establecidas con validez general<br />

en una sociedad. A partir de esta definición, puede<br />

hablarse de múltiples tipos de instituciones, pues<br />

muchísimos actos de la vida cotidiana responden a<br />

este concepto: la preparación del alimento, el saludo<br />

entre las personas, el rito religioso, una fiesta<br />

campesina, una lección universitaria, la monogamia,<br />

el crédito y el contrato, el matrimonio, la medicina,<br />

los métodos educativos...<br />

Hay que destacar que desde esta perspectiva<br />

nunca se puede pertenecer a una institución. Se la<br />

puede vivir, practicar, reconocer o renegar, pero no<br />

se puede ser miembro de ella.<br />

En el tercer nivel, de máxima abstracción, aparecen<br />

dos últimos enfoques:<br />

- El sexto enfoque es de Marx, que se representa<br />

el conjunto de las instituciones, desde el derecho a<br />

la religión, como superestructuras, es decir, reflejos<br />

de la infraestructura económica y técnica de producción.<br />

No son por tanto elementos constitutivos<br />

de la realidad social, sino emanaciones directas del<br />

comportamiento material de los hombres, que es la<br />

fuente de la organización y de la conciencia social.


Las instituciones tienen un carácter instrumental,<br />

es decir, aparecen como medios mediante los<br />

cuales los individuos que se comportan en su seno y<br />

como ellas prescriben consiguen realizar valores de<br />

mayor alcance o más importantes. Durkheim, Chapin<br />

y Merton, entre otros, han propuesto una distinción<br />

fundamental entre las funciones que desempeñan<br />

las instituciones:<br />

- funciones manifiestas, reconocidas y aceptadas<br />

por los miembros de la institución, en cierta<br />

forma oficiales...;<br />

- funciones latentes, que son los elementos encubiertos<br />

de la cultura, las consecuencias regulares<br />

pero imprevistas de las actividades de la institución.<br />

Los miembros de la misma pueden percibirlas<br />

o no percibirlas, pero habitualmente, si las perciben,<br />

no suelen discutirlas y, en muchos casos, tampoco<br />

reconocerlas.<br />

No hay que olvidar que una institución puede<br />

cambiar sus funciones a lo largo del tiempo, y que<br />

la misma función puede ser realizada por diversas<br />

instituciones.<br />

La estructura de la institución es el sistema de<br />

pautas y normas, formales e informales, que dan<br />

regularidad y predictibilidad a la conducta de los<br />

miembros de la institución, aunque no todos los<br />

miembros comprendan perfectamente dichas reglas,<br />

pautas o normas. Además de las pautas, forman<br />

también parte de la estructura de una institución<br />

los elementos siguientes:<br />

- los roles, ya que en toda institución (religiosa,<br />

política, educativa...) se impone como principio estructuralla<br />

división del trabajo;<br />

- los status, oficios o cargos;<br />

- el elenco de funcionarios o miembros;<br />

- las actitudes recíprocas de los individuos<br />

miembros de la institución, vertidas en pautas convencionales<br />

de conducta;<br />

- los objetos culturales de valor simbólico, es<br />

decir, cargados de sentido y de sentimiento o valor<br />

sentimental para los miembros;<br />

- los objetos culturales de valor utilitario: ol¡jetos<br />

materiales y propiedades de la institución;<br />

182 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- los símbolos de lenguaje oral y escrito que<br />

preservan la descripción y las especificaciones de<br />

las pautas de interrelación;<br />

- las ceremonias y rituales.<br />

2. La institución rectora<br />

Las instituciones en sentido estricto cristalizan<br />

en torno a valores prioritarios y en esferas importantes<br />

de la vida social. ¿Se puede hablar entonces<br />

de jerarquía institucional? Algunos sociólogos responden<br />

afirmativamente, como por ejemplo Feibleman<br />

en su estudio sobre las instituciones (James<br />

Feibleman, The Institutions of Society. Humanities<br />

Press, New York 1968).<br />

Las instituciones, afirma Feibleman, son de dos<br />

tipos: las instituciones de setvicio, que proporcionan<br />

bienes y servicios a las otras instituciones, y las<br />

instituciones superiores, que proponen finalidades y<br />

objetivos a las primeras. Entre aquéllas pueden citarse<br />

la familia, el sistema de transportes y las comunicaciones,<br />

la economía, la tecnología aplicada,<br />

la educación, el Estado, el ejército y la ley. Las<br />

instituciones superiores son la ciencia, el arte, la<br />

filosofía y la religión. En el futuro pueden surgir<br />

otras, como surgió la ciencia en el siglo XVII.<br />

En la cima de las instituciones y ocupando el<br />

puesto más alto en la jerarquía destaca la institución<br />

rectora (


quier institución puede convertirse en religión si<br />

por su prestigio y por su capacidad rectora ocupa la<br />

cima institucional. Observa Feibleman: algo funciona<br />

mal en la sociedad cuando otra institución y<br />

no la religión se convierte en institución rectora. Y,<br />

sobre todo, algo funciona mal en esa religión.<br />

3. Para comprender<br />

las organizaciones<br />

Los recorridos históricos son siempre fatigosos,<br />

sobre todo cuando adoptan la forma de: «este autor<br />

dijo esto, y este otro le contradijo, y un tercero<br />

rebatió las ideas de ambos y propuso en su lugar<br />

una fórmula o una explicación diferentes». Pero la<br />

pequeña historia de las teorías de la organización es<br />

fascinante, porque es la historia de nuestra propia<br />

vida social cuando los hombres se asocian de una<br />

manera ordenada y dinámica en persecución de<br />

unos fines determinados.<br />

Además de fascinante, la historia del pensamiento<br />

sociológico sobre la naturaleza de las organizaciones<br />

constituye la mejor vía para penetrar y<br />

comprender esta espesa red de «artefactos» humanos<br />

que nos rodean, condicionan, utilizan y aprovechan<br />

desde que nacemos en un hospital, organización<br />

muy antigua, ingresamos luego en una escuela,<br />

también organización secular, y seguimos después<br />

nuestro camino por la vida, pasando alternativamente<br />

de la fábrica o la oficina al supermercado, la<br />

iglesia y la sede del partido o del sindicato, también<br />

organizaciones de muy diverso perfil sociológico.<br />

En las reflexiones siguientes se aprovechan las<br />

aportaciones de distintos sociólogos que se han ocupado<br />

de este tema, con una sola intención: comprender<br />

el enrevesado y fascinante mundo de las<br />

organizaciones, en que el hombre actual se mueve<br />

como en su entorno propio.<br />

La sociología de las organizaciones ha recorrido<br />

tres períodos: el clásico, hasta 1920; el humanista,<br />

entre 1930 y 1950, Y el neorracionalista, hasta hoy<br />

mismo. Podríamos denominarlos, a semejanza de<br />

los estilos artísticos, el clásico, el romántico y el<br />

neoclásico.<br />

El primero pone el énfasis en la racionalidad, y<br />

como «el sueño de la razón produce monstruos»,<br />

este período desembocó en la pesadilla de las organizaciones<br />

mecanicistas, la organización científica<br />

del trabajo, o taylorismo, y las cadenas de montaje.<br />

El segundo recobró al hombre, el factor humano,<br />

con sus necesidades y sus impulsos, sus motivaciones<br />

y sus oscuras resistencias a las reglas y a «lo<br />

oficial», su tendencia irrefrenable a formar grupos<br />

cálidos y emocionales, su inclinación por lo informal.<br />

El tercero, abrumado por las dimensiones y las<br />

complejidades crecientes de las organizaciones empresariales,<br />

quiso volver a la racionalidad, una racionalidad<br />

limitada y más flexible que la desacreditada<br />

racionalidad burocrática, y acabó por echar<br />

mano de la entonces en boga teoría de sistemas; el<br />

sistema posee una ventaja sobre la máquina: es o<br />

puede ser abierto, sensible a las necesidades de sus<br />

elementos y de su entorno, autocorrector de sus<br />

propias desviaciones y de sus propios excesos, como<br />

un organismo vivo, en suma. En este tercer período,<br />

e igualmente como reacción contra la obsesión por<br />

el poder y la jerarquía que caracterizó al período<br />

clásico, se asomó tímidamente a la escena organizacionalla<br />

corriente autogestionaria, débil competidora<br />

de las grandes organizaciones que en todos los<br />

terrenos sociales se iban imponiendo en el mundo.<br />

Desarrollemos por extenso cada uno de estos períodos.<br />

a) El período clásico:<br />

burocracia y organiz.ación<br />

científica del trabajo<br />

El pionero indiscutible es Max Weber, que sentó<br />

los cimientos conceptuales de las sucesivas teorías<br />

de la organización. Weber desarrolló la teoría de la<br />

burocracia como forma superior de racionalidad en<br />

la organización de las actividades humanas dirigidas<br />

a fines concretos. La burocracia aparece como<br />

la meta lógica y deseable del largo recorrido de la<br />

sociedad hacia la racionalidad, e intrínsecamente<br />

superior a todas las demás formas posibles de organización.<br />

Weber se está refiriendo a la burocracia<br />

como tipo ideal, y está pensando en la burocracia<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 183


prusiana del siglo XIX, lo que explica algunas de<br />

sus afirmaciones.<br />

Las ventajas técnicas de la burocracia proceden<br />

de: una actividad sometida a «reglas calculables»;<br />

un tipo de personalidad, la burocrática, en la que<br />

queda radicalmente separada la actividad oficial de<br />

la vida privada, y un tipo de autoridad, la racionallegal,<br />

que se apoya en la legalidad del orden establecido<br />

y en el derecho al mando de los que son<br />

llamados e incorporados a ese poder legal. (Weber<br />

distingue este tipo de autoridad de la tradicional,<br />

que se fundamenta en el carácter sagrado de la<br />

jerarquía en virtud de un estatuto tradicional y de<br />

un valor perenne, y de la carismática, fruto de actitudes<br />

afectivas y fundada en el reconocimiento intuitivo<br />

que hace el grupo o el pueblo del magnetismo<br />

y de la ejemplaridad del «jefe»).<br />

PRINCIPIOS DE LA<br />

ORGANIZACION BUROCRATICA<br />

- El liderazgo está centralizado y la jerarquización de<br />

los puestos de poder se extiende a todo lo largo de la<br />

organización.<br />

- Se concede una gran importancia a las normas, las<br />

reglas y los procedimientos.<br />

- Las tareas se simplifican y especializan.<br />

- Se concede escaso valor a las iniciativas de los empleados<br />

y funcionarios.<br />

- La responsabilidad no es individual, sino corporativa.<br />

- Las relaciones son impersonales, y los roles que se<br />

asignan son «específicos», es decir, referidos sólo a los<br />

deberes estrictos del cargo.<br />

- El status es adscrito de acuerdo con un sistema oficial<br />

de promoción basado en la antigüedad.<br />

- El servicio es al sistema, a la organización, y no<br />

tanto al cliente.<br />

Junto a la eficacia y la racionalidad del sistema<br />

burocrático, son fácilmente perceptibles los inconvenientes<br />

y «disfunciones»: la rigidez, las actitudes<br />

184 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

ritualistas y mecánicas, la excesiva valoración de la<br />

dependencia y la sumisión, la resistencia a la colaboración,<br />

el espíritu de casta... El alemán Michels<br />

insistió especialmente en una contradicción de la<br />

burocracia en los partidos políticos y los sindicatos:<br />

su incompatibilidad con los valores democráticos,<br />

que son los únicos que hacen legítima la acción<br />

social de aquéllos, sea reformista o revolucionaria.<br />

Los partidos y sindicatos acaban siempre burocratizándose,<br />

por igualitaria que sea su ideología,<br />

ya que para triunfar en las elecciones necesitan un<br />

control centralizado, ejercido por un personal administrativo.<br />

La experiencia que van acumulando<br />

los líderes y las mismas victorias que obtienen acaban<br />

haciéndolos prácticamente imprescindibles. Es<br />

decir, se impone el dominio de los funcionarios.<br />

El estudio de estos inconvenientes desembocó en<br />

el análisis de las disfunciones del modelo realizado<br />

por sociólogos europeos y norteamericanos como<br />

Crozier, Gouldner y Merton. El primero de los nombrados<br />

insistió en cuatro rasgos característicos del<br />

modelo burocrático que explican el «bloqueo» que<br />

frecuentemente sufren esos sistemas: el desarrollo<br />

de las reglas impersonales, la centralización de las<br />

decisiones, el aislamiento de cada estrato o categoría<br />

jerárquica y el correlativo incremento de la presión<br />

del grupo sobre el individuo, es decir, el desarrollo<br />

de las relaciones de poder paralelas.<br />

Todavía dentro de la sociología de las organizaciones<br />

hay que señalar la aportación de dos sociólogos<br />

norteamericanos que pueden enriquecer nuestra<br />

comprensión de la burocracia: Talcott Parsons y<br />

Amitai Etzioni.<br />

Parsons considera la organización como un sistema<br />

social cuya base esencial es el esquema de<br />

valores, de normas institucionalizadas y de roles.<br />

Las organizaciones, de acuerdo con las funciones<br />

que desempeñan en el conjunto del sistema, pueden<br />

clasificarse en económicas (función de adaptación<br />

al entorno), políticas (función de establecimiento de<br />

fines o metas y de asignación de recursos), culturales<br />

(función de estabilidad normativa) y legales<br />

(función de integración).<br />

Etzioni elabora una tipología de las organizaciones<br />

a partir del criterio de la «conformidad» implícita<br />

en las relaciones entre los miembros y las autoridades<br />

del sistema. Desde este supuesto distingue


las organizaciones coercitivas, utilitarias y normativas.<br />

- Las organizaciones coercitivas persiguen objetivos<br />

de orden, se orientan a la reclusión de sus<br />

miembros, emplean la coacción externa y provocan<br />

resistencia y tensiones.<br />

- Las organizaciones utilitarias persiguen objetivos<br />

de producción, utilizan recompensas materiales<br />

establecidas por sus dirigentes y se aprovechan<br />

de las actitudes calculadoras de sus miembros.<br />

- Las organizaciones normativas o morales se<br />

basan en la libre pertenencia de los miembros y en<br />

sanciones puramente normativas. Su objetivo es<br />

influir en la sociedad.<br />

El campo en el que la racionalización aplicada a<br />

las organizaciones alcanzó su máximo desarrollo<br />

fue la empresa moderna, y el pionero fue el ingeniero<br />

Frederic W. Taylor, creador de la Organización<br />

científica del trabajo, basada en la racionalización<br />

de la mano de obra.<br />

La Organización científica del trabajo se inspiró<br />

en el modelo burocrático, consiguió una gran precisión<br />

en las mediciones y en el control de las actividades<br />

de producción de los empleados, y, en general,<br />

promovió en las empresas la economía de las<br />

acciones, de los movimientos y de la energía.<br />

Ante la complejidad creciente de las organizaciones<br />

de trabajo y la creciente diversificación de<br />

sus actividades, surgió la Teoría de la departamentalización<br />

(L. Gulick y L. Urwick), interesada en la<br />

reorganización del trabajo de dirección y en la fijación<br />

de objetivos a cada departamento. En la misma<br />

línea, el ingeniero francés Fayol culminó la burocratización<br />

de la administración de la empresa.<br />

En la última etapa de este proceso de burocratización,<br />

el acento se desplazó de la organización del<br />

trabajo al problema del gobierno y la dirección de<br />

la empresa, cobrando especial interés los problemas<br />

de las necesidades de formación y de motivación<br />

de los directivos y la importancia de la red de<br />

comunicaciones en la actividad laboral.<br />

El resultado final de esta burocratización fue<br />

positivo y negativo al mismo tiempo:<br />

- se desarrollaron sistemas y procedimientos<br />

para aumentar la eficacia del trabajo;<br />

CLASIFICACION DE ORGANIZACIONES<br />

SEGUN EL TIPO<br />

DE AUTORIDAD PREDOMINANTE<br />

A. Autoridad esencialmente coercitiva<br />

- campos de concentración;<br />

- prisiones y correccionales;<br />

- campos de prisioneros de guerra;<br />

- asilos de enfermos mentales;<br />

- grupos coercitivos.<br />

B. Autoridad esencialmente utilitaria (legal-racional,<br />

empleo de recompensas económicas)<br />

- establecimientos comerciales e industriales;<br />

- sindicatos profesionales;<br />

- cooperativas agrícolas;<br />

- ejército en tiempo de paz.<br />

C. Autoridad esencialmente normativa (libre adhesión,<br />

recompensas intrínsecas)<br />

- organizaciones de carácter religioso;<br />

- grupos políticos con fundamento ideológico (partidos);<br />

- hospitales;<br />

- escuelas y universidades;<br />

- asociaciones voluntarias;<br />

- grupos de carácter social;<br />

- asociaciones profesionales.<br />

D. Estructuras mixtas<br />

- normativa-coercitiva: unidad de combate;<br />

- utilitaria-normativa: la mayor parte de los sindicatos<br />

obreros;<br />

- utilitaria-coercitiva: ciertas industrias primitivas,<br />

ciertos establecimientos agrícolas, etc.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 185


La teoría de sistemas ha conocido en época reciente<br />

un amplio y fecundo desarrollo: la teoría de la contingencia,<br />

la variedad de las especies de organización<br />

y la llamada ecología de las organizaciones.<br />

Nos interesa, para la comprensión de la sociología<br />

de las organizaciones, la teoría de la variedad de las<br />

organizaciones, producto de investigaciones empíricas<br />

entre 1960 y 1980.<br />

El principio de esta teoría es muy simple: frente<br />

a la necesidad de adaptarse al entorno concebido en<br />

sentido muy amplio --clientes y competidores, proveedores,<br />

sistema legal, ecología, instituciones, sindicatos,<br />

estructura demográfico-ocupacional, cultura<br />

local y nacional, familia, sistema político,<br />

equilibrio ecológico...-, las organizaciones tienen<br />

que buscar su forma más adecuada, ya que no exis-<br />

te una forma organizativa óptima y válida para<br />

todo tipo de organizaciones, tanto empresas como<br />

escuelas, universidades, hospitales, asociaciones<br />

voluntarias, etc. Mintzberg ha propuesto una muy<br />

completa tipología en la que el lector reconocerá<br />

sin duda los rasgos de algunas de las organizaciones<br />

a las que pertenece. El principio del que parte el<br />

autor es que el éxito de una organización depende<br />

del desarrollo de un conjunto coherente de relaciones<br />

en el diseño estructural, de acuerdo con el tamaño,<br />

la «edad» y la tecnología empleada, y en<br />

relación con las condiciones del entorno. Propone<br />

así cinco tipos de organización: la máquina burocrática,<br />

la burocracia profesionalizada, la estructura<br />

divisionalizada, la estructura simple y la organización<br />

«adhocrática». Los rasgos más característicos<br />

son éstos:<br />

Estructura Máquina Burocracia Estructura Organización<br />

simple burocrática profesionalizada divisionalizada «adhocrática»<br />

Ej.: Pequeña empresa. Ej.: Administración pú- Ej.: Universidad, hospi- Ej.: Empresa multina- Ej.: Consultora.<br />

blica. tal. cional.<br />

- Poca división del tra- - Amplia división del - Descentralización. - Conjunto de entida- - Gran especialización<br />

bajo. trabajo. des casi autónomas. de los miembros.<br />

- Pocos niveles jerár- - Proliferación de re- - Autonomía de los pro- - Control descentrali- - Descentralización del<br />

quicos. glas. fesionales. zado. poder.<br />

- Comunicación informal.<br />

- Poder centralizado. - Integración y standarización<br />

de servicios<br />

mediante la prepara-<br />

- Estructura central directiva.<br />

- Poca formalización<br />

de comportamientos.<br />

- Supervisión directa.<br />

- Flexibilidad.<br />

- Centralización.<br />

- Formalización de<br />

comportamientos y de<br />

comunicaciones.<br />

- Distinción clara entre<br />

ción de los miembros y<br />

la aceptación de normas<br />

operativas.<br />

- Rol básico de los directivos<br />

de cada división.<br />

- Comunicación for-<br />

- Grupos o equipos de<br />

proyectos.<br />

- Coordinación por<br />

adaptación mutua.<br />

«staff» y línea de man- mal.<br />

do. - Diferenciación de divisiones<br />

en función del<br />

mercado.<br />

- Temporales.<br />

Entorno Entorno Entorno Entorno Entorno<br />

Simple, cambiante. Estable Complejo y estable. Simple, estable, pero di- Dinámico y cambiante.<br />

versificado.<br />

188 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


4. La organización:<br />

definición y estructura<br />

Este largo recorrido histórico a través de la sociología<br />

de las organizaciones facilita nuestra comprensión<br />

de la naturaleza de las organizaciones.<br />

La definición es necesariamente amplia para poder<br />

incluir en ella la enorme galaxia de organizaciones<br />

que pueblan nuestra sociedad. Su formulación<br />

más breve puede ser ésta: una organización es una<br />

asociación permanente de individuos que, con la<br />

intención de conseguir fines específicos, coordinan<br />

sus actividades mediante la formalización y reglamentación<br />

de las mismas y mediante el desempeño<br />

de roles diversificados que se articulan en estructuras<br />

diferenciadas y jerarquizadas.<br />

Se impone un desarrollo de los elementos contenidos<br />

en la definición que, se habrá observado, no<br />

dice nada sobre la clase de fines específicos que<br />

persiguen las organizaciones ni sobre la forma que<br />

adopta esa articulación de estructuras. En la definición<br />

caben grupos tan diversos como la mafia, la<br />

pequeña secta religiosa, la empresa multinacional o<br />

un club de fútbol.<br />

- El primer elemento de la definición es la asociación<br />

o formación social, necesariamente con carácter<br />

permanente. Los hombres coordinan sus esfuerzos<br />

con mucha frecuencia y con finalidades<br />

muy diversas, pero la cooperación transitoria y espontánea,<br />

como la exigida para extinguir un pequeño<br />

incendio, no convierte en organización al grupo<br />

formado. Como tampoco lo es un público, una audiencia<br />

o una masa vociferante en una manifestación<br />

de protesta.<br />

Los sociólogos se preguntan a veces: ¿Qué es lo<br />

permanente en una organización? Las respuestas<br />

varían: los objetivos perseguidos, las interacciones<br />

entre los miembros, el grupo humano... La respuesta<br />

más aceptada apunta al diseño total de interacciones<br />

y actividades, es decir, de roles, en vistas a<br />

unos objetivos específicos. Aunque unos miembros<br />

desaparezcan o abandonen la organización, ésta<br />

permanece en el tiempo.<br />

- Toda organización comprende un círculo preciso<br />

de individuos que se consideran miembros de la<br />

organización, aunque los criterios de delimitación<br />

de ese círculo sea difícil, especialmente en las organizaciones<br />

voluntarias. En éstas, junto a un núcleo<br />

de personas más implicadas en los fines y actividades,<br />

aparecen, a menudo en círculos concéntricos,<br />

otros grupos menos identificados y participativos:<br />

los simpatizantes, asociados, «amigos de», etc. Los<br />

sociólogos citan el caso de los pequeños accionistas<br />

«


pendencia de sus partes y en relación con las condiciones<br />

y demandas de ese entorno. La organización<br />

establece relaciones de intercambio con el entorno,<br />

sobre todo para el reclutamiento de sus miembros y<br />

para la financiación de sus actividades. Estos intercambios<br />

están muy influidos por la imagen de la<br />

organización ante el público y en el contexto institucional.<br />

Las «campañas de imagen» de los partidos<br />

políticos cobran aquí su pleno significado.<br />

- Es notoria la estructura jerárquica de las organizaciones<br />

en relación con la división del trabajo y<br />

con la asignación de roles diversos. Los ensayos de<br />

organizaciones autogestionarias, sobre todo en el<br />

ámbito escolar e industrial, representan una reacción<br />

contra las estructuras de dominío y la implacable<br />

jerarquización de las organizaciones de trabajo<br />

y de enseñanza. Frente a la «cultura burguesa», las<br />

tentativas autogestionarias proclamaron la cultura<br />

de la igualdad, de la libertad y de la solidaridad.<br />

- Frente a la comunidad, que incluye al hombre<br />

en su pluridimensionalidad, la incorporación propia<br />

de las organizaciones es parcial, es decir, interesa el<br />

individuo en cuanto capaz de proporcionar una determinada<br />

competencia, habilidad o recurso. Surge<br />

un problema típico de todas las organizaciones: la<br />

persona incorporada lleva a la organización sus necesidades,<br />

sus expectativas y sus propias metas, así<br />

como no renuncia a sus otras afiliaciones y lealtades.<br />

Como la organización no puede cubrir con sus<br />

reglamentos todas las dimensiones de la persona<br />

miembro, ni satisfacer todas sus necesidades, surgen<br />

así los aspectos informales e impredecibles del<br />

comportamiento humano. Para hacer frente a este<br />

problema, toda organización debe:<br />

• crear en sus miembros un nivel suficiente de<br />

motivación;<br />

• controlar y reforzar la eficiencia de los asociados;<br />

mantener actitudes positivas en sus miembros.<br />

Las llamadas instituciones totales rompen este<br />

esquema precisamente porque pretenden controlar<br />

toda la vida de sus miembros, eliminar toda fidelidad<br />

rival de la exigida por la organización yorganizar<br />

todas las actividades en un marco comunitario.<br />

190 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- Los grupos formados por un número limitado<br />

de individuos en interacción común constituyen la<br />

pieza clave de toda organización. En principio, todos<br />

los miembros del grupo comparten los mismos<br />

valores, pero en las organizaciones la situación frecuente<br />

es de cierta anomía, es decir, los miembros<br />

CARACTERISTICAS DE<br />

LAS INSTITUCIONES TOTALES<br />

(Goffman)<br />

- La institución pretende abarcar toda la vida social<br />

yprivada de sus miembros yproporcionarles un «mundo»<br />

cerrado y total.<br />

- Se rompen las barreras que en la sociedad normal<br />

separan y distinguen la vida de trabajo, de ocio y de<br />

descanso nocturno, ya que en las instituciones totales tienen<br />

lugar bajo el mismo techo y bajo la misma autoridad.<br />

- Los recluidos viven juntos haciendo las mismas cosas<br />

y son tratados igual.<br />

- Todas las fases de la vida están estrechamente reglamentadas<br />

y vigiladas por un grupo de «cuidadores».<br />

- Preside la institución un plan racional en función de<br />

los objetivos de la institución.<br />

- Existe una diferencia radical entre los celadores-vi·<br />

gilantes y los internados, que se perciben mutuamente en<br />

términos de dominadores y dominados, superiores e infe·<br />

riores, en posesión de la razón yculpables, fuertes y débiles,<br />

etc. Es decir, ambos grupos se perciben y tratan a<br />

través de estereotipos y prejuicios.<br />

- Estas instituciones son de cinco tipos según su finalidad:<br />

cuidado de personas incapaces e inofensivas; cuidado<br />

de personas incapaces y peligrosas; realización óptima de<br />

tareas muy técnicas; retiro de la vida mundana, y protec·<br />

ción de la sociedad contra individuos peligrosos.<br />

- Símbolos de esta reclusión (y medios de manteni·<br />

miento de la reclusión): muros altos, puertas cerradas,<br />

prohibición de la interacción con extraños, alambradas o<br />

cercas ...<br />

- Ejemplos: cárceles, monasterios, instalaciones mili·<br />

tares secretas, campos de prisioneros de guerra, manicomios<br />

...


tienen intereses y prioridades propios y no necesariamente<br />

coincidentes. Es ésta una de las razones<br />

que explica la existencia en las organizaciones de<br />

grupos formales, los establecidos por la propia organización<br />

para la consecución de sus fines, y grupos<br />

informales o espontáneos, no previstos en el organigrama.<br />

Estos grupos aparecen y se consolidan para<br />

satisfacer necesidades de los miembros no cubiertas<br />

por la organización y para suplir insuficiencias<br />

en el diseño oficial, y se convierten con frecuencia<br />

en una red de informaciones y de toma de decisiones<br />

con su jerarquía propia.<br />

5. Objetivos y fines<br />

de las instituciones<br />

La gran variedad de organizaciones hace difícil<br />

este tema. Es importante distinguir entre los objetivos<br />

de las organizaciones, siempre lejanos en el<br />

tiempo y fijados por la voluntad de sus miembros;<br />

los fines, impuestos desde fuera y objeto de una<br />

prestación continuada; los motivos individuales de<br />

los miembros, que pueden no coincidir con los objetivos,<br />

y las funciones cumplidas por la organización,<br />

o sea, la contribución voluntaria o no voluntaria<br />

de la organización a la sociedad. En relación con<br />

este punto, la universidad proporciona una excelente<br />

ilustración. Sus objetivos son invariables: la investigación<br />

y la enseñanza, pero puede contribuir, y<br />

lo hace muy a menudo, a la movilidad social ascendente<br />

de los que en ella ingresan y a servir de símbolo<br />

de status para los estratos superiores.<br />

La característica propia de las organizaciones es<br />

que sus fines son específicos, en tanto que las comunidades<br />

-pueblos, ciudades, grupos primarios- se<br />

orientan a fines generales, con proyección sobre la<br />

vida total de sus miembros.<br />

Los fines son elemento esencial de las instituciones<br />

y organizaciones. Los sociólogos citan entre las<br />

funciones cubiertas por los fines las siguientes:<br />

guían las actividades y los esfuerzos de los miembros<br />

en su participación en la vida de la organización;<br />

proporcionan a ésta legitimidad social de sus<br />

actividades y de su misma existencia; establecen<br />

niveles o criterios mínimos de eficiencia; determi-<br />

nan en líneas generales qué tipo de estructura es la<br />

más adecuada para conseguir los fines, los límites<br />

de la división del trabajo, los tipos de roles a desempeñar<br />

en la organización; proporcionan al público<br />

una información general sobre el carácter fundamental<br />

de la organización.<br />

Una clasificación muy general de los fines organizacionales<br />

distingue:<br />

- fines expresivos, que se agotan en la coexistencia<br />

y convivencia de los miembros de la organización<br />

y en su actuación común; estos fines pueden<br />

combinarse con otros de tipo secundario, como las<br />

actividades benéficas; pertenecen a esta categoría<br />

una gran variedad de círculos recreativos, clubs y<br />

asociaciones similares;<br />

- fines instrumentales internos, propios de organizaciones<br />

que, como las escuelas, universidades,<br />

hospitales, iglesias, prisiones, etc., se orientan en<br />

sus actividades a sus propios miembros, con intenciones<br />

de tipo predominantemente socializador;<br />

- fines instrumentales externos, que consisten en<br />

el logro de determinadas prestaciones o en la realización<br />

de ciertas actividades cuyo objeto son los<br />

clientes, otros grupos, la sociedad, el público, etc.<br />

La lista de organizaciones que persiguen este tipo<br />

de fines es interminable, desde la Administración<br />

pública hasta la empresa productora de bienes o<br />

servicios, pasando por los partidos, los sindicatos,<br />

las cooperativas, asociaciones científicas o benéficas,<br />

etc.<br />

Un problema frecuente en todo tipo de organizaciones<br />

es el conflicto de fines u objetivos, bien por<br />

incompatibilidad entre dos objetivos no compatibles<br />

entre sí, bien por desacuerdo entre grupos importantes<br />

que dentro de la organización persiguen<br />

fines incompatibles. Los tipos más frecuentes de<br />

conflicto organizacional son los siguientes:<br />

- Conflictos debidos al establecimiento de objetivos<br />

múltiples que se disputan los recursos y las<br />

energías de los miembros. A menudo los objetivos<br />

se refuerzan entre sí, como sucede en la universidad,<br />

en la que la investigación y la enseñanza pueden<br />

enriquecerse mutuamente, pero también es frecuente<br />

lo contrario, el conflicto.<br />

Conflictos, muy frecuentes, entre el objetivo-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOG/A 191


192 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


lucro y el objetivo-prestación de servicios. Las empresas<br />

privadas constituyen el caso más conocido.<br />

Las situaciones son muy variadas: el servicio puede<br />

sufrir debido a la excesiva importancia concedida a<br />

la obtención de beneficios; una prestación por encima<br />

de la media conduce a un nivel más elevado de<br />

beneficios; un punto de equilibrio en el que el lucro<br />

disminuye tanto si la prestación empeora como si<br />

mejora.<br />

- Conflictos provocados por la presión sobre objetivos<br />

ejercida por dos grupos distintos dentro de<br />

la organización, sin que sea posible o fácil llegar a<br />

un acuerdo. El caso de las prisiones, citado por<br />

Renate Mayntz (1967), es ya clásico entre los estudiosos<br />

de las organizaciones. Dos objetivos posibles<br />

de las prisiones y de organizaciones similares son la<br />

reeducación y rehabilitación -favorecido por los<br />

psicólogos sociales, los trabajadores sociales e incluso<br />

la dirección del establecimiento- y la conservación<br />

de la seguridad y el cumplimiento de la<br />

pena, preferido por el personal de vigilancia y por<br />

los funcionarios en general. Aquí son inevitables los<br />

conflictos de grupo, ya que tanto la imagen de los<br />

reclusos como los métodos de tratamiento y de sanción<br />

difieren radicalmente según predomine uno u<br />

otro objetivo.<br />

El conflicto de objetivos y la evolución misma de<br />

la organización provoca a veces un desplazamiento<br />

de objetivos. A veces se trata de una mera sucesión<br />

de objetivos, porque los originales ya se han cumplido<br />

o porque los cambios en el entorno de la<br />

organización aconsejan abandonar unos objetivos y<br />

fijarse otros diferentes. En otras ocasiones existe un<br />

auténtico desplazamiento, e incluso una inversión<br />

de la relación fines-medios.<br />

Los medios de la organización acaban convirtiéndose<br />

en los auténticos fines latentes de la misma,<br />

y los fines originales encuentran obstáculos<br />

invencibles. La burocratización de muchas organizaciones,<br />

cuando alcanza cotas excesivas, puede<br />

conducir a un nivel exagerado de cumplimiento de<br />

las normas que obstaculice la persecución de los<br />

fines y desemboque en un nivel intolerable de inoperancia.<br />

Se ha señalado más de un caso en el que<br />

los objetivos derivados (cf. cuadro anterior) acaban<br />

desplazando a los objetivos originales de la organización.<br />

CLASIFICACION DE LOS FINES<br />

DESDE UNA PERSPECTIVA SISTEMICA<br />

Charles Perrow propone la siguiente clasificación de<br />

los objetivos de la organización según coordenadas externas<br />

e internas a la misma organización:<br />

a) Coordenadas externas<br />

- objetivos orientados a la sociedad: las organizaciones<br />

pueden perseguir objetivos de tipo económico (producir<br />

bienes y servicios), cultural-moral (realizar valores) y<br />

de orden (recluir delincuentes, cuidar enfermos mentales);<br />

- objetivos orientados a los receptores de los servicios<br />

y prestaciones: usuarios, socios, propietarios y el gobierno;<br />

- objetivos orientados a la rentabilidad de la inversión,<br />

sea del capital o del trabajo.<br />

b) Coordenadas internas<br />

- objetivos del mismo sistema organizativo: sobrevivir,<br />

crecer, mantener su propia seguridad;<br />

- objetivos del producto o servicio ofrecido según diversos<br />

criterios: cantidad, calidad, coste, estilo, disponibilidad...;<br />

- objetivos derivados, consistentes en la aplicación del<br />

poder generado por la organización a otros terrenos. Así,<br />

una empresa poderosa tiene poder para crear puestos de<br />

trabajo, contratar y despedir, hacer donativos, ejercer el<br />

mecenazgo cultural, respaldar ideologías o partidos políticos,<br />

invertir en épocas de recesión económica, cambíar<br />

el emplazamiento local de sus instalaciones, etc.<br />

INVITACION A LA CURIOSIDAD<br />

1. Las instituciones codiciosas<br />

Siguiendo algunas de las ideas de las «instituciones totales»<br />

de Goffman, Lewis Coser ha estudiado otro tipo de instituciones<br />

a las que ha denominado «instituciones codiciosas». Son aquellas<br />

instituciones que, sin emplear barreras materiales o controles<br />

férreos, exigen de sus miembros una lealtad exclusiva y para<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 193


ello se esfuerzan por reducir la demanda de roles competitivos y<br />

de posiciones de status en cuanto pueden afectar a sus miembros,<br />

a los que se desea mantener recluidos en los confines de la<br />

institución. Los rasgos de estas instituciones son:<br />

- voluntariedad de la pertenencia;<br />

- presión sobre los miembros para que corten sus vínculos y<br />

relaciones con otras instituciones o personas que puedan hacer<br />

demandas competitivas;<br />

- en última instancia, y para conseguir esa lealtad exclusiva,<br />

inhabilitación de los miembros para otras actividades distintas<br />

a las pretendidas por la institución;<br />

- control de la vida sexual en cuanto constituye una amenaza<br />

para la lealtad sin divisiones de los miembros de la institución.<br />

Dos medios suelen emplearse: o celibato o promiscuidad sexual,<br />

que en este caso cumpliría idéntica función que la del celibato.<br />

Coser cita como ejemplos de instituciones codiciosas los eunucos,<br />

el servicio doméstico, los extranjeros empleados en algunas<br />

cortes de siglos pasados Uudíos en países cristianos, renegados<br />

cristianos en el imperio otomano), buscadores de utopías,<br />

jesuitas, amas de casa...<br />

2. Una asignatura pendiente de los españoles:<br />

la desconfianza institucional<br />

Un sondeo de «L'Express» (22-5-1987) ha puesto de relieve la<br />

distancia que nos separa de los países occidentales en relación<br />

con un aspecto esencial de la cultura política: la confianza en las<br />

instituciones:<br />

194 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Excedente (+)<br />

o déficit (-) de<br />

confianza (en Reino Estados<br />

porcentajes) España Francia Unido Unidos<br />

- Escuela ....... +24 +58 +10 +65<br />

- Medios comunicación<br />

- 5 - 1 -22 +36<br />

- Policía ......... -10 +45 +60 +76<br />

- Iglesia ......... -22 +10 +15 +71<br />

- Ejército ....... -24 +23 +63 +73<br />

- Justicia ....... -26 +27 +16 +56<br />

- Parlamento . -31 +23 + 6 +67<br />

- Sindicatos ... -39 -23 -39 + 7<br />

Lecturas<br />

M. Crozier, El fenómeno burocrático. Amorrortu, Buenos<br />

Aires 1969, 2 vals.<br />

E. García de Enterría, España, un presente para el futuro,<br />

2. Las instituciones. Instituto de Estudios Económicos,<br />

Madrid 1984.<br />

R. Michels, Los partidos políticos. Amorrortu, Buenos Aires<br />

1969.<br />

Juan González-Anleo, El sistema educativo español. Instituto<br />

de Estudios Económicos, Madrid.<br />

D. del Campo y M. Navarro, Análisis sociológico de la<br />

familia española. Ministerio de Cultura, Madrid 1982.<br />

R. López Pintor, Sociología industrial y de la empresa.<br />

Vicens Vives, Barcelona 1976.


IV<br />

LA DIMENSION<br />

CULTURAL


12<br />

El paisaje gris:<br />

las masas y los medios<br />

de comunicación de masas<br />

«No hay descripción del paisaje social creado por<br />

las dos revoluciones más común en el siglo XIX que la<br />

palabra masas. Tiene muchos sinónimos: multitud,<br />

muchedumbre, gentío, hoi polloi, populacho, canalla,<br />

entre otros, alusivos todos a la cantidad enorme de<br />

personas que habian sido repentinamente, parecía,<br />

empujadas a la preeminencia por las fuerzas que habían<br />

destruido o debilitado la estructura del viejo y<br />

tradicional orden aristocrático» (Robert Nisbet, La<br />

sociología como obra de arte. Espasa Calpe, Madrid<br />

1979,72).<br />

LOS socialistas dieron al término un significado<br />

positivo, idealizándolo por su oposición a<br />

los aristócratas y capitalistas, continúa Nisbet. Casi<br />

todo el resto de pensadores y sociólogos lo inscribieron<br />

en la galería de términos malditos. La dimensión<br />

cuantitativa de las masas, el imparable aumento<br />

demográfico, pronosticado con acentos lúgubres<br />

por Malthus, interesó menos que la dimensión<br />

estructural: masas equivalía a atomización del orden<br />

social, sostenido antes por el predominio secular<br />

de la familia, la religión, las clases y las relaciones<br />

de vecindad.<br />

La alarma era, en gran medida, injustificada.<br />

Persistían los lazos familiares, religiosos y de clase,<br />

y surgían por todas partes nuevas formas de asociacionismo,<br />

como los sindicatos, las cooperativas o<br />

los movimientos utópicos.<br />

En la representación que de las masas se hicieron<br />

los pensadores latían dos sentimientos muy diferentes.<br />

La simpatía y la compasión por la miseria<br />

y el desamparo de las masas impregnaron las novelas<br />

industriales de la época. En duro contraste, no<br />

pocos pensadores se ensañaron con sus diferencias<br />

con la aristocracia. Pero compasivos o reprobadores,<br />

todos los que escribieron sobre las masas coincidieron<br />

en una intuición unánime del proceso de<br />

nivelación y atomización que se estaba percibiendo<br />

en Europa, y del contraste entre masa y comunidad,<br />

intuición alimentada por el talante romántico de la<br />

época y su querencia por temas referentes a la relación<br />

del hombre con la tierra, la religión y otras<br />

«reliquias» de la sociedad tradicional.<br />

Otros rasgos con los que se caracterizó el nuevo<br />

fenómeno fueron el triunfo de la mecanización; la<br />

consolidación de una nueva clase económica lanzada<br />

a la adquisición de riqueza basada en el dinero<br />

rápido, el crédito, la Bolsa y la especulación; la<br />

proletarización en alza, y la destrucción de las antiguas<br />

comunidades.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 197


El profeta del papel protagonista de las masas<br />

fue Tocqueville. Las masas han irrumpido en la<br />

historia de occidente con impacto devastador sobre<br />

la cultura y la naturaleza de los individuos, y serán<br />

víctima final de un nuevo despotismo, nutrido por<br />

la afinidad entre la democracia y la sociedad de<br />

masas.<br />

Hasta aquí las ideas de Nisbet, en su libro citado,<br />

que sirven de pórtico a este paisaje gris, en el que<br />

se tratarán, de forma descriptiva más que analítica,<br />

el fenómeno sociológico de las masas, su nuevo poder<br />

derivado del consumo de masas, la tan debatida<br />

cultura de masas, y la turbulenta irrupción de los<br />

medios de comunicación de masas en este paisaje<br />

gris, cuyas claves interpretativas integran esta<br />

cuarta parte del libro.<br />

1. Para comprender<br />

la sociología de las masas<br />

La sociedad de masas, ya lo hemos visto, cuenta<br />

con escasos admiradores entre los políticos y los<br />

sociólogos, que han tendido a presentar a esta nueva<br />

sociedad como un mundo informe, desvertebrado<br />

y sin estructuras bien definidas. Es clásica la<br />

definición de Ropke:<br />


sus sentimientos, llegan fácilmente a la violencia y los<br />

mayores excesos, hacen gala de una moralidad de<br />

bajo nivel hecha de intolerancia y autoritarismo, y<br />

proporcionan una completa impunidad a instintos de<br />

ferocidad destructora, residuo de edades primitivas y<br />

que duermen en el fondo de cada uno de nosotros...<br />

Las ideas que mueven a las multitudes han de estar<br />

revestidas de formas muy absolutas y sencillas, ya<br />

que la multitud razona mediante asociaciones y generalizaciones<br />

inmediatas de casos particulares, y se<br />

deja fácilmente convencer por imágenes seductoras;<br />

su imaginación tiende hacia lo maravilloso y lo legendario<br />

de los acontecimientos, y muchos grandes hombres<br />

han considerado la imaginación popular como la<br />

base de su poder; las multitudes tienden a revestir de<br />

formas religiosas todas sus convicciones... » (Ibid., 43­<br />

81).<br />

Está claro que Le Bon, en contraste con Marx, no<br />

vio en las masas la emergencia de una nueva clase,<br />

el proletariado, capaz de inducir un cambio profundo<br />

en la configuración de la sociedad, sino un<br />

amontonamiento informe de individuos unidos entre<br />

sí tan sólo por instintos bestiales y por la fuerza<br />

del contagio, que tienden a destruir de arriba abajo<br />

la sociedad actual para llevarla a ese comunismo<br />

primitivo que fue la condición normal de todos los<br />

grupos humanos antes de que brillara la «aurora de<br />

la civilización».<br />

El psicoanálisis se interesó también por el fenómeno<br />

de las masas. El primero fue Freud, que tomó<br />

como punto de partida, precisamente, la lectura de<br />

Le Bon, aunque la valoración final del padre del<br />

psicoanálisis fue positiva.<br />

Freud subraya, ante todo, el profundo cambio<br />

psíquico que el individuo sufre en la masa, ya que<br />

su afectividad se exalta, su capacidad intelectual se<br />

reduce notablemente, y de esa forma todos los individuos<br />

de la masa tienden a situarse al mismo nivel.<br />

En la raíz de esta mentalidad de la masa está la<br />

sugestión, mecanismo por el que se opera en el individuo<br />

una traslación inconsciente de energías de la<br />

líbido, desviadas con respecto a su carácter originario.<br />

Le Bon había clasificado las masas en heterogéneas<br />

(anónimas, como una multitud callejera, y no<br />

anónimas, como una asamblea parlamentaria) y<br />

homogéneas (sectas políticas o religiosas, castas<br />

militares, sacerdotales u obreras, y clases sociales).<br />

Freud contrapuso a esta clasificación la suya propia,<br />

más compleja: masas transitorias y duraderas,<br />

homogéneas y heterogéneas, y, finalmente, naturales<br />

y artificiales, figurando el ejército y la Iglesia<br />

entre estas últimas. Iglesia y ejército se caracterizan<br />

porque el ingreso en este tipo de masas prescinde<br />

de la voluntad individual, así como el abandono,<br />

sometido habitualmente a frustraciones severas de<br />

índole psicológica y, en el caso del ejército, a restricciones<br />

de la libertad. En ambas masas se salvaguarda<br />

la cohesión por la imagen de una idea superior,<br />

de una cabeza -Cristo o el jefe supremo- que,<br />

prodigan su amor a los componentes de la masa, y<br />

con quienes los miembros de aquéllas se identifican<br />

afectivamente.<br />

La valoración que Freud hace de las masas es<br />

positiva, pues el mecanismo de identificación de los<br />

individuos con el grupo o con la cabeza permite al<br />

individuo pasar del egoísmo al altruismo, y los individuos<br />

creadores, que habitualmente trabajan en<br />

soledad, son deudores, en grado desconocido, de las<br />

sugerencias de las masas en medio de las cuales<br />

viven. No conviene olvidar tampoco que la masa<br />

por sí misma es capaz de alcanzar elevados niveles<br />

de creatividad, como lo ponen de manifiesto la lengua,<br />

ejemplo luminoso de creación colectiva, el folklore,<br />

los cantos populares, etc.<br />

Siguiendo las huellas de Freud, Wilhelm Reich<br />

(1897-1957) ha elaborado una tipología original de<br />

la estructura psíquica de las masas en su obra Psicología<br />

de masas del fascismo. Hay tres estratos en<br />

la personalidad: el superficial, caracterizado por un<br />

alto grado de socialidad, adquirida por medio de la<br />

educación; el intermedio, integrado por impulsos<br />

crueles y lascivos, con ingredientes de sadismo, que<br />

corresponde al inconsciente freudiano; el biológico<br />

profundo, cuyas tendencias innatas son la socialidad<br />

y la capacidad de amar y odiar racionalmente.<br />

El núcleo de la teoría de Reich es que la estructura<br />

caracterial reproduce, bajo forma de ideologías,<br />

la estructura social de la sociedad. Desde el<br />

momento que la organización primitiva democrático-trabajadora<br />

fue definitivamente superada, el estrato<br />

biológico no ha conseguido encontrar una expresión<br />

propia en el plano social. Aparecen así las<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 199


ideologías como reflejos sustantivos de la estructura<br />

de la personalidad. El liberalismo corresponde al<br />

estrato superficial, los movimientos revolucionarios<br />

al estrato profundo biológico, y el fascismo encaja<br />

perfectamente en el estrato intermedio de los impulsos<br />

reprimidos, y consiste así en la actitud fundamental<br />

del hombre autoritario, reprimido por la<br />

civilización de las máquinas y por su concepción<br />

mecanicista y mística de la vida. La causa desencadenante<br />

del fascismo es, en opinión de Reich,<br />

la caída al nivel social del primer estadio, el superficial,<br />

es decir, en la rebelión del hombre contra la<br />

trivialidad de un falso liberalismo.<br />

Las masas, en definitiva, se caracterizan por su<br />

irracionalidad y su falta de autonomía histórica, lo<br />

que las hace fácil presa de todo tipo de manipulaciones.<br />

Va a ser la hipótesis central del célebre ensayo<br />

de Ortega y Gasset, de 1937.<br />

La rebelión de las masas comienza con un párrafo<br />

ya clásico:<br />

«Hay un hecho que, para bien o para mal, es el<br />

más importante en la vida pública europea de la vida<br />

presente. Este hecho es el advenimiento de las masas<br />

al pleno poderío social. Como las masas, por definición,<br />

no pueden ni deben dirigir su propia existencia,<br />

y menos regentar la sociedad, quiere decirse que Europa<br />

sufre ahora la más grave crisis que a pueblos,<br />

naciones, culturas, cabe padecer. Esta crisis ha sobrevenido<br />

más de una vez en la historia. Su fisonomía y<br />

sus consecuencias son conocidas. También se conoce<br />

su nombre. Se llama la rebelión de las masas» (José<br />

Ortega y Gasset, La rebelión de las masas. Espasa Calpe,<br />

Madrid 1969, 37).<br />

La característica primordial de la nueva situación<br />

no es la explosión demográfica, sino una forma<br />

nueva de configurarse la socialización. En las épocas<br />

pretéritas, los individuos se asomaban a la historia<br />

unidos en grupos y en pequeñas comunidades;<br />

hoy lo hacen bajo la forma de aglomeración, del<br />

«lleno»:<br />

«Las ciudades están llenas de gente. Las casas,<br />

llenas de inquilinos. Los hoteles, llenos de huéspedes.<br />

Los trenes, llenos de viajeros. Los paseos, llenos de<br />

transeúntes. Las salas de los médicos famosos, llenas<br />

de enfermos. Los espectáculos, como no sean muy<br />

extemporáneos, llenos de espectadores. Las playas,<br />

200 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

llenas de bañistas. Lo que antes no solía ser problema,<br />

empieza a serlo casi de continuo: encontrar sitio».<br />

Las masas, y esto es más grave, han suplantado<br />

a las minorías.<br />

«La sociedad es siempre una unidad dinámica de<br />

dos factores, minorías y masas. Las minorías son individuos<br />

o grupos de individuos especialmente cualificados.<br />

La masa es el conjunto de personas no especialmente<br />

cualificadas».<br />

El hombre-masa no se distingue de los demás<br />

seres humanos, sino que tiende a repetir en sí mismo<br />

un tipo genérico.<br />

La minoría está formada por aquellos que han<br />

seguido toda su vida un modelo basado en un máximo<br />

de exigencias y en la aceptación voluntaria de<br />

derechos y de deberes. La masa está formada por<br />

aquellos que ponen su vida en un mínimo de exigencias,<br />

que se sienten perfectos, no con una perfección<br />

que derive del convencimiento de haber alcanzado<br />

finalidades superiores, sino del hecho de que<br />

«de una vez para siempre consagra el surtido de tópicos,<br />

prejuicios, cabos de ideas o, simplemente, vocablos<br />

hueros que el azar ha amontonado en su interior,<br />

y, con una audacia que sólo por la ingenuidad se<br />

explica, los impondrá dondequiera».<br />

MASA Y MINORIA<br />

«Masa es todo aquel que no se valora a sí mismo --en bien o<br />

en mal- por razones especiales, sino que se siente 'como todo<br />

el mundo' y, sin embargo, no se angustia, se siente a sabor al<br />

sentirse idéntico a los demás (...).<br />

Cuando se habla de 'minorías selectas', la habitual<br />

bellaquería suele tergiversar el sentido de esta expresión,<br />

fingiendo ignorar que el hombre selecto no es e! petulante que<br />

se cree superior a los demás, sino el que se exige más que los<br />

demás, aunque no logre cumplir en su persona esas exigencias<br />

superiores. Yes indudable que la división más radical que<br />

cabe hacer en la humanidad es ésta, en dos clases de criaturas:


las que se exigen mucho y acumulan sobre sí mismas<br />

dificultades y deberes, y las que no se exigen nada especial,<br />

sino que para ellas vivir es ser en cada instante lo que ya son,<br />

sin esfuerzo de perfección sobre sí mismas, boyas que van a la<br />

deriva» (Ibíd., 40).<br />

Esta división de la sociedad en minorías y masas<br />

no es una división en clases sociales, y no puede<br />

coincidir con la jerarquización en clases superiores<br />

e inferiores.<br />

La pretensión de perfección y la alta consideración<br />

que de sí misma tiene la masa hace que se<br />

identifique con el Estado, con la pretensión de solucionar<br />

así todos sus problemas, y con el secreto<br />

deseo de delegar en él toda dificultad, conflicto o<br />

problema. Este es el mayor peligro que hoy amenaza<br />

a la civilización, advierte Ortega:<br />

«la estatificación de la vida, el intervencionismo del<br />

Estado, la absorción de toda espontaneidad social por<br />

el Estado».<br />

Ortega señaló el riesgo de que esta identificación<br />

de la masa anónima con el Estado anónimo, y el<br />

intervencionismo creciente de éste, impidiera la<br />

emergencia de una élite realmente creadora. Daniel<br />

Bell ha indicado agudamente otro peligro: los ejemplares<br />

críticos de una élite culta han dejado de<br />

formular ya las opiniones y las preferencias. Las<br />

costumbres y las conductas están en constante flujo,<br />

el individuo pierde el sentido consecuente de sí<br />

mismo, sus inquietudes aumentan, y sobreviene la<br />

búsqueda de nuevas creencias.<br />

El análisis del hombre-masa se podría prolongar<br />

indefinidamente. No merece la pena. Es preferible<br />

pasar la página y centrar la atención en otro fenómeno,<br />

más cercano a nosotros: el consumo de masas,<br />

que ha acrecentado el poder de éstas de forma<br />

insospechada para los mismos críticos cuyas ideas<br />

y prejuicios hemos examinado en las páginas precedentes.<br />

2. El consumo de masas<br />

Nos interesa el fenómeno del consumo de masas<br />

por dos razones, la primera porque ha puesto en<br />

manos de las masas consumidoras un considerable<br />

poder económico, y la segunda porque se ha desarrollado<br />

en simetría con la emergencia y la consolidación<br />

de la cultura de masas. En este apartado nos<br />

detendremos brevemente en la primera razón.<br />

El poder de los consumidores se ha traducido en<br />

uno de los mitos más fomentados por las grandes<br />

agencias de publicidad del mundo occidental. La<br />

quintaesencia de este mito es muy sencilla:<br />

- el consumidor individual dispone de autonomía<br />

en la dirección de su comportamiento ante la<br />

adquisición de bienes y servicios, en cuanto puede<br />

obtener lo que le plazca, sin más límites a sus deseos<br />

que el dinero o el crédito de que en ese momento<br />

disponga;<br />

- su libertad y autonomía se acrecientan, pues<br />

no sólo tiene la posibilidad de escoger libremente<br />

en el abanico de bienes que ante él se despliega,<br />

sino que él mismo determina por medio de sus<br />

preferencias las modalidades de producción de esos<br />

bienes. Así, en la sociedad capitalista de nuestros<br />

días:<br />

- el consumidor tiene en sus manos la última<br />

autoridad, es un pequeño pero irresistible dictador<br />

del sistema económico, es el rey de la economía.<br />

No es difícil entender cómo ese mito ha calado<br />

tan hondamente en la conciencia de los consumidores.<br />

Cuando se ha oído a presidentes de los Estados<br />

Unidos proclamar el consumo como uno de los deberes<br />

patrióticos más apremiantes del ciudadano<br />

norteamericano, y hace unos años un canciller de la<br />

RF de Alemania se lamentó públicamente de que<br />

sus conciudadanos consumieran tan poco y ahorraran<br />

tanto, poniendo así en peligro el entonces necesario<br />

relanzamiento de la economía, y cuando se<br />

presencia todos los días el espectáculo de los grandes<br />

«santuarios» de nuestro tiempo, los hipermercados,<br />

tapizados de moquetas y de luces y eclipsando<br />

el fausto de los palacios de otras épocas, no es<br />

extraño que el consumidor se sienta rey. Juega además<br />

otro mecanismo poderoso: el cliente de un su-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 201


permercado cualquiera ve, huele y palpa en media<br />

hora mayor cantidad de productos venidos de todo<br />

el mundo que un antiguo monarca asiático el día de<br />

la presentación de embajadores de países extraños.<br />

y sabe que unos billetes o una señal electrónica le<br />

harán dueño de una pequeña maravilla japonesa,<br />

una exótica blusa paquistaní, un rústico puff bordado<br />

en el Atlas o una botella de venerable Oporto,<br />

casi coleccionable. El sentimiento de poder que este<br />

surtido de posibilidades confiere al consumidor es<br />

comprensible.<br />

Por muy manipulado que esté el consumidor,<br />

por mucho fraude que tenga que aguantar a lo largo<br />

de su vida, y aunque sus intereses estén en última<br />

instancia subordinados a los del sector de la producción<br />

y del dinero, no conviene tomar a la ligera<br />

el mito del consumidor rey. Los mitos son «realidades<br />

vividas», aseguraba Malinowski, y tienen «un<br />

significado vital», en opinión de Jung. El consumidor<br />

tiene fuerza real en el sistema económico, y la<br />

conciencia de esa fuerza es una baza importante en<br />

el juego o lucha que se establece entre los productores<br />

y los consumidores. Veamos en qué consiste esa<br />

fuerza.<br />

En primer lugar, el consumidor es capaz, al igual<br />

que la producción privada y que el Estado, de crear<br />

riqueza y de determinar, en parte, los modos de su<br />

distribución. Por inercia se suele pensar que el consumidor<br />

sólo consume y destruye, y que sólo los<br />

agricultores, fabricantes y oferentes de servicios generan<br />

riqueza. Lo cierto es que el hombre que consume<br />

está capacitado, en una economía de la abundancia,<br />

para crear riqueza por medio de su inversión<br />

en viviendas y otros bienes duraderos.<br />

En segundo lugar, el consumidor tiene una fuerza<br />

propia en el sistema económico, en cuanto sus decisiones<br />

determinan en gran medida las fluctuaciones<br />

cíclicas, inflación o recesión, y el ritmo de crecimiento<br />

de la economía. Ese mundo subterráneo y<br />

misterioso de las creencias, deseos, aspiraciones,<br />

optimismo o pesimismo del consumidor, impulsa el<br />

consumo o el ahorro, y, consiguientemente, influye<br />

en el desarrollo y carácter de los procesos económicos.<br />

En tercer lugar, el consumidor es un rey libre en<br />

cuanto disfruta de la doble posibilidad de elegir el<br />

202 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

< plantear:<br />

tipo de bien que le place en la panoplia de bienes<br />

que se le brinda y, sobre todo, en cuanto puede<br />

determinar con sus preferencias y sus repulsas el<br />

género de bienes que el sector de la producción<br />

debe ofrecerle. Es cierto que las apetencias del consumidor<br />

pueden ser manipuladas fácilmente por<br />

las grandes industrias a través de las agencias de<br />

publicidad. Es igualmente cierto que se palpan hoy<br />

expectativas y aspiraciones que no pueden ser satisfechas<br />

por ningún fabricante: aire puro, zonas verdes<br />

próximas al hogar, servicios públicos humanizados<br />

y eficientes... y, ante esa imposibilidad, el<br />

consumidor gasta su dinero en bienes y servicios<br />

fácilmente accesibles.<br />

En cuarto lugar, los defensores de la tesis del<br />

consumidor rey pretenden, no sin razón, que el sistema<br />

de creencias, valores y normas que arquitectonan<br />

la sociedad de consumo es decidido libremente<br />

por el hombre consumidor, en cuanto contribuye a<br />

edificarlo, a transformarlo o a derribarlo. Es decir,<br />

el consumidor, en principio, se hace cargo responsablemente<br />

del mundo en que desea vivir y decide<br />

los medios y los fines de la actividad económica, al<br />

votar en favor o en contra de programas políticos<br />

que defienden los bienes ecológicos, propugnan la<br />

ampliación de los servicios y equipamientos públicos,<br />

etc.<br />

Rey o no, manipulado o no, el hombre consumidor<br />

goza de un poder real. Y la masa ha visto cómo<br />

ha crecido su protagonismo, al sumarse su capacidad<br />

consumidora, reciente, a su potencialidad productora,<br />

tan antigua. Surge aquí el interrogante<br />

que la teoría del desfase cultural de Ogburn invita a<br />

¿Se ha enriquecido la cultura de masas al<br />

mismo ritmo que la cultura material, generadora<br />

del alto nivel de consumo de que hoy disfrutan las<br />

masas en los países desarrollados?<br />

3. La cultura de masas<br />

La cultura de masas se ha presentado en el mundo<br />

occidental como otro magnífico producto de la<br />

sociedad de consumo. Cuando culminó la primera<br />

colonización industrial de las sociedades occidentales,<br />

en horizontal, se inició una segunda colonización<br />

industrial, en profundidad: la del alma huma-


na, con todas sus producciones, imágenes y sueños.<br />

La cultura, o lo que habitualmente entendemos por<br />

cultura, la vida privada, los estilos personales, las<br />

ideas, sueños e ilusiones empezaron a ser fabricados<br />

a escala masiva, con técnicas y procedimientos<br />

industriales. Y vendidos en el mercado. Este fenómeno<br />

es la cultura de masas, muy diferente de la<br />

cultura popular.<br />

La cultura ha sido, a lo largo de siglos, engendrada<br />

por la sociedad en un esfuerzo paciente, lento,<br />

hecho de ensayos, tanteos y fracasos, con la colaboración<br />

consciente o inconsciente de los sabios, los<br />

genios y el pueblo, en un equilibrio magistral de lo<br />

viejo y lo nuevo, aceptando productos foráneos o<br />

rechazándolos por intrusos... La cultura se apoderaba<br />

luego insensiblemente de la intimidad individual,<br />

estructurando sus pulsiones, sus emociones y<br />

sus energías vitales de todo género. En este proceso<br />

entraban en juego mecanismos mentales de proyección<br />

e identificación, polarizados sobre símbolos,<br />

mitos, personas reales o ideales, antepasados, héroes,<br />

dioses y demonios. En nuestra época de consumo<br />

de masas ya no suceden las cosas de esta forma.<br />

Veamos el nuevo sistema.<br />

- La industria cultural es un producto de la<br />

técnica y del ánimo de lucro capitalista, cultivado<br />

por los productores privados que se rigen por puros<br />

principios de mercado.<br />

- El proceso de fabricación del producto cultural<br />

sigue los modelos de la industria más concentrada,<br />

técnica y económicamente. Las grandes cadenas<br />

de radio, televisión y producción editorial dominan<br />

el mundo de las comunicaciones, seleccionan, filtran<br />

y manipulan las ideas en función casi exclusiva<br />

de su rentabilidad. Esta subordinación de las ideas<br />

y de la información a la rentabilidad significa necesariamente<br />

una tensión permanente y dinámica entre<br />

la creatividad y la standarización, contradicción<br />

que ha proporcionado a la cultura de masas un<br />

poderoso mecanismo de adaptación al público y de<br />

acomodación del público a la cultura que se le ofrece.<br />

- Siguiendo la lógica del máximo consumo, el<br />

producto cultural es sometido a una serie muy cuidada<br />

de manipulaciones para hacerlo asequible y<br />

atractivo para un público universal. Estas manipu-<br />

laciones son fundamentalmente tres: el eclecticismo,<br />

que inyecta a las revistas, películas, programas<br />

de radio y TV..., una sabia y estudiada mezcla de<br />

espiritualidad y erotismo, religión y deporte, humor<br />

y política, agresividad y romanticismo; la homogeneización,<br />

es decir, la adopción de un estilo<br />

standard, de unas formas simples y directas, bajo<br />

un denominador común y primario, apto para ser<br />

asimilado por el hombre medio. Si los alimentos<br />

preparados son sometidos a un proceso que les asegura<br />

un gusto medio para que todo el mundo los<br />

encuentre sabrosos y no agresivos, algo semejante,<br />

pero mucho más serio y más peligroso para el espíritu<br />

humano ocurre con las ideas, el arte y la cultura<br />

en general; el sincretismo, que pretende confundir<br />

lo imaginario con lo real.<br />

Ante estos productos culturales, el consumidor<br />

medio, el hombre común, predominantemente mudo<br />

y pasivo, se ha limitado por lo general a emitir<br />

respuestas pavlovianas. Se han planteado muchos<br />

un interrogante: ¿Es la cultura de masas la que se<br />

impone al público, creándole pseudointereses o<br />

pseudonecesidades, o más bien se limita a traducir<br />

o reflejar unas necesidades reales, ya existentes en<br />

la sociedad actual?<br />

Se ha señalado otro problema en relación con la<br />

cultura de masas: los medios empleados para difundir<br />

la cultura de masas acaban en muchos casos por<br />

reemplazar los objetos culturales difundidos por<br />

otros sustitutivos, que son específicamente distintos<br />

de los objetos originales. Así, por ejemplo, los<br />

discos de música y las reproducciones en color suministran<br />

sólo información sobre las obras de arte a<br />

que se refieren, pero no ponen en contacto con una<br />

experiencia inmediata, como la que proporciona<br />

una pieza de música interpretada en vivo o un cuadro<br />

real. El problema es complicado y de difícil<br />

solución, pues las obras maestras siguen siendo las<br />

mismas de siempre, con modestas aportaciones año<br />

tras año, mientras que los ávidos espectadores crecen<br />

en proporción geométrica. Hace unos años, los<br />

japoneses que tuvieron ocasión de contemplar la<br />

Gioconda en un museo de su país se vieron obligados<br />

a desfilar delante del cuadro a razón de diez<br />

personas por minuto...<br />

Algo similar ha ocurrido en el terreno del folklore.<br />

La cultura de masas se ha apoderado también de<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 203


