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Santiago de Cali,
Febrero de 2013
Lo que celebramos
Por: Fernando Prado
D
esde el inicio de la Iglesia
ha habido cristianos
que se han consagrado
totalmente a Dios. Esta
manera de vivir la vida
cristiana existirá siempre en la Iglesia
porque la promueve el Espíritu Santo
en el corazón de los hombres y las
mujeres. Es una vida de seguimiento
radical de Jesús con la profesión de
los consejos evangélicos de castidad,
pobreza y obediencia.
Aquellos a quienes conocemos con
el nombre genérico de religiosos y
religiosas son personas que, dóciles
a la llamada de Dios, han escogido
este camino de especial seguimiento
de Jesucristo para entregarse a Él
con un corazón no dividido. Como
los apóstoles, también ellos lo han
dejado todo para estar con Cristo y
para ponerse, como Él, al servicio de
Dios y de los hermanos.
Quien más quien menos, todos conocemos
a algunos religiosos y religiosas
porque se dedican a la enseñanza, a
la atención a las personas mayores,
Los religiosos y las religiosas son
unos testigos cualificados de la fe,
porque han consagrado su vida a
Cristo dejándolo todo para vivir en la
sencillez evangélica la obediencia.
Los Religiosos, Testimonio de Fe
Buenos
samaritanos
para la humanidad que sufre
El Buen Samaritano que se inclina
hacia el hombre que sufre: es
la actitud que vuelve a proponer
Benedicto XVI en su mensaje para
la 21ª Jornada mundial del enfermo,
que se celebrará el 11 de
febrero en el santuario mariano
alemán de Altötting sobre el tema
«El Buen Samaritano: “anda y haz
tú lo mismo”».
«Me siento especialmente cercano
a cada uno de vosotros,
queridos enfermos, – lo dice el
Papa en su mensaje – que, en los
centros de salud y de asistencia,
o también en casa, vivís un difícil
momento de prueba a causa de
la enfermedad y el sufrimiento».
Y luego relanza las palabras reconfortantes
de los Padres del
Concilio Vaticano II. «No estáis...
ni abandonados ni inútiles; sois
los llamados por Cristo, su viva
y transparente imagen». Dirige
también el Pontífice una reflexión
«a las instituciones sanitarias católicas
y a la sociedad civil misma,
a las diócesis, las comunidades
cristianas, a las familias religiosas
comprometidas en la pastoral de
la salud, las asociaciones de agentes
sanitarios y de voluntarios»,
repitiendo con Juan Pablo II que
es precisamente «en la aceptación
amorosa y generosa de toda vida
humana, sobre todo si es débil
o enferma, la Iglesia vive hoy
un momento fundamental de su
misión».
al cuidado de los enfermos, a la asistencia
a los pobres y marginados. No
obstante, sigue siendo válida esta
pregunta: ¿Cómo valoramos la vida religiosa
entregada plenamente a Dios y
al servicio de los hermanos? El sentido
y el contenido de la vida consagrada a
Dios sólo se pueden entender con una
profunda visión de fe que se alimenta
y se mantiene con la oración.
La Iglesia dedica cada año una jorna-
La Vida Consagrada
Por: Adriana Lozada
L
a LXXXIII Asamblea Plenaria
del Episcopado Colombiana
del año 2007, los Obispos
de Colombia dedicaron dicha
Jornada de Reflexión a
la vida religiosa en el país, manifestaron los
prelados que “la implantación de la Iglesia
en nuestras tierras, tiene en los religiosos
a sus primeros agentes. Las comunidades
religiosas en el tiempo de la conquista y
la colonización, se esmeraron para que a
tierras americanas vinieran los mejores
exponentes por su forma de vida evangélica.
