sistematizacion ok.indd - Manuela Ramos

1. HACIENDO CAMINO AL ANDAR: EL PROYECTO SSERR JÓVENES
sexuales y reproductivos de adolescentes y jóvenes. En algunos distritos, estas charlas o réplicas
fueron acompañadas por el personal de salud o el equipo regional de MMR, quienes participaron
puntualmente para aclarar algunos puntos o dudas que planteaban los participantes.
Siguiendo el espíritu de la metodología seguida en los talleres con promotores juveniles, las réplicas
promovieron la participación de las y los asistentes, quienes mayormente se mostraron muy
interesados y reconocieron la utilidad de contar con esta información. Sin embargo, como se observó
en la evaluación intermedia externa, a diferencia de los talleres de capacitación, las réplicas fueron
más informativas que comprensivas y se tendió a dar un mayor énfasis a las dimensiones biológicas
de la sexualidad.
Lo acotado del tiempo y el espacio para las charlas, la numerosa cantidad de asistentes, y las
comprensibles dificultades de los promotores juveniles para desempeñarse como facilitadores, no
favorecieron una reflexión sobre los aspectos emocionales y sociales (por ejemplo, presión familiar,
violencia sexual, posibilidad de hablar o negociar con la pareja) en que se dan las relaciones sexuales
entre las y los adolescentes y se toman decisiones o no sobre la prevención del embarazo no
deseado. 14
A esto se suma que tanto equipos regionales como promotores juveniles, buscaron temas menos
polémicos para iniciar sus actividades educativas, a fin de no ser rechazados de plano debido a la
predominancia de una visión conservadora de la sexualidad en las escuelas. Entonces, en algunos
lugares prefirieron empezar hablando de temas y enfoques que podían generar menos oposición,
como el funcionamiento de los métodos anticonceptivos y la prevención del embarazo no deseado
(Ayacucho). La formación de los promotores juveniles como facilitadores estuvo relacionada con el
desarrollo gradual de sus capacidades para hablar en público y el manejo de conocimientos sobre
salud sexual y reproductiva, pero también con las posibilidades de hacer frente a la oposición de los
adultos y las bromas de sus pares relacionadas con su interés en informarse e informar sobre los temas
de sexualidad.
La mayoría de promotores juveniles que realizó estas actividades encontró un inicial rechazo por
parte de algunos docentes, especialmente del curso de Religión, quienes se oponían o criticaban estas
charlas por considerar que propiciaban la iniciación sexual de las y los adolescentes.
Las promotores juveniles fueron también el blanco de burlas y murmuraciones por parte de
sus compañeros de clase, quienes decían que ellos hablaban de temas de sexualidad y métodos
anticonceptivos porque ya eran experimentados en el tema. Estas alusiones tenían una especial
connotación moral en el caso de las chicas debido a que el discurso adulto sobre la valoración de la
virginidad de las mujeres sigue estando muy presente en la escuela y la casa. En algunos distritos de
la región Huancavelica las promotoras juveniles eran denominadas “condoncito” o “manuelitas” de
manera despectiva, y en otras regiones como Ayacucho o Ucayali, a los varones también los llamaban
“manuelo” o “manuela”, aludiendo a la masturbación.
14 Palomino, N º (2007). Informe de evaluación intermedia. 2007, p. 31.
Sistematización del Proyecto SserR Jóvenes . 85