este tesoro secular y ha impuesto el sincretismo y la<br />

standarización. Su punto de partida es el arcaísmo<br />

y el encanto de los viejos folklores, pero los desintegra<br />

y los refunde en productos híbridos, aptos<br />

para un público universal. Destierra, además, el<br />

sentido de la fiesta como participación. El hombre<br />

folklórico real que participa -juega, canta o bailaes<br />

sustituido por el espectador pasivo que debe limitarse<br />

casi siempre a una teleparticipación mental.<br />

Como ante el fenómeno de las masas, abundan<br />

también los pesimistas entre los críticos de la cultura<br />

de masas. Los más pesimistas creen que esta<br />

cultura utiliza los clásicos y las obras de arte genuinas<br />

de todos los tiempos, bien transformadas y digeribles,<br />

en aras del puro entretenimiento, con lo que<br />

acabará por destruir el tesoro cultural que nos ha<br />

legado el pasado, ya que el apetito de las industrias<br />

culturales y del ocio es insaciable.<br />

Hace unos años, el filósofo francés Gilson denunció<br />

una manipulación a la que la gran industria del<br />

libro estaba sometiendo a los lectores. La gran industria<br />

editora se salía de su terreno y tendía a<br />

dirigir ella misma y según sus propios principios la<br />

elección de los libros que «se deben leep>. La enseñanza<br />

y la cultura tenderían, según estos principios,<br />

a organizarse en función de los libros editados,<br />

y no, como parece lógico, la publicación de los libros<br />

en función de la enseñanza y de la cultura<br />

deseadas...<br />

4. Los medios de comunicación<br />

de masas<br />

La sociología se ha interesado por el fenómeno<br />

de la información de masas desde el momento en<br />

que ha comenzado a sospechar que las funciones y<br />

los efectos de este tipo de información iban bastante<br />

más allá del puro entretenimiento y recreo.<br />

El sociólogo recela del término habitual comunicación<br />

de masas, tan del agrado de los profesionales<br />

de los medios. ¿Se puede hablar propiamente de<br />

comunicación cuando se enfrentan, de una parte,<br />

todopoderosos emisores de mensajes, a veces en situación<br />

de monopolio o de casi monopolio, y de<br />

204 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

otra, receptores dispersos, aislados y en situación de<br />

pasividad? ¿Puede llamarse diálogo a este juego de<br />

emisión-recepción? ¿Quizá el término información<br />

de masas es más adecuado, admitiendo una cierta<br />

retroacción (feed-back) que puede influir sobre los<br />

mensajes emitidos?<br />

En la búsqueda de una teoría general de la información<br />

de masas, el sociólogo ha contado con la<br />

ayuda del patrimonio de ideas y teorías de numerosos<br />

sociólogos, psicólogos y pensadores, desde Tónnies<br />

y Le Bon hasta el pensador español Ortega y<br />

Gasset, pasando por las aportaciones psicoanalíticas<br />

de Freud y Wilhelm Reich, como ya se ha visto.<br />

En 1939, el socialista alemán Serge Tchakhotine,<br />

en un libro prohibido durante más de una década,<br />

denunció la violación de las masas por la propaganda<br />

de Hitler y de Goebbels, su ministro de propaganda,<br />

quienes, sirviéndose de la radio, habrían<br />

conseguido la conversión del pueblo alemán a la<br />

ideología nazi. Estudios posteriores, como el realizado<br />

por Adorno y sus colaboradores en Estados<br />

Unidos sobre la personalidad autoritaria (1950), demostraron<br />

que la cuestión de la conversión al nazismo<br />

era bastante más complicada. Pero las ideas de<br />

Tchakhotine se convirtieron rápidamente en la primera<br />

teoría general sobre la información de masas,<br />

basada en las visiones pesimistas sobre la irracionalidad<br />

de las masas que estuvieron en boga en la<br />

Europa del primer tercio del siglo XX.<br />

Tchakhotine no vio, al parecer, que no podía<br />

construir una teoría sobre un caso excepcional, y<br />

que no es científico explicar un fenómeno de cambio-<br />

la conversión al nazismo de todo un pueblomediante<br />

el recurso a un solo factor.<br />

Una línea teórica que ha gozado de gran notoriedad<br />

ha sido la propuesta por David Riesman en su<br />

libro La muchedumbre solitaria (1958). A su juicio,<br />

las sociedades tradicionales se reproducen idénticas<br />

a sí mismas, y en ellas el individuo debe adaptarse<br />

al grupo, sin presionar para introducir innovaciones;<br />

el tipo de hombre propio de estas sociedades es<br />

el hombre-dirigido-por-tradiciones. En las sociedades<br />

modernas, marcadas por el individualismo, el<br />

hombre debe al mismo tiempo adaptarse al pasado<br />

y promover el futuro, para lo que se inspira en su<br />

grupo, pero simultáneamente se transforma con ese


grupo en algo distinto: es el hombre-dirigido-desdedentro,<br />

desde sus propios principios, que trata de<br />

imponer en la interacción social. En las sociedades<br />

actuales, sometidas a un fuerte ritmo de cambio, el<br />

hombre no puede ya inspirarse en su grupo de origen<br />

para forjar sus ideas y convicciones, y acude<br />

entonces a los otros, a los que lo rodean y, sobre<br />

todo, a los medios; es el hombre-dirigido-por losotros,<br />

que se integra en su universo conformándose<br />

personalmente a la imagen de sí mismo que le proponen<br />

los medios, la publicidad, los héroes, ídolos y<br />

mitos creados por el cine y la televisión.<br />

La aportación de McLuhan, sociólogo canadiense,<br />

autor de libros tan conocidos como La galaxia<br />

Gutenberg y Para comprender los medios, en los que<br />

desarrolla su célebre fórmula «el mensaje es el medio»,<br />

forma ya con pleno derecho parte de los esfuerzos<br />

para desarrollar una teoría de la información<br />

de masas. McLuhan arranca de un principio<br />

muy sencillo: la civilización ha estado siempre muy<br />

determinada por los medios de comunicación (calzada<br />

romana, bicicleta, automóvil, papiros egipcios,<br />

imprenta, tránsito de la cultura oral a la cultura<br />

escrita, y de ésta a la audiovisuaL.). Desde hace<br />

varias décadas, los nuevos medios despiertan sentidos<br />

del hombre hasta ahora adormecidos: el oído<br />

con la radio, la vista y el oído con el cine, la vista, el<br />

oído e incluso el tacto con la televisión. Lo característico<br />

de la cultura actual es que los medios solicitan<br />

todos los sentidos a la vez, en tanto que durante<br />

siglos la civilización silenciosa del libro había favorecido<br />

la mirada.<br />

La tecnología de la comunicación transforma<br />

todas las relaciones sociales y convierte el mundo<br />

en una aldea global, en la que el espacio y el tiempo<br />

son abolidos y los hombres tienen que aprender a<br />

vivir en estrecha relación. Se desarrolla una cultura<br />

planetaria y desaparecerán los libros en favor de los<br />

medios audiovisuales.<br />

La realidad ha desmentido parcialmente las hipótesis<br />

de McLuhan, pero lo esencial de su tesis-el<br />

mensaje es el medio- sigue llamando la atención de<br />

los investigadores sobre la importancia de la técnica<br />

y del vehículo del mensaje en la comunicación.<br />

El enfoque culturalista dirige su atención hacia la<br />

cultura de masas. En una primera etapa, los medios<br />

han sido denunciados como un rodillo homogeneizador<br />

que trituraba las particularidades y las preferencias<br />

individuales, anulaba la personalidad, e imponía<br />

por todas partes una cultura media y una<br />

clase media. Todas las formas de expresión estaban<br />

fatalmente condenadas a seguir esta misma evolución.<br />

La cultura está dominada, como todas las<br />

demás actiridades de la sociedad actual, por los<br />

imperativos de la industria y de la rentabilidad. La<br />

cultura de masas no sería, según esta concepción<br />

pesimista, sino la última criatura de la producción<br />

de masa (Morin, 1962).<br />

Esta visión algo apocalíptica fue rechazada por<br />

uno de los grandes teóricos de la comunicación,<br />

Abraham Moles, que escribió en 1962 un trabajo, La<br />

sociodinámica de la cultura, consagrado a mostrar<br />

que la norma de nuestro tiempo es la diversificación.<br />

Diversificación en todo: los minicines reemplazan<br />

a las enormes salas de antaño, el número de<br />

revistas se multiplica, proliferan los canales de TV,<br />

aparecen nuevos diarios, se especializan las publicaciones<br />

periódicas...<br />

Pero diversificación no equivale a una cultura<br />

sana, densa y rica. El influjo de los nuevos medios y<br />

técnicas se hace notar, observa Moles, sobre la forma<br />

de absorber y de integrar la cultura en la propia<br />

personalidad. El apasionado lector de libros realizaba<br />

un trabajo paciente, solitario, lento, reflexivo...<br />

El hombre que vive inmerso en la vorágine de<br />

los medios acaba incorporando una cultura de retazos,<br />

absorbida en pequeñas dosis, sin estructura,<br />

orden ni jerarquía, muy lejos de la cultura lineal y<br />

estructurada de la escuela y de la universidad clásicas.<br />

Los funcionalistas, recelosos de las profecías y de<br />

las filosofías de los grandes teóricos de los medios<br />

de comunicación, han preferido dirigir su atención<br />

a las funciones que la comunicación concreta desempeña<br />

en la sociedad actual y en las relaciones<br />

entre los diversos medios. Este segundo tema ha<br />

sido explorado por R. Wright, quien ha considerado<br />

el conjunto de los medios como un subsistema dentro<br />

del sistema social, y ha estudiado las reestructuraciones<br />

que en él se producen cuando la emergencia<br />

de un nuevo medio trastorna el equilibrio y el<br />

funcionamiento iniciales.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 205


Las numerosas investigaciones empíricas sobre<br />

los usos que el público hace de los medios y sobre<br />

las gratificaciones obtenidas han confirmado la vieja<br />

hipótesis de lean Stoetzel (1951) sobre las funciones<br />

o roles de la prensa: el rol informativo, la función<br />

de cohesión social, aglutinando a los lectores<br />

en torno a valores y causas comunes, la función<br />

recreativa y la función catártica. Su insistencia en<br />

la función de evasión de los medios ha sido confirmada<br />

por diversas investigaciones. Klapper ha profundizado<br />

esta función, a la que ha denominado<br />

escapismo, poniendo al descubierto algunos de sus<br />

mecanismos: son las mujeres más ansiosas las que<br />

escuchan con mayor fidelidad los culebrones radiofónicos,<br />

los niños con dificultades con sus padres<br />

son los que dedican más tiempo a ver TV, los emigrantes<br />

recién llegados a una comunidad son los<br />

que frecuentan más las salas de cine...<br />

El escapismo, concepto popular del que se ha<br />

adueñado la sociología de la comunicación, consiste<br />

en la tendencia del hombre a evadirse de los<br />

problemas que lo acosan o que deberían preocuparlo;<br />

no se busca un entretenimiento, sino un tranquilizante.<br />

Los medios, proporcionando estas vías de<br />

evasión, desempeñan una función importante de<br />

control social, tan necesaria en una sociedad sometida<br />

a un cambio acelerado de pautas, modelos y<br />

estilos de vida.<br />

En una línea similar a la de los funcionalistas,<br />

lean Cazeneuve ha aportado una idea original a la<br />

teoría del escapismo: los medios transforman lo real<br />

en espectáculo, sin que el usuario tenga que experimentar<br />

la necesidad de evadirse de lo real porque lo<br />

real lo atormente. En esta transformación operan<br />

dos necesidades que aparecen en todas las sociedades:<br />

la de escaparse de las rutinas y del fastidio de<br />

lo cotidiano, y la de exorcizar los miedos y los peligros,<br />

a lo que contribuyen las escenas y los episodios,<br />

tan frecuentes en los medios, de accidentes,<br />

crímenes y violencias bélicas.<br />

No se agota con estas funciones el papel de los<br />

medios de comunicación de masas en la actual sociedad.<br />

En un ensayo ya clásico, los sociólogos Katz y<br />

Lazarsfeld han destacado, además de la función narcotizadora,<br />

equivalente a la función de escapismo de<br />

Stoetzel y Klapper, la función otorgadora de status y<br />

la función de reafirmación de normas sociales.<br />

206 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

La función otorgadora de status es de capital importancia<br />

en los movimientos de opinión. Cuando<br />

una cuestión pública, un problema o, simplemente,<br />

un acontecimiento reciben la atención de los medios<br />

y el apoyo editorial, automáticamente se convierten<br />

para la gente en algo importante, lo sean<br />

realmente o no. Se confirma así la creencia social<br />

de que «si ocupas el centro de la atención de los<br />

medios, es que estás en el centro de la atención del<br />

público, y, por consiguiente, eres una persona importante».<br />

La función de reafirmación de normas sociales, e<br />

incluso de creación de otras nuevas y destrucción<br />

de las viejas, se realiza, sobre todo, en situaciones<br />

de desconcierto y de fluidez en relación con las<br />

normas sociales, especialmente las de índole moral.<br />

Van apareciendo discordancias entre las normas<br />

sociales hasta ese momento vigentes y ciertos comportamientos<br />

públicos o privados, todavía limitados<br />

a grupos minoritarios. Intervienen entonces los<br />

medios con todo su poder, apoyando unas normas o<br />

comportamientos y despreciando o ignorando<br />

otros. La gente se ve así obligada a tomar postura: o<br />

de conformismo con las normas de siempre, o de<br />

inconformismo con estas normas y aceptación de<br />

las seguidas por los inconformistas y desviados sociales.<br />

Es decir, los medios, con su publicidad de los<br />

comportamientos desviados y su aceptación o repudio<br />

de tales comportamientos, actúan de dos formas:<br />

si aceptan las desviaciones sociales, contribuyen<br />

a crear nuevas normas; si las repudian, reafirman<br />

las viejas normas. En ambos casos colaboran<br />

en cerrar la brecha entre la moralidad pública y<br />

las actitudes y conductas privadas.<br />

Laswell menciona otra función de los medios:<br />

dar significado a la convivencia, es decir, ofrecer una<br />

experiencia común a todos los ciudadanos, y facilitar<br />

a los que ocupan el poder la imposición de<br />

normas de comportamiento. Esta función la suelen<br />

desempeñar los medios mediante el bombardeo con<br />

símbolos-clave: democracia, igualdad, libertad, etc.<br />

Las consignas y los slóganes, tan utilizados en la<br />

lucha política y en los movimientos de masa, se<br />

sitúan a medio camino entre los símbolos y los<br />

discursos.


PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 207


Los medios de comunicación de masas influyen<br />

en la creación de la opinión pública y en la conciencia<br />

popular porque sus efectos penetran al hombre<br />

entero, desde sus opiniones y actitudes hasta su<br />

conducta, privada y pública. Maletzke ha elaborado<br />

una lista exhaustiva de estos efectos, y advierte que<br />

no hay región alguna en el espíritu humano que<br />

quede libe de la invasión de los mensajes de los<br />

medios:<br />

- En el campo del saber, los efectos de los medios<br />

son lógicos, y todos los expertos están de acuerdo en<br />

que la enseñanza formal a través de los medios<br />

audiovisuales no se diferencia excesivamente de la<br />

enseñanza tradicional en cuanto a sus resultados.<br />

En el campo de la educación informal, la que actúa<br />

fuera del ámbito de las instituciones educativas o<br />

socializadoras propiamente dichas, faltan investigaciones<br />

empíricas concluyentes.<br />

- En el campo de las actitudes y de las opiniones,<br />

la capacidad configuradora de los medios está fuera<br />

de toda duda razonable. La opinión política y electoral<br />

está notablemente determinada por los mensajes<br />

de los medios. Una investigación de la doctora<br />

Noelle sobre la influencia de la prensa alemana en<br />

el cambio de actitudes a propósito de la llamada<br />

Ost-Politik (la política de apertura de la RFA a los<br />

países del Este) reveló que en 1967 los partidarios<br />

de reconocer la línea Oder-Neisse como la nueva<br />

frontera con la entonces Alemania comunista representaban<br />

sólo el31% de la población; este porcentaje<br />

subió al 50% en 1979, debido al bombardeo de<br />

artículos y editoriales procedentes de periodistas<br />

que se declararon en favor del reconocimiento.<br />

Además de en la opinión política, los medios<br />

poseen una considerable influencia en el terreno de<br />

las concepciones del mundo, la vida y el hombre.<br />

Muchos expertos en sociología de los medios pretenden<br />

que esta influencia es unilateral, por la tendencia<br />

de los medios a subestimar los valores morales<br />

de la gente, a adaptarse a las expectativas y aspiraciones<br />

menos problemáticas, a preferir los estereotipos<br />

y los clisés en lugar de las exposiciones extensas<br />

y las caracterizaciones detalladas...<br />

- Un terreno favorable a la actuación de los<br />

medios es el formado por los gustos y preferencias en<br />

torno a la vivienda, las modas, las formas de la vida<br />

cotidiana, los estilos de vida, etc. La influencia se<br />

208 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

ejerce en este terreno de múltiples formas, pero una<br />

de las más favorecidas es la utilización de los mitos<br />

creados por la publicidad para estimular el consumo.<br />

Boniface recuerda, entre otros, el mito de la<br />

limpieza, de la juventud, de la novedad, de lo mitural,<br />

de la frescura.<br />

- En el terreno de las emociones faltan estudios<br />

sobre la capacidad de los medios para suscitarlas y<br />

mantenerlas. En general, los expertos están de<br />

acuerdo en que a través de los medios se pueden<br />

crear efectos estimulantes (alivio, alegría, entusiasmo...<br />

) o depresivos (angustia, temor, pesimismo...).<br />

- En la esfera psíquica profunda, la investigación<br />

ha revelado casos de síntomas neuróticos o<br />

psicopáticos favorecidos por determinados mensajes<br />

de los medios, así como frustraciones de estímulos<br />

o fortalecimiento de pulsiones, especialmente en<br />

el terreno de la agresividad y la sexualidad.<br />

LEY DE PRIMACIA DE LUND<br />

Y SPENBERG<br />

La fuerza persuasiva de los mensajes de los medios<br />

depende de los siguientes rasgos de los mismos:<br />

- La unilateralidad de los argumentos, frente a la exposición<br />

de los mismos de una forma bilateral.<br />

- La presentación explícita de las conclusiones, frente<br />

a la práctica de detenerse en los argumentos y permitir<br />

que el receptor del mensaje formule él mismo las conclusiones.<br />

- La declaración previa de la intención o del carácter<br />

propagandístico del mensaje, frente a la ocultación de<br />

dicha intención.<br />

- La formulación del mensaje de forma dramática y<br />

dinámica, frente a una exposición predominantemente argumentativa<br />

o fáctica.<br />

- El uso de argumentos de tipo agresivo, emocional y<br />

negativo, frente al empleo de argumentos predominantemente<br />

racionales y positivos.<br />

Este flujo de influencias de los medios no tiene<br />

acceso directo al usuario, pues entre éste y el men-


saje intervienen mecanismos de selección cuya misión<br />

es aceptar los mensajes que tienden a reforzar<br />

las opiniones y las actitudes que previamente se<br />

poseen. Estos mecanismos afectan a la exposición,<br />

percepción y memorización selectiva, y actúan, sobre<br />

todo, en el caso de los mensajes escritos -prensa,libros,<br />

revistas...-, pero en principio todo tipo de<br />

mensajes están sometidos a una operación de filtraje<br />

más o menos eficaz.<br />

En relación con el carácter indirecto de una buena<br />

parte de los mensajes, es interesante la aportación<br />

de Katz y Lazarsfeld en sus estudios sobre la<br />

prensa. Ambos sociólogos han formulado una teoría<br />

sobre el flujo de la comunicación en dos fases: los<br />

mensajes, afirman, no llegan directamente al público,<br />

sino que en general lo hacen a través de los<br />

lectores más asiduos y que gozan de mayor prestigio<br />

en el grupo, los líderes de opinión, que, valiéndose<br />

de su prestigio e influencia personales, filtran los<br />

mensajes y de esa forma matizan los efectos manipuladores<br />

de los mismos. Al ser filtrados los mensajes<br />

a través de la opinión de los líderes, el contenido<br />

de esta opinión se convierte en código de lectura y<br />

de descodificación del mensaje.<br />

5. Los efectos de la TV<br />

Los efectos de la TV han sido estudiados, entre<br />

otros, por lean Cazeneuve, autor de diversos trabajos<br />

sobre los efectos de la radio-televisión: Sociología<br />

de la ubicuidad, 1974, y El hombre telespectador,<br />

1974. En sus trabajos, Cazeneuve hace una revisión<br />

de numerosas investigaciones sobre los efectos de la<br />

TV en los grupos sociales, las escalas de valores, la<br />

vida política, la familia, la cultura, etc. Sus conclusiones<br />

de mayor interés componen una panorámica<br />

muy completa sobre este tema.<br />

- La influencia de la TV en los niños y adolescentes<br />

es muy variada, y en general depende de la<br />

intensidad de las relaciones de los niños con sus<br />

padres y su familia, y del tipo de familia. No está<br />

demostrado que fomente la pasividad. El efecto<br />

más frecuente es el refuerzo de las tendencias inducidas<br />

en el niño por su entorno inmediato.<br />

La TV provoca una iniciación más precoz del<br />

niño en el mundo de los adultos.<br />

Los adolescentes muestran menos fascinación<br />

por la TV, y con frecuencia la posponen a la radio.<br />

El grupo de amigos es el agente de socialización<br />

más influyente en sus gustos y aficiones.<br />

- La TV modifica la vida familiar en varios sentidos.<br />

En primer lugar, al retener a los miembros de<br />

la familia más tiempo en el hogar, refuerza la cohesión<br />

familiar, pero también puede aumentar el aislamiento<br />

de la familia en relación con el resto de las<br />

relaciones sociales. En segundo lugar, la TV hace<br />

disminuir el tiempo familiar dedicado a las conversaciones<br />

y al intercambio entre padres e hijos, aunque<br />

puede proporcionar materia de conversación y<br />

de intercambio de ideas. En tercer lugar, la TV puede<br />

ejercer una influencia considerable sobre los<br />

miembros de la familia en cuanto consumidores, a<br />

través de la publicidad; las investigaciones han hallado<br />

que la TV parece tener mayor influencia en la<br />

memorización de los anuncios, y conviene más a<br />

una publicidad de tipo subjetivo e idealista, que<br />

implica una cierta identificación de los telespectadores<br />

con los personajes de la publicidad.<br />

- La TV interviene en la modificación de la escala<br />

de valores, sin duda su efecto de mayor alcance.<br />

Por una parte, puede conferir el status de vedette a<br />

las personas que aparecen en la pantalla (cantantes,<br />

actores, deportistas...), introduciendo así una perturbación<br />

en los estratos más elevados de la estratificación<br />

social según el prestigio y la fortuna. Por<br />

otra parte, al conceder la primacía a lo sensacional<br />

y catastrófico, y al sobrevalorar el rol de elementos<br />

marginales, induce distorsiones en la representación<br />

que la gente se hace del mundo y de la sociedad.<br />

- Tanto la TV como la radio -cuyo papel fue<br />

sobrevalorado en un momento, debido a los efectos<br />

de la propaganda nazi- ejercen una influencia más<br />

bien moderada en el contexto político y electoral.<br />

Su efecto se ejerce sobre todo en el sentido de reforzar<br />

las corrientes de opinión, bien en una dirección<br />

conformista, bien en favor del cambio, así como en<br />

el aumento de información y de participación política,<br />

llamando la atención sobre problemas de actualidad.<br />

El efecto más interesante de la TV en el terreno<br />

electoral es su contribución a la modificación de la<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 209


imagen que el público se forja de los hombres políticos.<br />

Es verosímil, afirma Cazeneuve, que los nuevos<br />

medios estén favoreciendo la personalización del<br />

poder e imponiendo un nuevo tipo de hombre político.<br />

6. Apocalípticos e integrados<br />

La valoración de los medios de comunicación de<br />

masas ha dado origen a una interesante polémica.<br />

Para los pesimistas, a los que Umberto Eco denomina<br />

apocalípticos, la verdad fabricada por los<br />

medios tiende a ocupar el lugar de la verdad a la<br />

que uno llega personalmente (Spengler), y conduce<br />

a la larga a la demolición de la democracia, pues los<br />

poderes fácticos que tienen a su servicio la palabra<br />

transmitida pretenden reducir las masas a una servidumbre<br />

radical, sometiéndolas a su dominio.<br />

Para los optimistas, los integrados según la terminología<br />

de Umberto Eco, la cultura de masas y<br />

los medios han conseguido que la cultura sea patrimonio<br />

de una cantidad de gente cada vez mayor, de<br />

forma que se puede concluir que el mundo ha mejorado<br />

notablemente desde este punto de vista.<br />

En un término medio se sitúan otros pensadores,<br />

en su mayor parte sociólogos críticos o radicales<br />

(Marcuse, Horkheimer, Adorno...), quienes piensan<br />

que los intelectuales y los políticos tienen el deber<br />

ético de transformar revolucionariamente la sociedad<br />

y, para ello, deben arrancar a las masas de la<br />

manipulación a la que pretenden someterlas los<br />

medios al inducir en los ciudadanos un fatal conformismo<br />

mediante la función narcotizadora, ya examinada<br />

en las páginas anteriores.<br />

Los críticos de los medios denuncian sobre todo<br />

la manipulación que desde ellos se ejerce mediante<br />

la utilización de tres mecanismos:<br />

- el uso táctico persuasivo de palabras muy empleadas,<br />

de difusión generalizada, de significado<br />

vago y descriptivo y con un tono emocional intenso;<br />

210 PARA COMPRENDER LA SOC/OLOGIA<br />

- el uso de palabras académicas, muy difundidas<br />

por la escuela y, sobre todo, por la universidad,<br />

pero aún mal definidas por la comunidad científica,<br />

que no ha conseguido ponerse de acuerdo sobre su<br />

contenido exacto; se trata de palabras escasamente<br />

útiles para la comprensión profunda de una cuestión,<br />

pero muy valiosas para suscitar actitudes de<br />

adhesión o de rechazo;<br />

- el uso de palabras persuasivo-manipulativas,<br />

muy ambiguas, pero de gran poder emocional, y<br />

que todo el mundo utiliza. Las palabras igualdad,<br />

libertad, democracia, cultura... pertenecen a este<br />

género. Bandura las llama, con un término feliz,<br />

palabras-premio, pues la gente se pelea por apoderarse<br />

de ellas o para merecerlas. Los partidos políticos<br />

y multitud de asociaciones y grupos se distinguen<br />

por una gran voracidad por este tipo de palabras,<br />

y los que aspiran a este premio las suelen<br />

adornar con adjetivos y cualidades de su elección,<br />

para distinguirse de sus rivales que también las<br />

emplean; adjetivos como real, verdadero, auténtico...<br />

Quizá una de las denuncias más comunes contra<br />

la influencia de los medios ha sido la de que ha<br />

creado en el público una muy considerable apatía<br />

social, debido al torrente de material de evasión<br />

que prodigan. A este respecto, asegura Umberto<br />

Eco (Diario 16,8-8-1985):<br />

«Habituarse a la llamada de atención de los productos<br />

comerciales puede querer decir que, frente al<br />

ulterior producto, no haré más caso y no lo desearé<br />

más. Pensaré que la cosa no me afecta. Pero entonces<br />

¿acostumbrarme al horror quiere decir acaso que<br />

frente a la próxima manifestación de violencia ya no<br />

haré más caso y diré que la cosa no me concierne?<br />

Acostumbrarse a la publicidad y sonreír quiere decir<br />

liberarse del deseo, lo que según las éticas más venerables<br />

es siempre un proceso de perfección. Pero acostumbrarse<br />

al horror y sonreír quiere decir liberarse de<br />

la piedad, lo que, por consenso universal, no es recomendable<br />

en absoluto».<br />

(El subrayado es mío, pero la traducción no).


H ay<br />

un hecho trascendente a la vida individual,<br />

afirma Ortega y Gasset, que descubre<br />

ante nuestros ojos un orbe radicalmente distinto al<br />

mundo psíquico: la vida anónima, que no es individual,<br />

sino colectiva, en cuanto la sociedad vive en<br />

cada uno de nosotros a través de las creencias, tradiciones,<br />

normas y cultura. Es, siguiendo con la<br />

terminología orteguiana, el «tercer personaje», que<br />

media entre las relaciones interindividuales, regulándolas<br />

con su presencia invisible, pero activa.<br />

l. El «tercer personaje»<br />

Durkheim, Max Weber y George H. Mead, entre<br />

otros, se han ocupado de él. El primero, para fijar,<br />

de una vez por todas, el objeto de la sociología;<br />

Weber, como concepto sociológico fundamental, y<br />

el gran psicólogo social de la Universidad de Chicago,<br />

George H. Mead, como punto de partida de la<br />

psicología social. Entre los tres han enriquecido<br />

este concepto básico de la mirada y del mundo de la<br />

sociología, que algunos consideran la primera unidad<br />

de observación del sociólogo y el objeto de su<br />

disciplina.<br />

En Las reglas del método sociológico, Emile Durkheim<br />

adopta un punto de vista objetivo, alejándose<br />

cuidadosamente de la tentación psicológica o, por<br />

mejor decir, psicologista, que encierra la acción<br />

13<br />

Acción social<br />

y pautas sociales<br />

social en la conciencia individual, y reduce la sociología<br />

a un anexo de la psicología. En su análisis del<br />

hecho social subraya las notas que lo caracterizan:<br />

son exteriores al individuo, en cuanto éste los ha<br />

recibido del repertorio cultural de su sociedad o de<br />

su grupo; tienen carácter coercitivo, se le imponen<br />

con una fuerza objetiva, aunque él los interiorice y<br />

no los perciba como algo extraño y «forzoso»; abarcan<br />

toda la conciencia individual: el pensar, el sentir<br />

y el obrar; tienen «vida» fuera del individuo,<br />

forman la «conciencia colectiva».<br />

¿QUE ES UN HECHO SOCIAL?<br />

«oo. en toda sociedad hay un grupo determinado de<br />

fenómenos que se distinguen por caracteres definidos de los<br />

que estudian otras ciencias de la naturaleza.<br />

Cuando yo cumplo mis funciones de padre, esposo o<br />

ciudadano, cuando ejecuto los compromisos que he contraído,<br />

cumplo con deberes que son definidos, fuera de mí y de mis<br />

actos, en el derecho y en las costumbres. Aun en los casos en<br />

que estén acordes con mis sentimientos propios, y sienta<br />

interiormente su realidad, ésta no deja de ser objetiva, pues no<br />

soy yo quien los ha inventado, sino que los recibí a través de la<br />

educación e..). De la misma forma, el creyente al nacer ha<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 211


encontrado completamente formadas sus creencias y prácticas;<br />

si existían antes que él, es que tenían vida independiente (...).<br />

y estos tipos de conducta y de pensamiento no sólo son<br />

exteriores al individuo, sino que están dotados de una fuerza<br />

imperativa y coercitiva por la cual se imponen, quiera o no ....<br />

He aquí, pues, un orden de hechos que presentan caracteres<br />

muy especiales; consisten en maneras de obrar, de pensar y de<br />

sentir, exteriores al individuo, y están dotados de un poder<br />

coactivo por el cual se imponen.<br />

Por consiguiente, no pueden confundirse con los fenómenos<br />

orgánicos, pues consisten en representaciones yen acciones; ni<br />

con los fenómenos psíquicos, que sólo tienen vida en la<br />

conciencia individual y por ella.<br />

Constituyen, pues, una especie nueva, a la que se ha de dar<br />

y reservar la calificación de sociales».<br />

Emile Durkheim, Las reglas del método sociológico.<br />

Dédalo, Buenos Aires 1964,30-32.<br />

Este último rasgo alude a la fecunda distinción<br />

durkheimiana entre la conciencia social individual,<br />

el mundo privado de cada uno, sus rasgos de carácter<br />

y temperamento, su herencia, sus experiencias<br />

personales, etc., y la conciencia colectiva, el repertorio<br />

de formas de pensar, sentir y obrar que los<br />

herederos sociales de todos los tiempos reciben de<br />

la generación precedente, y sobre las cuales existe<br />

un alto grado de consenso. El «hombre medio»,<br />

según la terminología de Durkheim, es el individuo<br />

que, a través de la educación, convierte esa conciencia<br />

colectiva en su conciencia moral.<br />

La concepción sociológica de la acción social,<br />

objetiva y externa, de Durkheim, se enriquece con<br />

una nueva profundidad por el tratamiento que experimenta<br />

en manos de Max Weber. El sociólogo<br />

alemán lucha encarnizadamente por una ciencia<br />

natural, y por lo mismo orientada a explicaciones<br />

causales de la sucesión de acontecimientos, pero sin<br />

renunciar a la comprensión interpretativa de la acción<br />

social. El sociólogo bucea en los fenómenos<br />

sociales para alzarse a la superficie con los sentidos<br />

que el actor percibe en los comportamientos del<br />

212 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

otro y que asigna a su propia respuesta comportamental.<br />

Es decir, hay acción social cuando el acto<br />

social:<br />

- tiene conciencia del otro y de su actividad;<br />

- percibe un significado en la acción del otro y<br />

en su propia acción, que responde a la expectativa<br />

del otro, manifestada en su actividad;<br />

- orienta el desarrollo de su acción como respuesta<br />

a la expectativa percibida.<br />

Los tres términos clave -conciencia del otro,<br />

percepción de significado y orientación de la acción-<br />

excluyen de la esfera de la acción social muchos<br />

actos humanos. Max Weber cita algunos: la<br />

acción externa orientada por la expectativa de determinadas<br />

reacciones de objetos materiales: la acción<br />

religiosa en perfecta soledad: contemplación,<br />

oración solitaria; la interacción sin orientación mutua;<br />

la acción homogénea de muchos ante un fenómeno<br />

natural; la acción mimética por puro contagio;<br />

y la pura imitación de una actividad ajena.<br />

CONCEPTO DE ACCION SOCIAL<br />

«La acción social (incluyendo tolerancia u omisión) se<br />

orienta por las acciones de otros, las cuales pueden ser<br />

pasadas, presentes o esperadas como futuras. Los otros pueden<br />

ser individualizados y conocidos, o una pluralidad de<br />

individuos indeterminados y completamente desconocidos (...).<br />

No toda clase de contacto entre los hombres tiene carácter<br />

social, sino sólo una acción con sentido propio dirigida a la<br />

acción de otros. Un choque de dos ciclistas, por ejemplo, es un<br />

simple suceso de igual carácter que un fenómeno natural. En<br />

cambio, aparecería ya una acción social en el intento de evitar<br />

el encuentro, o bien en la riña o consideraciones amistosas<br />

subsiguientes al encontronazo.<br />

La acción social no es idéntica: ni a una acción homogénea<br />

de muchos, ni a la acción de alguien influido por conductas de<br />

otros. Cuando en la calle, al comienzo de una lluvia, una<br />

cantidad de individuos abre al mismo tiempo sus paraguas<br />

(normalmente), la acción de cada uno no está orientada por la


acción de los demás, sino que la acción de todos, de un modo<br />

homogéneo, está impelida por la necesidad de defenderse de la<br />

mojadura, y es un hecho conocido que los individuos se dejan<br />

influir fuertemente en su acción por el simple hecho de estar<br />

incluidos en una "masa"; se trata, pues, de una acción<br />

condicionada por la masa.<br />

Tampoco puede considerarse como una "acción social"<br />

específica el hecho de la imitación de una conducta ajena<br />

cuando es puramente reactiva y no se da una orientación con<br />

sentido de la propia acción por la ajena (...).<br />

Cuando, al contrario, se imita una conducta ajena porque<br />

está de "moda", o porque vale como "distinguida" en cuanto<br />

estamental, tradicional, ejemplar o por cualesquiera otros<br />

motivos semejantes, entonces sí tenemos la relación de sentido,<br />

bien respecto de la persona imitada, de terceros o de ambos».<br />

Max Weber, Economía y sociedad, I.<br />

Fondo de Cultura Económica, México 1969, 18-19.<br />

Durkheim insistió en el carácter objetivo y externo<br />

de la acción social y afirmó que la acción<br />

individual puede estar influida por el medio social<br />

sin que intervenga ninguna interacción efectiva entre<br />

el actor y otros actores.<br />

Max Weber tuvo el mérito de enriquecer la mirada<br />

sociológica poniendo de manifiesto su superioridad<br />

sobre la mirada puramente «natural» del científico<br />

de la naturaleza que no puede «penetrar»<br />

dentro de sus objetos, posibilidad abierta al sociólogo<br />

mediante la comprensión del significado de las<br />

acciones sociales.<br />

George H. Mead profundizó en el concepto de<br />

acción social al insistir, frente a las tendencias de la<br />

psicología de su época, en que se tuvieran en cuenta<br />

los «sentidos», los objetos sociales, las actitudes, los<br />

«otros significativos», los «sí mismos» y las significaciones<br />

que las metas o resultados previstos de los<br />

actos tienen para los mismos actores. El pórtico de<br />

la acción social, subraya Mead, son las actitudes del<br />

individuo, y no los estímulos percibidos por aquél.<br />

Una vez que las actitudes intervienen, el individuo<br />

busca las percepciones relevantes para él.<br />

Con su inimitable estilo, Ortega y Gasset se<br />

planteó en su tiempo la naturaleza de la acción<br />

social desde una crítica de las posturas de Weber y<br />

Durkheim. Merece la pena escucharle.<br />

Piensa Ortega que el planteamiento de Max Weber<br />

es inadecuado y pone en peligro la existencia<br />

misma de la sociología, al reducir los fenómenos<br />

sociales -la acción social- al comportamiento humano<br />

de un individuo respecto a otros individuos,<br />

de forma que al actuar cada uno de nosotros frente<br />

a los demás somos conscientes de que el otro va a<br />

reaccionar ante nuestra acción según sea ésta, lo<br />

que nos obliga a anticipar en nuestro comportamiento<br />

su prevista reacción. Pero este enfoque reduciría<br />

el fenómeno social a las puras acciones interindividuales,<br />

a la pura convivencia. La sociología<br />

no sería necesaria.<br />

Ahora bien -prosigue el maestro español-, hay<br />

un hecho trascendente a la vida individual que nos<br />

obliga a asomarnos a un mundo nuevo radicalmente<br />

distinto a todos los fenómenos psíquicos: la vida<br />

anónima que no es ni individual ni meramente inter-individual,<br />

sino colectiva. Es el tercer personaje,<br />

que media de forma sutil y a menudo inconsciente<br />

entre las relaciones interindividuales, regulándolas<br />

con su presencia invisible, pero plenamente activa.<br />

Esta vida anónima actúa de forma tal que todo<br />

hombre vive como un heredero que se apoya para<br />

su acción en sistemas preexistentes de soluciones de<br />

tipo intelectual, moral y material. Soluciones puestas<br />

ya a prueba por las generaciones anteriores.<br />

El «tercer personaje» vive enclaustrado en nosotros<br />

y confundido con nuestra personalidad, como<br />

«hilos sociales que pasan por nosotros y que ni<br />

nacieron en nosotros ni pueden ser dichos de nuestra<br />

propiedad». Son ideas, emociones, normas heredadas<br />

(creencias, valores, expectativas y gustos)<br />

que hacen de los individuos «sujetos sociológicos»,<br />

«animales culturales», socializados por esa formidable<br />

máquina de hacer hombres que es la sociedad.<br />

De ahí que la vida humana tenga un carácter<br />

bifronte, es siempre y al mismo tiempo vida personal<br />

y vida colectiva o anónima. Es la sociedad la<br />

que vive en nosotros esta «vida anónima» por medio<br />

de una cultura interiorizada que nos inculca<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 213


valiéndose del proceso de socialización. Socializar<br />

es sumergir al hombre en una tradición. Ser hombre<br />

es, desde esta perspectiva, «ser en una tradición»,<br />

ser portador de un patrimonio de técnicas,<br />

ideas y modelos de comportamiento acumulado por<br />

las generaciones anteriores.<br />

Durkheim<br />

- hechos objetivos<br />

- preexistentes al actor<br />

- con poder coercitivo e<br />

imperativo<br />

- son el sustrato social<br />

1<br />

George H. Mead<br />

MaxWeber<br />

- acciones con sentido<br />

- puestas por el actor<br />

- y orientadas por la percepción<br />

de las expectativas<br />

del otro<br />

- consisten en formas de<br />

- al que el actor quiere<br />

obrar, pensar y sentir<br />

responder con su acción<br />

\ I<br />

ACCION SOCIAL<br />

- acciones «puestas» en cooperación<br />

con otros<br />

- desde las actitudes y los «sentidos»<br />

del individuo<br />

- que se adapta al medio y lo «reconstruye»<br />

Se interroga Ortega: ¿Qué es el tercer personaje?,<br />

¿qué es lo social?<br />

La filosofía tradicional, en búsqueda de lo social,<br />

había llegado a la conclusión de que se trataba<br />

de una realidad bifronte: una relación que, al surgir<br />

de la conciencia y del obrar comunes y recíprocos<br />

del actor A y del actor B, está en los individuos y los<br />

trasciende. Ortega insufla vida «propia» a lo social,<br />

al «tercer personaje», y dramatiza su naturaleza:<br />

214 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

está dotado de una naturaleza singular, casi misteriosa,<br />

no es un fenómeno natural, pero tampoco es<br />

humano en sentido propio, es anónimo e impersonal,<br />

forma parte de nuestra personalidad, pero nos<br />

coacciona desde dentro, es irracional.<br />

Durkheim había afirmado que los «hechos sociales»<br />

-lo social- emanaban de una supuesta y casi<br />

mística conciencia social o psique colectiva que los<br />

dotaba de racionalidad.<br />

Ortega, por el contrario, los califica de irracionales,<br />

de opacos e ininteligibles. El sociólogo debe<br />

por ello adoptar métodos de detective, formulando<br />

hipótesis para desvelar el jeroglífico de lo social.<br />

El carácter coactivo de la acción social-muy en<br />

la línea de Durkheim- la eleva a la categoría de<br />

norma de conducta reforzada por sanciones físicas<br />

y morales. Durkheim hablaba de «cosas», para poner<br />

de relieve la textura consistente y tenaz de los<br />

hechos sociales. Ortega los define como «esquemas<br />

de acción» prefijados y standarizados, dentro de los<br />

cuales se ve obligada a desplegarse gran parte de<br />

nuestra vida. No es la acción social la que depende<br />

del libre arbitrio del individuo, sino al revés: es su<br />

voluntad la que debe adecuarse a ella. La razón es<br />

simple e inexorable: ése es el uso. Los usos son, por<br />

tanto, los hechos sociales constitutivos, y lo social<br />

es, en suma, un gigantesco edificio simbólico cuyos<br />

ladrillos son los usos, las costumbres, las normas de<br />

comportamiento, que se imponen a los individuos,<br />

quieran éstos o no. Su tiranía los convierte en imperativos<br />

o prohibiciones impersonales que se sostienen<br />

por su propia fuerza impositiva. Son las vigencias<br />

colectivas.<br />

La sociología es la ciencia de los usos sociales, y<br />

la sociedad es la convivencia de hombres sometidos<br />

a un determinado sistema de usos.<br />

2. La definición de la situación<br />

El actor social, como «heredero de la vida anónima»,<br />

apoya su acción en sistemas preexistentes de<br />

soluciones de tipo intelectual, moral y material,<br />

experimentadas y convertidas en patrimonio social<br />

por las generaciones precedentes, afirmaba Ortega.<br />

La sociología ha reflexionado mucho sobre las com-


plejidades del proceso por el que el individuo organiza<br />

su interacción en este entorno patrimonial, y<br />

fruto de esa reflexión ha sido un nuevo problema<br />

sociológico: la definición de la situación, punto central<br />

en el fenómeno de la acción social.<br />

Ninguna persona es un puro mecanismo ni un<br />

mero reflejo de la cultura que le ha brindado el<br />

repertorio de soluciones con el que actúa en la vida<br />

social. El estudio de los hábitos o de las respuestas<br />

condicionadas del individuo no puede dar cuenta<br />

completa de su comportamiento. Es necesario profundizar<br />

en sus definiciones subjetivas de las situaciones<br />

en las que vive su vida social, mediante el<br />

estudio de documentos personales y de historias de<br />

vida a fin de capturar el significado que aquéllas,<br />

las situaciones, revisten para él.<br />

La situación social es el conjunto de todos los<br />

«objetos» (personas, grupos, objetos culturales...) a<br />

los que responde el actor. Los puntos suspensivos<br />

del paréntesis responden a una polémica clásica.<br />

Como el actor es un objeto para sí mismo, parece<br />

imprescindible incluirlo como parte del amplio<br />

concepto de «estímulos significativos» que en toda<br />

situación social se disparan sobre el «yo», pues ese<br />

«yo» puede estar orientado hacia sí mismo como<br />

objeto, tal como sucede cuando una persona se ensimisma<br />

en una reflexión profunda sobre su identidad<br />

personal.<br />

La situación social puede visualizarse de la forma<br />

siguiente:<br />

CD Actitudes preexistentes<br />

de individuos y grupo.<br />

Definición de la situación<br />

Concepción personal<br />

de<br />

1<br />

\


Aunque cada grupo y subgrupo formula habitualmente<br />

distintas definiciones de la situación, la<br />

sociedad intenta, a través del proceso de socialización,<br />

que los miembros más jóvenes de la sociedad<br />

se ajusten a una definición por así decirlo «oficial»:<br />

«que los jóvenes y los niños vean el mundo como lo<br />

hacen sus mayores». Queda siempre, afortunadamente,<br />

una brecha para la libertad personal, pues<br />

la socialización nunca es perfecta ni cerrada. En<br />

otras palabras: cada uno de nosotros, desde experiencias<br />

diferentes y, sobre todo, desde muy peculiares<br />

e irrepetibles secuencias de experiencias, elaboramos<br />

nuestras propias definiciones de la situación,<br />

o sea, nuestras formas personales de percibir,<br />

valorar y tomar conciencia de las condiciones del<br />

entorno objetivo y subjetivo.<br />

La relación entre las definiciones culturales, oficiales,<br />

y las definiciones individuales es doble: las<br />

primeras penetran y forman parte de las segundas,<br />

y éstas pueden producir cambios en aquéllas.<br />

Veámoslo desde otra perspectiva, ligeramente<br />

diferente: el actor social utiliza para su acción un<br />

sistema de orientación, es decir, una red de conocimientos,<br />

actitudes, valores y normas, por medio de<br />

la cual capta la situación en sus propios términos,<br />

la define y elige un camino apropiado para su acción.<br />

Esta operación la puede realizar de una manera<br />

habitual o de una forma deliberada y más o<br />

menos consciente. En todo caso, el actor social debe<br />

«hacerse cargo» de las condiciones inalterables de<br />

la situación y adoptar en consecuencia determinadas<br />

posturas cognoscitivas, emocionales y valorativas,<br />

que se encuentran influidas por los distintos<br />

sistemas de orientación.<br />

Así, los criterios cognoscitivos -«frente a qué<br />

realidad me encuentro»- son seleccionados del rico<br />

repertorio que le brindan las ciencias físicas, económicas,<br />

sociales, etc., y que forman parte de su bagaje<br />

cultural; los criterios o juicios «cazéticos» -«el<br />

signo de placer o displacer, de satisfacción o de<br />

descontento»- se derivan de las jerarquías culturales<br />

de preferencias; las normas valorativas -«debo o<br />

no debo, es justo o injusto... »- proceden de las fuentes<br />

morales y religiosas.<br />

A las definiciones culturales de la realidad, de la<br />

calidad emocional y de las valencias morales, o, con<br />

216 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

otras palabras, de lo que es, lo que gratifica, y de lo<br />

que debe ser, se las suele designar con el término<br />

genérico de normas. Las normas o pautas constituyen<br />

un elemento central de la dimensión cultural<br />

de toda sociedad. Su comprensión merece un esfuerzo.<br />

3. Pautas y normas<br />

El observador curioso de la vida social percibe<br />

sin mayor dificultad el carácter repetitivo de los<br />

hechos y de los comportamientos sociales. Con una<br />

atención algo más esforzada, el «curioso impertinente»<br />

capta, asimismo, a un nivel más profundo de<br />

la realidad, los valores que orientan de manera difusa<br />

la actividad de los individuos, proporcionándoles<br />

al mismo tiempo referencias ideales y símbolos<br />

de identificación. Normas, valores, ideales y<br />

símbolos configuran el universo normativo-simbólico<br />

del hombre y de la sociedad. Ahora se suele<br />

hablar del techo normativo. No es mala la expresión.<br />

El término norma tiene tres sentidos diferentes:<br />

- Cuando el hombre de la calle afirma convencido<br />

que en tal zona de la ciudad «los robos son<br />

normales», está empleando el término norma en el<br />

primer sentido: la normalidad estadística. Norma<br />

equivale aquí a un standard estadístico -una media,<br />

una mediana o una moda-, que se utiliza para<br />

comparar poblaciones, colectividades o fenómenos<br />

sociales de diversa índole. Contrastamos la tasa<br />

bruta media de natalidad de nuestro país en 1986,<br />

el 11,7 por mil, con la tasa de los países de la<br />

Comunidad Europea, 12,25, y concluimos que la<br />

natalidad española se sitúa por debajo de la norma<br />

europea.<br />

- Narma designa el valor medio de las percepciones,<br />

actitudes, opiniones o comportamientos de un<br />

grupo social. Ese valor medio se va formando en un<br />

proceso de convergencia en el que el grupo impone<br />

su standard sobre los miembros del mismo. Los<br />

experimentos de Sherif en la década de los años 30<br />

sobre la gradual confluencia de las percepciones de<br />

un grupo enfrentado con una situación perceptual<br />

ambigua -el ámbito de oscilación de una varilla-


sentaron las bases para este segundo sentido de la<br />

norma.<br />

- Finalmente, norma designa también un imperativo<br />

-positivo o negativo-- de comportamiento que,<br />

por considerarse obligatorio, se espera de un individuo,<br />

un grupo o una sociedad, en determinadas<br />

circunstancias. En este último sentido, el aspecto<br />

estadístico es de escasa importancia, por lo que es<br />

necesario acudir a otras fuentes cuando queremos<br />

asegurar que existe una norma de hecho: explorando<br />

la conciencia de los individuos mediante entrevistas,<br />

cuestionarios, etc.; observando los cuándos y<br />

los dóndes de las sanciones sociales; estudiando e<br />

interpretando las reglas o normas escritas...<br />

De hecho, la norma en el primer sentido -lo que<br />

se hace en la realidad- es muy diferente de lo que se<br />

espera que los individuos hagan porque deben hacerlo.<br />

El tipo más frecuente de la norma en esta línea<br />

de obligación es la norma moral, pero hay también<br />

normas cognoscitivas (las reglas de la lógica, por<br />

ejemplo), estéticas y técnicas. Algunos sociólogos<br />

sugieren por ello una primera distinción entre las<br />

pautas -cognoscitivas, cazéticas y morales-, reservando<br />

el término norma para estas últimas. La cultura,<br />

puede así afirmarse, es el lenguaje silencioso<br />

que dicta a la gente el contenido de sus percepciones<br />

de la realidad (pautas cognoscitivas), su respuesta<br />

afectiva o emocional (pautas cazéticas), yel<br />

comportamiento debido que se espera y se exige<br />

(normas).<br />

En resumen, las pautas son:<br />

- definiciones culturales de lo que hay que percibir<br />

como real, en estrecha conexión con las creencias<br />

y presunciones de la cultura;<br />

- definiciones culturales de lo agradable y desagradable,<br />

de lo bello y de lo feo, de lo gustoso y lo<br />

repulsivo, etc., que intervienen entre el hombre y su<br />

entorno, pudiendo provocar reacciones biológicas<br />

involuntarias (excitación sexual, secreción glandular)...;<br />

- definiciones culturales de lo bueno y lo malo,<br />

lo virtuoso y lo vicioso, lo justo y lo injusto, dimensión<br />

específicamente humana.<br />

4. El despotismo de las normas<br />

y otras características<br />

La realidad social es terca y tenaz, como tuvo<br />

ocasión de comprobarlo la rebelión juvenil de los<br />

años 60 y 70. Los jóvenes minirebeldes de los últimos<br />

años han optado por un tipo diferente de lucha:<br />

ya que no pueden cambiar la sociedad, pretenden<br />

ocupar un sitio confortable en la misma. De ahí las<br />

protestas juveniles contra la selectividad, los exámenes,<br />

los


en un incendio- y cazéticamente negativas (para los<br />

actores «obligados», se entiende).<br />

El proceso de socialización invierte grandes dosis<br />

de tiempo y de energía en enseñar y forzar a los<br />

niños y jóvenes (a los «bárbaros invasores», como<br />

los describía humorísticamente Ralph Linton) a conocer,<br />

distinguir y plegarse a las pautas cognoscitivas,<br />

cazéticas y valorativas según las prioridades<br />

culturalmente exigidas por cada situación social y<br />

por cada rol.<br />

Una segunda característica señala que las pautas<br />

y normas se aprenden en el trato social, en la interacción,<br />

y a través del proceso de socialización. Por<br />

tanto, las pautas y normas son siempre compartidas<br />

por dos o más individuos. Su ámbito es muy<br />

variable, desde la díada a la mayoría adulta de una<br />

sociedad, pasando por toda la gama de colectividades<br />

intermedias. Es propio de las pautas y normas<br />

el ser generalizadas y generalizables, y un deporte<br />

favorito del género humano parece haber consistido<br />

en imponer las propias normas a los demás.<br />

Como tercera característica puede señalarse el<br />

que las normas exigen una acción «correcta» y concreta,<br />

es decir, son más específicas e imperativas<br />

que los valores e ideales, que actúan como razones<br />

generalizables y difusas de la rectitud de los comportamientos<br />

individuales. Valores e ideales son los<br />

supuestos necesarios de las pautas y de las normas.<br />

Cuarta característica: existe una gran variedad<br />

en el grado de conocimiento, de aceptación y cumplimiento<br />

real de las normas y de las pautas. Fichter,<br />

sociólogo norteamericano, distingue a este respecto<br />

entre: pautas sociales: las que la gente percibe<br />

o cree percibir en una sociedad o en un grupo, y cree<br />

que rigen el comportamiento de determinados grupos<br />

y categorías; nonnas de consenso común o normas<br />

compartidas, sobre las que de hecho existe<br />

consenso real; nonnas personales, privadas y distintas<br />

a las atribuidas a los demás. Van en aumento;<br />

normas simbólicas, que ni obligan estrictamente ni<br />

son unánimes, pues funcionan como meros símbolos<br />

de un grupo, clase o estamento, sin impacto real<br />

en la vida de los «obligados».<br />

La quinta característica se refiere al contenido de<br />

las normas, que pueden surgir en relación con cualquier<br />

aspecto de la actividad o de la experiencia<br />

218 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

humana. Florecen en toda sociedad normas cognoscitivas<br />

o lógicas, estéticas, gramaticales y estilísticas,<br />

religiosas, ceremoniales y de cortesía, morales,<br />

etc. En rigor, todas ellas son «sociales», aunque se<br />

reserva a veces este calificativo para las normas que<br />

ordenan la interacción social.<br />

La sexta característica está relacionada con el<br />

grado de interiorización de las normas, que varía<br />

considerablemente, desde la profunda interiorización<br />

de las normas que se incorporan al «hondón»<br />

de la persona, a su super-ego, hasta la interiorización<br />

superficial de las normas, cuya pervivencia<br />

depende casi exclusivamente de la vigilancia que se<br />

ejerce sobre su cumplimiento, de los castigos y recompensas<br />

anejos, de las sanciones positivas de status<br />

y de otros mil artilugios inventados por el hombre,<br />

tan obsesionado a veces por la «salvación» de<br />

los demás.<br />

Finalmente, hay que recordar que las pautas y<br />

normas varían notablemente por la persistencia<br />

con la que se exige su cumplimiento, por el tipo de<br />

autoridad de donde proceden, y de control que vela<br />

por su acatamiento, y por el grado de variación y la<br />

cuantía de la desviación que se permite en su observancia.<br />

Suele decirse que la humanidad ha ido recorriendo<br />

un largo víacrucis desde las sociedades<br />

prescriptivas, en las que casi todo estaba prescrito<br />

-obligado o prohibido- hasta las sociedades permisivas,<br />

en las que la gran mayoría de las pautas y<br />

normas se limitan a indicar qué comportamientos<br />

están tolerados, favorecidos o preferidos, reservando<br />

los tabús y los imperativos rigurosos para una<br />

reducida gama de comportamientos. Algunos sociólogos,<br />

más cínicos, insinúan que la sociedad va aflojando<br />

las riendas normativas, porque a través de los<br />

«modelos» transmitidos por los medios de comunicación<br />

de masas se «dirige» mejor y menos estridentemente<br />

al hombre de la calle.<br />

5. El mundo fascinante de las pautas:<br />

las tipologías<br />

Cada autor tiene su propia tipología, y no es fácil<br />

llegar a una síntesis que permita una comprensión


ta ahora, facilitan la elección apuntando prioridades.<br />

Siguiendo este razonamiento, el sociólogo alemán<br />

Wallner habla del sistema normativo como del<br />

conjunto de normas generales o principios-guía,<br />

que con una gran intensidad valorativa impregnan<br />

de sentido a las que podemos llamar pautas de<br />

conducta.<br />

6. Existen finalmente pautas intersocietales,<br />

orientadas a ordenar y guiar las relaciones entre las<br />

sociedades.<br />

TIPOLOGIA DE WALLNER<br />

Criterio: El actor social tiene necesidad de orientarse en<br />

las diversas situaciones sociales, y ante la decadencia de<br />

las referencias tradicionales, religiosas y aristocrático-modélicas,<br />

se deja guiar por las instituciones burocráticoracionales,<br />

y sobre todo por las nonnas de conducta.<br />

- Las pautas de comportamiento son esquemas preestablecidos<br />

de conducta que obligan al individuo en cuanto<br />

portador de roles. Según su grado de obligatoriedad, se<br />

distinguen:<br />

• hábitos<br />

• costumbres<br />

• usos sociales<br />

• formas sociales<br />

• modales<br />

• compromisos<br />

• mandatos<br />

- Los valores o nonnas generales (ej.: monogamia).<br />

- Ideales sociales o estructuras deseadas de una parte<br />

de la convivencia humana (ej.: el ideal de la democracia).<br />

- Los modelos sociales: valores encarnados en personas<br />

dignas de imitación e identificación.<br />

Ernst M. Wallner, Sociología.<br />

Herder, Barcelona 1975, 106-112.<br />

6. El control social<br />

La mayor parte de las normas sociales tienen,<br />

como se ha visto, una estructura bifronte: son estrategias<br />

o esquemas de acción, y desde este punto de<br />

vista facilitan y dinamizan la acción social y, por<br />

220 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

otra parte, coaccionan al individuo recalcitrante y<br />

desviado para que se integre o se reintegre en un<br />

orden social más o menos consensuado. Normas<br />

sociales y control social son fenómenos y conceptos<br />

que se implican mutuamente. No existen sociedades<br />

sin control social, como no existen sociedades<br />

sin normas.<br />

Dos tradiciones o tendencias se enfrentan en este<br />

terreno: la tradición sociológica que acentúa la unidad<br />

social y el papel primordial de los sistemas<br />

normativos, y la tradición que se fija sobre todo en<br />

el conflicto, el poder y el control. La primera destaca<br />

las funciones sociales e individuales del control social:<br />

toda persona se encuentra limitada y condicionada<br />

por su grupo, su comunidad y su sociedad, y<br />

esta limitación y condicionamiento cumplen funciones<br />

para la sociedad y los grupos, así como para<br />

el mismo individuo si éste comparte los valores y<br />

las metas de aquéllos. La segunda niega rotundamente<br />

las funciones sociales del control con la misma<br />

energía con que rechaza la posibilidad de un<br />

consenso moral auténtico (el marxismo ortodoxo).<br />

Una versión suavizada de esta postura radical admite<br />

la posibilidad de que el control social desempeñe<br />

funciones para el grupo social al que pertenece<br />

el «controlado», pero llama la atención con<br />

toda justicia sobre el hecho de que el control, que es<br />

indudablemente social en los mecanismos que emplea<br />

(la manipulación y la aplicación de sanciones,<br />

esencialmente), puede no ser social en sus funciones,<br />

pues muchas formas de control social sirven realmente<br />

los intereses de los grupos dominantes.<br />

Para comprender óptimamente las posturas de<br />

los sociólogos sobre el control social, conviene tener<br />

en cuenta que tanto la «mirada sociológica» centrada<br />

obsesivamente en el aspecto consensual del control,<br />

como la que no percibe sino el aspecto coercitivo<br />

o coactivo, dan muestra de un estrabismo sociológico<br />

igualmente nocivo. La primera peca de conservadora,<br />

ahistórica y estática. La segunda tiende<br />

a ignorar el alto nivel de inercia social, de conformidad<br />

y de aceptación del mundo social tal como<br />

parece ser que proliferan en todas las sociedades.<br />

Los sociólogos distinguen dos tipos de control<br />

social: el interno, ejercido por el mismo individuo<br />

sobre sus acciones, y el externo, consistente en las<br />

presiones que la sociedad despliega sobre el indivi-


duo para inducirlo a un determinado nivel de conformidad.<br />

El control social interno, producto en gran parte<br />

de una socialización exitosa, se realiza de tres formas<br />

principales: la internalización, la identificación<br />

y la obediencia o sumisión.<br />

- La internalización tiene lugar cuando el individuo<br />

acepta las normas sociales y las expectativas de<br />

sus roles como sus propios criterios normativos, los<br />

incorpora a su personalidad, los «hace suyos», hasta<br />

el punto de que es ya su mente y su personalidad<br />

total lo que le impulsa a conformarse a esas normas.<br />

En caso de violación de las normas, el sentimiento<br />

dominante sería el de culpabilidad, aunque<br />

nadie se percate de su falta. El individuo «violador»<br />

suele castigarse a sí mismo con mayor o menor<br />

severidad. La internalización es en gran medida un<br />

proceso inconsciente.<br />

Tres grandes pensadores: un sociólogo, un psicólogo<br />

social y un psicólogo coincidieron a comienzos<br />

de este siglo en destacar la importancia de la internalización,<br />

aunque desde diferentes perspectivas y<br />

con distintos términos: Durkheim habló de la «conciencia<br />

colectiva» que se refleja a través de la conciencia<br />

de cada individuo; Mead insistió en el «otro<br />

generalizado», y Freud estudió los efectos del «super-ego»<br />

sobre la personalidad.<br />

- La identificación del individuo con un grupo o<br />

con una organización social se traduce lógicamente<br />

en el deseo de establecer relaciones con ellos y, por<br />

consiguiente, induce al individuo a aceptar las normas<br />

y criterios del grupo. No hay internalización,<br />

pero sí aceptación voluntaria, por lo que no son<br />

necesarias presiones externas. A veces, el individuo<br />

que no pertenece a un grupo, pero que desea ser<br />

aceptado por él, demuestra su voluntad de ser incorporado<br />

al grupo mediante la sumisión a sus normas.<br />

Los sociólogos hablan entonces de «grupos de<br />

referencia».<br />

- La obediencia o sumisión es un proceso más<br />

prosaico, del que todos tenemos experiencia personal<br />

y directa: el individuo se pliega a los criterios y<br />

las normas de un grupo con esperanza de obtener<br />

beneficios de su conformidad, bien consiguiendo<br />

recompensas o evitando castigos y sanciones. En<br />

todo caso, la obediencia voluntaria está basada<br />

siempre en un cálculo más o menos racional de la<br />

conveniencia personal.<br />

El control social externo es más «visible» que el<br />

interno, aunque no enteramente transparente. Consiste<br />

esencialmente en las presiones de la organización<br />

-grupo, comunidad, sociedad...- como medio<br />

de conseguir la conformidad en los individuos. Este<br />

tipo de control no es totalmente transparente, pues<br />

su primera forma -«la manipulación de la situación<br />

social en la que actúa el individuo»- consiste en<br />

una malla de medidas indirectas que hacen posibles<br />

unas acciones sociales e imposibles o muy difíciles<br />

otras. Los sociólogos citan tres: «abrir y cerrar<br />

puertas a la interacción»; «cambiar la estructura de<br />

una organización»; y «controlar la socialización a<br />

fin de inculcar determinadas normas y valores».<br />

Tres ejemplos muy sencillos:<br />

- enviar el hijo a un colegio de élite «le abre las<br />

puertas» a determinados grupos y amistades y «le<br />

cierra la puerta» a otros no deseados;<br />

- reestructurar los grupos de trabajo en una empresa<br />

para que los trabajadores participen en la<br />

toma de decisiones, etc., puede incrementar la productividad;<br />

- «encerrar» a los futuros oficiales del ejército<br />

en academias donde los contactos con el exterior<br />

son casi nulos y los candidatos son sometidos a<br />

demandas y presiones constantes, parece ser la forma<br />

óptima de inculcar normas y valores militares y<br />

una estricta disciplina (Goffman ha inventado el<br />

término de «instituciones totales» para designar<br />

este tipo de establecimientos, existentes también en<br />

otros ámbitos sociales).<br />

La segunda forma de control externo es más<br />

conocida: la aplicación de recompensas y castigos a<br />

los individuos para obtener la conformidad con las<br />

normas de la organización y de la sociedad. Las<br />

sanciones sociales, de infinita y pintoresca variedad,<br />

pueden ser interpersonales -la alabanza o el<br />

ostracismo-, organizacionales -la promoción en<br />

una empresa-, económicas -multas o recompensas<br />

monetarias-, simbólicas -la imposición de una medalla-,<br />

y físicas -la cárcel-o<br />

Es convicción muy extendida que esta segunda<br />

forma de control externo es la menos eficaz, sobre<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 221