A la Vida Religiosa, Colombia debe
los primeros pasos de enraizamiento del
Evangelio y además muchos de los procesos
que a través de cinco siglos permiten
presentar una Iglesia que, caminando
constantemente hacia la plena madurez,
ya ofrece signos de santidad y conversión
dignos de las mejores páginas que recogen
la vida de la Iglesia universal”.
La historia de la Iglesia en Colombia nos
muestra cómo los religiosos en nuestra
patria han buscado trabajar por la única
Iglesia, teniendo conciencia de que la unidad
es un signo fundamental para que los
hombres y mujeres de todos los tiempos,
puedan llegar a acoger la persona de Jesús
como el enviado por el Padre para que el
mundo crea.
La Arquidiócesis de Cali privilegiada por
el Espíritu de Dios cuanta desde sus inicios
como Diócesis, con los servicios pastorales
de hombres y mujeres que consagrados en
diversos carismas, acompañan la evangelización
en parroquias, colegios, escuelas,
da a la vida consagrada, el próximo 2
de febrero, que coincide con la fiesta
de la Presentación del Señor en el
templo. El lema de la jornada de este
año es: “La vida consagrada en el Año
de la Fe”. Los consejos evangélicos
de castidad, pobreza y obediencia
son una entrega total a Dios, como
lo fue la vida de Jesucristo. Por esto,
los religiosos y las religiosas son
verdaderamente un signo viviente de
la presencia de Cristo resucitado en
el mundo. Benedicto XVI, en la carta
apostólica sobre el Año de la Fe que
estamos celebrando, escribe unas
palabras que son válidas para todos
los cristianos, pero de una manera
especial para los religiosos y las religiosas:
“Lo que el mundo necesita hoy
de manera especial es el testimonio
creíble de aquellos que, iluminados
en la mente y en el corazón por la
Palabra del Señor, son capaces de abrir
el corazón y la mente de muchos al
deseo de Dios y de la vida verdadera,
aquella que no tiene fin”.
Los religiosos y las religiosas son
unos testigos cualificados de la fe,
porque han consagrado su vida a
Cristo dejándolo todo para vivir en la
sencillez evangélica la obediencia, la
pobreza y la castidad, que son signos
concretos de la espera del Señor. Una
espera que es muy activa en estas
personas, tanto en la alabanza y en la
plegaria de intercesión por el mundo,
como promoviendo acciones en favor
de la justicia para realizar hoy la palabra
del Señor que ha venido a proclamar
la liberación de los oprimidos
y un año de gracia para todos.
Presencia Viva en la Arquidiócesis
centros de salud, fundaciones e instituciones
en toda la Jurisdicción eclesiástica.
La Iglesia Particular de Cali cuenta con la
Vicaría para la Vida Consagrada, dirigida
por el Padre Gonzalo Zapata, de la Orden
de Carmelitas Descalzos y párroco de la
Parroquia Santísimo sacramento, cuyo
objetivo es brindar atención oportuna a
las diferentes comunidades que hacen
presencia en nuestra Iglesia local, además
motivar, generar y crear instrumentos
para promover la comunión dentro de las
propias expresiones religiosas y de éstas
hacia la Iglesia local. La Vicaría a través
de un equipo asesor anima y apoya las
diferentes tareas evangelizadoras en la
Arquidiócesis, con especial cooperación
y trabajo entre: Conferencia de Religiosos
de Cali (CRC), La Confederación Nacional
Católica de Educación (Conaced) y la Vicaria
de Religiosos y Religiosas.
Existen en la Arquidiócesis 51 comunidades
religiosas femeninas de vida
apostólica, 30 congregaciones religiosas y
sociedad de vida consagrada, 5 Asociaciones
femeninas de fieles en discernimiento
y 3 masculinas.
Que sea la Jornada Para la Vida consagrada
la ocasión para agradecer a estos
hermanos y hermanas consagradas por
su fidelidad a la llamada del Señor y por
la contribución que han hecho y hacen a
la misión de la Iglesia, especialmente en
la Iglesia Particular de Cali.