Descargar - Els arbres de Fahrenheit
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vibrantes y argumentadas intervenciones <strong>de</strong> Paco <strong>de</strong>smontando los “peros” <strong>de</strong><br />
los sectores (en buena parte restos <strong>de</strong> lo que había sido la LCR), que querían<br />
mayores garantías <strong>de</strong>mocráticas. De por entonces me viene a la memoria uno<br />
<strong>de</strong> sus artículos en “El Viejo Topo”. Paco trazaba un mapa <strong>de</strong> las pequeñas<br />
fuerzas que se podía contar para un proyecto alternativo al “socialismo verbal”,<br />
a la izquierda que <strong>de</strong>cía que estaba como los empresarios empren<strong>de</strong>dores.<br />
Comenzaba cono Iniciativa, repasaba los diversos grupos y colectivos, y<br />
cerraba con un listado <strong>de</strong> revista que llegaba hasta “Archipiélago”.<br />
La posibilidad <strong>de</strong> que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí surgiera algo se fundamentaba en la<br />
brecha que había abierto Anguita al frente <strong>de</strong> IU contra el neoliberalismo.<br />
También en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> crear un partido amplio, abierto a todas<br />
las corrientes <strong>de</strong> oposición. Se proponía una tarea central: recomponer unos<br />
movimientos sin los cuales toda actividad social, cultural política resultaba<br />
irremisiblemente minorizada. La exigencia <strong>de</strong> recomposición pues, parecía que<br />
ser mucho más importante que loas diferencias <strong>de</strong> origen. Proyectos <strong>de</strong> este<br />
tipo habían funcionado en la social<strong>de</strong>mocracia clásica, y ahora parecía que era<br />
lo que hacía el PT brasileño en sus buenos tiempos.<br />
Por entonces, Paco abrió una ventana en “El País”, artículos escritos sin<br />
complacencias, y entre los que recuerdo vivamente al menos un par. En uno<br />
<strong>de</strong> ellos <strong>de</strong>mostraba como la “barbarie” perpetrada en nombre <strong>de</strong>l comunismo<br />
era juzgada muchísima más severamente que la efectuada en nombre <strong>de</strong> Dios<br />
o <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia, y no digamos ya, <strong>de</strong>l dinero. En otro trabajo, nos ofrecía un<br />
acta <strong>de</strong> la <strong>de</strong>función <strong>de</strong> las izquierdas tal como la habíamos conocido, y por lo<br />
tanto, no cabía hablar <strong>de</strong> izquierda, socialismo, comunismo, o cualquier otra<br />
variante como si no nos hubiera caído el mundo encima. Pero aunque nadie<br />
osaba entrar en polémica, en los sectores dominantes <strong>de</strong> EUiA no se partía <strong>de</strong><br />
los mismos supuestos.<br />
Lo pu<strong>de</strong> comprobar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> hacer una intervención en la que, en<br />
líneas generales, venía a explicar lo que <strong>de</strong>cía Paco en su artículo. Una<br />
apreciación a<strong>de</strong>más que tenía clara mucha gente, y que había servido para<br />
alguna viñeta <strong>de</strong>spiadada, si no me equivoco, <strong>de</strong> “El Roto”. No hubo nada<br />
parecido a una réplica, lo que sí provocó fue una reacción sardónica por parte<br />
<strong>de</strong> Jordi Miralles cuya gracia radicaba en la que cara <strong>de</strong> estupor que iban<br />
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