todo por los problemas que implica: la dificultad de<br />

vigilar a todos los actores sociales todo el tiempo, la<br />

necesidad de conseguir que el entorno del «castigado»<br />

o del «recompensado» refuerce el efecto inicial<br />

-habitualmente muy escaso- del premio o del castigo,<br />

y la misma naturaleza de los premios -tienden a<br />

convertirse en «derechos» si son muy frecuentes- y<br />

de los castigos, que sólo provocan un comportamiento<br />

mínimamente aceptable, pero jamás consiguen<br />

que el individuo se comprometa totalmente<br />

con las normas y con el grupo o la sociedad.<br />

222 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

SISTEMAS DE CONTROL SOCIAL<br />

En su Invitación a la sociología (1963), Peter Berger,<br />

desde una perspectiva humanista, invita al lector<br />

a percibirse a sí mismo en el centro de una serie<br />

de círculos concéntricos, cada uno de los cuales<br />

representa un sistema social del que fluyen los diferentes<br />

medios de control social que la sociedad utiliza<br />

para obtener conformidad y obediencia: violencia<br />

física, presión económica, persuasión, sentimiento<br />

de ridículo y oprobio, murmuración, deseos<br />

de aceptación por los otros y por el grupo, ostracismo,<br />

etc. Veamos el diagrama:<br />

A. Sistema legal y político.<br />

B. Moralidad, costumbres, formas sociales.<br />

C. Empresas, sindicatos, colegios profesionales...<br />

D. Clubs, asociaciones ...<br />

E. Familia, grupo de amigos, ...


-1<br />

PARA AMPLIAR HORIZONTES ..<br />

1. Mores, folkways y leyes<br />

•<br />

William Sumner ha desarrollado una tipología de las pautas<br />

ynormas que se ha hecho clásica, yen la que ha incorporado tres<br />

ingredientes de las normas: la cantidad de consenso social sobre<br />

que están basadas, la sanción empleada para reforzarlas, y la<br />

emoción o sentimiento implicados. El punto de partida de su<br />

teoría es que las rutinas sociales surgen en el proceso de satisfacer<br />

las necesidades humanas. Las formas de satisfacción que<br />

dan más placer que dolor se van seleccionando e imponiendo, y<br />

al ser imitadas por otros individuos se convierten en fenómenos<br />

colectivos. Surgen así los usos sociales (folkways), las mores y las<br />

leyes:<br />

• Folkways (usos sociales)<br />

- son formas expeditivas de hacer las cosas, desarrolladas<br />

por un grupo en su lucha por la existencia y aprendidas por<br />

imitación y tradición;<br />

- son uniformes, invariables, imperativas e inconscientes, a<br />

modo de «instintos sociales»;<br />

- están reforzados por sanciones suaves del grupo: el ostracismo,<br />

el ridículo, la vergüenza.<br />

Factor demográfico<br />

Tipo de sociedad<br />

Carácter social<br />

Sanción principal<br />

Fuerte potencial de crecimiento.<br />

Sociedad de subsistencia.<br />

Hombre dirigido por tradiciones<br />

(sociedades tradicionales).<br />

La vergüenza.<br />

3. La penosa búsqueda de «lo social»<br />

Filósofos y sociólogos se han afanado desde muy temprano<br />

por identificar a ese «tercer personaje» de que habla Ortega y<br />

Gasset, lo social, y que sirvió a Comte para construir algo artificiosamente<br />

el neologismo que finalmente adoptaría la disciplina<br />

que hoy conocemos como sociología.<br />

Mores<br />

- son folkways que se convierten en doctrina del bienestar<br />

colectivo mediante la incorporación de creencias, generalizaciones<br />

filosóficas y éticas, códigos... Están verbalizadas;<br />

- adoptan con frecuencia la forma de tabús;<br />

- dada su importancia para el grupo y su pervivencia, requieren<br />

mayor consenso social, despiertan fuertes emociones,<br />

pasiones incluso, y su violación provoca sanciones más duras.<br />

• Leyes e institucions<br />

- están basadas en «mores», a las que añaden la promulgación<br />

institucional;<br />

- tienen un carácter racional, utilitario, funcional, y algo<br />

mecánico.<br />

2. Tres tipos de dirección<br />

En la sociedad occidental se han sucedido tres períodos demográficos:<br />

de estabilidad (el número de defunciones fue casi<br />

igual al de nacimientos), de crecimiento transitorio (por disminución<br />

de las tasas de mortalidad), y de nuevo equilibrio demográfico<br />

(por disminución de la natalidad). Aesas tres fases corresponden<br />

tres tipos de sociedad y tres tipos de «carácter social»<br />

(David Riesman, La muchedumbre solitaria. Paidós, Buenos<br />

Aires, 1963).<br />

Crecimiento transitorio.<br />

Sociedad industrial.<br />

Hombre dirigido por principios<br />

y objetivos generales inculcados<br />

desde niño (clase burguesa protestante).<br />

La culpabilidad.<br />

Nuevo equilibrio.<br />

Sociedad de consumo de masas.<br />

Hombre dirigido por los medios<br />

a que pertenece: grupos, asociaciones<br />

... (americano de clase<br />

media hoy).<br />

La desaprobación.<br />

El uso vulgar nos pone ya en una pista certera: el término<br />

«social» designa a un algo que excede al individuo, que concierne<br />

a muchos. El uso científico destaca cuatro rasgos: a) presupone<br />

una pluralidad de hombres con sus diferencias individuales, y<br />

son éstas precisamente las que más interesan al científico, pues<br />

una mera agregación de individuos similares en un 100% no<br />

sería pluralidad; b) esos hombres se encuentran integrados en<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 223


una misma «comunidad» por la conciencia compartida de una<br />

misma situación, ideología, norma, principio o utopía; esa intención<br />

común tiene un carácter emocional y activo, impuesto por<br />

la orientación a una meta común, aunque puedan variar los<br />

itinerarios personales; c) entre esos hombres existe un conocimiento<br />

recíproco o general, tanto de los demás actores como de la<br />

finalidad u objetivo común; alguna interacción, por tenue que<br />

sea; la interacción o acción recíproca es, indudablemente, el<br />

factor que más netamente diferencia lo individual y lo social.<br />

Hasta aquí la perspectiva científica general.<br />

Los problemas se presentan cuando se pretende una definición<br />

no puramente nominal, sino real. El gran interrogante puede<br />

formularse así: ¿Hay realmente algo que está por encima de<br />

los individuos y que, al mismo tiempo, los abarca? O bien: El<br />

concepto de lo social ¿no es más que una imagen, una representación<br />

alimentada (o SOñada) por el individuo, a la que nada<br />

corresponde en la realidad?<br />

Hay dos grandes respuestas a este interrogante: la nominalista<br />

y la realista.<br />

Los individualistas de toda tribu ynación han pretendido que<br />

lo social es supraindividual sólo en la etérea región de los puros<br />

nombres. Lo real sólo existe en los individuos.<br />

Las teorías individualistas han ejercido una poderosa influencia<br />

en el comportamiento de mucha gente, han marcado con un<br />

sello inconfundible perfiles nacionales y políticas sociales, yhan<br />

orientado la estrategia económica de más de un país y de un<br />

período de la historia. No se trata, es incontrovertible, de una<br />

cuestión baladí. El neodarwinismo socio-económico de los Estados<br />

Unidos de Reagan o de la Inglaterra de la era Thatcher dan fe<br />

de la trascendencia de determinadas doctrinas basadas en presupuestos<br />

individualistas. Yel precio de este darwinismo ha sido<br />

muy alto: las bolsas de pobreza de estos países.<br />

La perspectiva realista parte de la crítica de los enfoques individualistas,<br />

a los que acusa de detenerse en la conciencia colectiva<br />

y social, que de por sí es sólo el fundamento inmediato de la<br />

relación social. Lo social exige ir más allá, hasta la mutua vinculación<br />

interna de los individuos. Los individualistas se limitaron<br />

en su concepción a reconocer la realidad de los individuos y de<br />

su mera agregación. Los realistas proponen la existencia de una<br />

nueva realidad, que no se encuentra realizada ni en los individuos<br />

por separado ni en su simple suma.<br />

Algunos sociólogos realistas «se pasaron». Así, en general,<br />

algunos partidarios de un psicologismo social semipanteísta que<br />

224 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

CINCO DEFINICIONES MINIMAS<br />

DE LO SOCIAL<br />

- Stuart Mill: el resultado de los intereses privados.<br />

- Gabriel Tarde: los individuos unidos superficialmente<br />

por la imitación.<br />

- Gurvitch: la masa, como fase inferior de la fusión de<br />

conciencias de muchos individuos.<br />

- McDougall: el espíritu de un conjunto de individuos.<br />

- Steffen: el mundo inmaterial de imaginaciones, estados<br />

anímicos y voliciones que agrupa a los individuos.<br />

postularon la existencia de una especie de «espíritu objetivo»,<br />

muy en la línea de Hegel. Los más peligrosos fueron los representantes<br />

del biologismo social (Lilienfeld, Schaffel, Spinas ...), que<br />

llegaron a imaginarse la sociedad como una especie de hiperorganismo,<br />

prolongación de la naturaleza y realización de orden<br />

superior de las mismas fuerzas naturales. Latiendo en ese hiperorganismo,<br />

algunos hablaron de una «conciencia viva» ose inclinaron<br />

por la concepción de un auténtico «organismo de ideas».<br />

La tentación del totalitarismo político estaba servida.<br />

Los sociólogos realistas más serenos formularon una teoría<br />

de las relaciones humanas desde cuya perspectiva esencial lo<br />

social aparece como un tipo especial de relación, la que surge de<br />

la conciencia recíproca que los actores sociales desarrollan entre<br />

sí, y del obrar común e igualmente recíproco. Lo social, ya se vio<br />

antes, está en los individuos, pero los trasciende, los sobrepasa,<br />

en cuanto implica una intencionalidad.<br />

Lecturas<br />

J. L. Aranguren, Moralidades de hoy de mañana. Taurus,<br />

Madrid 1973.<br />

H. Becker, Sociología de la desviación. Tiempo Contemporáneo,<br />

Buenos Aires 1973.<br />

H. Marcuse y otros, Libertad y orden social. Guadiana,<br />

Madrid 1970.


l. Para comprender<br />

la sociología del rol<br />

L a<br />

14<br />

Roles y papeles sociales<br />

industrialización y consiguiente complejidad<br />

institucional y organizacional de la sociedad<br />

ha provocado en el hombre de los países<br />

desarrollados una crisis de identidad. El individuo<br />

no sabe realmente quién de verdad es ni a qué rolo<br />

papel social debe conceder prioridad: el rol familiar,<br />

el ciudadano, el religioso, el profesional o el de<br />

obediente elector y miembro de un partido político.<br />

Esta crisis de identidad ha tenido múltiples reflejos<br />

en la novelística y cinematografía de nuestro tiempo.<br />

Esta perplejidad, opina Peter Berger, es más<br />

definitoria de la sociedad industrial que otros rasgos<br />

de la misma, popularizados hace tiempo: la<br />

sociedad de masas (Ortega y Gasset), el hombredirigido-por-los-otros<br />

(Riesman), el hombre-orientado<br />

por el mercado (Erich Fromm), el hombreorganización<br />

(Whyte)... Conclusión de uno de los<br />

«grandes» de la psicología social, George H. Mead:<br />

el MI está ganando terreno al YO, y el «otro generalizado»<br />

se está haciendo cada vez más difuso y opaco.<br />

El concepto de rol ha tenido una gestación penosa,<br />

desde su primer uso, el del argot teatral, como<br />

máscara, al empleo que de él se hace hoy en sociología,<br />

como «pauta de comportamiento estructurada<br />

en torno a deberes específicos y asociada a una<br />

particular posición de status, en un grupo o situación<br />

social». La elaboración del concepto ha culminado<br />

en la sociología actual, en la que se ha llegado<br />

a hablar del «homo sociologicus» (Dahrendorf) como<br />

el tipo de hombre que caracteriza a nuestros<br />

tiempos, el hombre-actor-de-roles, el hombre segmentado<br />

que debe aprender los roles que desempeñará<br />

y en los que invertirá sólo una parte de su<br />

personalidad.<br />

Los sociólogos norteamericanos han insistido en<br />

la centralidad del rol en la vida social, en lógica<br />

consonancia con la importancia allí concedida al<br />

marco social de la personalidad. El darwinismo<br />

social, tan influyente en el pensamiento sociológico<br />

norteamericano, introdujo la idea de la personalidad<br />

como algo formado en las transacciones con el<br />

entorno, y muy dependiente del tiempo histórico,<br />

del cambio y del azar.<br />

El rol, desde esta perspectiva, es esencial para el<br />

equilibrio de la persona en una sociedad marcada<br />

por el cambio de estructuras y por los conflictos de<br />

un individuo obligado a adaptarse a un medio social<br />

siempre cambiante y en el que dominan la<br />

movilidad territorial, la inquietud, el espíritu pragmático<br />

y el culto a la eficiencia y al dinamismo<br />

individuales.<br />

Ante la ausencia de tradiciones, el énfasis se<br />

pone en la psicología más que en la historia, en las<br />

interrelaciones sociales inmediatas de tipo horizontal<br />

(frente a la verticalidad vigente en las sociedades<br />

europeas), en el intercambio como principio de<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 225


las relaciones interpersonales, y en la necesidad de<br />

luchar por el prestigio y supervalorar la conformidad<br />

con los «otros». El mecanismo protector del<br />

individuo ante la amenaza de la soledad y ante su<br />

propia vulnerabilidad es el rol. El rol, en cuanto<br />

adopción e interiorización de modelos de comportamiento<br />

impuestos por otros individuos o grupos,<br />

rodea al individuo con una coraza protectora. El<br />

precio es alto: la conformidad y la adaptación constantes.<br />

Entre los sociólogos europeos ha prevalecido<br />

una nota negativa: el rol como inautenticidad personal,<br />

como aniquilador de la espontaneidad, la<br />

emoción, el sentimiento y la vida. La influencia de<br />

los filósofos existencialistas en esta concepción negativa<br />

del rol ha sido muy extensa, especialmente la<br />

de Heidegger y Sartre. En opinión de éste, la sociedad<br />

actual es una sociedad «serializada», compuesta<br />

de grandes masas invertebradas que sólo se diferencian<br />

por el desempeño de un rol concreto: los<br />

electores, los ciudadanos, los consumidores, los<br />

profesionales, los obreros, etc. Todos insisten en<br />

marcar una fuerte distinción y distancia entre la<br />

personalidad profunda y el «sí mismo» social (el MI<br />

de George H. Mead). Dahrendorf ha dado forma<br />

sociológica a esta concepción negativa del rol:<br />

- la sociedad es una forma alienada del individuo,<br />

y la socialización una forma y mecanismo de<br />

alienación;<br />

- el «homo sociologicus», el hombre actor de<br />

roles, es como una sombra que huye de su dueño<br />

para convertirse a sí misma en dueño del YO;<br />

- el rol, en definitiva, es una alienación del<br />

hombre que se convierte en mero actor en una sociedad-escenario.<br />

HOMO SOCIOLOGICUS<br />

Hasta ahora, la ciencia social nos ha obsequiado con dos<br />

seres humanos nuevos, sumamente problemáticos, que apenas<br />

encontraremos en la realidad de nuestra experiencia diaria.<br />

Uno de ellos es el tan discutido horno economicus..., (el otro) el<br />

psychological man (el hombre psicológico)... que, aunque<br />

226 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

siempre haga el bien, posiblemente quiere siempre el mal, el<br />

hombre de los motivos secretos... Se enciende de nuevo (la<br />

discusión) para disputar la existencia del horno sociologicus...<br />

En el punto de intersección del individuo y la sociedad se halla<br />

el horno sociologicus, el hombre como portador de papeles<br />

socialmente determinados. El individuo es sus papeles sociales,<br />

pero, por su parte, estos papeles son el hecho molesto de la<br />

sociedad ... Papel, persona, carácter y máscara son palabras<br />

que ... estuvieron o están subordinadas a un mismo campo<br />

semántico: el teatro...<br />

Son muchas las asociaciones que vinculamos a estas<br />

palabras: todas ellas indican algo dado a su portador, el actor,<br />

algo existente fuera de él; este «algo dado» puede describirse<br />

como un complejo de modos de comportamiento, que entran a<br />

su vez en conexión con otros comportamientos para formar un<br />

todo; (el actor) tiene que aprenderlos, a fin de poder<br />

representarlos; desde el punto de vista del actor, ningún papel,<br />

ninguna persona dramatis es exhaustivo; puede aprender y<br />

representar una multitud de papeles».<br />

2. El enfoque<br />

del interaccionismo simbólico<br />

Ralf Dahrendorf,<br />

Horno sociologicus, 1958.<br />

El interaccionismo simbólico se ha presentado a<br />

sí mismo como una «oposición leal a la sociología<br />

standard», que trata al individuo como meras partes<br />

o elementos de un organismo que se limitan a<br />

responder a las fuerzas que actúan sobre él. La<br />

concepción del individuo mantenida por el interaccionismo<br />

simbólico es más rica y compleja.<br />

Han influido en esta corriente las ideas de Max<br />

Weber y Simmel, el llamado «teorema de Thomas»<br />

-lo que los hombres definen como real tiene efectos<br />

reales en su comportamiento-, la aportación de<br />

Cooley sobre el


organiza sus perspectivas constituyéndose él mismo<br />

en el centro de un mundo organizado de perspectivas<br />

que se convierten en el mundo-para-él. La<br />

realidad social es la organización de todas las perspectivas<br />

de todos los individuos que componen la<br />

sociedad. El individuo construye su propia realidad<br />

social en un laborioso proceso que Mead denomina<br />

«la adopción del otro generalizado». En esa construcción<br />

intervienen cuatro mecanismos:<br />

- La conversación gestual, base de otras conversaciones<br />

más complejas, como el lenguaje; en esta<br />

«conversación», el incipiente actor social capta las<br />

perspectivas del «otro» y sus expectativas sobre el<br />

actor social en cuestión.<br />

- El juego infantil, sin reglas (play), en el que el<br />

niño desarrolla su personalidad, su yo social, solicitando<br />

de sí mismo las pautas de comportamiento<br />

que exige o exigiría de los demás participantes en el<br />

juego.<br />

- El juego organizado, con reglas (game), las<br />

cuales son como señales de transmisión mediante<br />

las cuales el actor social va adoptando roles de<br />

participante en el escenario social: de adulto, de<br />

ciudadano, de trabajador...<br />

- Finalmente, este proceso culmina en lo que<br />

Mead llama «adopción del otro generalizado», proceso<br />

complejo en el que el actor social generaliza<br />

las actitudes de los miembros constituyentes de un<br />

grupo y «crea» así, desde su perspectiva y situación,<br />

al «otro generalizado», con el que establece una<br />

dialéctica que durará toda la vida, la dialéctica<br />

entre el YO y el MI, diálogo que provocará reacciones<br />

y adaptaciones en el actor social.<br />

Late en todo proceso de adopción del «otro generalizado»<br />

una distinción, básica para la comprensión<br />

del rol desde la perspectiva de la psicología<br />

social y del interaccionismo simbólico. Veámosla<br />

con cierto detalle.<br />

La persona social, el yo social, el «sí mismo»<br />

(seU) es el núcleo del sistema de personalidad, al<br />

mismo tiempo autoconciencia y reflexión sobre sí<br />

mismo, y estructura social, pues incluye al «otro<br />

generalizado», al MI. El yo social está en permanente<br />

conversación (diálogo) consigo mismo y dirige su<br />

comportamiento mediante las estimaciones y ex-<br />

pectativas reflejadas de los otros (el MI), Yvaliéndose<br />

igualmente de las respuestas espontáneas y personales<br />

hacia el «otro», ya interiorizado, es decir,<br />

mediante su YO. En otras palabras, el yo social, el sí<br />

mismo, tiene como dos dimensiones: el YO -sujeto<br />

activo, espontáneo, donador del sentido de libertad<br />

e iniciativa al yo social, origen del cambio-, y el MI<br />

-reflejo de las leyes, los usos sociales, los códigos y<br />

las expectativas de la comunidad social, persona<br />

pasiva, mantenedor del orden social, el «otro» generalizado.<br />

Esta distinción sitúa el problema del rol en su<br />

lugar exacto: el yo social es la síntesis de elementos<br />

individuales profundos (YO) y de roles. Esta relativa<br />

superficialidad de los roles en la estructura del yo<br />

social ha sido bien captada por más de un psicólogo<br />

social y más de un pensador. Newcomb, entre los<br />

primeros, habla del rol como de la superficie fenoménica<br />

de la persona, frente al yo, la esencia única,<br />

original, el «noumenos». Y Karl Marx, acentuando<br />

la superficialidad del rol, analiza en su Dieciocho<br />

Brumario de Luis Bonaparte las condiciones sociales<br />

e históricas que permitieron a un yo mediocre, el<br />

rey, asumir y enarbolar el rol de héroe.<br />

Los interaccionistas simbólicos aprovecharon<br />

estas elaboraciones para su estudio del juego de<br />

roles. El actor social juega su rol no como resultado<br />

neto del entorno y de los estímulos externos, sino de<br />

acuerdo con la interpretación y manipulación de<br />

las demandas, expectativas, prohibiciones y amenazas<br />

que él descubre en las actitudes y en los<br />

comportamientos de los otros.<br />

El rol (el MI) aparece como un organismo que se<br />

enfrenta con el mundo social dotado de un «mecanismo»<br />

especial que le capacita para hacerse indicaciones<br />

a sí mismo, para interpretar las acciones<br />

de los demás dotándolas de sentido, para interactuar,<br />

mediante el intercambio de símbolos significativos.<br />

De esta forma, la persona social interpreta<br />

las acciones de los otros, se autoindica las circunstancias<br />

del entorno social que pueden significar<br />

ayuda u obstáculo, tiene en cuenta las demandas y<br />

expectativas de los otros, y actúa sobre esas demandas<br />

y expectativas aceptándolas, rechazándolas o<br />

transformándolas.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 227


una respuesta tipificada a una expectativa igualmente<br />

tipificada. Es la sociedad la que proporciona<br />

estos «guiones» de respuesta, estos esquemas relativamente<br />

flexibles en los que se entretejen pautas de<br />

comportamiento, actitudes y emociones, que en<br />

muchos casos se apoderan de la persona, y la hacen<br />

«sentirse» capaz de desempeñar su rol con brillantez<br />

o, al menos, con decoro. El profesor que se zambulle<br />

en su rol se «siente» más sabio, el militar que<br />

se embute en su uniforme y se cuelga sus condecoraciones,<br />

más valiente... Se empieza por actuar de<br />

acuerdo con el rol, y se acaba «sintiendo» y viviendo<br />

plenamente el papel que se desempeña.<br />

Los rasgos del rol dimanan de la definición dada:<br />

1) el rol debe estar definido culturalmente en<br />

reciprocidad con el contenido de derechos atribuidos<br />

a los status que con él se correlacionan; 2) en<br />

cuanto constriñe comportamientos, por tanto, acaba<br />

formando parte de la personalidad del actor<br />

social, y 3) se desempeña habitualmente de forma<br />

no reflexiva, es decir, tiene un cierto carácter inconsciente,<br />

de donde precisamente procede gran<br />

parte de su poder sobre el actor; 4) este poder «invisible»<br />

es garantía de algo que la sociedad valora y<br />

exige de todos sus miembros: la predecibilidad de<br />

sus comportamientos, ya que sin ella disminuiría la<br />

eficacia y dinamismo sociales, y el mundo de las<br />

relaciones y acciones sociales se encontraría abocado<br />

al caos.<br />

El rol permite varianza y libertad, pero el ajuste<br />

de la persona con sus roles plantea problemas delicados.<br />

En general se consigue un ajuste más exacto<br />

si el rol está claramente definido. La ambigüedad es<br />

placentera, pero incómoda. Algo similar puede decirse<br />

del solapamiento de roles, con la ventaja de<br />

que esta situación favorece la empatía: el médico<br />

enfermo puede ponerse en lugar del doctor que entiende<br />

de su enfermedad con mayor facilidad que el<br />

paciente en estado puro. Un caso diferente es el<br />

llamado «refuerzo de roles», que se produce cuando<br />

el desempeño de un rol refuerza la motivación para<br />

el mejor cumplimiento de otro: cumplir bien el rol<br />

de padre/madre de familia, obligado a sacar adelante<br />

a sus hijos, vigoriza los motivos para una buena<br />

realización del rol laboral. La «competencia» que a<br />

veces aparece entre el desempeño de ambos roles,<br />

con demandas competitivas sobre el tiempo y el<br />

esfuerzo, no suele convertirse en conflicto, pues las<br />

demandas no generan un choque de normas. Se<br />

trataría de un conflicto de tono menor.<br />

En cuanto sistema de coerciones normativas,<br />

producto de expectativas definidas culturalmente,<br />

el rol revela un rico contenido sociológico.<br />

Es un esquema de acciones y actitudes, una pauta<br />

general de comportamientos muy cerca del modelo,<br />

pero sin el carácter abstracto de éste.<br />

Es, al mismo tiempo, una estrategia personal<br />

para enfrentarse a un tipo de situaciones que se<br />

repiten en la vida del actor social.<br />

Es también una base importante para reconocer<br />

la identidad social de las personas, a las que los<br />

«otros» sitúan socialmente por el desempeño externo<br />

de su rol, aunque los individuos ocupantes del<br />

rol en cuestión varíen. Cada rol social tiene asignada<br />

una identidad, desde las más superficiales hasta<br />

las más profundas. Todas han sido asignadas socialmente,<br />

aunque algunas -ser hombre, ser mujer, ser<br />

blanco, ser negro...- puedan parecer puros dones de<br />

la biología. Como recuerda Peter Berger,<br />

«un niño (varón) no necesita aprender a tener una<br />

erección, pero tiene que aprender a ser agresivo, a<br />

tener ambiciones, a competir con los otros y a desconfiar<br />

de una excesiva delicadeza en su carácter. El<br />

rol de varón en nuestra sociedad requiere todas estas<br />

cosas, que uno debe aprender, como debe aprender la<br />

identidad masculina... ».<br />

La informalidad que caracteriza hoy las relaciones<br />

sociales ha hecho desaparecer los símbolos y<br />

señales -uniformes, distintivos, vestimenta peculiar...<br />

-que en épocas aún recientes marcaban a los<br />

ocupantes de muchos roles. Persisten aún en determinados<br />

ámbitos, especialmente en el mundo de la<br />

empresa.<br />

En nuestra sociedad, de considerable movilidad<br />

social, es frecuente el cambio de rol, y es de nuevo la<br />

sociedad la que se encarga de efectuar este cambio,<br />

retirando reconocimientos y expectativas y creando<br />

otros nuevos. Sin el apoyo constante de un contexto<br />

social adecuado, un actor social no puede mantener<br />

un rol determinado y previo, por mucho que se<br />

esfuerce.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 229


De nuevo es Peter Berger quien nos ofrece un<br />

ejemplo luminoso: el ciudadano inocente que de la<br />

noche a la mañana pierde su libertad, encarcelado<br />

por un delito, se halla sometido en un instante a un<br />

asalto masivo a su anterior concepción de sí mismo,<br />

por mucho que se aferre a ella. Con aterradora rapidez<br />

descubrirá que actúa como se supone actúa un<br />

convicto, y que siente lo mismo que se suele pensar<br />

siente un convicto. No se trata de una desintegración<br />

de la personalidad, sino de una reintegración<br />

de la misma, proceso similar al seguido cuando se<br />

produjo la integración de la identidad ahora perdida.<br />

El rol es un producto complejo. No sólo por sus<br />

aspectos, como se acaba de ver, sino también porque<br />

su mismo contenido -coerciones, pautas yexpectativas-<br />

se articula en diversos subroles. En el<br />

rol del pastor protestante pueden distinguirse, según<br />

un refinado análisis de Hadden (1965), tres<br />

sub-roles: el rol principal o rol ocupacional, que<br />

distingue e identifica a una persona como ministro<br />

sagrado, frente a otras ocupaciones; los subroles<br />

funcionales, relativos a sus diferentes funciones sagradas:<br />

las funciones tradicionales (predicador,<br />

profesor y sacerdote), las funciones modernas<br />

(


un margen de maniobra dentro del cual el actor<br />

puede desarrollar una estrategia personal. Como lo<br />

hace el actor teatral cuando encarna un papel prefijado.<br />

«Yo no creo que seamos ni impotentes juguetes de<br />

los hados ni señores de nuestro destino. La verdad se<br />

halla entre ambos extremos. Tenemos opciones reales,<br />

pero opciones de oferta limitada. La oferta y el<br />

menú quizá van creciendo a lo largo del tiempo, pero<br />

siempre son limitados. Debería ser la gran tarea de la<br />

ciencia de la sociedad el conocer los límites de este<br />

menú y el llegar a saber lo que podemos y lo que no<br />

podemos alcanzar, para así guiar nuestra elección en<br />

terrenos no solamente deseables, sino también realizables»<br />

(K. E. Boulding, 1964).<br />

El margen de libertad y la capacidad de estrategia<br />

del actor social están garantizados, en primer<br />

lugar, por la varianza de las coerciones normativas<br />

asociadas a los roles (Parsons), es decir, por el hecho<br />

comprobado de que las expectativas de los otros<br />

actores situacionalmente interrelacionados con el<br />

ocupante del rol en cuestión dejan abierto un margen<br />

de decisión dentro del cual el individuo puede<br />

realizarse a sí mismo. En esta misma línea, otros<br />

sociólogos hablan de la ambivalencia de los roles<br />

(Merton). Además, en segundo lugar, la persona que<br />

desempeña un rol es consciente de la distancia, variable<br />

según cada caso, entre él mismo y su rol,<br />

distancia que la reflexión puede acrecentar.<br />

Este distanciamiento del actor en relación con<br />

su rol procede de un mecanismo de gran interés:<br />

todo rol! status tiene incorporadas imágenes o representaciones<br />

que permiten al actor anticipar su<br />

propio comportamiento y las reacciones del entorno<br />

social. Así actúa, por ejemplo, en el ejercicio del<br />

rol, el político ante un debate público, lo que le<br />

permite diseñar estrategias oportunas y eficaces.<br />

Esta posibilidad es la condición indispensable<br />

de la responsabilidad personal, ya que sólo disponiendo<br />

del futuro mediante esas anticipaciones<br />

puede el hombre ser responsable de sus actuaciones.<br />

y sólo a quien tiene la posibilidad de responder<br />

ante sí mismo, y es consciente de sus márgenes de<br />

maniobra, se le puede hacer responsable de su comportamiento,<br />

con las sanciones positivas o negati-<br />

vas, según su comportamiento se ajuste o no a las<br />

prescripciones de su rol.<br />

Este margen de libertad y este diseño de estrategias,<br />

producto de la libertad, la varianza y el distanciamiento,<br />

explican lo que la sociología moderna<br />

denomina «efectos del sistema». Las revueltas estudiantiles<br />

en las universidades norteamericanas, al<br />

filo de los 70, ofrecen una perfecta ilustración de<br />

este fenómeno social y, de paso, permiten aplicar el<br />

concepto de rol al análisis de problemas de dimensiones<br />

supraindividuales. La rebelión contra el «establishment»<br />

tuvo lugar en las mejores universidades<br />

de aquel país, hecho sorprendente. La explicación<br />

es fascinante: el profesor universitario tiene un<br />

rol que se despliega en dos subroles: el de docente y<br />

el de investigador. La varianza o grado de libertad<br />

de que disfruta el profesor para dosificar cada uno<br />

de sus subroles está condicionada en principio por<br />

las recompensas atribuidas a los mismos.<br />

En la universidad norteamericana, afirma Merton,<br />

el subrol docente, de transmisión de conocimientos,<br />

puede recibir la estima y el reconocimiento<br />

de la administración de la universidad, de su<br />

entorno local y de los estudiantes y las familias; se<br />

trata de una recompensa


Otra clasificación de roles distingue fas siguientes<br />

tipos:<br />

- El comediante, que relaja y alivia tensiones,<br />

proporcionando un blanco voluntario para los otros<br />

miembros del grupo, en particular para el jefe. Pero<br />

cuando la tarea domina totalmente al grupo, el<br />

«comediante» a menudo es descartado. La gente<br />

insegura encuentra a menudo en este rol una forma<br />

rápida de adquirir su identidad en un grupo, porque<br />

atrae popularidad y no amenaza a nadie. Con<br />

todo, es un rol del que es difícil escapar, y lleva en<br />

ocasiones a ser ignorado por el grupo.<br />

- El organizador es un rol que suele ser adoptado<br />

por una persona extrovertida, al principio de la<br />

interacción, cuando el grupo desea que emerja un<br />

líder que no sea formal.<br />

- El dominador o crítico no es un rol popular,<br />

porque implica alguna amenaza a los demás. Su<br />

actuación es a menudo útil, pero rara vez es percibida<br />

así por los otros miembros.<br />

- El desviado es una forma rólica de establecer<br />

la identidad propia en un grupo, aprovechando<br />

cualquier diferencia existente entre el individuo y<br />

el grupo. Se concreta en diversas actitudes y comportamientos:<br />

pedir siempre definiciones, oponerse<br />

siempre a algo, convertirse en un enemigo común...<br />

Los miembros de grupos minoritarios utilizan a<br />

menudo su condición de minoritarios para adquirir<br />

el rol de desviado legítimo.<br />

Late un problema en la relación entre el rol y el<br />

grupo: los roles permiten a la gente adquirir una<br />

identidad en el grupo, pero a menudo los grupos no<br />

permiten que los actores cambien esa identidad,<br />

salvo los grupos maduros que permiten cambios de<br />

roles y que no buscan la supresión de la individualidad<br />

en favor de la conformidad grupal.<br />

• El rol y la interacción en los grupos. Las situaciones<br />

de grupos implican al individuo con varios<br />

problemas de rol y problemas de identidad, que a<br />

su vez causan problemas para las organizaciones:<br />

- Para las organizaciones, en cuanto los individuos<br />

deben ser organizados en grupos para que<br />

hagan el uso más efectivo de su mezcla de habilidades<br />

y de talentos. El énfasis excesivo en el grupo<br />

puede embotar la contribución del individuo, y el<br />

énfasis excesivo en el individuo autónomo puede<br />

impedir el desarrollo de la identidad del grupo.<br />

- Los problemas para los individuos se originan<br />

en el hecho de que los grupos o las familias son<br />

«hogares psicológicos» deseables, y sin ellos los individuos<br />

pueden hacerse demasiado egocéntricos<br />

para ser efectivos en situaciones organizacionales, y<br />

privarse a sí mismos de la riqueza de las relaciones<br />

interpersonales. Pero sumergirse a sí mismo en exceso<br />

en un grupo puede implicar el sacrificio de<br />

alguna parte de la individualidad.<br />

El grupo presiona con fuerza sobre el individuo<br />

no necesariamente de forma explícita, sino a veces<br />

de manera implícita. Así, estar «out» de un grupo<br />

puede ser una presión hacia la conformidad con el<br />

mismo<br />

Los grupos, por su parte, tienden a desarrollar<br />

una identidad propia, y presionan por su propia<br />

naturaleza a fin de que el individuo comparta su<br />

identidad, para que sea un


7. La patología del rol<br />

Entender la patología del rol es comprender muchos<br />

de los problemas que afectan hoy a la vida<br />

familiar, al trabajo en la empresa y la oficina, al<br />

mismo equilibrio y rendimiento personal. La sociología<br />

suele distinguir cinco tipos distintos de problemas<br />

o conflictos de rol: la ambigüedad del rol, la<br />

incompatibilidad en el desempeño de un rol, el conflicto<br />

entre roles, y la sobrecarga e infracarga del<br />

rol, aunque estos dos últimos tipos afectan casi exclusivamente<br />

a los roles ocupacionales.<br />

- La ambigüedad del rol procede de la incertidumbre<br />

del actor social sobre qué rol debe desempeñar<br />

en una situación determinada. Esta incertidumbre,<br />

en rigor, puede instalarse en la mente del<br />

ocupante del rolo en las expectativas de sus compañeros<br />

de rol, el role-seto La perplejidad es, al mismo<br />

tiempo, fuente de tensiones y fuente de libertad, ya<br />

que la capacidad para diseñar el propio rol es la<br />

condición esencial de la libertad deseada por casi<br />

todos los actores sociales.<br />

En los roles ocupacionales, la ambigüedad del<br />

rol es muy frecuente, sobre todo en los escalones<br />

medios y superiores de la pirámide de categorías.<br />

En diversos estudios sobre los roles en las empresas<br />

se ha puesto de manifiesto que la coincidencia entre<br />

las responsabilidades asignadas a un rol concreto<br />

por los ocupantes de los roles inmediatamente superiores<br />

e inmediatamente inferiores oscilaba entre<br />

el 30 y el 40%. Resultado previsible: confusión en el<br />

desempeño del rol sobre el ámbito de responsabilidad,<br />

la valoración del trabajo realizado, las expectativas<br />

de los otros sobre el rendimiento idóneo, las<br />

perspectivas de promoción personal y otros aspectos.<br />

Como los que ocupan altos cargos en una organización<br />

tienen tendencia a favorecer la incertidumbre<br />

en todo lo relativo a su rol, precisamente para<br />

procurarse un margen más amplio de libertad, esta<br />

falta de claridad del rol de la persona focal se convierte<br />

en fuente de inseguridad, desconfianza e irritación<br />

para los subordinados. Se trata de un segundo<br />

tipo de ambigüedad, potenciada por la ausencia<br />

de señales sobre cuál es el rol del superior en una<br />

situación dada. Situación típica en una empresa: en<br />

este momento preciso, ¿qué rol está anteponiendo el<br />

234 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

jefe a los demás: el de ejecutivo, el de experto, el de<br />

árbitro, el de amigo, el de estratega, el de modelo, el<br />

de controlador de castigos y recompensas, el de<br />

movilizador del grupo de trabajo, el de representante<br />

de la empresa... ?<br />

- La incompatibilidad del rol, frecuentemente<br />

denominado conflicto intra-rol, se refiere a la oposición<br />

o contradicción entre las expectativas de distintos<br />

sectores del role-set o compañeros de rol. Volviendo<br />

al caso del directivo de una empresa, es<br />

frecuente que sus superiores deseen de él un liderazgo<br />

o autoridad muy estricta o «estructurada»,<br />

orientada al cumplimiento de las reglas, y, por el<br />

contrario, sus subordinados prefieran un liderazgo<br />

flexible, amistoso y participativo. En ocasiones, la<br />

incompatibilidad procede de una fuerte divergencia<br />

entre el autoconcepto del rol que mantiene el<br />

ocupante del mismo y el concepto que de ese mismo<br />

rol sustentan sus compañeros de rol. Es un caso<br />

relativamente frecuente en conexión con las normas<br />

éticas relacionadas con distintos tipos de roles.<br />

En un terreno más psicológico suele presentarse un<br />

tercer tipo de incompatibilidad: las expectativas y<br />

exigencias de los demás me fuerzan a desempeñar<br />

mi rol de una forma que choca con mi forma de ser,<br />

con mis aptitudes y preferencias.<br />

- El conflicto de rol en sentido estricto procede<br />

de la necesidad en que se encuentra una persona de<br />

desempeñar más de un rol en la misma situación.<br />

Los dos roles en conflicto pueden no ser conflictivos<br />

en sí mismos, tomados por separado, pero las expectativas<br />

vinculadas a cada uno son opuestas. Se<br />

trata del conflicto inter-rol. El caso de la mujer<br />

casada y con hijos, y dedicada al mismo tiempo a<br />

un trabajo profesional (la mujer de «carrera dual»,<br />

muy investigada por la sociología actual), constituye<br />

un ejemplo clarificador.<br />

- La sobrecarga e infracarga de roles, frecuentes<br />

en el universo ocupacional, consisten, respectivamente,<br />

en el número excesivo de roles asignados a<br />

una misma posición social y la falta de correspondencia<br />

entre la definición oficial de un rol y el autoconcepto<br />

que su ocupante tiene de él. El problema<br />

de un titulado universitario, con grandes expectativas<br />

y grandes ideas sobre su trabajo, y ocupado en<br />

tareas de poca monta, es moneda corriente en situaciones<br />

de escasez de puestos de trabajo cualifica-


dos. Un estudio del Centro de Investigaciones Sociológicas<br />

en 1986 reveló que el 19% de la población<br />

ocupada en España poseía una cualificación profesional<br />

superior a la exigida por la descripción de su<br />

puesto de trabajo. El sentimiento de desempeñar<br />

un rol infracargado o «rol pobre» es asimismo frecuente<br />

entre directivos y superiores obligados por<br />

razones varias a delegar parte de sus responsabilidades.<br />

Estos cinco tipos de problemas o conflictos producen<br />

tensiones y fatigas personales, el llamado<br />

estrés. La tensión en el desempeño de un rol, la que<br />

afecta a un científico, a un profesor o a un profesional<br />

de cualquier tipo, es funcional, y hasta necesaria<br />

para conseguir un alto rendimiento personal. La<br />

presión excesiva (strain), producida por la ambigüedad,<br />

la incompatibilidad, el conflicto, la sobrecarga<br />

y la infracarga, es disfuncional para todos, para el<br />

actor social y para la organización o el grupo al que<br />

pertenece. Psicólogos y sociólogos del trabajo han<br />

señalado las diferentes estrategias que suelen seguirse,<br />

consciente o inconscientemente, para vencer<br />

el estrés.<br />

Muchos acuden al mecanismo de la represión<br />

-ignorar o negar este problema como propio-, de la<br />

retirada -atrincherarse tras una barrera psicológica<br />

o «tirar la esponja», es decir, abandonar el grupo o<br />

la organización-, y la racionalización, consistente<br />

en aceptar como inevitable el conflicto. Otras estrategias<br />

frecuentes, y al parecer más beneficiosas,<br />

buscan dominar y anular la fuente del estrés. La<br />

lista de estrategias estudiadas por la sociología es<br />

fascinante por su variedad y por el ingenio de los<br />

implicados en estos conflictos:<br />

- ante la ambigüedad del rol, proceder a una<br />

clarificación del mismo, bien imponiendo a los demás<br />

mis propias expectativas y mi autoconcepto<br />

del rol, bien solicitando a mis compañeros de rol<br />

que precisen sus deseos y exigencias sobre el rol que<br />

ocupo;<br />

- ante la incompatibilidad del rol, el actor o<br />

persona focal puede pedir a sus compañeros de rol<br />

que se pongan de acuerdo en sus expectativas -tarea<br />

más bien difícil-, o proceder él mismo a dar<br />

preferencia a un subrol que considera de mayor<br />

importancia. Thomas y Znaniecki hablan de «con-<br />

vencionalización» de determinados aspectos del rol<br />

a esta operación de degradación de expectativas;<br />

- ante el conflicto de rol suele ser frecuente,<br />

bien una degradación de alguno de los roles en<br />

conflicto, bien la segmentación de roles, también<br />

investigada por Thomas y Znaniecki: la vida social<br />

es compartamentalizada para que los roles no se<br />

solapen, y se establecen secuencias rólicas o sucesiones<br />

temporales en el desempeño de roles en conflicto;<br />

- ante la sobrecarga y la infracarga de roles, la<br />

estrategia suele consistir en la reasignación de prioridades<br />

y responsabilidades, en el primer caso, y en<br />

usurpar el rol de otro o ejercer los llamados «poderes<br />

irritantes» o negativos, en el segundo. El afectado<br />

por el problema de infracarga de rol tiene a<br />

menudo el poder para retrasar las operaciones, distorsionar<br />

la información o las órdenes, bloquear la<br />

actividad, filtrar el contenido de las comunicaciones,<br />

etc. Así se «compensa» de su pérdida de poder y<br />

de responsabilidad.<br />

El rol de Luis Bonaparte<br />

en el Dieciocho Brumario<br />

UNA VISION HISTORICA<br />

«Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y<br />

personajes de la historia universal se producen, como si dijéramos,<br />

dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia<br />

y otra vez como farsa. Caussidiere por Danton, Luis Blanc por<br />

Robespierre, la Montaña de 1848 a 1851 por la Montaña de 1793<br />

a 1795, el sobrino por el tío. ¡Y la misma caricatura en las<br />

circunstancias que acompañan a la segunda edición de! Dieciocho<br />

Brumario!<br />

Si hay pasaje de la historia pintado en gris sobre fondo gris,<br />

es éste. Hombres y acontecimientos aparecen como un Schlemihl<br />

(El Pedro Schelemihl de la obra de Von Chamisso, peregrino<br />

de su propia sombra, que había vendido a cambio de la<br />

riqueza) a la inversa, como sombras que han perdido sus cuerpos.<br />

La misma revolución paraliza a sus propios portadores y<br />

sólo dota de violencia pasional a sus adversarios. Ycuando, por<br />

fin, aparece e! espectro rojo, constantemente evocado y conjura-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 235


do por los contrarrevolucionarios, no aparece tocado con el gorro<br />

frigio de la anarquía, sino vistiendo el uniforme del orden,<br />

con calzones rojos.<br />

Cuantas veces Bonaparte, a espaldas de sus ministros, se iba<br />

de la lengua hablando de sus intenciones yjugando con sus ideas<br />

napoléoniennes, sus mismos ministros le desautorizaban desde<br />

lo alto de la tribuna de la Asamblea Nacional. Parecía como si<br />

sus apetitos usurpadores sólo se exteriorizasen para que no se<br />

acallasen las risas malignas de sus adversarios. Se comportaba<br />

como un genio ignorado, considerado por el mundo entero como<br />

un bobo. Jamás disfrutó del desprecio de todas las clases de un<br />

modo más completo que durante este período. Jamás la burguesía<br />

dominó de un modo más incondicional, jamás hizo una ostentación<br />

más jactanciosa de las insignias de su dominación.<br />

La tradición histórica hizo nacer en el campesino francés la fe<br />

milagrosa de que un hombre llamado Napoléon le devolvería<br />

toda la magnificencia. Yse encontró un individuo que se hace<br />

pasar por tal hombre, por ostentar el nombre de Napoleón gracias<br />

a que el Code Napoleón ordena: La recherche de la paternité<br />

est interdite. Tras veinte años de vagabundaje y una serie de<br />

grotescas aventuras, se cumple la leyenda, y este hombre se<br />

convierte en emperador de los franceses. La idea fija del sobrino<br />

se realizó porque coincidía con la idea fija de la clase más<br />

numerosa de los franceses.<br />

Acosado por las exigencias contradictorias de su situación y<br />

al mismo tiempo obligado como un prestidigitador a atraer<br />

236 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

hacia sí, mediante sorpresas constantes, las miradas del público,<br />

como hacia el sustituto de Napoleón, ypor tanto a ejecutar todos<br />

los días un golpe de Estado en miniatura, Bonaparte lleva el caos<br />

a toda la economia burguesa, atenta contra todo lo que a la<br />

revolución de 1848 había parecido intangible, hace a unos pacientes<br />

para la revolución y a otros ansiosos de ella, y engendra<br />

una verdadera anarquía en nombre del orden, despojando al<br />

mismo tiempo a toda la máquina del Estado del halo de santidad,<br />

profanándola, haciéndola a la par asquerosa y ridícula.<br />

Copia en París, bajo la forma de culto del manto imperial de<br />

Napoleón, el culto a la sagrada túnica de Tréveris. Pero si por<br />

último el manto imperial cae sobre los hombros de Luis Bonaparte,<br />

la estatua de bronce de Napoléon se vendrá a tierra desde<br />

lo alto de la columna de Vendóme».<br />

Lecturas<br />

Karl Marx, El18 Brnmario.<br />

M. Banton, El rol en la vida social. Troquel, Buenos Aíres<br />

1971.<br />

J. J. Toharia, El juez español: un análisis sociológico. Tecnos,<br />

Madrid 1975.


l. Para comprender la sociología<br />

de los valores<br />

L Os<br />

valores son fundamentales tanto para la<br />

sociedad como para la sociología y la explicación<br />

sociológica. Los valores mantienen la unidad<br />

y la cohesión sociales y facilitan al estudioso su<br />

incursión científica en las entrañas de una sociedad<br />

o de toda una época. Así lo hizo Max Weber en su<br />

interpretación del capitalismo, sirviéndose de la<br />

clave del puritanismo calvinista, y de forma parecida,<br />

aunque con menores referencias a un período<br />

histórico concreto, procedió Durkheim, explicando<br />

la sociedad primitiva y tradicional por la absorción<br />

del individuo en la unidad colectiva, y la sociedad<br />

moderna por el resultado de esfuerzos individuales<br />

coordinados y controlados por valores.<br />

Laten en esta avidez de los sociólogos ante los<br />

valores, dictada probablemente por su fuerza explicativa<br />

de anchos fenómenos sociales, un peligro y<br />

una desviación conceptual. El peligro: considerarlos<br />

como deus ex machina, como recurso último para<br />

explicar realidades complejas, sin indagar el entorno<br />

total y las estructuras socio-económicas. La desviación<br />

nocional: concebir los valores a la manera<br />

de las ideas platónicas que gobiernan el mundo<br />

subliminal de las instituciones y de las normas de<br />

comportamiento.<br />

15<br />

Los valores<br />

Dado su carácter de realidad última sociológica,<br />

las definiciones del valor abundan en sociología.<br />

Vamos a considerar cuatro: una definición común,<br />

el valor como preferencia colectiva, el valor como<br />

criterio de selección de alternativas y el valor como<br />

mecanismo de regulación de la acción social. Estas<br />

cuatro definiciones se complementan entre sí, enfatizando<br />

talo cual aspecto juzgado más relevante.<br />

La definición común concibe los valores como<br />

maneras de ser o de obrar que una persona o una<br />

colectividad juzgan ideales, y que hacen deseables o<br />

estimables a los individuos o a los comportamientos<br />

a los que se atribuye ese valor.<br />

Los valores se convierten así en criterios conforme<br />

a los cuales el grupo o la sociedad juzga la<br />

importancia de las personas, de las formas y de los<br />

objetivos socio-culturales. Es decir, se pueden entender<br />

los valores como criterios de valoración que<br />

dan sentido a la cultura y, por consiguiente, a la<br />

sociedad total.<br />

Así concebidos, los valores son «algo» que se<br />

comparte, que se toma en serio, porque la gente los<br />

asocia al mantenimiento del bienestar social y la<br />

satisfacción de las necesidades sociales. Esta «seriedad»<br />

de los valores explica su densidad emocional y<br />

su capacidad para suscitar o imponer sacrificios<br />

personales, la muerte incluida. El consenso social<br />

sobre los valores «últimos» o «penúltimos» admite,<br />

sin embargo, variaciones considerables según los<br />

distintos grupos y sectores sociales.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 237


