23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

<strong>de</strong> entretener con habilidosos subterfugios y evasivas promisorias a los acreedores menos<br />

impacientes mientras al mismo tiempo se esforzada en morigerar los tenaces apremios <strong>de</strong><br />

los más intemperantes.<br />

Mediante su personal gestión el Presi<strong>de</strong>nte Heureaux había reunido en consejo <strong>de</strong><br />

gobierno, nuevamente, a su familia oficial. En este concilio estuvieron presentes Téofilo<br />

Cor<strong>de</strong>ro y Bidó, Paino Pichardo, Braulio Álvarez, Tomás Morales, Jaime R. Vidal y Enrique<br />

Henríquez. Después <strong>de</strong> agotados los prolegómenos ritualísticos, Heureaux se fue al grano<br />

sin ro<strong>de</strong>os. Sacando <strong>de</strong> una reluciente cartera <strong>de</strong> piel un nuevo billete <strong>de</strong>l <strong>Banco</strong> Nacional<br />

–<strong>de</strong> los <strong>de</strong>l tipo <strong>de</strong> cinco pesos–, el Presi<strong>de</strong>nte lo colocó sobre la mesa en torno <strong>de</strong> la cual<br />

habían tomado asiento el ejecutivo y sus ministros.<br />

—”Aquí tenemos” –dijo creyendo o simulando creer en las mágicas virtu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> ese<br />

expediente espurio– “el remedio <strong>de</strong> los males que afectan al fisco. Este billete es parte <strong>de</strong><br />

la emisión <strong>de</strong> un millón <strong>de</strong> pesos que he logrado concertar con el <strong>Banco</strong> Nacional <strong>de</strong> Santo<br />

Domingo. Sólo falta que el gobierno contrate las condiciones que regirán como garantía <strong>de</strong><br />

su circulación”.<br />

El Ministro Henríquez había concurrido a ese consejo <strong>de</strong> gobierno en la esperanza <strong>de</strong><br />

hallar propicia coyuntura para someter el plan que había elaborado; el mismo cuya insinuación<br />

días antes había recibido el respaldo <strong>de</strong>cidido <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte y <strong>de</strong> sus colegas <strong>de</strong><br />

comisión. Ese plan miraba a la consolidación y crédito <strong>de</strong> los agentes fiduciarios, mientras<br />

el papel moneda que proyectaba emitir el <strong>Banco</strong> Nacional <strong>de</strong> Santo Domingo estaba fatalmente<br />

<strong>de</strong>stinado a provocar el resultado inverso: <strong>de</strong>preciar aún más el valor circulante <strong>de</strong><br />

los predichos agentes fiduciarios.<br />

El Ministro Henríquez solicitó <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte Heureaux que se suspendiera <strong>de</strong> la agenda<br />

la resolución necesaria para poner en circulación la proyectada emisión <strong>de</strong> papel moneda,<br />

a fin <strong>de</strong> darle prelación al examen <strong>de</strong>l plan que la comisión <strong>de</strong>signada en anterior consejo<br />

<strong>de</strong> gobierno había adoptado.<br />

—”¡No!” –replicó el Presi<strong>de</strong>nte Heureaux. “Este consejo” –explanó con energía– “sólo<br />

tratará <strong>de</strong> la emisión <strong>de</strong> los nuevos billetes <strong>de</strong>l <strong>Banco</strong> Nacional”.<br />

Los ministros, atónitos y adarvados, guardaron silencio hasta reponerse <strong>de</strong> la sorpresa<br />

recibida. Nunca, hasta ese instante, había revocado el Presi<strong>de</strong>nte Heureaux ante sus ministros<br />

los modales apacibles y las expresiones complacientes que habían sido, en él, hábito<br />

tradicional, y, por sus parabólicos efectos, sutil factor <strong>de</strong> típica imposición.<br />

La brusca <strong>de</strong>stemplanza y el tono imperativo que en ese caso excepcional empleó para<br />

imponer su voluntad –exabruptos insólitos en la cortesanía <strong>de</strong> Ulises Heureaux–, envolvió<br />

a sus ministros en <strong>de</strong>sconcertante atmósfera <strong>de</strong> silencio y estupor 1 . No tardó, sin embargo,<br />

en producirse la reacción.<br />

—”Presi<strong>de</strong>nte” –objetó el Ministro Henríquez–, “yo no puedo avenirme a darle acatamiento<br />

a su personal <strong>de</strong>cisión. Me sentiría indigno <strong>de</strong> la amplísima confianza que el<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República me ha dispensado siempre a través <strong>de</strong> su persona. A<strong>de</strong>más, no<br />

sería fiel al objetivo <strong>de</strong> mi misión si me aviniese a que este consejo <strong>de</strong> gobierno autorizara la<br />

emisión y circulación <strong>de</strong> los nuevos billetes <strong>de</strong>l <strong>Banco</strong> Nacional sin que antes se conozca el<br />

convenido estudio <strong>de</strong> la actual crisis económica y se tomen las medidas que para conjurarla<br />

1 Refiriendo este episodio en el íntimo círculo <strong>de</strong>l hogar, Enrique Henríquez comentó: “De momento me sentí sometido;<br />

pero me negué a seguir sometido, más que por la <strong>de</strong>nigrante vergüenza <strong>de</strong> sentirme <strong>de</strong>spotizado, por la abjuración<br />

<strong>de</strong> sentirme <strong>de</strong>sleal al ofuscado amigo y al supremo interés <strong>de</strong> la nación. Protesté y mi protesta fue escuchada”.<br />

568

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!