23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ENRIQUE APOLINAR HENRÍQUEZ | REMINISCENCIAS Y EVOCACIONES<br />

Poco antes <strong>de</strong> asumir la función <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r político como ejecutivo nacional, mas ya<br />

elegido Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República, él le había pedido a Luis F. Vidal que en su nombre le<br />

ofreciera a Emilio Tejera una Secretaría <strong>de</strong> Estado. Cuando Emilio <strong>de</strong>clinó tal ofrecimiento,<br />

Trujillo le pidió a Vidal que gestionara mi aceptación. Vidal estaba persuadido –amigo<br />

fraternal <strong>de</strong> ambos él nos conocía muy bien a Tejera y a mí– <strong>de</strong> que tampoco yo aceptaría<br />

la propuesta posición política; pero esa misión era <strong>de</strong>l tipo que no pue<strong>de</strong> ser esquivada sin<br />

producir sospecha <strong>de</strong> negativa predisposición.<br />

Ante mi <strong>de</strong>clinatoria y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> agotar otras tentativas <strong>de</strong> conquista, Trujillo optó por<br />

usar la vía oblicua en interés <strong>de</strong> quebrantar mi resistencia y <strong>de</strong> granjear, en forma sutilizada,<br />

mi personal adhesión a su política dictatorial.<br />

Según lo he revelado en otra reminiscencia, Trujillo recurrió a la sentimentalidad envuelta<br />

en la invocación <strong>de</strong> la amistad. La invocó para inducirme a <strong>de</strong>sembarazarlo <strong>de</strong> la enojosa<br />

carga –según su alegación– que a la sazón representaba para él la embolismática situación<br />

<strong>de</strong> la compañía <strong>de</strong> seguros San Rafael.<br />

Nada compromete tanto como la invocación sincera y aún simulada <strong>de</strong> la amistad en<br />

<strong>de</strong>manda <strong>de</strong> un servicio. Harto difícil es, en tales casos, la <strong>de</strong>negación. Pero, no obstante, la<br />

integridad personal fija límites <strong>de</strong> <strong>de</strong>corosa contención. La con<strong>de</strong>scen<strong>de</strong>ncia no podría, sin<br />

abjuración, rayar en <strong>de</strong>slices capaces <strong>de</strong> conculcar los principios que le imprimen rasgos<br />

distintivos a la propia fisonomía moral <strong>de</strong>l sujeto complaciente.<br />

Esa reserva, implícita en condiciones normales, fue la garantía que conociendo las<br />

peculiarida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Trujillo me propuse precisar cuando al encarecerme la aceptación <strong>de</strong> la<br />

Presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la Compañía San Rafael, le dije con inequívoca franqueza que conmigo no se<br />

podría contar, en ningún momento ni en ninguna circunstancia, ya fuera directa o reflejamente<br />

o bien actual o eventualmente en la participación <strong>de</strong> ninguna empresa o acción política; y<br />

esa tesitura jamás la abandoné, aún cuando sostenerla me costó inenarrables sinsabores, no<br />

pocos riesgos y copiosos perjuicios.<br />

Una semana más tar<strong>de</strong> mi hermano Rafael Américo volvió a trasmitirme el mismo<br />

mensaje <strong>de</strong> Juan Bosch.<br />

—”Dice Juan” –repitió– “que la presión es tremenda; y que él eva<strong>de</strong> el imprevisible<br />

<strong>de</strong>senlace alegando, sin saber hasta cuándo con utilidad, que no ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> hurgar en los<br />

archivos sin haber encontrado hasta ahora la constancia <strong>de</strong> tu inscripción”.<br />

—”¡Anjá!”.<br />

Era evi<strong>de</strong>nte que Trujillo, con semejante ardid, buscaba forzarme a formalizar mi inscripción,<br />

bien fuera por temor a per<strong>de</strong>r una posición a la cual me creía ya apegado, bien por<br />

interés o vanidad o ya por temor a ser objeto <strong>de</strong> persecusión.<br />

Tácticas <strong>de</strong> esa calaña le habían dado <strong>de</strong> ordinario el resultado perseguido. Pero en el<br />

caso <strong>de</strong> referencia esa maniobra estaba con<strong>de</strong>nada a fracasar. La posición <strong>de</strong> Presi<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> la San Rafael era para mí una carga. Sobre todo por no ser afín a mi temperamento. La<br />

venía <strong>de</strong>sempeñando únicamente en la función <strong>de</strong>l servicio <strong>de</strong>mandado en nombre <strong>de</strong> una<br />

profesada amistad que en el fondo no existía.<br />

Resueltos los problemas que habían agobiado a la San Rafael, amenazando <strong>de</strong>struir su<br />

vitalidad; asegurado el buen crédito <strong>de</strong> la empresa y arraigado su florecimiento económico,<br />

el solicitado servicio estaba ya cumplido. Si era honroso <strong>de</strong>volver su administración social<br />

en esas condiciones <strong>de</strong> prosperidad, era igualmente placentero para mí sacudirme <strong>de</strong> esa<br />

carga.<br />

663

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!