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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

inci<strong>de</strong>ntal, observando las condiciones políticas <strong>de</strong> una región marítima en la cual los Estados<br />

Unidos” estaban “especialmente interesados”. El Capitán Mahan no ocultó, antes<br />

reconoció con reveladora franqueza, que “las condiciones políticas ejercen efectos inevitables<br />

sobre los valores militares” 1 .<br />

Cuando a mediados <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 1898 estalló la presentida contienda <strong>de</strong> los Estados<br />

Unidos <strong>de</strong> América con España, a pesar <strong>de</strong> los esfuerzos agotados las fuerzas navales <strong>de</strong> la<br />

máxima potencia americana no contaban con ninguna <strong>de</strong> las bases navales que controlan<br />

los accesos al Mar Caribe. Pero concomitantemente se hacían obstinados esfuerzos por<br />

comprar la isla <strong>de</strong> St. Thomas y arrendar la Bahía <strong>de</strong> Samaná, estratégicas posiciones<br />

igualmente codiciadas.<br />

Al fehaciente testimonio <strong>de</strong> Henry Gabot Lodge <strong>de</strong>bemos el conocimiento <strong>de</strong> que el<br />

Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América, William McKinley, consi<strong>de</strong>raba que la posesión<br />

<strong>de</strong> las islas danesas era <strong>de</strong> “inestimable valor” en el caso <strong>de</strong> estallar las hostilida<strong>de</strong>s<br />

con España. Las negociaciones con el gobierno danés seguían entonces su curso favorable a<br />

la pretensión adquisitiva <strong>de</strong>l gobierno americano. En marzo <strong>de</strong> 1898 –sólo un mes antes <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>satarse las hostilida<strong>de</strong>s– el gobierno danés había convenido la venta <strong>de</strong> sus islas al precio<br />

<strong>de</strong> cinco millones <strong>de</strong> dólares; el 25 <strong>de</strong>l mismo mes el gabinete <strong>de</strong>l Presi<strong>de</strong>nte McKinley aprobó<br />

la concertada operación; y el 31 el Senador Lodge sometió a la <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> su Cámara una<br />

resolución legislativa autorizando la compra <strong>de</strong> las referidas islas y proveyendo los fondos<br />

necesarios para ultimar una tal adquisición.<br />

Pero mientras tanto estalló la guerra; y alegando que en razón <strong>de</strong> las hostilida<strong>de</strong>s el<br />

traspaso <strong>de</strong> esas islas a su contendiente constituía una “<strong>de</strong>scortesía diplomática” 2 , en cuanto<br />

a España, el gobierno danés revocó su disposición enajenativa.<br />

En lo atinente a la Bahía <strong>de</strong> Samaná la renuencia <strong>de</strong>l dictador dominicano no había<br />

perdido su anterior vigencia. No obstante, el gobierno <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América<br />

persistía en su propósito arrendístico.<br />

Esa obstinación cobró impresionantes evi<strong>de</strong>ncias en las revelaciones <strong>de</strong> la carta que en<br />

abril <strong>de</strong> 1898 le dirigió el Vicepresi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la San Domingo Improvement Company, Charles<br />

W. Wells, a su representante en Santo Domingo, Den Tex Bond. Según le recomendó Wells a<br />

este último, en la predicha carta, la misma <strong>de</strong>bía serle comunicada “al Presi<strong>de</strong>nte Heureaux,<br />

personalmente”, y su contenido recatado con carácter “confi<strong>de</strong>ncial” 3 .<br />

Ahora es el momento<br />

Los Estados Unidos <strong>de</strong> América –expresó Wells en reveladora epístola– “<strong>de</strong>sean aceptar<br />

un arrendamiento <strong>de</strong> la Bahía <strong>de</strong> Samaná”; y, acuciados por ese <strong>de</strong>seo, estaban dispuestos<br />

a pagar, en cambio, “una suma liberal” 4 .<br />

Ese <strong>de</strong>seo y esta disposición estaban condicionados, empero, a “una acción inmediata”. Si<br />

el Presi<strong>de</strong>nte Heureaux tenía la intención <strong>de</strong> “hacer una tratado” con el gobierno americano<br />

–explicó Wells– “hoy es el tiempo favorable para él”.<br />

1 Ibid.<br />

2 Tansill, opus cit., 215.<br />

3 Publicaciones Nacionalistas, Del Pasado y para la Historia (1928), 7.<br />

4 Publicaciones Nacionalistas. Del Pasado y para la Historia (1928), 20.<br />

En lo sucesivo toda cita que no esté i<strong>de</strong>ntificada <strong>de</strong> otro modo, proviene <strong>de</strong> la misma fuente.<br />

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