Descargar - Els arbres de Fahrenheit
Descargar - Els arbres de Fahrenheit
Descargar - Els arbres de Fahrenheit
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
finalida<strong>de</strong>s espúreas perseguidas por "izquierdistas" finalmente <strong>de</strong>stinados, ya<br />
ministros, a exhibir su rolex <strong>de</strong> oro ante las cámaras <strong>de</strong> tv (J. S-T lo hizo<br />
complacido en un programa dirigido por la teratológica M. Milá), o -da lo mismo-<br />
por inenarrables oportunistas que nunca se han cansado <strong>de</strong> dañar, en actos y<br />
palabras, el proyecto <strong>de</strong> autonomía (acaba <strong>de</strong> fallecer, según acabo <strong>de</strong><br />
escuchar a través <strong>de</strong> la radio, uno <strong>de</strong> sus más insignes y tenebrosos<br />
representantes).<br />
Muchísimas gracias, Manuel, por tan magnífico escrito.<br />
Saludos cordiales,<br />
Jordi<br />
Anexo 2: Un texto <strong>de</strong> Joaquín Miras<br />
Querido Jordi [Torrent]:<br />
Tienes razón. El <strong>de</strong> Manuel es <strong>de</strong> los pocos, pocos, escritos en los que<br />
se pue<strong>de</strong> reconocer una trayectoria, la <strong>de</strong> Paco Fernán<strong>de</strong>z Buey. Está claro.<br />
Uno se mira en los espejos. Los muertos son espejos, y <strong>de</strong>vuelven imágenes,<br />
<strong>de</strong>rechas o invertidas. El humil<strong>de</strong> heroísmo <strong>de</strong> la militancia clan<strong>de</strong>stina, la foto<br />
<strong>de</strong> familia, que <strong>de</strong>be ser borrada, porque uno la ha borrado <strong>de</strong> su biografía y<br />
a<strong>de</strong>más la ha asesinado con su corrupción moral, con su esfuerzo advenedizo<br />
por ser y estar en este mundo <strong>de</strong> ahora. Para po<strong>de</strong>r escribir eso, así, como lo<br />
hace Manuel, en verso libre, para que se oiga, no el hermoso <strong>de</strong>sconsuelo <strong>de</strong><br />
los vivos presentes, sino lo que se cuenta en el texto, hay que ser capaz <strong>de</strong><br />
reconocerse a sí mismo, y estar <strong>de</strong> acuerdo con la trayectoria propia, la que fue<br />
semejante, pareja, a la <strong>de</strong>l difunto. Hay mucho <strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>nte siempre en<br />
estos fastos a la muerte <strong>de</strong> alguno que “fue <strong>de</strong> los nuestros”, <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong>l que<br />
“fui <strong>de</strong> los suyos”. Es curioso que los escritos revelan, tan a menudo, que el<br />
apologista, el que a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> apologista fue compañero, el que “compartió” y<br />
“sabe” no pue<strong>de</strong> aceptar escribir, reconocer por escrito, en público, quién fue,<br />
qué hizo el muerto. Es casi una prueba a favor <strong>de</strong>l psicoanálisis; con lo fácil<br />
que sería <strong>de</strong>cir: “hizo esto” –y más aún “30 años <strong>de</strong>spués”, cuando ya nadie<br />
sabe qué significaba, que se arrostraba haciendo “esto”-, y <strong>de</strong>cir: “creía en<br />
esto; y se murió creyendo”. Y podrían añadir: era un iluso –<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> todo, lo<br />
108