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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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M. J. TRONCOSO DE LA CONCHA | NARRACIONES DOMINICANAS<br />

Naturalmente, cuando don Juan supo aquello, montó en cólera. Las décimas en esa época<br />

eran el medio más efectivo <strong>de</strong> ridiculizar a una persona, y aquí la intención era manifiesta.<br />

Abundaban entonces tanto las décimas, que ni en los campos <strong>de</strong> batalla <strong>de</strong>jaban <strong>de</strong><br />

producirse. En el año 1845, el presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Haití, general Guerrier, resolvió invadir el<br />

territorio dominicano. Le encomendó las primeras operaciones en la frontera al coronel<br />

August Brouat. Era éste un oficial muy distinguido <strong>de</strong>l ejército haitiano, y poseedor a<strong>de</strong>más<br />

<strong>de</strong> un espíritu muy perspicaz. El presi<strong>de</strong>nte Herard Riviere lo había enviado aquí en los<br />

días <strong>de</strong>l movimiento <strong>de</strong> la Reforma y él, con mente muy clara, vio la imposibilidad <strong>de</strong> que<br />

Santo Domingo siguiera sujeto a la coyunda <strong>de</strong> Haití. Todavía la historia conserva vivas las<br />

expresiones empleadas por él en el informe que le dirigió al Presi<strong>de</strong>nte: “La separación es<br />

un hecho”. El grito <strong>de</strong> la Puerta <strong>de</strong>l Con<strong>de</strong> se produjo como año y medio más tar<strong>de</strong>. En el<br />

45, cuando el general Guerrier resolvió invadir a Santo Domingo, le encomendó, pues, las<br />

primeras operaciones en la frontera al coronel Brouat. Tenía confianza en su capacidad. El<br />

coronel vino a situarse cerca <strong>de</strong> Comendador. Allí estaba nuestro coronel Gabino Puello, al<br />

frente <strong>de</strong> un cuerpo <strong>de</strong> ejército dominicano. Brouat, queriendo recurrir a la sonsaca antes que<br />

a las armas, aprovechó la noche para <strong>de</strong>slizarse furtivamente por entre el bosque y llegar<br />

adon<strong>de</strong> estaban las avanzadas dominicanas. A pesar <strong>de</strong>l cuidado que puso en su empresa, el<br />

centinela dominicano <strong>de</strong> esa parte sintió un ruido, le pareció ver un bulto, y disparó. Al tiro,<br />

cundió la alarma en el campamento. El centinela explicó lo que había ocurrido. Fueron hacia<br />

el lugar por don<strong>de</strong> él <strong>de</strong>cía haber sentido ruido y visto un bulto, y encontraron al coronel<br />

Brouat gravemente herido. Lo recogieron, lo llevaron al campamento <strong>de</strong> Comendador, y allí<br />

murió. En seguida el coronel Puello salió con sus tropas y les infligió a los haitianos una <strong>de</strong><br />

las <strong>de</strong>rrotas más notables <strong>de</strong> aquel año. Brouat fue enterrado en Comendador, y uno <strong>de</strong> los<br />

soldados, “<strong>de</strong>cimero” él, escribió ésta que fue colocada sobre su tumba:<br />

“Aquí yace Augusto Brouá,<br />

Bravo coronel haitiano,<br />

A quien un dominicano<br />

Le dio muerte singular.<br />

Ufano quiso explorar<br />

El campo con gran cautela;<br />

Mas, alerta el centinela<br />

Una bala le estampó<br />

Y con el tiro ganó<br />

Una buena charretera”.<br />

Pero volviendo a don Juan Zarazo. Cuando leyó las décimas estaba tan encolerizado<br />

como lleno <strong>de</strong> vergüenza. Decía: “Ciertamente que el baile se volvió música; pero no puedo<br />

tolerar que haya quien crea, ni a quien se le quiera hacer creer que yo sea capaz <strong>de</strong> sobarle<br />

la barriga a Monsieur Yé”. Cogió su espada, que llamaban la “foya” en aquella época, y<br />

se fue a la esquina. Allí <strong>de</strong>safió a combate singular al malandrín que había querido lanzar<br />

sobre él esa calumnia. Por <strong>de</strong> contado que nadie correspondió al reto. Se reunió, eso sí,<br />

mucha gente en la esquina, y en la próxima y en las <strong>de</strong> más allá, y en vez <strong>de</strong> haber aquello<br />

calmado la situación producida alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> don Juan, lo que hizo fue complicarla, porque<br />

<strong>de</strong> esquina en esquina los comentarios fueron produciéndose y reproduciéndose, y ya las<br />

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