GENTE DISPUESTA A ENTREGAR<br />

SU VIDA POR...<br />

Jóvenes Mayores Personas<br />

de 18 a de reli-<br />

TOTAL 25 años 60 años giosas Ateos<br />

La patria 43% 28% 58%<br />

La vida de otra<br />

persona 82 81 81 82 93<br />

La justicia 52 47 54 54 54<br />

La libertad 66 68 61 65 78<br />

La paz 73 73 73 74 71<br />

La religión 32 16 50 41 10<br />

En Relaciones interpersonales:<br />

actitudes y valores en la Espaiia de los ochenta.<br />

CIS, Estudios y Encuestas, Madrid 1988, 110-11.<br />

En esta misma línea, pero con mayor atención a<br />

la génesis de los valores, se define a éstos como<br />

preferencias colectivas, que aparecen en un contexto<br />

institucional y al mismo tiempo lo regula. Todo<br />

actor social posee una escala de preferencias más o<br />

menos explícita o coherente, derivada de conflictos,<br />

discusiones y compromisos de la vida social, y en la<br />

que se entremezclan opiniones y puntos de vista.<br />

Las preferencias colectivas obligan y comprometen<br />

a quienes se adhieren a ellas. La solidaridad de una<br />

secta religiosa o la eficacia profesional de un despacho<br />

de arquitectos, convertidos en valores, constriñen<br />

e impulsan a los miembros. Pero no se trata<br />

de principios unívocos, evidentes y operativos, pues<br />

su misma génesis indica que se trata de sistemas<br />

abiertos, con una lógica y coherencia más bien tenues,<br />

aunque no permitan, sin embargo, todo tipo<br />

de combinaciones. La democracia es incompatible<br />

con el autoritarismo o con el culto a la personalidad.<br />

Los valores se diferencian de las cosmovisiones,<br />

cuya emotividad es relativamente baja, muy considerable<br />

su pluralidad interna, y con escasas exigencias<br />

de consenso de sus miembros. Los valores aparecen<br />

como sabias mezclas de creencias y preferencias,<br />

con un halo emocional distintivo.<br />

Productos de compromisos y conflictos, los valo-<br />

238 PARA COMPRENDER LA SOCIOWGIA<br />

res aparecen en la historia de las sociedades con un<br />

rostro paradójico, como tres grandes investigaciones<br />

sociológicas han puesto de manifiesto:<br />

- El puritanismo, estudiado por Max Weber, es<br />

una combinación a primera vista contradictoria entre<br />

la docilidad y sumisión a la ley divina y un<br />

enorme potencial para la innovación y para la originalidad<br />

en las relaciones intramundanas.<br />

- El individualismo que, según Durkheim, caracteriza<br />

a la sociedad moderna, combina paradójicamente<br />

el espíritu de disciplina con el espíritu de<br />

autonomía, imprescindibles ambos para la construcción<br />

del gigantesco edificio de las sociedades<br />

industriales.<br />

- El espíritu democrático, analizado por Tocqueville,<br />

mezcla sutilmente «pasiones generales y dominantes»,<br />

como los valores de libertad e igualdad,<br />

y «creencias dogmáticas», interiorizadas por la sociedad,<br />

como la creencia en la soberanía del sufragio<br />

universal.<br />

Esos tres valores, y en general todos los valores,<br />

presentan un núcleo duro, con respecto al cual el<br />

consenso es sólido y plenamente compartido, y en<br />

torno a él unos reflejos muy variables que el núcleo<br />

central va adoptando a lo largo del tiempo en combinaciones<br />

muy diversas.<br />

Los rasgos de los valores completan estas dos<br />

definiciones genéricas. Los valores se sitúan en el<br />

orden ideal y no en el orden concreto de los objetos,<br />

comportamientos o sucesos. A pesar de ello, son tan<br />

reales como aquéllos, con un tipo distinto de realidad.<br />

Su presencia dinámica en el escenario social es<br />

indiscutible. Para los hombres de todos los tiempos<br />

que han luchado por la libertad o por la igualdad,<br />

estos dos valores son más reales que la mayor parte<br />

de los elementos que integran su vivir cotidiano.<br />

Los valores emergen en el horizonte histórico como<br />

ideales que exigen adhesión, sacrificios, o al menos<br />

respeto. Su dinamismo se trasluce en su capacidad<br />

de penetración y configuración de los comportamientos<br />

y de los objetos-símbolos.<br />

El poder de penetración cultural y social de los<br />

valores se percibe especialmente en dos terrenos<br />

muy concretos: los juicios de valor y los modelos de<br />

comportamiento. Los valores inspiran los juicios de


valor que, a diferencia de los juicios de realidad,<br />

propios del científico o del observador imparcial, se<br />

pronuncian sobre la cualidad, la importancia o la<br />

«deseabilidad» de los objetos sociales. Es cierto que<br />

a veces es difícil distinguir entre valor y juicio de<br />

valor, aunque en buena lógica el primero antecede<br />

al segundo. Pero no es infrecuente que una persona<br />

se adhiera a un valor porque ha sido persuadida por<br />

un bombardeo de juicios de valor a través de los<br />

medios de comunicación de masas, grupos influyentes<br />

o personas de prestigio. Y tampoco es<br />

extraño que un valor vaya ganando en consistencia<br />

o claridad a medida que juicios de valor pertinentes<br />

lo van depurando y aquilatando.<br />

Los valores revelan también su poder y su presencia<br />

a través de los modelos de comportamiento,<br />

más específicos, precisos y limitados que su fuente<br />

de inspiración. Un valor -la religión- puede inspirar<br />

diversos y muy dispares modelos de vida y conducta:<br />

el calvinista constructor de la máquina del<br />

capitalismo o el monje contemplativo y alejado de<br />

los asuntos mundanos. La relación entre valor y<br />

modelo es compleja y la concordancia entre ambos<br />

algo ambigua:<br />

- diversos modelos pueden expresar con mayor<br />

o menor exactitud un mismo valor, y gozar todos de<br />

aprobación y estima social;<br />

- en determinados momentos históricos, un modelo<br />

puede desvincularse del valor originario y conservar<br />

todo su vigor y poder de modelización de los<br />

comportamientos, como ha sucedido con el modelo<br />

de empresario agresivo e industrioso, desgajado hace<br />

décadas de los valores religiosos y morales del<br />

calvinismo que legitimó su actividad económica:<br />

- la referencia de ciertos modelos a su valorfuente<br />

puede ir difuminándose con el paso del tiempo.<br />

En todo proceso de «rutinización» de los comportamientos<br />

sexuales, políticos o religiosos, se observa<br />

esta desvinculación.<br />

Los valores son siempre relativos, es decir, tienen<br />

vigencia plena en un tiempo histórico y en el marco<br />

de una cultura determinada. Sin embargo, su ciclo<br />

vital es siempre mucho más prolongado que el de<br />

los modelos.<br />

Finalmente, los valores están cargados emocio-<br />

nalmente. No suelen nacer de procesos racionales y<br />

lógicos, aunque estos procesos, como se ha dicho,<br />

puedan contribuir a su consolidación y clarificación.<br />

Son productos culturales híbridos, mezcla de<br />

intuición, razonamiento y pasión, en la misma o<br />

parecida línea que una «conversión». Este perfil<br />

típico de los valores explica su exigencia de adhesión,<br />

si no apasionada, sí pasional. Por esta su<br />

«electricidad» afectiva, los valores ejercen una influencia<br />

tan distintiva en la orientación de los comportamientos,<br />

son tan resistentes al cambio y aparecen<br />

aureolados con una ambigüedad característica,<br />

que se transmuta a veces en apariencias de contradicción:<br />

la carga afectiva de los valores explica<br />

afinidades, vínculos y conductas que la sola razón<br />

no consigue entender.<br />

2. Cuatro aportaciones clásicas<br />

al estudio de los valores<br />

La aproximación al estudio de los valores ha<br />

recibido cuatro aportaciones fundamentales, que<br />

completan, enriquecen y en algunos puntos divergen<br />

del tratamiento del tema hasta ahora realizado.<br />

1. Una formulación cuasi ética, la de Max Weber,<br />

concibe los valores como mecanismos de regulación<br />

de la acción social y como criterios simbólicos<br />

de orientación de la acción y de valoración de<br />

los medios y los fines. El concepto de valor queda<br />

así cargado éticamente, carga ética que se advierte<br />

en la incompatibilidad entre valores diversos que<br />

suelen enzarzarse en lucha o rivalidad.<br />

Weber propuso una distinción, aún vigente, entre<br />

juicios de valor y referencias de valor. Los primeros<br />

son los valores aceptados por un actor social,<br />

y las referencias de valor son esos mismos valores<br />

considerados objetivamente por el sociólogo, que<br />

debe conservar en todo momento su neutralidad<br />

axiológica. Pero no todas las acciones sociales se<br />

encuentran afectadas de la misma forma por los<br />

juicios de valor. De acuerdo con la clásica tipología<br />

weberiana, se pueden distinguir las acciones racionales<br />

orientadas a objetivos, las acciones racionales<br />

orientadas a apoyar valores -una ceremonia religiosa-,<br />

las acciones basadas en emociones inmediatas<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 239


-una discusión familiar-, y las acciones habituales,<br />

como el saludo.<br />

2. La perspectiva inaugurada por el interaccionismo<br />

simbólico coincide con el declive de las teorías<br />

del comportamiento instintivo, que tendían a<br />

considerar como causas del comportamiento los<br />

instintos, deseos, intereses y necesidades. El interaccionismo<br />

simbólico puso de relieve el papel destacado<br />

de las creencias y convicciones. Thomas y<br />

Znaniecki en El campesino polaco (1918-1920) calificaron<br />

los elementos culturales normativos de la<br />

vida social como valores sociales. Y definieron éstos<br />

como todo objeto investido de una carga afectiva y<br />

al que se adhiere un significado. El valor social es,<br />

pues, todo dato con un contenido empírico accesible<br />

a los miembros de un grupo social, y con un<br />

significado orientador de una actividad. Un instrumento,<br />

un mito, una universidad, una teoría cientÍfica...<br />

son valores. El significado de estos «datos» se<br />

hace explícito cuando los consideramos en su relación<br />

con la acción humana. Así, el significado de un<br />

alimento consiste en su referencia a un consumo<br />

eventual, el de un instrumento o herramienta en su<br />

relación con una tarea, el de la moneda en su potencial<br />

para comprar o vender, el de un poema en las<br />

reacciones sentimentales o intelectuales que suscita.<br />

3. En la década de los 50, Kluckhohn desarrolló<br />

una teoría sistemática de los valores en el marco<br />

del estructuralismo funcional. Kluckhohn define el<br />

valor como una concepción, explícita o implícita,<br />

propia de un individuo o de un grupo, de algo que<br />

merece ser deseado y que influye en la elección<br />

entre los posibles fines, medios y modos de la acción.<br />

Esta definición cobra todo su sentido si la consideramos<br />

en el marco de las relaciones entre la esfera<br />

existencial y la esfera normativa. La esfera de<br />

los valores está subordinada a la esfera existencial<br />

que fundamenta y circunscribe la esfera de los valores<br />

y de los comportamientos colectivos. La investigación<br />

de Kluckhohn y Strodbeck, sobre la que está<br />

basada la tipología de valores que luego se desarrollará,<br />

ilustra esta subordinación.<br />

Los valores son comprobados y verificados por<br />

los acontecimientos y los fenómenos, y siempre re-<br />

240 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

flejan la esfera existencial. Entre los indios navajos,<br />

por ejemplo, la concepción del mundo como orden<br />

estructuralmente armónico fundamenta un sistema<br />

ceremonial destinado a promover y restaurar la<br />

armonía, eventualmente perturbada.<br />

Los dos elementos esenciales de la esfera de los<br />

valores en cuanto reflejo de la esfera existencial son<br />

su referencia a la globalidad y universalidad de lo<br />

real, que trasciende el puro horizonte fenoménico,<br />

es decir, el universo de las realidades rigurosamente<br />

previsibles del mundo natural, y, en segundo<br />

lugar, su calidad de modelo de comportamiento y<br />

de motivación para el compromiso.<br />

El valor se distingue de las creencias, las ideologías,<br />

los ideales y las normas específicas de comportamiento:<br />

- las creencias ni tienen carácter práctico ni se<br />

orientan a la acción; los valores sí;<br />

- las ideologías se orientan a la acción, pero se<br />

identifican por su funcionalidad, más reducida que<br />

la de los valores, para el mantenimiento de un ordenamiento<br />

de poder;<br />

- los ideales son modelos de acción, como los<br />

valores, pero se distinguen por su connotación de<br />

inasequibilidad y de actuación estructuralmente<br />

inadecuada;<br />

- las normas específicas de acción o de comportamiento<br />

establecen, de una forma más o menos<br />

detallada, la actividad prescrita o prohibida, y ordenan<br />

la situación en que se desarrolla tal actividad.<br />

Un mismo valor puede servir de punto de referencia<br />

para una pluralidad de acciones (la igualdad,<br />

por ejemplo, puede referirse a las relaciones<br />

hombre-mujer, profesor-alumno, empleados-empleador...),<br />

y una misma norma puede implicar referencias<br />

a diversos valores: la norma: «el maestro<br />

debe actuar sin favoritismos» puede referirse a los<br />

valores de igualdad, honradez, humanitarismo, etc.<br />

En la definición de Kluckhohn son necesarias<br />

estas precisiones:<br />

a) Es una «concepción», es decir, hay en ellos<br />

un elemento cognoscitivo, una construcción mental<br />

perteneciente a una cultura y estructura social determinadas.<br />

Este elemento cognoscitivo del valor<br />

cumple una misión múltiple:


- las modalidades de las relaciones interindividuales.<br />

La elección o solución preferida por cada grupo<br />

ha de ser entendida en el marco de estos cuatro<br />

postulados: 1) el número de problemas existenciales<br />

y vitales de todos los tiempos es limitado; 2)<br />

igualmente limitado es el número de soluciones que<br />

los diferentes pueblos y culturas han ido encontrando<br />

a esos problemas; 3) si hay una solución preferida<br />

o dominante en un grupo o sociedad determinada,<br />

esa solución corresponde a un valor dominante<br />

en ese grupo o sociedad; 4) las restantes soluciones<br />

apuntan a valores variantes o sustituyentes.<br />

El cuadro siguiente da cuenta de las soluciones/valores<br />

de cada grupo entrelación con los cinco<br />

problemas propuestos:<br />

Problemas Soluciones<br />

Naturaleza humana Mala Neutra/Buena/Mala Buena<br />

Inalterable Inalterable Inalterable<br />

Perfectible Perfectible Perfectible<br />

- RelaCIOnes hombre SumlSlOn a Armoma con na· Control de<br />

con naturaleza naturaleza turaleza la naturaleza<br />

- Tiempo El pasado El presen te es El futuro es<br />

es pnvde- prIVIlegIado prIVIlegIado<br />

gIado<br />

- ActIVIdad humana SER SER EN DEVE- HACER<br />

(libre expre- NIR (eficaCIa)<br />

slOn de de- (autocontrol en<br />

seos) sablduna )<br />

- RelaCIOnes mter- Lllleahdad Colateralidad lndlVlduamdlVlduales<br />

con ascen- (con Iguales) hsmo<br />

dIentes y<br />

descendIentes<br />

244 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

4. Las funciones de los valores<br />

Los valores ejercen una profunda influencia en<br />

la dinámica social. El marketmg moderno, al servicio<br />

del aparato productivo y comercial, de la política,<br />

de la cultura, y del mercado en sentido muy<br />

amplio, investiga el esquema de valores vigente en<br />

la sociedad o en grandes sectores de la misma como<br />

clave última de los flujos culturales o «tendencias<br />

pesadas» que configuran el dinamismo social. Las<br />

constelaciones de valores permiten dibujar grandes<br />

mapas socioculturales de la sociedad, más allá de<br />

las tradicionales clasificaciones fundadas en criterios<br />

de clase, ocupación y similares. El fundamento<br />

de estas nuevas técnicas es la consideración de los<br />

valores como esquemas de pensamiento y comportamiento<br />

socialmente aceptados, primera función<br />

de los valores en la sociedad.<br />

Los valores, en esta misma línea, dan coherencia<br />

a los modelos culturales, es decir, les dotan de sentido,<br />

amplían su alcance y su vigencia por encima de<br />

modas y mimetismos transitorios y clarifican sus<br />

vinculas internos. Se trata siempre de una coherencia<br />

relativa, pues los valores suelen presentar una<br />

ambiguedad desconcertante y no son transparentes<br />

en un cien por cien. La incoherencia cultural de las<br />

sociedades modernas, como ha puesto de relieve<br />

Daniel Bell en su Contradicciones culturales del capitalismo,<br />

consiste precisamente en un conflicto de<br />

valores económicos, culturales y políticos. La efIcacia<br />

(economía), la igualdad (política), y la autogratificación<br />

(cultura) no casan armoniosamente entre<br />

sí.<br />

A nivel microsociológico, los valores contribuyen<br />

prioritariamente a la unidad psíquica de las<br />

personas. La unidad psíquica o madurez personal es<br />

un exquisito producto de un estilo de vida (


corriente de pensamiento, hoy algo decaída, denuncia<br />

esta concepción de la sociedad como conservadora<br />

y prefiere la referencia a los intereses como<br />

clave explicativa del «orden socia!»). En todo caso,<br />

la integración social es siempre relativa, pues no<br />

todos los miembros de una sociedad comparten los<br />

mismos valores colectivos. Y conviene recordar<br />

aquí que las preferencias y adhesiones a un esquema<br />

de valores puede dividir a una sociedad, sobre<br />

todo si se trata de una sociedad plural y compleja.<br />

Otras funciones de los valores sobre las que han<br />

insistido los sociólogos pueden sintetizarse así:<br />

- los valores dan sentido a las pautas de comportamiento.<br />

El etnocentrismo vicioso de muchos espectadores<br />

de la vida social ajena -de personas «diferentes»<br />

o de pueblos «exóticos»- tiende en ocasiones<br />

a juzgar aberrantes o irracionales determinadas<br />

pautas de conducta precisamente por el desconocimiento<br />

del esquema de valores subyacentes. El ferviente<br />

nacionalismo de muchos pueblos o la religiosidad<br />

profunda y con rasgos teocráticos de otros<br />

legitiman y descifran pautas de comportamiento<br />

incomprensibles desde otro marco de referencia;<br />

- los valores actúan como medios de presión y de<br />

control social, y sirven de freno a formas desaprobadas<br />

de comportamiento. La gravedad de las sanciones<br />

que suelen acompañar a la violación de determinadas<br />

normas sociales fundadas en valores depende<br />

de la intensidad con que la sociedad «siente»<br />

tales valores;<br />

- los valores son uno de los criterios básicos de la<br />

clasificación de prestigios y ocupaciones en las sociedades<br />

abiertas. El valor de la ciencia, de la salud, de<br />

la igualdad de oportunidades... repercute más o menos<br />

directamente en la valoración social de los científicos,<br />

médicos o profesores, y de forma distinta en<br />

las diferentes sociedades. La escala de prestigios<br />

sociales y ocupacionales, complemento del sistema<br />

de estratificación social de las sociedades modernas,<br />

está basada en última instancia en el esquema<br />

de valores dominante en un grupo social;<br />

- finalmente, los valores dictan las preferencias<br />

sociales hacia determinados objetos culturales o<br />

materiales que se juzgan deseables, esenciales o<br />

útiles. La explosiva demanda del automóvil en las<br />

sociedades desarrolladas obedece, al margen de los<br />

mecanismos publicitarios, a una sobrevaloración<br />

de la movilidad, el individualismo y autonomía<br />

personales, el prestigio social, etc.<br />

5. Tipología sistemática<br />

de los valores<br />

Además de las clasificaciones de valores ya examinadas<br />

-la culturalista de Kluckhohn, la funcionalista<br />

de Parsons...-, una tipología sistemática de<br />

valores hace intervenir todos los criterios de clasificación:<br />

el contenido del valor, su posición en la<br />

cadena medios-fines, el término de referencia, la<br />

intensidad, el ámbito de aplicación y el grado de<br />

adhesión. Según estos criterios, el sociólogo distingue<br />

los siguientes tipos de valores.<br />

1. Atendiendo al criterio del contenido, de índole<br />

cognoscitiva, afectiva o moral, aparecen:<br />

a) los valores cognoscitivos, que se refieren a las<br />

condiciones que se han de respetar si se pretende<br />

que una creencia, un argumento, un discurso o una<br />

tesis referidos a la realidad aparezcan como válidos<br />

ante los demás. Los valores de verdad, falsabilidad,<br />

empirismo, lógica, etc., son de este tipo;<br />

b) los valores afectivos se refieren a estados deseables<br />

desde el punto de vista de la gratificación<br />

psicofísica o psíquica. Tenemos así los valores de<br />

bienestar, concebidos como cualidades o estados<br />

que producen gratificaciones primarias; no cabe<br />

considerarlos como «valores materiales», pues la<br />

valiosidad o deseabilidad de un estado físico o psicofísico<br />

depende siempre de sus componentes simbólicos<br />

y de sus pulsiones motivacionales, capaces<br />

de atribuir a una cualidad o un estado un significado<br />

intrínsecamente distinto al mismo estado objetivamente<br />

descrito. Entran también a formar parte<br />

de este segundo tipo los valores estéticos que se<br />

refieren a estados deseables desde el punto de vista<br />

de una gratificación secundaria: escuchar buena<br />

música, disfrutar leyendo un libro de poemas;<br />

c) aparecen los valores morales, referidos a<br />

aquellos comportamientos o actitudes que una colectividad<br />

juzga estrechamente vinculados con los<br />

valores de convivencia y orden social.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 245


2. Una tipología clásica ordena los valores según<br />

la cadena medios-fines, basándose en el principio<br />

de que toda cultura tiende a justificar los valores<br />

que la estructuran mediante la apelación a unos<br />

valores de orden superior que pretenden por sí mismos<br />

una validez y legitimidad absolutas, indemostrables<br />

racionalmente. Según esta pretensión, unos<br />

valores se presentan como fines, que justifican otros<br />

valores de índole más específica, considerados como<br />

medios. De ahí la distinción entre valores últimos<br />

o intrínsecos, y valores instrumentales u operativos.<br />

3. Según el término de referencia, los valores se<br />

distinguen por su orientación al tipo de objetos/<br />

sujetos con el que el actor social quiere establecer<br />

una relación, mantenerla o realzarla. Se habla así<br />

de valores físicos (relación con la naturaleza), valores<br />

culturales (cultura), valores convivenciales (los<br />

otros), valores personales (sí mismo), valores religiosos<br />

(seres sobrenaturales)...<br />

4. Puede variar el campo de aplicación de los<br />

valores, es decir, el ámbito del consenso social que<br />

legitima el valor. Hay valores sociales o culturales<br />

que se supone gozan de aceptación plena de toda la<br />

sociedad, y valores pertenecientes a una subcultura:<br />

grupo étnico, clase social, profesión, etc.<br />

5. El último criterio que da lugar a tipologías<br />

menos elaboradas y siempre algo dudosas es la intensidad<br />

del valor, es decir, el grado de adhesión de<br />

los miembros de la sociedad -difícil de medir- y<br />

accesible solamente mediante el estudio empírico<br />

de la conformidad social a las normas en que se<br />

concretan y especifican los valores. La sociología<br />

religiosa se ha «especializado» en este tipo de mediciones<br />

con sus investigaciones sobre la práctica religiosa<br />

prescrita, la conformidad individual con las<br />

normas de pertenencia, la obediencia a los principios<br />

éticos, etc.<br />

24-6 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

UNA MIRADA AL MUNDO JUVENIL<br />

En la encuesta Jóvenes Españoles 89, Francisco Orizo ha hallado<br />

la siguiente constelación de valores de la juventud española:<br />

VALORES<br />

,. mi••<br />

PUNTUACION ("')<br />

1. Igualitarismo. Solidaridad. Cooperación 4,68<br />

2. Individualismo. Autonomía. Afirmación personal 4,44<br />

3. Racionalismo. Prudencia 4,39<br />

4. Sentido de lucha 4,35<br />

5. Modelización. Disciplina. Estabilidad. Tradición. 4,28<br />

6. Reformismo 4,25<br />

7. Motivación de logro 4,21<br />

8. Disciplina. Aplazamiento de las gratificaciones... 4,19<br />

9. Equilibrio y desarrollo personal. Esencialismo.<br />

El ser como más importante que el tener 4,18<br />

10. Sentido de aventura 4,09<br />

11. Marco referencial ideativo 4,01<br />

12. Simbolismo. Ensoñación 3,99<br />

13. Libertad privada individual................................. 3,98<br />

14. Simbolismo. El imperio del corazón y de las<br />

emociones 3,97<br />

15. Naturalismo ecológico 3,93<br />

16. Individualismo no solidario. Acorazamiento 3,91<br />

17. Individualismo autodefensivo. Liberalismo 3,90<br />

18. Pasividad. Contra el sentido del riesgo 3,76<br />

19. Pragmatismo funcionalista 3,70<br />

20. Trascendencia 3,64<br />

21. Tecnología. Utopía científica 3,60<br />

22. Disciplina. Orden. Restricción 3,52<br />

23. Modelización 3,51<br />

24. Monolitismo 3,51<br />

25. Segregacionismo. Racismo 3,48<br />

26. Pragmatismo economicista 3,46<br />

27. Ir viviendo el momento 3,45<br />

28. Conformismo social............................................... 3,37<br />

29. Dinamismo. Cambio 3,35<br />

30. Materialismo del poder. El éxito por lo que se tiene 3,19<br />

31. Presentismo. Despreocupación por el futuro 3,17<br />

32. Hedonismo 2,99<br />

33. Retracción. Evasión 2,91<br />

34. Minusvaloración del trabajo. Desesperanza 2,82<br />

35. Violencia 2,67


36 Autontansmo Jerarqma<br />

37 Acracia Llbertansmo<br />

38 AntI-lguahtansmo Ehusmo reaccIOnano<br />

( ) 5 = valor maXlmo, 1 = valor mIlllmo<br />

2,63<br />

2,56<br />

2,52<br />

Jovenes espanoles 89<br />

FundaclOn Santa Mana Madnd 1989 161<br />

Lecturas<br />

F AlberonI, Las razones del bIen y del mal GedIsa, Barce<br />

lona 1983<br />

A Onza, Espana, entre la apatta y el camblO soctal Una<br />

encuesta sobre el sIstema europeo de valores El caso<br />

espanol Mapfre, Madnd 1984<br />

R Sennett, NarCISIsmo y cultura moderna Kalros Barcelona<br />

1980<br />

PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA 247


1. Para comprender la sociología<br />

de la cultura<br />

E l autor de La decadencia de occidente, Oswald<br />

Spengler, escribió a primeros de siglo<br />

que la historia de la humanidad representa<br />

«el drama de un número de culturas poderosas, cada<br />

una de las cuales brotó con fuerza primitiva del suelo<br />

de una región madre, a la que sigue firmemente unida<br />

durante su ciclo vital; cada una de las cuales modeló<br />

su material, su género humano, a su propia imagen;<br />

cada una de las cuales tiene su propia idea, sus propias<br />

pasiones, su propia vida, voluntad y sentimientos,<br />

y su propia muerte... ».<br />

Esta visión algo exaltada y metafórica de las<br />

culturas como grandes seres vivos sometidos a un<br />

ciclo vital, pero omnipresentes en la historia de los<br />

pueblos, está hoy desacreditada, pero en ella se<br />

trasluce el papel diferenciador de la cultura en la<br />

sociedad. La sociabilidad es fenómeno común a los<br />

hombres y a los animales, aunque aquéllos la refinaron<br />

y la elaboraron hasta un grado desconocido<br />

en el mundo animal. La cultura es el gran hecho<br />

diferenciador que distingue la sociedad humana<br />

frente a sociedades rudimentarias propias de algunas<br />

especies animales. Se ha dicho, con cierta exageración,<br />

que «todo lo que no es biología es cultura».<br />

Exageración evidente, porque en el mundo ani-<br />

248 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

16<br />

La cultura<br />

mal se pueden observar también algunos elementos<br />

culturales muy embrionarios, y porque la cultura<br />

está fuertemente anclada en la biología humana, y<br />

especialmente en el sistema nervioso del hombre.<br />

La cultura desempeña en el grupo humano una<br />

función similar a la que cumple el instinto en el<br />

mundo animal: la adaptación a un entorno integral,<br />

es decir, el control de sí mismo y su desarrollo<br />

personal en todas sus dimensiones, y el dominio y<br />

manipulación de un medio natural y social para<br />

adaptarlo a sus necesidades.<br />

El instinto es definido por la biología como las<br />

secuencias repetitivas del comportamiento animal<br />

que, sobre una base subyacente de carácter neurofisiológico,<br />

son funcionalmente beneficiosas para los<br />

individuos y para la especie, por su óptima adaptación<br />

al entorno normal de la especie. El instinto es<br />

común a todos los miembros de la especie, emerge y<br />

se desarrolla en el ciclo vital del individuo según un<br />

orden definido y obedeciendo a una regulación estrechamente<br />

relacionada con los procesos de crecimiento<br />

y madurez, y, al ser transmitido por herencia,<br />

no requiere aprendizaje. Es una cuestión abierta<br />

la presencia en el instinto de elementos de la<br />

experiencia, como la percepción, la cognición y la<br />

conación.<br />

¿Hay instintos en el hombre? Los psicoanalistas<br />

han insistido mucho sobre los aspectos instintivos<br />

del comportamiento humano. El mismo Freud definió<br />

el instinto humano como el racimo de estímulos<br />

ineludibles y constantemente reiterados que, dima-


nantes de fuentes orgánicas, actúan sobre la mente.<br />

Los menos reacios a reconocer a los


Se ha profundizado desde diversas perspectivas<br />

en esta distinción entre necesidades personales y<br />

necesidades del sistema. Chombart de Lauwe<br />

(1970) ha propuesto una interpretación dinámica:<br />

hay necesidades-obligación y necesidades-aspiración.<br />

Las primeras incluyen tanto las primarias como<br />

las secundarias (participación, estima, autorrealización...),<br />

cuya satisfacción es una condición<br />

de subsistencia tanto del individuo como del grupo<br />

para vivir en sociedad. Las segundas, las necesidades-aspiraciones,<br />

elevan cada vez más el umbral de<br />

la necesidad, transformándose así progresivamente<br />

en necesidades-obligación.<br />

Esta distinción dinámica es fundamental a la<br />

hora de interpretar el fascinante desarrollo de la<br />

cultura y de los productos culturales de la sociedad<br />

actual.<br />

3. Definición y rasgos<br />

de la cultura<br />

La clásica definición etnográfica de Tylor (1871)<br />

como «complejo de conocimientos, creencias, arte,<br />

moral, leyes, usos y otras capacidades y usanzas<br />

adquiridas por el hombre en cuanto miembro de<br />

una sociedad» introdujo por primera vez este término<br />

en el mundo de las ciencias sociales, que acabaron<br />

convirtiéndolo en una de sus nociones centrales.<br />

No existe una definición sociológica propiamente<br />

dicha y de autoridad indiscutible. Los sociólogos,<br />

más bien, suelen echar mano de los diversos<br />

enfoques disciplinares, el histórico, genético, psicológico,<br />

normativo, etc. La definición de Kluckhohn<br />

(1951) es quizá la que brinda mayores oportunidades<br />

analíticas al sociólogo. Kluckhohn define la cultura<br />

en cuatro puntos:<br />

- un sistema, es decir, un modelo construido<br />

lógicamente y dotado de una organización interna<br />

de correlaciones entre sus elementos;<br />

- creado históricamente, a través de un proceso<br />

de sedimentación y cristalización de materiales suministrados<br />

por la biología y el entorno natural, al<br />

que los seres humanos deben adaptarse. En esta<br />

creación de la cultura, el proceso histórico canaliza<br />

las potencialidades de la biología y el entorno natu-<br />

ral, y el elemento arbitrario, lo puramente cultural,<br />

procede en parte de acontecimientos históricos y en<br />

parte de contactos con otros pueblos;<br />

- de proyectos o diseños vitales, explícitos e implícitos.<br />

Los primeros son el contenido propiamente<br />

dicho de la cultura; los segundos son las pautas o<br />

patrones culturales según los cuales se articulan los<br />

elementos o rasgos de la cultura. Las pautas de<br />

estilo, por ejemplo, seleccionan y desarrollan una<br />

línea concreta de actuación, una fórmula determinada,<br />

excluyendo a las demás. La pauta de estilo<br />

del mundo industrial moderno se puede esquematizar<br />

así: maquinaria + crédito + producción masiva.<br />

Las pautas de cultura total, a semejanza del<br />

«Zeitgeist» o «espíritu de los tiempos», equivalen al<br />

perfil o fisonomía de una civilización. El crisantemo<br />

y la espada, de Ruth Benedict, sobre la cultura japonesa,<br />

ofrece una preciosa ilustración de una «pauta<br />

de cultura total» (1946). Los estudios sobre el «carácter<br />

nacional» de los pueblos exploran este fascinante<br />

universo;<br />

- que tienden a ser compartidos por todos o por<br />

ciertos miembros de un grupo, en un punto específico<br />

del tiempo. Como nadie se ajusta perfectamente a<br />

los esbozos o diseños culturales, ni las sociedades<br />

-salvo las utopías exasperadas- pretenden que dichos<br />

diseños se apliquen en su totalidad y con exactitud<br />

a todos sus miembros, en todas las culturas<br />

aparece un margen de desviación tolerada, y también<br />

sanciones para la desviación no permitida.<br />

Esta flexibilidad de las culturas invita a decir<br />

una palabra sobre las subculturas. La subcultura es<br />

una subdivisión de la cultura nacional, compuesta<br />

por una combinación peculiar de situaciones sociales<br />

complejas, como el status, el origen étnico, la<br />

residencia o habitat -rural o urbano-, la afiliación<br />

religiosa, los sistemas de normas y valores, las cosmovisiones,<br />

etc. Todos estos rasgos forman en su<br />

combinación una unidad funcional y autónoma que<br />

influye en los miembros del subgrupo que encarna<br />

esa subcultura.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 251


RASGOS<br />

DE LA SUBCULTURA JUVENIL<br />

- "Practica la mirada horizontab>: se orienta al grupo<br />

de iguales y acentúa la no lealtad a los códigos de los<br />

mayores. No es necesariamente anti-adulto, pero sí beligerarltemente<br />

no-adulto.<br />

- Proclama su derecho ala más completa autoexpresión:<br />

desde la droga al sexo liberado de controles y sanciones<br />

sociales.<br />

- Afirma su adhesión al hedonismo narcisista, autocomplaciente<br />

y autogratificador.<br />

- Valora el privatismo con todas sus consecuencias:<br />

apatía política, desinterés por las utopías y los cambios<br />

revolucionarios, exigencia de un puesto confortable en la<br />

sociedad, reivindicación del derecho y el deber de experimentar/o<br />

todo, personalmente.<br />

- Rechazo de autoridades y marcos institucionales de<br />

todo tipo.<br />

Dos nociones, muy utilizadas sobre todo por los<br />

antropólogos, completan la definición de cultura:<br />

las áreas culturales y los focos culturales.<br />

- Las áreas culturales son las unidades espaciales<br />

o geográficas en las que se despliega una cultura<br />

o varias culturas similares. Ratzel acuñó un concepto<br />

muy parecido: las «provincias culturales». En<br />

el fondo se trata de un intento, muy complicado, de<br />

clasificar espacialmente las culturas. O. T. Rasan<br />

pretendió haber delimitado dieciocho áreas culturales<br />

en el continente americano. En general se está<br />

de acuerdo en la existencia de áreas culturales determinadas<br />

-la vasca, la gallega-, pero se duda sobre<br />

la posibilidad de clasificaciones completas y<br />

exactas, por falta de acuerdo sobre los principios o<br />

criterios de clasificación que permitirían el trazado<br />

de las fronteras inter-culturales. En un área cultural<br />

predominan unas formas características de ecología,<br />

economía, cultura material, estilos artísticos<br />

y esquemas de valores sociales.<br />

- Los focos culturales, noción propuesta por Rorowitz,<br />

es la tendencia de toda cultura a presentar<br />

252 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

mayor complejidad y variedad en algún sector institucional<br />

que en el resto. Egipto, por ejemplo, desarrolló<br />

con fuerza sus instituciones en el terreno<br />

político-religioso; Roma en el terreno administrativo;<br />

la antigua Grecia en la búsqueda y perfeccionamiento<br />

de la verdad... (Sorokin).<br />

4. Los elementos de la cultura<br />

Los elementos de la cultura son fundamentalmente<br />

de dos tipos: ideativos (las pautas cognoscitivas<br />

y las creencias, los valores y las normas), y<br />

materiales, que están integrados por las realidades<br />

en que se plasma y concreta un tipo de cultura (una<br />

ley, un edificio, una obra literaria) y que, a su vez,<br />

permiten detectar una cultura o una pauta cultural.<br />

Algunos discuten esta distinción y censuran el carácter<br />

dicotómico, eco de Platón (el cuerpo frente al<br />

espíritu) y de algunos historicistas alemanes que<br />

introdujeron en el pensamiento europeo la diferencia<br />

y oposición entre la esfera material y la esfera<br />

espiritual.<br />

En lugar de estos dos tipos, se prefiere a veces<br />

utilizar otra expresión: los niveles de la cultura, el<br />

explícito y el implícito.<br />

- El primero comprende las regularidades verbales<br />

y factuales que son fácilmente observables y<br />

generalizables. Es el contenido de la cultura, y consiste<br />

en los rasgos del comportamiento habitual de<br />

un grupo, a los que se puede clasificar según el<br />

grado de participación de los miembros del grupo<br />

en: universales (participan todos los adultos); específicos<br />

(sólo ciertos grupos: los intelectuales, por<br />

ejemplo); alternativos (de elección libre), y variantes<br />

(propios de individuos aislados, sin referencia a<br />

grupos o clases).<br />

- El segundo se refiere a la estructura de la cultura,<br />

en cuanto ésta es también orden, complejo articulado<br />

de partes interrelacionadas, como la melodía<br />

es, esencialmente, la ordenación y estructuración<br />

de las notas musicales (los rasgos) que la componen.<br />

Sin «melodía» cultural, se hace tarea imposible<br />

o muy dificultosa estudiar y detectar las diferencias<br />

entre las distintas culturas. Es evidente que<br />

este nivel implícito es una abstracción del explícito,


un producto de inferir los denominadores comunes<br />

que parecen subyacer a una multiplicidad de contenidos<br />

culturales.<br />

La definición de Kluckhohn que acabamos de<br />

exponer y comentar está marcada por una peculiar<br />

orientación sistemática a los modelos, y descuida<br />

en cierta medida otros rasgos bien estudiados por<br />

diversos enfoques de diferente orientación. La cultura,<br />

un fenómeno total y pluridimensional, penetra<br />

todos los recovecos del vivir del hombre en sociedad,<br />

y acosa al individuo en todas sus cotidianidades:<br />

trabajo y ocio, interacción social, actividad<br />

sexual, sueño y vigilia, participación política y vida<br />

religiosa, paz y guerra, barbarie y civilización. Se<br />

habla de cultura corporativa, de cultura judicial, de<br />

cultura económica y de cultura religiosa. No debe<br />

extrañar que las ciencias sociales, casi sin excepción,<br />

se hayan ocupado de la cultura, desde diferentes<br />

perspectivas: histórica, psicológica, estructural,<br />

etnográfica, etc. Estos enfoques distintivos permiten<br />

completar y enriquecer el perfil de la cultura<br />

con nuevos rasgos.<br />

- El enfoque etnográfico (Tylor en cabeza), ha<br />

destacado el carácter omnicomprensivo de la cultura,<br />

que abarca múltiples manifestaciones, desde los<br />

usos y hábitos sociales de una comunidad, incluyendo<br />

las reacciones del individuo determinadas<br />

por esos hábitos, hasta los productos de las actividades<br />

que usos y hábitos culturales originan.<br />

- El enfoque histórico, uno de cuyos mejores representantes<br />

es Ralph Linton, insiste en la cultura<br />

como herencia total de la humanidad. Una cultura<br />

determinada es como un linaje o una clase particular<br />

de esa herencia.<br />

- El enfoque normativo, como el propuesto por<br />

Sorokin, considera la cultura como el aspecto ideativa<br />

del mundo supraorgánico, es decir, el conjunto<br />

de ideas normativas dinámicamente eficaces: sentidos,<br />

valores, normas y su interacción. Las ideas<br />

normativas se objetivan en la acción y en otros<br />

vehículos del universo socio-cultural empírico.<br />

- El enfoque psicológico pone el acento en las<br />

«técnicas» o medios para satisfacer las necesidades,<br />

resolver problemas y ajustarse al entorno y al resto<br />

de miembros de la colectividad. Estas técnicas son<br />

las respuestas que, por su éxito, han ido siendo<br />

gradualmente aceptadas e incorporándose así al<br />

acervo cultural de una colectividad.<br />

- El enfoque estructural, al que corresponde la<br />

definición, ya vista, de Kluckhohn, introduce la<br />

perspectiva sistemática en el tratamiento de la cultura,<br />

concebida como un modelo o sistema, históricamente<br />

originado, de diseños vitales implícitos, que<br />

tiende a ser compartido por todos los miembros del<br />

grupo. El investigador cultural abstrae este modelo<br />

de las pautas observadas del comportamiento del<br />

grupo.<br />

- Finalmente, el enfoque genético pone de relieve<br />

el papel del aprendizaje social en la cultura, a la<br />

que considera como los resultados o productos, acumulados<br />

y transmitidos, de comportamientos pretéritos<br />

en el ámbito de los grupos y sociedades.<br />

En general se consideran elementos básicos de<br />

la cultura los siguientes: las pautas cognoscitivas, es<br />

decir, los conocimientos presuntamente objetivos<br />

sobre la naturaleza y la sociedad, derivados en general<br />

de las ciencias naturales y sociales; en estrecha<br />

relación con estas pautas, forman el núcleo<br />

central de los sistemas culturales las creencias o<br />

presupuestos mentales sobre la naturaleza de la<br />

realidad y del género humano, sobre el tiempo y el<br />

espacio, sobre las relaciones humanas y la actividad;<br />

los valores o estimaciones compartidas sobre la<br />

deseabilidad o repulsa de un hecho, una cualidad,<br />

un objeto o un tipo de comportamiento; las normas<br />

de comportamiento, que especifican y concretan los<br />

valores, en frecuente relación con situaciones sociales<br />

determinadas; los signos y símbolos culturales,<br />

en los que intervienen el significante u objeto que<br />

ocupa el lugar del otro, el significado, o sea, la cosa<br />

reemplazada, la significación o relación entre aquéllos,<br />

natural (el humo) o convencional (la bandera),<br />

y el código definidor de esas relaciones convencionales<br />

y que el miembro del grupo o de la sociedad<br />

debe aprender y conocer. Los símbolos tienen una<br />

importancia de primer orden para la especie humana<br />

y su evolución. En cuanto gran hecho diferenciador<br />

del animal y del hombre -auténtico «animal<br />

simbólico», según Cassirer-, el símbolo permite la<br />

comunicación o transmisión de mensajes, fundamento<br />

de la acción social y de la sociedad misma, y<br />

la participación del individuo en la vida social.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 253


Elementos de menor densidad cultural son también<br />

las formas o pautas de conducta no normativa,<br />

como los «estilos» de vida, muy estudiados hoy por<br />

el «marketing» comercial o político.<br />

A las normas y los valores se refieren otras claves<br />

de este libro. Digamos una palabra sobre las creencias.<br />

5. Ideas y creencias<br />

Es conocida la brillante distinción que entre<br />

ideas y creencias introduce Ortega y Gasset: las<br />

ideas se nos ocurren, o las adoptamos de otros y las<br />

repetimos; brotan en una vida que les es preexistente;<br />

arribamos a ellas por un acto particular de pensamiento;<br />

somos cada uno de nosotros quienes las<br />

producimos, sostenemos y combatimos por ellas;<br />

pero no vivimos de ellas porque son criaturas nuestras.<br />

Las creencias o ideas básicas y radicalísimas<br />

son nuestro mundo y nuestro ser, se confunden para<br />

nosotros con la realidad misma, son ideas que somos,<br />

y por ello ni las producimos nosotros, ni siquiera<br />

las formulamos...; «con las creencias, propiamente,<br />

no hacemos nada, sino que simplemente<br />

estamos en ellas» (Ideas y creencias, en Obras completas.<br />

Alianza Editorial y Revista de Occidente,<br />

Madrid 1983, V, 383-384).<br />

Las creencias corresponden en líneas generales a<br />

las «representaciones de tipo cognoscitivo», que, a<br />

decir de Durkheim, integran, junto con los sentimientos,<br />

la llamada «conciencia colectiva». Pero la<br />

sociología posterior ha preferido insistir en el carácter<br />

pluridimensional de las creencias, al distinguir<br />

creencias descriptivas o existenciales (creo que<br />

la tierra es redonda y gira alrededor del sol), evaluativas<br />

(creo que este alimento es bueno), y prescriptivas<br />

o exhortativas (creo que los hijos deben obedecer<br />

a sus padres). Es decir, toda creencia en cuanto<br />

elemento constitutivo de una actitud, entendida como<br />

una organización de creencias, tiene tres componentes<br />

(Rokeach, 1969): el cognitivo, que representa<br />

el conocimiento de una persona sobre lo que<br />

es verdadero o falso, bueno o malo, deseable o indeseable;),<br />

el afectivo, en cuanto que toda creencia, en<br />

condiciones adecuadas, puede suscitar afectos de<br />

variada intensidad en torno a un objeto, y el com-<br />

254 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

portamental, ya que toda creencia, al ser una predisposición<br />

a emitir respuestas de diversa vivacidad,<br />

debe conducir a una acción, si es convenientemente<br />

activada.<br />

La mente humana persigue creencias más que<br />

hechos (Jastrow, 1927), lo que explica el amplísimo<br />

repertorio de creencias que sociólogos y antropólogos<br />

encuentran en sus investigaciones. Y casi tan<br />

amplias como el repertorio de creencias son las<br />

clasificaciones ensayadas. Veamos dos:<br />

- Una clasificación teórica de las creencias como<br />

la propuesta por Talcott Parsons, que se refiere<br />

más bien a los «sistemas de creencias», distingue<br />

entre creencias existenciales: empíricas (ciencia y<br />

saber empírico) y no empíricas (filosofía y saber<br />

sobrenatural, y creencias evaluativas: ideológicas e<br />

ideas religiosas.<br />

- Otras clasificaciones prefieren basarse en investigaciones<br />

empíricas, utilizando diversos tipos<br />

de criterios. Milton Rokeach (1969) propuso:<br />

a) creencias existenciales o no existenciales;<br />

b) creencias compartidas o no compartidas;<br />

c) creencias originales o derivadas;<br />

d) creencias sobre cuestiones de gusto o indiferentes.<br />

Cruzando estas cuatro alternativas dicotómicas<br />

en una cuidadosa investigación empírica, halló cinco<br />

tipos de creencias ordenadas de mayor a menor<br />

neutralidad:<br />

- Primitivas de máximo consenso (ejemplo: la<br />

muerte es inevitable): versan sobre la realidad física,<br />

social o personal; psicológicamente son incontrovertibles;<br />

se aprenden por contacto directo con<br />

la realidad; promueven compromiso máximo; son<br />

constantes y estables; se aceptan como algo que se<br />

da por supuesto.<br />

- Primitivas de consenso mínimo (ejemplo: creo<br />

que mi madre me ama): son también aprendidas<br />

por contacto, directa y psicológicamente incontrovertibles,<br />

pero se mantienen por «fe» personal, que<br />

a veces no es sino ilusión o fobia, realzan el «ego» y<br />

por ello son herméticas al argumento y la persuasión;<br />

constituyen «mi mundo privado»: «yo creo


que soy un genio, pero, como nadie lo sabe, poco me<br />

importa lo que creen los demás».<br />

- Sobre las autoridades a las que se debe aceptar<br />

(ejemplo: las enseñanzas de Jesucristo son buenas y<br />

me convencen plenamente): nacen de una concepción<br />

más crítica de las autoridades (personas o grupos),<br />

positivas o negativas, a las que se va seleccionando<br />

en el proceso de socialización en un contexto<br />

determinado (familia, clase social, grupo religioso o<br />

político, etc.); son resistentes al cambio, pero no<br />

totalmente, pues no tienen la categoría de lo que se<br />

da por supuesto; contribuyen a completar mi imagen<br />

propia y personal de la realidad.<br />

- Derivadas (ejemplo: el aborto es malo): se<br />

aceptan por identificación personal con una autoridad<br />

particular; son de menor dinamismo y solidez<br />

que las anteriores, y pueden cambiar si cambian las<br />

«autoridades»; constituyen lo que se denomina<br />

«ideología institucionalizada»; contribuyen a dar a<br />

la persona su identidad con un grupo.<br />

- Irrelevantes o inconsecuenciales, sin relación<br />

con los otros tipos de autoridad (ejemplo: la primavera<br />

es una estación más agradable que el verano):<br />

versan sobre materias de gusto, más o menos convencionales,<br />

y, aunque no requieren consenso social,<br />

son incontrovertibles, pues «sobre gustos no<br />

hay nada escrito»; su cambio no origina ninguna<br />

reorganización del resto de las creencias.<br />

INVITACION A EXPLORAR<br />

LA CULTURA DE<br />

LAS ORGANIZACIONES<br />

Cuando pensamos en la cultura, sin más, nuestro pensamiento<br />

suele detenerse en una sociedad -la cultura española o francesa-,<br />

en una minoría o un grupo -la cultura gitana o la cultura<br />

juvenil-, o en un período histórico --cultura clásica o cultura del<br />

Renacimiento-. Pero se puede hablar con pleno derecho de la<br />

cultura de las instituciones y de las organizaciones: la cultura de<br />

una gran empresa multinacional, la cultura de una secta religiosa,<br />

la cultura del ejército... La experiencia común del hombre de<br />

la calle, visitante asiduo de muchas organizaciones y huésped<br />

más o menos forzado de otras, así lo corrobora, como también lo<br />

hace el lenguaje común, aunque las expresiones más utilizadas<br />

sean las de «filosofía de la empresa», «estilo», «esquema de<br />

valores», «ideología» y otras similares.<br />

La sociología estudia las organizaciones desde diversas perspectivas,<br />

como se ha visto anteriormente. Una perspectiva culturalista<br />

ve la organización como un fenómeno cultural, es decir,<br />

como un sistema de conocimientos, valores, creencias, pautas y<br />

rituales cotidianos que han sido lentamente construidos por los<br />

miembros de la organización en su interacción formal e informal<br />

yen sus relaciones con el entorno de la organización. La cultura<br />

organizativa, en cuanto realidad social construida por hombres,<br />

permite a éstos entender mejor los sucesos, acciones, objetos,<br />

actitudes y situaciones que componen el mundo propio de su<br />

organización, así como una base para orientar su comportamiento<br />

hacia objetivos compartidos.<br />

Una buena definición de la cultura organizativa debe incluir<br />

las creencias o presupuestos mentales básicos de los miembros de<br />

la organización, muy a menudo inconscientes por estar situados<br />

a un nivel muy profundo de la personalidad, los valores o soluciones<br />

preferidas por estar basadas en aquellas creencias y por<br />

haberse comprobado su eficacia en el pasado, y, ya en la superficie<br />

de la cultura, los rituales, la tecnología, el lenguaje típico de<br />

los miembros de la organización, los elementos materiales, etc.<br />

Como definición de la cultura organizativa puede proponerse<br />

la de Anzizu: «El conjunto de principios y creencias básicas de<br />

una organización que son compartidos por sus miembros y que<br />

la diferencian de otras organizaciones. Este conjunto de principios<br />

y creencias han sido aceptados por la organización de una<br />

manera inconsciente como propios a través de los años, y se<br />

manifiestan exteriormente a través de las políticas, estructuras,<br />

procedimientos, normas de conducta, signos externos, etc. Los<br />

principios y creencias suelen desarrollarse dentro del marco<br />

macrocultural en que la organización está inmersa a partir de<br />

los valores e ideas del fundador, y con el tiempo se van concretando<br />

en un conjunto coherente o paradigma cultural» (José M.<br />

de Anzizu, Cultura organizativa. Su incidencia en el funcionamiento<br />

y desarrollo de la empresa: Alta dirección 120 [1985]).<br />

Se han ensayado diversas tipologías de la cultura organizacional<br />

o corporativa. La más popularizada es la desarrollada por<br />

R. Harrison y Ch. Handy, que distingue cuatro tipos o modelos<br />

de cultura organizativa:<br />

- El modelo del poder. El núcleo de este modelo es la centralización<br />

del poder, que se irradia hacia la periferia organizativa en<br />

forma de tela de araña. Se tiene más poder cuanto mayor sea la<br />

proximidad al centro. El miembro trabaja anticipándose a los<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 255


deseos y decisiones del «jefe». La burocracia y las reglas son<br />

escasas. Las decisiones tienen siempre un cariz político, es decir,<br />

son tomadas por equilibrio de influencias más que sobre bases<br />

lógicas o por su propio contenido y valor. El éxito individual<br />

depende de la orientación al poder, del talante político propio,<br />

de la capacidad para aceptar riesgos yde la infravaloración de la<br />

seguridad psicológica individual. Se juzgan los resultados yse es<br />

tolerante con los medios empleados. El control es ejercido mediante<br />

la selección y «colocación» de las figuras clave. Es cultura<br />

aconsejable en entornos amenazadores, aunque tiene tantas<br />

oportunidades de triunfar como de fracasar. Ha caracterizado a<br />

grandes empresas del siglo XIX, aunque las actuales que se<br />

mueven en un clima de «capitalismo salvaje» suelen adoptar<br />

también ese modelo.<br />

- Cultura del rolo de las normas o de la burocracia. Este tipo<br />

descansa sobre la lógica y la racionalidad de su funcionamiento<br />

y de su estructura. Sus operaciones y procesos se basan en roles<br />

bien definidos, procedimientos fijos y formalizados para la comunicación,<br />

y reglas para resolver conflictos. Los individuos son<br />

seleccionados por el satisfactorio desempeño de sus roles, a cuya<br />

descripción responden adecuadamente. Suscita lealtad y resistencia<br />

al cambio. El poder personal depende de la posición<br />

conseguida, y la influencia se ejerce a través de las reglas y los<br />

procedimientos. La eficacia de este modelo depende de la racionalidad<br />

en la asignación de tareas y responsabilidades. Es una<br />

cultura bien adaptada a entornos estables y a situaciones de<br />

monopolio o cuasi-monopolio: Bancos, Seguros, Administración<br />

Pública ...<br />

- Cultura de las tareas y de los resultados. En este modelo, la<br />

meta es la tarea realizada, los medios fundamentales son reunir<br />

256 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

la gente adecuada con los recursos apropiados y dejarles seguir<br />

su camino. La influencia reside en los expertos más que en la<br />

posición o en el poder personal. Se trata de una cultura de<br />

equipo y de proyecto, que tiende a borrar las diferencias individuales<br />

de status y de estilo. Los individuos poseen gran control<br />

sobre su trabajo, yla evaluación se realiza por resultados, pero el<br />

control global plantea notables dificultades y se ejerce desde la<br />

dirección mediante la asignación de proyectos, recursos y miembros<br />

del equipo encargado. Es cultura adecuada a entornos flexibles,<br />

cambiantes, competitivos y poco predecibles.<br />

- Cultura de la persona, poco frecuente en las organizaciones,<br />

aunque, y de forma creciente, perceptible en muchos individuos,<br />

que se orientan en su trabajo a su propia autorrea1ización y<br />

satisfacción. Se basa en el consenso mutuo y en un contrato<br />

psicológico cuya regla de oro, no escrita, dice: la organización<br />

está subordinada al individuo, que puede perseguir en aquélla<br />

sus propias metas y dejar la «empresa» cuando desee. Es difícil<br />

en ella el control y la coordinación. Se puede encontrar en ciertos<br />

despachos de abogados yarquitectos, en equipos de consultoría,<br />

y, más fácilmente, en grupos primarios: familias, comunas,<br />

etc.<br />

Lecturas<br />

K. Mannheim, Ensayos sobre la sociología de la cultura.<br />

Aguilar, Madrid 1963.<br />

R. Lintan, Cultura y personalidad. Fondo de Cultura Económica,<br />

México 1965.<br />

T. Roszak, El nacimiento de una contracultura. Kairós,<br />

Barcelona 1981.


