20.04.2013 Views

Relación concursal entre los delitos de cohecho

Relación concursal entre los delitos de cohecho

Relación concursal entre los delitos de cohecho

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NORBERTO J. DE LA MATA<br />

Ahora bien, como antes se señalaba, en este caso ya sí claramente se<br />

van a hacer <strong>de</strong>rivar <strong>de</strong> una única conducta dos consecuencias penales diversas,<br />

lo que difícilmente pue<strong>de</strong> encontrar justificación al no verse afectados dos<br />

sujetos pasivos diferentes, implicando a<strong>de</strong>más la interpretación favorable al<br />

concurso <strong>de</strong> infracciones la sanción por dos <strong><strong>de</strong>litos</strong>, <strong>cohecho</strong> y prevaricación,<br />

tanto a quien recibe el precio como a quien lo ofrece, <strong>de</strong> forma absolutamente<br />

contraria a la nueva línea que sigue el Código Penal que, y tras un largo <strong>de</strong>bate<br />

doctrinal, opta <strong>de</strong>finitivamente –acertadamente o no– por aplicar la agravante<br />

genérica <strong>de</strong> precio <strong>de</strong>l art. 22.3ª únicamente al receptor.<br />

A este respecto, y en relación con la interpretación <strong>de</strong> dicha agravante,<br />

al margen <strong>de</strong> que la misma sólo pueda aplicarse por <strong>de</strong>cisión legal a dicho<br />

receptor, ejecutor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito cometido –y así ha <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>rse conforme a la<br />

nueva redacción <strong>de</strong>l art. 22.3ª–, ha <strong>de</strong> tenerse en cuenta que cuando éste vea<br />

motivada su <strong>de</strong>cisión precisamente por la recepción <strong>de</strong>l precio, recompensa<br />

o promesa –eficacia motivadora–, es porque quien pacta con él consigue<br />

influir en aquélla mediante la <strong>entre</strong>ga o promesa <strong>de</strong>l precio, lo que permite<br />

consi<strong>de</strong>rarle inductor. Agravar su conducta en base a lo que permite su sanción<br />

como tal inductor <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito ejecutado implicaría la doble <strong>de</strong>svaloración<br />

<strong>de</strong> una misma circunstancia, a lo que –bien es cierto que fuera <strong>de</strong>l ámbito <strong>de</strong><br />

aplicación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito <strong>de</strong> <strong>cohecho</strong>– se ha opuesto la doctrina dominante. En<br />

tal sentido señalará PRATS, por ejemplo, cómo si <strong>los</strong> incentivos son únicos,<br />

excluyentes y causales, convierten al dador o promitente en autor por inducción<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito que comete materialmente el inducido, sin que sea posible<br />

agravar su responsabilidad por el mismo motivo, acudiendo a una especie<br />

<strong>de</strong> inducción agravada 130 , pero es que dichos incentivos han <strong>de</strong> ser únicos,<br />

excluyentes y causales, pues si no lo son, al receptor no se le podrá aplicar<br />

la agravante en cuestión, porque no actuará movido por ella, sino en base<br />

a otras consi<strong>de</strong>raciones, <strong>de</strong> modo tal que la misma <strong>de</strong>biera implicar la consi<strong>de</strong>ración<br />

<strong>de</strong>l dador como inductor <strong>de</strong> la infracción cometida. Así, <strong>de</strong>be<br />

recordarse, siguiendo con la interpretación <strong>de</strong>l art. 22.3ª, que la circunstancia<br />

<strong>de</strong> precio no podrá apreciarse cuando el ejecutor estuviera ya <strong>de</strong>cidido, con<br />

in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l pacto que posteriormente pudiera existir y por un móvil<br />

particular, a la comisión <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong>lictivo –pues éste no se vería motivado<br />

por dicho pacto, sino por consi<strong>de</strong>raciones ajenas a él– salvo, según la interpretación<br />

aquí combatida, que dicho ejecutor fuera un funcionario, supuesto<br />

en el cual se le aplicaría a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la pena correspondiente al <strong>de</strong>lito cometido,<br />

sea la prevaricación sea otro cualquiera, la correspondiente al <strong>de</strong>lito <strong>de</strong><br />

<strong>cohecho</strong> –que sustituiría a la agravante <strong>de</strong> precio– con lo cual <strong>de</strong> nuevo el<br />

130 PRATS, 1996, 240.<br />

– 342 –

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!