23.04.2013 Views

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

AMELIA FRANCASCI | MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

Amelia Francasci<br />

MONSEÑOR DE MERIÑO ÍNTIMO<br />

I PARTE<br />

I<br />

Atravesaba yo una <strong>de</strong> esas crisis morales que tantas veces, en el curso <strong>de</strong> mi vida, me<br />

han llevado casi al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la tumba; <strong>de</strong> tal modo me abaten, <strong>de</strong> tal modo consumen mis<br />

fuerzas, a tal extremo quebrantan todas mis vitales energías.<br />

La <strong>de</strong> esa vez era intensa.<br />

Prolongábase, por tiempo, sin prestar esperanzas <strong>de</strong> reacción.<br />

La serie <strong>de</strong> disgustos, <strong>de</strong> contrarieda<strong>de</strong>s y <strong>de</strong> <strong>de</strong>cepciones que la provocara, habíame<br />

encontrado anémica y extenuada por exceso <strong>de</strong> fatigas. Negra melancolía envolvía en sombras<br />

mi espíritu; y mi alma, toda, estaba como sumergida en una onda profunda <strong>de</strong> amargura.<br />

Sentía un cansancio tal <strong>de</strong> la vida, que no me permitía gozar <strong>de</strong> nada en ella. No dormía, y<br />

mis noches sin sueño, hacían mis horas más crueles porque me mantenían en un estado <strong>de</strong><br />

pesa<strong>de</strong>z y <strong>de</strong> irritación grandísimas.<br />

En mi alre<strong>de</strong>dor, todo el que me profesaba algún afecto, sufría al verme cada mañana<br />

más postrada; más inapta para cosa alguna.<br />

Llamóse uno y otro médicos para consultarle. Cada cual prescribía un régimen<br />

particular, aunque todos estuvieran acor<strong>de</strong>s en recetarme reconstituyentes, calmantes<br />

y otras drogas.<br />

Yo, <strong>de</strong> ninguno hacía caso, porque en ninguno tenía fe, como tampoco voluntad para<br />

seguir las indicaciones que me hicieran.<br />

El ejercicio en la mañana, los baños <strong>de</strong> mar, una larga temporada en el campo; todo se<br />

me proponía; pero yo nada aceptaba, por sentirme incapaz <strong>de</strong> todo esfuerzo.<br />

Ya mi <strong>de</strong>caimiento físico iba inquietando a todos los <strong>de</strong> mi casa. Temían que, <strong>de</strong> continuar<br />

ese estado mío, mi vida peligrara; y principiaron a lamentarse, reprochándome el poco<br />

empeño que ponía yo en mejorar.<br />

Esas quejas, al parecer, me irritaban, pero la verdad era que me hacían sufrir<br />

horriblemente.<br />

Encontrábalas fundadas y mi conciencia me mortificaba, pero mi voluntad era nula y<br />

por eso me hallaba impotente para tratar <strong>de</strong> dominar mi mal.<br />

Dejaron <strong>de</strong> quejarse, al ver que yo me molestaba y sufrieron en silencio; pero la tristeza<br />

que comprendía en todos, comenzó a torturarme más que las quejas anteriores.<br />

Un día fue tan gran<strong>de</strong> mi tormento que me <strong>de</strong>sesperé.<br />

La vida me pesó <strong>de</strong>masiado y dije para mí ¿a qué vivir?…<br />

¡Y el pensamiento <strong>de</strong> la muerte se impuso en mi cerebro! Veleida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> suicidio me<br />

venían a la mente por instantes. Principié a concebir varios proyectos <strong>de</strong> súbita y voluntaria<br />

<strong>de</strong>saparición…<br />

¡Estaba casi loca!…<br />

Por suerte siempre en esas crisis, al comenzar el <strong>de</strong>svarío, algo, que me ha parecido<br />

provi<strong>de</strong>ncial, ha venido a <strong>de</strong>tenerme en el camino <strong>de</strong> la locura.<br />

Esa vez fue un sueño.<br />

213

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!