aunque en buena parte inconsciente, por el que el<br />

individuo es incorporado a la cultura de su grupo y<br />

de su sociedad, que van imprimiendo en él normas<br />

y valores y transmitiéndole los bienes culturales de<br />

su entorno social. Sin esta incorporación y transmisión<br />

de la herencia de su grupo, el individuo no<br />

podría vivir como miembro de la sociedad.<br />

Las características de este proceso pueden describirse<br />

así:<br />

- acompaña al individuo a lo largo de toda su<br />

vida social, aunque es particularmente intenso durante<br />

la infancia;<br />

- el margen de aceptación o rechazo consciente<br />

por parte del individuo aumenta a medida que el<br />

individuo va madurando;<br />

- en el período adulto, el condicionamiento es<br />

tan completo y la homogeneización del individuo<br />

con el grupo tan acabada, que los adultos se mueven<br />

ya cómodamente dentro de los límites de comportamiento<br />

establecidos por aquél;<br />

- sólo las personalidades y élites creadoras, y<br />

dentro de unos límites señalados más o menos rígidamente<br />

por la misma cultura, son capaces de enriquecer<br />

el contenido o material de la aculturación;<br />

- el papel activo de los adultos en relación con<br />

la aculturación se reduce a aceptar o rechazar los<br />

nuevos ingredientes culturales procedentes de cambios<br />

culturales, innovaciones, descubrimientos y<br />

«préstamos» de otras sociedades. No por reducido,<br />

deja este papel activo de ser importante, pues de él<br />

depende la reorientación de la cultura de un grupo<br />

o una sociedad.<br />

- 3. La personalización es esencialmente un<br />

proceso de maduración por el que el hombre adquiere<br />

su personalidad sociocultural, es decir, se<br />

hace capaz de autodirigir sus propias estructuras<br />

instintivas y, muy en especial, de influir responsablemente<br />

sobre los factores sociales y culturales. El<br />

objetivo final de la personalización es la integración<br />

de la persona, la adquisición de seguridad y el<br />

desarrollo de la capacidad creadora.<br />

E. H. Erikson distingue ocho fases de desarrollo<br />

en este proceso, en cada una de las cuales existe una<br />

tensión entre aspectos positivos y negativos (d. p.<br />

259).<br />

258 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

2. Dos formas de entender<br />

la socialización<br />

La primera vía para comprender la socialización<br />

acude al modelo tradicional del acondicionamiento,<br />

es decir, el sujeto interioriza a través de un proceso<br />

especial de aprendizaje un conjunto de normas, valores,<br />

actitudes, roles, habilidades y saberes que<br />

van a actuar desde dentro del individuo como un<br />

programa que condicionará su comportamiento a<br />

lo largo de toda su vida.<br />

Desde esta perspectiva, el proceso de socialización<br />

se orienta a predeterminar la conducta del<br />

individuo en la mayor cantidad imaginable de situaciones<br />

cuJturalmente definidas. Se ha pensado<br />

con mucha frecuencia que esta predeterminación es<br />

un elemento indispensable para una sociedad basada<br />

en la división del trabajo social, en la complementariedad<br />

de roles y en la confianza que, consciente<br />

o inconscientemente, tenemos los humanos<br />

en que «cada uno cumplirá con su deber», es decir,<br />

actuará en cada caso como lo exigen las rutinas<br />

culturales. De ahí la importancia atribuida a las<br />

llamadas pautas de neutralidad afectiva o de autocontrol.<br />

Es decir, el objetivo de la socialización concebida<br />

como aprendizaje social es triple o se puede<br />

entender desde tres perspectivas diferentes: como<br />

conformismo con los valores y pautas vigentes en<br />

una sociedad o en un grupo; como capacidad para<br />

comunicarse con los demás en el terreno simbólico;<br />

como interiorización de la cultura de la sociedad en<br />

que se vive.<br />

Si atendemos al aspecto dinámico de la socialización,<br />

es decir, al proceso a través del cual el individuo<br />

es socializado, caben igualmente tres enfoques<br />

distintos, desarrollados por los psicólogos sociales:<br />

- Según la teoría o enfoque del refuerzo social, el<br />

desarrollo de la personalidad social es el resultado<br />

de la dinámica entre los estímulos sociales a los que<br />

se somete a una persona y las respuestas comportamentales<br />

de ésta. El sujeto de la formación social<br />

sería, desde esta perspectiva, un individuo esencialmente<br />

pasivo que, bajo el control de un agente socializador<br />

-la familia, la escuela, los grupos de


Fases<br />

FASES DEL DESARROLLO DEL PROCESO DE PERSONALIZACION<br />

VIII Madu- Integridad<br />

rezo de l yo<br />

frente a<br />

desesperación.<br />

VII Edad Capacidad<br />

adulta. procreadora<br />

frente a estancamientoo<br />

VI Edad Intimidad<br />

adulta. frente a aislamiento.<br />

V Pubertad<br />

y adolescen- Identidad<br />

Cla frente a confusión<br />

de<br />

funciones.<br />

IV Latencia. Rendimiento<br />

frente a<br />

complejo de<br />

inferioridad.<br />

III Locomo- Iniciativa<br />

tora genital. frente a sentimiento<br />

de<br />

culpabilidad.<br />

II Muscular- Autonomía<br />

anal. frente a verguenza<br />

y<br />

duda.<br />

I Oral-sen- Protoconsorial<br />

fianza<br />

fren te a<br />

desconfianza.<br />

PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA 259


iguales, etc.-, se encuentra sometido a un flujo de<br />

recompensas y castigos que refuerzan positiva o<br />

negativamente las respuestas esperadas.<br />

- Según el enfoque de la imitación o identificación,<br />

los individuos aprenderían unos de otros mediante<br />

la observación, y las recompensas y castigos<br />

sólo juegan un papel secundario en el aprendizaje.<br />

El elemento fundamental es la elección personal de<br />

un modelo social determinado, en el contexto de<br />

situaciones relacionales interpersonales, bien con<br />

personas que demuestran un afecto especial al sujeto,<br />

bien con personas que ocupan determinadas posiciones<br />

que traen consigo recompensas deseables y<br />

que son admiradas por el sujeto.<br />

- Según el enfoque del desarrollo cognoscitivo, el<br />

individuo es concebido como un ser inicialmente<br />

vacío y plasmable que, alcanzada una cierta fase de<br />

crecimiento, está en condiciones de ejercer una acción<br />

crítica ante y sobre lo que le rodea, y de emprender<br />

una acción de control sobre su contexto o<br />

entorno. Es decir, el individuo se forja una representación<br />

cognoscitiva del entorno, y esa representación<br />

cognoscitiva consiste esencialmente en un sistema<br />

de creencias sociales acerca del contenido de dicho<br />

entorno.<br />

Dos reproches se le pueden hacer a esta vía:<br />

- su carácter casi mecánico, que convierte al<br />

individuo en un ser programado desde la infancia<br />

para todo el resto de su vida;<br />

- su pretensión de que las estructuras sociales y<br />

el proceso de socialización que ejercen sobre los<br />

individuos puede conducir a éstos, sobre todo si<br />

forman parte de clases o grupos sociales desfavorecidos,<br />

a orientar sus comportamientos al servicio de<br />

intereses ajenos -los de la clase dominante, según la<br />

teoría clásica marxista, por ejemplo- en perjuicio<br />

de los propios. Late bajo esta pretensión la hipótesis<br />

de la «falsa conciencia», que se apoya en dos<br />

supuestos: que la socialización pone en juego un<br />

mecanismo perfecto de interiorización de valores, y<br />

que la clase dominante controla perfectamente tanto<br />

a las agencias de socialización como al proceso<br />

de definición de los valores comunes. Ambos supuestos<br />

son discutibles.<br />

La segunda vía para comprender la socialización<br />

es emplear el modelo o paradigma de la interacción,<br />

260 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

más dinámico que el anterior, pues concibe al individuo,<br />

fundamentalmente al niño, como un actor<br />

social inserto en un sistema de interacción, primero<br />

con su familia, más tarde, a partir de los 8 ó 9 años,<br />

con el grupo de iguales. A medida que se va debilitando<br />

el control familiar, se desarrolla en el niño el<br />

sentido del respeto mutuo, de justicia y de reciprocidad,<br />

al encontrarse en situaciones en las que sólo<br />

puede conseguir el respeto a sus derechos personales<br />

a través de su propio respeto a los derechos de<br />

los demás.<br />

Desde esta perspectiva, la socialización aparece<br />

como un proceso de adaptación personal del individuo<br />

ante situaciones nuevas, que le impulsan a flexibilizar<br />

sus recursos cognoscitivos y a modificar<br />

sus pautas normativas. De esta forma, la socialización<br />

primaria, que tiene lugar durante la infancia,<br />

es en parte separada y en parte enriquecida por la<br />

socialización secundaria, que se desarrolla durante<br />

la adolescencia y toda la vida adulta.<br />

Una concepción más estática de la socialización<br />

ignora esta distinción y sólo habla de socialización<br />

y de resocialización, entendiendo por ésta el proceso<br />

de nueva socialización a que debe someterse el<br />

adulto cuando cambia drásticamente de ambiente<br />

cultural o de status y tiene que aprender nuevas<br />

formas y estilos de vida y hacerse con un bagaje de<br />

pautas cognoscitivas y normativas más adecuado<br />

(el emigrante, el ex-preso, el soldado licenciado después<br />

de años de guerra).<br />

Este enfoque rechaza la concepción del sujeto<br />

como algo predominantemente pasivo y mero receptáculo<br />

de estímulos, y lo concibe en una interacción<br />

activa con su entorno. Las nuevas experiencias<br />

y mensajes que va recibiendo en etapas posteriores<br />

son asimiladas de una estructura cognoscitiva y<br />

normativa existente, que le proporciona cauces de<br />

acomodación personal a las demandas del ambiente.<br />

Esa estructura cognoscitiva y normativa se encuentra<br />

en permanente reorganización.<br />

Desde la perspectiva de la interacción es más<br />

fácil comprender los «cambios de personalidad»<br />

que hay que entender, desde la óptica de la sociología,<br />

como una modificación de la socialización primaria.<br />

Ciertos estratos profundos, sobre todo los<br />

valores muy interiorizados, resisten fácilmente el


choque de las nuevas situaciones en las que va encontrándose<br />

el individuo a lo largo de su existencia.<br />

Otros estratos, en especial el constituido por las<br />

opiniones y las actitudes, son más fácilmente modificables<br />

ante las exigencias impuestas por situaciones<br />

novedosas.<br />

En esta modificación de actitudes, pautas e incluso<br />

valores juega un papel importante el llamado<br />

postulado de la optimización, que afirma que en una<br />

situación determinada el actor social se orienta a<br />

ajustar su comportamiento lo mejor posible a sus<br />

preferencias e intereses. La idea de la optimización<br />

o del equilibrio dice que el individuo tiende a buscar<br />

la solución óptima de acuerdo con sus recursos<br />

y con sus actitudes y en función de cada situación.<br />

Esa «solución óptima» no tiene necesariamente que<br />

ser «objetiva», es decir, no tiene por qué coincidir<br />

con la solución que un observador externo dictaminaría<br />

como la mejor para el sujeto en cuestión.<br />

La socialización anterior puede intervenir distorsionando<br />

la percepción de la situación o inhibiendo<br />

un comportamiento adecuado desde valores<br />

tempranamente interiorizados.<br />

3. Los agentes de socialización<br />

Los agentes de socialización son las instituciones,<br />

grupos, asociaciones y organizaciones que directa<br />

o indirectamente contribuyen al proceso de<br />

socialización transmitiendo saberes y habilidades,<br />

proponiendo modelos de comportamiento, facilitando<br />

la interacción de sus miembros, inculcando<br />

valores, etc.<br />

Unos agentes se dedican preferentemente a la<br />

socialización primaria de los niños y adolescentes,<br />

y otros muchos, orientados por su propia naturaleza<br />

a otros objetivos, contribuyen a la socialización<br />

secundaria de los miembros adultos de la sociedad.<br />

Otra distinción importante se refiere al tipo de socialización,<br />

difusa o restringida, según que esté<br />

orientada a toda la personalidad o sólo a un aspecto<br />

de la misma. La familia y la escuela pretenden<br />

formar la personalidad social del niño en todas sus<br />

dimensiones, en tanto que la Iglesia, por ejemplo, se<br />

consagra a la transmisión de unos mensajes y roles<br />

específicamente religiosos.<br />

Las líneas divisorias son difíciles de trazar, pero<br />

es posible, sin embargo, proponer esta clasificación:<br />

AGENTES DE SOCIALIZACION<br />

Socialización Socialización<br />

primaria secundaria<br />

- familia - comunidad rural<br />

- escuela - comunidad ur-<br />

De tipo - grupos de iguales bana<br />

difuso - medios comunicación<br />

de masas<br />

De tipo<br />

restringido<br />

- movimientos juve- - empresa<br />

niles (escultis- - sindicatos<br />

mo...) - partidos políticos<br />

- Iglesia ...<br />

En las páginas siguientes se examinan los cuatro<br />

agentes de socialización a los que suelen conceder<br />

mayor atención los sociólogos: la familia, la escuela,<br />

los grupos de iguales y los medios de comunicación<br />

de masas.<br />

a) La familia como agente<br />

de la socialización primaria<br />

La influencia socializadora de la familia es de<br />

primer orden por diversas razones. El núcleo central<br />

de la socialización primaria consiste en la captación<br />

e interiorización de las expectativas del rolo<br />

roles por parte del niño y su posterior inserción en<br />

la estructura social mediante la aceptación de ese<br />

rol y la ocupación del status correspondiente. Este<br />

proceso recorre tres etapas, y en las tres la familia<br />

desempeña una función privilegiada.<br />

En primer lugar, el niño se pone en contacto con<br />

las pautas o normas de conducta no en abstracto,<br />

sino por medio de su percepción de la conducta de<br />

los demás. Pero no todas las personas que rodean al<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 261


niño tienen sobre él este poder sugestivo de presentación<br />

eficaz de pautas de conducta. Para que el<br />

niño se interese por ellas e inicie un esfuerzo de<br />

interiorización personal, es preciso que ciertas personas<br />

signifiquen mucho para él, bien sea por la<br />

posición que ocupan ante el niño (padres, hermanos,<br />

gente que lo cuida, etc.), o bien por una serie de<br />

rasgos peculiares que lo atraen.<br />

Estos «otros» interesantes se convierten para el<br />

niño en lo que se ha llamado «otros significativos».<br />

Los «otros significativos» exhiben ante el niño una<br />

conducta y lo impulsan a adoptar un comportamiento.<br />

En esta primera etapa, el niño percibe que<br />

la conducta de las personas mayores tiene cierta<br />

congruencia y predictibilidad, patentes para él en<br />

gestos y actitudes como los siguientes: visitas regulares<br />

a los familiares y amigos, conversaciones periódicas<br />

sobre ciertos temas, ausencias significativas<br />

de ciertos asuntos de conversación, fiestas familiares<br />

o patrióticas, «rituales» domésticos: comidas,<br />

«vestirse para salir» o «para trabajar» o «para<br />

ir a clase» o «para ir a la cama», etc.<br />

En segundo lugar, el niño «aprende» definiciones<br />

de situaciones y de status sociales, procedentes también,<br />

en general, de la conducta de los «otros significativos».<br />

Veamos, por ejemplo, los casos siguientes<br />

y sus implicaciones directas o indirectas para la<br />

socialización del niño:<br />

Comportamientos de los<br />

otros significativos ----'>-<br />

- Regalan una muñeca,<br />

un libro, un rompecabezas,<br />

etc.<br />

- Castigan el desorden,<br />

las faltas de cortesía,<br />

etc.<br />

- Critican la deshonestidad<br />

de un político, de<br />

un funcionario, etc.<br />

262 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Definiciones sociales de<br />

conducta o status<br />

- Subrayan la feminidad,<br />

el valor del conocimiento,<br />

la importancia<br />

del ingenio, etc.<br />

- Hacen valorar el orden,<br />

la educación social,<br />

etc.<br />

- Destacan la importancia<br />

del «juego limpio»<br />

como norma social<br />

fundamental, etc.<br />

En tercer lugar, los «otros significativos» se presentan<br />

al niño como modelos de conducta, modelos<br />

que más tarde se encargan los cuentos y películas<br />

infantiles de interpretar y modificar, las instituciones<br />

secundarias (centro educativo, Iglesia, asociaciones,<br />

etc.) de reforzar, y todo el sistema de sanciones<br />

de inculcar y mantener.<br />

Tiene tal importancia esta «presentación de modelos»,<br />

que algunos autores tienden a sintetizar todo<br />

el proceso de socialización con esta fórmula algo<br />

simplista: presentar, interpretar, ejemplificar, inculcar<br />

y exigir modelos de conducta que respondan<br />

al esquema de valores dominante en una sociedad<br />

determinada.<br />

En la incorporación a la personalidad del niño<br />

de las expectativas sociales a través de la percepción<br />

de comportamiento, definiciones y modelos<br />

presentados por los «otros significativos» se presentan<br />

a veces lo que llaman los sociólogos las discontinuidades<br />

en el proceso de socialización. El niño va<br />

atravesando una serie de status de edad y puede<br />

encontrar que las expectativas y pautas de un status<br />

no son congruentes con las que se le presentan<br />

en el status inmediatamente siguiente, o incluso<br />

son contradictorias.<br />

En un caso extremo, que constituye el quicio<br />

sobre el que gira el problema del conflicto generacional,<br />

el adolescente incorpora pautas y normas<br />

que tiene que desechar en cuanto se le declara<br />

mayor de edad (represión sexual, sumisión a la figura<br />

del padre, irresponsabilidad consagrada en asuntos<br />

serios, etc.). La discontinuidad puede adoptar<br />

también otra forma: la discontinuidad en valores y<br />

pautas según el sexo a que se pertenece.<br />

A lo largo de las tres etapas anteriores entran en<br />

juego dos fuerzas o elementos psicológicos cuya<br />

existencia y funcionamiento son requisito indispensable<br />

para que los «otros significativos» tengan influencia<br />

real en la socialización del niño. Estos dos<br />

elementos son el apego afectivo y la aparición y<br />

desarrollo del yo-objeto. Si existe el apego afectivo,<br />

se tenderá a buscar la estima, aprobación y amor de<br />

dichos «otros» pensando y comportándose como<br />

ellos.<br />

El desarrollo del yo-objeto es igualmente necesario<br />

para que las expectativas que los demás


proyectan sobre el niño puedan prender en un terreno<br />

consistente y convertirse en pautas interiorizadas<br />

y, finalmente, en rol incorporado. Si el niño no<br />

puede pensar sobre sí mismo, imaginarse a sí mismo<br />

en una variedad de situaciones sociales, valorarse<br />

a sí mismo como actor social, etc., las expectativas<br />

de los demás se le presentan como una exigencia<br />

informe e ininteligible. Esto le ocurre al niño<br />

pequeño y deja de pasarle a medida que crece, gracias<br />

a la intervención de los siguientes factores:<br />

- La imitación de conductas específicas que se<br />

presentan en la interacción familiar (papá, mamá,<br />

hermano mayor, etc.) y que habitualmente son recompensadas<br />

por las personas mayores con muestras<br />

de agrado y afecto.<br />

- El juego inconsciente de un rol específico con<br />

la aceptación de las pautas formales de dicho rol.<br />

Algunos juegos infantiles proporcionan a los niños<br />

esa oportunidad.<br />

- Percepción de la reacción positiva o negativa<br />

de los demás ante su juego personal de roles, con lo<br />

que el niño recibe un estímulo positivo o negativo a<br />

continuar en un juego socializador. El niño se ve a<br />

sí mismo en el «espejo» que le brindan las reacciones<br />

de las personas mayores que lo ven jugar, y este<br />

«espejo» social le ayuda a perfeccionar sus ensayos<br />

de adulto.<br />

- Inserción del niño en situaciones sociales en<br />

las que debe responder al mismo tiempo a diversas<br />

expectativas procedentes de diversas fuentes, lo que<br />

le obliga a una articulación racional y congruente<br />

de las mismas. Esta articulación se va a convertir<br />

para él, finalmente, en un rol compuesto, con lo que<br />

el proceso de socialización ha conseguido uno de<br />

sus objetivos.<br />

En esta línea es muy importante su articulación<br />

personal de las expectativas de los compañeros de<br />

clase y de sus profesores, que harán aparecer en el<br />

niño el primer rol complicado de su vida: el de<br />

alumno.<br />

Se presentan a menudo dos dilemas en la realización<br />

práctica de la socialización familiar. El primero<br />

consiste en el conflicto entre la lealtad de los<br />

padres al sistema de valores de su generación y la<br />

necesidad de inculcar a los hijos valores adaptados<br />

a las nuevas y cambiantes situaciones sociales, sobre<br />

todo en épocas marcadas por rápidas transformaciones.<br />

El segundo procede del choque entre<br />

el particularismo típico del ambiente y de la estructura<br />

familiar y las exigencias crecientemente universalistas<br />

de la sociedad moderna. Esquemáticamente<br />

se podrían presentar ambos dilemas de la<br />

forma siguiente:<br />

1. er Dilema: «continuidad<br />

o cambio social"<br />

• Planteamiento: La familia es por naturaleza<br />

una institución conservadora y tradicional. Los padres<br />

han sido socializados de acuerdo con valores y<br />

pautas vigentes en su época y siguiendo técnicas<br />

consagradas por la tradición. La tentación perenne<br />

consistirá en transmitir a los hijos esos mismos<br />

valores y pautas, empleando idénticas técnicas. El<br />

riesgo evidente es la inadecuación de valores y técnicas<br />

a la cultura real que tienen que vivir los hijos.<br />

• Alternativas: Son tres las más importantes:<br />

- absentismo educativo de los padres, que se<br />

perciben impotentes ante los nuevos cambios;<br />

- pseudomodernización de los padres, que, sin<br />

alterar desde dentro sus valores y creencias, siguen<br />

torpemente las «modas» de los nuevos tiempos, o<br />

piden «prestados» a otros agentes de socialización<br />

(libros para padres, consejeros familiares, programas<br />

para adultos educadores, etc.) los nuevos valores<br />

y técnicas a que hay que someterse para socializar<br />

a los niños con éxito;<br />

- «conversión» real de los padres al nuevo esquema<br />

de valores y nuevas técnicas educativas, e<br />

incluso creación por parte de ellos de fórmulas educativas<br />

más modernas.<br />

Una ilustración histórica es la de Alex Inkeles en<br />

su estudio sobre la adaptación de padres de familia<br />

rusos, educados en la época zarista y obligados a<br />

transmitir a sus hijos los valores de la nueva época<br />

inaugurada por la revolución bolchevique. La<br />

mayor parte supieron adaptarse a las exigencias del<br />

nuevo sistema socio-político creado, y transmitir a<br />

sus hijos nuevas pautas y orientaciones vitales más<br />

en consonancia con los ideales marxistas: primacía<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 263


de los motivos políticos en la elección de ocupación,<br />

valor del saber por sí mismo, una menor insistencia<br />

en las recompensas materiales que la vida profesional<br />

puede proporcionar, etc.<br />

Concluye Inkeles:<br />

«La generación que protagonizó la revolución no<br />

actuó de manera pasiva ante su deber de socializar a<br />

la generación posrevolucionaria, sino que fue capaz<br />

de cambiar las pautas fundamentales que caracterizaron<br />

a la socialización que ellos recibieron de sus<br />

padres».<br />

2." Dilema "particularismo<br />

o universalismo»<br />

La familia es por naturaleza un grupo o institución<br />

particularista, es decir, pone por encima de<br />

todo la lealtad intrafamiliar, el trato preferencial a<br />

los miembros de la familia, el espíritu de familia,<br />

los deberes recíprocos, etc. Pero la sociedad es notablemente<br />

más universalista, aunque las diferencias<br />

entre los diversos países sea todavía muy grande.<br />

La sociedad moderna se rige generalmente por<br />

principios universalistas, tratando a las personas<br />

según derechos comunes a todos y no otorgando<br />

otras preferencias que las dictadas por los méritos,<br />

esfuerzos y valores que los hombres desarrollan de<br />

manera desigual a lo largo de su vida. El conflicto<br />

está patente, sobre todo, si el centro educativo se<br />

estructura siguiendo los patrones de un grupo primario<br />

-con rasgos y tendencias particularistas muy<br />

claros-, mientras que la sociedad sigue fórmulas<br />

parecidas a las que siguen los grupos secundarios,<br />

más universalistas.<br />

Las tres alternativas más frecuentes son:<br />

- la sociedad es también particularista, si bien<br />

no tan rígidamente como la familia. En principio<br />

no existiría el problema, al existir congruencia entre<br />

la socialización facilitada por el grupo familiar<br />

y el talante mismo de la sociedad;<br />

- estalla tarde o temprano el conflicto entre las<br />

dos culturas. El adolescente o el joven tendrá que<br />

aceptar una ligera o una fuerte «resocialización» en<br />

valores parcialmente contrapuestos a los aprendidos<br />

en la interacción familiar;<br />

264 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- la aCClOn conjunta de los demás agentes de<br />

socialización, especialmente la del centro educativo,<br />

reduce o elimina el excesivo particularismo incorporado<br />

a lo largo de la socialización familiar.<br />

El profesor Murillo ha ilustrado agudamente este<br />

dilema con su descripción del particularismo de<br />

la familia española de los años 50 y 60, cuyas características<br />

más pronunciadas eran la ideología de la<br />

recomendación, el cinismo paterno al exponer ante<br />

su hijo la importancia del «trabajo duro» para<br />

triunfar en la vida, el falso sentido democrático de<br />

cierta clase alta española que enmascaraba la conciencia<br />

de una desigualdad social tan arraigada que<br />

ninguna llaneza en el trato podía amenazar, el absentismo<br />

de ciertas profesiones que, aunque operan<br />

en ambientes rurales, no actúan de fermento social<br />

de una población socialmente deprimida, etc.<br />

El diagnóstico de Murillo es de una gran lucidez:<br />

«En España faltan otros agentes de socialización<br />

que actúen de correctores del excesivo particularismo<br />

familiar».<br />

b) El centro educativo<br />

y sus funciones sociales<br />

La función socializadora del centro educativo es<br />

la más visible entre las funciones generales del sistema<br />

de enseñanza, que pueden describirse así:<br />

- Función socializadora: La escuela transmite a<br />

cada generación saberes y valores de la generación<br />

anterior, y las destrezas más valoradas y exigidas<br />

socialmente. De esta forma, la enseñanza contribuye<br />

objetivamente a consolidar las estructuras<br />

existentes y a formar individuos preparados para<br />

vivir en la sociedad tal como es, adaptándolos a sus<br />

roles sociales.<br />

En este sentido, la educación es conservadora<br />

por naturaleza, al proporcionar a la sociedad, en<br />

palabras de un gran sociólogo, «los medios con los<br />

que el grupo recrea las condiciones de su propia<br />

existencia».<br />

Desde otra perspectiva, se entiende la socialización<br />

como formación cívica, sobre todo en los países<br />

que recientemente han conquistado o recobrado


PARA COMPRENDER LA SOC/OLOGIA 265


su identidad nacional, y de formación ideológica en<br />

los países en los que una revolución triunfante juzga<br />

deber suyo conquistar los espíritus y destruir los<br />

bastiones del pasado.<br />

- Función reproductora de la sociedad, entendida<br />

en un doble sentido:<br />

En primer lugar, como mecanismo de formación<br />

de las élites dominantes, seleccionando a los futuros<br />

elegidos mediante un complejo juego de cribas y<br />

promociones que aseguran el triunfo académico de<br />

los niños y jóvenes de clases privilegiadas socioeconómicamente.<br />

La estructura social queda así bloqueada, y la<br />

promoción social por medio de la educación, conquista<br />

de las sociedades desarrolladas, acaba teniendo<br />

como objetivo real la discriminación social<br />

y la perpetuación de las desigualdades socio-económicas.<br />

'El famoso Informe Faure sugiere a este respecto<br />

que<br />

«si los mecanismos sociales tienen fatalmente como<br />

efecto favorecer el éxito escolar de los niños salidos de<br />

ambientes socioculturales privilegiados, hay que ver<br />

en ello una consecuencia, no una finalidad de la escuela».<br />

Es decir, sería una función latente de la escuela,<br />

aunque muchos centros elitistas y cerrados la convierten<br />

en objetivo expresamente asumido.<br />

En segundo lugar, la función reproductora puede<br />

entenderse como la tendencia de la escuela a reflejar<br />

la sociedad existente en sus rasgos dominantes.<br />

Así entendida:<br />

- sería vano esperar una educación racional y<br />

humana en una sociedad injusta;<br />

- una sociedad burocratizada encontrará dificultad<br />

en concebir que la escuela debe estar hecha<br />

para el niño y no el niño para la escuela;<br />

- los regímenes autoritarios, basados en la obediencia<br />

a ultranza de sus súbditos, no pueden desarrollar<br />

una educación para la libertad;<br />

- en un sistema económico en el que el trabajo<br />

está alienado, la escuela tenderá igualmente a alie-<br />

266 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

nar a sus alumnos, impidiendo así un trabajo creador<br />

y satisfactorio;<br />

- una sociedad de privilegios y discriminaciones<br />

no puede engendrar fácilmente un sistema de<br />

enseñanza democrático.<br />

- Función renovadora de las estructuras sociales,<br />

bien mediante la difusión de nuevas mentalidades y<br />

formas de orientar la vida, bien sirviendo a una<br />

minoría de vehículo de movilidad social, proporcionándole,<br />

con un nivel educativo alto, el medio fundamental<br />

de las sociedades modernas para ascender<br />

en la pirámide social a posiciones más elevadas.<br />

Aunque no pueda hablarse propiamente de una<br />

función oficial de la escuela, lo cierto es que ésta<br />

suele ayudar al niño y al adolescente a independizarse<br />

afectivamente de sus padres, proporcionándoles<br />

otras lealtades, otros modelos de conducta y<br />

otras fuentes de conocimiento.<br />

El profesor, como agente socializador, recibe la<br />

mayor parte de su eficacia socializadora del hecho<br />

de constituir para sus alumnos un «otro significativo»<br />

de gran importancia y acusada novedad. En<br />

esta misma línea hay que considerar su idoneidad<br />

básica para actuar como modelo de comportamiento<br />

ante los chicos, y representar ciertos valores e<br />

ideales consagrados por la tradición como integrantes<br />

de la figura del «maestro»: autoridad firme,<br />

valor del conocimiento, responsabilidad cívica, cortesía,<br />

etc.<br />

Por medio del profesor y de otras autoridades<br />

escolares, el centro educativo maneja mecanismos<br />

de comprobada eficacia en la tarea de socializar al<br />

niño: recompensas y castigos, categorización de los<br />

niños según sus méritos y sus esfuerzos académicos,<br />

lazos afectivos entre profesor y alumnos, etc.<br />

En la práctica, todos los sistemas educativos<br />

tienden a controlar la conducta futura de los hom­<br />

. bres que forman por medio del esquema de valores<br />

inculcado. Esta inducción de valores se puede realizar<br />

de diversas formas:<br />

- conformando la estructura misma del sistema<br />

educativo y de la clase o aula a los valores que se<br />

quieren comunicar. En bastantes países europeos,<br />

en contraste con Estados Unidos, los alumnos que<br />

siguen estudios secundarios aceptan implícitamen-


te un rol de pasividad política embebido en la cultura<br />

del centro, y un tipo de autoridad autocrática<br />

perfectamente ejemplificado por el profesor, aunque<br />

las estructuras escolares se han democratizado<br />

considerablemente en las dos últimas décadas;<br />

- intentando socializar directamente a los niños<br />

en los valores considerados como esenciales en esa<br />

sociedad. Ciertas materias se prestan mejor para<br />

estos intentos, como la historia, las ciencias sociales,<br />

la filosofía, etc.;<br />

- organizando actividades, clubs escolares, asociaciones<br />

diversas, etc., que refuerzan el tipo de<br />

socialización deseada.<br />

VALORES TIPICOS<br />

DE UNA SOCIEDAD<br />

ORIENTADA AL «DESARROLLO»<br />

- El logro o éxito personal como valor central, al que<br />

seguirán las recompensas típicas: status, amigos y dinero.<br />

- El trabajo duro.<br />

- El materialismo o tendencia a valorar las cosas según<br />

la cantidad de dinero, seguridad y confort que proporcionan.<br />

- Acción, dinamismo y eficacia.<br />

- Individualismo y agresividad personal, valores a los<br />

que se pueden también agregar los siguientes: disponibilidad<br />

para aceptar riesgos y amor a la competición.<br />

- Desarrollar buenas relaciones personales y llevarse<br />

bien con todos.<br />

- Voluntad y optimismo.<br />

- El trabajo en equipo.<br />

- El énfasis en «obtener resultados», «hacer cosas»,<br />

«ser práctico», etc.<br />

No faltan pensadores que rechazan la idea de la<br />

educación como adoctrinamiento o instrumento<br />

para imponer y mantener una ideología. En su concepción<br />

de lo que la educación debe primordialmente<br />

ser, subrayan como rasgo fundamental de la<br />

misma el constituir una actividad crítica. En esta<br />

línea habría que considerar como funciones del sistema<br />

educativo las siguientes:<br />

- Estimular a la gente a pensar con independencia<br />

y originalidad.<br />

- «Recompensar» al alumno que duda, pregunta,<br />

investiga, mantiene una postura escéptica, etc.<br />

- Centrarse no en matcrias abstrusas y recónditas,<br />

sino en los problemas candentes de la sociedad<br />

contemporánea.<br />

- Proporcionar una oposición permanente a las<br />

ortodoxias, ya sean intelectuales o políticas.<br />

- No ponerse al servicio del sistema económico,<br />

del gobierno, de los hombres de negocios, etc., sino<br />

proporcionar una base sólida para investigarlos y<br />

analizarlos. Es decir, desempeñar una función social,<br />

pero no una función servil.<br />

- Convertirse en una fuerza subversiva dentro<br />

de la sociedad.<br />

e) El grupo de iguales<br />

El grupo de iguales (


la y familia, por lo que preferimos analizar otro<br />

punto de mayor interés: las diferencias del «peer<br />

group» y los otros dos agentes socializadores ya<br />

estudiados. Mediante el examen de esas diferencias,<br />

se podrán comprender mejor las funciones específicas<br />

del «peer group» en la socialización del niño y<br />

del adolescente:<br />

Familia y centro educativo<br />

- Tratan ante e! niño temas<br />

convencionales y de una<br />

manera preferentemente<br />

convencional.<br />

- Restringen en cierta manera<br />

las perspectivas vitales<br />

de! niño haciéndole<br />

asumir dos roles relativamente<br />

sencillos: el de<br />

«buen hijo» y «buen estudiante».<br />

- Dan al niño experiencia<br />

de relaciones de autoridad<br />

y sumisión.<br />

- Mantienen celosamente<br />

lazos afectivos con el niño.<br />

- Plantean al niño exigencias<br />

de comportamiento<br />

desde un ángulo de autoridad.<br />

«Peer group»<br />

- Explora en grupo temas<br />

«tabús», sobre todo de tipo<br />

sexual.<br />

- Hace «explotar» el universo<br />

familiar y escolar<br />

del niño convirtiéndolo<br />

en persona social más<br />

compleja.<br />

- Da al miembro experiencias<br />

de relaciones igualitarias<br />

y democráticas.<br />

- Mediante el desarrollo de<br />

otros lazos de amistad,<br />

ayuda al niño a independizarse<br />

afectivamente de<br />

padres y profesores.<br />

- Proporciona al niño pautas<br />

de «evasión» de las<br />

exigencias procedentes<br />

de padres y profesores.<br />

Las funciones socializadoras del grupo de iguales<br />

son muy diversas: favorece la autonomía del<br />

pensamiento mediante la discusión, reflexión, verificación<br />

y critica; desempeña un papel liberador de<br />

las perspectivas anteriores; agudiza la inteligencia<br />

personal y el juicio del sujeto; convierte las reglas y<br />

principios heterónomos en convicciones propias; y<br />

ayuda a la interiorización de los conocimientos,<br />

normas y valores del medio ambiente, que así acaban<br />

convirtiéndose en la «conciencia».<br />

268 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

Hay que recordar también la función selectiva y<br />

orientadora que el «peer group» desempeña en relación<br />

con la «exposición» del niño a la influencia de<br />

los medios de comunicación de masas. Diversas investigaciones<br />

han podido establecer los tres puntos<br />

siguientes:<br />

- Los miembros del «peer group» tienden a valorar<br />

los medios de comunicación de masas en función<br />

de su contribución a la vida social del grupo,<br />

en tanto que los niños que no forman parte de un<br />

«peer group» aprecian en los mismos la oportunidad<br />

que les brinda de evasión y escape.<br />

- Las actitudes y opiniones de los compañeros y<br />

amigos que integran el «peer group» sirven como<br />

de estímulo inicial para que el niño sea receptivo a<br />

la influencia de los medios de comunicación de masas<br />

y se aficione gradualmente a ciertas formas o<br />

ciertos contenidos de los mismos.<br />

- La estima original por ciertos medios de comunicación<br />

de masas, ciertos programas, etc., se ve<br />

reforzada si el niño encuentra en ellos un instrumento<br />

para ganar prestigio ante sus iguales o ser<br />

aceptado en un nuevo grupo.<br />

d) Los medios de comunicación<br />

de masas<br />

Los medios de comunicación de masas ejercen<br />

una influencia considerable y muy discutida sobre su<br />

alcance real. Muchos rasgos y elementos de la cultura<br />

popular que apenas encuentran cauces de comunicación<br />

en la familia, el centro educativo o los «peer<br />

group» los hallan sobradamente en la radio, la TV y<br />

las publicaciones para niños o jóvenes.<br />

De ahí que la función capital de dichos medios<br />

consiste en ensanchar los horizontes infantiles, asomando<br />

al niño a mundos nuevos, proponiéndole<br />

roles de índole profesional, social o política, a veces<br />

muy alejados de su contexto habitual y que el centro<br />

educativo duda muchas veces en presentarle.<br />

Psicólogos y sociólogos coinciden en las limitaciones<br />

de este agente de socialización. Aparte de las<br />

ya mencionadas al tratar de los «peer group», señalemos<br />

las siguientes:<br />

- La percepción selectiva y la influencia de temas,<br />

modelos y «héroes» propuestos por los medios


de comunicación de masas dependen fundamentalmente<br />

del status socioeconómico del niño y de su<br />

vida familiar.<br />

- Los niños orientados hacia su familia y que<br />

encuentran en ella satisfacción afectiva suficiente<br />

prefieren los programas de dibujos animados, animales,<br />

violencia, etc.<br />

- Las reacciones del niño dependen básicamente<br />

de su nivel de desarrollo.<br />

- Una de las mayores limitaciones de los medios<br />

de comunicación de masas procede de su tendencia<br />

a presentar modelos de conducta y situaciones sociales<br />

excesivamente exóticos para el niño y, por<br />

consiguiente, sin «garra» ni influencia real.<br />

La creciente influencia de los medios de comunicación<br />

de masas plantea un problema, no exclusivo<br />

por otra parte de este agente de socialización. Se<br />

trata del conflicto de los modelos de niños y de jóvenes<br />

presentados a través de la TV, la prensa infantil<br />

y juvenil, etc., con los modelos que la familia y la<br />

escuela, sobre todo, intentan transmitir e imponer.<br />

Además, los modelos propuestos por la TV suelen<br />

ser típicos de la clase media, lo que agudiza el<br />

conflicto en ambientes obreros.<br />

EL FASCINANTE HORIZONTE<br />

DE LA PERSONALIZACION<br />

111i DIIi ! di !liD.diI<br />

!lidt lIIi<br />

_..<br />

«... a medida que se desarrollan las sociedades democráticas<br />

avanzadas, éstas encuentran su inteligibilidad a la luz de una<br />

lógica nueva que llamamos aquí el proceso de personalización,<br />

que no cesa de remode!ar en profundidad el conjunto de los<br />

sectores de la vida social....<br />

Negativamente, el proceso de personalización remite a la<br />

fractura de la socialización disciplinaria; positivamente, corresponde<br />

a la elaboración de una sociedad flexible basada en la<br />

información y en la estimulación de las necesidades, el sexo y la<br />

asunción de los factores humanos, en el culto a lo natural, a la<br />

cordialidad y al sentido de! humor. Así opera e! proceso de<br />

personalización, nueva manera para la sociedad de organizarse<br />

y orientarse, nuevo modo de gestionar los comportamientos, no<br />

ya por la tiranía de los detalles, sino por e! mínimo de coacciones<br />

y el máximo de elecciones privadas posible, con el mínimo de<br />

austeridad y el máximo de deseo, con la menor represión y la<br />

mayor comprensión posible.<br />

Proceso de personalización en la medida en que las instituciones<br />

desde este momento se adaptan a las motivaciones y deseos,<br />

incitan a la participación, habilitan el tiempo libre y el ocio,<br />

manifiestan una misma tendencia a la humanización, a la diversificación,<br />

a la psicologización de las modalidades de la socialización:<br />

después de la educación autoritaria y mecánica, el régimen<br />

homeopático y cibernético; después de la administración<br />

imperativa, la programación opcional a la carta.<br />

Nuevos procedimientos inseparables de nuevos fines y legitimidades<br />

sociales: valores hedonistas, respeto por las diferencias,<br />

culto a la liberación personal, al relajamiento, al humor y a la<br />

sinceridad, al psicologismo, a la expresión libre: es decir, que<br />

priva una nueva significación de la autonomía dejando muy<br />

atrás el ideal que se fijó la edad democrática autoritaria. Hasta<br />

la fecha en realidad reciente, la lógica de la vida política, productiva,<br />

moral, escolar, asilar, consistía en sumergir al individuo<br />

en reglas uniformes, eliminar en lo posible las formas de<br />

preferencias y expresiones singulares, ahogar las particularidades<br />

idiosincrásicas en una ley homogénea y universal, ya sea la<br />

«voluntad general», las convenciones sociales, el imperativo moral,<br />

las reglas fijas y standarizadas, la sumisión y abnegación<br />

exigidas por el partido revolucionario: todo ocurrió como si los<br />

valores individualistas en el momento de su aparición debieran<br />

ser enmarcados por sistemas de organización y sentido que conjurasen<br />

de manera implacable su indeterminación constructiva.<br />

Lo que desaparece es esa imagen rigorista de la libertad,<br />

dando paso a nuevos valores que apuntan al libre despliegue de<br />

la personalidad íntima, la legitimación del placer, el reconocimiento<br />

de las peticiones singulares, la modelación de las instituciones<br />

en base a las aspiraciones de los individuos».<br />

Lecturas<br />

Gilles Lipovetsky, La era del vacío.<br />

Ensayos sobre el individualismo contemporáneo.<br />

Anagrama, Barcelona 1986,5-7.<br />

A. Bandura y R. H. Walters, Aprendizaje social y desarrollo<br />

de la personalidad. Alianza Editorial, Madrid 1978.<br />

J. Piaget, El criterio moral del niño. Fontanella, Barcelona<br />

1971.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOCIA 269


V<br />

LA DIMENSION DINAMICA<br />

DE LA SOCIEDAD


E l<br />

18<br />

Adagio:<br />

El declive de lo sagrado<br />

y el cambio religioso<br />

paisaje social se ha ido erizando de fábricas,<br />

Bancos y grandes edificios de oficinas.<br />

La sociedad se ha ido convirtiendo en la «jaula de<br />

hierro» que predijo Max Weber, con válvulas de<br />

escape más bien artificiosas, y con reductos de privatismo<br />

cada vez más horadados por los pitones del<br />

consumo y de la industria del ocio.<br />

y el «desencantamiento del mundo», la «muerte<br />

de los dioses», ha desembocado en lo que algunos<br />

sociólogos europeos, más pesimistas que sus colegas<br />

norteamericanos, han llamado «el declive de lo<br />

sagrado» o la secularización de la sociedad, uno de<br />

los cambios más relevantes de nuestros tiempos.<br />

Este es el «adagio» que sirve de pórtico a la<br />

última parte de Para comprender la sociología, dedicada<br />

al cambio y al conflicto en la sociedad.<br />

1. Un breve recorrido histórico<br />

En el país pionero de la industrialización/urbanización,<br />

el Reino Unido, el censo religioso de 1851,<br />

tras 100 años de vertiginosa industrialización, confirmó<br />

los temores del declive de la influencia de las<br />

Iglesias en el nuevo paisaje industrial.<br />

Aunque en cifras globales casi la mitad de la<br />

población asistía a los oficios de las iglesias, en las<br />

grandes ciudades el porcentaje era tan sólo de un<br />

tercio, mientras que en las áreas rurales se elevaba<br />

a dos tercios. Había excepciones que permitían pensar<br />

que el proceso de industrialización no era la<br />

única causa de la irreligiosidad o, cuando menos,<br />

del abandono de las prácticas religiosas, como el<br />

caso de Londres, en aquel entonces gran ciudad sin<br />

grandes fábricas, y con un nivel bajo de práctica<br />

religiosa. Pero en 1851, un estudio reveló que en<br />

algunas grandes ciudades no industriales la práctica<br />

religiosa era más alta que la media. Es decir, el<br />

declive religioso no era producto de la complejidad<br />

de la vida urbana, sino de una complejidad abrumadora<br />

-el caso de Londres-, o de una complejidad<br />

brusca y poco ordenada -el caso de las grandes<br />

ciudades que experimentaron un rápido proceso de<br />

industrialización-o<br />

La desorganización social y la ruptura del tejido<br />

tradicional y comunitario aparece como la causa<br />

más probable de la decadencia religiosa, junto con<br />

el crecimiento de la clase trabajadora, que se reveló<br />

enseguida como más indiferente a la religión que<br />

las clases medias. Entre los trabajadores, los más<br />

practicantes fueron los trabajadores especializados<br />

y con empleos fijos.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 273


Después de la Segunda Guerra Mundial -seguimos<br />

en el Reino Unido-, la población no católica<br />

había avanzado sin prisas y sin pausas por los caminos<br />

de la irreligiosidad. En un domingo cualquiera<br />

del año, sólo entre un 10 y un 15% asistía a los<br />

servicios religiosos, y a lo largo de todo el año en<br />

torno al 25% lo hacía de una forma irregular. Los<br />

ritos de pasaje gozaban de mayor aceptación: la<br />

muerte era objeto casi sin excepción de celebración<br />

religiosa, el nacimiento era seguido de bautismo en<br />

un 90% de los casos, y los matrimonios religiosos<br />

representaban el 90% del total de matrimonios.<br />

La Iglesia Católica resistió mucho mejor el impacto<br />

de la industrialización y desorganización social<br />

consiguiente. Los niveles de práctica religiosa<br />

fueron superiores a los de las confesiones protestantes,<br />

y no se produjeron defecciones masivas de fieles,<br />

como en Francia o en Italia. Los estudios sugieren<br />

como razón de esta resistencia algunas características<br />

del catolicismo inglés en contraste con la<br />

descomposición sufrida por los grupos protestantes:<br />

- El sistema jerárquico y centralizado de la<br />

Iglesia católica configura un rol laico bien definido y<br />

relativamente fácil, es decir, no obligado a participar<br />

en la formación y organización de su congregación<br />

religiosa, tarea que corre a cargo de «profesionales».<br />

Estos, el clero célibe, autoritario y jerarquizado,<br />

goza de una mayor capacidad para cambios y<br />

adaptaciones que una congregación organizada sobre<br />

bases democráticas.<br />

- La Iglesia Católica exige a sus fieles fe en Jesucristo<br />

y práctica sacramental, pero no que «se sientan<br />

mejores» después de haber asistido a los servicios<br />

religiosos, lo que facilita la pertenencia.<br />

- La Iglesia Católica no se sintió obligada a convertirse<br />

en el centro de amplias cruzadas contra el<br />

alcohol, la pobreza o la guerra, al contrario que<br />

algunas confesiones protestantes.<br />

- Los grupos católicos no están fundados ni se<br />

mantienen por vínculos comunitarios y de alto valor<br />

emocional, como los protestantes, sino por su<br />

adhesión a los ritos y ceremonias. Los ritos cristianos<br />

son expresión dramática de la redención y salvación<br />

del hombre y de su incorporación a Jesucristo;<br />

su «guión» está muy bien escrito -la precisa y<br />

274 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

magnífica liturgia católica- y es representado por<br />

«actores» perfcctamente preparados para desempeñar<br />

esos papeles: los sacerdotes y los monjes. Los<br />

laicos no tienen más que asistir, asentir e identificarse<br />

con los «actores»; en cambio, en las confesiones<br />

protestantes el «guión» es un esquema sucinto y<br />

abierto, y los «actores», los laicos, tienen que participar<br />

en la redacción y en la ejecución del «guión»;<br />

la resistencia a la participación es, lógicamente,<br />

mucho mayor, sobre todo cuando los participantes<br />

no forman una comunidad íntima.<br />

- Es de justicia mencionar el rico simbolismo<br />

de la Iglesia Católica, su mayor uso de la música,<br />

del lenguaje poético y algo esotérico, y de las artes<br />

visuales, lo que permite interpretaciones plurales<br />

del credo religioso, suaviza las críticas racionalistas<br />

propiciadas por el lenguaje vernáculo y desnudo de<br />

las confesiones protestantes, y atrae por la fuerza de<br />

su propia belleza. «Las satisfacciones estéticas pueden<br />

acallar las incertidumbres intelectuales».<br />

2. Del «Angelus» de Millet<br />

a los paisajes «negros»<br />

del industrialismo<br />

Es un tópico peligroso: el campesino «profundamente<br />

religioso» frente al «obrero industrial» descristianizado<br />

y anticlerical. Y por extensión, la sociedad<br />

tradicional y pre-industrial cristiana frente a<br />

la sociedad moderna e industrializada descristianizada<br />

o, incluso, pos-cristiana. El sociólogo de la<br />

religión Le Bras ya advirtió contra la nostalgia de la<br />

«Edad de Oro» del cristianismo en Francia; a su<br />

juicio, la Edad de Oro es «una ilusión de nuestro<br />

espíritu»; más que de decadencia continuada del<br />

catolicismo, lo que se percibe es «una oscilación de<br />

la fe, de la práctica y de las costumbres (y) cambios<br />

en la disciplina» (Gabriel Le Bras escribía estas<br />

palabras en 1955...).<br />

El «proletariado» no ha sido portador de una<br />

religiosidad específica, sino que se ha caracterizado<br />

por su indiferencia y por su oposición a la religión,<br />

hecho que encuentra su explicación en la legitimación<br />

religiosa de la política causante de su deterio-


ada situación económica y social y de la desigualdad<br />

social entre las clases.<br />

Cuando el proletariado toma una actitud religiosa,<br />

ésta tendrá las siguientes características:<br />

- reclamaciones político-sociales como algo<br />

querido por Dios;<br />

- clara orientación en búsqueda de «redención»,<br />

tanto más radical cuanto más bajo sea el<br />

estrato social a que pertenecen;<br />

- búsqueda de una dignidad supletoria garantizada<br />

por una «vocación»; lo que no pueden «ser», lo<br />

suplen por lo que «serán» algún día;<br />

- religiosidad providencialista y de retribución,<br />

basada en que Dios castigará algún día el pecado de<br />

los privilegiados, causa de su suerte, legitimando<br />

asi su propia condición, y la apetencia de una dignidad<br />

que no les ha tocado en suerte.<br />

A la hora de explicar la postura religiosa de<br />

indiferencia o de hostilidad de la clase obrera, con<br />

las excepciones conocidas -el caso de los trabajadores<br />

norteamericanos constituye la excepción por<br />

antonomasia, como luego se verá-, los sociólogos<br />

han echado mano de dos tipos de hipótesis.<br />

Las primeras se centran en las interpretaciones<br />

clásicas de la desafección religiosa: o bien un resultado<br />

de la indiferencia o de la hostilidad hacia la<br />

Iglesia en cuanto institución, en cuyo caso podría<br />

hablarse de a-eclesialidad o de «desenganche eclesial»,<br />

más que de descristianización; o bien como<br />

producto de una disminución o de una ausencia<br />

real del sentido religioso, en cuyo caso nos encontraríamos<br />

frente al ateísmo en sus diversas formas.<br />

En este segundo caso, la situación del proletariado<br />

no sería excepcional, sino común con todos los sectores<br />

de la sociedad industrial y tecnológica.<br />

Las segundas acuden a diversos factores a los<br />

que se atribuye la responsabilidad de la desafección<br />

religiosa de las clases trabajadoras:<br />

- cierta disposición o estructura de la sensibilidad<br />

individual de los obreros o de los proletarios urbanos,<br />

que los haría insensibles o alérgicos al mensaje<br />

y a la práctica religiosa;<br />

- Wl dato social o socio-cultural: la abstención<br />

no es primordialmente un comportamiento de tipo<br />

individual, sino un comportamiento de grupo, y<br />

obedece a una solidaridad o a una regla de grupo;<br />

- los acontecimientos que marcaron el nacimiento<br />

del proletariado industrial y cuyos efectos se han<br />

prolongado, debido al aislamiento cultural del sistema<br />

social constituido por los «herederos culturales»<br />

del proletariado original. Esos acontecimientos<br />

tienen que ver con la situación de explotación y<br />

deprivación y con la alianza de las Iglesias con los<br />

explotadores;<br />

- la disfuncionalidad específica de la Iglesia; específica,<br />

es decir, en relación con la población que<br />

se abstiene, insuficientemente atendida en sus específicas<br />

necesidades religiosas, o a la que se pretendió<br />

aplicar esquemas pastorales válidos para poblaciones<br />

rurales o para las clases medias.<br />

3. La religiosidad de los trabajadores<br />

norteamericanos: una excepción<br />

El contraste entre la vitalidad religiosa de los<br />

Estados Unidos y la de otros países fuertemente<br />

industrializados es una prueba de que los efectos de<br />

la industrialización sobre la religión no son uniformes<br />

ni uniformemente destructivos. El contraste es<br />

llamativo, en especial entre los Estados Unidos y el<br />

Reino Unido, primer país industrializado, y ambos<br />

de cultura anglosajona y protestante.<br />

Para explicar esta diferencia, se han citado tres<br />

rasgos propios de la sociedad norteamericana que no<br />

aparecen en la británica, a saber:<br />

- la ausencia de toda Iglesia institucionalizada<br />

desde su independencia;<br />

- los efectos de una amplísima inmigración,<br />

procedente de muchos y diversos países europeos;<br />

- el alto valor atribuido a la igualdad de oportunidades.<br />

Bryan Wilson insiste en la importancia de estos<br />

factores. Acepta el argumento de Herberg de que, a<br />

excepción de unas pocas sectas muy reducidas, todos<br />

los grupos religiosos de los Estados Unidos rinden<br />

culto al mismo «American way of life», o modo<br />

de vida americano. Ser norteamericano incluye ser<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 275


eligioso y hallar en la religión la confirmación de<br />

los valores norteamericanos de individualismo, dinamismo,<br />

eficiencia y auto-superación.<br />

Las razones por las que los norteamericanos dan<br />

a estos valores una expresión religiosa son dos:<br />

- el fuerte apego que sienten los norteamericanos<br />

de la tercera generación de inmigrantes en adelante<br />

por la fe de sus antepasados;<br />

- la necesidad que todo norteamericano siente<br />

de pertenecer a una comunidad que le ofrezca unas<br />

cálidas relaciones personales, como reacción frente<br />

a la vasta, impersonal e inestable sociedad en que<br />

se ve obligado a vivir.<br />

(Se ha llamado a la sociedad norteamericana<br />

una sociedad de «joiners», de gente que tiende a<br />

asociarse, a «juntarse» por cualquier motivo y para<br />

cualquier objetivo).<br />

La necesidad de una identidad y de pertenecer a<br />

una comunidad favorece la consolidación de grupos<br />

primarios de índole religiosa. Dado que todos estos<br />

grupos han gozado siempre de libertad y de un<br />

mismo status legal, no hay motivo alguno para la<br />

emergencia de un movimiento irreligioso como forma<br />

de protesta contra los privilegios religiosos. Esta<br />

es la diferencia más importante con respecto a<br />

Inglaterra, donde la Iglesia anglicana está institucionalizada<br />

por el Estado, y con respecto a otros<br />

países europeos, confesionales durante mucho<br />

tiempo.<br />

Tampoco existe razón alguna en Norteamérica<br />

para que las protestas de tipo religioso y social<br />

aparezcan vinculadas entre sí, mientras que en Inglaterra<br />

la institucionalización del anglicanismo<br />

hizo aparecer a la Iglesia como protectora de todo<br />

tipo de privilegios.<br />

La variedad de la religiosidad norteamericana<br />

es más aparente que real, ya que todos los grupos<br />

deben predicar los valores morales del americano,<br />

todos deben minimizar las diferencias teológicas y<br />

de todo tipo. Es decir, una auténtica religión civil<br />

subyace a la religiosidad de todos esos grupos y<br />

sectas, y, hasta cierto punto, la condiciona y modula.<br />

MacIntyre explica de forma muy distinta la diferente<br />

actividad religiosa en la Inglaterra industrial<br />

276 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

yen Norteamérica. Según él, el apartamiento de la<br />

Iglesia de la mayor parte del proletariado británico<br />

fue debido a un rechazo de la antigua concepción<br />

paternalista de la sociedad tras la experiencia de la<br />

vida en las grandes ciudades industriales.<br />

Los valores que con la experiencia surgieron en<br />

el seno de esta sociedad fueron las «virtudes secundarias»,<br />

el valor de atenerse a las «reglas del juego»<br />

y de la tolerancia mutua. En Norteamérica, la revolución<br />

industrial se dio en una sociedad inicialmente<br />

más igualitaria, fuertemente aferrada a los valores<br />

de la libertad individual y la igualdad de oportunidades.<br />

El progreso de la industrialización, en cuanto<br />

absorbió sucesivas oleadas de inmigrantes, confirmó<br />

estos valores. La religión es allí más fuerte porque<br />

se da una unidad de valores positivos efectivamente<br />

compartidos por todos los grupos, con diferencias<br />

superficiales.<br />

4. El panorama de<br />

las sociedades industriales<br />

La diferente predisposición del catolicismo y del<br />

protestantismo a acusar los efectos debilitantes de<br />

la sociedad industrial, se ha prolongado hasta hoy.<br />

Los datos relativos a los comienzos de la década de<br />

los 70 pueden sintetizarse así:<br />

- El catolicismo británico ha sido más resistente<br />

que el anglicanismo o que las diversas confesiones<br />

protestantes. La Inglaterra protestante presenta una<br />

tasa de práctica más bien alta, así como Escocia y<br />

Gales; pero los católicos de estos mismos países<br />

practican aún más.<br />

- El mismo tipo de proporción entre protestantes<br />

y católicos puede apreciarse en los Estados Unidos,<br />

aunque los niveles absolutos son más altos.<br />

- En Alemania occidental, los índices de práctica<br />

regular de protestantes y católicos son similares a<br />

los norteamericanos, con una marcada superioridad<br />

de los católicos.<br />

- En Holanda puede apreciarse el mismo fenómeno,<br />

puesto que quienes no se atribuyen afiliación


eligiosa son, en su mayoría, protestantes que han<br />

abandonado su religión o descendientes de ellos.<br />

Los católicos holandeses presentan un nivel de<br />

práctica muy alto (hoy drásticamente reducido); los<br />

miembros de la antigua Iglesia reformada, mucho<br />

más bajo; yen una posición intermedia, con un 10%<br />

de la población, está la nueva Iglesia reformada<br />

neocalvinista.<br />

- La tasa más baja de asistencia a los oficios<br />

religiosos se halla en los países casi exclusivamente<br />

protestantes, como Noruega y Suecia. Existe una<br />

diferencia entre los medios urbanos y los rurales, ya<br />

que las grandes ciudades presentan los más bajos<br />

niveles; no obstante, el nivel rural es también muy<br />

bajo.<br />

- En Francia, la minoría protestante mantiene<br />

su fuerza, mientras que la práctica entre los católicos<br />

es, en cifras globales, mucho más baja. Existe,<br />

además, una proporción muy significativa de gente<br />

sin afiliación religiosa.<br />

- Bélgica e Italia, países casi por completo cató-<br />

RELIGIOSIDAD DE LOS PAISES DE LA CE<br />

licos, presentan unos índices globales algo superiores<br />

a los de Francia.<br />

- Irlanda, España y Portugal presentaban a comienzos<br />

de la década de los 70 las tasas de participación<br />

religiosa más altas de Europa.<br />

En conclusión, las cifras globales nacionales, e<br />

incluso las regionales, ocultan importantes diferencias<br />

en la práctica religiosa y en la influencia del<br />

urbanismo y de la industrialización. Las zonas rurales<br />

de Suecia y Noruega presentan porcentajes<br />

muy bajos de práctica. Es igualmente evidente que<br />

algunos de los más bajos porcentajes de práctica<br />

católica se dan en las zonas rurales francesas, y que<br />

este bajo porcentaje es anterior al desarrollo industrial<br />

general en toda la nación. Así, pues, resulta<br />

ciertamente evidente que ni la vida urbana ni la<br />

industria pueden ser, en un medio protestante o<br />

católico, las únicas causas de un abandono generalizado<br />

de la práctica religiosa.<br />

Ya en los umbrales de la última década del siglo,<br />

la religiosidad europea presenta este perfil:<br />

B DK RFA GR E F IR IT LX HL P RU CE<br />

Persona religiosa 62 48 63 85 68 50 72 82 62 48 86 58 65<br />

Persona no religiosa 18 36 25 10 14 23 24 5 22 34 7 27 20<br />

Agnóstico 4 1 1 2 6 5 O 7 1 3 1 6 4<br />

Ateo 7 5 3 2 7 14 1 3 4 7 3 5 6<br />

NS/NC 10 10 7 2 5 9 3 4 11 8 3 4 5<br />

TOTAL 101 100 99 101 100 101 100 101 100 100 100 100 100<br />

B = Bélgica; DK = Dinamarca; RFA = República Federal de Alemania; E = España; F = Francia; IR = Irlanda; IT =<br />

Italia; LX = Luxemburgo; HL = Holanda; P = Portugal; RU = Reino Unido; CE = Comunidad Europea).<br />

Fuente: Eurobarómeter 32 (dic. 1989).<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 277


