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Biografías y Evocaciones - Banco de Reservas

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COLECCIÓN PENSAMIENTO DOMINICANO | Vo l u m e n III | BIOGRAFÍAS Y EVOCACIONES<br />

El tratamiento <strong>de</strong> los enfermos se hacía a base <strong>de</strong> administración <strong>de</strong> aceite <strong>de</strong> chaulmugra,<br />

que producía molestosos trastornos gástricos y oculares. Los que soportaban el tratamiento<br />

se aliviaban, aunque muchos no tenían interés en su curación, pues ya estaban pa<strong>de</strong>ciendo<br />

<strong>de</strong>masiadas incapacida<strong>de</strong>s físicas y mutilaciones que los <strong>de</strong>nunciaba como enfermos o<br />

leprosos, y que la sociedad rechazaba en todo momento como un estigma insuperable. De<br />

ahí que muchos enfermos se resistieran a seguir los tratamientos que se les indicaba, porque<br />

eso significaba su alta y el rechazo por la sociedad y en algunos casos, hasta <strong>de</strong> sus propios<br />

familiares. En la colonia vivían con mayores posibilida<strong>de</strong>s que si eran <strong>de</strong>jados en libertad.<br />

El problema <strong>de</strong> las relaciones ilícitas entre pacientes traía aparejado el problema <strong>de</strong> nacimientos<br />

<strong>de</strong> niños que tenían que permanecer en la colonia, aunque no tuvieran síntomas <strong>de</strong><br />

lepra. Este asunto <strong>de</strong> conciencia no tenía manera <strong>de</strong> solucionarse. No existían albergues para<br />

niños hijos <strong>de</strong> enfermos <strong>de</strong> lepra, ni era justo enviarlos a los <strong>de</strong> niños <strong>de</strong> padres sanos.<br />

Mientras estuve en la dirección <strong>de</strong> este centro asistencial me vi precisado a practicar varios<br />

curetajes, consecuenciales a abortos incompletos, con gran<strong>de</strong>s hemorragias que ponían<br />

en peligro sus vidas y hasta hubo casos <strong>de</strong> infecciones.<br />

Aunque yo no era <strong>de</strong>ntista, me vi en la necesidad <strong>de</strong> extraer algunas muelas y dientes<br />

a pacientes que las tenían en pésimas condiciones y que en los <strong>de</strong>más sitios se negaban a<br />

darles la <strong>de</strong>bida atención. Me improvisé, en consecuencia, como <strong>de</strong>ntista o más propiamente<br />

“saca muelas”.<br />

Escuela <strong>de</strong> enfermeras<br />

Básicamente el Hospital Evangélico fue instalado con fines educativos para la iniciación<br />

<strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> enfermera. La Misión Evangélica mantenía sus activida<strong>de</strong>s en todos los<br />

niveles educativos.<br />

En consecuencia el establecimiento <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Enfermeras se inició <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mismo<br />

momento en que fue establecido dicho centro <strong>de</strong> salud.<br />

Era labor muy difícil, pues no se encontraban candidatas que reunieran las condiciones<br />

requeridas para su admisión.<br />

Muy mo<strong>de</strong>stamente la escuela inició su labor con un pequeño núcleo <strong>de</strong> estudiantes,<br />

bajo la dirección y orientación <strong>de</strong> enfermeras graduadas norte-americanas, adscritas al<br />

hospital.<br />

Mención especial hay que hacer <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> estas enfermeras, cuya paciencia y laboriosidad<br />

<strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse como <strong>de</strong> incalculable valor para el triunfo <strong>de</strong> dicha empresa.<br />

Sin menoscabar a otras enfermeras que tuvieron relevante actuación en la escuela, sería<br />

injusto no mencionar los nombres <strong>de</strong> Violet M. Parker, muy dulce y abnegada; Katherine<br />

L. Fribley, enérgica y justiciera, que a<strong>de</strong>más se encargaba <strong>de</strong> una labor <strong>de</strong> puericultura que<br />

salvó muchas vidas <strong>de</strong> niños e imprimió nuevos rumbos a la alimentación infantil; y por<br />

último a Eunice A. Baber, que vino a prestar servicios <strong>de</strong> ayuda a las víctimas <strong>de</strong>l ciclón y<br />

se quedó por más <strong>de</strong> veinte años, siendo la verda<strong>de</strong>ra reorganizadora e impulsadora <strong>de</strong>l<br />

Hospital Internacional, que así se llamó luego el Hospital Evangélico, joven <strong>de</strong> un carácter<br />

inflexible y un espíritu organizador poco comunes, que puso al servicio <strong>de</strong> la escuela <strong>de</strong><br />

enfermeras todo el entusiasmo <strong>de</strong> su juventud y preparación.<br />

Después <strong>de</strong> inaugurado el mo<strong>de</strong>rno edificio que se había construido en la Avenida<br />

México, la Escuela inició sus días <strong>de</strong> gloria, sin menoscabo <strong>de</strong> los tropiezos que tuvieron<br />

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