23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Introducción<br />

La presente obrita se publica sin pretensiones, obe<strong>de</strong>ciendo a la presión <strong>de</strong> amigos que<br />

la han encontrado interesante. Fue escrita en medio <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s preocupaciones, como vehículo<br />

<strong>de</strong> olvido, utilizando el material que dormía arrinconado en la memoria en espera<br />

<strong>de</strong> mejor oportunidad.<br />

Todos los relatos son auténticos. Son episodios o anécdotas que el autor ha vivido o que<br />

la han vivido los amigos que le han hecho la confi<strong>de</strong>ncia. En algunos casos, para no herir<br />

susceptibilida<strong>de</strong>s, se ha encubierto la i<strong>de</strong>ntidad con nombres supuestos, ya que no hay el<br />

propósito <strong>de</strong> mortificar a nadie, sino <strong>de</strong> presentar asuntos que forman parte <strong>de</strong>l espíritu <strong>de</strong><br />

nuestro pueblo. Para <strong>de</strong>jar a los relatos su sabor original, ya que <strong>de</strong> otro modo per<strong>de</strong>rían su<br />

sustancia, algunas veces he utilizado un lenguaje crudo y libre; pero espero la benevolencia<br />

<strong>de</strong> los lectores en gracia <strong>de</strong>l propósito.<br />

Se ha usado un estilo sencillo, claro y conciso por juzgar el autor que es la forma conveniente<br />

para esta clase <strong>de</strong> escritos. Si está equivocado que lo perdonen los críticos.<br />

Panchito Colorao<br />

E. O. GARRIDO PUELLO | NARRACIONES Y TRADICIONES<br />

Todas las noches, no importaba el estado <strong>de</strong>l tiempo, hacíamos reunión en el hogar <strong>de</strong><br />

don Pedro Tomás Canó y Soñé, notario público y amable caseur, un grupo selecto <strong>de</strong> sus<br />

amigos. Allí se hablaba <strong>de</strong> política, se comentaban temas históricos, se narraban anécdotas<br />

y cuentos y se agotaban asuntos <strong>de</strong> actualidad. Era nuestra Aca<strong>de</strong>mia. Uno <strong>de</strong> los frecuentes<br />

contertulios era Panchito, a quien le <strong>de</strong>cían por lo bajo, naturalmente sin su anuencia,<br />

Panchito Colorao, por el color <strong>de</strong> sus cabellos y <strong>de</strong> su piel. Panchito era <strong>de</strong> estatura regular,<br />

bastante bien parecido, blanco, pelirrojo y <strong>de</strong> un carácter atrabiliario. Se incomodaba por<br />

la más mínima contrariedad que se le ponía <strong>de</strong> frente. Pedro, <strong>de</strong> carácter franco, abierto,<br />

conversador ameno y fácil, <strong>de</strong> gran memoria, se sentía feliz <strong>de</strong> presidir todas las noches la<br />

académica reunión, sobre todo cuando siempre llevaba la voz cantante. Nadie sabía mejor<br />

que él contar un cuento o referir una historia. Ya <strong>de</strong>l presente o remontándose a un pasado<br />

muy remoto, conocía todo lo que había pasado en la República. Su fértil memoria le daba<br />

toda clase <strong>de</strong> privilegios. Cuando alguien empezaba un cuento o un relato histórico, Pedro,<br />

<strong>de</strong> una manera suave, discreta y sutil, tomaba para sí el asunto y <strong>de</strong>jaba al cuentista con<br />

la palabra en la boca, como se suele <strong>de</strong>cir. Esa manera <strong>de</strong> ser lo situaba en la posición <strong>de</strong>l<br />

conversador único, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> convertirlo en la atracción y el motivo <strong>de</strong> la reunión.<br />

Panchito, que como ya he dicho, era hombre <strong>de</strong> malas pulgas, no le gustaba sentirse en<br />

posición <strong>de</strong> inferioridad. Siempre estaba refunfuñando por las jugarretas que le solía hacer<br />

Pedro al arrebatarle la palabra. Nosotros reíamos <strong>de</strong> la ocurrencia, sobre todo cuando el<br />

sustituto hablaba mejor y con más conocimiento <strong>de</strong>l asunto, salpicando sus narraciones <strong>de</strong><br />

humorismo sano e inteligente.<br />

Una noche Panchito no se sentía <strong>de</strong> humor para ser oyente pasivo. Estando la conversación<br />

en su punto <strong>de</strong> saturación, se puso <strong>de</strong> pie, caminó hacia la puerta, se plantó en ella como<br />

quien lo hace por estar cansado <strong>de</strong> su posición y busca mejor acomodo para sus fatigados<br />

miembros, adoptando una actitud <strong>de</strong> in<strong>de</strong>finida expectación y espera. Cuando ya nadie se<br />

acordaba <strong>de</strong> su humanidad, con voz fuerte, como quien riñe, como quien vocea más que<br />

habla, interrumpe diciendo:<br />

507

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!