5. El desvanecimiento de la<br />

sociedad tradicional y los<br />

diez impactos sobre la religiosidad<br />

Es mejor hablar de «desvanecimiento» que de<br />

liquidación, pues cuando se rememora la sociedad<br />

tradicional, cuando se la compara con la sociedad<br />

industrial desarrollada y, sobre todo, cuando se valoran<br />

las potencialidades y las realidades religiosas<br />

de ambas, no puede olvidarse que en la vida real de<br />

nuestras sociedades se mezclan rasgos de la cultura<br />

preindustrial con los de la cultura industrial o posindustrial.<br />

Además siguen vigentes en nuestro pensamiento<br />

y en nuestra crítica de la situación actual ciertos<br />

sesgos románticos o «rousseaunianos»: se tiende a<br />

imaginar aquellas sociedades, las tradicionales, como<br />

más armoniosas y tranquilas, fundadas sobre el<br />

consenso, en armonía con el entorno físico, y profundamente<br />

religiosas. La historia cuenta cosas<br />

muy diferentes.<br />

Es muy esclarecedor examinar los grandes rasgos<br />

estructurales y culturales de la sociedad moderna<br />

y actual, y tratar de apresar en cada caso el<br />

impacto sufrido por la sensibilidad religiosa y, en<br />

general, por la vida religiosa de las poblaciones<br />

afectadas. Tres grandes cambios dominan todos los<br />

demás y en algunos casos los absorben e incluyen:<br />

la transformación de la estructura económica, la<br />

creciente heterogeneidad y complejidad de la estructura<br />

social, y los cambios en la mentalidad y en<br />

la cultura.<br />

a) La estructura económica<br />

La estructura económica sufre el enorme impacto<br />

de la expansión del medio técnico, es decir, de la<br />

extensa red de máquinas y de técnicas complejas<br />

que se interponen entre el hombre y la materia/naturaleza,<br />

que el hombre considera su «deber divino»<br />

someter y explotar. Surge una economía de la<br />

producción, lo que implica tres cambios importantes:<br />

- se facilita, estimula y premia una alta productividad<br />

del trabajo humano;<br />

278 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

- la economía necesita estar siempre en expansión<br />

y, por consiguiente, valora el dinamismo económico<br />

por encima de cualquier consideración;<br />

- la actividad económica se hace necesariamente<br />

internacional.<br />

Esta cadena de cambios produjeron un primer<br />

impacto sobre la religiosidad: se impone como definición<br />

del hombre el hombre económico, y se asiste<br />

a la destrucción del cosmos sagrado, ya que el cosmos<br />

es desde ahora solamente un objeto-para-conocer-y-explotar.<br />

El máximo peligro de esta nueva orientación de<br />

la economía es la superproducción, para la cual de<br />

momento el hombre industrial sólo ha conocido dos<br />

remedios: la continua expansión del mercado y la<br />

reducción de las horas de trabajo. Surge así la civilización<br />

del ocio, de un ocio dirigido y explotado por<br />

el aparato productivo mismo.<br />

De ahí un segundo impacto sobre la religiosidad:<br />

las actividades de ocio, las vacaciones pagadas, los<br />

«fines de semana»... descomponen los espacios sagrados<br />

de la cultura tradicional y preindustrial.<br />

Ritos y prácticas tendrán que luchar por nuevos<br />

espacios en el consumo de tiempo del hombre actual.<br />

Por otra parte, los factores de una elevada productividad<br />

-la inversión de enormes capitales, la<br />

división cada vez mayor del trabajo y el desplazamiento<br />

de la mano de obra del sector agrícola a los<br />

sectores secundario y terciario- implican gigantescos<br />

trasvases de la población, una creciente desertización<br />

de las zonas rurales y la consolidación<br />

de las grandes ciudades industriales.<br />

Esto supone un tercer impacto sobre la religiosidad:<br />

la urbanización y la emigración plantean problemas<br />

muy graves tanto para las creencias tradicionales<br />

como para la necesaria adaptación de las<br />

Iglesias a las nuevas condiciones de vida.<br />

La estructura económica de la etapa industrial<br />

asiste, además, a la ruptura entre unidades productivas<br />

y unidades de consumo. El trabajador produce<br />

para un mercado que casi siempre desconoce, la<br />

familia pierde su antigua función de producción y<br />

se convierte en una mera unidad de consumo. El


aparato industrial ejerce grandes presiones sobre la<br />

población para que se produzca una elevación constante<br />

de las necesidades de consumo.<br />

Se sigue de este triunfo del consumismo un cuarto<br />

impacto sobre la religiosidad: se difunde velozmente<br />

una mentalidad de mercado o de consumidor:<br />

el hombre selecciona a su placer (por supuesto el<br />

hombre de las sociedades de abundancia) los elementos<br />

que se despliegan en torno suyo y que pueden<br />

ayudarle a conseguir e! máximo bienestar, tal<br />

como es definido por cada individuo.<br />

Se va introduciendo la religión invisible (Luckman),<br />

sincretista, que responde a esta nueva mentalidad<br />

de consumidor, y que obedece al juego de las<br />

solicitaciones del «mercado» religioso (oferta religiosa)<br />

y a la definición cultural que cada hombre da<br />

de su propio bienestar espiritual (demanda religiosa).<br />

b) La organización social<br />

La organización social se hace más compleja,<br />

más profesionalizada, más burocratizada, más urbanizada,<br />

más clasista y más pluralista. Punto por<br />

punto:<br />

La organización social se hace más compleja:<br />

aparecen junto a la familia y al grupo parental los<br />

grupos de iguales, las profesiones, las clases sociales,<br />

las asociaciones voluntarias, los partidos políticos,<br />

los sindicatos... Esto significa que el hombre<br />

debe asumir una multiplicidad de roles segmentados,<br />

con la frecuente probabilidad de conflictos entre<br />

los mismos, y que predominan las relaciones<br />

específicas o secundarias entre las personas.<br />

En una palabra, la fragmentación de la personalidad<br />

social es la traducción o reflejo de la complejidad<br />

estructural de la sociedad. Esto implica un<br />

quinto impacto sobre la religiosidad: aparecen roles<br />

competitivos de los pocos roles que el hombre de las<br />

sociedades tradicionales por lo general asumía (el<br />

de hombre de familia, e! de súbdito, e! de campesino,<br />

comerciante o artesano, el de feligrés...). Fruto<br />

de esta competitividad conflictiva es la aparición<br />

del llamado católico marginal (Fichter), es decir, el<br />

creyente que no ha conseguido consolidar comple-<br />

tamente su rol de hombre religioso, cuyas exigencias<br />

le aparecen a menudo en contradicción con<br />

otros roles que su participación en la estructura<br />

social le imponen.<br />

Como consecuencia de la creciente división del<br />

trabajo social, la sociedad se hace cada vez más<br />

profesionalizada y e! status ocupacional -el tener<br />

una ocupación remunerada fuera del ámbito doméstico-<br />

se convierte en un objetivo social y vital<br />

de primerísima importancia.<br />

Las ocupaciones se jerarquizan según diferentes<br />

escalas de prestigio, y al hombre se le juzga por su<br />

status ocupacional-do que hace»- más que por su<br />

status adscrito: «lo que es» por familia, apellido o<br />

clase social.<br />

Aparece así un sexto impacto sobre la religiosidad:<br />

«estallan» dos roles tradicionales y consagrados<br />

socialmente en la sociedad preindustrial: e! rol<br />

de! sacerdote y el rol de la mujer, que tienen que<br />

buscarse otro marco social de actuación, otro tipo<br />

de actividades ocupacionales más valoradas socialmente,<br />

más técnicas, más específicas.<br />

La sociedad se hace igualmente más burocratizada,<br />

es decir, se organiza más racionalmente el trabajo;<br />

se detallan y reglamentan todas las tareas en<br />

sus menores detalles; la remuneración se realiza<br />

según normas fijas que tienen en cuenta la formación,<br />

la antigüedad, la competencia y la experiencia;<br />

el ingreso en los cuerpos y organizaciones burocráticas<br />

se realiza por criterios objetivos y definidos<br />

de tipo universalista, y el hombre de la burocracia<br />

deja de ser propietario de la plaza que ocupa y de<br />

los instrumentos que emplea.<br />

Al compás de este proceso de burocratización,<br />

aumenta la eficiencia productiva de todo el sistema<br />

y de las instituciones que lo adoptan. Se agudizan<br />

en las instituciones múltiples disfunciones, y la<br />

Iglesia institucional no queda exenta de ellas.<br />

De ahí el séptimo impacto sobre la religiosidad:<br />

en las Iglesias oficiales se plantean con nueva fuerza<br />

los llamados dilemas institucionales, cuya consecuencia<br />

inmediata es la incomodidad espiritual del<br />

hombre religioso que pertenece a dichas Iglesias.<br />

Esta incomodidad es provocada por la secularización<br />

de la Iglesia, la mundanización del clero, la<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 279


falta de elementos «experienciales» en la vida religiosa,<br />

la supercomplicación de las estructuras eclesiales,<br />

el alejamiento progresivo de los dirigentes<br />

religiosos y del clero en general, la rutinización de<br />

las experiencias religiosas, la super-elaboración de<br />

la doctrina, la aceptación acrítica de la fe, la aparición<br />

y consolidación de la llamada religión sociológica<br />

(catolicismo cultural), y la dependencia política<br />

de la Iglesia.<br />

La sociedad industrial es una sociedad de clases,<br />

resultado directo del sistema de producción y de<br />

trabajo que se establece tras la revolución industrial.<br />

En los mismos inicios de la industrialización en<br />

el país donde se originó, se dibuja ya el primer<br />

«divorcio» entre la Iglesia oficial y la clase trabajadora.<br />

Los representantes de la Iglesia anglicana actuaron<br />

frente a los problemas de explotación y miseria<br />

de una forma que ha sido calificada de «servicio<br />

de ambulancias» en la guerra patronos-obreros,<br />

sin intervención alguna más eficaz y enérgica. En el<br />

resto de los países, con algunas diferencias, la situación<br />

fue muy parecida.<br />

Además, la sociedad adquiere una fisonomía<br />

mucho más variada y abierta, debido al fuerte pluralismo<br />

asociativo, a la proliferación de grupos, asOciaciones,<br />

movimientos, ideologías, élites, en la línea<br />

de lo que Durkheim había denominado densidad<br />

moral o riqueza de la socialización.<br />

Riesman pretende que, en razón de esa mayor<br />

densidad moral y del juego de otros factores, se<br />

instala en la sociedad industrial un nuevo tipo de<br />

hombre: el hombre heterónomo, abierto a todas las<br />

presiones e influencias, siempre a la caza de la última<br />

idea, a fin de sintonizar con ella y orientar así su<br />

comportamiento: una especie de hombre-radar.<br />

La confluencia de estos dos procesos -sociedad<br />

de clases y heteronomía del hombre dirigido por su<br />

medio y por los «medios» -propicia un octavo impacto<br />

sobre la religiosidad: la Iglesia deja de ser la<br />

cátedra de ideas y orientaciones privilegiadas de la<br />

sociedad. Tiene que competir duramente con los<br />

medios de comunicación de masas, con la orientación<br />

moral o ideológica procedente de grupos, partidos<br />

y asociaciones, etc.<br />

280 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

e) La mentalidad del hombre<br />

de la sociedad industrial<br />

La mentalidad del hombre de la sociedad industrial<br />

se transforma profundamente. Se consolida el<br />

proceso de racionalización y desmitificación: las cosas,<br />

los valores y las reglas de la vida se explican<br />

por sí mismas, sin necesidad de fundarse en mitos o<br />

revelaciones.<br />

Este proceso explica el noveno impacto en la<br />

religiosidad: la secularización. La racionalidad desemboca<br />

en la ciencia y en el progreso. La ciencia<br />

aparece como omniexplicativa y omnimanipuladora,<br />

sin límites a su acción. Este triunfo de la ciencia<br />

prolonga el ya viejo conflicto entre la religión y la<br />

ciencia, y se acentúa la presunta disfunción de la<br />

religión como opuesta al progreso y a la necesaria<br />

adaptación de la humanidad a los nuevos problemas<br />

planteados por la explosión demográfica, etc.<br />

Finalmente, al producirse la desmitificación<br />

moral, es decir, la debilitación de las motivaciones<br />

meta-empíricas (mitológicas o teológicas), se valora<br />

lo humano/temporal sin referencias a un orden sagrado<br />

supra-humano.<br />

Se instaura, en virtud de esto, el pluralismo religioso<br />

y moral, que se traduce en un décimo impacto<br />

sobre la religiosidad: las religiones oficiales tienen<br />

que hacer frente al desafío de innumerables sectas,<br />

movimientos y grupos de carácter religioso, parareligioso<br />

y pseudo-religioso. La «oferta religiosamoral»<br />

se extiende hasta límites insospechados.<br />

6. Emigración y urbanización:<br />

dos cambios que han dislocado<br />

el mapa religioso de los países europeos<br />

Sobre la descristianización de los emigrantes escribía<br />

Le Bras hace tiempo:<br />

«Estoy convencido de que de 100 campesinos que<br />

se establecen en París, hay más o menos 90 que dejan<br />

de ser practicantes al salir de la estación de Montparnasse».<br />

Duocastella, refiriéndose igualmente a las migraciones<br />

interiores en España, concluye que la migración<br />

deteriora el comportamiento religioso de


las viviendas y el equipamiento no crecieron al mismo<br />

ritmo, con lo que se deterioraron las condiciones<br />

de la vida colectiva, y la integración social era<br />

débil. Un factor adicional de desorganización social<br />

fue la insuficiencia del equipamiento religioso. De<br />

la confluencia de estos factores nació una hipótesis<br />

aún no comprobada: las ciudades con ritmos prolongados<br />

y muy rápidos de crecimiento tendrían<br />

tasas inferiores de práctica religiosa.<br />

En cuanto a la influencia del equipamiento religioso,<br />

hay que tener mucha prudencia a la hora de<br />

las conclusiones, pues faltan estudios que tengan en<br />

cuenta la evolución de ese equipamiento. Además,<br />

un equipamiento religioso adecuado es condición<br />

necesaria para la práctica religiosa, pero no condición<br />

suficiente.<br />

Otro estereotipo frecuente afirma que la ciudad<br />

es menos practicante en general que su entorno rural.<br />

Según algunos autores, se pueden descubrir a este<br />

respecto dos tendencias opuestas, según que la ciudad<br />

esté situada en una región de práctica religiosa<br />

alta o baja:<br />

- Si la región presenta una religiosidad alta, la<br />

ciudad tiende a presentar una tasa de religiosidad<br />

inferior a la de su entorno rural.<br />

- Si la ciudad está enclavada en una región de<br />

baja religiosidad, su tasa propia será más alta que<br />

la de su región rural.<br />

La explicación real de las diferencias de religiosidad<br />

entre las ciudades parece haber sido la región<br />

cultural en que se encuentra enclavada la ciudad. Y<br />

esta explicación es válida tanto para las ciudadesrurales<br />

como para las ciudades que han crecido con<br />

una mayor independencia respecto a su medio. Veamos<br />

el sentido de región cultural en Boulard y Remy,<br />

dos estudiosos del tema, y su influencia en la<br />

religiosidad urbana.<br />

En opinión de estos autores, existe un vinculo<br />

estrecho entre el comportamiento religioso y el sustrato<br />

geográfico y geológico, que ejerce en general<br />

una influencia directa sobre el hombre y su género<br />

de vida. El género de vida, en efecto, está condicionado<br />

por los sistemas de propiedad (basados a su<br />

vez en general en el tipo de actividad económica<br />

impuesta por el medio: agrícola, ganadera, forestal,<br />

282 PARA COMPRENDER LA SOCIOWGIA<br />

vinícola, minera, pesquera...). A los sistemas de propiedad<br />

asi condicionados, les siguen estructuras sociales<br />

consonantes y sistemas de poblamiento adecuados.<br />

Al mísmo tiempo, no conviene olvidar las<br />

viejas lecciones de la geografía humana: los valles<br />

favorecen la comunicación, la confluencia de ríos o<br />

de caminos fomentan la consolidación de las ciudades,<br />

y todo esto influye en la configuración de tipos<br />

diferentes de hombres.<br />

La clave de las situaciones religiosas regionales no<br />

hay que buscarla tanto en la vida económica o en<br />

las relaciones sociales como en la historia. Hombres<br />

y, sobre todo, equipos o grupos animados por algunos<br />

hombres, han sabido apoderarse de los recursos<br />

humanos de una región y orientarlos en el sentido<br />

de sus ideales. Es decir, el factor de mayor fuerza<br />

explicativa de las actuales diferencias religiosas es<br />

interno al cristianismo y hay que buscarlo en la<br />

historia de la labor pastoral, más que en variables<br />

externas, geográficas o económicas. La explicación<br />

última de la evolución de la religiosidad podría<br />

muy bien ser predominantemente religiosa, y no<br />

tanto social o cultural.<br />

7. El fantasma que recorre<br />

el mundo de las religiones:<br />

la secularización<br />

Se pueden distinguir en el concepto de secularización,<br />

todavía ambiguo y algo confuso, tres dimensiones<br />

muy relacionadas entre sí: la decadencia de la<br />

religión, de sus doctrinas, símbolos e instituciones;<br />

la autonomización o emancipación de la sociedad de<br />

toda tutela religiosa, lo que trae consigo la conformidad<br />

con este mundo (siglo) y la trasposición de<br />

creencias e instituciones del ámbito religioso al ámbito<br />

secular; y la desacralización del mundo, con la<br />

meta final de una sociedad secular integral.<br />

a) La decadencia de la religión<br />

La decadencia de la religión, de sus doctrinas,<br />

símbolos e instituciones se inicia con la ruptura del<br />

equilibrio de las instituciones y formas religiosas


tradicionales. ¿Cambio o decadencia? El sociólogo<br />

se limita a señalar el cambio o la transformación,<br />

pero el hombre de Iglesia y el hombre religioso<br />

tienden a emplear el término de degradación, crisis<br />

o decadencia, pues toda institución social tiene un<br />

carácter auto-legitimador (Berger y Luckmann), de<br />

forma que el denominar decadencia al proceso de<br />

secularización sería como una forma sutil de autolegitimación<br />

de la institución religiosa.<br />

Conviene no ceder a la presión de los esquemas<br />

evolucionistas que interpretan los cambios en las<br />

formas e instituciones religiosas como fenómenos<br />

regresivos o progresivos. Algunos sociólogos explicitan<br />

su idea personal de la religión antes de valorar<br />

el fenómeno de la secularización.<br />

Los sociólogos americanos Glock y Stark lo hacen<br />

intrépidamente ante la proliferación de declaraciones<br />

sobre la «novedad profunda» de la nueva<br />

era en la que, al parecer, estaría entrando la Iglesia,<br />

y afirman:<br />

«Como sociólogos nos es difícil imaginar una Iglesia<br />

cristiana sin Jesucristo como divino salvador, sin<br />

Dios concebido en términos personales, sin la promesa<br />

de vida eterna» (B. Hertel y H. Nelsen, ¿Are we<br />

Entering a Post-Christiana Era?: Journal fur the Scientific<br />

Study uf Religiun 13/4 [dic. 1974]).<br />

Hablar a la ligera de decadencia de la religión, es<br />

peligroso, pues se plantean dos problemas: 1. ¿Cuál<br />

es el punto de partida, la época plenamente cristianizada,<br />

la era religiosa que puede servir de punto de<br />

comparación con el presente? Le Bras asegura que<br />

nunca ha habido una Francia cristianizada y que<br />

antes la aceptación de las prácticas religiosas era<br />

muy extensa, pero de escasa profundidad. Algo semejante<br />

se puede asegurar de todos los países católicos.<br />

El 2° problema es más conocido: la ambigüedad<br />

de las medidas e indicadores que se utilizan para<br />

medir la religiosidad (de momento no se vislumbran<br />

otros más fiables y que permitan comparaciones).<br />

Otros autores aseguran que se trata de dos procesos<br />

distintos, exista o no exista relación entre<br />

ellos. El proceso de descristianización consistiría,<br />

esencialmente, en la pérdida de la fuerza y el atrac-<br />

tivo de que antes gozaban las formas y símbolos<br />

religiosos tradicionales, mientras que el proceso de<br />

secularización sería el proceso de cambio por el que<br />

las donaciones de significación, los principios explicativos<br />

o las normas de conducta tienden a emanciparse<br />

de cualquier interferencia con, o referencia a,<br />

lo sagrado.<br />

En su libro Religión, para qué, Díaz Mozaz ha<br />

propuesto una serie de indicadores de secularización:<br />

- evolución y presencia del tema religioso en el<br />

arte, la literatura, la filosofía, el pensamiento político,<br />

los medios de comunicación social;<br />

- puesto que ocupan en la enseñanza universitaria<br />

las ciencias religiosas, junto con un análisis de<br />

contenido de textos y programas;<br />

- concurrencia y conflicto entre los valores y<br />

códigos éticos seculares y civiles y los valores y<br />

códigos religiosos, así como el reemplazo de unos<br />

por otros;<br />

- lugar e importancia que ocupa la escatología<br />

cristiana en las metas y esperanzas de la cultura;<br />

- símbolos y legitimaciones religiosas que desaparecen;<br />

- fuerza del pluralismo ético;<br />

- fuerza del pluralismo en la interpretación del<br />

mensaje cristiano;<br />

- surgimiento de mitos seculares y profanos en<br />

los medios de comunicación de masas: mitos musicales,<br />

políticos, financieros...;<br />

- procesos operados en el cristianismo: de reduccionismo,<br />

de confusionismo, de integrismo, de<br />

progresismo, de desaparición de la vida pública...<br />

b) La autonomización o emancipación<br />

La emancipación de la sociedad de toda tutela<br />

religiosa consiste en que la sociedad se constituye a<br />

sí misma en realidad autónoma, y la religión se<br />

limita a la esfera puramente privada, de carácter<br />

estrictamente interior, sin influencia en las instituciones<br />

sociales ni en las acciones corporativas, y sin<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 283


deseo de acumulacion y de «standing», cierto menosprecio<br />

de la llamada motivación de logro, clave<br />

del desarrollo económico, y valoración diferente del<br />

trabajo, que para muchos deja de ser fin en sí mismo<br />

y se convierte en un medio para disfrutar del<br />

ocio y de las actividades enriquecedoras que en él<br />

pueden encontrarse.<br />

El líbertarismo, unido con la valoración de la<br />

expresión libre personal, influye y se manifiesta en<br />

el rechazo de la autoridad, de las estructuras jerárquicas,<br />

de las reglas, del orden, de la claridad lógica<br />

y de la corrección formal. El hombre valora ante<br />

todo su libre expresión -anomía expresiva, comentan<br />

algunos psicosociólogos-, lo que implica un<br />

fuerte acento en las actividades creativas y en todo<br />

tipo de experiencias liberadoras y estimulantes:<br />

droga, yoga, psicoanálisis, relajación, «meditación<br />

trascendental», etc.<br />

El neoarcaísmo o retorno a los orígenes se despliega<br />

en la simplificación de la vida, el rechazo de<br />

lo artificial y de la técnica, la búsqueda de lo primario<br />

-grupos, relaciones, actividades-, el ansia por<br />

identificarse con algo primordial (etnias, tradiciones,<br />

pueblos...), y la condena de muchos de los grandes<br />

procesos y fenómenos que han marcado nuestra<br />

civilización: la industrialización, la urbanización,<br />

la masificación, la técnica...<br />

Finalmente, el sensualismo es otra corriente cultural<br />

que se impone con rapidez. Se busca una experiencia<br />

sensual total, simultáneamente olfativa,<br />

auditiva, táctil, sin descartar por otra parte dimensiones<br />

no sensuales del hombre. Algunos han hablado<br />

de polisensualismo, otros prefieren hablar de<br />

humanismo integral: se valora todo en el hombre y<br />

en todo hombre. Junto con el sensualismo hay que<br />

mencionar un aspecto sobradamente conocido por<br />

el manejo constante que de él se hace, el hedonismo<br />

o búsqueda del placer por sí mismo y proclamación<br />

de la licitud de todo placer.<br />

Como condición del florecimiento de todos los<br />

gérmenes descritos, casi como una atmósfera necesaria,<br />

habría que citar finalmente la permisividad<br />

social, en virtud de la cual la sociedad y sus instituciones<br />

dejan de «dar órdenes», por decirlo de una<br />

manera sencilla, y se limitan a señalar las actitudes<br />

y comportamientos preferibles y deseables, remi-<br />

286 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

tiendo a un no dado, pero real permiso social. Excepto<br />

en casos límite, es decir, en lo necesario para<br />

que la sociedad subsista y la convivencia sea posible,<br />

aunque no necesariamente grata, se permite<br />

todo, aunque no todo sea aprobado socialmente.<br />

¿Qué tipo de Iglesia y de religiosidad preanuncian<br />

estos gérmenes de cambio? El sociólogo norteamericano<br />

Greeley ha abocetado un rápido cuadro<br />

en uno de sus libros más conocidos: la religión<br />

no perderá afiliados ni perderá su influencia, proporcionando<br />

a la gran mayoría de la población un<br />

esquema interpretativo o «sistema de sentidos» de<br />

carácter último, y afectando las decisiones éticas de<br />

sus miembros; lo sagrado no será reemplazado por<br />

lo secular, y el racionalismo científico no generará<br />

una nueva fe; el clero «full-time» disminuirá en<br />

proporción relativa al aumento del clero «part-time»;<br />

la liturgia simple, digna, clásica, coexistirá<br />

sin sustituirla con la liturgia «underground»; las<br />

instituciones religiosas no se evaporarán, aunque se<br />

harán más elaboradas y sofisticadas que ahora; las<br />

parroquias persistirán, aunque se hagan más pequeñas<br />

y se diversifiquen más; la lucha por mantener<br />

la influencia social y temporal ni corregirá la<br />

pasividad de las masas ni vaciará las iglesias...<br />

Por encima de estas «profecías» flota un interrogante:<br />

¿Tendremos religión dentro de veinte o<br />

treinta años?<br />

La clave del futuro de la religión es, precisamente,<br />

la posibilidad de que estemos entrando en una<br />

era pos-cristiana, de que desaparezca la era cristiana.<br />

Una tesis aceptada por algunos estudiosos de la<br />

religión en los países occidentales de tradición cristiana<br />

es que nos encontramos en mitad de un rápido<br />

declive del nivel de aceptación de las creencias<br />

tradicionales. Numerosos testimonios de teólogos y<br />

sociólogos así lo dan a entender:<br />

- Las creencias religiosas están convirtiéndose<br />

en una «jerarquía inestable» de opiniones privadas<br />

(Luckmann).<br />

- Se percibe una cierta tendencia hacia una<br />

imagen atrascendente del universo (Altizer y Hamilton).<br />

- Las dudas que han atravesado en los últimos<br />

tiempos el mundo cristiano han provocado en el<br />

clero un deslizamiento desde su preocupación por


el otro mundo a una profunda preocupación por el<br />

sentido y las implicaciones de la fe cristiana en este<br />

mundo, y en los seglares un dejar de considerar a la<br />

Iglesia como un instrumento de lucha para la propia<br />

salvación y un contemplarla como fuente de<br />

consuelo en un mundo turbado (Hadden).<br />

- Se ha abandonado la creencia clave del cristianismo:<br />

la fe en Cristo resucitado de entre los<br />

muertos y salvador que volverá. Algunos creen que<br />

esto significa que estamos entrando en un período<br />

cristiano más nuevo y profundo, pero como sociólogos<br />

nos es difícil imaginar una Iglesia cristiana sin<br />

Jesucristo como divino salvador, sin Dios concebido<br />

en términos personales, sin la promesa de vida<br />

eterna.<br />

De ahí que, tal como están hoy las cosas, vemos<br />

un escaso futuro a largo plazo para la Iglesia... Puede<br />

esperarse que dure largo tiempo una Iglesia residual...<br />

pero es probable que emerjan sustitutivos<br />

(para la función eclesial de soporte psíquico) que<br />

dejen a las Iglesias, tal como se presentan hoy, sin<br />

una razón efectiva para existir (Stark y Glock).<br />

Otros sociólogos opinan que está aumentando la<br />

manifestación libre de la incredulidad, pero que la<br />

creencia disminuye muy poco. ¿Explicación? Estamos<br />

en una era de sinceridad, en la que el no<br />

creyente encuentra mayor facilidad para expresar<br />

su no creencia, quizá porque ha aumentado la tolerancia<br />

para las diferencias en el terreno de las<br />

creencias y las increencias. Ya en 1970, y en otro<br />

terreno distinto, se había también explicado parte<br />

de la revolución sexual como una revolución de<br />

sinceridad, de candor.<br />

En resumen, en un contexto de secularización y<br />

de posmodernidad, los gérmenes de cambios que<br />

despuntan en la sociedad y las tendencias que se<br />

manifiestan en las Iglesias cristianas auspician un<br />

cristianismo más volcado en las pequeñas comunidades<br />

de creyentes, que permitan el despliegue de algunos<br />

de esos gérmenes y que operen, al mismo tiempo,<br />

como modelo sugestivo para los no-creyentes y<br />

como grupos expresivos y emocionales, a la par que<br />

proporcionan a los cristianos sumergidos en una<br />

sociedad secularizada y desvalorizadora de lo religioso<br />

un mecanismo de compensación psicológica y<br />

social. Como marco religioso de esta tendencia, un<br />

muy probable pluralismo religioso, quizá en la línea<br />

de la «religión invisible» prudentemente interpretada,<br />

un creciente ecumenismo de tipo espontáneo y<br />

alimentado por convergencias fácticas entre las<br />

Iglesias cristianas, y una Iglesia institucional con<br />

una incierta capacidad de adaptación a las nuevas<br />

tendencias, de asimilación de tensiones y de conflictos,<br />

de innovación permanente y de crecimiento en<br />

espacios geográficos y sociales nuevos.<br />

Hasta aquí el «adagio». Examinemos las claves<br />

sociológicas -cambio, modernización, conflicto,<br />

utopía- para su mejor comprensión.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 287


l. Para comprender la sociología<br />

del cambio social<br />

19<br />

Cambio y continuidad<br />

en la sociedad<br />

Para el estudio del cambio social, los españoles<br />

de finales del siglo XX ocupamos una posición<br />

privilegiada. Nuestra experiencia del cambio<br />

social, de las transformaciones institucionales, de<br />

la desaparición de unos estilos de vida y la aparición<br />

centelleante de otros, del progreso económico<br />

y material, del declive de ciertos valores morales y<br />

religiosos... no tiene paralelo con la experiencia histórica<br />

de ninguna otra generación de nuestro país.<br />

A esa conciencia de estar inmersos en un fascinante<br />

torbellino de cambios de todo género se añade la<br />

sospecha de que el ritmo de cambio se acelera, y de<br />

que, a pesar de alguna hipótesis sobre el carácter<br />

estacionario de la sociedad española, nos encontramos<br />

sólo pisando el umbral de una época de cambios<br />

de imprevisible alcance.<br />

Espigando en la literatura sociológica más reciente<br />

consagrada al estudio del perfil de nuestro<br />

país, hallamos abundantes pruebas de esa posición<br />

de privilegio, como ilustra ampliamente el repertorio<br />

de macrocambios y microcambios con que se<br />

cierra este capítulo. John Hooper, periodista británico,<br />

resume todos los procesos que han tenido lugar<br />

en España con una afirmación algo enfática: los<br />

cambios ocurridos en España en las últimas déca-<br />

288 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

das han producido un nuevo tipo de español, que ha<br />

evolucionado desde el individualismo negativo y<br />

antisocial a un individualismo convivencial. No sin<br />

alguna superficialidad, y basándose en episodios y<br />

gestos más que en datos empíricos cuidadosamente<br />

analizados, el periodista británico cierra su estudio<br />

con estas palabras:<br />

"Precisamente este aspecto del carácter español<br />

(el individualismo antisocial e insolidario), que exhibió<br />

una especie de delirio cada vez más acentuado<br />

durante la primera etapa del régimen de Franco, es lo<br />

que a mi juicio está cambiando. El 'individualismo' es<br />

todavía uno de sus rasgos más destacados. Todavía<br />

hablan en voz alta y enfáticamente, alardean y visten<br />

por encima de lo que les permiten sus medios... Las<br />

más humildes camareras todavía se comportan como<br />

miembros de la clase alta, y los comerciantes más<br />

pobres aun hoy continúan impidiéndonos que busquemos<br />

las pocas pesetas que faltan con la frase 'Es<br />

igual', en un gesto que sugiere que guardan millones<br />

en la trastienda.<br />

Pero la característica vengativa y antisocial del<br />

'individualismo' de los españoles es cada vez menos<br />

evidente, a medida que el número de los que alcanzaron<br />

la edad adulta antes de la guerra civil representan<br />

una proporción cada vez menor de la población...<br />

Los lemas de la nueva España son 'solidaridad' y<br />

'convivencia'. La solidaridad es todavía más una aspiración<br />

que un hecho.<br />

En cambio, la 'convivencia' es una realidad. Los<br />

gestos de reconciliación durante estos últimos años


han sido numerosos y conmovedores... » (John Hooper,<br />

Los españoles de hoy. Javier Vergara editor, Madrid<br />

1987).<br />

2. Cambio y persistencia<br />

A pesar del desfile de cambios, mayores y menores,<br />

con que nos deslumbran sociólogos e historiadores,<br />

el espectador de la realidad social alienta con<br />

frecuencia una secreta sospecha de que «todo cambia<br />

para seguir igual», de que


trativo. Fundada en el siglo XII, la universidad ha<br />

experimentado muchos cambios en sus ocho siglos<br />

de existencia. Pero son mayores las semejanzas que<br />

las diferencias. La universidad actual-Oxford, Berlín,<br />

Harvard, Complutense...- sigue estructurada en<br />

facultades, departamentos, escuelas y colegios; los<br />

principales protagonistas siguen siendo los profesores<br />

y estudiantes; las normas y criterios para la<br />

admisión de alumnos, obtención de grados y promoción<br />

de profesores y estudiantes, son muy similares;<br />

los conflictos planteados hoy por los estudiantes<br />

para conseguir una mayor participación en<br />

la estructura de autoridad no son demasiado diferentes<br />

a los que tuvo que vivir la universidad de<br />

Bolonia en el siglo XIII; las violaciones del orden<br />

civil y eclesiástico por parte de los estudiantes en<br />

siglos pasados (con represalias sociales y excomuniones<br />

incluidas) guardan un asombroso parecido<br />

con los conflictos de roles y de valores de los universitarios<br />

de los años 60 y 70... La persistencia ha sido<br />

la norma.<br />

¿Qué razones explican la persistencia de las sociedades?<br />

La sociología suele proponer las siguientes<br />

(Percy S. Cohen, 1975):<br />

- por la socialización, los niños aprenden y se<br />

identifican con las normas, valores y creencias de<br />

los adultos, herencia cultural que más adelante les<br />

servirá de puntos de referencia estables. El hombre<br />

necesita estos marcos referenciales, lo que sugiere<br />

que todo hombre es, en cierta medida, conservador;<br />

- el orden social, necesario y deseable incluso<br />

después de una revolución, depende de la predecibilidad<br />

del comportamiento. Las normas y las instituciones<br />

prescriben lo que es típico y predecible, lo<br />

que explica el interés de la sociedad por mantener<br />

la estructura normativa e institucional;<br />

- las instituciones, en la medida en que aseguran<br />

el orden social y proporcionan beneficios a los<br />

que en ellas participan, tienden siempre a legitimarse;<br />

- la integración y coherencia entre normas, valores<br />

y creencias hace que las presiones para cambiar<br />

un área de la vida social sean resistidas por el<br />

refuerzo mutuo de los diversos elementos del sistema<br />

total;<br />

- siempre hay grupos en toda sociedad que tie-<br />

290 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

nen interés en conservar un determinado sistema, o<br />

que prefieren el statu quo a la incertidumbre de los<br />

cambios. A veces, grupos diferentes y con intereses<br />

opuestos se bloquean mutuamente en sus presiones<br />

para provocar cambios. Esta es probablemente la<br />

razón que tiene mayor fuerza.<br />

Pero el cambio y el conflicto forman parte de la<br />

vida cotidiana de grupos, instituciones y sociedades.<br />

Los sociólogos no pretenden que las colectividades,<br />

mínimas o globales, sean armoniosas, inmóviles,<br />

perfectamente integradas, cohesivas totalmente.<br />

Nuestra experiencia diaria tiende a estar de<br />

acuerdo con la teoria sociológica a propósito del<br />

carácter problemático de la persistencia y sus diversos<br />

aspectos. La participación en los sistemas<br />

sociales es quizá el aspecto más tenaz y consistente,<br />

por una razón elemental: ¿quién puede permitirse<br />

el lujo de «salirse» o «fugarse» de la sociedad, o de<br />

las varias áreas de la vida social, aunque siempre<br />

estén abiertas las puertas? La cohesión, segundo<br />

aspecto, es más frágil y admite grados muy diferentes,<br />

está sujeta a tensiones y demandas de autonomía,<br />

desde la unidad familiar hasta la nación. La<br />

solidaridad está siempre acechada por la hostilidad,<br />

la apatía y el individualismo alérgico a toda obligación<br />

social. La conformidad a las normas admite<br />

muchos grados, es producida en ocasiones por simple<br />

coerción -aunque a largo plazo ni la coerción ni<br />

la instigación crean tanta conformidad normativa<br />

como el compromiso moral-, varía según el tipo de<br />

normas. El consenso está siempre presente en toda<br />

sociedad, pero en pocas se encuentra un consenso<br />

amplio y profundo sobre las metas sociales y los<br />

medios a ellas adecuados, ya que la diferencia de<br />

intereses es característica dominante de todas las<br />

sociedades. La reciprocidad y la cooperación, finalmente,<br />

están muy a menudo ausentes de la interacción.<br />

Hay interacción sin reciprocidad o intercambio<br />

en familias, negocios, enseñanza, y ocurre además<br />

que a veces sólo negándose a un tipo de reciprocidad<br />

se puede satisfacer otra.<br />

Persistencia y cambio son, en definitiva, rasgos<br />

esenciales de todo sistema social. La atención unilateral<br />

a uno de los rasgos con olvido del otro ha dado<br />

origen a dos modelos de sociedad: el «A» o modelo<br />

del consenso y la integración, y el «B» o modelo de<br />

la coerción y el conflicto.


- y los procesos discontinuos, tales como un invento<br />

técnico o una invención social;<br />

- los cambios a corto plazo, en las tasas de empleo,<br />

por ejemplo;<br />

- y los cambios a largo plazo, como los sufridos<br />

por la estructura ocupacional;<br />

- el aumento y disminución de los miembros integrantes<br />

de las unidades sociales.<br />

Pero el pensamiento sociológico clásico, menos<br />

prudente y empírico que el reflejado en la anterior<br />

definición, enfocó la gran cuestión del cambio con<br />

enorme ambición. El fundador «semántico» de la<br />

sociología, Auguste Comte, dividió su sociología en<br />

dos partes: la estática social o «anatomía social»,<br />

preocupada por la búsqueda de leyes estáticas que<br />

explican el orden y la articulación entre las diversas<br />

partes del sistema social, y la dinámica social que, a<br />

modo de «fisiología social», pretende establecer la<br />

teoría del movimiento y del progreso, cuyo motor<br />

son las ideas y el factor intelectual. Marx, Spencer,<br />

Tonnies, Durkheim..., y más cerca de nosotros<br />

Spengler, Toynbee y Sorokin, se embarcaron en una<br />

aventura similar y abocetaron grandiosos frescos<br />

sobre la evolución de la humanidad, la civilización<br />

y las sociedades.<br />

Surge así una primera cuestión, la de cuál es el<br />

sujeto del cambio: ¿la historia, la humanidad, las<br />

civilizaciones, las sociedades o sistemas sociales,<br />

las instituciones y organizaciones, las estructuras,<br />

los grupos, las relaciones, los individuos?<br />

La respuesta que parece predominar hoy en la<br />

comunidad sociológica es más bien restrictiva, en<br />

un doble sentido: ni grandes evoluciones o movimientos<br />

de la historia y de la humanidad, ni pequeñas<br />

transformaciones de grupos, colectividades o<br />

comportamientos. Un buen representante de esta<br />

tendencia moderada es Theodorson, en su Diccionario<br />

de sociología (G. A. Theodorson y A. G. Theodorson,<br />

A Modern Dictionary of Sociology. Methuen,<br />

London 1970), que define el cambio social como<br />

«toda modificación de la organización social de la<br />

sociedad en cualquiera de sus instituciones sociales<br />

o de sus pautas de roles sociales»; y añade una<br />

precisión: el término cambio social se suele reservar<br />

a modificaciones significativas en el comporta-<br />

292 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

miento social o en sistemas sociales grandes más<br />

que a cambios menores en un grupo pequeño.<br />

Las dos precisiones finales de Theodorson, «modificaciones<br />

significativas» y «sistemas sociales<br />

grandes», nos proporcionan una pista para aproximarnos<br />

con mayor seguridad al concepto de «cambio<br />

social». A mi juicio, la definición más completa<br />

y más útil a la hora de entender la vertiente dinámica<br />

de la sociedad es la contenida en el excelente<br />

texto universitario de Guy Rocher:<br />

«Cambio social es toda transformación observada<br />

en el tiempo, que afecta, de una manera no efímera ni<br />

provisional, a la estructura o al funcionamiento de la<br />

organización de una colectividad dada y modifica el<br />

curso de su historia» (Introducción a la sociología general.<br />

Herder, Barcelona 1973, 416-417).<br />

Basándose en esta definición, el mismo Rocher<br />

excluye diversos fenómenos dinámicos que no deben<br />

considerarse cambios:<br />

- La evolución social, que consiste en el conjunto<br />

de transformaciones que experimenta una sociedad<br />

en un largo período, a modo de tendencias<br />

seculares, que son imperceptibles a escala reducida.<br />

El cambio social es una transformación observable<br />

y verificable en períodos más breves y espacios<br />

más localizables, social y geográficamente.<br />

- El cambio de equilibrio, muy frecuente y normal<br />

en la vida social. Son cambios de equilibrio,<br />

por ejemplo, los acontecimientos más o menos rutinarios<br />

de la interacción social (una huelga, una<br />

asamblea, unas elecciones...); la sustitución de personas<br />

en las instituciones y en la sociedad; los intercambios<br />

cotidianos y normales en todo grupo y<br />

comunidad (de bienes y servicios, de información,<br />

de responsabilidades, de derechos, de regalos, de<br />

injurias...), que suelen contribuir a restablecer incesantemente<br />

el equilibrio del sistema; los cambios<br />

que sólo afectan a una o varias personas (personalización,<br />

socialización, cambios de opinión, etc.).<br />

- La acción histórica, producto de la actividad<br />

de los actores o agentes sociales, destinada a provocar,<br />

intensificar, frenar o impedir transformaciones<br />

de la organización social en su totalidad o en alguna<br />

de sus partes.


Es evidente que tanto los acontecimientos y sustituciones<br />

del personal como la acción social suelen<br />

ir muy unidos al cambio social, las dos primeras<br />

como síntomas, precipitantes o resultados, y la segunda<br />

como un factor importante, aunque no necesario,<br />

del cambio social. Pero analíticamente son<br />

fenómenos diferentes, y en la realidad no siempre se<br />

implican mutuamente.<br />

El apartado siguiente, «Los tipos de cambio»,<br />

profundiza esta primera cuestión.<br />

Una segunda cuestión, que también ha hecho<br />

correr mucha tinta sociológica, es la relativa al motor<br />

del cambio: causas, razones, factores, mecanismos...<br />

Se trata de la cuestión fundamental, pues la<br />

tarea de la sociología, como de toda ciencia, consiste<br />

en explicar los fenómenos sociales, y explicar exige<br />

descubrir causas.<br />

4. Los tipos de cambio social:<br />

evolución, ciclos y procesos<br />

Los cambios sociales que han aparecido en las<br />

páginas anteriores pueden clasificarse en este esquema:<br />

Sujeto: las instituciones,<br />

las estructuras, la<br />

interacción social.<br />

Rasgos: son recurrentes y<br />

coexisten con la<br />

persistencia.<br />

Procesos típicos: movilidad<br />

social; burocratización;<br />

transición demográfica;<br />

secularización; desarrollo.<br />

PROCESOS<br />

EVOLUCION<br />

Como ocurre con toda clasificación y tipología,<br />

en el dinamismo de las sociedades reales se mezclan<br />

con frecuencia estos cuatro aspectos de la dinámica<br />

social. Pero conviene mantenerlos distintos en<br />

nuestra mente para una mejor comprensión de la<br />

sociología del cambio. Conviene asimismo recordar<br />

que el término «cambio social» se aplica muchas<br />

veces indistintamente a cambios, procesos sociales,<br />

formas de evolución, etc.<br />

a) La evolución social<br />

Sujeto: la humanidad, la historia.<br />

Rasgos: concepción de la sociedad como organismo y<br />

como unidad.<br />

Representantes: Comte, Spencer, Marx, Tonnies ...<br />

DINAMICA<br />

SOCIAL<br />

CAMBIOS<br />

Sujeto: la sociedad<br />

Rasgos: circunstancias de tiempo y lugar;<br />

influencia de las crisis y acontecimientos.<br />

Representantes: Weber, Merton, Kahn, Bendix ...<br />

La sociología «nació» en un clima de crisis histórica,<br />

bajo el impacto de una triple revolución -la<br />

política, la ideológica y la industrial-, pero asimismo<br />

bajo el signo del «progreso», herencia de la<br />

Ilustración francesa. Esta segunda circunstancia<br />

explica el entusiasmo de los primeros sociólogos<br />

por interpretar el dinamismo social en términos de<br />

evolución continua, acumulativa y habitualmente<br />

optimista. Muchas décadas más tarde, los sociólogos/historiadores<br />

partidarios de los ciclos moderaron<br />

considerablemente este optimismo, en particular<br />

Oswald Spengler, «profeta del infortunio» y de<br />

la «decadencia de occidente».<br />

CICLOS<br />

Rasgos: historia es<br />

plural, cada cultura<br />

es como un<br />

organismo.<br />

Representantes:<br />

Spengler,<br />

Toynbee,<br />

Sorokin ...<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

293


La evolución social no es cambio social, en la<br />

acepción hoy comúnmente aceptada por los sociólogos.<br />

La evolución, en sus diversas formas, equivale<br />

a tendencia larga, lenta, imperceptible para el<br />

espectador social; sobre todo es incomprobable empíricamente,<br />

aunque no falten datos y manifestaciones<br />

que, para un corto período, alienten la creencia<br />

de que la sociedad o la historia se deslizan realmente<br />

en una dirección.<br />

Hablar de dirección equivale a hablar de sentido.<br />

¿Tienen sentido tanto la historia como los cambios<br />

sociales? Antiguos filósofos y teólogos cristianos<br />

respondieron en términos morales, de felicidad y<br />

desdicha, de virtud y vicio, de pecado y salvación.<br />

Así Hesíodo, con sus edades de oro, plata, bronce y<br />

hierro; muchos pensadores cristianos, sobre todo en<br />

la Edad Media, con sus trípticos escatológicos -paraíso,<br />

pecado/condena y salvación trascendente-, y<br />

Rousseau, con su versión secularizada del tríptico<br />

cristiano: libertad y bondad del salvaje primitivo,<br />

deterioro de la felicidad e igualdad debido a la<br />

presión nefasta de las instituciones, y salvación social<br />

por la reconstrucción de esas instituciones.<br />

Los primeros sociólogos fueron evolucionistas,<br />

Comte y Spencer en particular. Marx lo fue igualmente,<br />

aunque en términos muy diferentes. Los primeros,<br />

de talante conservador, recomendaron a los<br />

poderes públicos no interferir con leyes y medidas<br />

el proceso social, necesariamente orientado al progreso.<br />

Marx, radical y comprometido, halló en «su<br />

lectura» de la historia la clave para guiar la praxis<br />

revolucionaria. Pero todos partieron de la misma<br />

base: la historia tiene una dirección, la evolución se<br />

encamina necesariamente a una meta de mayor<br />

justicia, libertad e igualdad, los esfuerzos presentes<br />

deben guiarse en dirección a ese objetivo.<br />

El «sujeto» o ámbito de esa evolución es toda la<br />

historia de la humanidad en su conjunto, por lo que<br />

podemos denominar a esos pensadores evolucionistas<br />

lineales, aunque Comte y Spencer sólo vieron<br />

progreso ascendente, en tanto que Marx, con su<br />

idea de una etapa inicial de «comunismo primitivo»,<br />

concibió el despliegue de la historia en términos<br />

de regresión y progreso, hasta la culminación<br />

de la historia en un comunismo universal.<br />

294 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

b) Los ciclos de las civilizaciones<br />

Más cerca de nosotros, se sitúan los partidarios<br />

de los «ciclos de las civilizaciones». Idea común: la<br />

historia es plural, y en la historia de cada sociedad<br />

o civilización se repite el mismo proceso o ciclo de<br />

cambio. El origen de esta idea es grecorromano,<br />

pero la idea se encuentra en numerosos pensadores<br />

a lo largo de la historia, Juan B. Vico, con sus «corsi<br />

e ricorsi», en lugar destacado. Entre los representantes<br />

más significativos de esta lectura de la historia<br />

de la cultura y de la sociedad figuran Oswald<br />

Spengler, Arnold Toynbee y Pitirim Sorokin. Para<br />

distinguirlos de los evolucionistas lineales, los podemos<br />

llamar evolucionistas cíclicos. Merecen nuestra<br />

atención, pues la sociología del cambio no se<br />

puede entender plenamente sin ellos, debido a la<br />

difusión que recibieron sus ideas.<br />

Oswald Spengler, «profeta del infortunio», de<br />

gran resonancia en su momento con su Decadencia<br />

de occidente (1918-1922), pero de escaso rigor científico-histórico,<br />

trazó una historia cíclica de grandes<br />

civilizaciones -Egipto, India, Babilonia, China, antigüedad<br />

clásica, Islam y México-- estructuradas de<br />

forma similar en etapas y transiciones, desde la<br />

infancia hasta la decadencia y muerte, pasando por<br />

la madura senectud.<br />

En cada civilización se repite el mismo proceso,<br />

que afecta a su estilo de pensamiento, su arte, su<br />

filosofía y ciencia, su gobierno, su vida familiar y su<br />

religión, relacionados morfológicamente. Se repiten<br />

las etapas, no los acontecimientos singulares ni<br />

las grandes figuras históricas.<br />

Esta repetición cíclica permite predecir el momento<br />

en que nuestra civilización, la occidental,<br />

iniciará su decadencia, ya cercana, pues la etapa<br />

por la que atraviesa occidente es «contemporánea»<br />

de la etapa de ancianidad de la civilización romana.<br />

Es la «teoría de la contemporaneidad», que explica<br />

la similitud entre, por ejemplo, la guerra de Troya y<br />

las cruzadas, Napoleón y Alejandro Magno, Homero<br />

y el poema de los Nibelungos.<br />

Spengler rompe o pretende romper con su obra<br />

la línea del progreso impuesta en el pensamiento<br />

occidental por la filosofía de la Ilustración y la<br />

primera tradición sociológica. No habría tal pro-


de ellas y las sustituye. Este triple aspecto de la<br />

verdad -de fe, de razón y de sentidos- explica las<br />

tres definiciones de la naturaleza última de la realidad<br />

y del valor:<br />

- la realidad verdadera y el valor auténtico consisten<br />

en un Dios, supersensorio y suprarracional;<br />

- la realidad verdadera y el valor auténtico son<br />

sensorios;<br />

- la realidad y el valor verdaderos son de una<br />

infinita diversidad, en parte supersensorios y suprarracionales,<br />

en parte racionales y sensorios.<br />

En los diversos supersistemas que han aparecido<br />

en la historia de la humanidad, estas tres definiciones<br />

ocupan el lugar central, y en torno a ellos se<br />

disponen todos los demás fenómenos culturales: la<br />

religión, el arte, el Estado, la política, la filosofía, la<br />

moral... Los grandes supersistemas históricos nacen<br />

como producto de una gran intuición, que es la gran<br />

iniciadora de todas las concepciones originales del<br />

mismo (filosofía, religión, ética, estética...), crecen y<br />

se convierten en grandes sistemas si corresponden a<br />

una necesidad genuina de una población y si están<br />

en relación con una verdad y una realidad perenne,<br />

y pueden decaer y petrificarse, como todo organismo.<br />

Las dos aportaciones de Sorokin que mayor interés<br />

tienen para la comprensión del cambio cíclico<br />

de las culturas son su explicación del crecimiento<br />

de los sistemas históricos y el tránsito de los mismos<br />

por las tres fases del ciclo: la ideacional, la<br />

idealista y la sensorial.<br />

l.a fase ideacional: domina la creencia en el carácter<br />

sagrado de la realidad. Toda la acción del<br />

hombre y todas sus instituciones y creaciones se<br />

orientan a la veneración de Dios. El contexto social<br />

es de carácter sacro-comunal. Esta fase corresponde<br />

a los inicios de la Edad Media europea.<br />

2. a fase idealista: al mezclarse lo sacro-comunal<br />

con valores extraños -individualismo, utilitarismo,<br />

laicismo...- va imponiéndose como objetivo dominante<br />

de la civilización el desarrollo pleno del ser<br />

humano. Se alcanzan las cimas más altas en el<br />

ámbito del arte y de la filosofía, donde la civilización<br />

despliega sus máximos poderes creadores. En<br />

Europa, esta fase corresponde al Renacimiento.<br />

296 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

3. a fase sensorial: bajo el impacto del individualismo,<br />

laicismo y utilitarismo, el elemento ideal y<br />

sagrado va retrocediendo y esfumándose. Dominan<br />

el hedonismo, el pragmatismo orientado al placer y<br />

el bienestar material. En las últimas etapas de esta<br />

fase aparecen múltiples síntomas de decadencia: inmoralidad,<br />

cinismo, corrupción política, escisiones<br />

internas y externas, languidez cultural, etc. Desaparecerá<br />

esta civilización y aparecerá otra, en otro<br />

lugar del planeta, que volverá a recorrer las mismas<br />

fases.<br />

¿Nos ayudan Toynbee, Spengler y Sorokin a la<br />

comprensión del cambio tal como lo entiende la<br />

sociología? Tres observaciones críticas:<br />

- La humanidad o la sociedad global de todos<br />

los seres humanos que han existido, existen hoy y<br />

existirán en la tierra, no forman un organismo vivo<br />

con una dirección y una finalidad que el sociólogo<br />

pueda descubrir. La metáfora o analogía organicista<br />

-que se encuentra en la base de estas concepciones<br />

cíclicas- es sólo un instrumento para pensar, no<br />

una teoría de la que se puedan extraer conclusiones<br />

científicas.<br />

- Los datos que nos proporciona la historia nos<br />

permiten detectar, junto con mucha persistencia,<br />

secuencias de generaciones que viven, luchan, se<br />

orientan en un sentido más religioso o más técnico<br />

y pragmático, fracasan, triunfan, se enfrentan con<br />

el legado del pasado, aceptándolo, modificándolo o<br />

rechazándolo, viven en medio de grandezas o miserias...,<br />

pero la dirección y la finalidad de esta sucesión<br />

de hechos y aconteceres sólo está en la mente<br />

del historiador o del sociólogo de turno. La prueba<br />

definitiva de esta subjetividad está en la disparidad<br />

de las conclusiones a que llegan pensadores de tanta<br />

talla como Marx, Tocqueville, Durkheim, Sorokin<br />

o Toynbee.<br />

- Las grandes civilizaciones no han vivido aisladas<br />

ni han sido autónomas. La mezcla, la fecundación<br />

con otras ideas y otros pueblos y culturas, es el<br />

rasgo común. Las fronteras reales siempre han sido<br />

fluidas, debido al influjo del comercio, la guerra, la<br />

emigración, la conquista, y la exploración.


c) Los cambios sociales<br />

Comprender el cambio social exige prescindir de<br />

generalidades y abstracciones, y adoptar la visión<br />

del historiador y su preocupación por el tiempo, el<br />

lugar y la circunstancia en que se produce el cambio.<br />

Frente a las teorías clásicas, desde Aristóteles<br />

hasta Comte y Marx, que prescindían con demasiada<br />

frecuencia de referencias concretas en sus estudios<br />

de dinámica social, el sociólogo prefiere la<br />

orientación monográfica e interdisciplinar, utilizando<br />

los trabajos de los historiadores, los antropólogos<br />

y otros científicos sociales.<br />

La sociología del siglo XX investiga el cambio<br />

social planteándose tres interrogantes muy precisos:<br />

- en qué circunstancias de tiempo y lugar ocurre<br />

el cambio y de qué modo actúan los acontecimientos<br />

en las transformaciones sociales;<br />

- cómo influyen las crisis en el cambio, liberando<br />

a los miembros de una sociedad de las viejas<br />

pautas de comportamiento y sustituyendo los antiguos<br />

roles, status y modelos por otros nuevos;<br />

- hasta qué punto puede decirse que el cambio<br />

es necesario.<br />

• Primer interrogante:<br />

el papel de los acontecimientos<br />

La invasión árabe en España, la Revolución<br />

francesa, el Tratado de Versalles tras la 1 Guerra<br />

Mundial, la Guerra Civil española, el Concilio Vaticano<br />

n, la reunificación de las dos Alemanias... no<br />

son cambios sociales en sí mismos, pero pueden<br />

provocarlos. Los acontecimientos son externos y accidentales,<br />

aunque están relacionados con las condiciones<br />

sociales y culturales de una sociedad. Su<br />

carácter fortuito e impredecible desconcierta a los<br />

partidarios de una teoría del cambio social basada<br />

en la «naturalidad» y «normalidad» del cambio,<br />

como algo que «necesariamente» tenía que suceder<br />

por las fuerzas y tensiones internas al sistema.<br />

En este punto se diferencian claramente dos de<br />

las concepciones más ilustres del cambio social, la<br />

de Marx y la de Max Weber.<br />

Marx sostiene que la transformación de la economía<br />

y sociedad feudales en el capitalismo estuvo<br />

provocada por las fuerzas endógenas de la economía<br />

feudal, esto es, por las contradicciones acumuladas<br />

en esta economía. Marx concluye que en todas<br />

las sociedades acabarán manifestándose las mismas<br />

tendencias «trabajando con una necesidad férrea<br />

hacia un resultado inevitable». Retengamos<br />

dos términos, sobre los que luego volveremos: «necesidad»<br />

e


• Tercer interrogante:<br />

c'san necesarios los cambios?<br />

Dos términos en la cita de Marx, «necesidad» e<br />

«inevitable», introducen esta nueva cuestión: ¿son<br />

necesarios los cambios sociales? La cuestión admite<br />

varias interpretaciones:<br />

- Hay cambios en cuya necesidad todos coincidimos,<br />

porque la distancia entre la situación real y<br />

la norma ideal (de justicia, de igualdad, de respeto<br />

a los derechos humanos) se ha ahondado de forma<br />

escandalosa. Las «sociedades insoportables», en las<br />

que una docena de familias oprimen al pueblo con<br />

complicidades diversas (ejército, multinacionales...),<br />

necesitan un cambio profundo.<br />

- Hay cambios que no rompen el equilibrio y la<br />

persistencia de la sociedad y que se producen regularmente<br />

porque muy pocas formas de comportamiento<br />

son capaces de mantenerse inalterables durante<br />

largo tiempo. También en este sentido son<br />

necesarios los cambios.<br />

- El cambio no es necesario en cuanto impuesto<br />

por la misma naturaleza del comportamiento social<br />

que consiste en actividad y movimiento. Lo necesario<br />

es, más bien, la persistencia. Aquí no valen las<br />

teorías, sino la experiencia histórica, que apunta a<br />

la continuidad global de las sociedades.<br />

- El cambio concebido como desarrollo y crecimiento<br />

natural y necesario hacia un fin o una meta<br />

no cae dentro de las competencias del sociólogo. Es<br />

una cuestión meta-empírica, dogmática, teológica o<br />

ideológica. En el fondo, una cuestión de fe. El sociólogo<br />

comtiano que cree que el conocimiento y la<br />

sociedad maduran necesariamente a través de tres<br />

etapas -teológica, metafísica y positiva-, o el marxista<br />

que cree que todas las sociedades tienen que<br />

recorrer necesariamente las fases del comunismo<br />

primitivo, la esclavitud, el feudalismo y el capitalismo,<br />

hasta desembocar en el comunismo universal,<br />

están haciendo actos de fe, no sociología.<br />

d) Los procesos sociales<br />

Los procesos sociales pueden considerarse como<br />

variaciones en el sistema social que no provocan<br />

298 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

una modificación sustancial del mismo, y que en<br />

muchos casos son perfectamente compatibles con<br />

su persistencia, e incluso contribuyen a reforzarla y<br />

renovarla. La mayor parte de los cambios acaecidos<br />

en la sociedad española y mencionados al final de<br />

este tema pertenecen a esta categoría.<br />

Como en la sociedad en cuanto sistema social<br />

pueden distinguirse la dimensión estructural, la<br />

cultural y la interaccional, una primera forma de<br />

examinar los procesos es adoptar esta triple perspectiva.<br />

- Desde la perspectiva estructural, los sociólogos<br />

estudian en especial las variaciones que tienen lugar<br />

en el mundo de los roles, status y funciones<br />

sociales. Por ejemplo la reducción de funciones de<br />

la familia nuclear moderna, y el ascenso del rol de<br />

la mujer que se va colocando a la misma altura<br />

social que el rol del esposo; el incremento de roles<br />

intermedios, los «cuadros medios» y los trabajadores<br />

de «cuello blanco» en las organizaciones industriales;<br />

la expansión de las expectativas del rol del<br />

profesor, del que se «espera» hoy que, además de<br />

sus papeles tradicionales, acepte los de «organizador<br />

de materiales de trabajo», «experto en relaciones<br />

con la comunidad local», «animador del grupo<br />

de trabajo», etc.<br />

- Desde la perspectiva cultural se suelen citar sobre<br />

todo la innovación cultural producida por los<br />

inventos, las imitaciones y los ensayos experimentales,<br />

la difusión a través de la propaganda, publicidad<br />

y educación, o, a un nivel menos deliberado,<br />

por el impacto de los flujos migratorios, los turistas,<br />

etc.<br />

- Desde la perspectiva de la interacción social, los<br />

pequeños cambios, a veces no tan pequeños, son<br />

muy numerosos y frecuentemente son producidos<br />

por factores de tipo estructural y cultural. Ejemplos<br />

típicos: los cambios de distancia social, es decir, el<br />

tránsito de relaciones informales y cálidas (comunidad)<br />

a relaciones formales y restrictivas (sociedad);<br />

los de dirección de la interacción, como los que han<br />

tenido lugar en el mundo de las relaciones entre<br />

padres e hijos, que han pasado de ser verticales a<br />

horizontales, de mayor igualdad de status; los de<br />

forma, de relaciones de cooperación y solidaridad a<br />

relaciones hostiles y conflictivas; de instrumentalidad,<br />

perfectamente ilustrados por el problema de


algunas sectas que convierten a sus miembros en<br />

puros medios, en lugar de fines valiosos en sí mismos.<br />

De mayor envergadura, abandonando ya estas<br />

tres perspectivas, son los cambios institucionales,<br />

como la democratización en la institución política,<br />

o la secularización en la religión.<br />

Si los cambios afectan a las diversas estructuras<br />

sociales, nos encontramos con fenómenos dinámicos<br />

como la terciarización en la estructura ocupacional,<br />

la transición demográfica, etc.<br />

La segunda cuestión: los factores del cambio social.<br />

La gran cuestión de la sociología del cambio,<br />

planteada por sociólogos, puede enunciarse así:<br />

¿Cuál es el motor del cambio, el factor o factores que<br />

transforman la sociedad, las instituciones, los grupos,<br />

las relaciones y las personas? Comte pensó en las<br />

ideas, Marx en las contradicciones y conflictos dialécticos<br />

en los modos de producción y de intercambio,<br />

Weber (con mayor prudencia) en la esfera espiritual...<br />

La cuestión merece un tratamiento más<br />

amplio, pues es esencial para comprender lo que la<br />

sociología dice del cambio.<br />

Ha sido frecuente en la sociología la tentación de<br />

proponer un modelo privilegiado o exclusivo, bien<br />

sobre el motor primero del cambio, bien sobre las<br />

etapas necesarias del mismo, ordenadas en una dirección<br />

precisa, bien, finalmente, sobre la forma del<br />

cambio, lineal, cíclico, continuo o discontinuo. Hoy<br />

la sociología ha renunciado a esta tentación. Su<br />

renuncia se traduce en hipótesis o «conveniencias»:<br />

- Conviene rechazar la idea de una causa dominante<br />

del cambio social, del factor privilegiado, o<br />

del motor de cambio.<br />

- Conviene admitir la pluralidad de los tipos de<br />

cambio. Unos son endógenos, es decir, inducidos<br />

por causas internas al sistema social, otros son exógenos,<br />

y otros mixtos. Hay cambios lineales y cíclicos,<br />

previsibles e imprevisibles.<br />

- Conviene mantener una gran reserva frente a<br />

las teorías, el marxismo y el funcionalismo en especial,<br />

que tienden a presentar el cambio como un producto<br />

inevitable de las estructuras, o del funcionamiento<br />

inconsciente de la sociedad y de la cultura.<br />

- Una reserva aún mayor hay que adoptar frente<br />

a las teorías que pretenden explicar el cambio social<br />

por factores del entorno, como el clima o la raza.<br />

- En resumen, conviene olvidar la «teoría del<br />

cambio social» que sugiera una causa o unas causas<br />

principales, o una forma predominante del proceso, y<br />

hablar más bien de cambios sociales situados en<br />

coordenadas precisas de lugar y tiempo, como ya se<br />

ha visto.<br />

Hay cambios netamente exógenos, como el desarrollo<br />

del capitalismo, determinado en gran medida por<br />

la ética protestante que, surgida de la Reforma, favoreció<br />

los comportamientos de acumulación, ahorro y<br />

trabajo metódico y concienzudo (cf. El paisaje negro:<br />

la fábrica). H. Mendrás (1967) analiza el tránsito de un<br />

sistema social tradicional a un sistema moderno en<br />

sectores agrícolas franceses por efecto de una iniciativa<br />

del Ministerio de Agricultura que introdujo el<br />

maíz híbrido para aumentar la productividad.<br />

La «cadena causal» se puede describir así (F. Bourricaud<br />

y R. Boudon, 1982):<br />

• trastornos en el calendario de los cultivos asociados al del<br />

maíz híbrido, que tiene un ciclo diferente;<br />

• exigencia de mayores unidades, técnicas diferentes, y<br />

mayor cantidad de abonos e insecticidas;<br />

• cambios en la gestión económica ante los mayores gastos<br />

de la empresa familiar para hacer frente a los mismos;<br />

• ampliación de la superficie cultivada y de las granjas<br />

avícolas familiares que se aprovechan del aumento de las<br />

cosechas;<br />

• mayores ingresos y complejidad creciente de la empresa;<br />

• recurso a los créditos bancarios para la adquisición de<br />

maquinaria agrícola. Esta dependencia económica conduce a<br />

una mayor organización financiera;<br />

• los ingresos obtenidos de la granja avícola contribuyen a<br />

una mayor importancia de las mujeres granjeras en el sistema<br />

de división de roles sexuales;<br />

• el agricultor se va implicando más y más en el sistema<br />

económico de su entorno.<br />

Aunque manteniendo un firme rechazo del determinismo<br />

de las estructuras, se puede hablar de<br />

cambios endógenos, es decir, inducidos por el funcionamiento<br />

mismo del sistema social. Los sociólogos<br />

hablan a este respecto de dos tipos de procesos:<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 299


los reproductivos y repetltlVOS, que contribuyen al<br />

mantenimiento del sistema, y los evolutivos, que<br />

conducen a su transformación. Los sistemas de organización<br />

«semifeudah de la producción agrícola<br />

en ciertas regiones del mundo, que inducen a los<br />

terratenientes a no modernizar su explotación,<br />

constituyen un buen ejemplo del primer tipo de<br />

cambios.<br />

La división del trabajo y el desarrollo de los<br />

conocimientos científicos, con sus efectos sobre la<br />

organización social del trabajo, ilustran perfectamente<br />

el segundo tipo de cambios, los evolutivos.<br />

En ambos casos, el mero funcionamiento de las<br />

estructuras no basta para explicar ni los procesos<br />

repetitivos ni los evolutivos, sino que hay que echar<br />

mano de otros factores y condiciones.<br />

Por esta razón, la sociología hoy favorece la tesis<br />

de que todos los cambios son mixtos, es decir, exógenos<br />

y endógenos, si se los considera desde una<br />

perspectiva temporal prolongada. Comienzan siendo<br />

endógenos, pero al desarrollarse afectan no sólo<br />

a las reglas de funcionamiento del sistema a que<br />

pertenecen, sino al entorno de éste, provocando su<br />

reacción, con lo que acaban siendo exógenos.<br />

INVITACION A SUMERGIRSE<br />

EN EL CAMBIO<br />

II IJIll MIIIJIllJ UfllI_<br />

1. En un estudio sobre la sociedad de clases medias, el<br />

profesor Salustiano del Campo cita dos cambios significativos:<br />

- El ingreso de España en la sociedad de clases medias: profesionales<br />

liberales, personal de servicios, personal administrativo,<br />

comercial y técnico, empresarios, gerentes y directivos, y<br />

trabajadores independientes, han pasado de significar el 34,5%<br />

al 51,8%.<br />

- La instalación de la política española en el espacio de centroizquierda,<br />

como lo indica la voluntad expresa del PSOE de transformarse<br />

en el intérprete de la «principal clase social», las clases<br />

medias (Salustiano del Campo, La sociedad de clases medias.<br />

Espasa Calpe, Madrid 1986).<br />

300 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

2. En su trabajo sobre los cambios en la sociedad española,<br />

José Juan Toharia menciona entre otros los siguientes:<br />

- La secularización religiosa, que se expresa en el gran descenso<br />

de católicos practicantes (del 83 al 50% entre 1965 y 1989),<br />

en el desenganche eclesial de la juventud, en el rechazo de la<br />

intervención de la Iglesia en la política (el 63% apoyan esta<br />

postura) y en la creencia extendida (57%) en la obsolescencia de<br />

las enseñanzas de la Iglesia.<br />

- El mayor nivel de civismo, patente en una percepción mayoritaria<br />

de que los españoles hoy somos más respetuosos entre<br />

nosotros y ante la autoridad, mejor cumplidores de las leyes,<br />

más trabajadores y más felices (?).<br />

- El creciente predominio de las orientaciones valorativas básicas<br />

de corte socialista comunitario sobre las de tipo capitalista<br />

individualista, como parecen indicar las preferencias por el<br />

igualitarismo, el socialismo, el control estatal de la economía y<br />

la intervención del Estado en los asuntos sociales.<br />

- El deterioro de la imagen de los jueces, y el sentimiento de<br />

deficiencias en la observancia de la ley yen el control del Gobierno<br />

sobre e! cumplimiento de las medidas legales (Cambios recientes<br />

en la sociedad española, Instituto de Estudios Económicos,<br />

Madrid 1989).<br />

3. En su descripción del «rompecabezas nacional», Amando<br />

de Migue! se extiende sobre los cambios ocurridos en España en<br />

las dos últimas décadas. Entre ellos:<br />

- La transición demográfica por el doble descenso de las tasas<br />

de mortalidad y natalidad. Es decir: madurez de la sociedad<br />

española.<br />

- Difusión de un bien hasta ahora muy escaso: los estudios<br />

superiores.<br />

- Incorporación a la sociedad de consumo, y aparición de un<br />

nuevo tipo de consumidor: más reflexivo, circunspecto y cualitativo.<br />

- Cambio de orientación en los problemas yprioridades societarios:<br />

del desarrollo, crecimiento económico y aumento cuantitativo,<br />

a la búsqueda de una mejor distribución, mayor igualdad y<br />

compensación.<br />

- Tránsito a una sociedad más compleja, en la que las biografías<br />

personales están más sujetas a un alto grado de variabilidad,<br />

hay más riqueza en la realización personal y un abanico más<br />

amplio de opciones vitales.<br />

- Ampliación del ruedo político: en 1881 sólo podían votar los<br />

mayores de 25 años, en 1933 los de 21, en 1979 los de 18.


