IrfanView Thumbnails

ROJO SANGRE, VERDE HIERBA
- Reflexiones sobre lo exposición 'Américu, Américo", deÁngel ~utthez lunzus -.
Ángel Mortínez lonzos, pintor corol, oborco universos que no le coben en el olmo. mismo de
estoturo respetable, sus brazos se ogigonton mis todovh pom contener el mundo y no puede con él. Escribí
en uno ocosión que su energío ero cósmico, y lo sigue siendo. l o fuerzo de su orte openos puede ser detenido
por los límites de los grandes formatos.
lo moterio plústico, en sus monos, se sobrepone en relieves que descubren el mundo. €1 mundo de
los ideos. de lossuyos, de sus militoncios y sueños, de esto su vida todo que se hunde en lo eterno con proyectos
siempre tronscendiendo lo visible. Culculo que con lo obro de todo su vido, mas sus proyectos, este ortisto
nos mostrorú el conjunto de lo visible y de lo invisible.
El ortisto, y no sólo plústico, poro serlo debe reunir ciertos condiciones. Entre otros, lo primem serh
lo comunicación. De sentido o sentido, el ortisto debe dor o entender, y el espectodor debe ser copoz de
comprender, lo segundo es lo de dar voz y cuerpo o1 tiempo en el que a vive. Notorio de uno époco, lo suyo,
el ortisto ovonzo y hoce progresar el orte precisomente porque incorpom hechos, polobros, proyectos, formos
de los que se alimento. De las que el mundo le ofrece en su mismo instonte de vido, contemporúneo o su
trabajo.
Ángel ~ortinez lonzos reune estos condiciones. Sus obms mueven o1 espectodor, y lo mueven quizás
pom lo empotío, lo comprensión, el horror, el gozo. Su pinturo comunico, pues, de sentido o sentido.
Testigo de sus díos, Morthez lonzos los plosmo con todo lo intensidud de que es copoz, y lo es en
gmn monem. Se conmueve con lo ferocidod de los destrucciones irrucionoles kvodos o cubo por lo brutolidod
humono. La obro del ortisto es el gusto oscuro del cuerpo desgorrodo o cousu de poderosos, implocobles e
inconfesobles decisiones ejercidos por los monstruos de lo perro. Mutilociones, devostociones, armas; se
huelen lo songre y el terror. Ciertos cuerpos de piel deshilochodo recuerdan o los muertos de las Donzos
Mocobms del cementerio de los Dominicos de Berno: esqueletos donzontes con los restos del pellejo desflecodo.
El dominio certero de la muerte sobre los vivientes
"Guerras los hobrú siempre, porque el hombre llevo en simismo el instinto de destrucción1', contestó
Freud o uno pregunto de Einstein, en los albores del nozismo. Ese es el triste resultado del proceso evolutivo
"inteligente1',