23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

JOAQUÍN BALAGUER | EL CRISTO DE LA LIBERTAD<br />

El Ostracismo<br />

La estancia en Saint Thomas fue apenas <strong>de</strong> unos días. El 18 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1843, salió<br />

Duarte con <strong>de</strong>stino a La Guaira. El 23 llegó a bordo <strong>de</strong> la goleta venezolana “La Felicidad”<br />

al puerto <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino. Durante los cinco días que duró la travesía, disfrutó <strong>de</strong> la conversación<br />

<strong>de</strong> sus acompañantes Juan Isidro Pérez y Pedro Alejandrino Pina. Dos extraños, los señores<br />

Diego Ramírez y Santos Semidisi, viajaban como pasajeros en la misma nave, y participaron<br />

durante ese tiempo <strong>de</strong> las inquietu<strong>de</strong>s que embargaban el ánimo <strong>de</strong> los tres expatriados. El<br />

capitán <strong>de</strong>l pequeño buque <strong>de</strong> vela, señor Nicolás E. Damers, dispensó a Duarte las atenciones<br />

a que le hicieron siempre acreedor su distinción personal y el aspecto severo y melancólico<br />

que fue rasgo inseparable <strong>de</strong> su fisonomía majestuosa.<br />

Al día siguiente <strong>de</strong> su llegada a La Guaira, partió Duarte con rumbo a la capital <strong>de</strong> Venezuela.<br />

Su tío José Pru<strong>de</strong>ncio Diez lo acogió en su hogar, y lo hizo objeto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer<br />

instante <strong>de</strong> la solicitud más calurosa.<br />

La primera preocupación <strong>de</strong>l apóstol y <strong>de</strong> sus dos compañeros fue la <strong>de</strong> apresurar el<br />

regreso. Ninguno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>sterrados pensó en establecerse por mucho tiempo en tierra venezolana.<br />

Estarían allí únicamente los días necesarios para preparar la vuelta a suelo dominicano.<br />

Pero como su única i<strong>de</strong>a era la <strong>de</strong> ser útil a la Patria y la <strong>de</strong> proseguir sin <strong>de</strong>scanso la<br />

obra emprendida hacía ya varios años, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su arribo a Caracas <strong>de</strong>dicaron largas horas al<br />

aprendizaje <strong>de</strong> la esgrima, arte en que se ejercitaron sobre todo Duarte y Pedro Alejandrino<br />

Pina, quienes recibieron asiduamente lecciones <strong>de</strong> Mariano Diez, <strong>de</strong> José Patín y <strong>de</strong>l mismo<br />

Juan Isidro Pérez, reputados en su propio país como dignos <strong>de</strong> figurar en “el número <strong>de</strong> las<br />

primeras espadas”.<br />

El tiempo que no utilizaba en ejercicios <strong>de</strong> esgrima, lo empleaba Duarte en establecer<br />

contactos provechosos para su obra <strong>de</strong> emancipación política. Muchos venezolanos distinguidos<br />

oyeron su prédica y le dieron <strong>de</strong>mostraciones <strong>de</strong> adhesión que fueron muchas<br />

veces subrayadas con promesas <strong>de</strong> ayuda o con ardientes votos <strong>de</strong> simpatía hacia la causa<br />

dominicana. Algunos personajes influyentes, como el licenciado Manuel López Umares y<br />

el doctor Montolío, a quienes impresionó gratamente la juventud <strong>de</strong>l proscripto, trataron<br />

<strong>de</strong> persuadirlo para que abandonase su misión patriótica y prosiguiera sus estudios en la<br />

facultad <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> la universidad caraqueña. Duarte rechazó la proposición con muestras<br />

<strong>de</strong> gratitud, pero al propio tiempo con dignidad y energía. “Mi pensamiento, mi alma –ha<br />

escrito él mismo al referirse a aquella oferta amistosa–, yo todo no me pertenecía; mi carísima<br />

patria absorbía mi mente y llenaba mi corazón, y estaba resuelto a sólo vivir para ella”.<br />

El día 10 <strong>de</strong> septiembre provocó el apóstol una reunión <strong>de</strong> sus compatriotas resi<strong>de</strong>ntes<br />

en Caracas y <strong>de</strong> numerosos personajes <strong>de</strong> nacionalidad venezolana. La junta se efectuó en el<br />

hogar <strong>de</strong> don José Pru<strong>de</strong>ncio Diez, y en ella se discutieron los planes que había madurado<br />

Duarte para empren<strong>de</strong>r <strong>de</strong> nuevo la cruzada separatista. La opinión que prevaleció entre los<br />

asistentes, fue la <strong>de</strong> que convenía reanudar el contacto con los elementos adictos a la causa<br />

<strong>de</strong> la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia que permanecían en Santo Domingo. Duarte propuso entonces que se<br />

comisionara a Pedro Alejandrino Pina y a Juan Isidro Pérez, sus dos compañeros <strong>de</strong> <strong>de</strong>stierro,<br />

para que se dirigieran a Curazao y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí se pusieran en relación por vías confi<strong>de</strong>nciales,<br />

con los viejos luchadores <strong>de</strong> “La Trinitaria”. La sugerencia tuvo aceptación unánime,<br />

y dos días <strong>de</strong>spués salieron Pina y Juan Isidro Pérez hacia la colonia holan<strong>de</strong>sa. Duarte se<br />

<strong>de</strong>spidió <strong>de</strong> ellos en el Puerto <strong>de</strong> La Guaira. Tan pronto regresó a Caracas, en compañía <strong>de</strong><br />

su tío José Pru<strong>de</strong>ncio Diez, el prócer buscó el medio <strong>de</strong> entrevistarse con el general Carlos<br />

841

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!