- Desaparición de epidemias y hambrunas seculares.<br />

- Menor claridad de las líneas que separan la población ocupada,<br />

la parada y la inactiva.<br />

- Transformación de la pirámide social: las clases alta ymedia<br />

urbanas han crecido en un 22% entre 1950-1970, los obreros<br />

industriales en un 19%, y los jornaleros han disminuido en un<br />

50%, así como los agricultores por cuenta propia, que lo han<br />

hecho en un 10%.<br />

- La sociedad se ha hecho más «suicidógena», es decir, aumenta<br />

el número de gente que muere por enfermedades degenerativas,<br />

por el alcohol y el tabaco.<br />

- «España ha dejado de ser católica»: se ha producido un gran<br />

descenso de la práctica religiosa, una notable secularización en<br />

los comportamientos, especialmente en los juveniles, hasta el<br />

punto de que «jóvenes y viejos pertenecen a dos mundos de<br />

creencias que apenas se tocan entre sí», y que se reflejan en<br />

actitudes y valoraciones muy distantes sobre el divorcio, la vida<br />

sexual y la intervención de la Iglesia en la política (El rompecabezas<br />

nacional. Plaza y Janés, Barcelona 1986).<br />

4. En su análisis de los datos del Estudio europeo de valores,<br />

Francisco Oriza se extiende sobre diversos cambios experimentados<br />

por la sociedad española. Entre ellos:<br />

- La relajación de los códigos morales, y el clima general de<br />

tolerancia y de permisividad. En estrecha relación con este clima,<br />

- El relativismo de la moral y el predominio de una ética<br />

situacionista que no acepta líneas claramente divisorias entre el<br />

bien y el mal. En este contexto, la moral se torna más personal y<br />

convivencial, y se centra en valores de autocontrol y de libertad.<br />

- El descenso de nivel en la transmisión familiar de normas<br />

sociales, políticas, morales y religiosas.<br />

- La ubicación del electorado en posiciones de centro-izquierda<br />

(Francisco Oriza, España entre la apatía y el cambio social. Mapfre,<br />

Madrid 1984).<br />

Lecturas<br />

A. Etzioni y E. Etzioni, Los cambios sociales: fuentes, tipos<br />

y consecuencias. Fondo de Cultura Económica, México<br />

1968.<br />

S. N. Einsenstad, Ensayos sobre el cambio social y la modernización.<br />

Tecnos, Madrid 1970.<br />

R. Nisbet, Cambio social. Alianza, Madrid 1979.<br />

Fundación Foessa, Estudios sociológicos sobre el cambio<br />

social en España. Euramérica, Madrid 1983.<br />

Id., Estudios sociológicos sobre el cambio político en España.<br />

Euramérica, Madrid 1983.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 301


El cambio social por antonomasia es la modernización,<br />

aunque este proceso (o resultado)<br />

es un término suficientemente amplio para entender<br />

por él cualquier transformación de las estructuras<br />

sociales o de los valores culturales que se<br />

producen hoy en las sociedades de todo el mundo<br />

según la dirección marcada por los países a los que<br />

el consenso general señala como más desarrollados.<br />

La amplitud del término «modernización» exige<br />

comenzar este tema por la consideración de las<br />

principales teorías o «modelos» con las que se pretende<br />

explicar este tipo de cambio. Se atenderá<br />

después a las diferentes dimensiones de la modernización,<br />

a los factores sociales que en el proceso de la<br />

modernización influyen con mayor fuerza en el crecimiento<br />

económico, y al problema planteado por<br />

la llamada «decadencia de la sociedad laboral».<br />

1. Teorías e interpretaciones<br />

de la modernización<br />

Entre los principales enfoques y teorías que pretenden<br />

explicar la modernización han conseguido<br />

mayor relevancia las teorías económicas, las psico-<br />

302 PARA COMPRENDER LA SOClOLOGIA<br />

20<br />

La modernización<br />

como cambio social<br />

pluridimensional<br />

lógicas o de las motivaciones, la de las variables de<br />

Taleott Parsons y la marxista del subdesarrollo.<br />

Una breve exposición de cada tipo de teorías (Gasparini,<br />

1976).<br />

a) Las teorías o enfoques<br />

económicos<br />

Entre otros autores que se han ocupado de este<br />

tema, hay que destacar a Rostow y a Lemer. El<br />

primero ha asimilado modernización a desarrollo y<br />

ha propuesto en éste cinco estadios, siguiendo lejanamente<br />

la teoría clásica de Saint-Simon y de Comte,<br />

aunque en clave económica. Los cinco estadios<br />

de Rostow son: la sociedad tradicional como punto<br />

de partida, el establecimiento de las condiciones<br />

del despegue (el desarrollo de la ciencia y de la<br />

educación, el espíritu de empresa y la acumulación<br />

u obtención del capital para la producción), el despegue<br />

en sí mismo, el tránsito a la madurez, y el<br />

períqdo del consumo de masas.<br />

b. Lerner ha realizado un estudio empírico del<br />

proceso de modernización en Turquía, Líbano, Siria,<br />

Egipto, Jordania e Irán, aceptando como punto


d) La teoría marxista<br />

del subdesarrollo<br />

Este enfoque discurre en paralelo y en oposición<br />

polémica con el anterior, y aunque comparte los<br />

principios del enfoque histórico-comparativo (el de<br />

Bendix, Myrdal, Moore, Einsenstad, que pretende<br />

romper con el etnocentrismo del enfoque estructural-funcionalista<br />

y afirma la multidireccionalidad<br />

de los países en desarrollo), tiene una característica<br />

propia: desplaza el foco teórico a un plano de economía<br />

mundial, y afirma que el subdesarrollo es un<br />

producto de la relación general de dependencia de<br />

los países atrasados en relación con los países imperialistas.<br />

Consecuencia inmediata: las condiciones primordiales<br />

de la modernización del Tercer Mundo se<br />

identifican con la lucha revolucionaria contra esas<br />

fuerzas imperialistas.<br />

En estos cuatro enfoques se puede observar que<br />

subyace siempre una opción ideológica.<br />

e) El paradigma de Galtung<br />

Entre otros enfoques y modelos adquiere una<br />

relevancia singular el paradigma de J. Galtung,<br />

cuyo esquema se puede examinar en la página siguiente.<br />

Este paradigma distingue cuatro estadios,<br />

rompiendo la dicotomía clásica que sólo se fija en<br />

países tradicionales y países desarrollados o modernos,<br />

y atiende a las variables que aparecen a la<br />

izquierda del cuadro de la página siguiente.<br />

fJ La modernización<br />

como secularización<br />

Un sociólogo contemporáneo, Gino Germani<br />

(Sociología de la modernización), ha propuesto la<br />

tesis de que el núcleo universal y esencial del conjunto<br />

de condiciones sociales y culturales necesarias<br />

para la modernización en cuanto tránsito a la<br />

sociedad industrial es la secularización. Define la<br />

secularización como:<br />

«Proceso complejo que comprende tres modifica-<br />

304 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

ciones de la estructura social: la del tipo de acción<br />

social, la de la concepción social del cambio y la de las<br />

instituciones».<br />

Veamos tres tipos de secularización producto de<br />

la modernización:<br />

- La del tipo de acción social: la secularización<br />

implica el paso del predominio de la acción prescriptiva<br />

(la cultura impone normativamente una<br />

única pauta que se interioriza subjetivamente) a la<br />

acción electiva (aunque persiste la regulación normativa<br />

de la acción, el actor social adquiere un<br />

cierto grado de libertad que le permite realizar opciones<br />

propias). En este tipo de acción electiva se<br />

sitúa la acción «racional» (generalmente instrumental).<br />

- La de la concepción social del cambio: en la<br />

sociedad tradicional se considera anormal y violación<br />

de las normas cualquier cambio, en tanto que<br />

en la sociedad industrial moderna el cambio se convierte<br />

en un fenómeno normal, previsto e institucionalizado<br />

por las normas sociales mismas, que establecen<br />

lo que podríamos denominar las reglas del<br />

cambio.<br />

- La de las instituciones: la modificación se produce<br />

aquí en este sentido: de una cierta indiferenciación<br />

funcional de las instituciones que desempeñan<br />

funciones iguales, parecidas o cruzadas, a una<br />

especialización y diferenciación del número y variedad<br />

de funciones. De esta forma se precisan y distinguen<br />

mejor los perfiles de las instituciones como<br />

la familia, la red parental, la religión, la economía,<br />

la comunidad local, etc.<br />

Estas tres modificaciones se producen tanto a<br />

nivel psicosocial (en las actitudes y comportamientos<br />

individuales) como institucional y normativo<br />

(en los valores, normas e instituciones).<br />

La influencia de la secularización en la modernización<br />

se advierte sobre todo en el terreno de la<br />

ciencia, de las técnicas productivas y de las instituciones<br />

económicas. En efecto:<br />

«tanto la ciencia como la tecnología hoy se distinguen<br />

y están marcadas por los tres aspectos de la secularización<br />

explicados: la electividad, la institucionalización<br />

del cambio (los enunciados de la ciencia son


Modalidad<br />

del<br />

estadio Primitivo Tradicional Moderno Neo-moderno<br />

Estructura<br />

del estadio<br />

Primario<br />

D<br />

Alto<br />

Bajo<br />

i Revolución<br />

urbana<br />

Primario<br />

Modalidad de la transición<br />

Distribución de la población<br />

activa:<br />

Sector primario 100 90 85 75<br />

Sector secundario O 5 5 10<br />

Sector terciario<br />

Productividad<br />

O 5 15 25<br />

agrícola:<br />

Organización<br />

social<br />

1:1 1:1,25 1:1,33<br />

Amplitud demográfica<br />

Principios<br />

de asignación de<br />

cometidos<br />

Sistema<br />

económico:<br />

grupo,<br />

clan<br />

tribu<br />

lOu_W<br />

Terciario<br />

Alto<br />

Ea<br />

poblado,<br />

ciudad,<br />

Estado.<br />

W-lO s<br />

Adscripción Adscripción<br />

Economía Economía<br />

de subsis- de trueque.<br />

tencia.<br />

Medío<br />

Primario<br />

Bajo<br />

i Revolución<br />

industrial<br />

50<br />

20<br />

30<br />

20<br />

30<br />

50<br />

1:2 1:5<br />

Estado nacional.<br />

Adquisición<br />

Economía<br />

monetaria.<br />

Secundario<br />

Terciario<br />

5<br />

5<br />

90<br />

Terciario<br />

Enseñanza<br />

pos-terciaria<br />

Enseñanza<br />

terciaria<br />

Enseñanza<br />

secundaria<br />

Enseñanza<br />

primaria.<br />

i Revolución de<br />

Ja automoción<br />

O<br />

O<br />

100<br />

1:20<br />

Región, Estado mundial.<br />

Economía<br />

financiera.<br />

Adquisición<br />

Adaptadode:F.DemarchíyA.Ellena,<br />

Diccionariodesociología.<br />

Paulinas,Madrid1986,1.110-1.111.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 305


siempre «provisionales») y la especialización creciente.<br />

Y en cuanto a las instituciones económicas, se observa<br />

hoy una creciente especialización y una orientación<br />

radical hacia la productividad y la eficacia, y por<br />

tanto hacia la racionalidad instrumental y la institucionalización<br />

del cambio, abandonando las tradicionales<br />

connotaciones religiosas, morales, estéticas o de<br />

prestigio» .<br />

Desde estos principios y consideraciones se pueden<br />

estudiar los principales procesos de secularización<br />

que se han producido en las sociedades modernas:<br />

1. La secularización en las relaciones sociales.<br />

En la sociedad tradicional predominan las relaciones<br />

primarias, «cara a cara», típicas de los grupos<br />

primarios, de la familia, de la pequeña comunidad<br />

y de los grupos de trabajo. En las sociedades desarrolladas<br />

predominan, por el contrario, las relaciones<br />

secundarias, impersonales, los roles intercambiables<br />

y basados en la competencia, aunque no<br />

desaparecen por completo las relaciones primarias.<br />

Parsons ha desarrollado en esta línea sus cinco variables<br />

dicotómicas ya vistas.<br />

2. La secularización de los tipos de personalidad:<br />

Este tema ha sido tratado por diversos autores que<br />

han elaborado tipologías comparables:<br />

• Sorokin: tipo idealista, sensorial e ideacional.<br />

• Znaniecki: tipo filisteo, bohemio y creativo.<br />

• Riesman: tipo tradicional, heterodirigido y<br />

autodirigido.<br />

Veamos el tránsito a la modernidad según la<br />

caracterización de Sorokin del tipo ideacional y del<br />

tipo sensorial (recuadro):<br />

3. La secularización de la familia es condición<br />

necesaria de desarrollo y consiste fundamentalmente<br />

en la ruptura de los modelos tradicionales y<br />

de los sistemas de parentesco; en la pérdida de las<br />

funciones productivas y económicas por parte de la<br />

familia; en un deterioro consiguiente de la posición<br />

de la mujer; en el establecimiento de las relaciones<br />

familiares entre los cónyuges y entre los padres y<br />

306 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Tipo ideadonal<br />

- Naturaleza tiene realidad<br />

trascendente.<br />

- La idea de realidad como<br />

algo estable es esencia!,<br />

el cambio es accidental.<br />

- El fin último es llegar a<br />

ser como Dios.<br />

- La existencia más elevada<br />

es trascendental.<br />

- Los medios para conseguir<br />

ese fin y llevar esa<br />

existencia son el cambio<br />

interno, la auto-modificación<br />

mediante el auto-control,<br />

el conoci·<br />

miento y el control de la<br />

realidad trascendente.<br />

Tipo sensorial<br />

- Realidad de la naturaleza<br />

es terrena, intramundana.<br />

- El cambio es esencial y<br />

la estabilidad accidental.<br />

- El fin último es transformarse<br />

en el hombre<br />

ideal.<br />

- La existencia más elevada<br />

es la que se percibe<br />

sensorialmente.<br />

- Los medios para conseguir<br />

ese fin y llevar esa<br />

existencia son el cambio<br />

externo, el conocimiento<br />

y control de la realidad<br />

sensible.<br />

los hijos sobre bases nuevas, más racionales, afectivas<br />

y democráticas; en el control de la natalidad,<br />

que implica un recurso a la racionalidad instrumental<br />

en una de las esferas más íntimas.<br />

Consecuencia de este proceso ha sido una fuerte<br />

desorganización familiar.<br />

4. La secularización demográfica ha consistido<br />

en una reestructuración de la población, debida en<br />

parte al control de la natalidad que se acaba de<br />

comentar. Según la teoría de la transición demográfica,<br />

se parte de una sociedad tradicional caracterizada<br />

por altas tasas de natalidad y de mortalidad.<br />

En una fase intermedia se produce una reducción<br />

de la tasa de mortalidad, mientras se mantiene la<br />

alta tasa de natalidad, por lo que aparecen desequilibrios<br />

en el desarrollo de la sociedad, debido al<br />

aumento acelerado de la población que produce<br />

unos superávits demográficos que:<br />

- tienden a concentrarse en las zonas más modernas,<br />

y por tanto en las ciudades;


- producen por eso mismo super-urbanización;<br />

- tienden a insertarse en trabajos terciarios de<br />

baja productividad, lo que constituye una forma de<br />

sub-empleo.<br />

Por otra parte, la reducción de la mortalidad<br />

afecta sobre todo a los grupos de menor edad (niños<br />

y recién nacidos), lo que produce presiones y dificultades<br />

en la expansión del sistema docente.<br />

Sin embargo, en los países europeos se consiguió<br />

evitar la profecía de Malthus, debido al crecimiento<br />

de la productividad económica y la emigración a<br />

países del Nuevo Mundo, que ha actuado como una<br />

válvula de escape.<br />

En la tercera fase de la transición demográfica, el<br />

índice de nacimientos tiende a estabilizarse, mientras<br />

que las tasas de mortalidad continúan reduciéndose,<br />

aunque a un ritmo mucho menor. Esta es<br />

la situación de los países desarrollados.<br />

5. La secularización de la enseñanza y de los<br />

medios de comunicación de masas ha consistido<br />

esencialmente en su gran expansión, como exigencia<br />

ineludible de la modernización. Además, según<br />

la tesis de W. Moore, la escuela transmite la herencia<br />

cultural, pero también contribuye a crear y<br />

orientar el cambio social.<br />

En su trabajo ya mencionado, Lerner afirma que<br />

en el proceso de modernización juega un papel importante,<br />

además de la alfabetización, el universo<br />

de los medios de comunicación de masas, que en los<br />

países en vías de desarrollo pueden ser un elemento<br />

sustitutivo de la enseñanza primaria como base para<br />

formar una conciencia nacional y para romper el<br />

aislamiento de las pequeñas comunidades.<br />

6. En el ámbito político, la secularización consiste<br />

en la creciente participación de los estratos populares<br />

en las instituciones políticas, debida a la<br />

urbanización, la sustitución de la comunidad local<br />

y la correspondiente transferencia de la lealtad a la<br />

nación en lugar de al pueblo o al clan. El sentido de<br />

nacionalidad es, en opinión de Lerner, un sustitutivo<br />

de las ideologías de desarrollo. En este contexto<br />

se pone en marcha un proceso de participación política<br />

y una racionalización de la administración pública.<br />

7. La secularización del sistema de estratificación<br />

consiste en la desaparición de ocupaciones que<br />

ya no encajan en los nuevos procesos productivos, y<br />

su sustitución por otras nuevas. Otro cambio consiste<br />

en que los roles son ahora predominantemente<br />

de tipo adquisitivo, es decir, se consiguen por esfuerzo<br />

propio, no son otorgados en función del origen<br />

familiar o social. Un tercer cambio: la estructura<br />

de clases se hace más abierta, de forma que se<br />

adecue con una cierta celeridad a los cambios posibles,<br />

y al mismo tiempo aparecen otros sistemas de<br />

estratificación competitivos.<br />

8. La secularización del trabajo es un proceso de<br />

gran importancia, dado que el trabajo del hombre<br />

se convierte en la institución central de las sociedades<br />

modernizadas. El trabajo y la producción se<br />

organizan dentro de unas líneas estrictamente racionales,<br />

se acrecienta la división del trabajo y se<br />

hacen más impersonales las relaciones en el ámbito<br />

del mismo, se estimula la conciencia de recompensa<br />

como motivación fundamental del esfuerzo productivo<br />

y, en definitiva, se desarrolla un nuevo concepto<br />

del trabajo fuera de todo ritualismo y como<br />

medio para apoderarse de la naturaleza y explotarla<br />

a través de la técnica y de la ciencia aplicadas al<br />

proceso productivo.<br />

2. Factores sociales<br />

del crecimiento económico<br />

El punto de partida para el examen de los factores<br />

sociales, extra-económicos, del crecimiento económico<br />

en cuanto dimensión fundamental del proceso<br />

de modernización es el modelo económico de<br />

Nurkse. Nurkse sienta como principio el hecho siguiente:<br />

los países subdesarrollados se encuentran<br />

atrapados frecuentemente por un doble círculo vicioso<br />

en torno a su baja producción per cápita. Por<br />

el lado de la oferta, el capital es escaso por la baja<br />

capacidad de ahorro de la gente, reflejo de su bajo<br />

nivel de ingresos, reflejo a su vez de la baja productividad<br />

de la economía, que procede a su vez de la<br />

falta de capital.<br />

Por el lado de la demanda, el problema es similar:<br />

la inducción a invertir es muy' débil, pues la<br />

gente tiene una capacidad adquisitiva muy reduci-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 307


308 PARACOMPRENDER<br />

LA SOCIOLOGIA


da, ya que los ingresos son bajos, debido a la débil<br />

productividad que refleja el escaso capital invertido<br />

en la producción.<br />

Nurkse se pregunta: ¿Cómo romper este doble<br />

círculo vicioso?<br />

La respuesta es múltiple: aumento del comercio<br />

internacional + disminución de la presión demográfica<br />

+ ahorro forzoso + reducción de la población<br />

agraria subempleada + préstamos internacionales.<br />

Pero detrás de estas variables económicas y condicionándolas<br />

hay otras variables de tipo social que<br />

favorecen -u obstaculizan- la aparición de empresarios<br />

locales que participen plenamente en la economía<br />

y estimulen la tendencia a invertir. Pero la<br />

actividad empresarial no surge de forma automática.<br />

Se puede afirmar que las religiones tradicionales,<br />

en general, no favorecen la vocación ni la actividad<br />

empresarial. En cambio, a veces un nacionalismo<br />

agresivo puede destruir las pautas tradicionales de<br />

la actividad económica e iniciar una fuerte innovación<br />

empresarial.<br />

Otro factor social de considerable influencia en<br />

el triángulo ahorro-consumo-inversión es el tipo de<br />

parentesco que predomina en algunas sociedades<br />

tradicionales. Debido a las pautas de ahorro exigidas<br />

e impuestas por determinadas formas de parentesco<br />

-en joyas, en monedas, en tierras familiares...-,<br />

no queda capital disponible para empresas<br />

económicas. Es decir, el ahorro se canaliza en cauces<br />

improductivos. Otras pautas familiares de tipo<br />

tradicional pueden igualmente impedir el ahorro<br />

productivo: por ejemplo, en algunas sociedades del<br />

sur de Asia, cuanto mayor es la riqueza de una<br />

familia, mayor obligación social se le impone de<br />

gastar en rituales religiosos o en fiestas funerales.<br />

Se calcula que los gastos ceremoniales de la India<br />

rural equivalen al 7,2% de la renta per cápita, y que<br />

si este dinero se hubiera invertido en valores de<br />

capital productivo, la inversión total del país hubiera<br />

aumentado en más de un 50%.<br />

•<br />

Tres procesos en el crecimiento económico<br />

Diferenciación.<br />

Integración.<br />

Desorganización.<br />

Al tratar el enfoque estructural-funcionalista y<br />

el modelo de Parsons, se aludió al modelo de Smelser<br />

de diferenciación-integración-discontinuidad (o<br />

desorganización). Veamos ahora este modelo.<br />

Según Smelser, la modernización consiste, en<br />

primer lugar, en un proceso de diferenciación, por el<br />

que se produce un tránsito o evolución desde una<br />

estructura multifuncional a varias estructuras especializadas.<br />

Así, por ejemplo, en la transición de la<br />

industria doméstica a la fábrica aumenta la división<br />

del trabajo y los roles laborales; en el terreno<br />

de la educación, la familia y la Iglesia dejan de<br />

tener funciones educativas, y aparece el sistema<br />

educativo formal diferenciado; en el ámbito político,<br />

el grupo tribal o social deja de tener funciones<br />

directamente políticas, y aparece el partido político<br />

con una estructura más compleja y menos influible<br />

por lealtades de parentesco...<br />

En segundo lugar, la modernización exige también<br />

un proceso de integración, ya que la heterogeneidad<br />

de organizaciones que aparecen en el proceso<br />

anterior exige un aumento de mecanismos para<br />

coordinar y consolidar la interacción entre individuos<br />

con intereses crecientemente diversificados.<br />

La paradoja es que esta aparición de mecanismos<br />

de coordinación produce a su vez estructuras más<br />

diferenciadas: sindicatos, asociaciones, partidos<br />

políticos, aparato gubernamental en continua expansión,<br />

etc. Veamos este segundo proceso en el<br />

ámbito económico:<br />

En la sociedad tradicional, simple, todo se basa<br />

en la estructura de parentesco, todo se integra a<br />

través de la familia local y de la comunidad local,<br />

reforzadas por las tradiciones religiosas. En las sociedades<br />

modernas y complejas, aparecen diversos<br />

problemas:<br />

- ¿Quién da información sobre las oportunidades<br />

de trabajo?<br />

- ¿Cómo se integran los intereses de la familia y<br />

de la empresa?<br />

- ¿Cómo se protege a la familia contra las fluctuaciones<br />

del mercado?<br />

Antes se encargaban de todo esto la familia, los<br />

vecinos, las ayudas locales. Hoy han aparecido muchas<br />

instituciones y asociaciones que realizan esas<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 309


funciones: agencias de reclutamiento y de colocación,<br />

sindicatos, sociedades cooperativas, mecanismos<br />

gubernamentales de ayuda social y de asistencia,<br />

instituciones de ahorro, controles gubernamentales<br />

para velar por la distribución equitativa del<br />

trabajo, etc.<br />

En tercer lugar, la modernización implica ciertas<br />

fonnas de desorganización social, debido fundamentalmente<br />

a tres factores:<br />

- El proceso ya visto de diferenciación funcional<br />

implica demandas sociales de actividades nuevas,<br />

de normas nuevas y de sanciones nuevas, que<br />

pueden entrar en conflicto con las viejas formas de<br />

acción social, frecuentemente dominadas por tradiciones<br />

religiosas, tribales, por sistemas de parentesco,<br />

etc.<br />

- En el cambio de estructuras que se produce<br />

aparecen desequilibrios y desajustes, y, por tanto,<br />

contradicciones. Así, por ejemplo, los poderes coloniales<br />

europeos, por una parte revolucionaron los<br />

marcos económicos, políticos y educativos de las<br />

sociedades tradicionales, y por otra estimularon o<br />

impusieron una clase tradicional, religiosa y conservadora.<br />

- De las anteriores contradicciones proceden insatisfacciones,<br />

ansiedades, hostilidades y utopías<br />

que, si se hacen colectivas, cristalizan en movimientos<br />

sociales de agitación política, de violencia, de<br />

tipo milenarista, de tipo nacionalista, revolucionarios,<br />

etc. En general, los más atraídos a estos movimientos<br />

son los que sufren más estos desajustes y<br />

los que han sido desplazados por la ruptura de los<br />

viejos vínculos y aún no se han integrado en el<br />

nuevo orden social.<br />

3. La decadencia<br />

de la sociedad laboral<br />

El proceso de modernización, en sus últimas<br />

consecuencias, no podía menos de alcanzar también<br />

al núcleo mismo de la sociedad industrial y del<br />

sistema capitalista: la sociedad laboral. Algunos<br />

pensadores hablan ya de la decadencia de la sociedad<br />

laboral, lo que, entre otras consecuencias, im-<br />

310 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

plicaría cambios importantes en el mundo del empleo<br />

y, consiguientemente, en el mundo de los sindicatos.<br />

Al estudiar el problema del paro en las sociedades<br />

desarrolladas, los expertos constatan la presencia<br />

de un paro inclasificable en las categorías<br />

habituales: el paro sobre-estructural, que no depende<br />

ya de ciclos, coyunturas y fricciones, ni de la<br />

estructura de producción, sino de un giro copernicano<br />

en la orientación general de la sociedad.<br />

El hecho que constituye el punto de partida es<br />

de tipo estadístico: en los países desarrollados, el<br />

poder de compra por habitante se ha multiplicado<br />

por 2, 3 ó 4, la duración del trabajo ha disminuido<br />

entre un 15 y un 25%, y la reducción de la duración<br />

del trabajo diario ha sido del orden de un 23%.<br />

Otros hechos complementarios son:<br />

- la reducción del ciclo laboral del hombre medio,<br />

pues en los últimos 100 años en Europa el<br />

período activo de vida laboral se ha reducido entre<br />

un 50 y un 65%;<br />

- el desempleo oculto y voluntario parece ir en<br />

aumento: los estudiantes mayores de 16 años, sobre<br />

todo, son técnicamente desempleados voluntarios,<br />

y es considerable el número de mujeres que no se<br />

registran como paradas;<br />

- aumenta el subempleo, sobre todo debido a la<br />

política de creación de empleo público y de puestos<br />

de trabajo prácticamente sin contenido real de tareas,<br />

como sucede supuestamente en Austria, entre<br />

otros países; ahora bien, el subempleo es indigno y<br />

alienante, producto típico y síntoma de una sociedad<br />

laboral en la que escasea el trabajo;<br />

- el feminismo se ha estabilizado, se ha hecho<br />

más autocrítico, ha perdido parte de su tradicional<br />

tono exasperado, y se ha ido centrando en torno a<br />

una idea sugerente: en el mundo del trabajo, el<br />

futuro es para los valores andróginos, ni masculinos<br />

ni femeninos en exclusiva, de forma que se afirmará<br />

la bipolaridad existencial basada en un proyecto de<br />

vida doble, fundado en el trabajo o en el ocio;<br />

- la decadencia del taylorismo y la emergencia<br />

de formas de enriquecimiento de tareas, jornadas<br />

parciales e introducción de nuevas tecnologías más<br />

«humanizadoras» han puesto de relieve el valor<br />

central de la calidad de vida y de la calidad de la


vida laboral, como principio inspirador de los diseños<br />

industriales y empresariales;<br />

- se percibe una fuerte propensión a experiencias<br />

laborales y existenciales diversas y plurales,<br />

acentuando la disponibilidad para pasar de un sector<br />

laboral a otro, de una empresa a otra;<br />

- debido a la terciarización y a las nuevas tecnologías,<br />

se han difuminado los duros perfiles del<br />

proletariado y su papel redentor y del carácter prometeico<br />

de la clase obrera. Al mismo tiempo se<br />

observa un creciente anacronismo de valores como<br />

el igualitarismo y la contraposición, en el ámbito<br />

empresarial, de los «de arriba» y los «de abajo».<br />

Las categorías profesionales tienden cada vez más a<br />

asociarse en una pluralidad organizada sobre intereses,<br />

con exclusión de ideologías de dominio;<br />

- la raíz del paro estructural es la aplicación<br />

masiva de las nuevas tecnologías, pero esta aplicación<br />

ha sido posible por la creciente elevación de los<br />

salarios. Con salarios más bajos, hubiera faltado el<br />

estímulo para diseñar, desarrollar y aplicar nuevas<br />

tecnologías. Con los salarios actuales, se introducen<br />

porque salen más baratas, no en sí mismas, pero sí<br />

en comparación con el coste del factor trabajo.<br />

Es decir, es la misma dinámica de la sociedad<br />

laboral la que está produciendo la falta de puestos<br />

de trabajo, según esta ecuación.<br />

- Evolución de<br />

los derechos<br />

humanos.<br />

- Actividades de sindicatos<br />

y del socialismo sindical.<br />

-> Exito obrero en<br />

conflictos con patronos<br />

sobre salarios.<br />

/<br />

-> Alza de salarios,<br />

reducción de horas<br />

de trabajo -><br />

alza del coste de!<br />

factor trabajo.<br />

t<br />

- Mayor coste del trabajo.<br />

t<br />

- Desarrollo y aplicación<br />

crecientes de técnicas al<br />

proceso productivo.<br />

t<br />

- MAS DESEMPLEO.<br />

dEL<br />

INVITACION A LA PERPLEJIDAD<br />

Hace casi 100 años, escribía Emile Durkheim unos párrafos<br />

polémicos sobre la relación entre el progreso producido por la<br />

división del trabajo social y la felicidad. Merece la pena releerlos<br />

desde nuestra perspectiva actual:<br />

«El único hecho experimental que demuestra que la vida<br />

generalmente es buena, es que la mayor generalidad de los hombres<br />

la prefiere a la muerte. Para que así sea, es necesario que, en<br />

el término medio de existencia, la felicidad supere a la desgracia.<br />

Si la relación fuese inversa, no comprenderíamos de dónde podría<br />

provenir e! apego de los hombres por la vida. (. ..).<br />

Allí donde e! instinto de conservación pierde algo, ya sea de<br />

su energía, ya sea de su generalidad, podemos estar seguros de<br />

que la vida misma pierde algo de sus atractivos, que el mal<br />

aumenta, ya sea que las causas de sufrimiento se multipliquen,<br />

ya sea que la fuerza de resistencia de los individuos disminuya.<br />

Por tanto, si poseyésemos un hecho objetivo y medible que tradujese<br />

las variaciones de intensidad por las que pasa e! sentimiento<br />

según las sociedades, al mismo tiempo podríamos medir<br />

las de la desgracia media en esos medios. Este hecho es el número<br />

de suicidios. Así como la rareza primitiva de los muertos<br />

voluntarios es la mejor prueba del poder yde la universalidad de<br />

este instinto, el hecho de que ellos aumenten demuestra que<br />

pierde terreno.<br />

Ahora bien, el suicidio no aparece quizá más que con la<br />

civilización. Al menos, e! único que observamos en las sociedades<br />

inferiores en estado crónico presenta caracteres muy particulares<br />

que hacen de él un tipo especial cuyo valor sintomático<br />

no es el mismo. No es un acto de desesperación, sino de abnegación.<br />

Si entre los antiguos daneses, entre los celtas, entre los<br />

tracias, el anciano que llega a una edad avanzada pone fin a sus<br />

días, es porque es su deber librar a sus compañeros de una boca<br />

inútil; si la viuda de la India no sobrevive a su marido, ni el galo<br />

al jefe de su clan; si el budista se hace aplastar bajo las ruedas<br />

del carro que lleva a su ídolo, es porque prescripciones morales o<br />

religiosas le obligan a ello.<br />

En todos estos casos, el hombre no se mata porque juzga<br />

mala a la vida, sino porque el ideal al que está sujeto le exige ese<br />

sacrificio. Por tanto, estos muertos voluntarios no son más suicidas,<br />

en e! sentido vulgar de la palabra, que el soldado o el médico<br />

que se exponen conscientemente para cumplir con su deber.<br />

Por el contrario, el verdadero suicida triste se encuentra en<br />

un estado endémico entre los pueblos civilizados. Incluso se<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 311


dlstnbuye geografIcamente como la clVIlIzaclOn En los mapas<br />

de sUICIdIO vemos que toda la reglOn central de Europa esta<br />

ocupada por una amplIa mancha sombna comprendida entre los<br />

47 y 57 grados de latitud y entre los 20 y 40 grados de longitud<br />

Este espacIO es el lugar de pred¡]ecclOn del SUICIdIO, segun la<br />

expreslOn de MorsellI, es la zona sUlCldogena de Europa AI]¡ es<br />

tamblen donde se encuentran los paises en los que la actividad<br />

clentIflca, artIstIca, economlca es llevada a su maxlmo Alemama<br />

y FranCia Por e! contrano, España, Portugal, RUSia, los<br />

pueblos eslavos del sur estan relatIvamente mdemnes ItalIa,<br />

naCida ayer, aun esta algo protegida, pero a medida que progresa<br />

pierde su mmumdad Solo Inglaterra es una excepclOn, aun<br />

estamos mal mformados sobre el grado exacto de su aptitud<br />

para el SUICidIO<br />

En el mtenor de cada pals constatamos la illlsma relaclOn<br />

En todas partes, el SUICidIO causa mayores estragos en las CIUdades<br />

que en el campo Incluso vimos que es una especie de enfermedad<br />

contagIOsa, que tendna como centro de lffadlaclOn a las<br />

capitales y CIUdades Importantes y que, desde allI, se propagana<br />

por e! resto de! pals Fmalmente, en toda Europa, exceptuando<br />

Noruega, la Cifra de SUICidIOS aumenta regularmente desde hace<br />

un siglo ( )<br />

Pero, objetaremos, SI la marcha ascendente de los SUICIdIOS<br />

mdlca que la desdICha progresa en ciertos puntos, (no podna<br />

suceder que la felICidad aumente en otros al mismo tiempo? En<br />

este caso, ese aumento de benefICIOS qUlza bastana para compensar<br />

los deflclts sufndos en otra parte Es aSI como, en ciertas<br />

SOCiedades, el numero de pobres aumenta sm que la fortuna<br />

publIca dlsmmuya Esta concentrada solamente en un numero<br />

pequeño de manos<br />

Pero esta misma hlpotesls es muy poco favorable para nuestra<br />

clVl]¡zaclOn Pues, supomendo que tales compensacIOnes<br />

eXistiesen, solo podnamos sacar como concluslOn que la felICIdad<br />

media quedo poco mas o menos estaclOnana, o bien, SI<br />

hubiese aumentado, solo sena en cantidades muy pequeñas, que,<br />

no estando en re!aclOn con la grandeza del esfuerzo que el progreso<br />

costo, no podnan dar cuenta de el Pero mcluso la hlpotesls<br />

no tiene fundamento ( )<br />

Por otra parte, (que estadista dudana en ver en el progreso de<br />

la mortalIdad general en el seno de una SOCiedad determmada<br />

un smtoma cierto del debilItamiento de la salud publIca? (QUIere<br />

eso deCir que hay que Imputar al progreso y a la dlVlslOn de!<br />

trabaJO, que es su condlclOn, estos tnstes resultados? Esta desalentadora<br />

concluslOn no se desprende, necesanamente, de los<br />

312 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

hechos precedentes Por el contrano, es muy veroslmll que estos<br />

dos ordenes de hechos sean Simplemente concomItantes Pero<br />

esta concomitancia basta para probar que el progreso no aumenta<br />

mucho nuestra felICidad, dado que esta dlsmmuye, y en proporcIOnes<br />

muy graves, en el mismo momento en que la dlvlslon<br />

del trabajO se desarrolla con una energIa y una rapidez que<br />

Jamas hablamos conOCIdo SI no hay razon para admItIr que<br />

efectIvamente ella haya dlsmmUldo nuestra capaCidad de goce,<br />

es mas ImpOSible aun creer que la haya aumentado senSiblemente<br />

En defImtIva, todo lo que acabamos de deCir no es mas que<br />

una aplIcaclOn particular de esta verdad general el placer, como<br />

e! dolor, es algo esenCIalmente relatiVO No hay felICIdad absoluta,<br />

objetivamente determmable, a la que los hombres se acerquen<br />

a medida que progresan, smo que, segun las palabras de<br />

Pascal, aSI como la felICIdad del hombre no es la misma que la de<br />

la mUJer, la felICidad de las SOCiedades mfenores no podna ser la<br />

nuestra, y reclprocamente No obstante, una no es mayor que la<br />

otra, pues solo podemos medir su mtensldad relativa por la<br />

fuerza con que nos une a la Vida en general y a nuestro genero de<br />

Vida en particular Ahora bIen, los pueblos mas pnmltlvos tienen<br />

apego a la eXistenCIa y a su eXistencia, como nosotros a la nuestra<br />

Incluso renunCIan a ella menos fac¡]mente Por tanto, no hay<br />

nmguna re!aclOn entre las vanaclOnes de la felICIdad y los progresos<br />

de la dlvlslOn del trabaJO»<br />

Lecturas<br />

Emlle Durkheim De la dlvlslOn del trabaJO soezal<br />

Shapire Buenos AIreS 1967 209-213<br />

D E Apter, EstudIOS de la modenllzacwn Amorrortu,<br />

Buenos AIres 1970<br />

D Bell, El advenzmlento de la SOCIedad post-mdustnal Un<br />

mtento de prognosIs soczal AlIanza Edltonal, Madnd<br />

1976<br />

e Sale, Modernlzacwn Un anafzsls socwloglco Penmsula,<br />

Barcelona 1976


H ace<br />

tres años, una revista española ofrecía<br />

unos datos sobre la presencia de la guerra<br />

en el mundo actual. Seleccionados y ordenados estos<br />

datos, son más elocuentes que cualquier disertación<br />

sobre la ubicuidad del conflicto en la sociedad<br />

de nuestros días.<br />

No aparecen en el cuadro ocho guerras más, a<br />

las que habría que añadir otros muchos tipos de<br />

conflictos bélicos o semibélicos, como el terrorismo<br />

y esporádicas manifestaciones de la «guerra fría». Y<br />

la guerra es sólo la punta del iceberg del conflicto. A<br />

Países<br />

Filipinas<br />

Indonesia<br />

Laos<br />

Vietnam<br />

Punjab<br />

Afganistán<br />

Líbano<br />

Irán-Irak<br />

El Salvador<br />

Nicaragua<br />

Guatemala<br />

Sahara<br />

Angola<br />

21<br />

Los conflictos sociales<br />

Duración<br />

desde 1962<br />

desde 1970<br />

desde 1968<br />

desde 1979<br />

desde 1980<br />

desde 1979<br />

desde 1969<br />

desde 1980<br />

desde 1980<br />

desde 1980<br />

desde 1970<br />

desde 1975<br />

desde 1975<br />

LA GUERRA EN EL MUNDO HOY<br />

plena vista, en las páginas de los periódicos y en las<br />

pantallas de la TV, se asoma la infinita variedad de<br />

la violencia y la agresividad humanas. Y por debajo<br />

de la línea de superficie, los conflictos cotidianos<br />

que a todos afectan: de personalidad, de roles, entre<br />

grupos y en el interior de los mismos, entre ideologías<br />

y valores, en el ámbito de las empresas, en las<br />

familias, de mayorías contra minorías oprimidas,<br />

de clases, de religiones e Iglesias... Se nos antoja<br />

que es el clima natural de la sociedad humana,<br />

desde siempre.<br />

Actores<br />

Gobierno-Guerrillas .<br />

Gobierno-Independentistas ..<br />

Gobierno-Grupos anticomunistas .<br />

Vietnam-China .<br />

Gobierno indio-Sijs .<br />

Gobierno-Guerrillas .<br />

Todos contra todos .<br />

Irak-Irán .<br />

Gobierno-Guerrillas .<br />

Gobierno-Guerrillas ..<br />

Gobierno-Guerrillas .<br />

Marruecos-Polisario .<br />

Gobierno PLA-Unita ..<br />

Muertos<br />

100.000<br />

250.000<br />

50.000<br />

40.000<br />

10.000<br />

200.000<br />

125.000<br />

1.000.000<br />

60.000<br />

15.000<br />

20.000<br />

15.000<br />

10.000<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOG/A 313


La sociología se ha ocupado del conflicto en todas<br />

sus formas, pero sólo desde hace unas décadas,<br />

aunque ya en el siglo XIV un «sociólogo» árabe<br />

nacido en Túnez, Ibn Jaldún, hablaba de la naturalidad<br />

del conflicto, de la omnipresencia de la agresión,<br />

la violencia, la opresión y la coacción.<br />

Las páginas siguientes pueden ayudarnos a comprender<br />

la sociología del conflicto.<br />

1. En búsqueda de una definición<br />

El sociólogo actual considerado como el máximo<br />

teórico del conflicto, el americano Lewis Coser,<br />

definió así el conflicto social en la introducción de<br />

su obra Las funciones del conflicto social:<br />

« Una lucha con respecto a valores y derechos sobre<br />

status, poderes y recursos escasos, lucha en la cual<br />

el propósito es neutralizar, dañar o eliminar a sus<br />

rivales» (Fondo de Cultura Económica, México 1961,<br />

8).<br />

Coser aprovecha sobre todo las ideas de Max<br />

Weber y de Simmel.<br />

Max Weber definió el conflicto como un tipo<br />

especial de relación social, en la que la acción implicada<br />

se reduce intencionalmente a mantener la<br />

voluntad del actor contra la resistencia de la otra o<br />

de las otras partes, lo que supone un esfuerzo deliberado<br />

y consciente de oponerse, resistir y coartar<br />

la voluntad de otro u otros, a fin de «neutralizar,<br />

perjudicar o eliminar al rival». Pero el conflicto no<br />

es un tipo insólito de relación, sino que forma parte<br />

del proceso de interacción social. Ya G. Simmel<br />

había advertido que, si toda forma de interacción<br />

entre hombres es una «sociación», el conflicto debe<br />

ser considerado como tal. En efecto, el conflicto<br />

tiene como finalidad la solución de dualismos divergentes,<br />

y es un modo de alcanzar cierta unidad,<br />

incluso mediante la aniquilación de una de las partes<br />

en conflicto.<br />

Una primera clasificación de los conflictos distingue<br />

seis tipos:<br />

- latente: no se produce frente a frente con otras<br />

personas o grupos, sino clandestinamente;<br />

314 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- manifiesto: estalla abiertamente, y se adopta<br />

una acción hostil para resolverlo;<br />

- directo: los individuos o los grupos se oponen,<br />

luchan o se destruyen mutuamente para alcanzar<br />

algún objetivo;<br />

- indirecto: los individuos o los grupos no se<br />

enfrentan de hecho, sino que tratan de conseguir<br />

sus objetivos impidiendo que otros consigan esos<br />

mismos objetivos;<br />

- no violento: separado del uso de la fuerza o de<br />

la violencia, como sucede con frecuencia en los conflictos<br />

de ideas, valores, normas, etc.;<br />

- violento: incluye el uso de la fuerza y de la<br />

violencia para eliminar o destruir al adversario.<br />

EL DRAMA DE LA EXISTENCIA<br />

Y EL CONFLICTO<br />

«Se ha descubierto que la estructura de casi todos los<br />

dramas puede ser descrita en términos de conflicto y del juego<br />

de fuerzas opuestas que subyacen a la trama: conflicto entre '<br />

jóvenes amantes y sus padres, entre gente honrada y<br />

criminales, entre fuerzas políticas revolucionarias y<br />

reaccionarias, entre impulsos morales e impulsos inmorales<br />

dentro del individuo ... Y se ha descubierto además que estos<br />

conflictos pueden ser clasificados en seis grandes categorias<br />

denominadas: el tema del «amor», el tema de la «moralidad»,<br />

e! tema de! «idealismo», el tema del «poder», e! tema de la<br />

«carrera», ye! tema de! «desterrado».<br />

McGranaham y Wayne.<br />

Antes de adentrarnos en mayores honduras, una<br />

distinción básica parece imponerse: conflicto es diferente<br />

a competencia. Ambos son formas de interacción<br />

social y de lucha, pero el conflicto, afirman<br />

algunos sociólogos, es consciente, intermitente y<br />

personal (entre individuos o grupos en contacto y<br />

comunicación), en tanto que la competencia es inconsciente,<br />

continua e impersonal. McIver amplía<br />

esta distinción y distingue cuatro «situaciones de<br />

conflicto» según sus consecuencias:


«barre para su casa» a expensas del otro o de los<br />

otros. Los conflictos entre sindicatos y patronos<br />

suelen tener esta estructura: el sindicato trata de<br />

obtener los salarios más altos posibles sin perjudicar<br />

las inversiones de las que dependen los salarios<br />

futuros, y los patronos pretenden mantenerlos lo<br />

más bajos posibles sin descender por debajo del<br />

umbral que la buena marcha de la empresa exige<br />

respetar. En estos juegos de suma positiva, los aspectos<br />

cooperativos y conflictivos están siempre indisolublemente<br />

unidos, y lo frecuente es la mezcla<br />

de ambos; la cooperación pura (el caso del paralítico<br />

y del ciego que se necesitan mutuamente para caminar<br />

y ninguno puede abusar del otro) es poco<br />

frecuente.<br />

En la vida social, la norma es la mezcla de conflicto<br />

y cooperación, pero el atractivo de la simplicidad<br />

y las ideologías nos inclinan a visualizar la<br />

sociedad como una red de juegos cooperativos puros<br />

o de juegos de suma cero. Caso típico: concebir<br />

la sociedad en términos de clase dominante y de<br />

clase dominada equivale a identificar a aquélla con<br />

una estructura de red de juegos de suma cero en la<br />

que los ganadores y perdedores están determinados<br />

de una vez para siempre. Asimismo, como ya se ha<br />

visto en el estudio de la justificación funcionalista<br />

de las clases sociales, la justificación clásica de las<br />

desigualdades sociales consiste en «demostrar» que<br />

atenuarlas o eliminarlas redundaría en pérdidas<br />

para todos.<br />

Ahora bien, los conflictos no son puntuales, sino<br />

que se despliegan a lo largo del tiempo, lo que<br />

complica la variedad y complejidad de las estructuras<br />

posibles. Así:<br />

- Un proceso puede comenzar como un juego de<br />

suma positiva y acabar siendo un juego de suma<br />

cero. Ejemplo: un aumento de salarios puede en un<br />

primer momento estimular la demanda y la inversión,<br />

y en un segundo momento provocar un crecimiento<br />

de la inflación con la disminución consiguiente<br />

de las inversiones y de los salarios reales.<br />

- Un proceso puede iniciarse con estructura de<br />

juego cooperativo y desembocar en un juego conflictivo.<br />

Ejemplo: en un sistema agrícola semifeudal, el<br />

aumento del rendimiento agrícola aprovecha en un<br />

primer momento al arrendatario y al propietario,<br />

316 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

pero al reducir el endeudamiento del primero y privar<br />

al terrateniente de una parte de los ingresos obtenidos<br />

por la usura, puede acabar en conflicto.<br />

- Un proceso puede comenzar por ser un juego<br />

conflictivo -las violencias de los guettos negros en<br />

Estados Unidos en los 60- y suavizarse hasta convertirse<br />

en un juego cooperativo, no tanto por las medidas<br />

legales en favor de la minoría negra cuanto por la<br />

prudencia de las intervenciones de la policía, disuadida<br />

por la acumulación de armas en los guettos (


- Las partes en conflicto, ya se trate de personas<br />

o de grupos, se identifican con claridad. Mientras<br />

que la competencia es en gran parte inconsciente e<br />

impersonal, el conflicto es muy consciente y personal.<br />

El adversario es conocido, odiado y temido y,<br />

cuando se trata de un grupo, se le personaliza de<br />

alguna forma mediante epítetos, etc., a fin de hacer<br />

el choque más personal.<br />

- En una situación de conflicto existe un choque<br />

fundamental de intereses, de deseos, de voluntades,<br />

de valores, de objetivos y de interpretación de los<br />

acontecimientos y soluciones, vistos por las partes<br />

en conflicto como diametralmente opuestos, incompatibles,<br />

incongruentes e irreconciliables. Cada<br />

parte considera las intenciones de la parte opuesta<br />

como un impedimento directo o como una amenaza<br />

a la propia seguridad y bienestar. En consecuencia,<br />

cada una de ellas se esfuerza por conseguir que<br />

prevalezcan sus propios intereses y valores.<br />

- Cada una de las partes trata de «eliminar» a la<br />

otra de la arena social neutralizando al adversario,<br />

derrotándolo y llegando incluso a su aniquilamiento.<br />

- A diferencia y en contraste con la competencia,<br />

que es un proceso continuo, el conflicto y todas<br />

sus manifestaciones son necesariamente provisionales<br />

o intermitentes y de carácter recurrente. En<br />

efecto, las pasiones y los sentimientos muy ardientes<br />

suscitados por un conflicto, la tensión y la concentración<br />

de la atención, de ordinario no pueden<br />

durar mucho tiempo. De suyo, el conflicto es de<br />

naturaleza más bien breve.<br />

- Se trata de un fenómeno universal, en gran<br />

parte debido al choque inevitable entre fines y objetivos.<br />

Aun cuando existieran normas morales para<br />

regular hasta en sus más mínimos detalles el<br />

comportamiento humano, no por eso los individuos<br />

o los grupos se atendrían de hecho a dichas normas.<br />

En realidad, las mismas normas suelen ser vagas y<br />

a veces ni siquiera existen, con lo que las partes en<br />

conflicto pueden apelar a la misma norma o a normas<br />

diversas para justificar su propio punto de<br />

vista.<br />

4. Fuentes y factores<br />

de los conflictos sociales<br />

Hay que descartar de entrada, aunque no olvidar<br />

por completo, la teoría de una agresividad humana<br />

innata o de las idiosincrasias personales. La<br />

sociología quiere explicar lo social por lo social -la<br />

gran regla de Durkheim- sin echar mano de la psique<br />

individual o colectiva.<br />

FUENTES DEL CONFLICTO SOCIAL<br />

EN UNA ORGANIZACION<br />

- Tensiones procedentes de<br />

• el entorno natural;<br />

• cambios y desequilibrios demográficos;<br />

• características humanas, sobre todo de nivel educativo;<br />

,<br />

• innovación y difusión de la tecnología;<br />

• el entorno social.<br />

- Tensiones externas por<br />

• disyunción entre individuos y el orden social: conducta<br />

desviada, asignación de roles, y tendencias individualistas<br />

e insolidarias;<br />

• disyunción entre cultura y orden social: incoherencia<br />

entre normas y reglas, sistemas dispares de valores,<br />

incongruencias entre valores básicos y normas, discrepancias<br />

entre ideales culturales y praxis social real, innovación<br />

y difusión;<br />

• disyunciones dentro de la organización social: desatención<br />

o respuesta inadecuada a las necesidades de la<br />

organización; diferencias de poder, asignación de los recursos<br />

y beneficios, necesidad de coordinación y control<br />

centralizado.<br />

Adaptado de Marvin E. Olsen. 1968.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 317


Entre los factores objetivos suelen proponerse los<br />

siguientes:<br />

- La escasez de recursos de disponibilidad común<br />

existentes en el mismo ámbito o situación social<br />

en que los individuos están obligados a actuar.<br />

- La apropiación para fines privados (o públicos,<br />

pero no reconocidos como tales por la mayoría) de<br />

los frutos del trabajo de otros, o de los recursos<br />

ajenos.<br />

- La ausencia de oportunidades alternativas para<br />

conseguir el mismo fin o fines análogos sin chocar<br />

necesariamente con los fines o las actividades de los<br />

demás actores sociales.<br />

- Una baja tasa de movilidad social que rehusa a<br />

los miembros de minorías o de estratos inferiores la<br />

posibilidad de escaparse con sus propias fuerzas de<br />

las condiciones de existencia del grupo a que pertenecen.<br />

- El retraso en la adaptación de las instituciones<br />

al cambio social, en especial a las transformaciones<br />

producidas por el desarrollo económico.<br />

- Diversas y agraviantes formas de diferenciación<br />

en: la distribución de ingresos, el sistema político,<br />

la escuela, la administración de la justicia, la organización<br />

de la propiedad agrícola e industrial, los<br />

beneficios de la seguridad social.<br />

- La división técnica y social del trabajo en cuanto<br />

se concreta en modelos «opacos» que hacen incomprensible<br />

para la mayoría cuestiones tan importantes<br />

como el proceso de toma de decisiones, el<br />

funcionamiento de las unidades productivas, el trabajo<br />

de los demás, y el funcionamiento de las organizaciones<br />

y de la sociedad.<br />

- La ausencia o la ineficacia de una praxis política,<br />

que sea capaz de diseñar y proponer, con el<br />

apoyo de una ideología apropiada, metas colectivas<br />

-los «proyectos sugestivos de vida en común», de<br />

que habló Ortega y Gasset- que induzcan a las<br />

partes en potencial conflicto a concentrar sus esfuerzos<br />

para alcanzarlas, abandonando sus esfuerzos<br />

aislados u opuestos para conseguir otras metas<br />

alternativas.<br />

318 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

La presencia en la escena social de estos factores<br />

objetivos no basta para que estalle el conflicto. Los<br />

potenciales actores del conflicto pueden no ser<br />

conscientes de estos factores, o no percibir su situación<br />

como una deprivación o injusticia, o estar imbuidos<br />

de una falsa conciencia que los impulsa hacia<br />

objetivos sólo aparentes o menores, o carecer de<br />

una ideología motivadora de la lucha social. Por eso<br />

a la lista anterior es necesario añadir una serie de<br />

factores subjetivos del conflicto. Entre los más importantes<br />

cabe señalar los siguientes:<br />

- La percepción de desigualdades sociales como<br />

injustas.<br />

- El declive de la autoridad de las instituciones y<br />

de los que ocupan el poder, así como la pérdida de<br />

legitimidad de ambos, debido a que una parte notable<br />

y significativa de la sociedad se la retira.<br />

- La unificación ideológica de los estratos, clases<br />

o categorías desfavorecidos, en especial si esta unificación<br />

se realiza bajo el signo positivo de una<br />

ideología que acentúa las funciones positivas del<br />

conflicto y lo define como connatural al funcionamiento<br />

de la sociedad.<br />

- La transformación del sentido de privación absoluta<br />

en una deprivación relativa, que es un factor<br />

motivacional mucho más potente y eficaz. Es decir,<br />

los sectores menos desfavorecidos de la sociedad<br />

individualizan o identifican claramente a los grupos<br />

o categorías «culpables». En su descripción de<br />

los movimientos sociales, el sociólogo francés Touraine<br />

habla del principio de «oposición»: todo movimiento<br />

«necesita» un enemigo de rostro odioso y<br />

preciso para poder movilizar todas sus energías de<br />

lucha.<br />

- La identificación, por parte de los sectores o<br />

categorías implicados, de sus intereses reales en contraposición<br />

a los intereses puramente aparentes. En<br />

efecto, la persecución por parte de un actor social<br />

-individuos, grupos, clases...- de sus intereses reales<br />

es casi imposible sin entrar en algún momento<br />

en conflicto con otros actores o fuerzas sociales que<br />

tienen todas las de ganar mientras sus oponentes se<br />

contenten con perseguir intereses ficticios, a veces<br />

propuestos por los grupos que ocupan o detentan el<br />

poder.


