23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

AMELIA FRANCASCI | MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

—¡Don Emiliano! exclamé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego. ¿Qué será <strong>de</strong> él? ¿Dón<strong>de</strong> estará? Tantos enemigos<br />

como tiene entre esos presos.<br />

La angustia se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> mí, pensando en él.<br />

Nada se sabía. ¿Quién iba a salir por noticias? Yo no hubiera consentido en que mi<br />

esposo se expusiera.<br />

Nada se oyó <strong>de</strong>cir a los pocos que siendo insignificantes en política se atrevían a circular<br />

tímidamente. Detrás <strong>de</strong> las ventanas cerradas, mi esposo aplicaba el oído. Decíame para<br />

tranquilizarme:<br />

Nada ha sucedido. De lo contrario, conoces nuestra tierra, todo se sabría en seguida.<br />

Tenía razón y por eso me calmaba un tanto.<br />

Pasó la noche en silencio relativo. Tan solo se oía gritar a algunos grupos armados:<br />

—¡Abajo el Gobierno! ¡Abajo el General Vásquez! Y a los nuevos centinelas, alentarse<br />

entre sí.<br />

Des<strong>de</strong> el amanecer, apareció uno <strong>de</strong> nuestros empleados y le mandé a casa <strong>de</strong> Don<br />

Emiliano.<br />

—Nada le había pasado, contestaron. Estaba reservado en su casa, por pru<strong>de</strong>ncia.<br />

Me calmé.<br />

Supe que la noble esposa <strong>de</strong>l presi<strong>de</strong>nte Vásquez, el que se encontraba en viaje por el<br />

Cibao, se halló sola la víspera. De madrugada, sigilosamente, se asiló en un consulado.<br />

Tanta pena experimenté al consi<strong>de</strong>rar su angustiosa situación que, sin meditarlo, guiada<br />

por un impulso <strong>de</strong>l corazón, le escribí en una tarjeta ofreciéndole mi amistad y solicitando<br />

su confianza.<br />

Personalmente no la conocía, pero entre nosotras, siendo ella escritora, hacía pocos días<br />

que se habían cruzado palabras <strong>de</strong> cortesanía, literaria, diré.<br />

Ese día principiaron nuestras relaciones amistosas que han perdurado.<br />

Doña Trina, atribulada y enferma, tuvo confianza en mí, y yo pu<strong>de</strong> darle alientos<br />

<strong>de</strong>mostrándole mis simpatías sin <strong>de</strong>smayar. Diariamente le escribía notas <strong>de</strong> cariño para<br />

inspirarle valor y fe.<br />

El General Vásquez vino a poner sitio a la ciudad, con tropas <strong>de</strong>l Cibao y <strong>de</strong> Macorís.<br />

El sitio fue sangriento y duró tres semanas. La noche <strong>de</strong>l 12 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong>be ser memorable<br />

en los anales <strong>de</strong> nuestras guerras civiles. Fue una noche <strong>de</strong> horror y <strong>de</strong> espanto: noche<br />

pavorosa, que no pue<strong>de</strong> olvidar ningún habitante <strong>de</strong> esta capital, que cuenta hoy más <strong>de</strong><br />

treinta años; ¡noche <strong>de</strong> incendio, <strong>de</strong> sangre y <strong>de</strong> muerte!<br />

En esa noche, imposible para el sueño, aún en el más inconsciente <strong>de</strong> los seres humanos,<br />

yo, pobre masa <strong>de</strong> nervios, como me llamaba luego Monseñor <strong>de</strong> Merino, soñé. Pero soñé<br />

<strong>de</strong>spierta, con los ojos abiertos, ¡dilatados por la excitación nerviosa llevada al paroxismo<br />

y producida por la situación! Tuve un sueño luminoso, como el que ha puesto la pluma en<br />

mis manos para escribir estos memoriales. Sueño hipnótico que me <strong>de</strong>jó aires <strong>de</strong> sonámbula<br />

y conciencia <strong>de</strong> visionaria. Juana <strong>de</strong> Arco <strong>de</strong>bió inspirarse así; y <strong>de</strong>l mismo modo Santa<br />

Teresa <strong>de</strong> Jesús.<br />

—La ciencia explica hoy y clasifica estos raros fenómenos <strong>de</strong> una manera suficiente, para<br />

que pueda creerse en lo que digo.<br />

Un año viví como iluminada. Todos mis actos se referían a lo que había soñado. Mi<br />

actuación política no obe<strong>de</strong>ció a otra cosa. No creía yo antes <strong>de</strong> ello, volver a ocuparme<br />

jamás, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mis dos <strong>de</strong>cepciones, –amarga la última– <strong>de</strong> los asuntos políticos; y<br />

291

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!