23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

ENRIQUE APOLINAR HENRÍQUEZ | REMINISCENCIAS Y EVOCACIONES<br />

En enero <strong>de</strong> 1901 inesperadas circunstancias modificaron, allanándolas, esas dificulta<strong>de</strong>s.<br />

El Ministro <strong>de</strong> Relaciones Exteriores <strong>de</strong>l gobierno dominicano había recibido mandato<br />

<strong>de</strong> trasladarse a los Estados Unidos <strong>de</strong> América para negociar allí con los directores <strong>de</strong> la<br />

San Domingo Improvement Company un ajuste <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> todas las acreencias que esa<br />

sociedad financiera y sus aliadas alegaban poseer contra el Estado Dominicano.<br />

El aludido representante <strong>de</strong>l gobierno dominicano, Dr. Francisco Henríquez y Carvajal,<br />

era tío <strong>de</strong> mi padre; y a ese estrecho parentezco unía la singular condición <strong>de</strong> ser<br />

la única persona —me había dicho ya mi padre en otras ocasiones— con quien en razón<br />

<strong>de</strong> los lazos <strong>de</strong> familia que reforzaban otros motivos <strong>de</strong> especial confianza (sobre todo<br />

por su condición <strong>de</strong> médico) me habría <strong>de</strong>jado trascen<strong>de</strong>r, sin él, las geográficas lin<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l país.<br />

En esa época los viajes al exterior eran ausencias absolutas y expuestas a todos los problemas<br />

<strong>de</strong> la distancia y los azares <strong>de</strong> la navegación. Las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ingratas contingencias<br />

eran lazos que me ataban, por la meticulosa voluntad <strong>de</strong> mis padres, al angosto círculo <strong>de</strong><br />

mi ciudad natal contra la preferencia <strong>de</strong> mi juvenil curiosidad, anhelosa <strong>de</strong> trasponer los<br />

mares en busca <strong>de</strong> más amplios horizontes don<strong>de</strong> mi espíritu pudiera disfrutar imaginadas<br />

impresiones <strong>de</strong>leitosas. Los medios <strong>de</strong> comunicación alcanzados por la técnica <strong>de</strong> hoy —hay<br />

que acentuarlo— han suprimido las ansieda<strong>de</strong>s que en los dominios <strong>de</strong>l afecto familiar<br />

suscitaban entonces los viajes al extranjero.<br />

Los recursos <strong>de</strong> la ciencia han encogido los dominios físicos <strong>de</strong>l mundo. Ya no hay<br />

distancia que en un mismo día no venza la velocidad <strong>de</strong> los aviones; y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> todo punto<br />

<strong>de</strong>l universo habitado por el hombre civilizado, se consigue al instante plática directa a<br />

través <strong>de</strong>l teléfono inalámbrico. Vista <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el lado económico las más explícita conversación,<br />

por esa vía, cuesta hoy día muchísimo menos <strong>de</strong> lo que a mi padre le costaban las<br />

cartas cablegráficas que solía dirigirme en los pocos meses que pasé en tierras <strong>de</strong>l viejo<br />

mundo.<br />

Mi tío Pancho, que por conveniencia <strong>de</strong> mi saludable <strong>de</strong>sarrollo físico y por motivos<br />

saludables también para el armónico <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la mente y <strong>de</strong>l espíritu había aconsejado<br />

mis andanzas por las rutas oceánicas, insistió en que me prepararan para llevarme consigo<br />

en el propuesto viaje. Sin argumento válido que oponerle en tales circunstancias a mis <strong>de</strong>seos<br />

<strong>de</strong> viajar, capituló la renuencia <strong>de</strong> mi padre.<br />

<br />

El bufete <strong>de</strong> abogados, Peynado & Henríquez, <strong>de</strong>l cual formaba parte mi padre, tenía a<br />

su cargo la asesoría jurídica <strong>de</strong> los intereses pragmáticos <strong>de</strong> la San Domingo Improvement<br />

Company y compartes. Ante la perspectiva <strong>de</strong> la misión que el gobierno dominicano le<br />

había cometido a mi tío Pancho, los directores <strong>de</strong> esas empresas financieras requirieron la<br />

presencia, concomitante, <strong>de</strong> sus asesores dominicanos.<br />

Reuniones conciliares con sus abogados dominicanos eran <strong>de</strong> tiempo en tiempo solicitadas<br />

y realizadas en New York; y, <strong>de</strong>bido a la consuetudinaria inmovilidad <strong>de</strong> mi padre 1 ,<br />

prestaba tales asesoramientos su socio Francisco J. Peynado.<br />

A última hora se produjo esa vez, empero, un imprevisto cambio. Mi padre andaba tan<br />

<strong>de</strong>sazonado con la ocurrencia <strong>de</strong> mi viaje que sus contertulios <strong>de</strong>l Club Unión <strong>de</strong>cidieron<br />

1 Enrique Henríquez.<br />

595

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!