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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

Dominicana en la Comisión <strong>de</strong> Jurisconsultos <strong>de</strong> Río <strong>de</strong> Janeiro (1927); rector <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> Santo Domingo; enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en misión<br />

especial <strong>de</strong> los Estados Unidos <strong>de</strong> América; vicepresi<strong>de</strong>nte primero y presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

la República; presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Senado y presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Dominicana <strong>de</strong> la Historia.<br />

Se le han conferido numerosos honores y con<strong>de</strong>coraciones y pertenece a gran número <strong>de</strong><br />

instituciones científicas y literarias <strong>de</strong> diversos países.<br />

El escritor ha <strong>de</strong> tener, para distinguirse, tres condiciones esenciales: proponerse un alto fin<br />

humano, pensar bien y poseer bello, claro y pulcro estilo propio. Reúne a cabalidad esa trina<br />

condición en nuestro medio el doctor Manuel <strong>de</strong> Js. Troncoso <strong>de</strong> la Concha. El objetivo o enfoque<br />

maestro <strong>de</strong> su pluma es el campo <strong>de</strong> la Historia, en el que sobresale como crítico, investigador<br />

y sociólogo, animado <strong>de</strong> un gran espíritu <strong>de</strong> dominicanidad y <strong>de</strong> un hondo sentimiento <strong>de</strong><br />

justicia. El país le <strong>de</strong>be, sin duda, la más notable contribución a los estudios historiográficos<br />

dominicanos. Tarea <strong>de</strong> búsqueda y <strong>de</strong> crítica histórica más que <strong>de</strong> narración y compilación<br />

en la materia, es la suya, y en eso estriba, principalmente, su función <strong>de</strong> hombre <strong>de</strong> letras.<br />

Para exteriorizar lo captado en ese campo y en esferas afines <strong>de</strong> conocimientos, emplea tanto<br />

el instrumento oral como la pluma. Para lo primero se sirve <strong>de</strong> la charla.<br />

En reuniones <strong>de</strong> diversa índole hay siempre una persona adueñada <strong>de</strong> todos los concurrentes<br />

que, con la mayor voluntad <strong>de</strong>l mundo, callan para que sólo ella hable. Para la sumisión<br />

auditiva, aquella persona posee el dominio verbal sin oficialismo oratorio académico. Y si<br />

el privilegiado <strong>de</strong> la voz para trazos narrativos <strong>de</strong>l género llano y vulgar impone señorío,<br />

¿qué no haría elevado a plano <strong>de</strong> cultura para oídos <strong>de</strong> selección?<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> ser nuestro máximo tradicionista y nuestro cuentista por excelencia, no tiene<br />

par como charlista en nuestro medio. La palabra le brota sin esfuerzo, llena <strong>de</strong> frescura y <strong>de</strong><br />

color, alada y expresiva. Habló una vez en la Universidad, cuya rectoría <strong>de</strong>sempeñaba, acerca<br />

<strong>de</strong> nuestros próceres Francisco <strong>de</strong>l Rosario Sánchez y Ramón Matías Mella, y lamenté la falta<br />

<strong>de</strong> instrumentos grabatorios <strong>de</strong> su palabra maravillosa. La vida íntima, inquieta y pasional <strong>de</strong><br />

uno y otro héroe, como en un <strong>de</strong>sdoblamiento <strong>de</strong> sus almas, vibraba en los labios <strong>de</strong>l orador.<br />

Pu<strong>de</strong> captar cuanto <strong>de</strong> luz y sombra hubo en ambas personalida<strong>de</strong>s patricias: luz en su amor<br />

como servidores <strong>de</strong> la Patria; sombra en su pasión como miembros <strong>de</strong> partidos políticos. A la<br />

hora <strong>de</strong> la <strong>de</strong>fensa nacional, parecían dioses; a la <strong>de</strong> la lucha partidista, eran hombres. “Estoy<br />

con Báez porque es contrario a Cabral” o “Estoy con Cabral porque es opuesto a Báez”, eran sus<br />

convicciones como partidarios. Como patriotas no: transfigurábanse para la heroicidad que los<br />

unía en el amor a la República y en el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rla <strong>de</strong> extrañas agresiones. Tal fue, más o<br />

menos, si la memoria me es propicia, el verismo escapado <strong>de</strong> su paleta <strong>de</strong> retratista literario.<br />

En otra memorable charla que le inspirara el mismo Francisco <strong>de</strong>l Rosario Sánchez,<br />

exaltó con palabra hecha bronce la superioridad <strong>de</strong> varón tan insigne <strong>de</strong> la In<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

y la Restauración dominicanas, que aceptó con resignación estoica la muerte y pidió la<br />

exención <strong>de</strong>l patíbulo para sus compañeros <strong>de</strong> armas con<strong>de</strong>nados junto con él a la última<br />

pena asegurando que sólo él era culpable. “Murió con la serenidad <strong>de</strong>l convencimiento<br />

en la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> su causa y sólo Jesucristo le superó en el” –dijo el orador en uno <strong>de</strong> los<br />

pasajes <strong>de</strong> su charla.<br />

En ocasiones diversas, rememorativas <strong>de</strong> otras nobles figuras <strong>de</strong> la proceridad dominicana,<br />

lo he escuchado con idéntica agu<strong>de</strong>za <strong>de</strong> filósofo y <strong>de</strong> crítico sagaz en el campo <strong>de</strong> la<br />

historia patria. La historia en sus labios <strong>de</strong> disertante y en su pluma maestra adquiere un<br />

valor potencial inmenso.<br />

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