5. Las funciones<br />

de los conflictos sociales<br />

Desde que Georg Simmel escandalizó a muchos<br />

sociólogos con su "heterodoxia», reivindicando para<br />

los conflictos sociales la categoría de «forma de<br />

socialización» y de factor esencial para que la sociedad<br />

alcance su "forma» propia, la sociología ha<br />

profundizado en el tema de este apartado: las funciones<br />

del conflicto social.<br />

Los darwinistas y neodarwinistas sociales<br />

-Spencer, Bahegot, Gumplowicz y Ward, entre<br />

otros- colocaron el conflicto social en el centro de la<br />

evolución política y social. Sus tesis e hipótesis sobre<br />

la lucha por la existencia como base de la selección<br />

natural y la evolución social y cultural tuvieron<br />

una fervorosa audiencia, sobre todo entre los<br />

defensores del capitalismo.<br />

El más audaz de todos ellos, L. Gumplowicz<br />

(1838-1909), sostuvo que el odio mortal inherente a<br />

las relaciones de un grupo con otro se traduce y<br />

resuelve en una lucha inevitable y mortal entre<br />

tales grupos. Sólo a través de esta lucha ha sido<br />

posible el desarrollo del grupo social y la fusión de<br />

los grupos en una entidad social más compleja y<br />

más rica.<br />

Años más tarde, el sociólogo ruso J. Novicov<br />

(1849-1912) consagró la mayor parte de su obra a<br />

demostrar la falsedad de la teoría conflictivista que<br />

identifica el conflicto universal y sin límites con el<br />

factor básico del proceso y del desarrollo social.<br />

Novicov admite que el universo es un campo de<br />

luchas sin fin, que la lucha por la existencia es un<br />

fenómeno universal y que la humanidad va atravesando<br />

por una serie diferente de conflictos. Pero la<br />

característica de la sociedad actual, asegura, es el<br />

tránsito de los tipos primitivos de conflicto a otra<br />

clase nueva, en la que el acento se pone en la competencia<br />

ideológica e intelectual. Las cuatro formas<br />

principales de conflicto son:<br />

- Fisiológica: eliminación, exterminio, lucha<br />

por la comida, que se manifiesta en los asesinatos,<br />

en las guerras para asegurarse víveres y en la destrucción<br />

total del enemigo.<br />

Georg 5zmmel<br />

- Económica: adquisición de los medios de subsistencia<br />

y riqueza, acumulación de bienes, guerras<br />

económicas que se manifiestan en la piratería, competencia<br />

económica, diversas formas de coacción<br />

con la finalidad directa de expoliar al enemigo.<br />

- Política: obtener diversos privilegios económicos<br />

con medios políticos, dominio político con la<br />

finalidad de aprovecharse del mismo mediante guerras<br />

políticas, amenazando con ejecuciones e infligiendo<br />

castigos, etc.<br />

- Intelectual: lucha por el dominio intelectual,<br />

por la victoria de una religión, de una ideología, de<br />

un dogma, de una cultura, mediante la propaganda<br />

y los diversos métodos de asimilación, de adiestramiento,<br />

de criticismo, de persecución intelectual,<br />

de guerras religiosas, de revoluciones, de conflictos<br />

intelectuales, de competencias, etc.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 319


La guerra, «profetiza» Novicov, está siendo desplazada<br />

por la competencia mental e intelectual.<br />

Cuatro décadas más tarde, al cerrarse la llamada<br />

«pausa del funcionalismo», es decir, la preocupación<br />

sociológica por el orden y el consenso, el<br />

sociólogo norteamericano Lewis Coser revitalizó el<br />

tema del conflicto con su libro Las funciones del<br />

conflicto social (1956). Coser construyó su obra,<br />

muy deudora de las ideas de Simmel, como él mismo<br />

reconoce, sobre-1-6 proposiciones sobre la naturaleza<br />

del conflicto, sus diversos tipos y ámbitos, y<br />

sus funciones para el grupo. Su aportación, completada<br />

con elaboraciones posteriores de él mismo y de<br />

otros autores, nos permite distinguir en el conflicto<br />

social unas funciones positivas, y otras negativas.<br />

Entre las funciones positivas, la sociología cita<br />

éstas:<br />

- Facilitar el establecimiento o el restablecimiento<br />

de la unidad y la cohesión cuando se ha<br />

visto amenazada por sentimientos antagónicos u<br />

hostiles entre los miembros.<br />

- Revitalizar las normas existentes o provocar<br />

la aparición de otras nuevas, más eficientes.<br />

- Favorecer la integración y la solidaridad en<br />

grupos poco estructurados o en sociedades abiertas,<br />

induciendo en los individuos miembros del grupo<br />

mayor autoconciencia de su pertenencia al grupo y<br />

de sus responsabilidades en él, estimulándoles para<br />

desempeñar sus roles dentro del grupo, reforzando<br />

la identidad del grupo y las razones de su existencia,<br />

facilitando las tareas del liderazgo, y levantando<br />

la moral.<br />

- Provocar la aparición de alianzas y asociaciones<br />

de grupos hasta entonces divididos o desunidos,<br />

o que se ignoraban mutuamente.<br />

- Conservar o reajustar el equilibrio del poder.<br />

Entre las funciones negativas, y hasta cierto punto<br />

destructoras, la sociología del conflicto cita las<br />

siguientes:<br />

- A largo plazo, el conflicto es fundamentalmente<br />

un proceso de ruptura social y de desorganización,<br />

sea cual sea el sector de la vida social en que<br />

tenga lugar.<br />

320 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- Crea nuevas tensiones y disidencias, que sustituyen<br />

a las que se habían resuelto provisionalmente.<br />

- Suscita odios, discordias, prejuicios. Es fuente<br />

de nuevas frustraciones y derrotas, y perpetúa y<br />

refuerza sospechas y antipatías.<br />

- Desperdicia continuamente energías humanas<br />

y sociales, como también recursos.<br />

- Divide a las personas, impide o destruye la<br />

cohesión social y la cooperación. En definitiva, tanto<br />

el vencedor como el vencido quedan derrotados.<br />

- Muy a menudo es la causa de toda una serie de<br />

nuevos conflictos.<br />

6. Clases y tipos<br />

de los conflictos sociales<br />

Dada la omnipresencia del conflicto, no es fácil<br />

ordenar de una manera absolutamente convincente<br />

sus formas y tipos. Si atendemos primordialmente<br />

a su ámbito o sujeto, la siguiente clasificación de<br />

Bartoli (1986) se revela muy completa, casi exhaustiva:<br />

a) Conflicto entre grupos mayoritarios<br />

y minoritarios<br />

El grupo minoritario se diferencia del mayoritario<br />

por ciertas características físicas innatas (la<br />

raza) o por su origen nacional, su lengua, su religión<br />

u otras características culturales distintas, por todas<br />

las cuales se ve sometido a un trato de inferioridad<br />

y discriminatorio.<br />

- Este conflicto es una consecuencia casi inevitable,<br />

especialmente en la primera fase del encuentro<br />

entre tales grupos. Son totalmente excepcionales<br />

los casos en que se evita el conflicto en semejantes<br />

encuentros.<br />

- Las manifestaciones de este conflicto son muy<br />

variadas:


• resistencia pasiva: es típico el ejemplo de<br />

Gandhi;<br />

explotación del arte (por parte de los oprimidos)<br />

como arma sutil en todas sus manifestaciones.<br />

Por ejemplo: los famosos «spirituals» de los negros<br />

de los Estados Unidos.<br />

• el linchamiento;<br />

• revueltas raciales, forma antigua y universal<br />

de conflicto ya en tiempos de la polis griega y del<br />

imperio romano, y una de las características más<br />

notables de los Estados modernos;<br />

• progroms (que significa literalmente destrucción):<br />

una forma de conflicto asociada a la persecución<br />

de los judíos en Rusia;<br />

insurrección: conflicto que también incluye el<br />

uso de la fuerza armada contra el orden establecido.<br />

Cuando asume proporciones insólitas por sus<br />

objetivos y por su intensidad, se transforma en una<br />

auténtica revolución;<br />

• huelgas y boicot;<br />

• derecho de voto: ante todo, reivindicando este<br />

derecho cuando no se tenga reconocido y haciendo<br />

luego uso del mismo para elegir a representantes<br />

del propio grupo que consigan que se oiga en los<br />

ámbitos nacional o local la voz de la minoría;<br />

• utilización del sistema judicial para hacer valer<br />

los propios derechos;<br />

• aniquilación, que en los tiempos modernos ha<br />

asumido la forma de genocidio, con el que se pretende<br />

eliminar a todo un grupo racial o étnico. Pero<br />

esta práctica, si no el término, se remonta a tiempos<br />

muy antiguos. Es un sistema que también han utilizado<br />

frecuentemente los países colonizadores europeos;<br />

• expulsión masiva. Se trata de una especie de<br />

aniquilación, aunque es una forma en cierto modo<br />

menos inhumana, y va acompañada muchas veces<br />

de una atmósfera de violencia, de terror, de matanzas<br />

y de revueltas.<br />

b) Conflicto económico<br />

Entre consumidores y productores, entre com-<br />

pradores y vendedores, y especialmente entre patronos<br />

y trabajadores:<br />

- el conflicto abierto puede revestirse de insultos<br />

en la mesa de negociaciones, en la prensa y en<br />

las manifestaciones callejeras;<br />

- pero la forma más violenta son las huelgas y<br />

los encierros.<br />

c) Conflicto de clases<br />

La lucha de clases por motivos políticos, religiosos,<br />

culturales, económicos, lingüísticos, raciales,<br />

étnicos, etc., ha existido siempre; pero se ha ido<br />

intensificando en la moderna sociedad industrial.<br />

Desde los orígenes del capitalismo occidental,<br />

los intereses de la clase trabajadora han sido antitéticos<br />

a los de la clase capitalista.<br />

- Esta situación se resuelve en un conflicto por<br />

el poder, que queda en suspenso gracias tan sólo a<br />

unos acuerdos provisionales o al dominio de una<br />

clase sobre otra.<br />

- Cuando esto sucede, la lucha de clases se sustituye<br />

por una especie de sociedad de castas, que<br />

podría ser solamente una situación provisional que<br />

precede a otro conflicto.<br />

- Si el proletariado adquiere suficiente poder<br />

para derribar la forma de gobierno que protege al<br />

capitalismo, intentará instaurar un Estado sin clases,<br />

en el que los intereses económicos no serán ya<br />

el elemento determinante de la política del gobierno,<br />

sino que estarán al servicio de los ideales sociales<br />

del Estado.<br />

d) Conflicto urbano-rural y regional<br />

El conflicto urbano-rural tiene su origen histórico<br />

en las formas de vida e intereses diferentes de los<br />

habitantes de los dos sectores, así como en las funciones<br />

económicas y políticas, fundamentalmente<br />

distintas, del campo y de la ciudad.<br />

El conflicto regional, por ejemplo entre el norte<br />

y el sur de un país, está también determinado por<br />

las diferencias culturales, sociales y económicas de<br />

las distintas regiones.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 321


e) Conflicto religioso<br />

Entre los diversos grupos de creyentes nace sobre<br />

todo del hecho de que cada grupo religioso está<br />

convencido de poseer, al menos hasta cierto punto,<br />

la única verdadera fe, la única verdadera religión y<br />

el único camino hacia la salvación.<br />

Por consiguiente, entre los diversos grupos habrá<br />

siempre cierto nivel de intolerancia, al menos<br />

latente, y de prejuicio y antagonismo más o menos<br />

abierto, especialmente en las naciones en que el<br />

conflicto religioso toma también la forma de conflicto<br />

entre grupos mayoritarios y minoritarios.<br />

- El conflicto religioso asume diversas formas.<br />

En sus manifestaciones más agudas no excluye ni<br />

siquiera la guerra. Pero más a menudo se expresa<br />

en formas más moderadas, como el proselitismo,<br />

las críticas, las polémicas, la denigración del adversario,<br />

el ostracismo, la prohibición de actos de<br />

culto, etc.<br />

- Se trata de un conflicto que, a diferencia de<br />

los demás, siempre lleva a divisiones.<br />

f) Conflicto entre las naciones<br />

Es la forma de conflicto más trágica, que puede<br />

afectar a naciones enteras y a veces al mundo entero.<br />

g) Conflicto en el interior<br />

de los grupos<br />

Es una forma de conflicto que se juzga más<br />

severamente que el conflicto entre los diversos grupos,<br />

y de la que el grupo ordinariamente no tiene<br />

nada que ganar.<br />

- Con frecuencia está animado por la envidia o<br />

por la animosidad de aquellos miembros del grupo<br />

que tienen menos que los demás, o por el hecho de<br />

que cierto número de personas del mismo grupo<br />

unen sus esfuerzos para conseguir un fin, pero sin<br />

tener la misma opinión en cuanto al modo de alcanzarlo.<br />

322 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- Siempre está presente cierto nivel de conflicto,<br />

por lo menos latente, en todas las relaciones<br />

humanas del grupo.<br />

- Se manifiesta de muchas y de muy diversas<br />

maneras en toda clase de grupos sociales: familia,<br />

partidos políticos, grupos religiosos, etc.<br />

h) Conflicto de personalidad<br />

- Se da este conflicto cuando un individuo no<br />

consigue desarrollar un concepto de sí mismo que<br />

le satisfaga, y cuando los roles que tiene que desempeñar<br />

y los ideales que lo atraen están en contradicción<br />

con otros roles y otros ideales del ambiente.<br />

- Es ésta una situación que se va creando poco a<br />

poco cuando muchas de las normas morales son<br />

contrarias entre sí.<br />

- Cuando los valores individualizados, o sea, no<br />

sociales, están en oposición con las normas morales.<br />

- Cuando la estructura social exige un comportamiento<br />

opuesto a los valores sociales.<br />

i) Conflicto de valores<br />

Se trata de la teoría que sostiene que los choques<br />

entre sistemas de diversos valores se encuentran en<br />

la misma base de los problemas sociales.<br />

Otra forma de visualizar esquemáticamente la<br />

gran variedad de conflictos sociales consiste en<br />

atender a dos criterios: la unidad o ámbito social en<br />

que se despliega el conflicto, y el diferente rango de<br />

los participantes. Dahrendorf propone el siguiente<br />

esquema, recogido por Wallner y adaptado aquí:


VI<br />

EL FUTURO<br />

YLA UTOPIA


E l interés por el futuro es objeto de atención<br />

para numerosos sociólogos y obras científicas<br />

hechas publicas en los últimos años. La sociología<br />

afronta el futuro no como una profecía ni tampoco<br />

de forma engreída o dogmática.<br />

Los científicos han sido siempre conscientes de<br />

las limitaciones de la ciencia como método de previsión<br />

del futuro. Pero al mismo tiempo, ya en la<br />

sociedad moderna, han captado la necesidad de<br />

que, sólo conociendo los principales mecanismos y<br />

modos de funcionamiento del sistema social, es posible<br />

hacer conjeturas sobre las repercusiones en el<br />

sistema global de los cambios tecnológicos, sociales<br />

y culturales que tienen lugar en una de sus partes,<br />

así como construir modelos de sociedad y proponer<br />

alternativas posibles y deseables.<br />

Desde este punto de vista, el futuro y la utopía<br />

caminan juntos. En los dos géneros se observa un<br />

notable interés por la ciencia y la tecnología, aun en<br />

un momento caracterizado por el fin del optimismo<br />

ilustrado y positivista, incapaz de mantener sus promesas<br />

de liberación. Esta situación ha llevado a que<br />

aparezcan escritos distópicos, antiutopías y reacciones<br />

contra la ingenuidad de la utopía que ha utilizado<br />

mensajes y mitos socio-políticos sin estar pertrechados<br />

de unas mínimas garantías científicas.<br />

Es cierto que la sociología del futuro es frágil,<br />

cuánto más si descartamos toda planificación determinista<br />

y ordenada. El futuro está en manos del<br />

hombre, aunque es reconocida la dificultad para<br />

establecer elementos comunes para una sociedad<br />

alternativa. Se puede afirmar que es, sobre todo, el<br />

sentido de la «omnipotencia» tecnológica el que<br />

está actuando de elemento dirigente de la reflexión<br />

sobre el futuro.<br />

Sin embargo no hay razón para pensar que la<br />

humanidad, con su gran diversidad individual y de<br />

grupo, se ponga nunca de acuerdo sobre lo que en<br />

última instancia es más deseable. Así, por ejemplo,<br />

la ciudad, prototipo de la utopía, se ha convertido<br />

en un monstruo que devora el espacio. De igual<br />

modo, la economía se apoya en una trágica confusión<br />

entre crecimiento y riqueza, sin darnos cuenta<br />

de que el crecimiento es un proceso definido y autolimitador<br />

y no una mera expansión desenfrenada.<br />

Por tanto, hoy, cuando se tiene en prospectiva el<br />

futuro, debemos contemplar esa misma diversidad<br />

como un buen potencial que aumenta la riqueza de<br />

la experiencia. Sabemos que tenemos la posibilidad<br />

de invertir la tendencia disruptora actual o, cuando<br />

menos, lograr que la imaginación creadora sea libre.<br />

En la actualidad, las sociedades buscan armonizar<br />

cuatro áreas fundamentales en las que se desarrollan<br />

las organizaciones, las instituciones y, en<br />

definitiva, el comportamiento social:<br />

- ORDEN POLITICO<br />

PODER<br />

- Regido por el principio de legitimidad<br />

- Estructuras de participación<br />

- Tiende a la igualdad<br />

IDEAS<br />

- ORDEN CULTURAL<br />

- Principio de la autorealización<br />

y gratificación<br />

personal<br />

RELACIONES<br />

DINERO<br />

- ORDEN ECONOMICO<br />

- Principio de la eficacia<br />

- Estructura jerárquicoburocrática<br />

- Principio de la comunicación<br />

La dificultad consiste en que los cuatro objetivos<br />

o principios que dirigen los ámbitos del comportamiento<br />

social: la eficacia, la igualdad, la autorrealización<br />

y la comunicación humana, parece que no<br />

pueden realizarse de un modo satisfactorio si no es<br />

sacrificando alguno de ellos, lo cual produce insatisfacciones<br />

y frustraciones individuales y colectivas,<br />

cuando no conflicto personal y social.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 327


El choque entre los distintos ámbitos sociales,<br />

necesariamente servirá de contexto explicativo<br />

cuando citemos las principales preocupaciones de<br />

los futurólogos. Estos afrontan, tanto en el nivel<br />

teórico como técnico y metodológico, como preocupación<br />

más perentoria, la supervivencia de la humanidad<br />

en un ambiente cargado de conflictos y<br />

problemas, de mitos encubridores de la realidad y<br />

contradicciones: la superpoblación, la ecología, el<br />

desarrollo de las libertades individuales, el pacifismo,<br />

la violencia estructural, los problemas relacionados<br />

con el tratamiento biológico-médico...<br />

Pero, en todo caso, la utopía necesariamente tiene<br />

que enmarcarse en los dos grandes modelos ideológicos<br />

de la actualidad: el capitalismo y el socialismo.<br />

Ambos modelos nos mostrarán, desde el punto<br />

de vista científico, qué previsiones son confirmadas<br />

por el desarrollo histórico y qué posibilidades e<br />

innovaciones pueden surgir para resolver los grandes<br />

problemas de la humanidad.<br />

l. Aproximación sociológica<br />

a la utopía<br />

El análisis de las relaciones entre utopía y futurología<br />

muestra un contenido diverso, cuando no<br />

contradictorio. Se afirma que la futurología es la<br />

legítima heredera de la tradición utópica. Pero sin<br />

embargo son numerosas las diferencias que se advierten<br />

entre pensamiento utópico y pensamiento<br />

futurológico:<br />

Utopía<br />

- Apunta a un no lugar (utopos).<br />

- Tiene un valor intencional<br />

crítico y apoya su visión<br />

alternativa en valores<br />

morales.<br />

- Son producto de una visión<br />

individual.<br />

Futurología<br />

328 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

- Su objeto es lo que aún<br />

no es.<br />

- Tiene una carencia de<br />

actitud crítica frente a la<br />

sociedad. Insiste en la<br />

neutralidad de valores.<br />

- Dada la complejidad del<br />

mundo moderno, exige<br />

un esfuerzo coordinado<br />

yconjuntado de diversos<br />

especialistas.<br />

La auténtica estructura de la utopía viene definida<br />

por ser transformadora radical de la experiencia.<br />

Tiene como característica propia la negación de<br />

la condición presente superándola hacia una nueva<br />

forma de vida que no se haya realizado todavía. La<br />

literatura utópica versa sobre una realidad que en<br />

el momento presente no existe, pero es potencial;<br />

«la utopía es la verdad del mañana», decía Víctor<br />

Hugo, o como la define la Enciclopedia británica:<br />

«Una república ideal, en la que los habitantes viven<br />

en condiciones perfectas».<br />

Los socialistas utópicos, Owen, Fourier, Sain­<br />

Simon, que constituyen el prólogo del utopismo<br />

contemporáneo, parten de la situación intolerable<br />

creada por los procesos de industrialización y acumulación<br />

del capital, por lo que proponen una sociedad<br />

más humana, más justa, más solidaria, más<br />

libre. Una sociedad sin clases donde desaparezca la<br />

propiedad privada y cuyo mundo imaginario agrupa<br />

los siguientes componentes básicos que han caracterizado<br />

en general a las sociedades utópicas de<br />

todos los tiempos:<br />

- aislamiento total del mundo (isla, valle recóndito;<br />

- uniformidad de pautas y estilos de vida, sobre consenso<br />

total;<br />

- regla de vida totalizadora;<br />

- valor supremo de educación;<br />

- ucrónica, sin cambios;<br />

- moral de la felicidad;<br />

- ausencia de conflictos;<br />

- concepción colectivista y «comunista» de la vida;<br />

- en general: supresión de la propiedad privada;<br />

- igualitarias o mantenimiento de clases estrictamente funcionales.<br />

Marx y Engels, en un principio, aprobaron el<br />

trabajo de los antiguos pensadores utópicos, pero<br />

les achacaban que ignoraban las condiciones objetivas<br />

de la sociedad y de su desarrollo histórico;<br />

por ello vieron necesario el paso del socialismo utópico<br />

al científico.<br />

En este sentido, las utopías, más que el anuncio<br />

de cuál sea el estado ideal, son una crítica a veces<br />

ardiente del sistema establecido.


- Según Marx y Engels, las utopías son «las<br />

propuestas de cambio del orden social existente o<br />

de los modelos alternativos de organización de la<br />

sociedad que no se fundan en un análisis científico<br />

de la misma» (A Baldisera). Pero aunque Marx había<br />

sido reacio a dar «recetas para la cocina del<br />

futuro», sin embargo alumbró características de la<br />

sociedad futura como la desaparición del Estado, la<br />

igualdad, la superación de la especialización alienadara,<br />

etc.<br />

La utopía, al romper con la realidad existente,<br />

representa un fenómeno de acción revolucionaria.<br />

El utópico denuncia el presente apoyado en el deseo<br />

de justicia y de felicidad que pertenece a la naturaleza<br />

humana.<br />

2. Socialismo y comunismo,<br />

futuro y utopía<br />

Socialismo y utopía se han considerado durante<br />

mucho tiempo estrechamente relacionados. De hecho,<br />

entre nuestros sociólogos españoles, uno de los<br />

más representativos, Salvador Giner (en su obra<br />

Las utopías en el mundo occidental, 1981, 40), afirma:<br />

«Si el socialismo ha de subsistir, por no decir<br />

triunfar, en el mundo de hoy, tiene que anclarse<br />

firmemente en la utopía».<br />

Dentro de los dos modelos ideológicos que se<br />

han abierto camino en la historia contemporánea,<br />

la ideología capitalista y socialista, ésta última se<br />

ha basado en el mito de la revolución con los siguientes<br />

objetívos:<br />

- La igualdad.<br />

- La extensión de la libertad a toda la sociedad<br />

civil representada en la imagen del Estado.<br />

- Una fe profunda en el industrialismo y en la<br />

ciencia, base de un ordenamiento social perfecto y<br />

definitivo.<br />

Las revoluciones socialistas han partido de una<br />

visión utópica del desarrollo social. De hecho, la<br />

promesa final del marxismo es una sociedad en la<br />

que reinarán la igualdad y una armonía perfectas.<br />

Sin embargo, hay un ocaso simultáneo del socialismo<br />

y de la utopía clásica.<br />

Se propugna que la ideología socialista, en cuanto<br />

se basa en el mito de la revolución, ha de ser<br />

desenmascarada. Una valoración de sus logros, como<br />

puede ser la distribución más igualitaria de los<br />

bienes, ha de ser contrastada, caso por caso, con los<br />

costos que ha supuesto. Lo mismo podríamos afirmar<br />

de los logros conseguidos en otros ámbitos<br />

alabados desde el mito de la revolución. Regiones y<br />

países que se han hecho famosos por su trágica<br />

actualidad, Ital es el caso de Camboya, son ejemplos<br />

que pertenecen a la herencia histórica más negra.<br />

Camboya, a partir del año 1975 con la entrada<br />

de los khmer rojos en la capital Pnom Penh, se<br />

convirtió de una ciudad inteligente, liberal, hedonista<br />

y perezosa, en la ciudad-osario, ciudad-chatarrería<br />

donde se prohibieron los automóviles como<br />

signo de corrupción occidental, y, tal como manifiestan<br />

testigos de la revolución khmer, la ciudad<br />

fue declarada maldita y culpable de la corrupción;<br />

se volvía a la Edad Media sacralizando la carreta de<br />

bueyes como medio de transporte nacional, se<br />

prohibieron por decreto todos los productos extranjeros,<br />

a menos que fueran reiventados por el pueblo,<br />

las medicinas con membrete extranjero no servían...<br />

De toda esta realidad, la revolución esperaba<br />

que surgiera el «hombre nuevo camboyano».<br />

Adam Ulam ha analizado la utopía en su conexión<br />

con el socialismo y afirma que vivimos en una<br />

utopía precaria. Por una parte, se constata que los<br />

maravillosos avances de la ciencia, que han hecho<br />

posible la abolición de tantos males sociales, pueden<br />

llevar también a la abolición de la vida civilizada;<br />

y por otra, hemos llegado a saturarnos y a desilusionarnos<br />

de las promesas de perfeccionamiento<br />

infinito, de una transformación amplia y fundamental<br />

de las condiciones de la existencia humana.<br />

La desilusión de los sueños de perfección humana<br />

y de las utopías (en su mayoría socialistas) del<br />

pasado ha dado origen, en nuestra época, a las antiutopías<br />

y a las distopías.<br />

El debilitamiento de la tradición utópica ha<br />

transformado la naturaleza entera del socialismo y<br />

la conexión orgánica entre la utopía y el socialismo.<br />

Parece ya claro que la naturaleza de la utopía no<br />

puede sostenerse prometiendo un mundo igual, sino<br />

un mundo diferente, y esto no pueden mantenerlo<br />

ni el socialismo democrático ni el comunista.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 329


La crítica actual a la civilización occidental y<br />

sus valores (crítica que ha sido típica, en gran parte,<br />

del pensamiento socialista) se siente tentada a ver a<br />

las nuevas naciones como liberadas del materialismo<br />

y de la lucha por el poder, pero el análisis de los<br />

hechos muestra que las naciones emergentes reclaman<br />

automóviles y lavadoras. No faltan autores y<br />

científicos que en la actualidad ven al proletariado<br />

de la época presente preocupado en adquirir su<br />

segundo coche o su segunda residencia, situación<br />

que podemos comprobar en el despegue reciente de<br />

los países del Este que están abriendo sus puertas al<br />

consumo y en los que la oposición entre burguesía y<br />

proletariado tiende a desaparecer.<br />

En definitiva, «el malestar en la cultura», dice el<br />

académico Rof Carballo, está lejos de desaparecer y<br />

conduce a formas de consciente autodestrucción.<br />

Destaca el profesor, al comentar el fin de la utopía,<br />

tres características de nuestra sociedad hoy:<br />

- Una anorexia para la vida: desgana de vivir e<br />

incapacidad para apreciar el valor de la existencia.<br />

- Un afán desmesurado de comprar, de poseer,<br />

de adquirir cosas, de llenarse de impresiones auditivas,<br />

visuales, de lo que sea.<br />

- Una patológica preocupación por la imagen.<br />

3. El futuro y la cultura económica<br />

del capitalismo<br />

El capitalismo se revela en este momento, y previsiblemente<br />

de cara al futuro, como la justificación<br />

aceptada básicamente de la nueva cultura económica,<br />

como la ha denominado Peter Berger. Son tres<br />

los grandes temas que el capitalismo (al igual que el<br />

socialismo) nos plantea en la actualidad y de cara al<br />

futuro:<br />

a) La prosperidad<br />

La prosperidad, ámbito básico del capitalismo<br />

en su base ideológica, es sostenida con el mito del<br />

crecimiento. Igual que ocurría con el socialismo y<br />

su mitificación de la revolución, el mito del crecimiento<br />

debe ser atenuado con algunos matices y<br />

330 PARA COMPRENDER LA SUCIOLOGIA<br />

con un nuevo replanteamiento del orden económico<br />

imperante.<br />

Ciertamente, uno de los mayores logros del capitalismo<br />

ha sido una productividad sin precedentes.<br />

Ningún otro sistema socio-económico ha sido capaz<br />

de generar una energía productiva comparable. La<br />

pregunta que podemos hacernos es si esta fuerza de<br />

productividad sólo se produce con el capitalismo.<br />

Peter Berger, en sus proposiciones sobre la revolución<br />

capitalista, manifiesta que el capitalismo ofrece<br />

el contexto óptimo para la potencia productiva<br />

de la moderna tecnología, y hasta la fecha no hay<br />

disponibles empíricamente otros contextos. Dicho<br />

de otra forma, la economía orientada hacia la producción<br />

para intercambio en el mercado ofrece las<br />

condiciones óptimas para una capacidad productiva<br />

duradera y en expansión constante, basada en la<br />

tecnología moderna.<br />

Es el caso de la fábrica del futuro, con líneas de<br />

montaje diseñadas y controladas por ordenadores,<br />

con un sistema de telecomunicaciones que permitirá<br />

a los ejecutivos que ocupan los altos puestos de la<br />

General Motors poder controlar no sólo las líneas<br />

de montaje de Detroit, sino también sus fábricas de<br />

España, México, Alemania y Gran Bretaña. El equipo<br />

de telecomunicaciones permitirá a la alta dirección<br />

intervenir en todos los niveles de producción,<br />

no sólo en su país, sino en cualquier lugar del mundo.<br />

Dentro de muy pocos años, será posible verificar<br />

electrónicamente las actividades de todo hombre,<br />

mujer o robot.<br />

b) La igualdad<br />

Es reconocido que la aspiración a la igualdad es<br />

uno de los contenidos más centrales de las utopías,<br />

y sin embargo es<br />

«ampliamente verdad que, antes de comienzos del<br />

siglo XIX, la mayor parte de las utopías no aspiran a<br />

fines que puedan llamarse libertarios, igualitarios o<br />

anárquicos. Pero muchas utopías modernas, incluida<br />

la más conocida de todas, la de Marx-Engels, tienen,<br />

en efecto, como fin el desvanecimiento del Estado, la<br />

abolición de la ley, la policía, los ejércitos, la liberación<br />

de los hombres del presente» (Brinton, 1982).


Si analizamos la igualdad generada por el capitalismo,<br />

no cabe duda que es necesario plantearse<br />

(porque así lo ha hecho la historia constantemente)<br />

quiénes son los que se benefician de esa ganancia<br />

productiva. El marxismo ha defendido con todas<br />

sus fuerzas que el capitalismo engendra pobreza y<br />

una polarización de la sociedad. Al margen de las<br />

explicaciones teóricas marxistas del empobrecimiento,<br />

tendríamos que examinar dos criterios distintos<br />

en el tema de la igualdad:<br />

- el bienestar material,<br />

- la nivelación material.<br />

Respecto al bienestar material, parece confirmarse<br />

que el capitalismo virtualmente beneficia a<br />

todos los estratos sociales. Si tomamos como criterio<br />

la nivelación material, ciertamente el capitalismo<br />

está sometido a tensiones intrínsecas de modernización<br />

que afectan a la distribución de la renta y<br />

de la riqueza, y no es ni más ni menos nivelador que<br />

otras sociedades tecnológicas avanzadas.<br />

Parece que todos los objetivos no se pueden conseguir<br />

al mismo tiempo. Intervienen opciones de<br />

tipo moral que determinan el desarrollo de la sociedad.<br />

La hipótesis más aceptada es que si se quiere<br />

mejorar la condición de la gente, especialmente de<br />

los pobres, se hará bien en optar por una buena<br />

parte de las fórmulas del capitalismo. Si se quiere<br />

modernizar, bajo cualquier forma de organización<br />

socio-económica (capitalista o socialista), probablemente<br />

nos tendremos que conformar con un considerable<br />

grado de desigualdad material.<br />

Podríamos resumir, con palabras de P. Berger,<br />

la experiencia histórica del capitalismo sobre el<br />

proceso de nivelación:<br />

- Si perduran la modernización tecnológica y el<br />

desarrollo económico en el tiempo, las desigualdades<br />

de ingresos y riqueza primero aumentan bruscamente,<br />

para disminuir bruscamente después, y<br />

mantenerse en un nivel relativamente estable a<br />

continuación.<br />

- Estos cambios se deben a la interacción entre<br />

las fuerzas tecnológicas y demográficas, y son relativamente<br />

independientes de los sistemas de organización<br />

socio-económica.<br />

- Es posible reforzar y acelerar la fase de nivelación<br />

de este proceso mediante intervenciones políticas,<br />

pero si estas intervenciones pasan de cierto<br />

grado (que no se puede especificar con precisión<br />

ahora), se producirán consecuencias negativas para<br />

el desarrollo económico y, eventualmente, para el<br />

nivel de vida.<br />

Uno de los aspectos más destacados en la cultura<br />

económica capitalista, junto a la acción benefactora<br />

de la productividad y creación de riqueza, es su<br />

grado de movilidad social.<br />

Se puede constatar cómo la economía industrial<br />

pone en marcha una estructura ocupacional con<br />

numerosas vías de movilidad. Mediante la interacción<br />

de fuerzas económicas y políticas, las sociedades<br />

occidentales han ido eliminando las barreras<br />

tradicionales que se oponían al progreso de los individuos,<br />

independientemente de su origen social.<br />

e) La libertad<br />

Un tercer gran elemento a considerar dentro de<br />

las principales aspiraciones de la sociedad moderna<br />

es el anhelo y el deseo de la libertad. Libertad que<br />

en el Estado moderno se realiza, sobre todo, como<br />

libertad política, la cual está asociada a la forma<br />

democrática.<br />

Ahora bien, si el capitalismo industrial se combina<br />

con la democracia, ésta aumenta invariablemente<br />

la transparencia del sistema de clases, no<br />

necesariamente mejorando la distribución de la<br />

renta o el grado general de movilidad ascendente,<br />

sino ofreciendo un mayor acceso a la educación y a<br />

otros elementos que facilitan la movilidad a las<br />

personas de las clases menos privilegiadas.<br />

Se considera, pues, que el capitalismo ha sido<br />

una fuerza liberadora por la conexión intrínseca<br />

entre la libertad económica y todas las otras libertades.<br />

Hoy sus defensores basan su alabanza no sólo<br />

en el hecho de favorecer la libertad individual, sino<br />

en que es un componente intrínseco de su propia<br />

evolución, resultado de la cultura burguesa de occidente.<br />

Sin embargo, el capitalismo precisa de un<br />

mundo cálido que compense los aspectos anónimos<br />

de la autonomía individual mediante la solidaridad<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOG/A 331


comunal. Entre esas instituciones cuentan, sobre<br />

todo, la familia y la religión. La liberación y la<br />

«alienación» son la cara y la cruz de la misma<br />

moneda capitalista. La liberación del individuo que<br />

el capitalismo ha favorecido en occidente tiene que<br />

estar «contenida» dentro de estructuras comunitarias,<br />

si no quiere liquidarse a sí misma, sea en la<br />

anarquia del hiperindividualismo, o en una red de<br />

derechos cada vez más restrictivos.<br />

4. Futuro y utopía en<br />

la sociedad pos-industrial<br />

¿Cuál será el futuro previsible, más probable, de<br />

las sociedades pos-industriales? Sociólogos y futurólogos<br />

científicos han propuesto diversos modelos,<br />

desde diferentes perspectivas ideológicas y valiéndose<br />

de enfoques metodológicos distintos. He aquí<br />

una visión sintética de los modelos más importantes.<br />

a) Modelo de RalfDahrendorf:<br />

la sociedad de la mejora social (1982)<br />

• Objetivos sociales básicos: Acrecentar las libertades<br />

individuales y humanizar profundamente<br />

las relaciones de convivencia.<br />

- Frente a la sociedad centrada en la mejora<br />

económica, se tenderá a la sociedad centrada en las<br />

«mejoras sociales».<br />

- Suprimir el conflicto social derivado de la sociedad<br />

dual (ciudadanos que pueden aumentar sus<br />

salarios y los que no) mediante la alianza de los<br />

diversos líderes sociales.<br />

- Potenciar la calidad de vida.<br />

- Humanizar el trabajo a través de:<br />

332 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

Mejor nivel de<br />

educación.<br />

L...- --..J<br />

Facilitar el disponer<br />

tiempo para el ocio.<br />

Mayor posibilidad<br />

de hacer el<br />

1trabajo que se<br />

desea.<br />

L...- ---l<br />

1<br />

Garantizar un<br />

salario que reduzca<br />

la inseguridadeconómica.<br />

Mejorar la participación<br />

del obrero en la<br />

organización de la<br />

empresa.<br />

I Nuevas formas de trabajo. I<br />

• Obstáculo fundamental presente en la sociedad<br />

pos-industrial: La amenaza de la hipertrofia burocrática<br />

para la libertad concreta del individuo.<br />

Este obstáculo puede superarse mediante:<br />

- la participación ciudadana en las organizaciones;<br />

- aumentando la movilidad de los funcionarios;<br />

- minimizando las estructuras jerárquicas de<br />

poder;<br />

- descentralizando las funciones administrativas.<br />

b) Modelo sociologizador de Daniel BeZ!<br />

• Objetivo social básico: La generación, almacenamiento<br />

y utílízación de los nuevos conocimientos<br />

científicos y de los saberes técnicos que sirven de<br />

matrices para el desarrollo de las nuevas tecnologías.<br />

El paso de la sociedad industrial, basada en la<br />

eficacia funcional, la gestión y la producción de<br />

bienes, a la sociedad post-industrial tendrá cinco<br />

características principales:


- 1. a característica: la producción de servicios.<br />

El futuro social se basa no sólo en el crecimiento<br />

en términos económicos, sino en las nuevas demandas<br />

humanas (bienes inmateriales):<br />

LA CULTURA<br />

LA EDUCACION<br />

LA SALUD COMO<br />

MANTENIMIENTO DE<br />

LA FORMA<br />

LA AUTORREALIZACION I<br />

PERSONAL<br />

I<br />

- 2. 4 característica: papel relevante de la nueva<br />

tecnología: Predominio de la investigación, el desarrollo<br />

científico; la información y la comunicación.<br />

- 3. a característica: mayor subordinación de la<br />

empresa a los costes sociales y a los objetivos de la<br />

mejora social.<br />

- 4. 4 característica: el Estado tendrá un papel<br />

tecnocrático con gran capacidad y habilidad para<br />

imponer decisiones.<br />

Los instrumentos de los gobiernos para responder<br />

a las demandas crecientes de las mejoras sociales<br />

serán: nuevas técnicas de planificación; nuevos<br />

procedimientos de contabilidad (contabilidad social);<br />

nuevos modos en la toma de decisiones y evaluación<br />

exigente de los efectos de la innovación<br />

tecnológica.<br />

- 5." característica: prioridad de la educación.<br />

Daniel Bell cree que el factor de cambio que<br />

permitirá el tránsito de la sociedad industrial a una<br />

sociedad pos-industrial de prioridades diferentes y<br />

de nuevos estilos de vida será lo que él denomina la<br />

matriz de vida de las personas, cuyos efectos más<br />

relevantes sobre la sociedad serán los siguientes:<br />

- Desarrollo fuerte del nivel de vida y riqueza<br />

de áreas del mundo hasta ahora deprimidas y poco<br />

consideradas (desplazamiento del desarrollo hacia<br />

la zona del Pacífico).<br />

- Creación de un nuevo sistema monetario mundial<br />

(internacionalización del capital).<br />

- Revolución tecnológica caracterizada por la<br />

reunión de las computadoras y las telecomunicaciones<br />

en un sistema único pero diferenciado, dando<br />

lugar a las «naciones cableadas» (sociedad mundialmente<br />

intercomunicada).<br />

- Eliminación de la vinculación del trabajo al<br />

lugar en que se realiza.<br />

El cambio de las sociedades industriales a las<br />

posindustriales se encontrará con los problemas derivados<br />

del desajuste demográfico y los vacíos generacionales;<br />

la fragmentación de la política, y los<br />

cambios estructurales como consecuencia del desplazamiento<br />

de la «matriz económico-cultural» hacia<br />

la zona del Pacífico.<br />

Finalmente, las principales áreas de importancia<br />

crucial en el futuro de la sociedad serán, a juicio de<br />

Bell: el sistema educativo; el cambio en los modelos<br />

de consumo; la nueva concepción y valoración del<br />

trabajo; la humanización de la tecnología, la reorientación<br />

de la tecnocracia y del sistema de planificación;<br />

el cambio en la naturaleza y en la escala<br />

de las organizaciones; las nuevas formas de determinar<br />

qué grupo ejercerá el liderazgo.<br />

Los modelos de Ralf Dahrendorf, Daniel Bell, así<br />

como de otros importantes sociólogos, plantean<br />

una nueva sociedad basada en la satisfacción de<br />

nuevas necesidades o, con palabras de Bell, a partir<br />

de una nueva «matriz de vida». Otros sociólogos,<br />

ideológicamente lejos de los citados aquí, como es<br />

Adam Schaff, también centran su reflexión sobre la<br />

sociedad futura en áreas parecidas. Llegan a la conclusión<br />

de que uno de los ámbitos más importantes<br />

será el educativo, y que la gente encontrará un<br />

campo sensible de actividad y, por tanto, de un<br />

nuevo «sentido de la vida» y la sociedad.<br />

Por supuesto, según la mente del utópico actual,<br />

tendrán que invertirse las prioridades y los valores<br />

que rigen la enseñanza. La educación dará prioridad<br />

al desarrollo de las facultades insustituiblemente<br />

humanas: manuales, artísticas, afectivas, relacionales,<br />

etc.<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOCIA 333


334 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA


En la sociedad de


jo interdisciplinar que estudiaba la problemática<br />

en un plano mundial y elaboró un modelo matemático<br />

que sirvió de base al primer informe realizado<br />

por el Club de Roma, el cual constaba de cinco variables<br />

básicas:<br />

- Población.<br />

- Capital.<br />

- Contaminación ambiental.<br />

- Recursos.<br />

- Alimentos.<br />

Dicho modelo partía del presupuesto de que tanto<br />

la población como el crecimiento son exponenciales.<br />

El informe tuvo un impacto fuerte en la opinión<br />

pública en los años 1970 al 1973, y también<br />

recibió algunas críticas.<br />

3. Posteriormente se hicieron otros dos ensayos<br />

de análisis mundial:<br />

a) El modelo «Integrado Mundial» (1975), desarrollado<br />

por M. D. Mesarovic, y E. Peste, y cuyas<br />

conclusiones son semejantes al modelo anterior.<br />

b) El modelo «Latinoamericano», elaborado<br />

por Carlos A. Mallman, Jorge Sábato, Enrique Oteiza,<br />

Osvaldo Sunker, etc. (1976). Parte de la idea de<br />

que un mundo más justo tiene mayor importancia<br />

que un mundo desarrollado.<br />

Las conclusiones de este modelo difieren en su<br />

comprensión respecto a los demás modelos:<br />

- El obstáculo al desarrollo mundial proviene<br />

de raíces sociopolíticas y no tanto de recursos físicos<br />

o limitaciones económicas.<br />

- La ayuda internacional no resolverá el problema<br />

de los pueblos subdesarrollados de forma consistente<br />

y a largo plazo.<br />

- Es posible regular el factor población equilibrando<br />

su crecimiento.<br />

4. Modelo de la Organización de las Naciones<br />

Unidas.<br />

En 1972, esta institución, sensible al problema<br />

del desarrollo económico mundial, encargó a Vasili<br />

Leonfief realizar un modelo que tuviera en cuenta<br />

fundamentalmente los costes que el crecimiento<br />

336 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

económico tendrá para los países más deprimidos.<br />

El resultado fue eficaz para predecir las tasas de<br />

crecimiento del PNB de las distintas regiones y sus<br />

necesidades de inversión, pero fue ineficaz para tratar<br />

algunos de los grandes problemas que amenazan<br />

al futuro, como son la contaminación y el deterioro<br />

del medio ambiente.<br />

Del análisis y contraste de estos modelos se pueden<br />

extraer seis conclusiones:<br />

- Los recursos existentes y la tecnología conocida<br />

pueden satisfacer todas las necesidades de la<br />

humanidad, tanto ahora como en el futuro.<br />

- La población y el capital físico no pueden continuar<br />

creciendo en un planeta que es limitado.<br />

El informe sobre el estado de la población mundial<br />

de 1990, publicado por el Fondo de Población<br />

de las Naciones Unidas, constata la importancia de<br />

tomar decisiones ante una población que crece en<br />

una relación de tres personas por segundo o<br />

250.0000 personas al día. Según este informe, la<br />

población es de 5.300 millones de personas; cada<br />

año se añaden 100 millones de personas. Si no aumentan<br />

las medidas de planificación familiar, en el<br />

año 2025 la tierra tendrá 8.467 millones de habitantes,<br />

y en el año 2100 habrá alcanzado los 14.200<br />

millones.<br />

- No existe información fiable y completa acerca<br />

del grado en que el medio ambiente terrestre<br />

puede absorber los desperdicios creados para satisfacer<br />

las necesidades humanas.<br />

Al excesivo crecimiento y a la falta de recursos,<br />

hay que añadir el factor del deterioro del medio<br />

ambiente, causado especialmente por el progresivo<br />

calentamiento de la atmósfera, por la deforestación<br />

de los bosques y por los grandes agentes contaminantes.<br />

Los países industrializados producen los<br />

mayores daños en el medio ambiente, ya que consumen<br />

los cinco sextos de los clorofluorocarbonos y<br />

las tres cuartas partes de los combustibles fósiles<br />

del mundo. Pero los países en desarrollo se están<br />

aproximando a este grado de contaminación, y se<br />

estima que hacia el 2025 emitirán 16.600 millones<br />

de toneladas anuales de dióxido de carbono, lo que<br />

equivale al triple del nivel actual.<br />

- Si se continúa con las políticas actuales, se


crearán mayores diferencias entre las áreas ricas y<br />

pobres de la humanidad.<br />

En el informe citado, preocupa sobre todo a las<br />

Naciones Unidas que los mayores incrementos de<br />

población se producen en los países más pobres,<br />

que son los peor equipados para satisfacer las necesidades<br />

de los nuevos habitantes e invertir en el<br />

futuro, ya que una de las consecuencias primeras es<br />

que, al aumentar la población en los países subdesarrollados,<br />

aumentará también el número de pobres,<br />

analfabetos y hambrientos.<br />

- Si ahora se hacen cambios en la política, es<br />

más probable que tengan mayor impacto y se requiera<br />

menor esfuerzo que si se efectúan posteriormente.<br />

Los cambios que se proponen giran en torno<br />

a modificar los estilos de vida, reducir los niveles de<br />

consumo y de despilfarro en los países del Norte<br />

(desarrollados) y reciclar los productos. En los países<br />

en vías de desarrollo es esencial reducir las tasas<br />

de crecimiento para que se cumplan las proyecciones<br />

medias de población de las Naciones Unidas,<br />

esto es, de 3,9 hijos por mujer en 1990 a 3,2 en los<br />

años 2000-2005.<br />

- La tecnología puede ayudar, pero no es en sí<br />

una respuesta a todo el conjunto de problemas que<br />

plantea el desarrollo.<br />

Sin duda que sobre estos modelos gravita la<br />

inevitable herencia de haber sido pensados por personas<br />

que tienen la confianza en un futuro concebido<br />

a partir de las categorías de la sociedad industrial.<br />

Hay también otro grupo de personas que piden<br />

partir de otros supuestos distintos, de tal modo<br />

que el futuro se concrete en llegar a ser algo distinto<br />

a lo que nos imaginamos comúnmente por sociedades<br />

posindustriales avanzadas. Las podríamos llamar<br />

«sociedades metaindustriales o sociedades<br />

pastoril-tecnológicas», cuyo objetivo estaría definido<br />

sobre todo por la búsqueda de respuestas vivenciales<br />

nuevas. De nuevo la utopía acompañaría a la<br />

imaginación en pos de nuevas sociedades más comunitarias,<br />

con nuevos modos no sólo de producción,<br />

sino también de distribución, con energías<br />

limpias... Utopía y futuro se vuelven a dar la mano<br />

en busca de sociedades no fáciles de encontrar en la<br />

realidad.<br />

5. Utopías y antiutopías<br />

El concepto de utopía se ha utilizado, desde el<br />

principio, en un sen(ido positivo y también peyorativo.<br />

Desde el comienzo del pensamiento utópico, la<br />

negación del gran sueño ha constituido una corriente<br />

paralela. La antiutopía no fue una invención de<br />

Huxley, ya estaba en Aristófanes, y la misma Utopía<br />

de Moro fue objeto de parodia.<br />

Los detractores de la utopía han objetado que<br />

ésta adolece de totalitarismo y de un grave peligro<br />

ideológico. Frente al romanticismo de creer que la<br />

utopía era un lugar nuevo, una imaginación desenfrenada,<br />

Laplantine la define con términos muy<br />

diferentes:<br />

«La construcción matemática, lógica y rigurosa de<br />

una ciudad perfecta sometida a los imperativos de<br />

una planificación absoluta: que lo tiene todo previsto<br />

de antemano y no consiente el menor fallo ni la menor<br />

duda (sinónimo de totalitarismo)>>.<br />

La utopía sería, pues, el triunfo de la tecnificación,<br />

el triunfo absoluto del racionalismo técnico,<br />

racionalismo social presentado como el único camino<br />

de perfección. Es el trabajo más perfectamente<br />

antirrevolucionario, bajo el aspecto de una imaginación<br />

revolucionaria.<br />

La antiutopía ha tenido su recepción más aceptada<br />

entre los autores que prevén unos procesos<br />

ambientales desastrosos, como algunos de los citados<br />

anteriormente: la contaminación, la amenaza<br />

de la superpoblación, la crisis biológica...<br />

En conclusión, es evidente que un nuevo espectro<br />

recorre el mundo: las nuevas tecnologías. A su<br />

conjuro ambivalente se concitan los temores y se<br />

alumbran las esperanzas de nuestras sociedades en<br />

crisis. Se debate su contenido específico y se desconocen<br />

en buena medida sus efectos precisos, pero<br />

apenas nadie pone en duda su importancia histórica<br />

y el cambio cualitativo que introducen en nuestro<br />

modo de producir, de gestionar, de consumir, de<br />

vivir y de morir.<br />

El modelo de sociedad que se consolide va a<br />

depender de cómo se gestione el nuevo desafío tecnológico.<br />

¿Se orientará hacia la satisfacción de la<br />

nueva sociedad, de la mejora social? ¿Seguirá im-<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 337


poniéndose el orden económico? Como dijimos al<br />

comienzo, el futuro debe estar en manos del hombre...<br />

6. Sociedad dual<br />

y ecología social<br />

Se está insinuando gradualmente en los países<br />

desarrollados, anestesiados por los logros del Estado<br />

del Bienestar, una terrible sospecha: estamos<br />

fabricando una sociedad dual o sociedad de los tres<br />

tercios: la de los «muy ricos», receptores plenos de<br />

la prosperidad económica de los últimos años; la de<br />

los «marginados»; y entre ambos, pero orientada<br />

social y motivacionalmente hacia los primeros, una<br />

gran masa contenta con su suerte, la clase media<br />

muy ensanchada, y despojada de todo contenido<br />

ideológico.<br />

Esta transformación de nuestras prósperas sociedades<br />

occidentales en fábricas de pobres y de<br />

marginados constituye el gran déficit de la sociedad<br />

tecnológica.<br />

Una formulación de corte analítico y de reconocida<br />

autoridad ha sido realizada por Ralf Dahrendorf,<br />

que afirma sin paliativos: «el paro ha creado<br />

una nueva clase», y el desafío de la sociedad para<br />

las próximas décadas será combinar el proceso tecnológico<br />

y el sentido de la responsabilidad social,<br />

ya que una sociedad civilizada es inviable sin una<br />

realización práctica plena de los derechos sociales;<br />

el desempleo en Europa y la pobreza en Estados<br />

Unidos ha despojado de ese derecho a millones de<br />

ciudadanos, condenándolos a «guettos» sociales y<br />

culturales.<br />

Quizá lo más grave del argumento de Dahrendorf<br />

es el empleo del término más terrible del vocabulario<br />

del hombre de la calle para designar este<br />

fenómeno: cáncer. Un cáncer con metástasis extensas,<br />

que puede malignizar todo el cuerpo social. La<br />

región inicialmente cancerosa se convierte en un<br />

«guetto» caracterizado por la acumulación de patologías<br />

sociales: bajo nivel de logros educativos,<br />

analfabetismo, familias rotas, madres adolescentes,<br />

viviendas miserables, ausencia de ejemplos emuladores,<br />

dada la confluencia de estos grupos «patoló-<br />

338 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

gicos» en los VIeJOS «guettos» urbanos abandonados...<br />

El síndrome de «guetto» es un círculo vicioso,<br />

pues, una vez que la gente ha caído en él, es difícil<br />

romper el proceso.<br />

A la cultura de la pobreza le ha sucedido una<br />

cultura del dualismo social o cultura de la underclass,<br />

cuyos ingredientes psico-sociales son la anomía, el<br />

fatalismo vital y el rechazo del techo normativo que<br />

cobija a los otros dos tercios de la sociedad más<br />

afortunados. ¿En qué consiste la metástasis social<br />

de este cáncer? En que la sociedad adulta parece ir<br />

aceptando y asumiendo estos agujeros en su techo<br />

normativo -delitos, grandes o pequeños, sin castigo<br />

o persecución; violencia callejera o en los campos<br />

de fútbol; existencia de zonas urbanas peligrosas,<br />

vetadas incluso a la policía; pautas sexuales destructoras<br />

de la familia...- sin una reacción proporcionada<br />

o eficaz, quizá porque esa sociedad carece<br />

de respuestas, inmersa en su crisis de valores, quizá<br />

porque secretamente se siente culpable de la persistencia<br />

de esos «guettos».<br />

¿Revolución en el horizonte histórico del mundo<br />

occidental? Improbable, asegura Dahrendorf. La<br />

underclass no es fuente de la revolución del mañana,<br />

su destino natural es la marginación indefinida<br />

y una frustración sin fronteras temporales. Para la<br />

sociedad en su conjunto, el paro implica la desaparición<br />

gradual del consenso social mínimo para mantener<br />

unida a una sociedad, ya que la existencia de<br />

un gran número de personas que se sienten al margen<br />

de las normas pone en peligro los valores sociales<br />

básicos.<br />

Es decir, la aceptación social de una subclase o<br />

underclass creciente implica el peligro de corrupción<br />

de la moral social, si la gente acaba aceptando<br />

que esta subclase es el precio que hay que pagar por<br />

el relativo bienestar del resto, y que es


Lecturas<br />

P Berger, La revolucLOn capltafzsta Penmsula, Barcelona<br />

1989<br />

D Bell, Las contradlccLOnes culturales del capllallsmo<br />

Ahanza Edltonal, Madnd 1977<br />

R Dahrendorf, Oportunzdades vllales Espasa Calpe, Madnd<br />

1983<br />

M Frank (comp ), Utopzas v pensamIento UtOplCO Espasa<br />

Calpe, Madnd 1982<br />

A Gorz, Los cammos del paraISO LaIa, Barcelona 1988<br />

A Schaff, eQue futuro nos aguarda) Gn]albo, Barcelona<br />

1985<br />

PARA COMPRE 341


Presentación 5<br />

l. EL CARACTER PROPIO DE LA SOCIOLOGIA 7<br />

1. Para qué sirve la sociología 9<br />

l. Los sociólogos y la sociología 9<br />

2. La ingeniería social l3<br />

3. La sociología como brujería y panacea.. 14<br />

4. Las funciones de la sociología 17<br />

Invitación al contraste 19<br />

2. El mundo de la sociología y la mirada del<br />

sociólogo 21<br />

l. El mundo de la sociología 21<br />

2. El laberinto de la sociología 22<br />

3. La mirada del sociólogo 26<br />

4. El esquema conceptual de la sociología. 27<br />

5. El difícil ejercicio de la comprensión sociológica<br />

29<br />

Invitación a la sociología 31<br />

3. La definición de la sociología 33<br />

l. El problema .. 33<br />

2. Definiciones máxima y mínima de la sociología<br />

35<br />

3. La tentación de las definiciones formalistas<br />

35<br />

4. Los rasgos de la sociología como saber<br />

científico 36<br />

5. La sociología como saber empírico 37<br />

6. La sociología como ciencia social 38<br />

7. La sociología como ciencia pura 39<br />

8. La sociología como ciencia de leyes y regularidades<br />

41<br />

Indice general<br />

9. La sociología y la búsqueda de modelos<br />

estructurales 43<br />

Hablan dos maestros 44<br />

11. EL RECORRIDO HISTORICO 45<br />

4. El nacimiento de la sociología 47<br />

l. El contexto histórico 47<br />

2. El kairós de la sociología 49<br />

3. La búsqueda de un nuevo orden social .. 53<br />

4. E.lprogreso como idea motriz y como religlon<br />

secular 55<br />

5. La nueva ciencia del hombre 56<br />

Una visión panorámica del nacimiento de las<br />

ciencias sociales 58<br />

5. Sinopsis histórica de la sociología 59<br />

l. La etapa fundacional .. 59<br />

2. El desarrollo de las escuelas 62<br />

3. El legado clásico 65<br />

4. La sociología contemporánea 68<br />

5. Orientaciones de la sociología actual 73<br />

6. El quién es quién de la sociología 75<br />

111. LA DIMENSION COMUNITARIA 117<br />

7. El paisaje negro: la fábrica II9<br />

l. La revolución industrial 119<br />

a) El lucro como principio fundamental . 120<br />

b) La fábrica como institución central 122<br />

c) El control y la coordinación como problema<br />

123<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 343


4. El despotismo de las normas y otras características<br />

217<br />

5. El mundo fascinante de las pautas: las tipologías<br />

218<br />

6. El control social...................................... 220<br />

Para ampliar horizontes: Mores, folkways y<br />

leyes; Tres tipos de dirección; La penosa búsqueda<br />

de lo social................. 223<br />

14. Roles y papeles sociales 225<br />

1. Para comprender la sociología del rol.... 225<br />

2. El enfoque del interaccionismo simbólico 226<br />

3. El enfoque sociológico 228<br />

4. Rol, determinismo y libertad personal .. 230<br />

5. Una clasificación sistemática de los roles 232<br />

6. Rol y grupo: otras tipologías de los roles 232<br />

7. La patología del rol.... 234<br />

Una visión histórica 235<br />

15. Los valores 237<br />

1. Para comprender la sociología de los valores<br />

237<br />

2. Cuatro aportaciones clásicas al estudio de<br />

los valores 239<br />

3. Una investigación sobre la jerarquía de los<br />

valores 243<br />

4. Las funciones de los valores 244<br />

5. Tipología sistemática de los valores 245<br />

Una mirada al mundo juvenil 246<br />

16. La cultura .. 248<br />

1. Para comprender la sociología de la cultura<br />

248<br />

2. Cultura y necesidades del hombre 149<br />

3. Definición y rasgos de la cultura 251<br />

4. Los elementos de la cultura 252<br />

5. Ideas y creencias 254<br />

Invitación a explorar la cultura de las organizaciones<br />

255<br />

17. Socialización, familia y escuela 257<br />

1. Tres distinciones para comprender la sociología<br />

de la socialización 257<br />

2. Dos formas de entender la socialización 258<br />

3. Los agentes de la socialización 261<br />

a) La familia como agente de la socialización<br />

primaria 261<br />

b) El centro educativo y sus funciones sociales<br />

264<br />

c) El grupo de iguales 267<br />

d) Los medios de comunicación de masas 268<br />

El fascinante horizonte de la personalización 269<br />

v. LA DIMENSION DINAMICA DE LA SOCIE-<br />

DAD 271<br />

18. Adagio: el declive de lo sagrado y el cambio<br />

religioso 273<br />

1. Un breve recorrido histórico 273<br />

2. Del «Angelus» de Millet a los paisajes «negros»<br />

del industrialismo 274<br />

3. La religiosidad de los trabajadores norteamericanos:<br />

una excepción 275<br />

4. El panorama de las sociedades industriales<br />

276<br />

5. El desvanecimiento de la sociedad tradicional<br />

y los diez impactos sobre la religiosidad<br />

278<br />

a) La estructura económica .. 278<br />

b) La organización social 279<br />

c) La mentalidad del hombre de la sociedad<br />

industrial.................... 280<br />

6. Emigración y urbanización: dos cambios<br />

que han dislocado el mapa religioso de los<br />

países europeos 280<br />

7. El fantasma que recorre el mundo de las<br />

religiones: la secularización 282<br />

a) La decadencia de la religión 282<br />

b) La autonomización o emancipación 283<br />

c) La desacralización del mundo 284<br />

8. El futuro de la religión 285<br />

19. Cambio y continuidad en la sociedad 288<br />

1. Para comprender la sociología del cambio<br />

social....................................................... 288<br />

2. Cambio y persistencia 289<br />

PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA 345


3. Los problemas de la sociología del cambio 291<br />

4. Los tipos de cambio social: evolución, ciclos<br />

y procesos 293<br />

a) La evolución social............................. 293<br />

b) Los ciclos de las civilizaciones 294<br />

c) Los cambios sociales 297<br />

d) Los procesos sociales . 298<br />

Invitación a sumergirse en el cambio 300<br />

20. La modernización como cambio social pluridimensional<br />

302<br />

1. Teorías e interpretaciones de la modernización<br />

302<br />

a) Las teorías o enfoques económicos 302<br />

b) El enfoque psicológico 303<br />

c) La teoría de las variables dicotómicas<br />

de Talcott Parsons 303<br />

d) La teoría marxista del subdesarrollo . 304<br />

e) El paradigma de Galtung 304<br />

f) La modernización como secularización 304<br />

2. Factores sociales del crecimiento económico<br />

307<br />

3. La decadencia de la sociedad laboral 310<br />

Invitación a la perplejidad 311<br />

21. Los conflictos sociales 313<br />

1. En búsqueda de una definición 314<br />

2. El conflicto y la teoría de los juegos 315<br />

3. El perfil de los conflictos sociales 316<br />

4. Fuentes y factores de los conflictos sociales<br />

317<br />

5. Las funciones de los conflictos sociales .. 319<br />

346 PARA COMPRENDER LA SOCIOLOGIA<br />

6. Clases y tipos de conflictos sociales .......<br />

a) Conflicto entre grupos mayoritarios y<br />

minoritarios .<br />

b) Conflicto económico ..<br />

c) Conflicto de clases ..<br />

d) Conflicto urbano-rural y regional ..<br />

e) Conflicto religioso ..<br />

f) Conflicto entre las naciones .<br />

g) Conflicto en el interior de los grupos ..<br />

h) Conflicto de personalidad ..<br />

i) Conflicto de valores ..<br />

A la escucha de los clásicos ..<br />

VI. EL FUTURO Y LA UTOPIA<br />

1. Aproximación sociológica a la utopía ....<br />

2. Socialismo y comunismo, futuro y utopía<br />

3. El futuro y la cultura económica del capitalismo<br />

.<br />

a) La prosperidad ..<br />

b) La igualdad ..<br />

c) La li bertad .<br />

4. Futuro y utopía en la sociedad pos-industrial<br />

.<br />

a) Modelo de Ralf Dahrendorf ..<br />

b) Modelo socializador de Daniel Bell ..<br />

c) Modelos de sociedades avanzadas ..<br />

5. Utopías y anti-utopías ..<br />

6. Sociedad dual y ecología social ..<br />

Invitación a una elección personal ..<br />

320<br />

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321<br />

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322<br />

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