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RECOMENDACIONES PARA LA PESCA
RECREATIVA
.N buen pescador no sólo se basa en su suerte para obtener una
U captura satisfactoria, tambikn debe aplicar sus conocimien-
tos y experiencia en el manejo del equipo de acuerdo a los hábitos
de la especie buscada.
Los peces son oportunistas. Un insecto sobre el agua puede
dar a la trucha la oportunidad de brincar y atraparlo; un cardu-
men de peces pequeños puede excitar el apetito de una lobina
o macarela; es decir, que si las condiciones son 'propicias, pueden
ser aprovechadas por el pez para alimentarse en cualquier mo-
mento. En ocasiones comen hasta que se llenan demasiado y
no pueden tragar más; en otras pueden rehusarse a comer por
largos períodos, incluso,cuando el alimento se encuentra frente
a ellos.
La temperatura del agua influye directamente en el apetito y
actividad de los peces: si es muy baja, el pez llegará a la inactivi-
dad; conforme va subiendo la temperatura, el contenido de oxige-
no disuelto en ella disminuye y, en consecuencia, la actividad del
pez disminuirá. En algún momento, entre estos dos extremos, la
temperatura del agua resulta óptima para los hábitos del pez.
La lobina de boca grande se muestra más activa cuando el
agua se encuentra entre los 20°C y 25OC, mientras que la lobina
de boca chica prefiere el agua ligeramente más fría, o sea de
los 15OC a los 20°C.
Para las truchas de arroyo la temperatura resulta de los 10°C
a los 20°C, y las truchas de lago se muestran más activas en
aguas que estén abajo de los 5OC. Algunos pescadores, en lagos
profundos, sumergen termómetros para medir la temperatura del
agua a varios niveles, colocando después sus carnadas o anzuelos
a la profundidad que resulte apropiada de acuerdo a la especie
que se desea atrapar.
Las mareas y corrientes transportan alimentos para todos los
peces, los cuales se alimentan donde las corrientes fuertes agru-