Descargar - Els arbres de Fahrenheit
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sus propias tradiciones en las cuales la ética y la política han ido más unidas,<br />
estoy seguro <strong>de</strong> que en cualquier país el mundo, y no sólo aquí, la respuesta<br />
sería la misma: Antonio Gramsci y Ernesto “Che” Guevara. Si seguimos<br />
preguntando a personas más jóvenes por otras <strong>de</strong> sus propias tradiciones, es<br />
casi seguro que la lista se podría hacer más larga, pero es también casi seguro<br />
que inmediatamente <strong>de</strong>spués entraríamos en discusiones más o menos<br />
partidistas, <strong>de</strong> estas en las cuales mi Marx tira <strong>de</strong> la barba a tu Marx; tu Mao<br />
golpea duramente a mi Trotski, etc... Creo yo que hoy en día, sólo Gramsci y<br />
Guevara <strong>de</strong> los héroes, por así <strong>de</strong>cirlo, <strong>de</strong> la tradición marxista y comunista<br />
están fuera <strong>de</strong> discusión. Y que eso sea así, es <strong>de</strong>cir, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> experiencias y<br />
vivencias muy diferentes, haya hoy en día una coinci<strong>de</strong>ncia tan gran<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
opiniones, por encima incluso, diría yo, <strong>de</strong> las diferencias generacionales, es<br />
algo que <strong>de</strong>bemos subrayar, aunque sea algo que parezca obvio. Lo que más<br />
allá <strong>de</strong> las diferencias culturales y las diferencias generacionales se aprecia y<br />
se valora positivamente en Gramsci como en Guevara, yo creo que es la<br />
coherencia entre su <strong>de</strong>cir y su hacer. En los dos, la palabra dicha y lo que<br />
hicieron fue muy coherente y muy consecuente. Yo creo que por eso po<strong>de</strong>mos<br />
consi<strong>de</strong>rarlos a ambos, al cabo <strong>de</strong> los años, con verdad, como ejemplos vivos<br />
<strong>de</strong> aquellos i<strong>de</strong>ales ético-políticos por los que combatieron.<br />
Si a mí me preguntaran qué es lo que hace a Gramsci un personaje tan<br />
universalmente apreciado, en estos tiempos difíciles, yo creo que podría<br />
contestar diciendo que, siendo como era un dirigente, en algún momento el<br />
más importante dirigente <strong>de</strong>l Partido Comunista <strong>de</strong> Italia, él se entregó a la<br />
realización <strong>de</strong>l i<strong>de</strong>al comunista como uno más. Sin ponerse a sí mismo como<br />
excepción <strong>de</strong> lo que preconizaba y sin intentar racionalizar i<strong>de</strong>ológicamente,<br />
como tantos otros, la excepcionalidad <strong>de</strong>l “yo mismo” como intelectual. Gramsci<br />
fue un hombre en el que el “yo mismo” y el “nosotros” se fundieron. Y creo que<br />
para valorar suficientemente esta característica peculiar <strong>de</strong>l dirigente que actúa<br />
como uno más, siendo como era un dirigente, no hay más que fijarse en su<br />
forma <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la relación entre lo que él llamaba la filosofía espontánea<br />
(afirmando taxativamente que todos los hombres son filósofos), y la filosofía en<br />
sentido técnico, es <strong>de</strong>cir, la reflexión crítica, ya particularizada acerca <strong>de</strong> las<br />
propias prácticas, las propias concepciones <strong>de</strong>l mundo. Ya esa relación que<br />
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